-
“Torre fuerte es el nombre de Jehová”La Atalaya 1953 | 1 de abril
-
-
completas, el Jehová al que tenemos que conocer, temer y adorar.
CÓMO EL NOMBRE PROVEE SEGURIDAD
10. ¿Cómo sabemos que Pablo y el Señor Jesús tenían confianza en el nombre del Padre? Explique.
10 La información ya dada claramente ha manifestado que Jehová puede ejecutar todos sus propósitos. Acepte entonces esto como un hecho y progrese con confianza, teniendo la misma convicción de Pablo, quien dijo: “El que los está llamando es fiel, y él también lo hará.” “Pero el Señor es fiel, y él los hará firmes y los guardará del maligno.” “Afiancemos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, pues fiel es el que prometió.” (1 Tes. 5:24; 2 Tes. 3:3; Heb. 10:23, NM) Él nunca chasqueará a los que confían en él. “¡Bendito sea Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia conmigo, como en ciudad fortalecida! ¡Amad a Jehová, todos vosotros sus piadosos siervos! A los fieles los guarda Jehová, . . . ¡Alentaos, pues, y sea esforzado vuestro corazón, todos los que esperáis en Jehová!” (Sal. 31:21, 23, 24) Nuestro Caudillo siempre confió completamente en Jehová. Él conoció el nombre del Padre, y de su gran juicio cuando estuvo delante de Pilato se registra lo siguiente: “Pilato le dijo: ‘¿No me va a hablar usted? ¿No sabe usted que tengo autoridad para ponerlo en libertad y tengo autoridad para empalarlo?’ Jesús le contestó: ‘Usted no tendría autoridad alguna en contra de mí a menos que se le hubiera concedido desde arriba.’” Su confianza también era completa cuando le dijo a Pedro en el jardín de Getsemaní: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada perecerán por la espada. O ¿crees tú que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de ángeles?” Aun sus atormentadores y asesinos crueles testificaron de su confianza, porque cuando colgaba del árbol dijeron ofensivamente muchas cosas, como por ejemplo: “Él ha puesto su confianza en Dios; que Él ahora le rescate si Él le quiere, porque él dijo: ‘Yo soy el Hijo de Dios.’” (Juan 19:10, 11; Mat. 26:52, 53; 27:43, NM) Había sido profetizado que él confiaría así. “¡Encomiéndate a Jehová! ¡Líbrele! ¡sálvele, ya que se complace en él!” (Sal. 22:8) Jesucristo confió, conociendo el nombre de su Padre, y note el resultado maravilloso: “Es de acuerdo con la operación de la potencia de su fuerza, con la cual ha operado en el caso del Cristo cuando lo levantó de entre los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y potestad y señorío y todo nombre que se nombra, no solamente en este sistema de cosas, sino también en el que ha de venir.”—Efe. 1:19-21, NM.
11. ¿Significa el tener confianza en el nombre de Jehová que estaremos libres de persecución o daño físico? ¿Cuál fué el testimonio de Pablo, y cómo gozaba él de seguridad?
11 ¿Cómo, entonces, opera la cualidad protectora del nombre, viendo que los siervos fieles de Jehová han tenido que aguantar tanta persecución y sufrimiento físico? Pablo dijo: “Se nos oprime de toda manera, pero no se nos aprieta de tal modo que no podemos movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida; se nos persigue, pero no quedamos abandonados; se nos derriba, pero no se nos destruye. Siempre aguantamos en todas partes de nuestro cuerpo el trato mortífero que se le dió a Jesús, para que la vida de Jesús también se haga manifiesta en nuestro cuerpo.” “De toda manera nos recomendamos como ministros de Dios, por aguante de mucho, por tribulaciones, por casos de necesidad, por dificultades, por golpizas, por prisiones.” (2 Cor. 4:8-10; 6:4, 5, NM) Pero Pablo estuvo seguro. Observó una conducta recta y fiel para con Jehová, y el Señor Jesús, y todos los hombres, y también tuvo una fe viva en las promesas de Jehová. Fué fiel y confiable en el ministerio entregado a él, y les tuvo gran amor al Señor y a los hermanos. Fué paciente bajo sufrimiento y manso en medio de males y provocación. Él se mantenía firme en contra de las fuerzas de la organización del Diablo, invisibles y visibles.
