BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • “Torre fuerte es el nombre de Jehová”
    La Atalaya 1953 | 1 de abril
    • “Torre fuerte es el nombre de Jehová”

      “Torre fuerte es el nombre de Jehová; a ella corre el justo, y está en salvo.”—Pro. 18:10, AN.

      1. ¿Por qué debemos tener conocimiento acertado del nombre de Jehová, y cómo habló de Jehová el rey David?

      SEGURIDAD, defensa y paz se hacen posibles mediante el conocimiento acertado del nombre de Jehová. Esta es una de las grandes verdades de las Escrituras, y es tan importante que nuestra vida depende de ella. Por miles de años el pueblo de Jehová ha tenido confianza en Su nombre, y es necesario ahora que la generación moderna se dé cuenta de ello. David fué uno que se aprovechó plenamente de la seguridad provista por el nombre de Dios, Jehová, y una de las canciones que él compuso expresa esta verdad de manera firme. Él escribió: “¡Jehová es mi Roca, y mi fortaleza, y mi libertador; mío es! Dios es mi Roca, en él confiaré; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi torre alta y mi refugio. . . . A Jehová, digno de toda alabanza, clamaré.” (2 Sam. 22:1-4) En los versículos siguientes, con gratitud alborozada, se expresa en muchas vigorosas figuras de retórica, que quizás suenen extremadas, pero que en realidad sólo expresan débilmente todo lo que Jehová ha hecho y hará por todos los que ponen su confianza en él.

      2. ¿Necesitamos una “torre fuerte” hoy, y por qué? ¿Qué es necesario que conozcamos primero?

      2 En tiempos antiguos una torre fuerte se edificaba para defensa y seguridad. Hoy no necesitamos una torre fuerte de ladrillo, piedra o concreto, porque nuestros enemigos no pelean contra nosotros con arco y flecha, ni con granadas u otros explosivos. Nuestra lucha es sumamente diferente, pero sí necesitamos seguridad. “Porque aunque andamos en la carne, no hacemos la guerra de acuerdo con lo que somos en la carne. Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas por parte de Dios para trastornar cosas fuertemente atrincheradas.” Nuestra defensa no está en cosas materiales y nuestros enemigos no son principalmente carne y sangre. “Finalmente, sigan adquiriendo poder en el Señor y en la potencia de su fuerza. Pónganse la armadura completa proviniendo de Dios para que puedan mantenerse firmes contra las maquinaciones del Diablo; porque tenemos un pleito, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las inicuas huestes espirituales en los lugares celestiales.” (2 Cor. 10:3, 4; Efe. 6:10-12, NM) Aunque los fieles de la antigüedad tenían torres de piedra de gran seguridad, su confianza verdadera estaba en el nombre de Dios, y así como ellos ponían su confianza en él, así la ponemos nosotros hoy. ¿Cómo, entonces, podemos ‘correr a ella y estar en salvo’? Primero tenemos que saber lo que el “nombre” significa.

      EL NOMBRE

      3. Explique algunos de los significados del nombre. ¿Nos ayudan estas definiciones? ¿Cómo?

      3 Jehová es el nombre que el Creador se ha dado a sí mismo, nombre que denota personalidad. Sólo hay un Jehová. Nunca leemos del ‘Jehová de Israel’ o el ‘Jehová vivo’, porque Jehová vive. El nombre no permite limitaciones. Los atributos que más se destacan en el nombre son: existencia propia, inmutabilidad y eternidad. Él se reveló a Moisés. “Y dijo Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. . . . JEHOVÁ, el Dios de vuestros padres, . . . Este es mi nombre para siempre, y este es mi memorial de siglo en siglo.” (Éxo. 3:14, 15) El nombre “YO SOY” es de la misma palabra raíz hebrea que Jehová. Otras traducciones de la frase completa son “Yo soy porque soy”; “Yo soy quien soy”; “Yo seré lo que seré.” Toda criatura viviente, visible o invisible, es o existe por razón de alguna provisión hecha por Jehová, pero ‘Él es porque es’. En este sentido nadie más es. Estas definiciones claramente manifiestan la idea de existencia independiente, voluntad y acción libres. Él siempre es y siempre es el mismo, nunca cesa de ser, no puede cambiar, y es eterno.

      4. ¿Cómo nos capacita a tener confianza en Él el entendimiento de su nombre?

      4 Sumamente diferente es el nombre a los nombres de los dioses paganos, porque ellos están apoyados exclusivamente en hazañas del pasado que se les acreditan, no en el futuro; entre tanto que el nombre Jehová testifica de hazañas pasadas, obras presentes y propósitos futuros. Nuestro Dios Jehová es exactamente lo que es y determina en sí mismo, pues la manifestación de sus obras no la determina nada fuera de sí mismo Él tiene libertad absoluta e independencia absoluta e inmutabilidad absoluta. Sus propias palabras y hazañas están esencialmente de acuerdo con él mismo Esto implica fidelidad invariable. “Jehová tu Dios es el Dios verdadero el Dios fiel que guarda el pacto y la misericordia para con los que le aman.” (Deu. 7:9) “Porque yo, Jehová, no cambio.” (Mal. 3:6; también Isa. 44:6) No puede decirse de Jehová que él ha sido o ha de ser, porque él jamás empezó, y no puede empezar a ser. Él siempre es un innegable es. Cuando la creación comenzó él ya estaba allí. Jehová se revela mediante sus hazañas y mandatos, su nombre es una revelación, un memorial, una promesa. Él es Aquel que se hace lo que escoge ser: “Yo me haré todo lo que yo quiera.”—Introducción de La Biblia enfatizada, por Rótherham.

      5. ¿Existirá siempre Jehová, y cómo sabemos esto?

      5 Jehová dijo a Moisés: “Ved ahora que yo, yo solo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y hago vivir, yo hiero, y yo curo; y no hay quien libre de mi mano. Porque alzo al cielo mi mano, y digo: ¡Yo vivo eternamente!” (Deu. 32:39, 40) De Abrahán está escrito, “Y plantó Abraham un bosque en Beer-seba; e invocó el nombre de Jehová, el Dios eterno.” (Gén. 21:33) Este es uno de los primeros textos de las Escrituras en el que aparece un atributo de Dios, e inmediatamente señala a duración eterna. El que vive por siempre jamás, continuando, mas nunca acabándose, de duración interminable, incesante, inconmensurable. Las formas y apariencias de las cosas creadas pueden cambiar, pero los consejos y propósitos de Jehová son permanentes, jamás cambian, no pueden ser frustrados.

      6. El hecho de que Jehová es Uno solo ¿qué revela? ¿Cómo nos afecta?

      6 Jehová es Uno solo. Está escrito: “Ahora acabo de conocer que Jehová es más grande que todos los dioses.” “He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra y cuanto hay en ella.” “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová, uno solo es.” (Éxo. 18:11 y Deu. 10:14; 6:4) Él es el único Eterno, absoluto e independiente. Por lo tanto el mandato es, “Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.” (Deu. 6:5) Jehová es Uno solo, y todos los demás dioses son nada. Podemos llegar a conocer al gran Altísimo, Jehová, solo si leemos y entendemos su santa Palabra; así veremos cómo declara su universalidad y gloria con santidad. Nada creado es santo en sí mismo, pues la pureza o impureza natural no coincide con santidad o inmundicia. La santidad de la criatura tiene que ver con hacer la voluntad de Dios, siendo el estado en que la criatura está enlazada a Jehová por arreglo divino. Por lo tanto, los que vienen a conocer a Jehová y a estar asociados con el Santo inmediatamente tienen que limpiarse, porque todos los reglamentos de pacto descansan sobre el principio, “Tienen que ser santos, porque yo soy santo.” Por esta razón Pablo también amonesta: “Por lo tanto, siendo que tenemos estas promesas, amados, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”—Lev. 11:44; 2 Cor. 7:1; 1 Ped. 1:16, NM.

