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  • Resurrección—de un cuerpo muerto o de un alma muerta, ¿cuál?
    La Atalaya 1963 | 15 de abril
    • Resurrección—de un cuerpo muerto o de un alma muerta, ¿cuál?

      “Habrá una resurrección.”—Hech. 24:15.

      1-4. (a) ¿Qué idea quizás le suene a los lectores de La Atalaya como nueva o rara, y esto en vista de qué experiencia de Pablo ante un tribunal ateniense? (b) ¿Cuál es nuestra esperanza tocante a tales lectores, y por qué?

      LA VIDA futura de los humanos que han muerto depende de la resurrección de los muertos. Tal vez la idea le suene al lector como algo nuevo o raro. Así sonó a los jueces intelectuales del tribunal mas alto de Grecia en los días antiguos. Este era el tribunal del Areópago o del cerro de Marte, y tuvieron ante ellos a un hombre acusado de herejía religiosa. Era Pablo, un apóstol cristiano. Él les habló acerca de un Dios a quien ofrecían sacrificios pero que no obstante les era un Dios desconocido. Les era desconocido en cuanto a sus facultades y propósitos, porque estos jueces solo conocían la filosofía griega pagana. Por eso les causó bastante sorpresa cuando Pablo mostró qué clase de juez era este Dios al decir:

      2 “Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia, empero ahora le está diciendo a la humanidad que todos ellos por todas partes deben arrepentirse. Porque él ha fijado un día en que se propone juzgar a la tierra habitada en justicia por medio de un hombre a quien ha nombrado, y él ha proporcionado una garantía a todos los hombres con haberlo resucitado de entre los muertos.”—Vea Hechos 17:30, 31, en La Santa Biblia.

      3 En cuanto a cómo reaccionaron aquellos jueces de sabiduría mundana de Atenas, Grecia, el registro en Hechos 17:32-34 nos dice: “Bueno, cuando ellos oyeron acerca de una resurrección de los muertos, algunos empezaron a mofarse, mientras que otros dijeron: ‘Le oiremos acerca de esto aun otra vez.’ Así que Pablo se salió de en medio de ellos, pero algunos hombres se unieron a él y vinieron a ser creyentes, entre quienes también estaban Dionisio, juez de la corte del Areópago, y una mujer llamada Dámaris, y otros además de ellos.”

      4 El que hubiera reacciones semejantes de parte de los que leen esta consideración de este milagro de Dios de la resurrección no sorprendería, pero nuestra esperanza es que la reacción de algunos lectores sea como la del juez Dionisio, Dámaris y los otros que se hicieron creyentes. Porque, si las personas resultan indignas de una resurrección, ¿qué esperanza queda para ellas después de la muerte?

      5. ¿Hubo resurrecciones de los muertos antes de nuestra era común, y qué evidencia existe para apoyar a respuesta dada?

      5 En tiempos antiguos, antes de que Dios resucitara a aquel por medio de quien se propone juzgar a la tierra habitada, hubo resurrecciones de los muertos. Leemos en cuanto a esto en el quincuagésimo octavo libro de la Santa Biblia, a saber, en Hebreos 11:35, el cual nos habla de personas que tuvieron fe en el Todopoderoso Dios y en su poder para resucitar a los muertos: “Mujeres hubo que recibieron por resurrección a sus hijos muertos; y otros fueron muertos a palos, no admitiendo la libertad, para alcanzar otra resurrección mejor.” (Mod) Una de estas mujeres fue una viuda fenicia de la población de Sarepta, cuyo hijo fue devuelto a la vida por Elías el profeta de Dios. La otra fue una mujer de la población israelita de Sunem, cuyo hijo joven fue levantado a la vida por Eliseo el profeta de Dios. Más tarde, no sabemos después de cuánto tiempo, los hijos de estas dos mujeres murieron otra vez, y ahora aguardan la resurrección de los muertos con otros del género humano, en un nuevo mundo donde Dios les proveerá la oportunidad de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca bajo el reino de Dios.—1 Rey. 17:8-24; 2 Rey. 4:8-37; Luc. 4:25,26.

      6, 7. (a) ¿Por qué sabía Pablo de lo que hablaba a aquellos jueces del Areópago? (b) ¿Cómo recalcó también esta verdad importante a otros?

      6 Tocante a la resurrección que el apóstol Pablo mencionó a los jueces del Areópago en Atenas, fue hace mil novecientos años que Dios levantó a este individuo especial como una garantía de que habrá un día en el cual Dios juzgará a la tierra habitada en justicia. Pablo sabía de lo que hablaba, porque él mismo se había encontrado con este resucitado, que se identificó a Pablo como Jesucristo, el Hijo de Dios.—Hech. 9:1-19.

      7 Como resultado de este encuentro Pablo cambió de ser un perseguidor de los seguidores de Jesucristo a ser uno de esos seguidores él mismo. Como hombre inocente Jesucristo murió a manos de sus enemigos religiosos. Por esa razón el Todopoderoso Dios lo levantó de entre los muertos y así suministró la garantía de que habría un día de juicio futuro por el beneficio del cual los muertos serían resucitados. El apóstol Pablo recalcó esta verdad importante, no solo a los jueces del Areópago, sino también en una carta en la cual escribió: “Ahora Cristo ha sido levantado de entre los muertos, las primicias de los que se han dormido [en la muerte]. Pues como la muerte es por medio de un hombre, la resurrección de los muertos es también por medio de un hombre. Porque así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados.”—1 Cor. 15:20-22.

      8. ¿Por qué es la resurrección una posibilidad, pero qué pregunta puede hacer surgir algún lector de La Atalaya en cuanto a la necesidad de ella?

      8 Imposible como pueda parecernos a nosotros los humanos moribundos la resurrección, es perfectamente posible para el Todopoderoso Dios. Él no declararía a los hombres lo que no pudiera hacer. Un ángel de Dios le dijo a María la madre de Jesús: “Con Dios ninguna declaración será una imposibilidad.” Y Jesús mismo dijo: “Lo que es imposible para los hombres para Dios es posible.” (Luc. 1:37; 18:27) Sin embargo, a causa de nuestra incapacidad para entender las cosas al principio, la enseñanza de la Biblia de que habrá una resurrección de los muertos quizás haga surgir ciertos problemas. Por ejemplo, algún lector quizás diga: ‘¿Cómo puede haber una resurrección de los muertos? El alma humana es inmortal; no muere, y por eso no hay muertos. ¿Por qué, entonces, se necesita una resurrección? ¿Qué es lo que habrá de resucitarse?’

      9. A esta pregunta, ¿qué puede contestar uno que crea en cierto credo religioso bien conocido?

      9 Otro lector quizás piense que tiene la respuesta a esto y conteste: ‘Como ustedes dicen, el alma es inmortal, y no necesita ninguna resurrección, porque sigue viviendo después de la muerte del cuerpo humano. De modo que es el cuerpo lo que es resucitado, y este cuerpo la gente resucitada lo lleva ya sea al cielo para felicidad eterna con Dios o a un infierno ardiente para castigo eterno en las llamas de fuego mezclado con azufre. En nuestra iglesia repetimos El Credo de los Apóstoles, y, entre otras cosas, dice: “Creo en Dios el Padre Todopoderoso, Hacedor del cielo y de la tierra, y en Jesucristo su único Hijo nuestro Señor, . . . el perdón de los pecados; la resurrección del cuerpo; y la vida eterna. Amén.” Esto lo prueba.’

