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    La Atalaya 1951 | 1 de noviembre
    • en su mente”. No se comete ningún pecado al casarse legalmente. Cada cristiano está libre para casarse, pero “con tal que esté en el Señor”, es decir, con tal que el consorte esté en unión con el Señor. De modo que la pregunta se reduce a cuál estado es preferible, la soltería o el matrimonio. Pablo contesta esa pregunta como un varón que tiene el espíritu de Dios: “También el que da su virginidad en matrimonio hace bien, pero el que no la da en matrimonio hará mejor.”—1 Corintios, capítulo 7, NM.

      4. Si un cristiano ora acerca del matrimonio o consulta con un hermano acerca de ello, ¿qué puede esperar y qué no?

      4 El matrimonio a veces inhabilita a una persona para algún puesto especial de servicio en conexión con la organización visible de Dios, porque se necesita allí un varón soltero. A pesar de esto, un soltero se enamora de una muchacha y siente el deseo de casarse con ella. ¿Deberá llevar a cabo ese deseo o no? Se pregunta a sí mismo, ¿Qué es la voluntad de Dios? Luego dice él, Oraré a Dios para que me enseñe cuál es su voluntad. Pero Dios no le da una contestación directa y personal que sea especialmente para el caso de él. Consulta entonces a un hermano cristiano. Pero Dios no inspira a ese hermano para que sea un profeta y no le da un mensaje específico para que le diga al indagador que debe casarse o no. Todo lo que puede hacer ese hermano es aconsejarle que consulte la Palabra escrita de Dios, o le puede decir al hermano perplejo lo que ésta dice. El hermano se siente frustrado y se marcha descontento y lastimado. Pero no se sentiría de esa manera si no estuviera permitiendo que su deseo egoísta lo dominara.

      5. ¿Aconseja Dios que un cristiano se case, y cuál es la idea de algunos en buscar consejo de otros en cuanto al matrimonio?

      5 Dios no le dirá a cierto individuo cristiano si debe casarse o no. El deja que cada uno haga su propia decisión y tome las consecuencias. Pero la idea que tiene alguna persona que desea casarse es ésta: En vista que tantos matrimonios resultan malos en estos días él quiere que otra persona le asegure que todo le irá bien si él se casa, y así que tome la responsabilidad de aconsejarle que se case. Si el matrimonio no da buenos resultados, entonces no tendrá que culparse a sí mismo por haberse casado; no estaba haciendo su propia voluntad cuando hizo eso, ¡o no! sino que estaba obrando de acuerdo con el consejo de otra persona y esa persona tiene la culpa.

      6. ¿Fué la voluntad de Dios que Isaac se casara? ¿Cómo se escogió la esposa de él?

      6 Dios no tomará la responsabilidad de aconsejarnos directamente que nos casemos para así ser responsable de las consecuencias. Debemos tener presente que no somos Isaacs o Rebecas. Isaac no fué quien decidió casarse. Abrahán su padre decidió eso y envió a un agente o mediador para conseguir una esposa para Isaac del parentesco de su hermano. ¿Fué la voluntad de Dios que Isaac se casara? Sí; porque lo que sería llamada la simiente o prole de Abrahán había de ser de la línea de Isaac y por esto Isaac había de criar un hijo o hijos y tener una esposa legal para eso. Pero tenía que ser una esposa tomada de entre su propio parentesco semita. Isaac no escogió su propia esposa. Nunca la había visto antes que el mediador por fin se la presentó. Para determinar cuál muchacha debía escoger, el mediador le propuso a Dios una señal cuando estaba al lado del pozo donde se encontró con ella. Por medio de cumplir esa señal Dios indicó cuál muchacha debía escogerse. La muchacha resultó ser una prima segunda de Isaac.

      7. ¿Qué proceder bíblico está abierto a un cristiano que no quiere determinar por sí mismo en cuanto al matrimonio? ¿De qué fué cuadro la selección de Rebeca?

      7 Hoy, sin embargo, no estamos bajo tales arreglos matrimoniales en los países democráticos del Occidente. No somos Isaacs teniendo la obligación de casarnos y criar hijos para mantener sin interrupción la línea de descendencia hasta la llegada de Cristo la Simiente Prometida de Abrahán. El matrimonio es un asunto personal que cada cristiano tiene que decidir para sí mismo. No descansa sobre él ninguna obligación divina requiriendo que se case. Si no desea aceptar la responsabilidad de determinar por sí mismo en cuanto a si debe casarse, entonces que haga como se hacía en los tiempos bíblicos y que deje que sus padres o guardianes lo decidan por él. Si ellos deciden que debe casarse, entonces que ellos le escojan la novia, sin importar que él nunca la haya visto antes, y que arreglen el contrato para unir la muchacha a él. ¡Oh, pero eso le quitaría la libertad de escoger su propia muchacha! ¡No le gusta eso! Entonces que él cargue con su propia responsabilidad y que él mismo decida en cuanto a si debe casarse y en cuanto a la muchacha. La dirección que Dios proveyó para conseguirle una esposa a Isaac no fué un cuadro para manifestar cómo Dios escoge una esposa para cada cristiano individual que desea casarse. Es un cuadro manifestando cómo Dios escoge una esposa para el gran Novio, su Hijo Jesucristo, y cómo envía a su ángel para escoger a los que serán miembros en la clase de la esposa.—Gén. 24:1-67.

      8. ¿Qué información directa da Dios en cuanto a la soltería y el matrimonio, y qué es la voluntad de Dios para con los que se casan?

      8 Por esto, aparte de avisar que el cristiano debe casarse “en el Señor”, Dios no ejerce ninguna voluntad para decidir, sino que permite que cada cristiano tenga completa libertad en este asunto. Dios le asegura que no peca si se casa “en el Señor”, pero le dice cuál será su porción si permanece soltero y cuál si se casa. Está libre para permanecer soltero y así gozar una esfera de servicio más grande y los privilegios especiales para los cuales su soltería le da cabida. Está libre para casarse, sin cometer pecado, y así gozar los placeres, las bendiciones y los privilegios del matrimonio. Pero al hacerlo tiene que ceder parte del dominio sobre su propio cuerpo y tiene que esperar “tribulación en la carne”. No es pecado si ejerce su deseo en este sentido. ¿Qué es lo que desea? La voluntad de Dios solamente es que, si se casa, tiene que amar a su esposa, mantener la cama matrimonial sin mancha mediante el no cometer adulterio, y criar a sus hijos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová y probar su integridad a Dios pagándole los votos que le ha hecho.—Efe. 5:22-33; Heb. 13:4; Efe. 6:4, NM.

  • El espíritu, la organización y la Palabra
    La Atalaya 1951 | 1 de noviembre
    • El espíritu, la organización y la Palabra

      1. ¿Qué cosa tiene el cristiano la responsabilidad de consultar y estudiar? ¿Por qué?

      SIENDO que la Biblia manifiesta lo que es la voluntad de Dios, y siendo que el cristiano está dedicado para hacer la voluntad de Dios, el cristiano es responsable de consultar y estudiar la Palabra de Dios. Sólo de esa manera puede aprender a conseguir la vida eterna. El apóstol Pablo le escribió a Timoteo: “Desde la infancia has conocido las santas escrituras que te pueden hacer sabio para la salvación por medio de la fe en conexión con Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y es benéfica para enseñar, para reprender,

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