BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • El ‘nacer otra vez’... la parte que desempeña el hombre y la que desempeña Dios
    La Atalaya 1982 | 1 de febrero
    • e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para ustedes.” (1 Pedro 1:3, 4) A medida que éstos mantienen una buena relación con su Padre celestial, él, por su providencia, los fortalece en la convicción de que ciertamente son cristianos que han ‘nacido otra vez.’

      ¿Cómo puede estar uno seguro?

      16. ¿Desde cuándo ha colocado el énfasis en la esperanza terrestre el “esclavo fiel y discreto,” y a qué conclusión lleva esto?

      16 Los que participan en predicar estas buenas nuevas del Reino en tiempos modernos confían en que Jehová Dios dirige a sus siervos dedicados por medio de su organización visible engendrada por espíritu, el “esclavo fiel y discreto.” (Mateo 24:45-47) Bajo la dirección de éste, la esperanza celestial se extendió, destacó y enfatizó hasta alrededor del año 1935. Entonces, a medida que la ‘luz relumbró’ y reveló claramente la identidad de la “grande muchedumbre” de Revelación 7:9, se comenzó a dar énfasis a la esperanza terrestre. (Salmo 97:11) Por lo tanto, es razonable concluir que para aquel tiempo prácticamente se habría completado el número de 144.000 en total. Por supuesto, habría que reemplazar a cualquier persona que resultara infiel. Pero se comprende que estas personas serían relativamente pocas. ¿Y quiénes reemplazarían a éstas? También parece razonable concluir que esta esperanza celestial se extendería con toda probabilidad a personas que hubieran perseverado en integridad, que se hubieran apegado a su dedicación por años, más bien que darla a personas recién dedicadas que no hubieran sido probadas. (Compare con Lucas 22:28-30.) Sin embargo, según informes a la mano, parece que hasta algunos cristianos recién dedicados se han considerado como personas que han ‘nacido otra vez.’

      17. ¿Sentimientos de qué clase hacen que algunos piensen erróneamente que Dios ha implantado en ellos la esperanza celestial?

      17 Cualesquier personas que se hayan dedicado y bautizado recientemente y que crean que han ‘nacido otra vez’ harían bien en meditar seriamente en las siguientes preguntas: ¿Qué razones tiene usted para pensar que Jehová Dios ha implantado esta esperanza en usted? ¿Pudiera ser que la emoción que siente sea un vestigio de lo que erróneamente creía antes, cuando estaba en Babilonia la Grande, en el sentido de que todas las personas buenas van al cielo? ¿O pudiera ser que ese sentir suyo se deba a intensas perturbaciones internas, que usted al principio haya luchado contra esta idea, pero que ésta gradualmente haya prevalecido? Pero, ¿predominó esta idea porque usted lo haya querido así, quizás hasta inconscientemente? Tales agitaciones no prueban en sí mismas que usted haya ‘nacido otra vez.’

      18. ¿Por qué no es el aprecio y comprensión de profundos asuntos espirituales en sí mismo prueba de que alguien haya ‘nacido otra vez’?

      18 ¿O cree usted que ha sido escogido por Dios para ser uno de los 144.000 ungidos porque usted aprecia intensamente las cosas espirituales, porque está encariñado con profundas verdades espirituales? En tal caso note que muchísimas personas que no alegan haber ‘nacido otra vez’ son ‘hombres espirituales’ en el pleno sentido de la palabra. (1 Corintios 2:14, 15) Y no hay duda en cuanto a la fortaleza espiritual de los hombres y mujeres de fe alistados en el capítulo 11 de Hebreos. Ninguno de ellos ‘nació otra vez.’ Todos esperaban alcanzar “una resurrección mejor [a vida bajo el reino de Dios]” aquí mismo en la Tierra.—Hebreos 11:35.

      19. (a) ¿Por qué no es necesariamente prueba de que Dios haya concedido a una persona la esperanza celestial el gran celo que despliegue esa persona? (b) ¿Qué incidente parece indicar que, para algunos, su afirmación de que tienen la esperanza celestial pudiera deberse a falta de modestia?

      19 ¿O pudiera ser que su sentir se deba a que usted despliega mayor celo que algunos de sus compañeros cristianos? Sin embargo, eso en sí mismo no podría ser el factor determinante, pues repetidas veces al apóstol Pablo se le hizo necesario aconsejar a cristianos ungidos con relación a tomar seriamente sus obligaciones espirituales. (1 Corintios 11:20-22; Gálatas 4:9-11) ¿O pudiera deberse su alegación de ser uno de los ungidos a falta de modestia? Recientemente hay quienes han alegado que son de los ungidos, pero en vez de edificar unidad en la congregación han creído que tienen que tener su propio grupo para estudiar la Biblia. Por el contrario, los cristianos maduros que ‘nacen otra vez’ se mantienen apegados a la congregación local aunque ésta esté compuesta mayormente de las “otras ovejas.” (Juan 10:16) Sin embargo, el que una persona ‘nazca otra vez’ es un asunto personal entre Dios y cada cristiano. Nadie debe juzgar a otra persona sobre este asunto.—Romanos 14:10.

