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  • El papa de viaje
    ¡Despertad! 1984 | 8 de marzo
    • El papa de viaje

      “EL PAPA conquista a España”, decía un titular de la prensa española. “Fiebre papal en todo lugar”, proclamó el Sunday New Nigerian cuando el papa visitó África Occidental. “Más de un millón de polacos se reunieron en un estadio de fútbol para oír la misa oficiada por el papa Juan Pablo II”, informó The New York Times del 18 de junio de 1983.

      Estas descripciones reflejan algunas de las fervientes reacciones a los 20 viajes del papa, quien ha visitado unos 38 países por todo el mundo en los últimos cinco años. Se calculó que en 1983 unos 18.000.000 de polacos vieron al papa en el transcurso de su gira de ocho días en Polonia. ¡Esto representa la mitad de la población del país!

      En muchos países, como los Estados Unidos y Gran Bretaña, hasta personas que no son católicas fueron a verlo para satisfacer su curiosidad. Como dijo cierto escritor: “La aclamación no se limitó a las clases obreras, y ni siquiera a los católicos”.

      De acuerdo con la misma fuente de información: “Un ministro [católico] del consejo inglés escribió lo siguiente acerca de él [el papa] en mayo de 1979, usando lenguaje parecido al de una revista de un club de admiradores: el papa tenía las cualidades de una estrella, su presencia era majestuosa y electrizante, y radiaba autoridad y fortaleza”.

      Al escribir la biografía del papa Juan Pablo II, el británico lord Longford, católico converso, dijo que en el Estadio Yankee, de Nueva York, al papa “se le dio una acogida digna de una superestrella”. No es de extrañar que el escritor Peter Nichols, quien simpatiza con la iglesia aunque no es católico, haya declarado en su libro The Pope’s Divisions (Las divisiones del papa): “El entusiasmo popular por el papado es ahora parte de la vida moderna”.

      Pero ¿por qué es tan popular este papa? En realidad, ¿cuánto efecto tienen las visitas del papa en la conducta de los católicos? ¿Por qué son tan necesarias estas visitas papales en este momento de la historia? ¿Cuál es el mensaje que el papa ofrece al mundo? Los siguientes artículos considerarán estas preguntas.

  • El papa... ¿por qué tan popular?
    ¡Despertad! 1984 | 8 de marzo
    • El papa... ¿por qué tan popular?

      “EL PASO del papa Juan Pablo II por tierras españolas ha sido como un huracán de emoción, entusiasmo y fervores populares [...] Por utilizar el lenguaje de los números, [...] la visita de Juan Pablo II ha batido todos los récords del país.”—ABC, diario de Madrid.

      Por supuesto, la popularidad del papa se puede explicar en términos sencillos... él es el líder espiritual de más de 600.000.000 de católicos en todo el mundo, de modo que en casi todo país donde haya católicos es seguro que tenga un gran auditorio. Pero esto sería simplificar demasiado el fenómeno. Entonces, ¿cuáles son los factores que explican la popularidad del papa en este momento de la historia?

      “No se le escapa una”

      Parte de la contestación tal vez pueda hallarse en su temprana experiencia como actor. Lord Longford, en la biografía que se le autorizó escribir acerca del papa Juan Pablo II, dice: “Sin embargo, sus ex compañeros de escuela lo recuerdan mejor como actor. Cierto director que estaba de visita le dijo: ‘Algún día serás un gran actor’”. La biografía continúa diciendo: “No hay duda alguna de que este arte de la palabra viva [...] impregnó e inspiró a Karol Wojtyla [el verdadero nombre del papa] desde su juventud en adelante”.

      Pero ¿qué tiene eso que ver con su compenetración con el público? El biógrafo lord Longford añade: “Con el tiempo eso se reflejaría en la sorprendente influencia que el futuro papa ejercería en incontables millones de personas por todo el mundo al usar muchos idiomas diferentes”. El sacerdote católico y escritor Andrew M. Greeley escribió: “Él ha manejado las primeras seis semanas de su trabajo con las destrezas desarrolladas de un actor profesional y un político profesional. Uno no puede menos que maravillarse ante su brillante actuación”.

