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¿Quién ve al Rey del Nuevo Mundo en el templo?La Atalaya 1951 | 15 de agosto
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EFECTO DE LA VISIÓN
14. ¿Cuándo y cómo murieron? ¿Pero cómo fué favorecido entonces el resto?
14 Así como se predijo en Apocalipsis 11:11, 12, el resto ungido de los testigos de Jehová fué revivificado de la condición muerta a la cual fué forzado por el enemigo. Dios no permitió que fueran destruídos durante la Primera Guerra Mundial. Los revivificó mediante su espíritu en 1919. Pero el clero religioso murió en cuanto al servicio verdadero de Dios, así como el hombre rico en el Hades. Fué en ese entonces que el resto percibió la visión tocante al servicio de la posguerra para Dios en su templo. Isaías, prefigurándolos, dijo: “Ví al Señorb sentado sobre un trono alto y excelso; y las faldas de su ropa llenaban el Templo.” (Isa. 6:1) Así como se demuestra por una comparación de la profecía bíblica y los hechos de la historia, Jehová Dios representado por su Ángel del pacto, su Rey, vino al templo en 1918. Ese fué “el tiempo señalado para que principie el juicio por la casa de Dios”. (1 Ped. 4:17, NM) Por lo tanto, el resto y también la cristiandad que pretende ser la casa de Dios fueron traídos al templo. Pero la cristiandad no percibió la visión; se manifestó estar leprosa debido a su pecado de rebeldía contra el Reino. En cuanto a los del resto ungido, ellos discernieron con mayor aprecio que Jehová Dios ahora estaba reinando mediante su Rey entronizado Jesucristo. La ira que expresaron las naciones peleando la Primera Guerra Mundial y persiguiendo a los testigos del reino de Dios fué prueba de ese hecho. De modo que reconocieron que ya era tiempo de juicio para ellos. “Jehová está en su santo Templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.” (Sal. 11:4) Su trono alto y excelso indica que él es la Autoridad Suprema del universo, el Soberano y Juez legítimo de todos.
15. ¿Por quién fué atendido en el templo? ¿Por qué era esto muy propio?
15 Isaías describe la visión de Jehová entronizado en su templo: “Encima de él había serafines, cada uno teniendo seis alas, con dos de las cuales se cubría la cara, con dos se cubría los lomos, y con dos revoloteaba.” (Isa. 6:2, UTA) Siendo tiempo de juicio, era muy propio que Jehová estuviera atendido por serafines, porque el nombre de estas criaturas espirituales significa “llameantes; ardientes”. Esta cualidad refleja que “Jehová tu Dios es un fuego devorador, Dios celoso es”, es decir, para con sus enemigos. (Deu. 4:24; 9:3; Heb. 12:29) Se había acercado el tiempo para la ejecución de su juicio como si fuera con fuego así como también la purificación de su fiel resto como si fuera con fuego. Los serafines eran muy respetuosos de la persona de Jehová. Percibiendo su santidad agudamente, ellos se cubrían la cara y los miembros inferiores con sus alas, así como se cubrían los oficiales en las cortes orientales de mucha dignidad en los tiempos antiguos en la presencia del rey. Debido a que estaban tan cerca del Soberano del Universo trataban de hacerse aun más imperceptibles para no distraer de la gloria personal de éste. Pero allí estaba Isaías, una criatura inferior a los ángeles, contemplando al Dios Altísimo con los ojos abiertos de par en par. Para nosotros ahora es un pensamiento solemne reflexionar que Jehová Dios está en su templo de juicio atendido por estos serafines llameantes. Es ocasión solemne, aterradora y de gran dignidad.
16. ¿Cuál es el significado de lo que están diciendo los serafines?
16 “Y el uno clamaba al otro, diciendo: ¡Santo, santo, santo es Jehová de los Ejércitos, toda la tierra está llena de su gloria!” (Isa. 6:3) Al clamar estas palabras de la santidad de Dios continuamente, estos serafines se parecían a las cuatro criaturas vivientes que vió Juan en la visión que él tuvo de Jehová sobre el trono celestial. “Y en cuanto a estas cuatro criaturas vivientes, cada una de ellas respectivamente tiene seis alas; están llenas alrededor y por debajo de ojos. Y no tienen descanso día y noche mientras dicen: ‘Santo, santo, santo es Jehová Dios, el Todopoderoso, que era y que es y que viene.’” (Apo. 4:1-8, NM) El decir ellos “santo” tres veces da mucho énfasis a esta cualidad. Pone de manifiesto que el Todopoderoso Dios está dedicado inherentemente a la justicia, incapaz de hacer algo incorrecto. Esta cualidad santa lo vindica en contra de todas las falsas acusaciones que Satanás el Diablo ha lanzado contra Jehová Dios. Por esta razón su templo tiene que ser un lugar limpio y santo y los que desean servirle allí también tienen que ser santos con una devoción piadosa a favor de lo que es recto, puro y bueno. Por esa razón, también, la tierra sobre la cual Él ha tomado su gran poder para reinar mediante Cristo tiene que hacerse un lugar santo. La tierra es el estrado de sus pies, y tiene que hacerse gloriosa, porque fué con sentido profético que los serafines clamaban el uno al otro, “Toda la tierra está llena de su gloria.”
