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Los pobres levantados y consoladosLa Atalaya 1951 | 1 de julio
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parábola de Jesús nos informa que tenía provisiones espirituales ricas, “Moisés y los Profetas.” Moisés representó la Ley y los primeros cinco libros de la Biblia que él escribió, entre tanto que los Profetas incluyeron los escritos de los primeros profetas y los posteriores; y junto con éstos tenían los Salmos o la colección de libros bíblicos encabezada por los Salmos. Todos juntos, éstos formaban las Escrituras hebreas, y fué de éstas que Jesús citó seguidamente para probar que era el Mesías o Cristo, la Simiente prometida de Abrahán. “Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas él les interpretó cosas tocantes a él mismo en todas las Escrituras.” Él dijo: “Todas las cosas escritas en la Ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos acerca de mí tienen que cumplirse.”—Luc. 24:27, 44, NM.
13. ¿Sobre quiénes, pues, tenían ellos la ventaja? ¿Cómo se dió testimonio acerca de esto?
13 Por consiguiente, teniendo posesión de este tesoro dado por Dios los israelitas circuncidados tenían una ventaja sobre todas las naciones gentiles. Pablo pregunta: “¿Cuál, pues, es la superioridad del judío, o cuál el provecho de la circuncisión? Muchísimo de todas maneras. Primeramente, porque se les confiaron las declaraciones sagradas de Dios.” (Rom. 3:1, 2, NM) Estando de pie delante del Sanedrín judío sobre el cual presidía el sumo sacerdote, el mártir cristiano Esteban les dijo: “Este es el Moisés que . . . vino a estar entre la congregación en el desierto con el ángel que le habló en el monte Sinaí y con nuestros antepasados, y él recibió declaraciones vivas y sagradas para dárselas a ustedes.” (Hech. 7:37, 38, NM) El apóstol Pablo habló de ellos como “mis hermanos, mis parientes según la carne, que, como tales, son israelitas, a quienes pertenecen la adopción como hijos y la gloria y los pactos y la promulgación de la Ley y el servicio sagrado y las promesas; a quienes pertenecen los antepasados y de quienes brotó Cristo según la carne”. (Rom. 9:3-5, NM) Jehová Dios realmente colocó un banquete exclusivo delante de su pueblo escogido, y por esto el salmista dijo: “Él ha manifestado su palabra a Jacob, sus estatutos y sus juicios a Israel. No ha hecho así con ninguna otra de las naciones; y en cuanto a juicios, ellas no los conocen. ¡Aleluya [Alabanza a Jehová, AN]!” —Sal. 147:19, 20.
14. ¿Quiénes en Israel banquetearon especialmente? ¿Estaban ellos en el seno de Abrahán?
14 Este privilegio de banquetear fué verdad especialmente con respecto a los guías religiosos en Israel, la clase del “hombre rico” de aquel entonces. Ellos tenían la “llave de conocimiento” pues, y era su privilegio enseñar a la gente común. Pero aunque ellos banqueteaban a la mesa del hombre rico, recostándose en magnificencia y pretendiendo ser la simiente prometida de Abrahán, ellos no se recostaron en el “seno de Abrahán” ni recibieron su favor principal. Jesús manifestó la razón cuando dijo a sus opositores religiosos: “¡Ay de ustedes que están versados en la Ley, por cuanto han quitado la llave de conocimiento; ustedes mismos no entraron, y estorbaron a los que iban entrando!” (Luc. 11:52, NM) El “hombre rico” ciertamente representaba a un grupo egoísta de religiosos que existió en aquel entonces y también ahora. Aunque se les ha provisto una mesa tan suntuosa de alimento espiritual, ellos dejan que muy poco caiga o sea tirado de su mesa para el goce de la gente pobre.
EL POBRE MENDIGO LÁZARO
15. ¿Quién fué colocado a la puerta del hombre rico, y por qué?
15 Jesús ahora cambia la escena de adentro del palacio del hombre rico al lugar fuera de su puerta, con las palabras: “Pero acostumbraban colocar en su puerta a cierto mendigo llamado Lázaro, lleno de úlceras y deseando ser saciado con las cosas que caían de la mesa del hombre rico. Sí, además, los perros venían y le lamían las úlceras.” (Luc. 16:20, 21, NM) El mendigo Lázaro tenía el derecho de estar en la puerta del hombre rico, porque la ley de Dios instruía específicamente a las personas acomodadas que fueran liberales para con los pobres. Si los de la clase del “hombre rico” se hubiesen portado altruístamente de acuerdo con la ley de Dios, amando a sus prójimos como a sí mismos, no hubiese habido pobres en la tierra. Pero ya que realmente había pobres en la tierra debido a la organización mundial egoísta, el hombre rico estaba bajo mandamiento por la Ley y también bajo amonestación por los Profetas de considerar a los pobres y darles algún alivio.—Deu. 15:4, 7, 9, 11; Sal. 41:1, 2.