      Este papa ciertamente sabe cómo usar gestos emotivos y dramáticos para ganarse la simpatía de las masas. Por ejemplo, ante una multitud de 200.000 personas en Roma, “cuando un niñito corrió para darle flores, cierto monseñor quisquilloso trató de ahuyentarlo. Pero el papa agarró al pequeño bambino y lo abrazó”. Greeley añade: “Uno puede darse cuenta, según me dijo alguien, que él estudió para ser actor. No se le escapa una”. El sacerdote Greeley agregó: “No hay duda de eso”.

      “El mayor espectáculo, la fiesta más grande que se haya celebrado”

      La sicología de las masas es otro aspecto del éxito de este papa. Cierto escritor de la revista Newsweek describe al papa como “un dotado actor que puede manejar a una gran multitud tal como un actor cautiva a un auditorio”. Se vio un ejemplo de esta habilidad cuando llegó a México en 1979. Como se señala en el libro The Man Who Leads the Church (El hombre que dirige la Iglesia), lo recibieron en el aeropuerto con “una orquesta completa de mariachis a todo dar... músicos tradicionales de la localidad” que “comenzaron a cantar una de las grandes canciones mejicanas favoritas, Cielito lindo, [...] Era algo común, pero a nadie le importaba. La gira pontifical había de ser el mayor espectáculo, la fiesta más grande que se haya celebrado. El sentido espectacular de Juan Pablo II resultó ser igual que el de sus anfitriones. Caminó por la pasarela y cayó sobre las manos y las rodillas para besar el suelo mejicano. (Éste se había convertido en un gesto tradicional. [...] Pero nunca dejó de ser eficaz.)”

      El autor católico Peter Hebblethwaite describe bien el efecto que todo esto tuvo en las multitudes en todo el mundo: “¿Qué mensajes estuvieron recibiendo de este estimulante nuevo papa? [...] En el entusiasmo popular que ha resultado de los viajes de Juan Pablo II la gente sencillamente olvidó o pasó por alto prestar atención a lo que él en realidad decía. [...] La razón por la cual se le permitió hacer casi cualquier cosa fue que la novedad de su pontificado y el carisma de su presencia desviaron la atención de lo que él en realidad dijo”. Sí, a medida que disfrutan del espectáculo, parece que las masas pierden de vista las implicaciones de los discursos francos del papa. Pero para muchos católicos de parecer liberal sus sermones son muy poco agradables, demasiado firmes y conservadores.

      ‘Compañero de estadistas y políticos’

      Otra razón de la popularidad del papa es que vivimos en una generación que está acondicionada para ofrecer y aceptar adoración idolátrica. En todo el mundo la gente tiene sus estrellas de televisión y de cine, ídolos deportivos y salvadores políticos. De modo que ¿por qué no tener ídolos religiosos también? Si los protestantes tienen a su Billy Graham y al “Reverendo” Moon, ¿por qué no pueden tener los católicos a su Juan Pablo II? En caso de que alguien crea que ésta es una exageración, note lo que el escritor católico Hebblethwaite declara en su libro The Year of the Three Popes (El año de los tres papas): “Cuando un hombre se convierte en papa, comienza un proceso irresistible de crear una mitología en torno a él. Su vida anterior se presenta de tal modo que muestre que desde hacía mucho tiempo estaba destinado a ocupar el oficio que finalmente ha llegado a ocupar [el papado]. De la noche a la mañana se convierte en un personaje mundial, compañero de diálogo de estadistas y políticos y de líderes eclesiásticos de toda clase”. (Las cursivas son nuestras.)

      Por lo tanto, en el ambiente moderno, el papa recibe mucha publicidad por su constante contacto y comunicación con “estadistas y políticos”. Se convierte en otro personaje de televisión de fama mundial. Puesto que también es cabeza de un estado temporal, la Ciudad del Vaticano, jefes de estado y gobernantes políticos lo reciben con todos los honores... ¡hasta los comunistas! Sí, “pero a pesar de su minúsculo tamaño, la Ciudad del Vaticano, según se ha dicho, ejerce mayor influencia que Italia misma”, dice la Encyclopaedia Britannica.