      7. ¿Qué está implicado en el hecho de que Jehová es “la Roca”? ¿Cómo nos fortalece?

      7 Él es la Roca: “El nombre de Jehová proclamaré: ¡atribuíd la grandeza a nuestro Dios! Él es la Roca; perfecta es su obra; porque todos sus caminos son justicia: Dios de verdad y sin iniquidad, él es justo y recto.” “¡Séme por roca de fortaleza, alcázar fuerte para salvarme! Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.” “Él solo es mi roca y mi salvación; mi refugio es, no seré movido.” “Júntanse en tropas contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. Pero Jehová ha sido mi torre alta, y mi Dios es la roca de mi refugio.” Él es la base invisible para confianza, la perfección de la inculpabilidad, porque él es el Veraz y Recto. “Tu justicia es como las grandes montañas, tus juicios son un abismo profundo . . . ¡oh Jehová!” Jehová y su Rey, Cristo Jesús, siempre hacen lo que es bueno y adecuado a lo que sirve plenamente a sus propósitos y acciones. Abrahán dijo: “¡Lejos sea esto de ti! ¿El Juez de toda la tierra no ha de hacer justicia?” Jehová es la Gran Roca de Eternidad.—Deu. 32:3, 4; Sal. 31:2, 3; 36:6; 62:2; 94:21,22; Gén. 18:25.

      8. Explique los cinco títulos mencionados aquí.

      8 También tenemos que conocer a Jehová por su título Dios, que significa el creador del cielo y la tierra, de todas las cosas buenas, y el dador de vida a los obedientes. Como el Todopoderoso, su poder es ilimitado, y nadie puede resistirle. Él se revela como el Altísimo, claramente manifestando que está por encima de todo, que es el Supremo, la Autoridad más Encumbrada. También como “Señor de los Ejércitos”, se le ve al mando de todas las fuerzas celestiales, y éstas serán usadas para la destrucción de los inicuos en la más grande guerra de todo tiempo. Como Padre él se revela como el Manantial de la vida, y el bondadoso Proveedor para todos los que vivirán por siempre jamás.

      9. ¿Qué hizo y dijo Jehová en respuesta a la petición de Moisés de ver su gloria? Mencione algunos de los atributos registrados. ¿Cómo nos ayuda esto?

      9 Moisés le pidió a Jehová que él pudiera ver su gloria, y en respuesta Dios dijo: “Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti.” Luego Dios hizo esto, como se registra: “Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová. . . . Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo justificará al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, sobre los terceros, y sobre los cuartos.” (Éxo. 33:19; 34:5-7, Va) Así que muchos significados maravillosos están comprendidos en el nombre Jehová: de existencia propia, poderoso, misericordioso, bondadoso más allá de descubrirse, longánimo, fuerte, generoso, veraz, preservador y perdonador, justo, vindicador, y otros. Este es Jehová, aquel a quien podemos acudir en todo tiempo de necesidad, en toda clase de circunstancias y condiciones, y tener en él confianza y seguridad completas, el Jehová al que tenemos que conocer, temer y adorar.

      CÓMO EL NOMBRE PROVEE SEGURIDAD

      10. ¿Cómo sabemos que Pablo y el Señor Jesús tenían confianza en el nombre del Padre? Explique.

      10 La información ya dada claramente ha manifestado que Jehová puede ejecutar todos sus propósitos. Acepte entonces esto como un hecho y progrese con confianza, teniendo la misma convicción de Pablo, quien dijo: “El que los está llamando es fiel, y él también lo hará.” “Pero el Señor es fiel, y él los hará firmes y los guardará del maligno.” “Afiancemos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, pues fiel es el que prometió.” (1 Tes. 5:24; 2 Tes. 3:3; Heb. 10:23, NM) Él nunca chasqueará a los que confían en él. “¡Bendito sea Jehová, porque ha hecho maravillosa su misericordia conmigo, como en ciudad fortalecida! ¡Amad a Jehová, todos vosotros sus piadosos siervos! A los fieles los guarda Jehová, . . . ¡Alentaos, pues, y sea esforzado vuestro corazón, todos los que esperáis en Jehová!” (Sal. 31:21, 23, 24) Nuestro Caudillo siempre confió completamente en Jehová. Él conoció el nombre del Padre, y de su gran juicio cuando estuvo delante de Pilato se registra lo siguiente: “Pilato le dijo: ‘¿No me va a hablar usted? ¿No sabe usted que tengo autoridad para ponerlo en libertad y tengo autoridad para empalarlo?’ Jesús le contestó: ‘Usted no tendría autoridad alguna en contra de mí a menos que se le hubiera concedido desde arriba.’” Su confianza también era completa cuando le dijo a Pedro en el jardín de Getsemaní: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada perecerán por la espada. O ¿crees tú que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de ángeles?” Aun sus atormentadores y asesinos crueles testificaron de su confianza, porque cuando colgaba del árbol dijeron ofensivamente muchas cosas, como por ejemplo: “Él ha puesto su confianza en Dios; que Él ahora le rescate si Él le quiere, porque él dijo: ‘Yo soy el Hijo de Dios.’” (Juan 19:10, 11; Mat. 26:52, 53; 27:43, NM) Había sido profetizado que él confiaría así. “¡Encomiéndate a Jehová! ¡Líbrele! ¡sálvele, ya que se complace en él!” (Sal. 22:8) Jesucristo confió, conociendo el nombre de su Padre, y note el resultado maravilloso: “Es de acuerdo con la operación de la potencia de su fuerza, con la cual ha operado en el caso del Cristo cuando lo levantó de entre los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y potestad y señorío y todo nombre que se nombra, no solamente en este sistema de cosas, sino también en el que ha de venir.”—Efe. 1:19-21, NM.

      11. ¿Significa el tener confianza en el nombre de Jehová que estaremos libres de persecución o daño físico? ¿Cuál fué el testimonio de Pablo, y cómo gozaba él de seguridad?

      11 ¿Cómo, entonces, opera la cualidad protectora del nombre, viendo que los siervos fieles de Jehová han tenido que aguantar tanta persecución y sufrimiento físico? Pablo dijo: “Se nos oprime de toda manera, pero no se nos aprieta de tal modo que no podemos movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida; se nos persigue, pero no quedamos abandonados; se nos derriba, pero no se nos destruye. Siempre aguantamos en todas partes de nuestro cuerpo el trato mortífero que se le dió a Jesús, para que la vida de Jesús también se haga manifiesta en nuestro cuerpo.” “De toda manera nos recomendamos como ministros de Dios, por aguante de mucho, por tribulaciones, por casos de necesidad, por dificultades, por golpizas, por prisiones.” (2 Cor. 4:8-10; 6:4, 5, NM) Pero Pablo estuvo seguro. Observó una conducta recta y fiel para con Jehová, y el Señor Jesús, y todos los hombres, y también tuvo una fe viva en las promesas de Jehová. Fué fiel y confiable en el ministerio entregado a él, y les tuvo gran amor al Señor y a los hermanos. Fué paciente bajo sufrimiento y manso en medio de males y provocación. Él se mantenía firme en contra de las fuerzas de la organización del Diablo, invisibles y visibles.