16. ¿Se designa a una persona literal con el nombre Lázaro? ¿Qué significa el nombre?
16 Así como el hombre rico representó una clase de personas, del mismo modo el mendigo u hombre pobre representó una clase que existió en el día de Jesús y también ahora. Si podemos discernir la clase en el día de Jesús podremos identificar la clase que es su contraparte ahora. Desde 1881 hasta el fin de 1939 se enseñó que el hombre rico representó la nación judía en su entereza y que el mendigo representó a los gentiles o a todas las naciones aparte de Israel.a Pero Jesús le da al mendigo el nombre de Lázaro, que es un nombre judío indicando que era judío, y no gentil. Es la forma griega del nombre “Eleazar”, que significa “Dios es ayudador”. Los hechos demuestran que esta clase del “mendigo” empezó con los judíos, pero fué engrandecida para incluir a los gentiles, de modo que ahora es casi toda gentil. Lázaro era de la misma comunidad judía que el hombre rico. No había ninguna pared de división entre ellos debido a raza o extracción natural. La diferencia entre ellos se debía a la superioridad y privilegios que el clero religioso se había asumido egoístamente.
17. ¿A quiénes representa Lázaro, y por qué como un mendigo?
17 El mendigo Lázaro por lo tanto representa a la gente pobre, de los judíos de aquel entonces y de la cristiandad ahora. El clero y los guías religiosos les niegan el alimento espiritual apropiado y los privilegios y atención, a los cuales tienen derecho de acuerdo con la voluntad y mandamientos de Dios. En el día de Jesús la clase del “hombre rico” incluía a los fariseos, y éstos trataban a la gente común con sumo desprecio. La historia nos dice que la llamaban am ha-arets o gente de la tierra como estando debajo de sus pies e indigna de consideración. ¿Digna de una resurrección a la vida eterna? ¡No gente como ésa! Se creía que los que llegaban a ser discípulos de los rabinos o maestros judíos estaban en una posición mucho mejor para esto. Cuando pagaban bien a los rabinos, compraban la opinión favorable de dichos maestros. ¡Qué apropiadamente nos dice el relato de Lucas que los fariseos estaban escuchando la parábola de Jesús y que eran amantes del dinero y que se mofaron de Jesús de Nazaret, el pueblo insignificante de donde se creía que nada bueno podía venir! Ellos “confiaban en sí mismos de que eran justos y . . . consideraban a los demás como nada”.—Juan 1:46; Luc. 18:9-11, NM.
18, 19. ¿Por qué se representó como cubierto de úlceras y acompañado de perros?
18 Estos guías religiosos, vestidos con lino de su propia justicia, miraban a la pobre gente ignorante con desprecio y como si estuviese enferma espiritualmente, como Lázaro cubierto de úlceras. Consideraban a los pobres de la misma manera que los tres amigos de Job que eran justos a sus propios ojos lo consideraban a él después que el Diablo, Satanás, le hubo atacado con diviesos desde su cabeza hasta sus pies para dar la apariencia de que la mano de Dios estaba en contra de Job. Desdeñosamente los principales sacerdotes y los fariseos dijeron acerca de la gente que creía en Jesús: “Esta muchedumbre que no conoce la ley es gente maldita.”—Job 2:1-13; Juan 7:49, NM.
19 De manera que ellos clasificaron a esta gente como estando bajo la maldición de Dios y digna de asociarse íntimamente sólo con los perros, los cuales podían comer la carne de animales destrozada por las fieras y delante de quienes no se debía echar ninguna cosa santa. No les importaba que éstos vagaran por la ciudad como perros que de noche se alimentan de carroña, aullando cuando no hallan qué comer. Los gentiles incircuncisos fueron clasificados como perros, y éstos bien podían lamer las úlceras de los pobres para así darles algún alivio consolador. (Éxo. 22:31; Mat. 7:6; 15:26,27; Sal. 59:6, 14, 15; Mar. 7:27, 28) Abandonados espiritualmente por los guías encumbrados que los consideraban con desdén, ellos naturalmente llegarían a estar ulcerosos y enfermos espiritualmente. Fué a estos abandonados y enfermos que Jesús vino para ministrar la Palabra curativa de Dios. Cuando los fariseos se quejaron a sus discípulos, “¿Por qué es que su maestro come con los recaudadores de impuestos y pecadores?” Jesús dijo: “Personas en salud no necesitan médico, pero los enfermizos sí. Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa, ‘Yo quiero misericordia, y no sacrificio.’ Por consiguiente, yo vine a llamar, no a personas justas, sino a pecadoras.”—Mat. 9:11-13, NM; Mar. 2:16, 17.
