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Olor corporal y raza¡Despertad! 1978 | 22 de abril
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La Encyclopædia Britannica, 1971, después de considerar el asunto, llegó a esta conclusión: “Es dudoso que haya una diferencia significativa en el olor del sudor. Las pruebas experimentales han indicado escasa habilidad en poder discriminar entre el sudor de negros y blancos. El asunto es complejo, y hay una tendencia muy general de atribuir las diferencias que se perciben a factores ‘raciales,’ cuando en muchos casos puede que las diferencias se deban a factores sociales y a otros factores no raciales.”
Es triste cuando se juzga a otros antes de examinar la evidencia. Y es aún más triste cuando el individuo se aferra a estas opiniones después de haber considerado la evidencia. Se ha discriminado contra razas enteras debido al prejuicio. Pero, realmente, ¿hay base sólida para prejuicio o discriminación contra cualquier raza de gente?
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Una sola raza humana¡Despertad! 1978 | 22 de abril
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Una sola raza humana
CIERTAMENTE hay una variedad de pueblos en la Tierra y hay manifiesta diferencia en sus rasgos físicos. ¿Ve usted a todos como individuos que pertenecen a una sola raza humana, como personas que deben aceptarse según su mérito individual?
Deberíamos hacerlo. Así es como nuestro Creador quiere que veamos a la gente. ¿Cómo lo sabemos? Porque inspiró a uno de sus siervos, al apóstol cristiano Pablo, a decir: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él . . . da a todos vida y aliento y todas las cosas. E hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para morar sobre la entera superficie de la tierra.”—Hech. 17:24-26.
Pero ¿no son algunas razas de hombres más preciosas a los ojos de Dios que otras? Esto es lo que muchos han creído. Sin embargo, después de haber recibido una demostración de la imparcialidad de Dios, el apóstol cristiano Pedro se sintió impulsado a exclamar: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.”—Hech. 10:34, 35.
¿Cree usted esto? No todos lo creen.
¿Realmente una sola familia?
Algunos hasta tuercen la Biblia, y tratan de mostrar que ella enseña “que los negros, los monos inferiores y los cuadrúpedos todos pertenecen a ‘una clase de carne,’ la ‘carne de las bestias.’” El profesor Charles Carroll afirmó eso en su libro “The Negro a Beast” or “In the Image of God” que disfrutó de una amplia distribución a principios del siglo veinte. Por otra parte, algunos evolucionistas dicen que los negros son ‘una raza inferior de la especie humana.’
Pero el argumento de algunos negros es todo lo contrario. El libro Black Nationalism—A Search for an Identity in America dice: “Los caucáseos no fueron los habitantes originales de esta Tierra, sino que fueron un ‘injerto’ procedente de la gente negra. . . . Contrastado con el Hombre Original (los llamados negros), el blanco es inferior física y mentalmente. También es débil porque fue injertado del negro. Él es el verdadero hombre ‘de color,’ es decir, el que se ha desviado de la norma de color negro.”
¿Qué revelan los hechos? Realmente somos una sola familia humana? ¿Hay verdad alguna en las afirmaciones de que no lo somos?
Las diferencias son superficiales
Considere la carne y sangre. Algunos insisten en que es diferente en los negros y blancos. No obstante, The World Book Encyclopedia dice: “Los científicos declaran que las células que componen el cuerpo humano son las mismas en toda la gente. . . . Así mismo, el biólogo puede distinguir la sangre humana de la sangre de los animales inferiores. Pero los muchos grupos de sangre humana pueden hallar entre todas las estirpes y razas de la humanidad.”
Se ha escrito mucho acerca de las diferencias en la estructura corporal de negros y blancos. Pero ¿cuáles son los hechos? El antropólogo Ashley Montagu escribe: “Un detenido estudio anatómico parece revelar que las diferencias físicas están limitadas a características bastante superficiales. Posiblemente la mejor manera de enfatizar esto es decir que si se despojara el cuerpo de un negro de todos los rasgos superficiales como la piel, cabello, nariz y labios, no creo que haya anatomista que pudiera decir con certeza, en un caso aislado, si está tratando con el cuerpo de un negro o de un europeo.”
También se señala al tamaño del cerebro como evidencia de una diferencia básica entre los blancos y los negros. Se afirma que, como promedio, el cerebro de los negros es un poco más pequeño que el de los blancos. Pero, aun si esto fuera cierto, las variaciones normales en el tamaño del cerebro no parecen afectar la inteligencia. Si la afectaran, los blancos serían menos inteligentes que los esquimales e indios norteamericanos que, como promedio, tienen cerebros más grandes.
Para enfatizar el hecho de que las razas son fundamentalmente iguales, el profesor Bentley Glass, en su libro Genes and the Man, escribe: “En conjunto, no es probable que exceda por mucho más de seis pares la cantidad de genes en que la raza blanca difiere característicamente, en sentido seglar, de la negra. Sin embargo, innegablemente los blancos o negros a menudo difieren entre sí mismos por una cantidad mayor que ésta, un hecho que revela que nuestros prejuicios raciales son biológicamente absurdos. . . . La gran laguna entre las razas humanas y los pueblos, donde existe, es sicológica y sociológica; ¡no es genética!”
Es digno de notar que el libro reciente Heredity and Humans, por el escritor científico Amram Scheinfeld, dice: “La ciencia actualmente corrobora lo que la mayoría de las grandes religiones han predicado por largo tiempo: Los seres humanos de todas las razas [han] descendido del mismo primer hombre.”
Dado que esto es cierto, entonces ¿cómo se explican las obvias diferencias raciales, como el color de la piel y la textura del cabello?
Por qué hay diferencias raciales
La primera pareja humana tenía en su estructura genética los factores múltiples para todas las diferencias raciales que vemos hoy día. Posiblemente ellos mismos no fueron ni blancos ni negros, sino mulatos, o una combinación de los colores que actualmente se hallan en las varias razas. Un informe histórico temprano acerca de la humanidad dice: “He aquí que todos son un solo pueblo con un mismo lenguaje.” (Gén. 11:6, en la Biblia de Jerusalén) Pero esto cambió súbitamente.
En aquel tiempo temprano de la historia, una sección grande de la familia humana deseaba permanecer en un solo lugar por propósitos religiosos y políticos. Para frustrar esto, el Creador de repente hizo que los hombres hablaran diferentes idiomas para que no se pudieran entender unos a otros. Imagínese lo que debe haber sucedido.
No pudiendo comunicarse como un solo pueblo, pequeños grupos, aislados por la barrera de los idiomas, se mudaron por su propia cuenta. A medida que se esparcieron más lejos de su anterior centro, la distancia añadió otra barrera a la comunicación. Aislados por sitio e idioma, los descendientes de cada grupo se multiplicaron, y en el transcurso del tiempo desarrollaron a mayor grado los rasgos distintos
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