      10. Pero, ¿por qué no lo prueba eso, y a cuál pregunta pertinente nos enfrentamos, con una respuesta solo de dónde?

      10 Sin embargo, debemos decir: No, eso no lo prueba; porque ese Credo no fue compuesto por los doce apóstoles de Jesucristo. Fue compuesto, a más tardar, tres siglos después.a Con lo que escribieron los inspirados apóstoles y discípulos en los últimos veintisiete libros de la Biblia, nadie puede probar la enseñanza de que habrá una resurrección del mismísimo cuerpo en el cual los muertos murieron. Todos tendrán que admitir que la pregunta que algunas personas presentan es razonable, que, si el alma humana no puede morir sino que sigue viviendo en una región invisible, ¿cómo habrán de ser levantados algunos muertos y por qué se necesita una resurrección? Por esta razón nos vemos ante esta pregunta: ¿Es la resurrección la de un cuerpo muerto o la de un alma muerta? ¿Cuál es? Para nuestra satisfacción completa, debemos dejar que la inspirada Santa Biblia conteste la pregunta.

      ÉSTA COSA LLAMADA “ALMA”

      11. ¿Cuáles puntos de vista sobre “alma” por lo tanto quedan bajo examen?

      11 Los escritores inspirados de la Biblia, hebreos o judíos, y también Jesús, tuvieron un entendimiento de lo que quería decir “alma.” Los no judíos paganos tenían su propio entendimiento de lo que llamaban “alma.” ¿Estaban de acuerdo los dos entendimientos? Clérigos religiosos de la cristiandad, en general, arguyen que los dos estaban de acuerdo, porque el clero adopta la enseñanza pagana del alma humana y la aplica a la Biblia escrita por hebreos y hebreos cristianos. Pero, ¿están de acuerdo los dos puntos de vista?

      12, 13. (a) ¿Qué dijo el jefe de redacción de una nueva traducción de la Tora puesta en circulación apenas este año acerca de “alma”? (b) De acuerdo con eso, ¿qué dice el Léxico por Brown, Driver y Briggs acerca de néfesh?

      12 En enero de este año 1963 la Sociedad de Publicaciones Judías de los Estados Unidos publicó una nueva traducción de los primeros cinco libros de la Biblia, conocidos en el hebreo como Tora o en griego como Pentateuco, en otras palabras, los primeros cinco libros como fueron escritos por el profeta de Dios, Moisés.b Antes de que esta nueva traducción del hebreo original fuera puesta en circulación, un reportero del Times de Nueva York tuvo una entrevista con el jefe de redacción de la traducción, el Dr. Enrique M. Orlinsky, el profesor de Biblia del Colegio Unión Hebreo de la ciudad de Nueva York. Después de esta entrevista, aquí, en parte, está lo que el reportero del Times dijo en el número de ese diario del 12 de octubre de 1962:

      La palabra “alma” casi ha sido eliminada de la traducción, dijo el Dr. Orlinsky, porque “la palabra hebrea de que se trata aquí es ‘Néfesh.’”

      “Otros traductores han interpretado que ésta significa ‘alma,’ lo cual,” él dijo, “es completamente inexacto. La Biblia no dice que tenemos un alma. ‘Néfesh’ es la persona misma, su necesidad de alimento, la mismísima sangre de sus venas, su ser.”

      13 Sin embargo, no dejaremos que la palabra de este jefe de redacción del hebreo sea la autoridad final sobre el asunto. Dirijámonos también a los productores de los diccionarios de hebreo-inglés. Consulte en la biblioteca pública A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament, basado en el Léxico de Guillermo Gesenius y editado por tres clérigos, los Dres. Brown, Driver y Briggs, en su edición corregida de 1952. En la página 659, bajo la palabra hebrea Néfesh, este Léxico es lo bastante honrado para admitir eso, en la columna dos: “2. La néfesh llega a ser un ser viviente: por medio de soplar Dios neshamath jayim en la nariz de su basar; del hombre Génesis 2:7; por deducción de animales también Génesis 2:19; así el Salmo 104:29, 30, compare con Sal 66:9; el hombre es néfesh jayah, un ser viviente, que respira Génesis 2:7; en otras partes néfesh jayah siempre de animales Génesis 1:20, 24, 30; 9:12, 15, 16; Ezequiel 47:9; . . . 3. La néfesh . . . es específicamente: a. un ser viviente cuya vida reside en la sangre . . . (por consiguiente uso sacrificatorio de sangre, y su prohibición en otros usos; . . .) . . . c. Néfesh se usa para la vida misma 171 veces, de animales Proverbios 12:10, y del hombre Génesis 49:3c . . .”c

      14. ¿Qué dice el Léxico por Koehler y Baumgartner sobre néfesh, y con qué referencia a la “noción griega de alma”?

      14 A fin de tener más de un testigo sobre el asunto, dirijámonos también al Lexicon for the Old Testament Books, por L. Koehler y W. Baumgartner, en su edición de 1953, que da definiciones tanto en alemán como en inglés. En la página 627 de su tomo 2, este Léxico dice, bajo Néfesh: “la sustancia que respira, que hace al hombre y al animal seres vivientes Génesis 1:20, el alma (estrictamente diferente de la noción griega del alma) el asiento de la cual es la sangre Génesis 9:4f; Levítico 17:11; Deuteronomio 12:23 (249 veces): 3. néfesh jayah ser viviente; Génesis 1:20, 24 (= animales) Gén 2:19 . . . Gén 2:7; 9:10, 16. . . . 4. alma = ser viviente, individuo, persona . . . que mata a una persona Números 31:19, . . . destruye vidas, personas Ezequiel 22:27;...7. Néfesh aliento = vida (282 veces)...” Y en la página 628, columna 1: “Néfesh un muerto (se ha desarrollado de una persona) Levítico 21:1; Números 6:11; 9:10; Levítico 22:4; Aggeo 2:13; Números 5:2; 9:6f; 19:11, 13 . . .”

      15. ¿Qué significado de “alma” aceptaron Jesús y sus apóstoles, y cómo mostró esto Pablo en 1 Corintios 15:45?

      15 Sería incorrecto el que nosotros echáramos a un lado las definiciones autorizadas supracitadas solo porque quisiéramos adherirnos a la enseñanza de una preferida secta religiosa de la cristiandad. El supracitado significado de néfesh o alma fue el que Jesucristo y sus apóstoles escogidos aceptaron. Hoy nosotros debemos aceptar también ese significado si deseamos resultar ser sus discípulos y saber la verdad que nos hace libres. (Juan 8:31, 32) Por ejemplo, al considerar la resurrección, el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:45 cita un versículo del segundo capítulo de la Biblia que muestra qué es un alma humana, a saber, Génesis 2:7. En la popular Biblia Versión Moderna este versículo dice: “Y Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en sus narices aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.” Ese primer hombre fue llamado Adán, y fue un “alma.”

      16. ¿Qué hecho no trató de contradecir Pablo, en contraste con la Versión Torres Amat de 1943 en 1 Corintios 15:45?

      16 Por favor note usted que, cuando el apóstol Pablo cita Génesis 2:7, al discutir la resurrección, no trata de contradecir el hecho de que el primer hombre Adán fue un alma. Pablo no dice que Dios sopló en la nariz del hombre un alma. Él no cambia la fraseología para acomodar la idea griega de un alma o psyqué. La Versión Torres Amat de 1943 hace tal cambio de fraseología, con una carta como prólogo por el cardenal Copello de la Argentina, pues traduce 1 Corintios 15:45: “El primer hombre Adán fué formado con alma viviente, el postrer Adán, Jesucristo, ha sido llenado de un espíritu vivificante.”

      17. ¿Cómo, por lo tanto, muestra Pablo estar de acuerdo con el doctor de hebreo sobre el asunto de néfesh?

      17 El apóstol Pablo escribió en griego común; y aunque usó la palabra griega psyqué en vez de la palabra hebrea néfesh, escribió: “Y por eso está escrito: El primer hombre Adán fue hecho alma viviente; el último Adán fue hecho espíritu vivificador.” (1 Cor. 15:45, VA) El apóstol Pablo convino así con el doctor Orlinsky de hoy en que “la Biblia no dice que tenemos un alma. ‘Néfesh’ [el alma] es la persona misma.” Pablo igualmente afirma que un alma humana no es un espíritu sino que es diferente de un espíritu.—Heb. 4:12.