      Pero hay otros factores que también han ejercido gran influencia en la proyección publicitaria del papa actual. El redactor católico Rowanne Pascoe suministra una clave, al decir: “A pesar de que no tiene fuerzas armadas, o tal vez debido a esto, el papa es alguien a quien se le puede llamar caudillo mundial. En una Era de pigmeos en sentido político, él ha asumido el acaudillamiento moral del mundo”. ¡Esto sugiere que la condición moral de los personajes políticos del mundo es tan baja que hace parecer al papa como un gigante!

      El papa, la política y Polonia

      Otro elemento que ha contribuido a que este papa se gane el cariño de las masas es su evidente uso del nacionalismo y su participación en asuntos políticos y sociales. Ha cruzado la espada con varios gobiernos y líderes políticos. Aquí parece haber una contradicción entre sus órdenes de que el clero no participe en la política y sus propios discursos que lo han implicado en cuestiones políticas.

      Por ejemplo, lord Longford señaló que durante la visita del papa a las Filipinas “él advirtió a la facción antigubernamental de la Iglesia de ese país que no se entrometiera en la política, y les recordó el papel que debían desempeñar en la sociedad: ‘Ustedes son sacerdotes y son religiosos. Ustedes no son líderes sociales ni políticos ni funcionarios de un poder temporal’”. No obstante, en el discurso que él pronunció ante la Conferencia de Obispos Brasileños, según se le cita, él dijo que ‘aunque la Iglesia podía estar vinculada a una reforma social revolucionaria, no se podía permitir que continuara la violencia política’. Durante los 13 días que estuvo en Brasil, dijo Longford, el papa “instó a los pobres a hacer todo cuanto pudieran para asegurarse de que obtuvieran del gobierno los derechos que éste les debía. Su visita fue, de acuerdo con The Universe, ‘una acusación de la negligencia criminal del gobierno brasileño’”.

      El poder político del papa se puede ver en la visita que hizo recientemente a Polonia, la cual, de acuerdo con informes de prensa, se planeó meticulosamente con el propósito de resolver los graves problemas políticos y económicos de Polonia. William Safire, del periódico The New York Times, escribió: “La Iglesia y el estado han llegado a algún acuerdo secreto, y se pronunció la bendición política que tan ávidamente procuraba el líder polaco escogido por Moscú. [...] Para sobrevivir, la iglesia a veces tiene que hacer tratos con gobiernos totalitarios”.

      Hay prueba adicional de que la visita del papa a Polonia tenía motivos políticos también. El presidente Reagan entrevistó al cardenal Krol de Filadelfia, quien había acompañado al papa en su visita a Polonia. ¿Por qué? Porque “el Sr. Reagan quería saber las impresiones del cardenal tocante a la situación de Polonia después de la visita papal, con sus profundas ramificaciones políticas”. (Las cursivas son nuestras.) ¿Quién puede afirmar que los viajes del papa no tienen matices políticos, los cuales también contribuyen a la popularidad de éste entre las multitudes, aunque no siempre suceda así en el caso de los gobernantes?

      Una cosa es entender las razones de su popularidad actual, pero una pregunta mucho más importante es: ¿Por qué han sido necesarios ahora los viajes del papa alrededor del mundo? ¿Qué mensaje ha presentado él? ¿Cuán profundos han sido los efectos de dicho mensaje? Los siguientes artículos considerarán estas cuestiones.

      [Ilustración en la página 5]

      ‘El papa se ha convertido en compañero de diálogo de estadistas y políticos’

  • Los viajes del papa... ¿qué los hace necesarios?
    ¡Despertad! 1984 | 8 de marzo
    • Los viajes del papa... ¿qué los hace necesarios?

      AL HACER su segunda visita a Polonia, el papa Juan Pablo II terminó su vigésima peregrinación internacional en solo cinco años. Después de siglos de inmovilidad papal, es razonable preguntar: ¿Por qué han sido necesarios tantos viajes en un período tan breve?