12. Explique la seguridad de Pablo, y ¿por qué tenía plena confianza?
12 En consecuencia él dijo bien: “He peleado la pelea correcta, he corrido la carrera hasta el fin, he observado la fe. En cuanto a lo demás, está reservada para mí la corona de justicia, que el Señor, el justo juez, me dará como galardón en aquel día.” (2 Tim. 4:7, 8, NM) Estaba recibiendo la aprobación de Dios, y se sintió completamente seguro. “Por esta misma razón estoy sufriendo también estas cosas, pero no me avergüenzo. Pues conozco a aquel en quien he creído, y confío en que él puede guardar lo que he puesto a su cuidado hasta aquel día.” (2 Tim. 1:12, NM) Pablo no estaba a salvo de daño carnal, pero confiaba en Dios, a quien había encomendado todo, “porque hemos puesto nuestra esperanza en un Dios viviente, que es el Salvador de hombres de toda clase, especialmente de los fieles.” (1 Tim. 4:10, NM) “Continúo mencionándolos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento acertado de él, habiendo sido iluminados los ojos de su corazón, para que ustedes sepan cuál es la esperanza a la que él los llamó, cuáles son las gloriosas riquezas que él guarda como una herencia para los santos.” (Efe. 1:16-18, NM) Él sabía que todos los que confiaran y fueran fieles serían salvos para heredar estas grandiosas promesas. Pablo sabía lo que el nombre representaba, y pudo ejercer confianza durante todas sus experiencias.
13. ¿Qué experiencia le sobrevino a Israel de parte de Amalee que sirvió de lección en cuanto a ejercer confianza en el nombre de Jehová?
13 A veces está de acuerdo con la voluntad de Dios el que sus siervos sean protegidos de daño físico, y a veces él permite que lo sufran, pero a todo tiempo, si entendemos todo lo que el nombre representa, éste será una “torre fuerte” y a ella podremos dirigirnos para protección. Si confiamos, entonces los resultados eventuales siempre son buenos. Moisés conoció el nombre de Jehová, y se dirigió a él por defensa. Apenas habían escapado milagrosamente las grandes multitudes de Israel de los ejércitos de Faraón cuando los amalecitas las atacaron sin provocación. Esto se hizo de la manera más traicionera y cobarde, asaltándolos por la retaguardia del campo, para matar a los débiles y a los desfallecidos y cansados. (Deu. 25:17, 18) Entonces Moisés decidió pelear contra Amalec, y Josué dirigió el ejército mientras Moisés, Aarón y Hur subieron a la cima de un cerro. Allí Moisés, el gran mediador, levantó la mano con la vara, una indicación clara de que dependía de Jehová para la victoria. Mientras Moisés mantenía alzadas las manos Israel vencía, pero cuando bajaba las manos Amalec vencía. Por lo tanto se le proporcionó ayuda adecuada para que mantuviera las manos en alto, hasta que el sol se puso, y para entonces Josué había conseguido la victoria. “Entonces dijo Jehová a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y ponlo en conocimiento de Josué: . . . Edificó Moisés un altar, y le puso por nombre Jehová-nissi.” Es decir, “Jehová mi bandera.” (Éxo. 17:14-16, margen) Era Jehová quien había peleado por Israel y la gloria se le debía a él. No se levantó allí ningún pilar para Josué, sino un altar a Jehová, porque él había sido la defensa y torre fuerte de Israel. Moisés conocía la misericordia y altruísmo del Eterno.