      12. Explique la seguridad de Pablo, y ¿por qué tenía plena confianza?

      12 En consecuencia él dijo bien: “He peleado la pelea correcta, he corrido la carrera hasta el fin, he observado la fe. En cuanto a lo demás, está reservada para mí la corona de justicia, que el Señor, el justo juez, me dará como galardón en aquel día.” (2 Tim. 4:7, 8, NM) Estaba recibiendo la aprobación de Dios, y se sintió completamente seguro. “Por esta misma razón estoy sufriendo también estas cosas, pero no me avergüenzo. Pues conozco a aquel en quien he creído, y confío en que él puede guardar lo que he puesto a su cuidado hasta aquel día.” (2 Tim. 1:12, NM) Pablo no estaba a salvo de daño carnal, pero confiaba en Dios, a quien había encomendado todo, “porque hemos puesto nuestra esperanza en un Dios viviente, que es el Salvador de hombres de toda clase, especialmente de los fieles.” (1 Tim. 4:10, NM) “Continúo mencionándolos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento acertado de él, habiendo sido iluminados los ojos de su corazón, para que ustedes sepan cuál es la esperanza a la que él los llamó, cuáles son las gloriosas riquezas que él guarda como una herencia para los santos.” (Efe. 1:16-18, NM) Él sabía que todos los que confiaran y fueran fieles serían salvos para heredar estas grandiosas promesas. Pablo sabía lo que el nombre representaba, y pudo ejercer confianza durante todas sus experiencias.

      13. ¿Qué experiencia le sobrevino a Israel de parte de Amalee que sirvió de lección en cuanto a ejercer confianza en el nombre de Jehová?

      13 A veces está de acuerdo con la voluntad de Dios el que sus siervos sean protegidos de daño físico, y a veces él permite que lo sufran, pero a todo tiempo, si entendemos todo lo que el nombre representa, éste será una “torre fuerte” y a ella podremos dirigirnos para protección. Si confiamos, entonces los resultados eventuales siempre son buenos. Moisés conoció el nombre de Jehová, y se dirigió a él por defensa. Apenas habían escapado milagrosamente las grandes multitudes de Israel de los ejércitos de Faraón cuando los amalecitas las atacaron sin provocación. Esto se hizo de la manera más traicionera y cobarde, asaltándolos por la retaguardia del campo, para matar a los débiles y a los desfallecidos y cansados. (Deu. 25:17, 18) Entonces Moisés decidió pelear contra Amalec, y Josué dirigió el ejército mientras Moisés, Aarón y Hur subieron a la cima de un cerro. Allí Moisés, el gran mediador, levantó la mano con la vara, una indicación clara de que dependía de Jehová para la victoria. Mientras Moisés mantenía alzadas las manos Israel vencía, pero cuando bajaba las manos Amalec vencía. Por lo tanto se le proporcionó ayuda adecuada para que mantuviera las manos en alto, hasta que el sol se puso, y para entonces Josué había conseguido la victoria. “Entonces dijo Jehová a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y ponlo en conocimiento de Josué: . . . Edificó Moisés un altar, y le puso por nombre Jehová-nissi.” Es decir, “Jehová mi bandera.” (Éxo. 17:14-16, margen) Era Jehová quien había peleado por Israel y la gloria se le debía a él. No se levantó allí ningún pilar para Josué, sino un altar a Jehová, porque él había sido la defensa y torre fuerte de Israel. Moisés conocía la misericordia y altruísmo del Eterno.

      14. Muestre cómo la batalla entre David y Goliat claramente demuestra que hay seguridad en el nombre.

      14 Luego tenemos el encuentro conmovedor entre David y Goliat. Los filisteos habían desafiado a Israel y a su Dios, Jehová, y habían hecho que su gigante Goliat alardeara en el campo por cuarenta días, esperando que los israelitas temerosos aceptaran su jactancioso desafío. David vino a la escena, e inmediatamente vió a este filisteo incircunciso desafiando a los ejércitos del Dios vivo. Él aceptó el desafío, y al hallarse frente a frente para el combate mortal, Goliat maldijo a David por su dios y dijo: “¿Soy yo acaso algún perro, para que tú vengas contra mí con palos?” Aquí esta enorme masa de carne armada hasta los dientes bramó amenazas al joven David, lo que bastaría para aterrorizar el corazón de cualquier hombre. Pero David entró a la lucha valerosa e intrépidamente, con plena confianza en que saldría victorioso. Sin nunca dudar ni titubear, él contesta a este matasiete tosco con estas palabras: “¡Tú vienes contra mí con espada, y con lanza, y con venablo: yo empero voy contra ti en el nombre de Jehová de los Ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado! Hoy te entregará Jehová en mi mano, y te heriré, y quitaré tu cabeza de sobre ti; . . . ¡porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestra mano!” (1 Sam. 17:43-47) David puso toda su confianza en el nombre de Jehová, dependiendo enteramente de él para el buen éxito. A los que observaban les parecería que David se estaba arrojando en la boca de la destrucción, pero David sabía en quién confiaba y que Jehová sería tan seguro en sus promesas como su nombre lo indica. Él confió en la “torre fuerte” y estuvo a salvo. Allí estaba David (sin espada o escudo o escudero) delante del guerrero gigantesco y todas las huestes de los filisteos, pero él estaba a salvo y seguro en el nombre de Jehová. “Voy contra ti en el nombre de Jehová” fué su defensa. El todopoderoso Dios de propósito no lo chasqueó.

      15. ¿Qué experiencia tuvo Josafat con Acab que nos enseña la necesidad de tener el cuidado de enterarnos primero de la voluntad de Jehová?

      15 Otro siervo que confió en el nombre de Jehová fué Josafat. “Fué alentado su corazón en los caminos de Jehová.” (2 Cró. 17:6) Él nunca salía contra el enemigo sin la aprobación de Jehová. En una ocasión Acab, rey de Israel, pidió a Josafat que se uniera con él en batalla contra los sirios, lucha que había durado por tres años. La hija de Acab se había casado con el hijo de Josafat, de modo que había un enlace de familia, y en espíritu el rey de Judá se unió a Acab, pero dijo: “Ruégote consultemos hoy el oráculo de Jehová.” De modo que Acab reunió a 400 de sus propios profetas y ellos le dijeron al rey que fuera y peleara, porque se le daría la victoria. Mas Josafat no estuvo satisfecho. “¿No habrá aquí además algún profeta de Jehová, para que consultemos por medio de él?” Acab respondió, “Todavía hay un hombre por medio de quien podremos consultar a Jehová; pero yo le aborrezco, porque nunca profetiza de mí cosa buena, sino siempre cosas malas; . . . Micaya hijo de Imla.” Micaya fué traído, probablemente de la cárcel, para entregar su mensaje, y él lo hizo intrépidamente a pesar de las amenazas de los mensajeros del rey. “¡Vive Jehová! que lo que me dijere mi Dios, eso mismo tengo de hablar.” Fué favorable para Josafat pero en contra de Acab. (2 Rey. 8:18; 2 Cró. 18:1-34) Los que avanzan confiando en el nombre de Jehová tienen que saber que están haciendo Su voluntad y no la suya propia, como era el caso con Josafat. Él conocía su nombre. Él es omnisapiente y cumple con sus promesas.

      16. ¿Cómo demostró Jehová su protección a Josafat y Judá contra los ejércitos de Moab, Ammón y monte Seir?

      16 Más tarde Josafat es acosado por las fuerzas combinadas de Moab, Ammón y monte Seir, una multitud tremenda. ¿Qué haría el buen rey? Inmediatamente huye a la “torre fuerte”, Jehová. “Entonces Josafat tuvo temor; y puso su rostro a buscar a Jehová; y proclamó ayuno para todo Judá.” (2 Cró. 20:1-4) Note la oración que él ofrece exaltando a Jehová, en su composición y expresión una de las más notables jamás registradas en la Escritura hebrea. A Jehová se le reconoce como supremo con poder irresistible que se extiende a toda criatura en el cielo y en la tierra, el Soberano universal. Estando en relación de pacto con Él, ellos deberían dirigirse a Jehová cuando estuvieran en peligro. Él apela a Su justicia y hace pleno uso de ella para indicar que a ellos no se les permitía invadir a sus enemigos y ahora éstos venían a atacar a Judá, y finalmente dice: “No sabemos qué hacer: mas nuestros ojos están puestos en ti.” (2 Cró. 20:12) Ellos no tenían poderío propio, por lo tanto dependían enteramente de Jehová. Este rey conocía el nombre de Jehová y que era una torre fuerte, y en él estuvo a salvo. Jehová destruyó las fuerzas organizadas de Moab, Ammón y monte Seir de un solo golpe, haciendo que estos opositores inicuos del pueblo de Dios se convirtieran en instrumentos destructivos los unos de los otros. Josafat, un siervo de Dios, corrió al nombre de Jehová y estuvo a salvo.