17. ¿Cómo se llenará la tierra de su gloria? ¿Con qué resultado?
17 Los serafines ahora están diciendo estas palabras en el templo. De modo que este mundo impío no puede seguir para siempre. Los ojos de Jehová son demasiado puros para contemplar con aprobación la religiosidad hipócrita de la cristiandad. Su santidad lo distingue de los dioses falsos de las naciones mundanas. La mundanalidad del dominio de Satanás no le puede tocar ni ensuciar. En más de 230 lugares de las Escrituras él es llamado “Jehová de los Ejércitos”. Sus poderosos ejércitos son semejantes a él en su devoción sincera a la justicia, de modo que él bien puede usarlos para ejecutar sus juicios contra toda la injusticia de este mundo. Esta tierra todavía no está llena de su gloria, pero sí estará llena como resultado de la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”. Así como le dijo a Moisés: “Toda la tierra se llenará de la gloria de Jehová.” (Apo. 16:14-16, NM; Núm. 14:21, AN) Su esplendor majestuoso se hallará en toda parte de la tierra, y todos los vivientes conocerán que él es Rey. “¡Porque la tierra estará llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar! Jehová empero está en su santo Templo: ¡guarde silencio delante de él toda la tierra!” (Hab. 2:14, 20) Uno de los grandes resultados de este conocimiento será que los habitantes de la tierra ya no se dañarán ni se destruirán los unos a los otros, como hacen ahora en este mundo impío. (Isa. 11:9) Ahora mismo en medio de la obscuridad de este mundo los testigos de Jehová están recibiendo la luz de Su gloria desde el templo y están reflejando el glorioso conocimiento de Dios a la gente que está sentada en las tinieblas y que anhela la luz.—2 Cor. 3:18; 4:6, NM.
LIMPIEZA DE LABIOS
18. ¿Qué efecto tiene la proclamación de la santidad de Dios?
18 La proclamación de la santidad del Dios del justo nuevo mundo es muy poderosa. Causa un sacudimiento, perturbando la complacencia que tienen en sí mismas las criaturas que confían en su propia justicia. Con la proclamación de los serafines resonando en sus oídos el profeta Isaías dice: “Y los cimientos de los umbrales se conmovieron con la voz del que clamaba; y la Casa se llenó de humo.” (Isa. 6:4) Esto trastornaría a cualquiera que cruzara el umbral para acercarse a Dios. Haría que se preocupara por la condición de su corazón. Afortunadamente, tenemos un precursor que ha entrado al gran templo de Dios por nosotros, a saber, Cristo Jesús, el gran Sacerdote Rey parecido a Melquisedec. (Heb. 6:19, 20) La justicia de su sacrificio compensa nuestras imperfecciones y nuestro estado pecaminoso. No obstante tenemos que examinar nuestros corazones para cerciorarnos que están santos en su devoción a la verdad y a la justicia. Los que son de la casa de Dios tienen que hacer esto especialmente.
19. ¿Qué denota el llenarse la casa de humo?
19 El llenarse la casa o templo de humo denota la presencia del Dios viviente con una gloria hacia la cual las criaturas humanas no pueden acercarse. Es semejante a cuando Moisés estableció el tabernáculo de adoración en el desierto en el monte Sinaí: “Entonces la nube cubrió el Tabernáculo de Reunión, y la gloria de Jehová llenó la Habitación.” Siglos más tarde cuando el rey Salomón dedicó el templo en Jerusalén y los sacerdotes llevaron el arca del pacto al Lugar Santísimo, “la nube llenó la Casa de Jehová: y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, a causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la Casa de Jehová.” (Éxo. 40:34, 35; 1 Rey. 8:10, 11) Más tarde el apóstol Juan tuvo una previsión de nuestro tiempo y vió el santuario del templo en el cielo y a siete ángeles salir de él con siete plagas de juicio para derramarlas sobre la humanidad después de 1918 (d. de J.C.). Él dice lo que sucedió: “Y el santuario se llenó de humo debido a la gloria de Dios y debido a su poder, y nadie era capaz de entrar al santuario hasta que las siete plagas de los siete ángeles fueron terminadas.” (Apo. 15:5-8, NM) Seguramente éste es un Dios que pronto hará que aun los científicos de esta edad electrónica con todo el poder atómico que han soltado queden pasmados a causa de sus gloriosos juicios. No olvidemos nunca que él está en el templo para juzgar.
