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El nombre en que todas las naciones están escogiendo andarLa Atalaya 1973 | 15 de febrero
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las palabras del profeta Jeremías: “Anúncienlo entre las naciones y publíquenlo. Y alcen una seña; publíquenlo. No escondan nada. Digan: ‘Babilonia ha sido tomada. Bel [El Señor] ha quedado avergonzado. Merodac se ha aterrorizado. . . . Porque contra ella ha subido una nación desde el norte. Es la que hace de su tierra un objeto de pasmo, de manera que resulta que nadie mora en ella. Tanto el hombre como el animal doméstico han huido. Se han ido.’” (Jer. 50:2, 3) Esta profecía tiene significado para nosotros hoy día. ¿Dónde, podemos preguntar, está Babilonia sobre el río Éufrates en lo que hoy día es la tierra de Irak? No es más que una ruina desolada, pues le sobrevino un destino como el que ella había descargado contra Jerusalén de la antigüedad, solo que su desolación ha continuado por siglos más de mil años, mientras que la desolación de Jerusalén solo duró setenta años.
JEHOVÁ ASUME EL ASCENDIENTE COMO DIOS
19. Después que Persia conquistó a Babilonia, ¿qué dios asumió el ascendiente, y a quién usó este dios para la restauración de su templo?
19 Ante el revés sorprendente de Babilonia en 539 a. de la E.C., ¿qué dios ascendió a importancia internacional? ¿El dios nacional de los persas victoriosos, o el dios de los desterrados en Babilonia, Jehová? La profecía de Miqueas, junto con las profecías de otros hombres inspirados de Dios, indicaban que Jehová asumiría el ascendiente. Lo hizo, probando que sus profecías son infalibles. Dijo Miqueas bajo inspiración: “Y en los días futuros la montaña de la casa de Jehová será establecida a la cabeza de las montañas, elevada por encima de las colinas, y pueblos afluirán a ella.” (Miq. 4:1, traducción de Byington) A fin de efectuar un cumplimiento primario o típico de esa profecía desafiante, Jehová Dios usó como instrumento al rey Ciro el Grande, un adorador del dios principal de la Persia victoriosa. Jehová, en Su superioridad, hizo que el adorador de un dios falso trabajara para Él a fin de restaurar el templo de Jerusalén.
20. ¿En cumplimiento de qué profecía acerca del conquistador persa tuvo lugar esto, y cuándo y cómo?
20 ¿De qué manera? Bueno, Jehová se refirió a sí mismo como “Aquel que dice de Ciro: ‘Es mi pastor, y todo aquello en que me deleito él lo llevará a cabo por completo’; aun en mi decir de Jerusalén: ‘Será reedificada,’ y del templo: ‘Te será colocado tu fundamento.’” (Isa. 44:27, 28) El rey Ciro llevó a cabo completamente aquello en que Jehová se deleitaba, aunque esto era contrario a lo que le hubiera deleitado al dios nacional de Persia ver efectuado. En el año 537 a. de la E.C., el año septuagésimo de la desolación de Jerusalén y su templo, Jehová despertó el espíritu de Ciro para que decretara que el templo fuera reedificado en Jerusalén. Con ese fin Ciro decretó que los desterrados en Babilonia que se ofrecieran voluntariamente para este trabajo del templo fueran librados de Babilonia para que regresaran a “la montaña de la casa de Jehová.” (2 Cró. 36:20-23; Esd. 1:1-4) Para fines de aquel año septuagésimo de la desolación de Jerusalén un fiel resto que se ofreció voluntariamente para el trabajo del templo estaba de vuelta en la tierra de Judá, poniéndole fin a su desolación. En la primavera del año siguiente (536 a. de la E.C.) se puso el fundamento del segundo templo de Jerusalén.—Esd. 3:8-12.
21. ¿A pesar de qué fue terminado el segundo templo de Jehová, y cuándo?