      El escritor Peter Nichols nos da una clave. Al hablar del cónclave en que se escogió a Juan Pablo II, escribe: “No obstante, seguramente tiene que haber habido un acuerdo general [...] de que, sobre todo, la Iglesia Católica necesitaba a alguien que se encargara de ella, y de que a su largo período de desasosiego, confusión, experimentos, de dudas y discusiones, sin mencionar las deserciones [...] había que ponerle fin ahora”.

      Esa situación la hace resaltar también un sacerdote holandés de edad avanzada que, al hablar del catolicismo holandés, dijo: “Hay desesperación. Hay una fuga de intelectuales y de personas sencillas. Hay conflictos públicos entre los obispos. Es una tragedia muy grande”. Luego, en cuanto a la inclinación al sacerdocio, añadió: “No quieren ser sacerdotes estos jóvenes. No depositarán su confianza en una iglesia que se halla en un estado de tragedia moral”.

      Ese malestar afecta a la Iglesia Católica en casi todas partes del mundo. Ha mermado la lealtad incondicional de los católicos a los preceptos de su iglesia, lealtad que era patente 30 ó 40 años atrás. Ha disminuido la asistencia a la misa y la cantidad de feligreses que se confiesan.

      Sí, se han abierto brechas profundas y patentes en la estructura monolítica de la Iglesia Católica Romana. Las divisiones se manifiestan en tres campos principales: 1) la práctica diaria de las normas católicas fundamentales sobre la moralidad (el aborto, el control de la natalidad, el divorcio); 2) la reforma política y social, y 3) la teología, las enseñanzas fundamentales de la iglesia.

      ¿Obedecen los católicos al papa?

      En tan solo los últimos años, el aborto, el uso de anticonceptivos y el divorcio se han convertido en debates candentes en todos los niveles de la sociedad católica. Poco antes de la visita que hizo el papa a los Estados Unidos en 1979 se hizo una encuesta a un grupo representativo de católicos estadounidenses con respecto a su adherencia a las normas católicas. El libro The Man Who Leads the Church declara que “50 por 100 de ellos estaban dispuestos a tolerar el aborto a petición; 53 por 100 de ellos creían que a los sacerdotes se les debería permitir casarse; 63 por 100 de ellos opinaban que el divorcio era aceptable [...] y 66 por 100 de ellos dijeron que quisieran que la Iglesia aprobara el control artificial de la natalidad. En cuanto a este último punto en particular, entre los católicos estadounidenses había habido una separación permanente entre la práctica y el precepto. Se sabía que había muchas parejas católicas que utilizaban los anticonceptivos, y sin tener ningún sentimiento grande de culpabilidad al respecto”.

      Hasta en países donde predomina el catolicismo se ven actitudes parecidas con relación a cuestiones de moralidad. Un informe procedente de España señaló que en 1982 se vendieron en el país 47.605.000 dispositivos para el control de la natalidad. Los abortos han sido una práctica común en los países católicos desde hace mucho tiempo. Hasta en Irlanda, país de mucho fervor católico, se están viendo las brechas. John Whale escribe: “Los obispos [de Irlanda] mismos reconocen que ‘en la actualidad, más de 2.200 muchachas irlandesas están registradas oficialmente como que se someten a abortos en Gran Bretaña cada año’. Se considera comúnmente que la cifra verdadera es mucho mayor”.

      Una de las cuestiones principales que afectan profundamente a los católicos es el divorcio. Para la iglesia, el divorcio no existe; y el papa Juan Pablo II ha sido inflexible a ese respecto en sus sermones. Sin embargo, en lugar del divorcio está la anulación, que a veces es costosa y toma mucho tiempo tramitarla. El escritor John Whale declara lo siguiente sobre la situación que existe en los Estados Unidos: “El arzobispo Edward McCarthy, de Miami, identificó al divorcio como ‘el problema principal que encaramos... sin duda alguna’”. ¿Por qué están algunas autoridades eclesiásticas poco dispuestas a aplicar las normas estrictas de la iglesia tocante al asunto? “Reconocen que tal proceder haría fracasar sus objetivos, tanto en sentido pastoral como en cuanto al aumento numérico del catolicismo. De modo que expiden treinta mil anulaciones al año... esencialmente, certificados de que, en primer lugar, nunca hubo realmente un matrimonio afectado por la desintegración, [...] ‘Hay una parte de acrobacia legal en ello’, un clérigo de Chicago [...] reconoció.” (Las cursivas son nuestras.)

