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Un olivo productivoLa Atalaya 1984 | 1 de enero
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Esto confirmó que Jehová tenía “poder para levantar [...] hijos a Abrahán”, tal como había advertido de antemano Juan el Bautista. (Lucas 3:8.)
18. a) ¿Qué ocurrió en 36 E.C.? Pero ¿fueron injertadas de nuevo en el árbol del pacto abrahámico algunas ramas que habían sido podadas? b) ¿Cómo promovió Pablo la unidad dentro de la congregación cristiana?
18 No obstante, los cristianos no judíos que habían sido ‘injertados contrario a la naturaleza’ en el árbol del pacto abrahámico como parte de la descendencia espiritual no tenían razón para sentirse superiores a los judíos. Pablo explicó: “Ellos también [los judíos], si no permanecen en su falta de fe, serán injertados; porque Dios puede injertarlos de nuevo” (Romanos 11:23). Un resto pequeño de judíos naturales aceptó a la Descendencia primaria, y éstos llegaron a ser ramas permanentes en el árbol simbólico (Romanos 9:27; 11:5). Pero la mayoría de los judíos habían sido desgajados del árbol del pacto abrahámico en 36 E.C., al fin de la septuagésima semana de años predicha por Daniel (Daniel 9:27)b. Después de eso, sin embargo, algunos judíos habían sido injertados nuevamente “en su propio olivo” mediante poner fe en el Mesías, Jesús, la Simiente o Descendencia primaria de Abrahán (Romanos 11:24; Hechos 13:5, 42, 43; 14:1). Al señalar estas cosas, Pablo promovió unidad entre los cristianos ungidos, porque todos habían llegado a ser ‘partícipes de la raíz de grosura del olivo’ mediante “la bondad de Dios”. (Romanos 11:17, 22.)
Un olivo que da producción plena
19. ¿Cómo ha sido que el pacto abrahámico ha producido gradualmente la descendencia espiritual, para salvación de “todo Israel”?
19 A través de los siglos, y particularmente en la parte favorable de este tiempo del fin, otros judíos y no judíos fueron injertados en el olivo simbólico. Así el pacto abrahámico produce el “número cabal” de judíos y gentiles que se necesita para completar la descendencia espiritual. “De esta manera todo Israel será salvo”, no el Israel carnal, sino los que son “realmente ‘Israel’”, los 144.000 miembros del Israel espiritual. (Romanos 11:12, 25, 26; 9:6-8; Revelación 7:4.)
20, 21. a) ¿Qué reacción debe producir en nosotros el cumplimiento de esta parte tan importante del pacto abrahámico? b) ¿Qué se examinará en el artículo siguiente?
20 La maravillosa manera como Jehová ha cumplido esta parte tan importante del pacto abrahámico, al producir el tronco y el número cabal o completo de ramas de este árbol simbólico, debería llenarnos de admiración. Como Pablo, exclamamos: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e ininvestigables sus caminos! Porque ‘¿quién ha llegado a conocer la mente de Jehová, o quién se ha hecho su consejero?’ O, ‘¿quién le ha dado primero, para que tenga que pagársele?’ Porque procedentes de él y por él y para él son todas las cosas. A él sea la gloria para siempre. Amén”. (Romanos 11:33-36.)
21 Pero ¿qué lecciones prácticas se pueden sacar de la ilustración del olivo con injertos, tanto para las ramas simbólicas (los cristianos ungidos) como para otros que ahora pueden bendecirse mediante la descendencia producida por el árbol del pacto abrahámico? Estos aspectos se tratarán en el artículo siguiente.
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Llevadores de fruto en uniónLa Atalaya 1984 | 1 de enero
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Llevadores de fruto en unión
“Sigan llevando mucho fruto y demuestren ser mis discípulos.” (JUAN 15:8.)
1. ¿Cómo muestra la Biblia que Jehová considera de mucho valor los árboles frutales?
“JEHOVÁ DIOS hizo crecer del suelo todo árbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento” (Génesis 2:9). En Israel se había de permitir que los árboles frutales recién plantados crecieran por tres años sin que el dueño usara el fruto para propósito alguno. Hasta el fruto que se produjera durante el cuarto año tenía que ‘llegar a ser cosa santa de alborozo festivo a Jehová’. Al quinto año, el dueño podía usar la cosecha de fruto como deseara, después de dar los primeros frutos, o primicias, a Jehová (Levítico 19:23-25; Deuteronomio 26:1-10; Nehemías 10:35-37). Cuando había guerra, los árboles frutales recibían protección especial bajo la Ley de Moisés. (Deuteronomio 20:19, 20.)
Cortados los árboles no productivos
2, 3. ¿Qué declaró Jesús en la parábola de la higuera infructífera?
2 En el artículo previo hemos visto que muchas ramas naturales del olivo simbólico (capítulo 11 de Romanos) fueron desgajadas y reemplazadas por ramas de un acebuche u olivo silvestre. En esa ilustración las ramas podadas representan a los judíos sin fe que rehusaron reconocer al tronco del olivo, o la Descendencia primaria, el Mesías, Jesús. En una ilustración diferente, Jesús comparó a la nación judía con un árbol completo... no un olivo, sino una higuera.
3 En el otoño de 32 E.C. Jesús declaró: “Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña, y vino buscando fruto en ella pero no lo halló. Luego dijo al viñador: ‘Mira que ya son tres años que he venido buscando fruto en esta higuera, mas no lo he hallado. ¡Córtala! ¿Por qué, realmente, debe hacer que la tierra permanezca inútil?’ En respuesta él le dijo: ‘Amo, déjala también este año, hasta que cave alrededor de ella y le eche estiércol; y si entonces produce fruto en el futuro, bien está; pero si no, la cortarás’”. (Lucas 13:6-9.)
4. ¿Cómo había demostrado Jesús que era un “viñador” fiel?
4 Cuando Jesús habló acerca de esta higuera, él, como el “viñador”, había pasado tres años tratando de cultivar fe entre los judíos. Sin embargo, a pesar de las muchas ventajas de que éstos disfrutaban bajo los pactos abrahámico y de la Ley, solo un resto pequeño de la nación judía había aceptado al Mesías (Romanos 9:4, 5, 27).
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