20. ¿Con qué propósito se dejó que Isaías viera esto? ¿Qué efecto tuvo?
20 Para el Isaías de la antigüedad, era como si fuera el sumo sacerdote de Israel mirando detrás de la cortina interior del templo y viendo la gloria de Dios. A Isaías se le dió el privilegio de ver esto para que fuera impresionado y para que apreciara la bajeza de su condición a la vista de Dios. Asimismo la abertura de los ojos de entendimiento del resto de la clase de Isaías en esta generación para que contemplara cosas correspondientes también fué con la mira de impresionarle que le faltaba mucho para llegar a la gloria divina. Pero ¿fué herido Isaías con una plaga mortífera como le sucedió a Uzías debido a que presenció este espectáculo tan glorioso en el Lugar Santísimo del templo de Dios? No; aunque no era un sacerdote de la tribu de Leví. Él había presenciado esta visión, no porque era presuntuoso, sino porque era de fiel corazón. Él nos dice qué efecto tuvo: “Entonces yo dije: ¡Ay de mí, pues soy perdido! porque soy hombre de labios inmundos, y en medio de un pueblo de labios inmundos habito; por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.”—Isa. 6:5.
21, 22. (a) ¿De qué sintió peligro Isaías y por qué? (b) Correspondientemente, ¿cómo se sintió el resto? ¿Por qué estaba en peligro?
21 Isaías luego se dió cuenta de su condición natural. Sintió que ahora sería destruído debido a su condición indigna. En el caso de los del resto en 1919, ellos ya no se sentían muy seguros de su condición salvada, de haber hecho ‘segura su vocación y elección’. Todavía no estaban listos para “marcharse” a la gloria celestial, sino que todavía tenían una obra que desempeñar para probar su fidelidad. Podían haber sido destruídos en ese año crítico, si Jehová no hubiera acortado los días de la tribulación mundial por causa de sus escogidos sino al contrario hubiera seguido sin interrupción la guerra comenzada en el cielo contra la organización de Satanás hasta su completa destrucción.
22 Isaías 12:1 indica que Jehová estaba enojado con el resto de sus testigos a causa de su temor y fracaso durante la Primera Guerra Mundial. Entonces si él hubiera actuado de acuerdo con su disgusto podía haber sido desastroso para ellos. Eran de “labios inmundos” como Isaías. “El temor de Jehová es limpio” (Sal. 19:9); pero ellos habían permitido que el temor de los hombres y de las organizaciones humanas afectara sus labios y que silenciara su mensaje hasta cierto grado. Ellos no estaban exaltando la santidad de Jehová ni estaban llenando toda la tierra con el conocimiento de su gloria, como estaban haciendo los serafines. El resto habitaba por la mayor parte en la cristiandad, la cual, aunque profesaba ser la casa de Dios, era de labios inmundos e hipócritas. Debido a su contacto con ella el resto tenía muchas manchas y todavía estaba infectado con muchas de sus tradiciones y prácticas. Sobre esta base el resto de los escogidos de Dios podía haber sido destruído junto con el mundo en aquel tiempo cuando principió el juicio por la casa de Dios. Pero acortando los días de la tribulación contra la organización de Satanás dió lugar para la liberación de ellos y también para la liberación de todas las otras ovejas que desde entonces se han juntado al redil del Pastor Propio.—Mat. 24:21, 22; Juan 10:16, NM.
23. ¿Qué controversia se quiso impresionar aquí sobre el que vió la visión? Porque la visión es en el templo, ¿qué se indica?