      Un cardenal de los Estados Unidos celebró recientemente una misa para personas divorciadas o separadas de sus cónyuges. El periódico The New York Times informó: “Fue [...] la primera vez que un cardenal celebraba misa para católicos divorciados o separados de sus cónyuges”. Al considerar toda la presión que se ejerce para que se reconozca la validez del divorcio, ¡no es de extrañar que el papa tenga que viajar por todo el mundo para tratar de mantener la disciplina dentro de las filas!

      ¿Divide a la iglesia la política?

      Aunque los portavoces del Vaticano dan muchísimo énfasis al propósito “pastoral” de los viajes del papa, muchos comentaristas ven los viajes desde un punto de vista diferente. El libro The Man Who Leads the Church declara esto con respecto a los viajes del papa: “A pesar del énfasis que se da a la naturaleza espiritual o pastoral de éstos, cada viaje implicó el abordar una cuestión política”.

      Así que, ¿por qué son tan necesarias esas visitas? Porque hay profundas divisiones que afectan al clero católico en cuestiones de índole política y social. Un ejemplo especial de eso fue la gira que efectuó el papa por América Central. Cierto periodista tituló así el artículo que escribió sobre el viaje del papa: “Política y religión, divididas y entrelazadas en la ruta del papa”. Eso se hizo claramente patente en su visita a Nicaragua, donde hay sacerdotes católicos que ocupan posiciones importantes en el gobierno. Al mismo tiempo, según The New York Times, el arzobispo de Managua, capital de Nicaragua, es “un censurador acérrimo del Gobierno”. ¿No es ésa una iglesia dividida?

      El mismo informe también declaró que el objetivo principal del papa en América Central fue “fortalecer la Iglesia Católica Romana [...] contra los desafíos internos que provocan los sacerdotes y monjas izquierdistas”. La estructura monolítica y autocrática de la Iglesia Católica se está agrietando y, un poco parecido al legendario niño holandés que trataba de tapar con el dedo la grieta que había en el dique, el papa Juan Pablo II está corriendo por todo el mundo tratando de tapar los agujeros.

      Enseñanzas eclesiásticas bajo ataque

      En la estructura eclesiástica se ven más brechas a medida que teólogos y sacerdotes católicos siguen poniendo en duda algunas de las enseñanzas fundamentales de la iglesia. No es de extrañar que el sacerdote benedictino Patrick Granfield describiera como espantosa la responsabilidad que el papa tiene de conservar la unidad de la fe, “porque casi todo aspecto de la enseñanza tradicional sobre la fe y la moral es objeto de intenso debate teológico. Entre las cuestiones están: [...] la moralidad sexual; el control de la natalidad; el aborto; el divorcio y las segundas nupcias; el celibato sacerdotal; la ordenación de mujeres”.

      Allá en 1971 el papa, entonces cardenal Wojtyla, había señalado que algunos teólogos habían sembrado semillas de duda al poner en duda doctrinas fundamentales como la Trinidad, la naturaleza de Cristo, la verdadera presencia de Cristo en la Eucaristía y la indisolubilidad del matrimonio. Otros, como Hans Kung, escolástico católico de Suiza, ponen en duda la doctrina de la infalibilidad del papa, que data del siglo XIX.

      La Iglesia Católica está atormentada por divisiones e inseguridad. El clero abarca toda la gama: desde liberales y progresistas hasta conservadores y ultraortodoxos en el campo religioso, y desde comunistas hasta fascistas en la esfera política. A todo eso se añade la crisis mundial en las vocaciones, que ha resultado en una escasez de sacerdotes y monjas. El comunismo sigue reclamando la lealtad de una porción considerable de la población en varios países católicos, como Italia, Francia y España. ¡No es de extrañar que el papa tenga que viajar y dar advertencias severas!

      Pero, en sus viajes, ¿qué mensaje lleva él a las naciones? ¿Qué esperanza da al mundo? Nuestro último artículo sobre este tema considerará esas preguntas.