      ¿MUERE EL ALMA HUMANA?

      18. ¿Mueren las almas animales, y qué preguntas surgen en cuanto al alma humana?

      18 Los inspirados escritores de la Santa Biblia llaman a los animales inferiores, los pájaros, las bestias, los peces, los insectos, “almas vivientes,” y estas criaturas mueren. En su caso, entonces, el “alma” o néfesh o psyqué muere. Ah, pero el hombre es una criatura superior a esos animales y es una creación separada y distinta de esos animales. Por eso el alma humana no muere, ¿verdad? Para una inspirada respuesta decisiva, ¿aceptaremos la palabra de los filósofos griegos precristianos Pitágoras y Platón, o aceptaremos la palabra del profeta de Dios, Moisés, y los otros inspirados escritores de la Santa Biblia? Debido a que deseamos la respuesta autorizada de Dios, nos dirigimos a su Biblia inspirada.

      19. ¿Cómo muestra el Léxico supracitado lo correcto de la expresión “alma muerta”?

      19 El supracitado Léxico hebreo-inglés nos dirigió a varios versículos bíblicos donde se menciona una néfesh o alma muerta. Vea estos versículos en su copia de la Versión Moderna de la Biblia, y usted hallará esto: En Levítico 21:1; 22:4 néfesh (la palabra hebrea para “alma”) se traduce “muerto,” también en Números 5:2; 6:11. Pero en Números 6:6 se traduce “cuerpo” en la expresión “cuerpo muerto”; o, como el Hebrew and Chaldee Concordance of the Old Testament de Englishman dice, en la página 829b, “literalmente, alma muerta.” En Números 9:10 néfesh aparece traducida con la palabra “cadáver,” también en Números 9:6, 7; como “cadáver humano” en Números 19:11,13 y como “muerto” en Aggeo 2:13.

      20. ¿Cómo muestra este Léxico si el alma humana es destructible o no, y qué verdad muestra claramente Ezequiel 18:4, 20?

      20 Además de esto, el Léxico nos dirige a Números 31:19 como un caso de matar una néfesh o alma, y a Ezequiel 22:27 como un caso de destruir una néfesh o alma. Estos versículos prueban en sí mismos que la Palabra escrita de Dios enseña que el alma humana es mortal y que muere. Pero ningún versículo de la Biblia es más claro sobre esta verdad que Ezequiel 18:4 (Mod), en el cual el Señor Dios dice: “He aquí que todas las almas son mías: como el alma del padre, así también el alma del hijo; mías son todas; y el alma que pecare, ésa es la que morirá.” El Eze 18 versículo 20 repite: “El alma que pecare, ésa es la que morirá.” Vea también Ezequiel 13:19, Mod.

      21, 22. Pero, ¿cambió lo que el alma humana es con el “Nuevo Testamento Cristiano,” y qué mostraron Jesús, Pablo y Felipe sobre esto?

      21 Posiblemente algunos de nuestros lectores digan: ‘Pero en el Nuevo Testamento Cristiano las cosas están cambiadas y se muestra que es una verdad cristiana el que el alma humana no muere, sino que es inmortal.’

      22 ¡Pero no es así! ¿No dijo el apóstol cristiano Pablo que “el primer hombre Adán fue hecho alma viviente”? Por consiguiente cuando Adán murió a la edad de 930 años y regresó al polvo porque era polvo cuando comenzó, el alma humana murió. (Gén. 3:19; 5:5) Cuando Jesús dijo a sus doce apóstoles que no temieran a los hombres, ¿qué dijo? “No temáis a los que matan el cuerpo, pero al alma no la pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir así el alma como el cuerpo en el infierno.” (Mat. 10:28, Mod) En su última noche en el Jardín de Getsemaní, ¿qué dijo a sus apóstoles? “Tristísima está mi alma, hasta la muerte.” (Mat. 26:38; Mar. 14:34, Mod) Felipe el evangelizador aplicó con textualmente a Jesús la profecía de Isaías 53:12 (Mod), que dice: “Derramó su alma hasta la muerte.”—Hech. 8:30-35.

      23. ¿Cómo están Santiago y Apocalipsis de acuerdo con lo susodicho?

      23 El discípulo Santiago termina su carta diciendo: “Hermanos míos, si alguno de vosotros se desviare de la verdad, y alguno le convirtiere, sepa éste, que el que hiciere a un pecador convertirse del error de su camino, salvará de la muerte una alma.” (Sant. 5:19, 20, Mod) Y en el último libro de la Biblia leemos, en Apocalipsis 16:3 (Mod): “El segundo [ángel] derramó su tazón en el mar, el cual se convirtió en sangre, como de muerto; y toda alma viviente, de las que había en el mar, murió.”

      24. ¿Contradice una parte de la Biblia a la otra parte sobre el asunto del alma muerta, y qué palabras de la Biblia no aplican a “alma”?

      24 Recordamos al conferenciante bíblico viajero de hace algunos años que desafiaba a sus auditorios diciendo que les daría un billete de cinco dólares por cada texto bíblico que le mostraran que dijera que el alma humana es inmortal. Inútil es decirlo, nunca se vio obligado a dar a nadie siquiera un billete de cinco dólares; porque la Biblia no se contradice en el hecho de que el alma humana muere a causa del pecado. En todos sus centenares de páginas la Biblia usa las palabras “inmortalidad, inmortal, incorrupción, incorruptible” solo dieciséis veces en la Biblia Versión Autorizada (o, Versión del rey Jaime), y ni una sola vez aplica la Palabra de Dios estas palabras al alma humana.d

      25. El indicar nosotros estos hechos de la palabra de Dios, ¿cómo debería hacer que se sintieran todos, y por qué?

      25 ¿Por qué deberían ciertas personas religiosas encolerizarse y rehusar leer más solo porque indicamos estos hechos sobre el alma de la Palabra de verdad de Dios? ¡Esto debería hacer que todos se alegraran! ¿Por qué? Porque en la muerte el alma humana muere y por lo tanto no hay ningún alma inmortal consciente que vaya a una clase de infierno o purgatorio pagano para ser atormentada con fuego y azufre para siempre ni aun por un limitado período de tiempo. Este hecho, junto con el hecho asociado de que habrá una resurrección de los muertos, debe alegrar mucho a todos los que aman a Dios y a la humanidad. Nos ayuda a ver claramente por qué tiene que haber una resurrección si los muertos humanos han de vivir otra vez con nosotros en un nuevo mundo en felicidad infinita.

  • Identificando a los resucitados
    La Atalaya 1963 | 15 de abril
    • Identificando a los resucitados

      1. En lo que toca a la resurrección, ¿qué deseamos tocante a nosotros mismos y a otros, y qué seguridad tenemos sobre esto?

      LO QUE deseamos todos nosotros, los que podamos participar en la resurrección, es conocer a nuestros amigos y parientes amados después que regresen de entre los muertos. En realidad, deseamos reconocernos a nosotros mismos. No queremos sufrir la pérdida de la memoria de modo que no sepamos quiénes somos nosotros mismos. La Palabra de Dios nos asegura nuestro reconocimiento mutuo. El apóstol Pablo, que confió en la resurrección, dice: “Entonces conoceré con exactitud así como soy conocido con exactitud.” (1 Cor. 13:12) Pero, ¿cuál será la cosa por la cual nos identificaremos nosotros mismos e identificaremos a otros?

      2. En vista de la explicación que se da de acuerdo con el Credo de los Apóstoles, ¿qué preguntas prácticas surgen acerca de los cuerpos de la resurrección?