23 El hecho de que el reino de Jehová ya se ha establecido es lo que hace tan seria la situación para la clase de Isaías. Esta tenía que ser impresionada con el hecho de su establecimiento y luego era necesario aclararle enérgicamente cuáles eran sus obligaciones. Esto se indica por el clamor de congoja de Isaías: “Por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.” El rey leproso de Israel murió, pero allí sobre su trono estaba el Rey santo y viviente de toda la tierra en su templo de juicio. Por eso no es tiempo para lamentar al rey Uzías muerto ni a su contraparte moderna. Es tiempo para adorar, servir y anunciar al Rey viviente y verdadero, atendido por sus huestes de serafines, querubines y ángeles. Es tiempo para decir: “Alaben a Jah, porque Jehová nuestro Dios, el Todopoderoso, ha empezado a gobernar como rey.” (Apo. 19:6, NM) El gobierno de la tierra pertenece, no al hombre, sino a Jehová Dios, y él reina en santidad. La dominación de la tierra es una parte de la controversia acerca de la soberanía universal. Toda la humanidad ahora tiene que enfrentarse con esta controversia, y se hizo que el resto viera que éste es el punto supremo en cuestión. Siendo que es en el templo donde Jehová se presenta como Rey, esto manifiesta que está interesado en la adoración del Dios verdadero. Él Rey es Dios, y Dios es el Rey. Por eso su reino es teocrático y es el único gobierno legítimo para todos los hombres, y tiene que poner en vigor la verdadera adoración en la tierra.
MEDIOS DE LIMPIEZA
24. ¿Los miembros de qué cuerpo necesitaban limpieza? ¿Por qué se dió énfasis a ellos?
24 Hoy reconocemos con gratitud cómo se llevó a cabo la limpieza de la clase moderna de Isaías por medio de la bondad inmerecida de Jehová. “Y voló, a donde yo estaba, uno de los serafines, y traía en su mano un ascua encendida, que con las tenazas había tomado de sobre el altar; y con ella me tocó la boca, diciendo: ¡He aquí, ésta ha tocado a tus labios! ¡ya ha sido quitada tu iniquidad, y está perdonado tu pecado!” (Isa. 6:6, 7) Para que la clase de Isaías fuera restaurada al favor del Rey sus labios tenían que ser limpiados. “En cuanto a aquel que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios, el rey será su amigo.” (Pro. 22:11) El mensaje que esos labios hablaran tenía que ser puro, intransigente, libre de todo temor al hombre y de las tradiciones religiosas y de las filosofías humanas y de todo elogio egoísta de los hombres. Fué necesario que Dios cumpliera su promesa de dirigir “a las gentes un lenguaje puro [literalmente, un labio puro], para que todas ellas puedan invocar el nombre de Jehová, para servirle con un consentimiento”. (Sof. 3:9, AN) Habían de ser testigos de que Jehová es el Soberano Universal y por eso habían de ofrecerle el “sacrificio de alabanza, esto es, el fruto de labios que públicamente declaran su nombre”. (Heb. 13:15, NM) Estaba implicada aquí la falta de predicadores embajadores, profetas, proclamadores Por esa razón se dió énfasis a la condición de los labios. En ese tiempo casi todos los del resto se estaban ofreciendo voluntariamente para distribuir tratados gratuitos de la Biblia, varios centenares de ellos eran publicadores precursores de tiempo cabal, los ancianos electivos de las congregaciones eran principalmente los conferenciantes públicos y muchos sólo asistían a las reuniones. Pero ahora todos tenían que ser testigos activos con sus labios limpios del temor.
25. ¿Cómo se llevó a cabo la limpieza, y por qué con medios apropiados?
25 La visión de Isaías manifiesta que nuestra limpieza no vino por medios humanos, sino por medios seráficos o sobrehumanos. Los humanos, siendo ellos mismos inmundos, no podían efectuar la limpieza tan necesaria. El usar Jehová un serafín nos hace recordar que, cuando el Lázaro de la parábola murió en cuanto a su condición mendiga, fué llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán. Las tenazas de oro que usó el serafín para coger la piedra caliente o ascua encendida se habían tomado del portalámparas de oro en el compartimiento santo del templo. (1 Rey. 7:49; 2 Cró. 4:21; Éxo. 25:38; 37:23; Núm. 4:9) De modo que eran parte del equipo de iluminación. Para limpiar nuestros labios respecto a lo que dicen y al modo de decirlo tenía que haber un esclarecimiento espiritual, así como se simbolizó por el portalámparas de oro. El ascua encendida que fué aplicada a los labios no se tomó de un fuego ordinario, sino del fuego debajo del altar de sacrificio en la corte del templo, fuego que nunca debería apagarse. (Lev. 6:12, 13) El altar representa el sacrificio de Cristo. De modo que el ascua encendida vino del lugar apropiado para purgar los labios como si fuera con fuego. Representó el mensaje limpiador, el cual destruye las tradiciones y los preceptos de los hombres e imparte denuedo, celo, de modo que el mensaje del Reino llega a ser como fuego ardiente en los huesos de uno. Dijo Jesús: “Ustedes ya están limpios a causa de la palabra que yo les he hablado.” (Juan 15:3, NM) En armonía con esto, cuando Jehová comisionó a Jeremías como su profeta, extendió su mano y tocándole los labios le dijo: “He aquí que pongo mis palabras en tu boca.”—Jer. 1:9; Isa. 51:16.