20. ¿Quiénes colocaban al mendigo en la puerta del hombre rico, y por qué allí?
20 El mendigo Lázaro fué colocado a la puerta del hombre rico, porque quería saciarse de las cosas que caían de la mesa del hombre rico. Cualquier cosa que se tirara de esa mesa suntuosa no se echaría de menos por el hombre rico. Podía entregarse al mendigo sin tocar trompetas para llamar la atención del público a su caridad para con los pobres. Algunos de la comunidad colocaban a Lázaro delante de su puerta. Igual que Lázaro, ellos creían que los clérigos religiosos eran los únicos de quienes podía venir el alimento espiritual de Dios, y por eso dirigían a la clase representada por Lázaro, o sea a las pobres personas ignorantes, a que confiaran en los guías y maestros religiosos para todas sus provisiones espirituales.
21. ¿Con qué deseaba ser alimentada la clase de Lázaro, pero qué fué lo que recibió?
21 Los de la clase representada por Lázaro tienen hambre y sed de justicia, están conscientes de su necesidad espiritual y desean el alimento espiritual que los pondrá en un estado saludable de corazón y mente y que les dará fuerzas para poder servir a Dios correctamente. Estos desean recibir algo más que las filosofías vacías e inútiles de los hombres; pero eso es lo que reciben de la clase del “hombre rico”. Esta les da los preceptos de los hombres y las tradiciones de los ancianos religiosos que traspasan los mandamientos de Dios e invalidan su Palabra. Buscando la comodidad para sí mismos, ellos atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de la humanidad. No deseando entrar ellos mismos al reino de los cielos por medio de Jesucristo, tratan de impedirle la entrada a la clase representada por Lázaro. Por consiguiente solamente han dejado caer migajas de alimento espiritual verdadero para dar salud y fuerzas a la clase Lázaro. Esta ha recibido muy poco consuelo de la Palabra de Dios y sus arreglos, entre tanto que la clase del “hombre rico” que es justa a sus propios ojos ha aplicado todas las bendiciones principales a sí misma. (Col. 2:8; Mat. 15:1-9; 23:4, 13, NM) ¡No es extraño pues que Jesús haya corregido públicamente a la clase religiosa del “hombre rico” llamándolos “hipócritas, insensatos, guías ciegos, serpientes, descendientes de víboras”! ¡Qué bueno que él se dedicó a la causa de los pobres para levantarlos y consolarlos!
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Mendigo y hombre rico experimentan un cambioLa Atalaya 1951 | 1 de julio
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Mendigo y hombre rico experimentan un cambio
1. En su sermón ¿qué cambios indicó Jesús para los pobres y los ricos?
EN SU sermón del monte Jesús dijo: “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual, puesto que el reino de los cielos pertenece a ellos. Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que serán saciados.” En contraste con estas palabras que pronuncian felices a tales personas él dijo: “Pero ay de ustedes ricos, porque están recibiendo cabalmente su consolación. Ay de ustedes que ahora están saciados, porque sufrirán hambre. Ay, ustedes, que se rien ahora, porque se lamentaran y llorarán.” (Mat. 5:3, 6 y Luc. 6:24, 25, NM) Jesús ilustró estos cambios para con los pobres y ricos en su parábola del mendigo Lázaro y el hombre rico. Representó estos cambios como viniendo debido a la muerte.
2. Con la muerte ¿qué les sucedió a Lázaro y al hombre rico? ¿Qué indicó la nueva posición de Lázaro?
2 Jesús dijo: “Ahora en el curso del tiempo el mendigo murió y fué llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán. También murió el hombre rico y fué enterrado. Y en Hades él levantó sus ojos, existiendo en tormentos, y vió de lejos a Abrahán y a Lázaro en la posición del seno con él.” (Luc. 16:22, 23, NM) La Traducción del Nuevo Mundo, en su nota al pie de la página, dice acerca de esta “posición del seno” que la persona ocupando esta posición está “como cuando se reclina delante de otro sobre el mismo canapé en una comida”. Denota una posición de favor con Abrahán. La muerte puso fin a la condición mendicante en cuanto a Lázaro y lo colocó en un lugar favorecido. Ahora la pregunta es, ¿Cuándo murió, y en qué sentido? Hay hechos que dan la respuesta.