21 Esto no fue del agrado de los paganos opuestos a la adoración de Jehová. Pero su oposición no podía triunfar contra el Dios Todopoderoso. Por eso, después de años de oposición activa de parte de estos paganos porfiados, el resto fiel completó el segundo templo de Jehová en Jerusalén durante el invierno, en el tercer día del mes lunar de Adar en el año 515 a. de la E.C.—Esd. 6:15.
22. ¿Cómo llegó a estar “la montaña de la casa de Jehová” “firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas,” tanto en lo que toca al resto restaurado como a las naciones y pueblos paganos?
22 A fin de ser usado para hacer esto, el resto restaurado tenía que elevar la adoración de Jehová por encima de todas las otras cosas en su vida, y poner abajo la adoración de los dioses falsos que sus antepasados habían adoptado infielmente. La adoración de Jehová, representada por “la montaña de la casa de Jehová,” se elevó por encima de la altura encumbrada que las naciones paganas daban a sus dioses demoníacos, a los cuales solían adorar en muchos casos en lugares altos naturales como las cumbres de las colinas y de las montañas. En sentido figurativo, la montaña de la casa de adoración de Jehová estaba “firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas” y estaba “alzada por encima de las colinas.” El respeto a la adoración de Jehová asumió la posición suprema, no solo entre su pueblo escogido sino también entre muchos individuos de las naciones y pueblos paganos. Sin duda muchos de estos individuos subieron a Jerusalén a adorar al Dios verdadero, así como lo hacían los prosélitos religiosos en los días de los apóstoles cristianos y como lo hizo el eunuco real de Etiopía, a quien el evangelizador Felipe fue comisionado a convertir al cristianismo.—Hech. 2:5-10; 8:26-39; Juan 12:20, 21.
23. (a) ¿En el nombre de quién comenzaron a andar los individuos de aquellas naciones y pueblos? (b) ¿Qué clase de cumplimiento de la profecía fue eso, y, desde la venida del Mesías, qué pregunta surge en cuanto a andar en el nombre?
23 En vez de andar en el nombre de sus dioses anteriores, los individuos de todas aquellas diversas naciones y pueblos anduvieron en el nombre del Dios cuya adoración era sumamente ensalzada, Jehová. Verdaderamente eso fue un cumplimiento de la profecía de Miqueas. Pero solo un cumplimiento parcial, en miniatura o típico. El cumplimiento pleno, completo no tuvo lugar allá antes que Jehová Dios enviara su Mesías a la Tierra. El cumplimiento final, culminante de la gloriosa profecía de Miqueas fue sincronizado para que ocurriera en nuestro siglo veinte. ¿Cómo está sucediendo? ¿Se debe a que vivimos en el siglo cuando la cristiandad ha crecido a su mayor grado, o a un cálculo de más de novecientos millones de miembros entre las naciones por todo el globo terráqueo? ¿Y no ha hecho esto que se produzca un cambio? Desde la venida del Mesías o Cristo, ¿no es lo apropiado el que andemos en el nombre del Mesías, Jesús, en vez de en el nombre de Jehová? ¿Son las iglesias de la cristiandad el cumplimiento de la profecía de Miqueas? Esto merece que lo examinemos... ¡aquí!
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El tiempo de decidir en el nombre de qué Dios andarLa Atalaya 1973 | 15 de febrero
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El tiempo de decidir en el nombre de qué Dios andar
1. ¿Resultó ser el segundo templo en Jerusalén aquel al cual las naciones vendrían a adorar a Jehová para siempre, y por qué?
EL SEGUNDO templo que fue edificado en Jerusalén, durante los días del profeta Zacarías, solo resultó ser típico y, como tal, tuvo un significado profético. No resultó ser el templo permanente al cual todas las naciones y pueblos deben subir a adorar a Jehová Dios para siempre. En vista de ese hecho, el templo terrestre de Jerusalén fue destruido en el año 70 E.C.,
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