14. Muestre cómo la batalla entre David y Goliat claramente demuestra que hay seguridad en el nombre.
14 Luego tenemos el encuentro conmovedor entre David y Goliat. Los filisteos habían desafiado a Israel y a su Dios, Jehová, y habían hecho que su gigante Goliat alardeara en el campo por cuarenta días, esperando que los israelitas temerosos aceptaran su jactancioso desafío. David vino a la escena, e inmediatamente vió a este filisteo incircunciso desafiando a los ejércitos del Dios vivo. Él aceptó el desafío, y al hallarse frente a frente para el combate mortal, Goliat maldijo a David por su dios y dijo: “¿Soy yo acaso algún perro, para que tú vengas contra mí con palos?” Aquí esta enorme masa de carne armada hasta los dientes bramó amenazas al joven David, lo que bastaría para aterrorizar el corazón de cualquier hombre. Pero David entró a la lucha valerosa e intrépidamente, con plena confianza en que saldría victorioso. Sin nunca dudar ni titubear, él contesta a este matasiete tosco con estas palabras: “¡Tú vienes contra mí con espada, y con lanza, y con venablo: yo empero voy contra ti en el nombre de Jehová de los Ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado! Hoy te entregará Jehová en mi mano, y te heriré, y quitaré tu cabeza de sobre ti; . . . ¡porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestra mano!” (1 Sam. 17:43-47) David puso toda su confianza en el nombre de Jehová, dependiendo enteramente de él para el buen éxito. A los que observaban les parecería que David se estaba arrojando en la boca de la destrucción, pero David sabía en quién confiaba y que Jehová sería tan seguro en sus promesas como su nombre lo indica. Él confió en la “torre fuerte” y estuvo a salvo. Allí estaba David (sin espada o escudo o escudero) delante del guerrero gigantesco y todas las huestes de los filisteos, pero él estaba a salvo y seguro en el nombre de Jehová. “Voy contra ti en el nombre de Jehová” fué su defensa. El todopoderoso Dios de propósito no lo chasqueó.
15. ¿Qué experiencia tuvo Josafat con Acab que nos enseña la necesidad de tener el cuidado de enterarnos primero de la voluntad de Jehová?
15 Otro siervo que confió en el nombre de Jehová fué Josafat. “Fué alentado su corazón en los caminos de Jehová.” (2 Cró. 17:6) Él nunca salía contra el enemigo sin la aprobación de Jehová. En una ocasión Acab, rey de Israel, pidió a Josafat que se uniera con él en batalla contra los sirios, lucha que había durado por tres años. La hija de Acab se había casado con el hijo de Josafat, de modo que había un enlace de familia, y en espíritu el rey de Judá se unió a Acab, pero dijo: “Ruégote consultemos hoy el oráculo de Jehová.” De modo que Acab reunió a 400 de sus propios profetas y ellos le dijeron al rey que fuera y peleara, porque se le daría la victoria. Mas Josafat no estuvo satisfecho. “¿No habrá aquí además algún profeta de Jehová, para que consultemos por medio de él?” Acab respondió, “Todavía hay un hombre por medio de quien podremos consultar a Jehová; pero yo le aborrezco, porque nunca profetiza de mí cosa buena, sino siempre cosas malas; . . . Micaya hijo de Imla.” Micaya fué traído, probablemente de la cárcel, para entregar su mensaje, y él lo hizo intrépidamente a pesar de las amenazas de los mensajeros del rey. “¡Vive Jehová! que lo que me dijere mi Dios, eso mismo tengo de hablar.” Fué favorable para Josafat pero en contra de Acab. (2 Rey. 8:18; 2 Cró. 18:1-34) Los que avanzan confiando en el nombre de Jehová tienen que saber que están haciendo Su voluntad y no la suya propia, como era el caso con Josafat. Él conocía su nombre. Él es omnisapiente y cumple con sus promesas.
16. ¿Cómo demostró Jehová su protección a Josafat y Judá contra los ejércitos de Moab, Ammón y monte Seir?