      2 ¿Será por medio de tener los mismos cuerpos con los cuales morimos? Así es como se explica el llamado Credo de los Apóstoles. De modo que, la persona que murió con un cáncer maligno que corría con sus tentáculos a través de su cuerpo, ¿tendrá que regresar con el mismo cuerpo en las garras de ese cáncer? La persona que muere devorada de lepra y desfigurada terriblemente, ¿tendrá que regresar con el mismo cuerpo afligido con esa repugnante enfermedad? La mujer encinta que murió con un bebé no nacido en su vientre—¿será levantada de entre los muertos con ese mismo cuerpo encinta y dará a luz el niño en el día de la resurrección o después? La persona que fue atrapada en medio de una explosión y perdió ambos brazos y ambas piernas y tuvo que usar brazos y piernas artificiales después—¿tendrá que ser resucitada solo como un torso sin extremidades superiores ni inferiores? ¿Enseña la Palabra de Dios la resurrección del mismo cuerpo?

      3. ¿Qué casos pueden ser argüidos a favor de resucitar el mismo cuerpo, pero qué sucedió a los que fueron restaurados a la vida en tales casos?

      3 Es cierto que Elías levantó a la vida el mismo cuerpo en el caso de aquel hijo de la viuda fenicia. También, que Eliseo levantó el mismo cuerpo en el caso del hijo de la mujer de Sunem. También, que Jesús levantó los mismos cuerpos en los casos del hijo de la viuda de Naín, de la hija de Jairo, y de su querido amigo Lázaro muerto cuatro días. El apóstol Pedro levantó el mismo cuerpo de la caritativa cristiana Dorcas de Joppe. El apóstol Pablo levantó el mismo cuerpo de Eutico, que se cayó de una ventana de arriba de las escaleras. Pero todos éstos murieron otra vez y quedaron bajo la necesidad de una resurrección futura por el poder de Dios mediante Jesucristo.

      4. ¿Qué argumento en cuanto a cuerpo puede usarse en conexión con Jesucristo, pero qué dice 1 Pedro 3:18, 19 a modo de corrección?

      4 Aquí algunos lectores de La Atalaya tal vez interrumpan y digan: ‘Eso es cierto. Pero Jesucristo mismo fue levantado con el mismo cuerpo en que fue crucificado, y ese hecho establece el modelo para todos los otros muertos que habrán de ser resucitados. Y Jesús ahora tiene ese mismo cuerpo en el cielo al cual ascendió.’ A estos lectores se les ha enseñado así en los sistemas religiosos a los que han asistido. Pero, ¿está de acuerdo con eso el apóstol Pablo? ¿Está de acuerdo con eso el apóstol Pedro? En 1 Pedro 3:18, 19 dice, según The New English Bible de 1961: “Porque Cristo también murió por nuestros pecados una sola vez por todas. El, el justo, sufrió por los injustos, para llevarnos a Dios. En el cuerpo fue muerto; en el espíritu fue traído a la vida. Y en el espíritu fue e hizo su proclamación a los espíritus aprisionados.” Otras traducciones modernas de 1 Pedro 3:18, 19 dicen de manera semejante.

      5, 6. (a) ¿Qué acontecimientos del día de la resurrección de Jesús ayudan a explicar la declaración de Pedro? (b) ¿Por qué tuvo que materializar Jesús un cuerpo de carne y huesos en cada ocasión?

      5 Por eso, en lo que toca a la resurrección de Jesús, Pedro dice que “en el espíritu fue traído a la vida.” Esto explica por qué en la mañana de la resurrección cuando el ángel de Dios hizo rodar la piedra de la puerta del sepulcro los soldados que estaban de guardia no vieron a Jesús levantarse de entre los muertos y salir, aunque sí vieron al ángel materializado. (Mat. 28:1-4) Esto explica por qué, cuando el resucitado Jesús encontró a dos discípulos que caminaban ese día a Emaus y los acompañó y comenzó a cenar con ellos, ellos no lo conocieron hasta que comenzó a servir el pan; y luego desapareció.—Luc. 24:13-35.

      6 Esto explica por qué, cuando los apóstoles y otros discípulos estaban reunidos en Jerusalén a puerta cerrada por temor de los judíos fanáticos, Jesús debe haber pasado a través de las paredes. Pues él, asombrosamente, se paró en medio de ellos, y, después de comer y hablar con ellos, se desvaneció de ellos, pero no a través de alguna puerta desempernada. (Luc. 24:36-44; Juan 20:19-24) Por supuesto, para que Jesús, que había sido traído a la vida en el espíritu, se hiciera visible a sus discípulos, tuvo que materializar en cada ocasión un cuerpo de carne y huesos. Jesús mismo dijo entonces: “Un espíritu no tiene carne y huesos como ustedes contemplan que yo tengo.” Dado que los discípulos de carne y huesos, no podían ver lo que no era carne y huesos, no podían ver a un espíritu y no podían ver al resucitado Jesús, que estaba “en el espíritu.”—Luc. 24:39.

      7. ¿Cómo debemos explicar el que Jesús no mencionara sangre cuando habló a sus discípulos acerca de lo que no tiene un espíritu?

      7 El hecho de que Jesús no mencionara sangre no quiso decir que un espíritu tiene sangre como la de una persona humana. Cuando tentamos o palpamos a una persona, como sus discípulos palparon entonces a Jesús, no tentamos sangre, sino tentamos la carne y los huesos, especialmente huesos en las manos, los pies y el pecho. Un cuerpo carnal sin huesos no podría menos que desplomarse.

      8. ¿Qué explicación puede darse en cuanto a por qué, en ocasiones, los discípulos no reconocieron al resucitado Jesús?

      8 En algunas ocasiones los discípulos no conocieron o reconocieron al resucitado Jesús. (Mat. 28:16, 17; Luc. 24:15, 16; Juan 20:14-16; 21:4-12) La explicación de esto se da en las palabras que se hallan en la Vulgata latina, la Versión Nácar—Colunga católica romana, la Biblia de Lutero alemana y la Versión Moderna, en Marcos 16:12. Este versículo en la Versión Nácar—Colunga dice: “Después de esto se mostró en otra forma a dos de ellos, que iban de camino y se dirigían al campo.” La palabra griega traducida allí “forma” es morfé, que el Léxico griego-inglés dice que significa “forma, figura, aspecto, apariencia.” Pero aun dejando a un lado lo que Marcos 16:12 dice, un estudio cuidadoso de las apariciones de la resurrección aclara al investigador honrado, que no necesita ser un detective como Sherlock Holmes, que el resucitado Jesús materializó diferentes cuerpos convenientes a la ocasión. Por lo menos en dos ocasiones materializó cuerpos que se asemejaron a aquel en que había sido clavado en el madero. (Luc. 24:38-40; Juan 20:20-27) En otras ocasiones la forma o figura que materializó dejó a los discípulos en duda por algún tiempo.

      9. Cuando Jesús ascendió al cielo, ¿qué dijeron los ángeles a los discípulos que observaban, pero qué no dijeron acerca del retorno de Cristo?

      9 Posiblemente algunos lectores pensarán ahora en la ascensión de Jesús al cielo, cómo condujo a sus discípulos al monte de los Olivos, donde, “viéndole ellos, se fué elevando; y le recibió una nube, ocultándole de su vista,” y ángeles les dijeron: “Este mismo Jesús que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá del mismo modo que le habéis visto ir al cielo.” (Hech. 1:9-11, Mod) En esas palabras “del mismo modo” la palabra griega para “modo” no es morfé, sino tropos. De modo que los ángeles no dijeron que este mismo Jesús regresaría en la misma forma o figura, sino del mismo modo. Tampoco dijeron los ángeles que aquellos discípulos verían regresar a Jesús.