26. ¿Cuál era el pecado del resto, cómo fué cubierto, y con qué fin fué limpiado?
26 Cualquier impureza de labios en estos días después de 1914 cuando Jehová empezó a gobernar como Rey es incorrecta y es pecado. Por esto cuando el serafín tocó los labios de Isaías con el ascua encendida dijo: “¡He aquí, ésta ha tocado a tus labios! ¡ya ha sido quitada tu iniquidad, y está perdonado tu pecado!” O, según la traducción de Rótherham (en inglés) que manifiesta de una manera más amplia el significado de las palabras del serafín, “Y tu pecado [será] cubierto por propiciación.” El pecado del resto fué cubierto por el sacrificio propiciatorio de Jesús, representado por el altar de donde tomó el serafín el ascua ardiente. De modo que, en vez de ser herido con una maldición mortífera como el presuntuoso rey Uzías, el resto fué perdonado benignamente por medio de Cristo a causa de su arrepentimiento y no fué destruído. La limpieza de sus labios no se hizo para prepararlos para marcharse inmediatamente a su morada en el cielo. Se hizo para prepararlos para un servicio terrenal durante el tiempo más crítico de la historia humana. De modo que fueron preservados para que usaran sus labios limpiados con libertad de palabra en este día de juicio.—1 Juan 4:17, 18, NM.
27. Entonces ¿cuál debe ser el curso del resto de aquí en adelante?
27 ¡Qué agradecidos podemos estar de esta limpieza! Nos ha hecho diferentes de toda la cristiandad, la cual va de mal en peor en cuanto a la inmundicia de sus labios. No nos conviene sufrir una recaída, mediante el ceder otra vez al temor de las criaturas, sino al contrario seguir adelante hacia la perfección del conocimiento, la fe y la habilidad para el servicio. Nuestra “iniquidad” o maldad de aquel tiempo ha sido quitada por el mensaje real de Dios para este “tiempo del fin”, porque ha servido como un correctivo de lo que pensamos y decimos. Este es el resultado bendito de nuestra visión de él en su templo y de nuestra humillación ante su gloriosa faz.
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Comisionando a testigos en el tiempo del finLa Atalaya 1951 | 15 de agosto
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Comisionando a testigos en el tiempo del fin
1, 2. (a) ¿Qué preguntas concernientes a los testigos de Jehová se contestan por la visión del templo? (b) ¿Cuándo vino la llamada para el servicio? ¿Cómo?
SIENDO que los “tiempos señalados de las naciones” terminaron en 1914, ya hace 37 años que hemos estado en el “tiempo del fin” del mundo de Satanás. (Dan. 12:4; 11:40) Durante todo este tiempo los testigos de Jehová se han hecho más y más activos y prominentes. ¿Por qué? ¿Quién los comisionó y les dió su mensaje? ¿Ha cumplido su propósito este testimonio después de todos estos años? O ¿debe considerarse como un fracaso? Todo esto se contestó en la visión de Isaías en el templo. Fué después de ser limpiado de la condición inmunda de sus labios que él oyó una llamada para el servicio, no de procedencia humana, sino divina. “Oí también la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré? ¿y quién irá por nosotros?” (Isa. 6: 8) Fué una llamada hecha por el Dios Altísimo, el único cuyo nombre es Jehová. La llamada se hizo en 1919, el primer año de la posguerra que siguió después de la Primera Guerra Mundial, y vino por medio de la Biblia que Jehová en su templo esclarecía para su pueblo devoto.
2 La llamada se hizo especialmente clara en el artículo de dos partes publicado en The Watchtower (La Atalaya) del 1 y 15 de agosto de 1919, intitulado “Benditos son los intrépidos”. Se hizo con todavía más énfasis en la asamblea internacional de los testigos de Jehová en Cedar Point, Ohío, del 1 al 8 de septiembre de 1919. La invitación para el servicio hecha por Jehová en su templo se hizo como una llamada general, y la oportunidad se abrió para que respondiera cualquiera que oyera. Semejante a Isaías, el resto estaba en posición para responder en 1919. Precisamente por qué el clero religioso de la cristiandad no vió la visión, no oyó la invitación divina para servicio y no respondió, la visión de Isaías aclara satisfactoriamente.
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