      [Ilustración en la página 8]

      El papa está echando una mirada penetrante a las actitudes católicas tocante al divorcio, el control de la natalidad y el aborto

  • El mensaje del papa... ¿es la solución?
    ¡Despertad! 1984 | 8 de marzo
    • El mensaje del papa... ¿es la solución?

      “AL DESPEDIRME de mis compatriotas de Cracovia, [...] es mi deseo que el bien, bajo el cuidado de la Santa Virgen de Jasna Gora, pueda resultar nuevamente más poderoso que el mal en la tierra de Polonia.”

      Con estas palabras el papa Juan Pablo II concluyó su visita a Polonia en 1983. El periodista de The New York Times comentó: “La referencia al icono de la Madona Negra de Czestochowa, el símbolo religioso y nacionalista más reverenciado de Polonia, ha sido un tema subyacente del viaje del papa”. (Las cursivas son nuestras.)

      “Apego apasionado a la Virgen María”

      El escritor católico Peter Hebblethwaite comenta: “La devoción a María es otra cosa que Wojtyla debe a la larga tradición polaca. [...] Aun en sus declaraciones más breves alude a María”. Este comentario significativo proporciona una clave respecto al aspecto predominante de la religiosidad del actual papa... su apego a la Virgen María conforme a las muchas diferentes manifestaciones de ella en el mundo católico.

      Lord Longford, en su biografía autorizada del papa, declara: “Su devoción a la bendita Virgen María es una parte fundamental de él. [...] Es imposible hacerse una idea de él sin ella. En este sentido él sin duda comparte una fervorosa tradición polaca. Su amor por la Virgen María se remonta a sus primeros años de vida”. Es interesante que su madre murió cuando él aún era niño, de modo que el mismo escritor dice: “Se ha sugerido que el haber perdido a su madre a temprana edad tal vez haya contribuido a que en los años posteriores Wojtyla manifestara un apego apasionado a la Virgen María”. (Las cursivas son nuestras.) Peter Hebblethwaite comenta: “María representa el elemento femenino en su vida”.

      Algunos católicos quedan sorprendidos

      Pero Hebblethwaite admite: “Algunos católicos hallan que este culto de María es exagerado; algunos protestantes lo descartan como algo que no tiene base bíblica, que está basado en la superstición y que, para colmo, hasta es blasfemo”. Aun el obispo mejicano Sergio Méndez Arceo denunció la devoción exagerada del papa para con María; las innumerables referencias a la Virgen de Guadalupe fueron “absolutamente excesivas”. Esto es especialmente cierto en vista de que los antropólogos identifican a esta Virgen, ‘la Morenita’, con la ‘dulce dama de Tepeyac’, a quien se identifica con la antigua diosa azteca Tonantzin. El sacerdote católico Andrew Greeley admite “que María es uno de los símbolos religiosos más poderosos de la historia del mundo occidental. [...] El símbolo de María vincula el cristianismo directamente a las religiones antiguas de las diosas madres”. (Las cursivas son nuestras.)

      ¿Cómo respondieron algunos católicos italianos al catolicismo polaco? El escritor Peter Nichols describe las reacciones de un grupo que visitó Polonia para ver con sus propios ojos el renacimiento del catolicismo allí. “La primera cosa que les asombró —hubo otras— fue el que Jesús ocupara un papel subordinado. La Virgen María ocupaba el primer lugar; el papa polaco, el segundo; y Jesús, en las palabras de estos jóvenes, ocupaba un puesto inferior, el tercero”. ¡En este caso el Señor Soberano Jehová, “Altísimo sobre toda la tierra”, ni siquiera llegó a ocupar una posición peor que ésta, la cuarta! (Salmo 83:18, Biblia de Jerusalén, católica.)

      ¿A quién destacó Pedro?

      Todo lo susodicho nos ayuda a entender hasta cierto grado los antecedentes religiosos del actual papa polaco y su mensaje básico para la humanidad. Él recalca el papel de la “Madre de Dios” como mediadora entre Dios y el hombre. Pero ¿está él enseñando el mensaje debido para los tiempos en que vivimos? ¿Debería él estar destacando a la madre de Cristo, o debería estar proclamando lo que el apóstol Pedro y los cristianos primitivos predicaban como la única esperanza para la humanidad, a saber, el Reino, o gobernación, de Dios en manos de Cristo?