      10, 11. (a) ¿Qué arguyen algunos tratando de escapar del hecho de que Jesús no pudo llevar un cuerpo carnal al cielo como muestra 1 Corintios 15:50? (b) ¿Cómo se muestra que no había necesidad de espiritualizar cosas materiales?

      10 Jesús no podía llevar un cuerpo humano a través de las fajas de radiación Van Allen y el espacio exterior hacia el cielo, porque, al considerar la resurrección, Pablo dice: “La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción,” lo que está de acuerdo con la declaración precedente de Pablo: “Se siembra en corrupción, será resucitado en incorrupción.” (1 Cor. 15:42, 50, Mod) ¡Oh! pero algunos lectores dirán: ¡él espiritualizó su cuerpo carnal a fin de llevarlo al cielo! Pero, preguntamos, aquellos ángeles que materializaron cuerpos humanos a fin de aparecerse a los discípulos el día de la resurrección y el día de la ascensión, ¿espiritualizaron aquellos cuerpos en los cuales se aparecieron con el fin de regresar a la región invisible de los espíritus? ¿Espiritualizó Jesús la ropa con la cual se apareció a sus discípulos?

      11 Jesús ciertamente tuvo que materializar ropa con la cual aparecer, porque la ropa que tuvo puesta antes de ser empalado fue dividida entre los soldados y ellos echaron suertes sobre su prenda interior de vestir sin costura; y las vendas con las cuales había sido envuelto su cadáver y el paño que había estado sobre su cabeza se quedaron en el sepulcro. (Juan 19:23, 24; 20:5-7) Si el resucitado Jesús pudo materializar ropa nueva, ¿no pudo también materializar nuevos cuerpos convenientes a fin de aparecer y luego desmaterializarlos en vez de espiritualizarlos? ¡Sí!

      SACRIFICIO NO QUITADO DEL ALTAR

      12, 13. ¿Qué significaría el que Jesús hubiese llevado su cuerpo humano al cielo para disfrutar de él allí, y Por qué?

      12 Si Jesús hubiera llevado su cuerpo de carne, sangre y huesos al cielo y disfrutado de ellos allí, ¿qué significaría esto? Significaría que no habría ninguna resurrección del cuerpo para nadie. ¿Por qué no? Porque Jesús estaría quitando su sacrificio del altar de Dios.

      13 Jesús dijo: “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan vivirá para siempre; y, de hecho, el pan que yo daré es mi carne a favor de la vida del mundo. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, yo le resucitaré el día postrero; porque mí carne es comida verdadera, y mi sangre es bebida verdadera.” (Juan 6:51, 54, 55) ¿Cómo podríamos comer la carne de Jesús y beber su sangre a fin de tener vida eterna y al mismo tiempo Jesús mismo tener la carne y sangre mismas con las cuales vivir en el cielo?

      14. Si Jesús tuviera su cuerpo humano en el cielo, ¿qué significaría esto en cuanto a lo que conoceríamos de Dios y de Cristo, pero cómo se refuta esto?

      14 Suponga que Jesús tiene su cuerpo humano terrestre en el cielo. Dado que los clérigos que insisten en que Jesús tiene su cuerpo humano en el cielo enseñan que él también es Dios mismo, entonces sabemos a quién se parece Dios. Se parece a Jesús cuando estuvo en la Tierra; posiblemente mide un metro ochenta y tres centímetros, tiene una nariz judía, posiblemente barba, tiene los órganos sexuales del hombre, y parece pesar unos cien kilos. Tal vez se parece a la figura de la pintura sobre el Juicio Final hecha por el pintor italiano Miguel Angel y que está en la Capilla Sixtina del Vaticano. Sin embargo, Jesús dijo a los judíos: “El Padre también que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Vosotros nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su apariencia [morfé].” (Juan 5:37, Mod) El apóstol Juan también dijo a los cristianos: “Amados míos, ahora somos hijos de Dios; y todavía no ha sido manifestado lo que hemos de ser; sabemos empero, que cuando él fuere manifestado, nosotros seremos semejantes a él, porque le veremos tal como es.” (1 Juan 3:2, Mod) Las palabras de Juan no serían ciertas si Jesús tuviera su cuerpo humano con él en el cielo, porque entonces sabríamos cómo serán los cristianos en el cielo después de su resurrección de entre los muertos.

      15. Si Jesús tiene su cuerpo humano en el cielo, ¿qué significa esto en cuanto al resultado de comer y beber él con sus discípulos en el cielo?

      15 Otra cosa: Si Jesús tuviera su cuerpo humano en el cielo, entonces tiene el entero sistema digestivo, incluyendo la boca y el estómago; y sus fieles discípulos, al ir al cielo, tendrían las mismas cosas. Recordamos que Jesús les dijo: “Hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, para que coman y beban a mi mesa en mi reino.” (Luc. 22:29, 30) Bueno, entonces, después de comer y beber, el alimento y la bebida pasarían por sus sistemas digestivos. Entonces ¿qué? Bueno, Jesús dijo: “Todo lo que entra en la boca, va al vientre, y es echado en la letrina.” (Mat. 15:17, Val) ¡Piense en ello! Desde la llegada de los cuerpos humanos, tiene que haber ahora letrinas en el cielo, excusados, tanto particulares como públicos, habiendo para hombres y mujeres separados. Y ahora y para siempre Jesús, que los clérigos dicen es Dios mismísimo, tiene que usar un excusado celestial, ¡algo que jamás tuvo que hacer en el cielo antes de venir a ser hombre!a ¡Esto tiene que ser cierto si llevamos los argumentos a sus conclusiones lógicas!

      16. ¿Cómo, sin embargo, es razonable la Biblia en este asunto?

      16 ¡Cuán razonable, sin embargo, es la Biblia al decir que “carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios”! (1 Cor. 15:50) Al explicar el Día de Expiación anual o Yom Kippur de los judíos, el cristiano judío Pablo prueba que Jesucristo no se llevó consigo su cuerpo carnal al cielo sino que lo dejó atrás como un sacrificio humano.

      17. En el Día de Expiación anual de los judíos, ¿cómo se hacía la expiación?

      17 Como se explica en Levítico, en el Le capítulo dieciséis, en el Día de Expiación anual el sumo sacerdote judío llevaba la sangre del toro sacrificatorio y de la cabra sacrificatoria al Santísimo de la tienda o templo sagrado hecho por manos humanas. En cuanto a las pieles, la carne y el estiércol del toro y la cabra, éstos tenían que ser quemados fuera del campo o comunidad y así se deshacían de ellos. Tanto el toro como la cabra representaron al inmaculado Jesucristo como sacrificio humano. El Santísimo al cual se llevaba la sangre del toro y de la cabra representó el cielo mismo, donde está Dios el Creador.

      18. ¿Cómo se explica esto para nosotros en Hebreos 9:11, 12, 24-26 en cuanto a su significado?

      18 Ahora, a continuación, se da la manera en que la propia Palabra de Dios explica esto, en Hebreos 9:11, 12, 24-26: “Cuando vino Cristo como sumo sacerdote de las buenas cosas que han acontecido mediante la tienda más grande y más perfecta no hecha con manos, es decir, no de esta creación, él entró, no, no con la sangre de cabras y de novillos, sino con su propia sangre, una vez para siempre en el lugar santo y obtuvo una liberación eterna para nosotros. Porque Cristo entró, no en un lugar santo hecho por manos, el cual es una copia de la realidad, sino en el cielo mismo, para comparecer ahora ante la persona de Dios a favor nuestro. Ni es con el fin de que él se ofreciera a sí mismo muchas veces, como en verdad entra el sumo sacerdote al lugar santo año tras año con sangre que no es la suya. De otro modo, él [Cristo] tuviera que sufrir muchas veces desde la fundación del mundo. Pero él ahora se ha manifestado una vez para todo tiempo en la conclusión de los sistemas de cosas para apartar el pecado por medio del sacrificio de sí mismo.”

      19, 20. ¿Qué representa el deshacerse de los cuerpos del toro y la cabra expiatorios en cuanto a Jesucristo?

      19 ¿Cómo se deshacían de los cuerpos carnales de los sacrificios del Día de Expiación? Hebreos 13:10-13 contesta: “Tenemos [los cristianos] un altar del cual los que hacen servicio sagrado en la tienda no tienen autoridad para comer. Porque los cuerpos de esos animales cuya sangre el sumo sacerdote lleva al lugar santo para el pecado son quemados fuera del campamento. Por esto Jesús también, para santificar al pueblo con su propia sangre, sufrió fuera de la puerta. Entonces, salgamos a él fuera del campamento, llevando el vituperio que él llevó.”

      20 Según el cuadro del Día de Expiación, como fue cumplido por Jesucristo, su cuerpo humano carnal no fue llevado al verdadero Santísimo, el cielo de la presencia de Dios. Como los cuerpos del toro y el macho cabrío expiatorios, el cuerpo terrestre de Jesús fue eliminado según la voluntad de Dios, para que la humanidad creyente se alimentara de él mediante fe.

      21. ¿Qué fue representado por llevar el sumo sacerdote Judío la sangre expiatoria al Santísimo?

      21 Aun la sangre literal de Jesús no fue llevada al cielo mismo; lo que simbolizó su sangre derramada fue lo llevado por él al cielo. La Palabra de Dios dice: “La vida [hebreo, néfesh] de la carne en la sangre está: y la he dado a ustedes sobre el altar para hacer expiación por sus almas [néfesh en plural] ; porque es la sangre la que hace una expiación por el alma [néfesh].” (Lev. 17:11, VA) Según estas palabras la sangre derramada de Jesús representó su vida humana derramada. Representó el valor de su vida sacrificada. Por eso, cuando el sumo sacerdote judío con la sangre expiatoria pasaba más allá de la cortina interior y entraba en el Santísimo de la tienda de adoración, esto representó a Jesús siendo resucitado de entre los muertos y entrando con el valor de su sacrificio humano al cielo mismo, para presentar allí este valor a Dios su Padre. Su vida simbolizada por su sangre fue ofrecida a favor de nuestra vida basada en nuestra sangre.

      CUERPOS DE LA RESURRECCIÓN

      22, 23. (a) Si Jesús hubiera sido resucitado como hombre, ¿qué obra no pudiera haber efectuado? (b) Con referencia a los cuerpos de la resurrección, ¿qué ilustración usó Jesús y qué no dijo Pablo?

      22 Para que Jesucristo efectuara esta obra de expiación en los cielos donde viven espíritus, fue, como 1 Pedro 3:18 dice, resucitado o traído a la vida “en el espíritu.” Si hubiera sido resucitado como un hombre perfecto otra vez, no pudiera haber hecho esta obra de sumo sacerdote en el cielo. ¿Qué cuerpo tuvo en su resurrección y qué cuerpos tuvieron sus seguidores fieles en su resurrección? El apóstol Pablo lo ilustra con el crecimiento de una planta desde una semilla. Aun Jesús mismo aludió a una planta y dijo: “Ha llegado la hora en que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en verdad os digo: A menos que el grano de trigo caiga en tierra y muera, queda solo; mas si muere, lleva mucho fruto.” (Juan 12:23, 24, Mod) ¿Con qué cuerpo sale esa semilla caída, muerta?

      23 Hace diecinueve siglos los cristianos de Corinto le hicieron a Pablo la misma pregunta: ¿Con qué cuerpo regresan los muertos en la resurrección? Pablo no contestó: ‘Creo en el Credo de los Apóstoles; y éste dice que habrá “la resurrección del cuerpo,” idénticamente el mismo cuerpo con el que murieron las personas. Aun los cristianos que, entran en el reino celestial obtienen de vuelta su cuerpo humano.’

      24, 25. Con referencia a los cuerpos de la resurrección de Cristo y sus discípulos, ¿qué escribe Pablo en 1 Corintios 15:35-41?

      24 El apóstol Pablo escribió de manera diferente a lo que dice el llamado Credo de los Apóstoles. Por lo tanto, leamos lo que escribió al considerar la resurrección de Jesucristo y de sus seguidores. Aquí está:

      25 “No obstante, alguien dirá: ‘¿Cómo van a ser levantados los muertos? Sí, ¿con qué clase de cuerpo vienen?’ ¡Persona irrazonable tú! Lo que siembras no es vivificado a menos que primero muera; y tocante a lo que siembras, tú siembras, no el cuerpo que se desarrollará, sino un grano desnudo, puede ser, de trigo o cualquiera de los demás; pero Dios le da un cuerpo tal como le ha agradado, y a cada una de las semillas su propio cuerpo. No toda carne es la misma carne, sino que hay una de humanidad, y hay otra carne de ganado, y otra carne de aves, y otra de peces. Y hay cuerpos celestes, y cuerpos terrestres; pero la gloria de los cuerpos celestes es de una clase, y la de los cuerpos terrestres es de una clase diferente. La gloria del sol es de una clase, y la gloria de la luna es de otra, y la gloria de las estrellas es de otra; en realidad, estrella se diferencia de estrella en gloria.”—1 Cor. 15:35-41.

      26. ¿Qué muestra Pablo allí tocante a los cuerpos de que discute?

      26 ¡Por favor note eso! Pablo no dice que hay un cuerpo combinado, un cuerpo que en parte es celestial y en parte es terrenal, un cuerpo humano espiritualizado, un cuerpo que es parte pez y parte ave, o parte hombre y parte mono, o un Dios-hombre. Pablo dice que cada cuerpo es de una clase diferente, un cuerpo celestial de su propia clase, un cuerpo terrestre de su propia clase. Bueno, entonces, ¿qué cuerpo da Dios a los cristianos que han sido engendrados por su espíritu a una esperanza celestial? Aquí está lo que Pablo contesta:

      27. En 1 Corintios 15:42-49 ¿qué escribe Pablo en cuanto a los cuerpos de la resurrección dados a los cristianos engendrados por espíritu?

      27 “Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levanta en incorrupción. Se siembra en deshonra, se levanta en gloria. Se siembra en debilidad, se levanta en poder. Se siembra cuerpo físico, se levanta cuerpo espiritual. Si es que hay cuerpo físico, también lo hay espiritual. Así también está escrito: ‘El primer hombre Adán vino a ser alma viviente.’ El postrer Adán vino a ser un espíritu dador de vida. No obstante, lo primero no es lo que es espiritual, sino lo que es físico, después lo que es espiritual. El primer hombre es de la tierra y hecho del polvo; el segundo hombre es del cielo. Tal como el uno hecho del polvo es, así aquellos hechos del polvo son también; y tal como el celestial es, así aquellos que son celestiales son también. Y así como hemos llevado la imagen de aquel hecho del polvo, llevaremos también la imagen del celestial.”—1 Cor. 15:42-49.

      28. ¿Cómo apoyan las palabras ya citadas la verdad de que Jesucristo fue resucitado “en el espíritu”?

      28 Las palabras de Pablo en cuanto a recibir un cuerpo diferente en la resurrección aplican a Jesús mismo y no solo a sus fieles seguidores engendrados por espíritu de Dios. Así como Pedro dijo que Jesús fue muerto en la carne y resucitado a la vida en el espíritu, así Pablo dice aquí que en la resurrección Jesús, que es el “postrer Adán,” fue levantado o “vino a ser un espíritu dador de vida.”—1 Cor. 15:45.

      29. ¿Por qué es necesario un cambio de cuerpo para la clase celestial, y qué seguridad da Pablo en cuanto a este cambio?

      29 Si Jesús hubiese sido resucitado humano, otra vez habría llevado la imagen del “primer hombre Adán.” Por consiguiente al venir a ser como Jesús en su resurrección sus seguidores estarían llevando otra vez la “imagen de aquel hecho del polvo” y no la imagen de alguien celestial. Pero para estos cristianos un cambio de cuerpo es absolutamente necesario, puesto que Pablo dice inmediatamente después: “Empero, esto digo, hermanos, que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. . . . nosotros seremos cambiados. Porque esto que es corruptible ha de revestirse de incorrupción, y esto que es mortal, ha de revestirse de inmortalidad. Pero cuando esto que es corruptible se revista de incorrupción y esto que es mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá el dicho que está escrito: ‘La muerte es tragada para siempre.’”—1 Cor. 15:50-54.

      ¿SOBREVIVE ALGO A LA MUERTE?

      30. Tocante a los cuerpos de la resurrección de personas sin esperanza celestial, ¿qué regla debe aplicar, según declara Pablo en 1 Corintios 15:37, 38?

      30 Basta en lo que toca a los cristianos engendrados por espíritu con una esperanza celestial. ¿Qué hay de los miles de millones de personas, incluyendo a hombres y mujeres fieles de Dios, que murieron sin una esperanza celestial antes de la primera venida de Cristo? Y ¿qué hay de la gente hoy día? Centenares de miles de hombres y mujeres piadosos viven sin esperanza celestial. ¿Qué hay de la resurrección de personas de esta clase que mueren antes de que Dios destruya a este viejo sistema de cosas e introduzca su nuevo mundo o sistema de cosas bajo el reino de Jesucristo? Tocante a estos descendientes del primer hombre Adán las palabras de Pablo citadas antes dicen: “El primer hombre es de la tierra y hecho del polvo . . . Tal como el uno hecho del polvo es, así aquellos hechos del polvo son también.” A éstos la regla en cuanto a la clase de semilla debe aplicar, como fue declarada por Pablo: “Dios le da un cuerpo tal como le ha agradado, y a cada una de las semillas su propio cuerpo.”—1 Cor. 15:37,38.

      31. De acuerdo con ello, ¿qué cuerpos les dará Dios en la resurrección?

      31 Así será para las personas que sigan siendo parte de la semilla terrestre de la humanidad y que no han sido engendradas del espíritu de Dios para llegar a ser una semilla celestial. En la resurrección serán levantadas con cuerpos que pertenecen a la semilla terrestre. Dios les dará cuerpos así como le agrade, cuerpos humanos, pero no idénticamente los mismos cuerpos humanos con los cuales murieron. ‘¡Oh!’ quizás digan algunos lectores, ‘¿cómo, entonces, será la misma persona?’ El Todopoderoso Dios se encargará de que sea la misma persona, aun sin el mismo cuerpo.

      32. ¿Qué pregunta se hace surgir en cuanto a la necesidad de que sobreviva algo para conservar la identidad?

      32 Ante esto, estos lectores preguntarán: ‘¿No tiene que sobrevivir algo a la muerte a fin de que la persona sea la misma persona en la resurrección y no alguna persona recién creada como la persona que murió? Usted ha probado con la Biblia que el alma humana muere cuando una criatura humana muere y que el cadáver o es devorado por los peces del mar o por los gusanos de la tierra y así deja de existir. Siendo esto así, nada sobrevive, ningún alma, ningún cuerpo.’

      33. (a) En Eclesiastés 12:7, ¿qué es lo que regresa a Dios? (b) ¿Cómo muestra el Salmo 104:29, 30 que Dios puede re-crear almas humanas?

      33 Eso es bíblicamente lo correcto. Y Eclesiastés 12:7 dice: “Entonces el polvo vuelve a la tierra justamente como era y el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero quien lo dio.” El espíritu del inicuo así como el espíritu del justo regresa a Dios quien lo dio. ¿Por qué? Porque el espíritu [rúah] mencionado aquí no es el alma [néfesh], que ha muerto. El espíritu es la fuerza de vida que Dios ha dado o ha hecho que sea transmitida a toda persona que nace. Dios retira esa fuerza de vida de todo el género humano que está bajo la herencia de muerte de Adán, y, cuando Dios retira este espíritu o fuerza de vida, el alma humana muere. (Rom. 5:12) Solo Dios puede restaurar este espíritu o fuerza de vida y así hacer que las almas vivan otra vez. El Salmo 104:29, 30 dice: “Si tú ocultas el rostro, se perturban. Si les quitas su espíritu, expiran y a su polvo vuelven. Si envías tu espíritu [no tu alma o su alma], son creados.” Estas palabras inspiradas nos aseguran que el Todopoderoso Dios puede re-crear, sí, re-crear almas humanas.

      34, 35. (a) ¿Por qué se hace surgir una pregunta con respecto al poder de Dios para re-crear? (b) ¿Quién determina si algo del alma muerta seguirá viviendo o no, y qué textos muestran esto?

      34 Aquí algunos lectores dirán: ‘¿Cómo puede Dios re-crear almas o hacer las mismas almas otra vez, si nada físico ni espiritual vive después que el alma muere y el cuerpo va al polvo y a los gases?’

      35 Ah, pero hay algo del alma muerta que sigue viviendo, si Dios opta porque sea así, y este algo coloca la base para una re-creación. ¿Qué es eso? El registro de vida del alma muerta. Dios puede borrar el registro de un alma inicua o puede preservar el registro de un alma justa para Su propia referencia y uso. Éxodo 32:33 (Mod) dice: “Jehová respondió a Moisés: Al que haya pecado contra mí, a éste borraré de mi libro.” Deuteronomio 29:20 (Mod) dice: “Jehová raerá su nombre de debajo del cielo.” El Salmo 69:28 (Mod) ora: “¡Sean raídos del libro de los vivientes, y no sean escritos entre los justos!” Proverbios 10:7 (Mod) dice: “La memoria del justo será bendita; pero el nombre de los inicuos se podrirá.” Por consiguiente, Dios no guarda a los inicuos en su memoria. Debido a que los borra del libro de los vivientes, no les dará ninguna resurrección de entre los muertos.—Mat. 10:28; Sal. 145:20.

      36. ¿Cómo se muestra que la habilidad de Dios para conservar los registros de las almas muertas es —sumamente razonable?

      36 Hablando de conservar registros, los hombres hoy día hacen películas de una persona en una cinta junto con una huella de sonido de su voz. Esto puede reproducirse por televisión. De hecho, los hombres pueden conservar hoy día en un disco fonográfico el habla y el canto de una persona. Aun en una cinta magnética los hombres pueden conservar invisiblemente películas de televisión y la voz de un artista. Si los hombres imperfectos moribundos pueden hacer esto debido a que el hombre fue creado a la imagen de Dios, ¿qué puede hacer el Todopoderoso Dios mismo para guardar registros, aun en su propia memoria, concerniente a personas para quienes reserva una resurrección de entre los muertos por medio de Jesucristo? Por eso, nuestro registro, con Dios es lo que vale.

      37. (a) ¿Qué representa el registro de cada uno con Dios? (b) ¿Cómo se prueba que el alma de acuerdo con la idea griega pagana no es el asiento de la inteligencia y el pensamiento y la personalidad?

      37 Cada uno de nosotros hace su propio registro con Dios. ¡Ese registro lo representa a usted! Habla de su personalidad. La personalidad de usted no depende del todo de su cuerpo físico. A causa del continuo desgaste y reparación de los tejidos y órganos de nuestro cuerpo obtenemos un cuerpo completamente nuevo cada siete años más o menos. No obstante, nuestra personalidad subsiste como una identificación de que somos la misma persona. Aun nuestra personalidad puede cambiar, no debido a que nuestro cuerpo sea renovado, sino debido a que el espíritu santo o fuerza de Dios que transforma obra en nosotros. Cada uno desarrolla su propio modelo de personalidad, y éste es almacenado en el cerebro de cada uno, también en la sangre a cierto grado. El asiento de la inteligencia, del pensamiento, de la memoria, o estado consciente y de la personalidad no es alguna idea griega pagana de un alma o psyqué. Los paganos afirman que en cada uno de nosotros reside un alma y que ésta es el asiento de la inteligencia y la personalidad; pero sabemos que si el cerebro físico de alguien recibe daño, éste pierde su inteligencia o cordura y ninguna tal llamada alma dentro de él lo mantiene inteligente, cuerdo o poseyendo memoria y habilidad para pensar. Esto refuta la teoría pagana de un alma inmortal como el asiento de la vida y el pensamiento.

      38. ¿Cómo re-creará Dios las almas muertas, y qué indica Eclesiastés 11:3 tocante a esto?

      38 Dios sabe todo esto. Al tiempo suyo para resucitar a las almas muertas terrestres bajo el reino de su Hijo Jesucristo, Dios puede consultar sus registros de cada uno o su propia memoria de cada uno. Puede darle a cada persona resucitada a la vida sobre la Tierra un “cuerpo tal como le ha agradado,” con su tipo distinto de sangre. Ese cuerpo tendrá un cerebro humano, no hecho, por supuesto, de idénticamente los mismos átomos o moléculas que la persona tenía en el cerebro con el cual murió. No obstante, será el mismo cerebro. ¿Cómo? Pues Dios reproducirá exactamente el cerebro que el individuo tuvo al morir. Repetirá sus circunvoluciones cerebrales e implantará en ellas el registro que el individuo hizo de sí mismo en la vida pasada. Dios implantará las impresiones y recuerdos exactos de todas las cosas que sucedieron durante el previo estado consciente de la persona, su facultad de reconocer a las personas y escenas y sitios, y todos los rasgos de su personalidad, y todo lo que despliega su crecimiento o atraso mental. Esto será debido a que, cuando murió como alma, no experimentó ningunos cambios mentales o de personalidad después en la muerte. En cualquier estado de logro que su personalidad y mentalidad cayeron en la muerte, allí permanecieron.—Ecl. 11:3.

      39. Por lo tanto, ¿por qué la persona resucitada no sería alguna persona recién creada como ella, sino la persona que murió?

      39 Así en la resurrección esa persona con esa personalidad y habilidad de cerebro será el individuo que murió, no alguna otra persona como él. Ninguna otra persona hizo el registro que se reproduce en esta persona resucitada; y ninguna persona que solo es como ella podría dar razón de tener tal registro en sí misma puesto que no llevó a cabo ese registro en particular. Por eso, si usted fuese a morir y tener una resurrección, y Dios proveyese un cuerpo con un cerebro como el de usted y con el registro de usted al morir, esa persona resucitada sería usted, nadie más que usted. Sus conocidos sabrían que era usted.

      40. (a) ¿Qué oportunidad abrirá para ellas la resurrección de las almas muertas sobre la Tierra? (b) ¿Qué oportunidad especial tienen ante ellos los proclamadores del reino de Dios hoy día, y por qué?

      40 ¡Cuán maravilloso que en la resurrección que Dios dará a las almas muertas nos conoceremos unos a otros y también recordaremos la pasada bondad amorosa de Dios para con nosotros! La resurrección de las almas muertas a la vida sobre la Tierra abrirá la oportunidad de que consigan vida eterna en una Tierra paradisíaca bajo el perfecto gobierno del reino de Dios. (Luc. 23:42, 43, Ro; NM) Además de eso, hoy vive sobre la Tierra una grande muchedumbre de personas que temen a Dios y que están proclamando el reino de Dios en todo el mundo y que no necesitarán una resurrección del sepulcro común del género humano muerto. Estas personas sobrevivirán a la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” con la cual este inicuo sistema de cosas acabará en corto tiempo. (Apo. 16:14, 16) Así sin morir entrarán en el nuevo mundo bajo el reino de Dios y conseguirán el premio de vida eterna para ellos mismos. También estarán presentes para dar la bienvenida a los muertos terrestres en la resurrección. Pero ése es un tema que consideraremos en alguna otra ocasión.

      [Nota]

      a Compare con esto las palabras del profeta Elías en cuanto al dios falso Baal que fue asemejado a un humano, en 1 Reyes 18:27: “Y sucedió al mediodía que Elías comenzó a mofarse de ellos y decir: ‘Llamen a voz en cuello, porque él es un dios; porque debe estar preocupado con un asunto, y tiene excremento y tiene que ir al excusado.’”

      [Ilustración de la página 237]

      El “Juicio Final”—Capilla Sixtina

  • Dando ayuda espiritual a clérigos
    La Atalaya 1963 | 15 de abril
    • Dando ayuda espiritual a clérigos

      PROPÓSITO DE VISITAS RECONOCIDO

      Un testigo de Jehová de Carolina del Norte relata esta experiencia: “Después de echar al correo el ¡Despertad! especial acerca de España a la mayoría de los clérigos en nuestro territorio, decidimos entregar uno personalmente al ministro metodista, puesto que habíamos tenido varias conversaciones bíblicas con él. Entramos en una consideración bíblica inmediatamente, y él preguntó qué creíamos que era el pecado contra el espíritu santo. Le dirigí a Hebreos 6:4-6 y él sacó su propia Biblia. Después de leer los textos, dijo que, a decir verdad, jamás había leído ese texto antes. En seguida preguntó qué creíamos acerca del infierno. Cuando dijimos que era el sepulcro común del género humano, dijo que él creía lo mismo que los Testigos en cuanto a eso. Dijo que no podía comenzar a enseñar en la iglesia que no había ningún infierno ardiente porque pudiera ofender a algunos, pero que quería introducir la verdad gradualmente a su congregación. Entonces dijo: ‘Supongo que por eso es que ustedes siguen visitándome—para enseñarme la verdad.’”

      ORANDO POR AYUDA

      Otro Testigo de Carolina del Norte relata esta experiencia acerca de su visita al hogar de un ministro de la Iglesia de Cristo: “Me dijo que por primera vez en su vida había tomado las revistas de una señora que las ofrecía en la calle, aunque sus superiores siempre le habían dicho que nunca las leyera. Sin embargo, recientemente ciertas cosas habían estado preocupándole a tal grado que no asistió a la iglesia ni predicó durante más de un mes. Al llegar a casa, se sentó inmediatamente a leer las revistas. Se interesó tanto que escribió a la Sociedad Watch Tower, pidiendo más información. Dijo que había estado orando al Señor que le ayudara, ya que estaba completamente confundido.”

      DESPUÉS DE MUCHOS AÑOS

      Un Testigo que participaba en la obra con las revistas en Virginia visitó el hogar de un hombre de edad avanzada y colocó números de las ediciones en inglés de La Atalaya y ¡Despertad! Después de volver a visitarlo, el Testigo le ofreció el libro “Let Your Name Be Sanctified,” y se comenzó un estudio. Un día, después de terminar el estudio, él expresó cuánto gozo estaba obteniendo de su estudio de la Biblia. Declaró además que él había sido ministro por más de sesenta años y creía que había estado rindiendo servicio al Dios verdadero. Ahora estaba comenzando a aprender cómo servir a Jehová y ser ministro de él. Comenzó a asistir a las reuniones del Salón del Reino con regularidad, y tomó parte en el ministerio del campo. Después de estudiar por poco más de cinco meses, simbolizó su dedicación a Jehová y se bautizó en la asamblea “Ministros valerosos,” en Greensboro, Carolina del Norte, en 1962—cuando tenía noventa y dos años.

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