      17, 18. (a) ¿Significa la fidelidad a Dios que el enemigo nunca atacará, y qué manifiesta el registro? (b) ¿Qué registro se hizo de confianza en el nombre de Jehová?

      17 También hubo el tiempo cuando el arrogante monarca asirio se propuso destruir a Jerusalén. Ezequías era rey. El registro declara: “Obró lo bueno y lo recto y lo verdadero en presencia de Jehová su Dios. En toda obra que emprendió en lo relativo al servicio de la Casa de Dios, y en cuanto a la ley y los mandamientos, para buscar a su Dios, obró con todo su corazón, y prosperó. Después de estas cosas y de esta fidelidad, vino Senaquerib, rey de Asiria, y entró en Judá, y acampó contra las ciudades fortificadas, y pensaba tomarlas por asalto.” (2 Cró. 31:20, 21; 32:1) Ezequías se preparó lo mejor que pudo para resistir a este enemigo terrible, empero su confianza era el nombre de Jehová. Él habló a los capitanes, diciendo: “¡Esforzaos y alentaos; no temáis, ni os acobardéis a causa del rey de Asiria, ni a causa de toda la muchedumbre de gentes que consigo trae, porque hay más con nosotros que con él! ¡Con él está un brazo de carne; pero con nosotros está Jehová nuestro Dios, para ayudarnos, y para pelear nuestras batallas!” (2 Cró. 32:7, 8) La confianza en fe que Ezequías había cifrado en Dios le había puesto por sobre el enemigo. El asirio desafió a Jehová, diciendo: “Ni tampoco os haga confiar Ezequías en Jehová, diciendo: De seguro que Jehová nos librará.”—2 Rey. 18:30.

      18 El monarca asirio, mediante su capitán, comparó a Jehová con los dioses de las naciones que él había conquistado, y envió una carta arrogante a Ezequías en la que usó irreverencia, falsedad y blasfemia. Cuando la carta fué recibida Ezequías subió a la casa de Jehová y la extendió delante del Señor y oró: “Oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te suplico, de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú solo, Jehová, eres Dios.” (2 Rey. 19:19, Va) Jehová probó que es una defensa y torre fuerte al proteger a su pueblo y destruir a 185,000 soldados del asirio, y haciendo que el gran Senaquerib se fuera a su propia tierra y a su ruina. Así que, “Jehová guarda a todos los que le aman; pero destruirá a todos los inicuos.”—Sal. 145:20.

  • Un fuerte refugio hoy
    La Atalaya 1953 | 1 de abril
    • Un fuerte refugio hoy

      1, 2. ¿Por qué tenemos que tener la misma confianza en el nombre de Jehová hoy como la que sus siervos tuvieron en tiempos pasados? Y ¿qué circunstancias probablemente encontraremos?

      LAS poderosas y notables experiencias a las que se nos llamó la atención en el artículo anterior claramente manifiestan cómo fieles siervos de Dios en tiempos pasados se refugiaron en el nombre de Jehová como una “torre fuerte”. Hoy nosotros hacemos exactamente lo mismo. Es en el mismo Jehová en quien ellos tuvieron confianza que nosotros creemos y confiamos hoy. Tenemos que tener firme confianza en Jehová, tanto individual como colectivamente, y no importa que sean individuos, o grupos locales, u organizaciones internacionales los que traten de hacernos daño, la manera en que debemos proceder está claramente delineada para nosotros.

      2 En estos últimos días matasietes y bravucones fanfarrones amenazan al pueblo de Jehová con daño corporal, y sabemos que en nosotros mismos no podemos resistir sus ataques. Quizás uno tenga que proceder de cierta manera en fidelidad a la verdad y en obediencia a los mandamientos de Jehová, pero al hacerlo se le amenaza con mal. O quizás el puesto que uno ocupa en el mundo comercial haya sido amenazado debido a su asociación con el pueblo del Señor. O tal vez las condiciones en el hogar hayan venido a ser muy precarias por causa de fidelidad a la verdad y hay amenazas de brutalidad y otras formas de oposición a menos que se abandone el proceder correcto. O quizás una chusma se haya formado para golpear o echar de una población a testigos fieles y no haya vía de escape. ¿Qué haríamos en estas circunstancias?

      3. ¿Qué tenemos que hacer en tiempo de necesidad para que podamos refugiarnos en Su nombre?

      3 Ante todo, recuerde exactamente quién es usted, que usted es un hijo de Dios, un fiel seguidor de Cristo, que estas cosas no le sobrevendrían si usted no hubiera estado haciendo todo lo posible para servir a Jehová. No le han sobrevenido debido a su propia insensatez o mal hacer. Recuerde también que su Dios es el Todopoderoso Creador del universo, que él es el Altísimo y su Hijo es el Rey del nuevo mundo, y ahora está entronizado; que Jehová ha hecho muchas promesas de cuidar a sus fieles, y cuando hay necesidad debemos invocarlo para que venga a rescatarnos. Él cumplirá fielmente con su palabra. Usted hallará difícil convencerse de esto inmediatamente en ciertas circunstancias, pero confíe en Él y halle que es verdad. Al confiar, usted debe tener plena confianza, no sólo esperando que Dios haga algo para ayudarlo sino estando absolutamente seguro de que él lo hará. Y ¿cómo podemos estar tan seguros? Simplemente porque él ha prometido. Su nombre significa tanto. Significa todo y es suficiente para todas nuestras necesidades. ¿Podemos recordar? ¿Se nos han dado garantías? ¿Podemos confiar?

      4. ¿Cómo nos animamos en Jehová, y por qué hay que hacer esto?

      4 Anímese en su nombre recordando lo que significa y lo que está envuelto en él. Es muy necesario que nos animemos y nos fortalezcamos. Del rey David está escrito: “Y David se vió en muy grande estrecho; porque trataba el pueblo de apedrearle; . . . mas fortalecióse David en Jehová su Dios.” (1 Sam. 30:6) Él recordaría que le había preguntado a Jehová si debería ir y matar a los filisteos, y se le había dicho que fuera, y ahora los amalecitas habían hecho su incursión y causado mucho estrago; de modo que él se fortaleció. (Vea el Salmo 42:6-8.) Nosotros tenemos que hacer la misma cosa. Es tan necesario que recordemos la manera en que hemos decidido proceder, cómo sometimos a prueba dicho proceder a lo mejor de nuestra habilidad para asegurarnos de que estaba en armonía con la voluntad de Dios, y, estando asegurados, permanecemos firmes. Entonces confíe, esté seguro, no dude, dése cuenta plenamente de que puede confiarse en el nombre de Jehová como torre fuerte, y en él estamos a salvo.

      5. Mencione algunas de las promesas que Jehová ha hecho en las que tenemos que tener confianza. ¿Por qué tiene que ser completa nuestra confianza?

      5 Recuerde cómo el nombre representa al Eterno. Al que hace todo lo que él quiere, al Soberano Supremo, todopoderoso, omnisapiente y siempre amoroso. Este Dios es nuestro Dios, nuestro protector a todo tiempo. Su ojo nunca duerme, su oído siempre está abierto y jamás puede ser cogido por sorpresa. Recuerde algunas de sus promesas, tales como: “El que habita en el retiro del Altísimo, morará seguro bajo la sombra del Omnipotente. Yo diré de Jehová: ¡Refugio mío y fortaleza mía! ¡mi Dios, en él confiaré! Por cuanto has dicho: ¡Tú, oh Jehová, eres mi refugio! y al Altísimo has puesto por tu habitación; no te sucederá mal alguno, . . . Él clamará a mí, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; le libraré, y le glorificaré.” (Sal. 91:1, 2, 9, 10, 15) Estas promesas verdaderas, las ha dado Jehová para animar a los de su pueblo en todo apuro, premura, dificultad, ataque y peligro. Así que ellos pueden tener seguridad al poner su confianza en él. El nombre es una fortaleza invisible, y al confiar completamente en lo que el nombre significa nos estamos colocando en la torre fuerte. Pero nuestra confianza tiene que ser íntegra. Su misericordia y fidelidad será nuestra porción si la demandamos.