3, 4. ¿Cuándo y como resultado de qué cosa murió la clase de Lázaro?
3 La clase de Lázaro murió cuando se empezó a hablar de las nuevas del Reino a los pobres que fueron despreciados y abandonados por el clero religioso. Ellos eran pecadores que necesitaban arrepentimiento, las rameras, los publicanos, los samaritanos circuncisos, y por fin los gentiles incircuncisos; y éstos aceptaron las nuevas y llegaron a ser seguidores del Mesías, Cristo el Rey. Esto principió en los días de Juan el Bautista, porque él vino predicando en el desierto: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado. Yo, por una parte, los bautizo con agua debido a su arrepentimiento; pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, cuyas sandalias no, soy digno de quitarle. Aquél los bautizara con espíritu santo y con fuego.” (Mat. 3:1, 2, 11, NM) Como seis meses después que principió Juan, Jesús fué bautizado por él y fué un ungido con el espíritu de Dios para ser el Cristo. Después de cuarenta días de tentación en el desierto él regresó a Juan y empezó a juntar a sus discípulos. Fué particularmente después que arrestaron a Juan el año siguiente que Jesús se retiró a Galilea y empezó a predicar igual que él: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” En camino a Galilea él hasta predicó a los despreciados samaritanos—Mat. 4:17, NM; Juan 4:1-42.
4 Cuando estaba en la sinagoga del pueblo de su residencia Nazaret, él leyó a la congregación su comisión para predicar del profeta Isaías: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despedir a los quebrantados con una exoneración, para predicar el año aceptable de Jehová.” Con eso añadió: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír.” (Luc. 4:16-21, NM) Algún tiempo más tarde Juan el Bautista que estaba en prisión mandó a pedirle alguna verificación de que verdaderamente era Aquel que había de venir Jesús les dijo a los mensajeros de Juan: “Vayan por su camino e informen a Juan tocante a lo que están oyendo y viendo: Los ciegos están viendo otra vez, y los cojos están andando, los leprosos están siendo limpiados y los sordos están oyendo, y los muertos están siendo levantados, y a los pobres se les está declarando las buenas nuevas.” (Mat. 11:2-5, NM) Ah, sí, se estaba predicando las buenas nuevas a la clase de Lázaro, y eso resultó en la muerte de ella en cuanto a ser una clase mendiga, espiritualmente enferma y hambrienta Ya no iban a la puerta del “hombre rico” para su alimento, sino que estaban congregándose a Jesús el Mesías. Los que estaban conscientes de su necesidad espiritual y que tenían hambre y sed por lo que es recto se estaban saciando y recibiendo consuelo.
5. Entonces ¿hacia qué se estaba esforzando ahora la clase Lázaro? Y ¿delante de quiénes estaban entrando, y por qué?
5 Después que partieron los mensajeros de Juan, Jesús dijo: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos es la meta hacia la cual se esfuerzan con ardor los hombres, y los que se esfuerzan con ardor se están asiendo de él. Porque todos, los Profetas y la Ley, profetizaron hasta Juan.” (Mat. 11:12, 13, NM) Jesús dijo algo muy parecido precisamente antes de dar su parábola de Lázaro y el hombre rico. Después de exponer la propia justicia de los fariseos que eran amantes del dinero y que estaban escuchando, Jesús dijo: “La Ley y los Profetas fueron hasta Juan. Desde entonces se está predicando el reino de Dios como buenas nuevas, y toda clase de persona se está esforzando con ardor hacia él.” (Luc. 16:16, NM) O, para citar la traducción de Móffatt: “Y cualquiera entra por la fuerza.” ¿Toda clase de persona, o cualquiera? Sí; la clase despreciada de Lázaro, que una vez mendigó del “hombre rico”, estaba esforzándose hacia el reino y asiéndose de él. Debido a este hecho Jesús por fin les dijo a los principales sacerdotes y a los ancianos religiosos: “Verdaderamente yo les digo que los recaudadores de impuestos y las rameras van delante de ustedes al reino de Dios. Porque Juan vino a ustedes en el camino de la justicia, pero ustedes no le creyeron. No obstante, los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron, y ustedes, aunque vieron esto, no sintieron después pesar para creer en él.” (Mat. 21:23, 31, 32, NM) De manera que la clase de Lázaro murió para con esos guías religiosos y fué conducida a la fuente apropiada de alimento, consuelo y alivio.