      Puesto que el papa afirma ser el sucesor legal del apóstol Pedro, es de interés saber lo que éste dijo acerca de María. ¿La señaló como la solución para los problemas de la humanidad? ¿Se sirvió de ella como símbolo nacionalista? ¿La ensalzó por encima de Dios y Cristo en su adoración?

      ¡El hecho es que en sus dos cartas él ni siquiera menciona a María ni una sola vez! Además, es mencionada en solo 5 de los 27 libros de las Escrituras Griegas. Aunque en los Evangelios se habla de ella con respeto y de manera favorable debido al papel que desempeñó con humildad como madre del Mesías, ningún escritor jamás confiere a ella veneración alguna.

      En contraste, Pedro sí destaca claramente el papel de Dios. En su primera carta él declara: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque según su gran misericordia nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos”. Además, respecto a Jesús, él dijo a sus compañeros de creencia: “Pongan su esperanza resueltamente en la bondad inmerecida que ha de ser traída a ustedes al tiempo de la revelación de Jesucristo”. “La revelación de Jesucristo”, no la de María, resultará en el fin de este corrupto sistema de cosas. Mediante la purificadora “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, se eliminará toda la maldad de la Tierra. La justicia y la rectitud serán restauradas mediante la gobernación del Reino en manos de Cristo desde los cielos. (1 Pedro 1:3, 13; Revelación 16:14, 16; 19:11.)

      Respecto a dicho Reino, Pedro escribió lo siguiente: “De hecho, así se les suministrará ricamente a ustedes la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Este mismo Reino o gobierno celestial eliminará de la Tierra todos los elementos que blasfeman el nombre de Jehová y contaminan la Tierra. Pedro lo declara enfáticamente: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar”. (2 Pedro 1:11; 3:13; Daniel 2:44.)

      El mensaje debido y el mediador debido

      Por lo tanto, el verdadero mensaje para las naciones hoy no tiene que ver con el envolverse en la política ni en el nacionalismo; tampoco es cuestión de venerar una tradición de hechura humana relacionada con María, “el aspecto femenino de Dios”, como la llama el sacerdote Greeley. El mensaje vital para nuestros tiempos peligrosos es el que Jesús mandó: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.)

      Jesús instó a sus seguidores a que oraran para que viniera ese Reino, cuando dio el siguiente consejo: “Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra’”. ¿Dijo Jesús que sus seguidores deberían pedir el Reino de Dios mediante la madre de él, María? Él mismo responde: “También, cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, esto lo haré, para que el Padre sea glorificado con respecto al Hijo [no a la madre]. Si ustedes piden algo en mi nombre, lo haré”. Está claro que Cristo es el único Mediador entre Dios y el hombre, tal como lo afirmó el apóstol Pablo: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús”. (Mateo 6:9, 10; Juan 14:13, 14; 1 Timoteo 2:5.)

      Por lo tanto, si queremos tener una esperanza sólida respecto al futuro de la humanidad y la Tierra, ¿a quién tenemos que acudir? ¿A la “Reina de Polonia”, como lo ha sugerido el papa muchísimas veces? ¿Qué dijo Jesús? “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” Sí, la vida eterna se alcanza mediante Jehová Dios y Cristo Jesús, porque el Reino también proviene de ellos. Además, el conocimiento acerca de ellos se obtiene mediante un estudio de la Palabra de Dios, la Biblia, ‘los santos escritos, que pueden hacerle sabio para la salvación por medio de la fe relacionada con Cristo Jesús’. (Juan 17:3; 2 Timoteo 3:15.)

      Instamos a toda persona sincera, sea católica o de otra confesión, a que adquiera dicho conocimiento. Usted también puede saber acerca del Reino de Dios y anhelar el tiempo, que se acerca rápidamente, en que “él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. Los testigos de Jehová de su localidad gustosamente le ayudarán a comprender la Biblia mediante un estudio bíblico gratis en su hogar, sin obligación alguna. (Revelación 21:4.)

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