      6. ¿Cuáles son algunos de los textos que demuestran oposición al pueblo de Dios por parte de las naciones? y ¿cómo se ha cumplido esto hasta cierto grado?

      6 La oposición que se dirige contra nosotros es nacional e internacional, porque este mundo odia a Jehová y su pueblo. Esto se describe en los Salmos: “¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos meditan vanos proyectos? Se pondrán en pie los reyes de la tierra, y príncipes consultarán a una contra Jehová, y contra su Ungido, diciendo: ¡Rompamos las coyundas de su yugo, y echemos de nosotros sus cuerdas!” “¡No te olvides de la vocería de tus adversarios! el alboroto de los que se levantan contra ti sube de continuo.” “Pues, he aquí, tus enemigos braman, y los que te aborrecen alzan la cabeza. Contra tu pueblo consultan astutamente; entran en consejo contra tus protegidos. Dicen: ¡Venid, cortémoslos, para que no sean nación, ni haya más memoria del nombre de Israel!” (Sal. 2:1-3; 74:23; 83:2-4) Los enemigos de Jehová más de una vez han tratado de destruir al pueblo de Dios, habiéndose hecho un esfuerzo reciente en 1917-1918. Fracasó, porque Jehová oyó el clamor de los que confiaron en él y los rescató del foso de la muerte. De nuevo, en 1933, cuando los endemoniados y sadistas fanfarrones de la infame y abominable organización nazi irrumpieron contra las filas del pueblo de Jehová, hicieron cuanto pudieron para destruirlos. Fracasaron miserablemente, porque los que estaban en la organización de Jehová confiaron en el nombre, y estos enemigos fueron destruídos. Luego de nuevo en 1939, y durante la II Guerra Mundial, los enemigos del reino de Dios trataron de destruirlos con su persecución, prisiones, proscripciones, tormentos y muertes inhumanas. De nuevo fracasaron en destruir la nación santa, que se estaba adhiriendo estrictamente a la verdad. Esta nación había venido a conocer el nombre y lo que significa, y estaba confiando en él.

      7. ¿Qué está implicado en hacer de los propósitos de Jehová nuestros propósitos?

      7 Algunos de los del pueblo de Jehová sufrieron severamente, y algunos fueron muertos por sus enemigos, pero el propósito de Jehová no ha sido estorbado y el destino de los fieles está seguro—tan seguro como el de Abrahán, David, Daniel y muchos otros. Todos ellos murieron con fe, conociendo Su nombre. Todos nosotros tenemos que entender como entendieron éstos que nuestros intereses deben estar completamente sumergidos en los propósitos de Jehová. Mientras prosperen éstos somos felices, sea que vivamos o muramos, pues nuestra vida eterna se nos asegura si somos fieles. No se nos ha hecho ninguna promesa de que jamás seremos perseguidos o perjudicados mental o físicamente de manera alguna. En verdad, todos los fieles antes de este tiempo han sufrido, y la amonestación de Pablo es: “De hecho, todos los que deseen vivir con devoción piadosa en asociación con Cristo Jesús también serán perseguidos.” (2 Tim. 3:12, NM) Pero definitivamente se nos ha prometido protección si confiamos en Jehová con todo el corazón.

      8. ¿Está demostrando Jehová su poder a favor de su pueblo hoy? ¿A qué conclusión llegan nuestros enemigos debido a esto?

      8 Ahora al fin de este presente sistema de cosas inicuo Jehová va a hacer una obra asombrosa, porque va a exhibir su fuerza maravillosa a favor de sus fieles. Ellos quedarán profundamente conmovidos de gratitud al presenciar su poder en operación para defenderlos y destruir a los opositores. El terror se apoderará de todos los de afuera cuando vean los terribles actos de Jehová. Hoy estamos padeciendo reproche y toda clase de perjuicio, y por lo tanto tenemos que ejercer obediencia y fidelidad. De hecho, somos un blanco fácil para los enemigos. Nuestros enemigos dicen: “Ellos no pueden defenderse. Su Dios no puede salvarlos. Si pudiera, ¿por qué no lo ha hecho ya?” Es verdad, Jehová Dios no está peleando nuestras batallas agresivamente al tiempo presente, y a veces parece que hemos sido abandonados a los ataques del enemigo sin mucha protección—sólo la suficiente para llevar a cabo la obra, y de vez en cuando se nos concede alguna evidencia de que su poder se usa a favor nuestro.

      9. ¿Se levantará Jehová y pelear á por su pueblo? ¿Cuándo, y qué sucederá entonces?

      9 Jehová ha prometido que no siempre será así, porque las condiciones cambiarán. Entonces nuestros muchos enemigos serán el blanco del desagrado de Jehová. Hoy Jehová les permite que vayan lejos en perjudicarnos, pero cuando él se levante a pelear, la persecución de ellos, llena de odio, vendrá a una parada repentina y sus cuerpos muertos cubrirán la tierra. ¡Cuán inútil será entonces la organización de Satanás, pues Jehová soplará en ella y ella desaparecerá! Sólo tenemos que esperar hasta que Jehová verdaderamente pelee por nosotros, y entonces habrá seguridad completa y absoluta en todo sentido. Jehová defenderá a su pueblo de todo daño físico, para demostrar que su palabra es veraz. Las muchas experiencias en que se describe el poder de Jehová sobre su pueblo con la destrucción de sus enemigos entonces se cumplirán en una escala mucho más grande que nunca antes. No habrá duda en cuanto a quién es nuestro Dios, porque ellos lo sabrán por lo que vean y sientan. Él es Jehová, y hará lo que quiera. “Por tanto esperadme a mí, dice Jehová, hasta el día que me levante a la presa: porque es mi propósito reunir las naciones y juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación, es decir, todo el ardor de mi ira; pues con el ardor de mis celos será devorada toda la tierra.” “Entonces saldrá Jehová, y peleará contra aquellas naciones, como cuando peleó en el día de la batalla. Y sucederá en aquel día que habrá entre ellos una grande consternación procedente de Jehová.”—Sof. 3:8; Zac. 14:3, 13.

      ODIANDO A LOS ENEMIGOS DE JEHOVÁ

      10. Explique la diferencia entre el amar a nuestros enemigos y odiar u los enemigos de Dios.

      10 El Señor Jesús dijo: “Sigan amando a sus enemigos.” (Mat. 5:44, NM) Y también dijo: “Toda clase de pecado y blasfemia será perdonada a los hombres, pero la blasfemia contra el espíritu no será perdonada. Por ejemplo, a cualquiera que hable una palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; pero a cualquiera que hable contra el espíritu santo, no le será perdonado, no, ni en el presente sistema de cosas ni en el que ha de venir.” (Mat. 12:31, 32, NM) Los hombres pueden condenarnos y todavía ser perdonados. Nosotros no los amamos por sus obras perjudiciales a nosotros, pero no debemos tenerles odio por esta razón. Más bien el mandamiento es orar por tales personas. Pero la situación es enteramente diferente cuando los opositores llegan a un estado de antagonismo contra Dios y el espíritu, de modo que a pesar de los hechos en evidencia de la mano y poder de Jehová en operación, ellos los tergiversan y acusan a Dios de iniquidad. Tal vileza extremada sólo los identifica con Satanás el gran opositor cuyo fin es la destrucción. Satanás es nuestro enemigo y también es el enemigo de Dios. El Señor Jesús no estaba requiriendo de nosotros que amáramos a los que odian a Dios. Su propio curso de conducta es nuestra guía. Cuando fué tentado por el Diablo él dijo: ‘Márchese Satanás, porque está escrito, Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar.’ En otra ocasión él dijo: “Ese era un asesino cuando principió, y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. . . . él es un mentiroso y el padre de la mentira.” Dios ha puesto enemistad entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente, y enemistad significa hostilidad u odio. Por eso no podemos amar a este mundo, a Satanás, o a su simiente.—Luc. 4:8; Juan 8:44, NM; Gén. 3:15; Sant. 4:4; 1 Juan 2:15-17.