16 Más tarde Josafat es acosado por las fuerzas combinadas de Moab, Ammón y monte Seir, una multitud tremenda. ¿Qué haría el buen rey? Inmediatamente huye a la “torre fuerte”, Jehová. “Entonces Josafat tuvo temor; y puso su rostro a buscar a Jehová; y proclamó ayuno para todo Judá.” (2 Cró. 20:1-4) Note la oración que él ofrece exaltando a Jehová, en su composición y expresión una de las más notables jamás registradas en la Escritura hebrea. A Jehová se le reconoce como supremo con poder irresistible que se extiende a toda criatura en el cielo y en la tierra, el Soberano universal. Estando en relación de pacto con Él, ellos deberían dirigirse a Jehová cuando estuvieran en peligro. Él apela a Su justicia y hace pleno uso de ella para indicar que a ellos no se les permitía invadir a sus enemigos y ahora éstos venían a atacar a Judá, y finalmente dice: “No sabemos qué hacer: mas nuestros ojos están puestos en ti.” (2 Cró. 20:12) Ellos no tenían poderío propio, por lo tanto dependían enteramente de Jehová. Este rey conocía el nombre de Jehová y que era una torre fuerte, y en él estuvo a salvo. Jehová destruyó las fuerzas organizadas de Moab, Ammón y monte Seir de un solo golpe, haciendo que estos opositores inicuos del pueblo de Dios se convirtieran en instrumentos destructivos los unos de los otros. Josafat, un siervo de Dios, corrió al nombre de Jehová y estuvo a salvo.
17, 18. (a) ¿Significa la fidelidad a Dios que el enemigo nunca atacará, y qué manifiesta el registro? (b) ¿Qué registro se hizo de confianza en el nombre de Jehová?
17 También hubo el tiempo cuando el arrogante monarca asirio se propuso destruir a Jerusalén. Ezequías era rey. El registro declara: “Obró lo bueno y lo recto y lo verdadero en presencia de Jehová su Dios. En toda obra que emprendió en lo relativo al servicio de la Casa de Dios, y en cuanto a la ley y los mandamientos, para buscar a su Dios, obró con todo su corazón, y prosperó. Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib, rey de Asiria, y entró en Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, y pensaba tomarlas por asalto.” (2 Cró. 31:20, 21; 32:1) Ezequías se preparó lo mejor que pudo para resistir a este enemigo terrible, empero su confianza era el nombre de Jehová. Él habló a los capitanes, diciendo: “¡Esforzaos y alentaos; no temáis, ni os acobardéis a causa del rey de Asiria, ni a causa de toda la muchedumbre de gentes que consigo trae, porque hay más con nosotros que con él! ¡Con él está un brazo de carne; pero con nosotros está Jehová nuestro Dios, para ayudarnos, y para pelear nuestras batallas!” (2 Cró. 32:7, 8) La confianza en fe que Ezequías había cifrado en Dios le había puesto por sobre el enemigo. El asirio desafió a Jehová, diciendo: “Ni tampoco os haga confiar Ezequías en Jehová, diciendo: De seguro que Jehová nos librará.”—2 Rey. 18:30.
18 El monarca asirio, mediante su capitán, comparó a Jehová con los dioses de las naciones que él había conquistado, y envió una carta arrogante a Ezequías en la que usó irreverencia, falsedad y blasfemia. Cuando la carta fué recibida Ezequías subió a la casa de Jehová y la extendió delante del Señor y oró: “Oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te suplico, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú solo, Jehová, eres Dios.” (2 Rey. 19:19, Va) Jehová probó que es una defensa y torre fuerte al proteger a su pueblo y destruir a 185,000 soldados del asirio, y haciendo que el gran Senaquerib se fuera a su propia tierra y a su ruina. Así que, “Jehová guarda a todos los que le aman; pero destruirá a todos los inicuos.”—Sal. 145:20.