MUERTOS EN CUANTO A LA LEY, PERO NO ENTERRADOS
6, 7. Entonces ¿qué provisión divina había de cumplirse ahora minuciosamente? ¿Por quién y cómo?
6 Ahora se predicaba el reino de Dios y cualquiera o toda clase de persona se esforzaba por entrar, especialmente después que el apóstol Pedro fué autorizado para usar las “llaves del reino”. Hasta la clase de Lázaro se esforzaba hacia él. De modo que era tiempo para que la ley de Moisés fuera cumplida hasta la última partícula de una letra. Por eso Jesús siguió diciendo: “En verdad, es más fácil que el cielo y la tierra se pasen que deje de cumplirse una partícula de una letra de la Ley. Todo aquel [cualquiera, Mo] que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una mujer divorciada de un esposo comete adulterio.” (Luc. 16:17, 18, NM) Como hijo de una judía, Jesús vino a estar bajo la ley de Moisés. Pero como judío perfecto él no vino a destruir esa Ley procedente de Dios; él vino a cumplirla. Tuvo que probar que él era la Simiente de Abrahán que se predijo por primera vez en los escritos de Moisés. Como dicha Simiente él tenía que ser sacrificado sobre el altar de Dios, de la misma manera en que Isaac el hijo amado de Abrahán fué ofrecido sobre el altar por mandato de Dios, resultando esto en la promesa jurada de Dios, “Serán bendecidas en tu simiente todas las naciones de la tierra.”—Gén. 22:1-18.
7 Según se prescribió por la ley de Moisés, Jesús tenía que cumplirla por medio de ser sacrificado como el verdadero cordero pascual, “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” Sí, él tenía que ser ofrecido en sacrificio como aquellos animales que se degollaron en el monte Sinaí, cuya sangre Moisés como medianero salpicó sobre el libro de la Ley y sobre la gente para así validar el pacto de la Ley entre Dios e Israel. Pero la sangre de Jesús valida un nuevo pacto entre Dios y el Israel espiritual, mediante el cual Dios realmente perdona los pecados más allá de la memoria. Para cumplir los muchos cuadros proféticos en la Ley, Jesús también tenía que ser ofrecido como el novillo y el macho cabrío de Jehová del día de la expiación, cuando el sumo sacerdote llevaba la sangre de estos sacrificios dentro del lugar santísimo y la salpicaba delante del propiciatorio. Solamente que Jesús tenía que ser levantado de entre los muertos y ascender como Sumo Sacerdote al cielo mismo y aparecer en la presencia santísima de Dios para ofrecer allí la sangre o el valor de su vida humana sacrificada a favor de los creyentes sobre la tierra. Por estos medios los seguidores de él sobre la tierra podían alcanzar la verdadera justicia de parte de Dios. Al cumplir éstos y otros detalles de la ley mosaica Jesús cumplió el propósito de la Ley. De manera que fué quitada del camino y fué clavada a la estaca de tormento sobre la cual él murió.—Éxo. 12:1-13; Juan 1:29; Éxo. 24:3-8; Lev. 16:1-19; Heb. 9:11-28; 13:10-13; Rom. 10:4; Col. 2:14.
8. ¿Qué dijo allí Jesús con respecto al divorcio, y por qué?
8 Porque la Ley de Moisés se estaba cumpliendo entonces para ser removida de los que creían en él, Jesús declaró que después de eso ya no aplicaría a sus seguidores la provisión en la Ley tocante al divorcio, la cual permitía al hombre tener más de una esposa viviente. (Deu. 24:1-4) El pacto de la Ley mediante Moisés estaba pasando y el nuevo pacto mediante el Medianero Mayor, Jesucristo, lo estaba reemplazando. Bajo éste si un cristiano conseguía un divorcio de su compañero matrimonial por cualquier causa aparte de infidelidad sexual, y si cualquiera de éstos se volvía a casarse sería culpable de adulterio. La norma cristiana para el matrimonio bajo el nuevo pacto sería aquella que fué establecida por Dios en el jardín del Edén con Adán y Eva. El hombre recibió sólo una esposa viviente con el propósito de criar hijos para llenar la tierra y sojuzgarla a un estado paradisíaco. (Mat. 19:3-9; Gén. 1:28; 2:21-24) Dios no hizo provisión para el divorcio de la pareja perfecta. Asimismo el cristiano casado tiene que ser consorte de solamente un compañero viviente y debe ser leal para con ése. Esta declaración de Jesús respecto a la situación matrimonial ha de haber irritado a los fariseos que seguían las enseñanzas talmúdicas tocantes al matrimonio y que estaban escuchando.