      11. ¿Qué significa odiar a los enemigos de Dios, y qué no significa?

      11 Los aborrecedores de Dios y su pueblo han de ser odiados, pero esto no significa que aprovecharemos oportunidad alguna para causarles daño físico con un espíritu de malicia o rencor, porque tanto la malicia como el rencor pertenecen al Diablo, mientras que el odio puro no. Nosotros debemos odiar en el sentido más verdadero, el cual es mirar con aversión extremada y activa, considerar como aborrecible, abominable y asqueroso, detestar. Seguramente ningún odiador de Dios es digno de vivir en su tierra hermosa. La tierra será librada de los inicuos y no será necesario que nosotros levantemos un solo dedo para hacer que les sobrevenga daño físico, porque Dios cuidará de eso, pero tenemos que tener una perspectiva apropiada de estos enemigos. Su nombre significa paga a los enemigos.

      12. ¿Cómo dice la Palabra de Dios que tenemos que tratar a los que odian a Jehová? ¿Cuál será nuestra decisión y actitud?

      12 ¿Qué hace usted con algo odioso o repugnante que usted detesta y aborrece? La respuesta es sencilla. Usted se retira de ello o lo aleja de su presencia. Usted no quiere tener nada que ver con ello. Precisamente ésa tiene que ser nuestra actitud para con los odiadores de Jehová. Proféticamente está escrito: “De cierto, oh Dios, matarás al impío; apartaos pues de mí, hombres sanguinarios. Porque blasfemias dicen ellos contra ti: tus enemigos toman en vano tu nombre. ¿No tengo en odio, oh Jehová, á los que te aborrecen, y me conmuevo contra tus enemigos? Aborrézcolos con perfecto odio.” (Sal. 139:19-22, Va) Los hombres sanguinarios son derramadores de sangre, y por lo tanto hombres culpables. Vemos su conducta con completo aborrecimiento. Piense en el terrible trato dado a nuestros hermanos en Alemania, Grecia y Polonia durante la II Guerra Mundial y desde entonces, debido a la ferocidad y bestialidad de la organización totalitaria, ¡trato por el cual miles fueron muertos por esas criaturas sanguinarias! Sus motivos, su oposición a Jehová y a su pueblo, su perfidia e inicuos propósitos idólatras los detestamos con odio perfecto. Con ellos no tenemos parte, interés ni afecto.

      13. Muestre cómo lo escrito en el Salmo 74:10, 11 está cumpliéndose hoy. ¿Podemos esperar que Dios conteste esta oración?

      13 Los enemigos de Jehová son reconocidos por su intensa antipatía hacia su pueblo y la obra que éste está haciendo. Pues ellos la derribarían y condenarían a todos los testigos de Jehová a prisión o campos de concentración si pudieran. No es que tengan algo en contra de los testigos personalmente, sino por razón de su obra. Ellos publican mentiras blasfemas y reprochan el santo nombre Jehová. ¿No odiamos a los que odian a Dios? No podemos amar a esos enemigos odiosos, porque ellos sólo son dignos de la destrucción. Nosotros pronunciamos la oración del salmista: “¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el adversario? ¿ha de blasfemar el enemigo para siempre tu nombre? ¿Por qué retraes tu mano, tu diestra? ¡sácala de tu seno, y acaba con ellos!” (Sal. 74:10, 11) Oramos con intensidad y clamamos en esta oración para que Jehová no se demore más, y suplicamos que su ira sea hecha manifiesta. Saca tu brazo y que los enemigos lo vean, y úsalo para su mal y destrucción. Sin duda ahora el tiempo está maduro, la iniquidad de los enemigos de Jehová ha llegado a su plenitud. Seguramente todos nosotros decimos: “¡Oh Jehová, no retengas tu castigo de los inicuos. Saca la mano y úsala para que los enemigos conozcan tu nombre! ¡Ejerce tu poder de nuevo, pues con un solo golpe de tu brazo los enemigos desaparecerían!”

      14. ¿Cómo nos ayudan otras expresiones en los Salmos concernientes a los enemigos de Jehová a ver las cosas de la manera correcta hoy?

      14 Los del pueblo de Jehová expresan como suyas otras palabras proféticas: “¡Despierta pues para venir a mi encuentro, y mira! ¡Sí, tú, oh Jehová, Dios de los Ejércitos, el Dios de Israel, despierta para visitar a todos esos gentiles! ¡no tengas piedad de ningún inicuo traidor! ¡Vuelvan ellos a la tarde, aúllen como perros!” Aquí se considera a los enemigos de Jehová iguales a perros mordidos por las pulgas, perros sarnosos que se alimentan de basura. “Dispérsalos con tu poder, y abátelos, . . . ¡sean ellos cogidos en su soberbia; y por el perjuro y la mentira que dicen! ¡Acábalos en indignación, acábalos, para que no sean; y sépase hasta los fines de la tierra, que Dios reina en Jacob!” (Sal. 59:4-6, 11-13) Estos son los verdaderos sentimientos, deseos y oraciones de los justos hoy. ¿Son los de usted? Usted podrá estar seguro de que lo serán al grado que usted conozca y ame el nombre de Jehová. Si usted no lo conoce, entonces es patente que a usted no le interesará lo que suceda. Pero si usted ama a Jehová entonces se interesará mucho en lo que suceda a su santo nombre, y en los que quieren arrojarlo al lodo, al fango y a la suciedad de este viejo sistema de cosas degenerado y repugnante.

      15, 16. ¿Por qué oramos como se dirige en el Salmo 83? Y ¿qué palabras de consuelo y seguridad dio Pablo?

      15 Los verdaderos amadores de Jehová levantan en alto el glorioso nombre, y se esfuerzan por quitar todas las marcas sucias que los hombres han embarrado sobre él, y Jehová los ama porque le rinden este servicio preciado. Él puede exaltar su propio nombre y muy en breve lo hará, pero durante el tiempo presente él se complace en los que demuestran su amor por él de esta manera. El amar su nombre significa atesorar, guardar, defender, luchar por él. A los tales Jehová los honra. ¡Cuán profundamente sentimos el daño que se hace a su santo nombre! ¡Cómo aborrecemos a los obradores de iniquidad, y a los que quisieran derribar la organización de Dios! Por eso oramos: “Hazles a ellos como hiciste a Madián, como a Sísara, como a Jabín junto al torrente de Cisón. Perecieron en Endor; fueron hechos como estiércol para la tierra. . . . ¡Pónlos como torbellino de polvo; como hojarascas delante del viento! Como el fuego consume el bosque, como la llama abrasa las montañas, así persíguelos con tu tempestad, y atérralos con tu turbión. Llena sus rostros de deshonra, y los hombres buscarán tu nombre, oh Jehová. ¡Sean avergonzados y aterrados para siempre! ¡queden corridos también, y perezcan! ¡y conozcan todos que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres Altísimo sobre toda la tierra!”—Sal. 83:9-18.

