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Equipados para hablar palabras deleitables de verdadLa Atalaya 1974 | 15 de enero
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usted un entendimiento excelente de los maravillosos propósitos de Jehová y que lo capacitará para contribuir tanto a la “edificación de la congregación” como a una vida de familia feliz.—1 Cor. 14:12; Sal. 19:14.
23. ¿En qué obra que todavía continúa debemos desear participar, y cómo?
23 Si es su deseo poder hablar palabras deleitables de verdad como lo hizo Salomón, Jehová le ayudará a hacerlo. Muéstrelo por el modo en que usted habla a su propia familia, y por expresar aprecio por las cosas que Jehová ha provisto. (Efe. 5:20) Dirija el corazón y la mente de su familia y amigos hacia el Creador a medida que habla, “no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el espíritu.” (1 Cor. 2:13) Al proceder así usted y su familia serán movidos a participar en la gran obra evangelizante que predijo el vocero de la verdad de Jehová, Jesús, obra que actualmente se está efectuando en todo el mundo. En una escala nunca vista antes Jehová está equipando a su pueblo para hacer discípulos de gente de todas las naciones. Usted también puede participar en esta obra profética aceptando la invitación del salmista: “Toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!”—Sal. 150:6.
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¿Reconocerá usted la verdad acerca de Dios?La Atalaya 1974 | 15 de enero
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¿Reconocerá usted la verdad acerca de Dios?
LA VERDAD que lleva a vida eterna. Un joven examinó con interés el libro que lleva este título. Luego le preguntó al ministro de los testigos de Jehová que le estaba presentando esta ayuda para el estudio bíblico: “A propósito, ¿dónde se editó este libro?” Al saber que se editó en una ciudad grande norteamericana decidió no aceptar el libro. ¿Por qué? Posiblemente pensó que pudiera haber influido en él el modo de pensar capitalista. Cualquiera que haya sido su razonamiento, el rehusar considerar el asunto le impidió aprender verdades bíblicas vitales.
Los fariseos judíos del primer siglo E.C cometieron el mismo error. Despreciaron a Jesucristo porque era de Galilea. (Juan 7:51, 52) Como resultado, no escucharon la advertencia de Jesús de la inminente destrucción de Jerusalén. Esto le costó la vida a más de un millón de judíos en 70 E.C.—Luc. 19:41-44; 21:20, 21.
¿Qué hay en cuanto al día actual? Si Jesús fuese a aparecer en la Tierra hoy día, ¿cómo respondería a él la gente de África? ¿De América del Norte y América del Sur? ¿De Europa? ¿De Asia? ¿Lo aceptarían sobre la base de lo que dijera e hiciera, reconociendo la verdad por lo que es? O, ¿tropezarían a causa de su descendencia judía?
Sin duda usted puede ver lo incorrecto que es el prejuicio. Usted se da cuenta, por ejemplo, de que la humanidad sufriría si la gente evaluara la literatura médica o científica sobre la base de la nacionalidad del autor o del lugar donde se editó la información. ¡Y qué incorrecto sería, también, si la gente permitiera que sus sentimientos religiosos y políticos para con el Oriente Medio hoy día les impidiera leer la Santa Biblia simplemente porque la produjeron judíos que vivieron en esa parte de la Tierra!
IMITE A DIOS SIENDO IMPARCIAL
Considere las palabras del apóstol Pedro en Hechos 10:34, 35: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.” Dios no considera a la gente según su raza o nacionalidad, y tampoco debemos hacerlo nosotros. Como en el caso del joven que se mencionó antes, el que procediéramos así podría impedir que aprendiésemos información vital acerca de Dios.
Con respecto a esto, es interesante la respuesta que una joven misionera de los testigos de Jehová de Bogotá, Colombia, le dio a un hombre que se puso a criticarla a causa de su nacionalidad: “Mi madre es italiana; mi padre es irlandés; yo nací en los Estados Unidos; mi esposo es griego; yo vivo en Colombia, y en la casa donde vivo hay alemanes y daneses. De modo que, ¿qué soy yo?” Sí, realmente importaba poco de dónde había venido la misionera. Lo que importaba era el mensaje basado en la Biblia que le estaba llevando a la gente. Esto les ayudaría a reconocer la verdad acerca de Dios.
UN CONDUCTO INTERNACIONAL PARA DISPENSAR LA VERDAD BÍBLICA
Debido a que Jehová Dios no es parcial se propuso que la verdad bíblica se esparciera a través de la Tierra por medio de una congregación compuesta de personas “de toda tribu y lengua y pueblo y nación.” (Rev. 5:9) Jesús hizo referencia a la congregación cristiana colectivamente como “el esclavo fiel y discreto” que dispensaría “alimento [espiritual] a su debido tiempo” en forma de verdades bíblicas acerca de Jehová Dios y su propósito para la humanidad.—Mat. 24:45-47.
En Revelación 7:4 y 14:1, 3, aprendemos que el número completo de esta congregación sería de 144.000, un simple “rebaño pequeño” en comparación con la población de la Tierra. (Luc. 12:32) Jesús dio una comisión grande a esta congregación pequeña: “Serán testigos de mí . . . hasta la parte más lejana de la tierra.”—Hech. 1:8.
¿Cómo podría una congregación de tan pocos individuos llevar a cabo una obra de testimonio de tal magnitud? Jehová ha hecho provisión para esto en esta generación al unir a ellos una “grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar.” Como en el caso del “rebaño pequeño,” esta “grande muchedumbre” es internacional, pues procede “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.” (Rev. 7:9) Ahora Jehová Dios usa a estos testigos dedicados de todas las naciones para predicar “estas buenas nuevas del reino . . . en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.”—Mat. 24:14.
¿Quiere usted saber la verdad acerca de Dios? Entonces tiene que ponerse en contacto con esta congregación internacional, interracial de testigos cristianos de Jehová. Usted tiene que ser imparcial, estar dispuesto a examinar el mensaje de la Biblia prescindiendo de la nacionalidad del que lo lleve o la ubicación de la casa editora que lo imprime. El proceder de otra manera podría impedir que usted reconociera la verdad acerca de Dios.
La obra de predicación mundial que Jesús bosquejó en Mateo 24:14 ciertamente requiere organización. En el primer siglo las actividades de predicación internacionales de la congregación cristiana fueron dirigidas por un cuerpo gobernante compuesto de “los apóstoles y los hombres de mayor edad” situados en Jerusalén.—Hech. 15:6.
Hoy, también, existe un cuerpo gobernante para superentender la predicación de las “buenas nuevas” en todo el mundo. Se han formado la Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania y otras corporaciones legales en muchos países para facilitar la impresión y distribución de literatura bíblica en todo el mundo. Se han erigido instalaciones para imprimir en los Estados Unidos, el Canadá, Alemania, Francia, el Japón, Finlandia, Dinamarca, República de las Filipinas, Australia, Inglaterra, Ghana, Nigeria, República Sudafricana,
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