      20. En vista de lo ya mencionado, ¿a qué conclusiones llegamos con relación a “nacer otra vez”?

      20 Por todo lo que hemos considerado aquí, ¿a qué conclusión llegamos? A la de que Jehová Dios es justo y recto, sabio y amoroso. El tiene el derecho de asignar a sus criaturas inteligentes a su papel respectivo... algunas para que cumplan con Su propósito en los cielos y otras para que lo cumplan aquí en la Tierra. No es como si la recompensa celestial fuera algo que se obtuviera por selección y esfuerzo personal, o que se hubiera de desear egoístamente. Esta recompensa es tan singular que ninguna criatura humana puede presumir de conseguirla por sí misma. Es ciertamente una maravillosa bondad inmerecida que Jehová Dios concede a unas cuantas de sus criaturas, en el adelanto de sus propósitos sabios, justos y amorosos, pero no debido a ningún mérito especial que ellas tengan. El “nacer otra vez” está limitado a estas personas. (Romanos 3:23, 24; 11:33-36) Además, la vida eterna en una Tierra paradisíaca es una meta inefablemente privilegiada que personas inclinadas a lo justo pueden esforzarse por alcanzar. (Revelación 21:1, 3, 4) Todo esto es bondad inmerecida. Nadie debe ser tan presuntuoso como para preguntarle a Jehová: “¿Qué has estado haciendo?”—Daniel 4:35.

  • Ponderando las noticias
    La Atalaya 1982 | 1 de febrero
    • Ponderando las noticias

      “En el nombre de Dios”

      “Parece que el mundo se ha vuelto loco, y las convicciones religiosas arraigadas —las cuales deberían unir en amor a la gente— parecen desempeñar su parte en esa locura y el asesinato,” dijo el ex presidente Jimmy Carter en un discurso que pronunció a un grupo religioso. Mike Royko, columnista del “Post” de Nueva York, quien también está preocupado por lo profundamente que está envuelta en la violencia la religión, escribió un artículo intitulado “Violencia en el nombre de Dios,” redactándola a manera de una carta a Dios. Comenzando con el conflicto entre los protestantes y los católicos, Royko escribió: “Por el gran amor que te tienen se disparan unos a otros, se bombardean unos a otros, se incendian unos a otros, matan niñitos, espectadores, policías, soldados, personas de edad avanzada, y ahora se suicidan al dejarse morir de hambre.”

      Después de llamar la atención a otros conflictos entre grupos muy religiosos del Oriente Medio, finalmente dice que “últimamente alguien disparó al papa. . . . Un hombre muy pacífico, que no es violento; dicho sea de paso, a pesar de que sus seguidores tienen fama de derramar millones de galones de sangre cuando se enojan.”

      En lo que parece ser una declaración que está de acuerdo con los sentimientos del periodista, Hume, cardenal de la Gran Bretaña y arzobispo de Westminster, declaró recientemente: “Cuando veo el mundo a su alrededor hoy día y veo que nación lucha contra nación, clase contra clase, raza contra raza, cristiano contra cristiano, y veo el gran contraste que existe entre lo que Cristo nos enseñó a ser y la manera en que lo ponemos en práctica, reconozco que el mundo moderno tiene que regresar a los principios fundamentales.” Cuando miembros de alguna iglesia, quienes están en buena posición, violan estos principios, muestran que no son realmente siervos de Dios, sino, más bien, personas engañadas por el enemigo de éste, Satanás.—Juan 13:34, 35; 2 Corintios 11:14, 15.

      Fracasa la “revolución sexual”

      En las últimas décadas la “revolución sexual” ha promulgado el que se abandone la moralidad a favor de la “libertad.” Un ejemplo que se cita en la revista “Maclean’s” del Canadá es el de Suecia, donde “la prostitución es legal, como también lo es la pornografía. Los abortos se llevan a cabo gratuitamente para las personas que los piden, se empieza a dar cursos sobre la sexualidad a niños de siete años de edad y los contraceptivos se regalan en numerosas clínicas para jóvenes.” No obstante, después de examinar los resultados, la publicación informa: “Los suecos mismos están enfrentándose a una serie de problemas sociales causados en parte por los años de lascivia: el rendir cuentas no es agradable.”

      Rita Liljestrom, socióloga sueca, hace el siguiente comentario: “Se consideraba que la sexualidad era la clave a la formación de una sociedad política distinta. Pero ahora parece haber un nuevo debate: existe el sentimiento de que logramos mucho, pero también perdimos mucho.” Ella denunció la revolución sexual “como una seudoliberación que ha causado que haya más apartamiento que antes entre los hombres y las mujeres.” Otros que anteriormente tenían una actitud tolerante ahora hallan que las relaciones sexuales frecuentemente llegan a ser degradadas y animalísticas, en vez de ser una expresión de amor profundo entre personas casadas que se quieren. Además, condenan la pornografía y la prostitución, pues les parece que éstas han hecho que aumente el ultraje sexual y que las relaciones sexuales sean impersonales. También hay evidencia bien documentada de que el aumento en la tolerancia con relación a lo sexual ha resultado en enfermedades venéreas, preñeces no deseadas, abortos y matrimonios quebrantados debido a la infidelidad.—Hebreos 13:4.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir