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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1952 | 1 de septiembre
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se despojan de sus posiciones cómodas y buena reputación mundana para servir a Dios bajo persecución serán bendecidos. Tales personas humildes posiblemente sean puestas como los últimos en la lista para favor divino de acuerdo con el justiprecio de este mundo, y los personajes altivos del mundo quizás sean puestos primeros en la lista. Pero, fué después de contrastar estas mismas clases de ricos y pobres que Jesús dijo: “Muchos que son primeros serán últimos y los últimos primeros.” (Mat. 19:24-30; Mar. 10:23-31, NM) Las circunstancias en las que se usó esta expresión en Mateo y Marcos eran diferentes a las de Lucas, pero el principio que se establece es el mismo; a saber; que aquellos ricos en privilegios y oportunidades espirituales y aparentemente primeros en línea para bendición divina, tales como la clase clerical, terminan últimos, y los humildes considerados por el clero exaltado como los últimos que jamás alcanzarían algún favor divino son puestos primeros por Dios.
En Mateo 20:16 el principio se declara en todavía otras circunstancias. Se da una ilustración de un amo de casa que alquiló trabajadores para trabajar en su viña, conviniendo en pagarles un denario por el trabajo del día. A la tercera, sexta, novena y undécima horas del día trajo nuevos grupos de trabajadores, prometiendo pagarles lo que era justo. Al término del día se les dió a todos un denario, sin importar cuánto habían trabajado. Los que habían trabajado todo el día recibieron lo convenido, empero rezongaron porque los que habían trabajado sólo una hora recibieron igual. El amo de casa les dijo que él había cumplido el acuerdo, y que podía hacer lo que deseara con lo que le pertenecía. Los envió a que siguieran su camino, y concluyó con la expresión acerca de los primeros siendo postreros y los postreros primeros. (Mat. 20:1-16) Esta ilustración aplica desde que el Señor vino a su templo en 1918, y la conclusión vino en 1931 cuando el pago llegó en forma del nombre nuevo, testigos de Jehová. Algunos que habían estado en la verdad por más tiempo que otros se ofendieron, murmuraron, y se salieron. No estuvieron satisfechos con el nuevo nombre que los colocaba al mismo nivel con todos los demás publicadores, y no quisieron vivir en conformidad con él haciendo la obra de testificar. De modo que éstos, en un tiempo primeros debido a sus años de servicio, vinieron a ser postreros o dejados afuera, y los que eran más recientes en la verdad y más humildes ocuparon su lugar.
Así que al aplicar la expresión a estas dos clases, ésta se hace entendible en todas sus diferentes circunstancias y tiene sentido, ya sea refiriéndose a situaciones en Israel en el día de Jesús entre los judíos, o refiriéndose a la añadidura de gentiles a la clase de la iglesia, o a condiciones en la cristiandad en estos últimos días. La clase clerical exaltada una vez considerada como primera es degradada a ser última, y a los humildes degradados como últimos Dios los exalta a la posición primera para con él.—Luc. 14:11.
Pero ¿cómo sabemos que ser últimos significa ser excluidos del todo? Del mismo modo que sabemos que los que son ‘llamados muy pequeños en el reino de los cielos’ son excluidos del todo del Reino. Por el contexto. Este denota que aquellos a quienes se hace referencia como ‘muy pequeños en el reino’ eran los escribas y fariseos, y específicamente dicho jamás entrarían al Reino, ni nadie más cuya justicia no excediera la suya. Es esta misma clase clerical la que también se menciona como los primeros que vienen a ser postreros; por eso ‘los más pequeños’ y los “postreros” deben representar el mismo destino. (Mat. 5:17-20) Como prueba de que ‘los muy pequeños en el reino’ quiere decir estar en él, quizás algunos citen Mateo 11:11, donde Jesús, cuando hablaba de Juan el Bautista, dijo: “El que es muy pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.” Sin embargo, aquí “muy pequeño” se traduce de una palabra griega diferente de la traducida en Mateo 5:19, y correctamente debería ser traducida el “menor”. (NM; Dy; Moderna, margen; Ro) Todos los del reino celestial son menores en comparación con Cristo Jesús, que es el único “llamado grande en el reino”, porque él es el único que puede guardar y enseñar la Ley perfectamente. También es el contexto el que manifiesta que aquellos primeros que vienen a ser últimos son los echados fuera, que no entran en el arreglo del Reino, que no pueden hacerlo, así como un camello no podría pasar a través del ojo de una aguja. Aun podríamos ilustrarlo por una expresión moderna. Cuando decimos, “Eso es lo último en que habría pensado,” queremos decir que nunca habríamos pensado en ello. De modo que los primeros que vienen a ser los últimos son excluídos enteramente.
● Dado que la idea de esclavitud es tan degradable hoy día, ¿por qué hablamos de los cristianos como siendo esclavos de Cristo? Él dijo que ya no nos llamaría esclavos, sino amigos.—M. S., Connecticut.
Es verdad que Jesús dijo, en Juan 15:15, NM: “Ya no los llamo a ustedes esclavos, porque el esclavo no sabe lo que su amo hace. Pero los he llamado amigos, porque todas las cosas que he oído de mi Padre se las he hecho saber a ustedes.” Jesús acababa de celebrar la Pascua y de instituir el Memorial con sus apóstoles, y eso fué poco antes de su arresto y muerte. En esta última oportunidad que tuvo para estimular y fortalecer a sus apóstoles, él fué muy íntimo; empero él no negó que todavía eran esclavos. Cinco versículos después él les recordó de la relación de amo y esclavo: “Tengan presente la palabra que les dije, El esclavo no es mayor que su amo. Si ellos me han perseguido a mí, los perseguirán también a ustedes; si ellos han observado mi palabra, observarán también la de ustedes.” De modo que él no estaba eliminando el vocablo esclavo, sino que estaba manifestando que sus seguidores, aunque eran esclavos, también eran sus amigos. No era la relación de amo a esclavo generalmente fría y formal; además de esta relación legal ellos también eran amigos íntimos. Pero esta amistad no canceló el hecho de que los cristianos no se pertenecen a sí mismos, sino que fueron comprados con un precio, y son esclavos de Cristo.—1 Cor. 6:19, 20; 7:23.
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PERÍODO DE TESTIFICAR “JUSTO DOMINIO DE LOS PRÍNCIPES”
“He aquí, un rey reinará con rectitud, y príncipes gobernarán con justicia.” (Isa. 32:1, AN) Estas alentadoras palabras anuncian la administración de un gobierno de rectitud, algo que ahora está cercano. Sin que intentemos poner en tela de juicio las cosas que han motivado a los que han ejercido puestos públicos en su esfuerzo para hacer bien a sus semejantes, todos concederán que tales personas han sido siempre una minoría, y que sus esfuerzos no han traído bendición permanente alguna. ¡Cuán conmovedor, pues, es señalar al reino de Dios y sus siervos, los “príncipes”, cuyo dominio es para honra de Dios y bendición de todos sus súbditos! El gobierno justo de estos “príncipes”, bajo el Rey de rectitud, Cristo Jesús, se está dando a conocer ahora. Como un medio para traer esta información a las personas de buena voluntad, la revista ¡Despertad! se ofrecerá en octubre a base de una suscripción (un dólar al año, 24 números) junto con el premio de tres folletos que tratan de temas bíblicos. Tome parte en pasar las buenas nuevas a otros, tomando suscripciones dondequiera que le sea posible, y enviándolas, junto con su informe, a la Sociedad.
ESTUDIOS DE “LA ATALAYA”
Semana del 28 de septiembre: El campo de la profecía bíblica, §1-20.
Semana del 5 de octubre: El campo de la profecía bíblica, §21-24; también, Ayudas para entender profecías.
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