9. ¿Cómo dijo Pablo que la clase Lázaro fué desligada de la ley mosaica, y con qué fin?
9 Manifestando que los miembros judíos de la clase de Lázaro habían muerto en cuanto a la condición mendicante en que anteriormente estaban bajo el pacto de la Ley, el apóstol Pablo se dirige a algunos de ellos, diciendo: “¿Podrá ser que ustedes no conocen, hermanos, (porque hablo a los que conocen ley,) que la Ley es señor sobre el hombre entre tanto que él vive? Por ejemplo, la mujer casada está sujeta por la ley a su esposo mientras que él vive; pero si su esposo muere, ella está desligada de la ley de su esposo. Así, pues, mientras que su esposo está vivo, ella sería considerada adúltera si llegara a ser de otro hombre. Pero si muere su esposo, ella está libre de su ley, de modo que no es adúltera si viene a ser de otro hombre. Entonces, mis hermanos, ustedes también fueron muertos con respecto a la Ley por medio del cuerpo del Cristo, para que pudieran llegar a ser de otro, de aquel que fué levantado de entre los muertos, para que produzcamos fruto para Dios. Porque cuando estábamos de acuerdo con la carne, las pasiones pecaminosas que fueron excitadas por la Ley estaban obrando en nuestros miembros para que produjéramos fruto para muerte. Pero ahora hemos sido desligados de la Ley, porque hemos muerto con respecto a aquello mediante lo cual se nos estaba sujetando firmemente, para que pudiésemos ser esclavos en un nuevo sentido por el espíritu, y no en el viejo sentido por el código escrito.”—Rom. 7:1-6, NM.
10. Entonces ¿de quiénes ya no dependía la clase Lázaro para su alimento? ¿Por qué?
10 De modo que la clase de Lázaro había muerto con respecto a la ley mosaica y ya no estaba sujeta a la clase del “hombre rico” ni dependía de la clase clerical judía para cosa alguna. Ellos habían ‘muerto junto con Cristo en cuanto a las cosas elementales del mundo’ que la clase del “hombre rico” enseñaba. Su vida ahora estaba “escondida con el Cristo en unión con Dios”. Ellos ya no mendigaban del “hombre rico”. No, ellos seguían el mandamiento de Jesús, “Cuídense de la levadura de los fariseos, que es hipocresía,” y se apartaban de ellos—Col. 2:20; 3:3 y Luc. 12:1, NM.
11. ¿En dónde coloca el relato de Jesús u Lázaro después de su muerte? ¿Cómo prueba esto que es una parábola?
11 Pero ¿notó usted un punto interesante? ¿Qué? Pues, aunque murió Lázaro, la parábola no dice que el mendigo fué enterrado y colocado en Hades, como sucedió con el hombre rico En vez de ser enterrado e ir a Hades, el mendigo fue “llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán” De modo que la clase de Lázaro no se representa como una clase muerta, muerta “en sus transgresiones y pecados”, sino como estando muy viva, “viva para con Dios” (Efe. 2:1; Gál. 2:19, NM) Todos estos detalles del relato de Jesús aquí prueban que no se habla de un judío u “hombre rico” literal ni de un mendigo literal en Israel que se llamaba Lázaro ¿Por qué debía llevarse a un judío literal llamado Lázaro al seno de Abrahán al morirse, simplemente porque era un mendigo cubierto de úlceras y lo lamían los perros? Además, se había enterrado al Abrahán literal dieciocho siglos antes de eso y su seno ya se había deshecho en la sepultura, en la cueva de Macpela, cerca de Hebrón. Él no estaba reclinándose en un banquete y capaz de entretener a Lázaro. (Gén. 25:8-10) Isaac, el hijo de Abrahán, fué enterrado con él cuando murió. (Gén. 35:27-29) El nieto de Abrahán, que recibió el sobrenombre de Israel, también fué enterrado con él cuando murió. (Gén. 49:29 a 50:13) Cuando estaba hablando de su muerte, Jacob dijo: “¡Descenderé a Sheol [al infierno, Dy] a mi hijo lamentándome!” (Gén. 37:35; 42:38, AN) Siendo que Jacob fué agregado a su pueblo cuando murió y fué enterrado con sus padres, y por esto fué a Sheol o al infierno, Abrahán también ha de estar en Sheol o en el infierno, es decir, en la sepultura común de la humanidad, o sea, en el Hades.
