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Pacifismo y objeción por conciencia—¿hay diferencia?La Atalaya 1951 | 1 de abril
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Debido a que toman este puesto las juntas han podido darse cuenta de que los testigos de Jehová se mantienen neutrales para con este mundo y que permanecen como los ministros de Dios y predicadores ordenados de las buenas nuevas de su reino bajo Cristo, teniendo objeción bíblica y concienzuda a su propia participación en la guerra mundana en cualquier forma.
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¿Deben adorar las reliquias los cristianos?La Atalaya 1951 | 1 de abril
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¿Deben adorar las reliquias los cristianos?
SE HA dicho que “los tesoros más valiosos” de la Iglesia Católica Romana son sus grandes colecciones de reliquias, las cuales son tenidas en muy alta estima y sobre las cuales se otorga mucha veneración y honra por los fieles. Tal devoción se manifestó particularmente cuando el antebrazo derecho de San Francisco Javier, el primer misionero jesuíta que fué al Japón, hace 400 años, fué exhibido recientemente.
En la catedral de Nuestra Señora, en París, está “la que se considera ser la verdadera Corona de Espinas llevada por Cristo”, y en Brujas, Bélgica, está una “reliquia de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor”. (El Register católico de Dénver) Un pedazo pequeño de la “Verdadera Cruz” se vendió en una subasta en Londres por 600 libras esterlinas en 1945, y unos dos meses antes de eso el Heraldo Católico de Londres dijo cómo habían sido hallados los supuestos restos del compañero de Pablo, Timoteo, en una iglesia al lado de la costa adriática de Italia. En Praga, Checoeslovaquia, hay una iglesia decorada con los huesos de 10,000 personas, arreglados en forma de escudos, coronas, crucifijos, etc. Otras iglesias en Bohemia e Italia están decoradas con reliquias de huesos de hombres muertos, que son adoradas. A medida que la Jerarquía Católica Romana cataloga esta vasta colección de antigüedades, se entera de que los huesos del apóstol Pedro están perdidos. Por esto, su celo fanático en inundar la prensa pública con cuentos acerca de cómo ella “supone”, “asume,” “imagina” y “sospecha” que “quizás”, “tal vez,” o “posiblemente” los huesos de Pedro han sido hallados en el cementerio pagano sobre el cual está edificado el Vaticano.
Pero ¿por qué son adorados tales huesos, sangre y otros objetos viejos? La Enciclopedia Católica (vol. 12, pág. 734) dice: “La enseñanza de la Iglesia Católica con respecto a la veneración de reliquias se resume en un decreto del Concilio de Trento (Ses. XXV), que ordena a los obispos y a otros pastores instruir a sus rebaños en que ‘los santos cuerpos de los santos mártires y de otros viviendo ahora con Cristo—cuerpos que fueron los miembros vivientes de Cristo y “el templo del Espíritu Santo” (1 Cor., vi, 19) y los cuales han de ser levantados por Él a la vida eterna y ser glorificados deben venerarse por los fieles, porque por medio de éstos [cuerpos] se otorgan
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