      16 No hay duda de que esas criaturas inicuas que reprochan y deshonran a Jehová, que blasfeman la religión pura y verdadera, que se esfuerzan por destruir a los adoradores fieles, que irrumpen a fuerza en la santa ciudad de Dios, Sión, y tratan de aterrar y brutalmente maltratar y matar a los hijos del Señor, que en todo sentido son los enemigos verdaderos de Jehová, son dignos sólo de ser tomados y destruídos. Pero esa obra de ejecución es de Jehová, pues él determinará quiénes son los incorregibles. Los tales de seguro están fijando su propio destino ahora, y luego viene el tiempo cuando el pecado y el pecador no pueden ser y jamás serán separados. El apóstol Pablo dijo: “Esto toma en cuenta: que es justo para con Dios pagar con tribulación a los que hacen tribulación para ustedes, pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles en llamas de fuego, al traer él castigo merecido sobre los que no conocen a Dios y que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. Estos mismos pagarán la pena de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su poder.”—2 Tes. 1:6-9, NM.

      17. ¿Qué cosas debemos vigilar en nosotros mismos?

      17 En nuestro celo santo por el nombre de Jehová siempre tenemos que estar alerta nosotros mismos de que también seamos puros en nuestra adoración de Jehová, y de tener el mismo sentimiento de corazón que el salmista tuvo cuando oró: “¡Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón: ensáyame, y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí algún camino malo, y guíame en el camino eterno!” “Pero yo cantaré tu fortaleza, y celebraré de mañana tu misericordia; porque has sido refugio para mí, y amparo en el día de mi calamidad. ¡Fortaleza mía, a ti cantaré; porque Dios es mi refugio, mi Dios de misericordia!” (Sal. 59:16, 17; 139:23, 24) A nuestro refugio o torre fuerte siempre corremos, porque sabemos que el nombre Jehová significa que él es misericordioso, benigno, lento para airarse, abundante en amor bondadoso.

      CANTANDO Y CONFIANDO

      18. ¿Por qué tenemos que cantar? ¿Cuál es la canción? Y ¿cómo entra en la escena Moab?

      18 Tenemos que cantar mientras confiamos. ¿De qué cantaremos? La palabra profética suministra la información e instrucción. “En aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá: ¡Ciudad fuerte tenemos; salvación pondrá Dios por muros y baluartes! ¡Abrid las puertas, para que entre la nación justa, guardadora de verdad! Guardarás en perfecta paz al alma que se apoya en ti, por lo mismo que en ti confía. ¡Confiad en Jehová para siempre, porque en Yah Jehová está la Roca de la eternidad!” (Isa. 26:1-4) El contexto de este texto se considera brevemente. El Is capítulo 25 concierne a Moab, los vecinos cercanos de Judá y descendientes de la hija mayor de Lot. Ellos habían sido los opositores de los israelitas desde el tiempo cuando rehusaron suministrar provisiones a Israel mientras viajaba a la tierra prometida. Moab alquiló a Balaam para maldecir a Israel. (Vea también Números 22; Nú 23; Nú 24; Nú 25:1-5 y Deuteronomio 23:3.) Ellos mostraron mucho desprecio al pueblo de Jehová, y se enorgullecieron en su propia “ciudad elevada”, su duplicado siendo hoy esa ciudad rica y elevada, la poderosa organización religiosa que representa toda la organización de Satanás. Los moabitas del día moderno son los cristianos profesos, cuyas palabras y acciones están tan alejadas del cristianismo y adoración pura de Jehová como Moab estuvo alejado de la adoración verdadera y el pacto de Jehová. Jehová había amonestado a Moab acerca del castigo que se proponía imponerle debido a su iniquidad y oposición.

      19. ¿Quiénes son los moabitas del día moderno, y cuál es su actitud para con el pueblo de Jehová?

      19 Los moabitas del día moderno se han opuesto a los testigos de Jehová con odio no nacido de justicia, sino del Diablo y en contra de toda justicia. Su odio para el pueblo verdadero de Dios aumenta al ver ellos en nosotros la evidencia muy clara del favor de Jehová y el disfavor evidente en que ellos mismos se encuentran. Ellos hacen todo esfuerzo por impedir que las personas de buena voluntad entren al nuevo mundo. Son más ricos que los testigos de Jehová en cosas materiales y con ello tienen mucho orgullo y arrogancia. Ellos están a un lado del gran “mar Muerto” y nosotros al otro. La sima está determinada, y es tan inmovible como el juicio de Jehová, recordándonos muy enérgicamente del gran abismo entre la clase del “hombre rico” y la clase “Lázaro” en la ilustración registrada en Lucas 16:19-31 (NM): “Y además de todas estas cosas, una gran sima se ha fijado entre nosotros y ustedes, de manera que aquellos que desean ir de aquí a ustedes no pueden hacerlo.”

      20. Cuando Jehová abata su orgullo, ¿cuán humillados quedarán?

      20 Los moabitas del día moderno serán humillados, porque Jehová completamente ha terminado con ellos. Oiga sólo una parte del castigo: “Porque la mano de Jehová descansará en este monte; y Moab será hollado debajo de él, como la paja es hollada en el agua del muladar. Y extenderá sus manos en medio de ella, como las extiende el nadador para nadar; pero Dios abatirá su orgullo, juntamente con las tretas de sus manos.” Es cosa segura que no le puede quedar a uno mucho orgullo cuando lo están aplastando en un montón de estiércol, lo que manifiesta el absoluto desprecio que Jehová le tiene al Moab del día moderno, al hacer que éste se quede revolcando en el fango de la vergüenza. “¡Porque has convertido aquella ciudad en montón de escombros, aquella ciudad inexpugnable en una ruina; has demolido el palacio de los extraños para que no sea ciudad; nunca jamás será reedificada!” “Porque él ha abatido a los que habitan en las alturas, la ciudad enaltecida: ¡la humillará, la humillará hasta la tierra, la derribará hasta el mismo polvo! ¡La pisará el pie, los pies del pobre, los pasos del desvalido!”—Isa. 25:10, 11, 2; 26:5, 6.

      21. ¿Por qué no tiene Moab defensa contra el día de juicio? ¿Cómo nos anima esto a cantar?

      21 Cuando esto suceda, ¡cuán tremendo cambio se efectuará! ¡Los papeles se habrán cambiado! Abatidos serán los orgullosos de su alto lugar de habitar como los grandes, ricos, influyentes de este mundo, al lugar más bajo imaginable, tan bajo y degradado que sólo puede compararse al ser hollados por los pobres como paja en un montón de estiércol. Las miradas orgullosas, las palabras jactanciosas, la lengua fanfarrona, su actitud de superioridad hacia la santa Palabra de Dios, su confianza en ídolos y hombres y riquezas, de la clase que pertenecen a este mundo, no le proporcionarán seguridad o protección alguna de la tormenta y explosión de Jehová. No tienen defensa y quedan deshonrados. En este tiempo ‘esta canción será cantada’. Este es un mandato de Jehová y tiene que ser obedecido, a saber, cantar esta canción. Esta es: “¡Ciudad fuerte tenemos; salvación pondrá Dios por muros y baluartes! ¡Abrid las puertas, para que entre la nación justa, guardadora de verdad!” (Isa. 26:1, 2) Este es el tema, y la canción también puede entenderse más completamente al considerar muchas de las otras declaraciones proféticas, tales como Isaías 12, Isaías 4:2-6, Salmos 145, 146, 150. Cante esta canción con todo su corazón. En voz alta cante: “Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado, en la ciudad de nuestro Dios, en su santo monte. De hermosa perspectiva, el gozo de toda la tierra es el Monte de Sión, a los lados del norte, la ciudad del gran Rey.” (Sal. 48:1, 2) La organización de Dios es maravillosa y sumamente hermosa y el reino del Señor Jesucristo es la esperanza de todos los pueblos.—Sal. 48:12, 13.

      22. ¿Qué ofrece la “ciudad fuerte” de Jehová a la clase “presa”, y hasta dónde debe llevarse y oírse esta canción?

