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  • “El más espectacular de la historia moderna”
    La Atalaya 1954 | 1 de noviembre
    • “El más espectacular de la historia moderna”

      DIRIGIÉNDOSE a 10,000 delegados de la sesión quincuagésima primera de la Asociación Educacional Católica Nacional, John A. O’Brien, de la Universidad de Notre Dame, criticó “la falta de celo en ganar conversos” entre los católicos, haciendo notar que “la mayoría abrumadora (el 72 por ciento) de los hombres y las mujeres católicos nunca han siquiera levantado un dedo para ganar un converso para Cristo. Los protestantes tienen dos veces más celo que los católicos en ganar conversos.” Él señaló al celo misional de tales grupos como los testigos de Jehová, aunque “uno no tiene que aprobar todos sus métodos,” y entonces declaró que el progreso de los testigos de Jehová “es el más espectacular de la historia moderna.”

      En cuanto al abandono de su iglesia por católicos él dijo que “hay que admitir que nuestra Pérdida es perturbadoramente grande; más grande de lo que generalmente nos hemos dado cuenta. La pérdida más grande que la iglesia [católica] en América está sufriendo se debe a no usar activamente y dar la debida dirección al celo misional latente de nuestros legos devotos.”—Daily Tribune de Chicago, 23 de abril de 1954.

      ¿Hay tal cosa como “celo latente”? Si los “legos” fueran verdaderamente devotos, ¿podría decirse que tuvieran “celo latente,” si es que hay tal cosa? ¿Será posible que el progreso espectacular de los testigos de Jehová se deba a que su celo no es de la clase “latente”?

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1954 | 1 de noviembre
    • Preguntas de los lectores

      ● ¿No transigió el apóstol Pablo cuando dijo delante del Sinedrio: “Yo soy fariseo”?— G. B., Etiopía.

      La declaración de Pablo tiene que considerarse en su fondo, como sigue: “Bueno, cuando Pablo observó que una parte era de saduceos pero la otra de fariseos, procedió a gritar en el Sinedrio: ‘Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos. A causa de la esperanza de la resurrección de los muertos estoy siendo juzgado.’ Porque dijo esto surgió una disensión entre los fariseos y los saduceos, y la multitud quedó dividida. Pues los saduceos dicen que no hay resurrección ni ángel ni espíritu, pero los fariseos los declaran todos públicamente. De modo que estalló un griterío fuerte, y algunos de los escribas del partido de los fariseos se levantaron y comenzaron a contender furiosamente, diciendo: ‘No hallamos nada malo en este hombre; pero si un espíritu o un ángel le habló,—.’ Ahora bien, cuando la disensión se hizo grande, el comandante militar temió que Pablo fuera a ser despedazado por ellos, y dió órdenes al cuerpo de soldados para que bajara y lo arrebatara de en medio de ellos y lo trajera al cuartel de los soldados.”—Hech. 23:6-10, NM.

      El Sinedrio sabía que Pablo no era miembro de los fariseos. Había sido muy celoso como cristiano, y jamás podría haber hecho creer al Sinedrio que estaba ejerciendo de fariseo. Hubiera sido inútil tratar de hacerlo, aun si hubiera querido transigir y presentarse en falsos colores de esa manera. Por eso es que al considerar este asunto hay que hacerlo tomando en cuenta lo que sirve de fondo a su declaración. Su pretensión de ser fariseo debe haber tenido limitaciones, y al examinar el contexto podemos determinar cuál fué el significado limitado de su observación. Cuando dijo que era fariseo unió a eso la explicación de que estaba siendo juzgado a causa de la esperanza de la resurrección de los muertos. Los saduceos no creían en la resurrección, pero los fariseos sí, y también Pablo. En este respecto Pablo estaba de acuerdo con los fariseos. Era fariseo en punto de vista sobre el tema que introdujo, la resurrección, y al introducirlo manifestó que su posición coincidía con la creencia farisea. En cualquier controversia sobre este tema Pablo había de ser identificado con los fariseos más bien que con los saduceos. Antes de llegar a ser cristiano Pablo había sido fariseo, y después de llegar a ser cristiano todavía estaba de acuerdo con ellos en algunos puntos, tales como la resurrección, ángeles y algunos puntos de la ley. (Hech. 26:5; Fili. 3:5) De modo que en estos respectos, dentro de estos límites estrechos, él podía asociarse con los fariseos, y fué dentro de este significado limitado que sus oyentes aceptaron su pretensión, porque ellos ciertamente sabían que él no era fariseo en el sentido

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