-
-
Un fuerte refugio hoyLa Atalaya 1953 | 1 de abril
-
-
Un fuerte refugio hoy
1, 2. ¿Por qué tenemos que tener la misma confianza en el nombre de Jehová hoy como la que sus siervos tuvieron en tiempos pasados? Y ¿qué circunstancias probablemente encontraremos?
LAS poderosas y notables experiencias a las que se nos llamó la atención en el artículo anterior claramente manifiestan cómo fieles siervos de Dios en tiempos pasados se refugiaron en el nombre de Jehová como una “torre fuerte”. Hoy nosotros hacemos exactamente lo mismo. Es en el mismo Jehová en quien ellos tuvieron confianza que nosotros creemos y confiamos hoy. Tenemos que tener firme confianza en Jehová, tanto individual como colectivamente, y no importa que sean individuos, o grupos locales, u organizaciones internacionales los que traten de hacernos daño, la manera en que debemos proceder está claramente delineada para nosotros.
2 En estos últimos días matasietes y bravucones fanfarrones amenazan al pueblo de Jehová con daño corporal, y sabemos que en nosotros mismos no podemos resistir sus ataques. Quizás uno tenga que proceder de cierta manera en fidelidad a la verdad y en obediencia a los mandamientos de Jehová, pero al hacerlo se le amenaza con mal. O quizás el puesto que uno ocupa en el mundo comercial haya sido amenazado debido a su asociación con el pueblo del Señor. O tal vez las condiciones en el hogar hayan venido a ser muy precarias por causa de fidelidad a la verdad y hay amenazas de brutalidad y otras formas de oposición a menos que se abandone el proceder correcto. O quizás una chusma se haya formado para golpear o echar de una población a testigos fieles y no haya vía de escape. ¿Qué haríamos en estas circunstancias?
3. ¿Qué tenemos que hacer en tiempo de necesidad para que podamos refugiarnos en Su nombre?
3 Ante todo, recuerde exactamente quién es usted, que usted es un hijo de Dios, un fiel seguidor de Cristo, que estas cosas no le sobrevendrían si usted no hubiera estado haciendo todo lo posible para servir a Jehová. No le han sobrevenido debido a su propia insensatez o mal hacer. Recuerde también que su Dios es el Todopoderoso Creador del universo, que él es el Altísimo y su Hijo es el Rey del nuevo mundo, y ahora está entronizado; que Jehová ha hecho muchas promesas de cuidar a sus fieles, y cuando hay necesidad debemos invocarlo para que venga a rescatarnos. Él cumplirá fielmente con su palabra. Usted hallará difícil convencerse de esto inmediatamente en ciertas circunstancias, pero confíe en Él y halle que es verdad. Al confiar, usted debe tener plena confianza, no sólo esperando que Dios haga algo para ayudarlo sino estando absolutamente seguro de que él lo hará. Y ¿cómo podemos estar tan seguros? Simplemente porque él ha prometido. Su nombre significa tanto. Significa todo y es suficiente para todas nuestras necesidades. ¿Podemos recordar? ¿Se nos han dado garantías? ¿Podemos confiar?
4. ¿Cómo nos animamos en Jehová, y por qué hay que hacer esto?
4 Anímese en su nombre recordando lo que significa y lo que está envuelto en él. Es muy necesario que nos animemos y nos fortalezcamos. Del rey David está escrito: “Y David se vió en muy grande estrecho; porque trataba el pueblo de apedrearle; . . . mas fortalecióse David en Jehová su Dios.” (1 Sam. 30:6) Él recordaría que le había preguntado a Jehová si debería ir y matar a los filisteos, y se le había dicho que fuera, y ahora los amalecitas habían hecho su incursión y causado mucho estrago; de modo que él se fortaleció. (Vea el Salmo 42:6-8.) Nosotros tenemos que hacer la misma cosa. Es tan necesario que recordemos la manera en que hemos decidido proceder, cómo sometimos a prueba dicho proceder a lo mejor de nuestra habilidad para asegurarnos de que estaba en armonía con la voluntad de Dios, y, estando asegurados, permanecemos firmes. Entonces confíe, esté seguro, no dude, dése cuenta plenamente de que puede confiarse en el nombre de Jehová como torre fuerte, y en él estamos a salvo.