      22 Las defensas de la cristiandad no son de valor alguno, pero los testigos de Jehová tienen una “ciudad fuerte”, y esto es algo de qué cantar. Hay millones que quieren un lugar seguro y necesitan seguridad. ¡Que ellos sepan que nosotros tenemos una “ciudad fuerte”! “Llamarás a tus muros Salvación, y a tus puertas Alabanza.” (Isa. 60:18) Sólo el reino de Dios ofrece tal protección y salvación, porque dentro de la ciudad uno entonces está a salvo. Los que desean salvación tienen que dirigirse a la organización de Dios, y encontrar la entrada a ella y permanecer allí permanentemente. Es una verdadera ciudad de refugio. Las multitudes tienen que entrar por las puertas; por eso cante en voz alta, clara y armoniosamente, para que todos sepan que hay una ciudad fuerte que ofrece salvación, y que es nuestra ciudad. ¡Es la ciudad de Jehová! A todos los países tiene que ir la canción: “¡Por tanto, en las regiones orientales glorificad a Jehová, en las islas del mar ensalzad el nombre de Jehová, el Dios de Israel! Desde el extremo de la tierra hemos oído canciones: ¡Gloria al justo!” (Isa. 24:15, 16) Esta canción nunca cesará, sino que continuará hasta que toda criatura viviente la cante. ¡Todo lo que tiene aliento, alabe a Jehová!

      LA PUERTA, NACIÓN Y PROPÓSITO

      23. ¿Cuándo es edificada Sión? ¿Cuándo abre Dios las puertas, qué nación entra, y quiénes siguen tras ella?

      23 “Abrid las puertas, para que entre una nación justa que conserva la fidelidad. Un propósito sostenido guardarás, diciendo: ¡Prospera! ¡Prospera! porque en ti él ha sido impulsado a confiar. Confiad en Yahveh hasta lo futuro,—porque en Yah Yahveh hay una roca de edades.” (Ro) Las puertas tienen que abrirse, para que la nación pueda entrar. El fiel resto ungido en 1919 estaba esperando entrar a la recién establecida ciudad, Sión. “Te levantarás, y tendrás piedad de Sión; . . . porque el plazo va llegando. . . . Porque Jehová habrá edificado a Sión; habrá aparecido en su gloria.” (Sal. 102:13-16) Los del resto oraron: “Gravemente me ha castigado Jehová; mas no me ha entregado a la muerte. ¡Abridme las puertas de justicia; entraré por ellas, alabaré a Jehová! Esta es la puerta de Jehová; los justos entrarán por ella.” (Sal. 118:18-20) Como resultado Sión recibió muchos hijos más. Es exactamente como se predijo. “Antes que estuviese de parto, dió a luz Sión; antes que le vinieran los dolores, produjo un hijo varón. ¿Quién oyó jamás tal cosa? ¿quién ha visto cosa semejante? ¿La tierra será hecha producir en un solo día? ¿o nacerá una nación de una vez? pues luego que Sión estuvo de parto, dió a luz sus hijos.” (Isa. 66:7, 8) Se da a luz al Rey como el nuevo Gobernante en 1914 por la organización madre, Sión, y después de grandes pruebas y tribulaciones (1917-1918) Sión da a luz el resto de sus hijos regios, el resto de la clase del Reino. Desde entonces, también, cientos de miles de personas de buena voluntad se han asociado con los miembros de la clase del resto. Exactamente cuántos miles más serán añadidos a sus filas antes de la guerra del Armagedón no lo sabemos. Esta clase será llevada a través del Armagedón con el fiel resto cuando Jehová se levante y luche por su pueblo como en los días de la antigüedad. Las puertas ahora están abiertas de par en par para el regreso de los presos. En Sión ellos serán alimentados y criados y se les enseñarán los mandamientos de Jehová y aprenderán a conocerle verdaderamente.

      24. ¿Cuál es el “propósito sostenido”?

      24 El versículo 3 de Isaías 26:3 dice: “Un propósito sostenido tú guardarás.” (Ro) Esta no es una imaginación vana sino que es inspirada por la Palabra de Dios, conseguida de una apreciación clara de sus propósitos. Ellos son los propósitos nuestros y él hará que todos se realicen. Él los sostendrá. No hay por qué dudar o perturbarnos en cuanto a si ciertas promesas se cumplirán, porque sí se cumplirán. Jehová es tan seguro en sus promesas como su nombre lo indica. Por lo tanto tenemos que tener confianza y seguridad completas. Las tales personas serán sostenidas y apoyadas por Jehová, porque son parte de su propósito. Él ha prometido guardarlas y por lo tanto las guardará.

      25. ¿Cómo consiguen paz y prosperidad los habitantes de Sión? Y ¿cómo nos aseguramos de que el nombre de Jehová es una “torre fuerte”?

      25 Estas personas que confían en él tienen su imaginación clara y mente decidida y en calma. Tratan de imitar a Dios, siendo inmutables, puros en su posición, resueltos y dignos de confianza, teniendo fijeza de propósito y determinación para llevarlo a cabo. Jehová siempre puede hacerle frente a cualquier emergencia que surja. Conociendo y tratando de copiar a Jehová, son grandemente bendecidos y dotados de paz. Se apoyan en Jehová la torre fuerte, aunque aumenten las dificultades y toda forma de hostilidad se ponga en movimiento para demoler la fe del pueblo de Dios o atacar Su ciudad. Los leales y obedientes hijos de Sión guardarán la verdad, mantendrán la fidelidad y permanecerán en la organización. En breve el peor tiempo de dificultad le sobrevendrá a este presente sistema de cosas, pero nosotros sabemos que Jehová está con nosotros. Por lo tanto no tenemos que temer. Él es nuestro refugio. Así como nada en el universo puede perturbar la paz, serenidad y tranquilidad de Jehová, porque él es la Roca de Edades, así confiaremos en él y estaremos seguros, no sólo ahora, sino por siempre jamás. Por lo tanto confíe en Jehová, siempre teniendo presente el nombre de Jehová. Es una ‘torre fuerte, y a ella corre el justo y está a salvo’. Confíe completamente en Jehová y viva en paz.

  • La contribución de la cafetería
    La Atalaya 1953 | 1 de abril
    • La contribución de la cafetería

      CON rápida moción, un gran depósito, un garaje y un par de tiendas de campaña de buen tamaño quedaron convertidos en un almacén, cocina y una cafetería con veintiséis mostradores para servir las comidas. Así fueron las maravillas que ejecutaron los testigos de Jehová durante su asamblea de 1950 en el estadio Yanqui. Más de 15,000 personas recibían su alimentación en la cafetería en una hora. Una sola comida requirió de cuatro a cinco mil libras de carne de res, pollo o pescado. Hasta 5,000 libras de papas se usaron para cada comida, así como de seiscientos a setecientos panes, 600 latas de vegetales y 400 galones de ensalada. Durante la primera mitad de la asamblea que duró ocho días se usaron 50,000 libras de carne de res, 10,000 libras de pescado, 80 toneladas de vegetales enlatados y miles de canastos de col, lechuga y cebollas.

      La organización de cocina que suplía a la cafetería consistía de cincuenta cocineros y ayudantes, incluyendo por lo menos una docena de cocineros profesionales experimentados. Para preparar las provisiones para ser cocinadas se empleó un gran número de mujeres para limpiar y pelar los muchos vegetales. Carniceros profesionales cortaron y prepararon las grandes cantidades de carne que se requirieron. ¡Más de 35,000 personas pasaron por los mostradores de la cafetería el domingo al mediodía! Las comidas de la cafetería eran de buen sabor y se daban en generosas porciones. Su conveniencia resultó en un gran ahorro de tiempo. La contribución de la cafetería al éxito de una convención puede apreciarse sólo presenciándola.

      De modo que ¡no se pierda el estar en las filas de la cafetería en los días de la asamblea, del 19 al 26 de julio de 1953, en el estadio Yanqui!

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir