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  • El pensamiento tras el proverbio
    La Atalaya 1961 | 1 de octubre
    • conocimiento y discernimiento el poner precio justo a un artículo. Si el comprador le roba al vendedor al declarar “malo” el artículo, tiene poco de qué jactarse. Le ha hecho mal a otro y a sí mismo. Ha privado a su prójimo de dinero por engaño y ha dañado su propia conciencia y probablemente ha perdido la confianza de su semejante. Por lo tanto, tiene poco de qué jactarse.

      PROVERBIOS 21:1

      “El corazón de un rey es cual corrientes de agua en la mano de Jehová. Adondequiera que se deleita en hacerlo, lo vuelve.”

      Este proverbio alude al método de regar la tierra en Oriente. Se cavan muchos canales de un río o arroyo, y por medio de abrir determinada boquera el cultivador puede dirigir la corriente a cualquier lugar que él escoja. Así Jehová puede dirigir los pensamientos de un rey de acuerdo con su voluntad y mando. En esto también se muestra que Jehová rige el espíritu del hombre por cuanto tiene acceso a sus pensamientos más recónditos y sus sentimientos—facultad que los monarcas humanos no pueden alegar poseer.

      PROVERBIOS 25:13

      “Exactamente como el frío de la nieve en el día de la cosecha es el enviado fiel a los que lo envían, pues restaura el alma misma de sus amos.”

      Unos cuantos selectos de Oriente tienen neveras, es decir, lugares subterráneos donde guardan nieve para usarla durante el verano. Se ponía la nieve del Líbano o Hermón en el vino u otras bebidas para que refrescaran más durante el tiempo de la siega. Pero la gente común enfriaba sus licores por el modo sencillo de la evaporación. Metían un paño en agua, envolvían la botella en él y luego la colgaban en el calor del sol. La evaporación se llevaba el calor del vino, y el proceso hacía el vino casi tan frío como el hielo. Las buenas nuevas refrescan al alma tanto como una bebida fría en el tiempo de la siega.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1961 | 1 de octubre
    • Preguntas de los lectores

      ● ¿Qué quiso decir Jesús mediante las palabras, “Ustedes están equivocados, porque no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios; porque en la resurrección ellos ni se casan ni se dan en matrimonio”? (Mat. 22:29, 30) ¿Qué hay en las Escrituras Hebreas que los saduceos deberían haber sabido acerca de la resurrección y el no casarse en ella?—A. E., EE. UU.

      Los saduceos no creían en una resurrección, lo cual se comprueba, no solo con los registros de los Evangelios, sino también con el registro de Hechos 23:6-10, que relata acerca de la contienda que causó Pablo entre los fariseos y saduceos al declarar que él creía en la resurrección de los muertos. La pregunta entrampadora que los saduceos hicieron, acerca de una mujer que tuvo como esposos a siete hermanos en sucesión y de cuál sería esposa en la resurrección, tenía el propósito de probar que Jesús estaba equivocado, pero él les devolvió la pelota y probó que ellos estaban equivocados. Al hacerlo Jesús pudo haber citado de muchos pasajes bíblicos que muestran que los muertos serían resucitados, tales como las palabras de Job (14:13-15), Oseas (13:14), Daniel (12:13) y otros. Pero debido a que los saduceos sostenían que solo el Pentateuco era inspirado, para probar su punto Jesús usó las palabras dirigidas por Jehová a Moisés en la zarza ardiente, —Mat. 22:31, 32.

      Esto constituía un verdadero golpe maestro de parte de Jesús, ya que los saduceos se enorgullecían de su conocimiento del Pentateuco y no obstante no habían visto en él la clara implicación de la resurrección que Jesús les señaló. No habían comprendido la importancia de lo que Dios dijo a Moisés junto a la zarza ardiente para indicar que él, Jehová Dios, es Deidad, no de los muertos, sino de los vivos. Para que los entonces difuntos Abrahán, Isaac y Jacob volviesen a vivir para adorar a su Dios común tendrían que tener una resurrección de entre los muertos. Jehová Dios era capaz de efectuar este milagro de la resurrección de los muertos.—Éxo. 3:6.

      El hecho de que Dios tiene el poder de la resurrección había sido ilustrado aun por Jesús mismo como Hijo de Dios antes de la ocasión en que los saduceos trataron de confundir a Jesús con su pregunta entrampadora. Por estas razones patentes Jesús podía decir llanamente a esos saduceos que después de todo ellos no eran tan inteligentes, que estaban equivocados al despreciar la resurrección de los muertos y que el estar ellos equivocados en cuanto a esto se debía a que no conocían ni las Escrituras por Moisés, y el resto de los profetas, ni el poder obrador de milagros de Dios.

      Jesús fácilmente desmenuzó el problema de ellos respecto a la resurrección al informar a los saduceos que los que serán resucitados a la vida sobre la Tierra ni se casan ni se dan en matrimonio, y por lo tanto no existirá problema alguno respecto a de quién será esposa la mujer que en este viejo mundo tuvo de esposo a siete hermanos sucesivamente. Jesús mostró de esta manera que, aunque los saduceos estaban familiarizados con las Escrituras registradas, particularmente con la ley de Moisés, no tenían ningún conocimiento verdadero en cuanto al significado y fuerza profética de ellas. Si los saduceos hubieran conocido las Escrituras habrían sabido que éstas enseñaban la resurrección. Si hubieran conocido el poder de Dios habrían sabido que Dios podría resolver cualquier problema implicado en la resurrección.

      ● Somos una pareja comprometida y esperamos casarnos pronto y quisiéramos saber si sería correcto que Testigos hagan tocar una de las marchas nupciales populares y arrojen arroz después de la fiesta de bodas.—J. B., EE. UU.

      Si se desea tener música en un casamiento, parecería ser más apropiado tener cánticos del Reino en un casamiento teocrático más bien que una de las marchas nupciales populares, las cuales tienen fondo pagano o mitológico. Sin embargo, no se debe usar música del Reino para bailar.

      Respecto a lo de arrojar arroz, The Encyclopædia Britannica, edición de 1959, Tomo 4, página 122, declara: “El arrojar arroz, costumbre muy antigua pero posterior a la del trigo, es simbólico del deseo de que el esponsal sea fructífero.” Puesto que esto es de origen pagano y, en efecto, una invocación de magia, la ejecución de un rito en esperanza de resultados provechosos, deberían evitarlo los cristianos. Respecto a otros arreglos de casamiento, se recomienda moderación; y siempre parecería mejor errar por el lado de la moderación, ejerciendo más restricción que la que se necesita más bien que menos que lo necesario.—Véase La Atalaya del 15 de septiembre de 1952.

      ● ¿Cuál es la autoridad para el uso de la expresión “sacerdotes practicantes de magia” en la Traducción del Nuevo Mundo de los libros de Génesis, Éxodo y Daniel? No he hallado otra traducción que use esta expresión.—L. B., EE. UU.

      La palabra hebrea que se traduce “sacerdote practicante de magia” en Génesis, Éxodo y Daniel, como, por ejemplo, en Génesis 41:8, es hhartumim. Esta palabra se define por el Lexicon in Old Testament Books por Koehler y Baumgartner, Tomo I, página 333, columna 1, como “epíteto de sacerdotes practicantes de magia,” y muestra la derivación antigua de la palabra. También sugiere que en traducciones se vierta la palabra como “sacerdotes adivinadores.” Este léxico se publicó en obra terminada en 1951.

      Por lo tanto la manera que tradujo esta palabra la Traducción del Nuevo Mundo es tanto literal como explícita, de acuerdo con ser ella una traducción literal.

      ● ¿Es incorrecto celebrar los aniversarios de bodas?—I. S., EE. UU.

      En la antigüedad la celebración de cumpleaños estaba asociada con la astrología. Sin duda por eso es que las Escrituras dicen solo de paganos que los celebraban. Sin embargo, la Biblia no dice nada en apoyo de celebrar uno su aniversario de bodas, para hacerlo obligatorio. El matrimonio es algo que los cónyuges deben recordar cada día en cuanto a las obligaciones que impone. Por supuesto, el día de su casamiento es una ocasión gozosa—el cual hecho Jesús reconoció por su presencia en la fiesta de bodas de Caná. Cuando se logra buen éxito en el matrimonio, es solo natural que los cónyuges recuerden con atención anualmente un suceso tan feliz. De hecho, el hacerlo hasta puede reforzar el enlace.—Juan 2:1-11.

      Les toca a los interesados decidir qué arreglos deben hacerse para señalar el aniversario y cuán extensos deben ser, pero es bueno observar que en este caso también aplica la regla: “Sea que estén comiendo o bebiendo o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para gloria de Dios.”—1 Cor. 10:31.

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