5. Mencione algunas de las promesas que Jehová ha hecho en las que tenemos que tener confianza. ¿Por qué tiene que ser completa nuestra confianza?
5 Recuerde cómo el nombre representa al Eterno. Al que hace todo lo que él quiere, al Soberano Supremo, todopoderoso, omnisapiente y siempre amoroso. Este Dios es nuestro Dios, nuestro protector a todo tiempo. Su ojo nunca duerme, su oído siempre está abierto y jamás puede ser cogido por sorpresa. Recuerde algunas de sus promesas, tales como: “El que habita en el retiro del Altísimo, morará seguro bajo la sombra del Omnipotente. Yo diré de Jehová: ¡Refugio mío y fortaleza mía! ¡mi Dios, en él confiaré! Por cuanto has dicho: ¡Tú, oh Jehová, eres mi refugio! y al Altísimo has puesto por tu habitación; no te sucederá mal alguno, . . . Él clamará a mí, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; le libraré, y le glorificaré.” (Sal. 91:1, 2, 9, 10, 15) Estas promesas verdaderas, las ha dado Jehová para animar a los de su pueblo en todo apuro, premura, dificultad, ataque y peligro. Así que ellos pueden tener seguridad al poner su confianza en él. El nombre es una fortaleza invisible, y al confiar completamente en lo que el nombre significa nos estamos colocando en la torre fuerte. Pero nuestra confianza tiene que ser íntegra. Su misericordia y fidelidad será nuestra porción si la demandamos.
6. ¿Cuáles son algunos de los textos que demuestran oposición al pueblo de Dios por parte de las naciones? y ¿cómo se ha cumplido esto hasta cierto grado?
6 La oposición que se dirige contra nosotros es nacional e internacional, porque este mundo odia a Jehová y su pueblo. Esto se describe en los Salmos: “¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos meditan vanos proyectos? Se pondrán en pie los reyes de la tierra, y príncipes consultarán a una contra Jehová, y contra su Ungido, diciendo: ¡Rompamos las coyundas de su yugo, y echemos de nosotros sus cuerdas!” “¡No te olvides de la vocería de tus adversarios! el alboroto de los que se levantan contra ti sube de continuo.” “Pues, he aquí, tus enemigos braman, y los que te aborrecen alzan la cabeza. Contra tu pueblo consultan astutamente; entran en consejo contra tus protegidos. Dicen: ¡Venid, cortémoslos, para que no sean nación, ni haya más memoria del nombre de Israel!” (Sal. 2:1-3; 74:23; 83:2-4) Los enemigos de Jehová más de una vez han tratado de destruir al pueblo de Dios, habiéndose hecho un esfuerzo reciente en 1917-1918. Fracasó, porque Jehová oyó el clamor de los que confiaron en él y los rescató del foso de la muerte. De nuevo, en 1933, cuando los endemoniados y sadistas fanfarrones de la infame y abominable organización nazi irrumpieron contra las filas del pueblo de Jehová, hicieron cuanto pudieron para destruirlos. Fracasaron miserablemente, porque los que estaban en la organización de Jehová confiaron en el nombre, y estos enemigos fueron destruídos. Luego de nuevo en 1939, y durante la II Guerra Mundial, los enemigos del reino de Dios trataron de destruirlos con su persecución, prisiones, proscripciones, tormentos y muertes inhumanas. De nuevo fracasaron en destruir la nación santa, que se estaba adhiriendo estrictamente a la verdad. Esta nación había venido a conocer el nombre y lo que significa, y estaba confiando en él.
7. ¿Qué está implicado en hacer de los propósitos de Jehová nuestros propósitos?