12. ¿En dónde dicen los religiosos que estaba Abrahán entonces? Esto hace que surjan ¿qué preguntas tocante al transporte al infierno?
12 Los clérigos religiosos de la cristiandad enseñan que Abrahán está en el infierno que se enseña por sus credos. Ese infierno está en dos partes, en el centro de la tierra: una parte se llama el paraíso o limbo, a donde fueron las almas de los justos que murieron antes del sacrificio de Cristo; la otra parte es llamada Gehena, con llamas literales de tormento, en donde está el hombre rico. Así que el estar en el seno de Abrahán significa estar en un paraíso subterráneo. Si eso es verdad y si ése es el lugar a donde fué el mendigo literal llamado Lázaro, ¿cómo es que los ángeles lo llevaron allí? ¿Llevan los ángeles a mendigos muertos al centro de la tierra al seno de Abrahán? ¿Quiénes, pues, llevaron al hombre rico a las llamas de tormento—los demonios? Las Escrituras dicen que Jesús fué al infierno, pero que salió otra vez debido al poder resucitador de Dios. (Sal. 16:10, VA; Hech. 2:27, 31, 32, Va) La Revelación o el Apocalipsis nos dice: “Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” (Apo. 20:14, Va) De modo que Jesús salió del infierno a buen tiempo, para no ser lanzado junto con él al lago de fuego. Si, pues, el infierno está en el centro de la tierra, como pretenden los religiosos, entonces ¿qué sucede a la tierra cuando el infierno es lanzado al lago de fuego?
13. ¿Por qué no conviene decir que el seno de Abrahán fué transferido del infierno al cielo?
13 Ahora mire usted, alguien dirá, el paraíso o el seno de Abrahán ha sido transferido del infierno al cielo desde la muerte, resurrección y ascensión de Jesús al cielo. Pero ¿cómo puede ser eso? El día de Pentecostés, diez días DESPUÉS de la ascensión de Jesús, el inspirado apóstol Pedro dijo: “David no ascendió a los cielos.” Entonces tampoco lo hizo Abrahán ni ningún otro que estuviera en su seno. (Hech. 2:1, 29, 34, NM) Además, Jesús contó su parábola del hombre rico y Lázaro por lo menos unas semanas antes de morir en la estaca de tormento en el Calvario. De manera que Jesús todavía no había ascendido al cielo y el paraíso no podía haberse transferido del infierno al cielo al tiempo que él habló. Y con todo Jesús dijo que los ángeles llevaron el Lázaro muerte al seno de Abrahán.
14. ¿Por qué, pues, no está el Abrahán de la parábola en ningún infierno?
14 De manera que debido a todos los absurdos en que cae el religioso al argüir que el relato de Jesús es literal, es muy aparente que él contó una parábola. Y esto se manifestará más y más al contemplar nosotros los demás absurdos y contradicciones que resultan de una interpretación literal. Sigue, por lo tanto, que el Abrahán a cuyo seno fué llevado Lázaro por los ángeles es simbólico, así como también lo son Lázaro y el hombre rico. Este Abrahán simbólico no está en el infierno. ¿Por qué no? Porque Abrahán en la parábola representa a Jehová Dios mismo. Cuando el fiel Abrahán, “el amigo de Dios,” ofrendó a su único hijo Isaac en el monte Moría, él fué un cuadro profético de Jehová Dios ofrendando a su Hijo unigénito Jesucristo. El apóstol Pablo escribió a sus compañeros cristianos para decirles: “Los que se adhieren a la fe, éstos son hijos de Abrahán . . . Todos ustedes, en realidad, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. Además, si ustedes pertenecen a Cristo, son realmente la simiente de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.” Esto prueba que Abrahán representó a Jehová Dios, que verdaderamente es Aquel en quien todas las familias de la tierra serán bendecidas. Como prueba adicional, el apóstol le dice a la clase de Lázaro: “Ahora nosotros, hermanos, somos hijos pertenecientes a la promesa igual como lo fué Isaac”; e Isaac fué hijo de Abrahán—Gál. 3:7, 8, 26, 29; 4:28, NM.
EN EL FAVOR DE LA TEOCRACIA
15. ¿Qué, pues, significa el ser llevado al seno de Abrahán? ¿Por qué era apropiado el nombre del mendigo?