7 Algunos de los del pueblo de Jehová sufrieron severamente, y algunos fueron muertos por sus enemigos, pero el propósito de Jehová no ha sido estorbado y el destino de los fieles está seguro—tan seguro como el de Abrahán, David, Daniel y muchos otros. Todos ellos murieron con fe, conociendo Su nombre. Todos nosotros tenemos que entender como entendieron éstos que nuestros intereses deben estar completamente sumergidos en los propósitos de Jehová. Mientras prosperen éstos somos felices, sea que vivamos o muramos, pues nuestra vida eterna se nos asegura si somos fieles. No se nos ha hecho ninguna promesa de que jamás seremos perseguidos o perjudicados mental o físicamente de manera alguna. En verdad, todos los fieles antes de este tiempo han sufrido, y la amonestación de Pablo es: “De hecho, todos los que deseen vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos.” (2 Tim. 3:12, NM) Pero definitivamente se nos ha prometido protección si confiamos en Jehová con todo el corazón.
8. ¿Está demostrando Jehová su poder a favor de su pueblo hoy? ¿A qué conclusión llegan nuestros enemigos debido a esto?
8 Ahora al fin de este presente sistema de cosas inicuo Jehová va a hacer una obra asombrosa, porque va a exhibir su fuerza maravillosa a favor de sus fieles. Ellos quedarán profundamente conmovidos de gratitud al presenciar su poder en operación para defenderlos y destruir a los opositores. El terror se apoderará de todos los de afuera cuando vean los terribles actos de Jehová. Hoy estamos padeciendo reproche y toda clase de perjuicio, y por lo tanto tenemos que ejercer obediencia y fidelidad. De hecho, somos un blanco fácil para los enemigos. Nuestros enemigos dicen: “Ellos no pueden defenderse. Su Dios no puede salvarlos. Si pudiera, ¿por qué no lo ha hecho ya?” Es verdad, Jehová Dios no está peleando nuestras batallas agresivamente al tiempo presente, y a veces parece que hemos sido abandonados a los ataques del enemigo sin mucha protección—sólo la suficiente para llevar a cabo la obra, y de vez en cuando se nos concede alguna evidencia de que su poder se usa a favor nuestro.
9. ¿Se levantará Jehová y pelear á por su pueblo? ¿Cuándo, y qué sucederá entonces?
9 Jehová ha prometido que no siempre será así, porque las condiciones cambiarán. Entonces nuestros muchos enemigos serán el blanco del desagrado de Jehová. Hoy Jehová les permite que vayan lejos en perjudicarnos, pero cuando él se levante a pelear, la persecución de ellos, llena de odio, vendrá a una parada repentina y sus cuerpos muertos cubrirán la tierra. ¡Cuán inútil será entonces la organización de Satanás, pues Jehová soplará en ella y ella desaparecerá! Sólo tenemos que esperar hasta que Jehová verdaderamente pelee por nosotros, y entonces habrá seguridad completa y absoluta en todo sentido. Jehová defenderá a su pueblo de todo daño físico, para demostrar que su palabra es veraz. Las muchas experiencias en que se describe el poder de Jehová sobre su pueblo con la destrucción de sus enemigos entonces se cumplirán en una escala mucho más grande que nunca antes. No habrá duda en cuanto a quién es nuestro Dios, porque ellos lo sabrán por lo que vean y sientan. Él es Jehová, y hará lo que quiera. “Por tanto esperadme a mí, dice Jehová, hasta el día que me levante a la presa: porque es mi propósito reunir las naciones y juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación, es decir, todo el ardor de mi ira; pues con el ardor de mis celos será devorada toda la tierra.” “Entonces saldrá Jehová, y peleará contra aquellas naciones, como cuando peleó en el día de la batalla. Y sucederá en aquel día que habrá entre ellos una grande consternación procedente de Jehová.”—Sof. 3:8; Zac. 14:3, 13.
-