15 El recostarse en el seno de una persona en un banquete quiso decir ocupar un lugar de favor amoroso con dicha persona. Por ejemplo, concerniente a Jesús leemos: “Ningún hombre jamás ha visto a Dios; el dios unigénito que está en la posición del seno para con el Padre es quien lo ha explicado a él.” (Juan 1:18, NM) El apóstol Juan ocupó semejante lugar favorecido en la última pascua, porque leemos: “Estaba reclinándose ante el seno de Jesús uno de sus discípulos, y Jesús le amaba. De modo que éste se inclinó en el pecho de Jesús y le dijo: ‘Maestro, ¿quién es?’” (Juan 13:23, 25, NM) El ser llevado por los ángeles al seno de Abrahán significa, por lo tanto, ser transferido de la condición mendicante y despreciada de Lázaro en la puerta del hombre rico al favor amoroso del Abrahán Mayor, Jehová Dios. Significa ser adoptado por él como un hijo de Dios para estar asociado con la Simiente prometida de Abrahán, Jesucristo. Significa tener compañerismo estrecho con Jehová y su Hijo y banquetear con ellos en la “mesa de Jehová”. Así como está escrito: “Esta comunión de nosotros es con el Padre y con su Hijo Jesucristo . . . si estamos andando en la luz así como él mismo está en la luz tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1 Cor. 10:21 y 1 Juan 1:3, 7, NM) ¡Cuán apropiado, pues, es el nombre del mendigo Lázaro! Significa “Dios es ayudador”.
16. ¿A quiénes representaron los ángeles que lo llevaron allí? ¿Por qué?
16 Vemos, pues, que, en el principio, el mendigo Lázaro representó al resto de los judíos naturales que ejerció fe en Dios, aceptando el mensaje de su siervo Juan el Bautista y de su Hijo Jesucristo. Recuerden como Jesús dijo del despreciado recaudador principal de impuestos Zaqueo después de su conversión: “Este día ha venido la salvación a esta casa, porque éste también es un hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que estaba perdido.” (Luc. 19:9, 10, NM) Juan y Jesús eran como ángeles, o mensajeros, para conducir al resto judío a esta posición de favor abrahámico. Marcos 1:2 dice con respecto a Juan: “Aquí estoy, enviando a mi mensajero [o, ángel] delante de ti, para preparar tu camino.” (NM; margen) Jesús confirmó la aplicación de esa profecía a Juan, en Mateo 11:10, 11. Y refiriéndose a Jesucristo mismo, la profecía en Malaquías 3:1 dijo: “Y repentinamente vendrá a su Templo el Señor a quien buscáis; es decir, el Ángel del Pacto, en quien os deleitéis; he aquí que vendrá, dice Jehová de los Ejércitos.”
17. ¿A quiénes vino a incluir la clase Lázaro? ¿Cómo?
17 Pero Jesús principió la predicación a los samaritanos, también, y él predijo que el evangelio del Reino se extendería a los samaritanos y por fin a los gentiles. (Hech. 1:8) De manera que la clase de Lázaro llegó a incluir a los samaritanos creyentes y a los gentiles creyentes, empezando con el centurión italiano Cornelio. De modo que éstos también fueron transferidos de un estado pobre y mendicante en este mundo al seno de favor divino. Por eso leemos: “Ahora la Escritura, viendo de antemano que Dios declararía a la gente de las naciones justa por causa de la fe, declaró las buenas nuevas con anterioridad a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’ En consecuencia, los que se adhieren a la fe están recibiendo bendiciones junto con el fiel Abrahán.”—Gál. 3:8, 9, NM.
18. ¿Qué dijo Jesús después que expresó su fe en un centurión?
18 En el segundo año del ministerio público de Jesús un centurión u oficial del ejército, no sabemos sifué Cornelio o no, manifestó fe excepcional en el poder curativo de Jesús. Esto fué una muestra de la fe que había de encontrarse entre los despreciados “perros” gentiles, según eran llamados por los judíos que a sí mismos se consideraban justos; de modo que Jesús predijo que se conduciría a esta pobre gente de las naciones gentiles, gente hambrienta y enferma con pecado, a la “posición del seno de Abrahán”. Con asombro Jesús dijo: “Les digo la verdad, Con nadie en Israel he hallado tan grande fe. Pero yo les digo que muchos de las partes del oriente y del occidente vendrán y se reclinarán en la mesa con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; entre tanto que los hijos del reino serán echados a la obscuridad de afuera.”—Mat. 8:5-12, NM.
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