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Libro bíblico número 44: Hechos“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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único Dios verdadero, y como resultado algunos se hicieron creyentes (17:22-34).
38. ¿En qué bendiciones redunda la clase de estudio que se estimula en Hechos?
38 El libro de Hechos estimula el estudio continuo y diligente de “toda Escritura”. Cuando Pablo predicó originalmente en Berea, porque los judíos de aquel lugar “recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así”, recibieron encomio como personas “de disposición más noble” que otras (17:11). Hoy, como entonces, este examen cuidadoso de las Escrituras en compañía de la congregación de Jehová, que está llena del espíritu, redunda en las bendiciones de convicción y fe firme. Mediante tal estudio uno puede alcanzar un entendimiento claro de los principios divinos. Tenemos una magnífica declaración de algunos de estos principios en Hechos 15:29. Ahí el cuerpo gobernante de apóstoles y hermanos de edad madura de Jerusalén dio a conocer que aunque la circuncisión no era un requisito para el Israel espiritual, había prohibiciones claras contra la idolatría, la sangre y la fornicación.
39. a) ¿Cómo se fortaleció a los discípulos para enfrentarse con las persecuciones? b) ¿Qué testimonio denodado dieron? ¿Fue eficaz?
39 Aquellos discípulos primitivos estudiaban en verdad las Escrituras inspiradas y podían citarlas y aplicarlas según fuera necesario. El conocimiento exacto y el espíritu de Dios los fortalecieron para enfrentarse con persecuciones violentas. Pedro y Juan dejaron un dechado para todos los cristianos fieles cuando con denuedo dijeron a los gobernantes opositores: “Si es justo a vista de Dios escucharles a ustedes más bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos. Pero en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído”. Y cuando se les llevó de nuevo ante el Sanedrín, el cual ‘les ordenó positivamente’ que no siguieran enseñando sobre la base del nombre de Jesús, ellos dijeron sin vacilación: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. Este denodado testimonio redundó en una excelente testificación para los gobernantes, y llevó a que Gamaliel, famoso maestro de la Ley, hiciera su muy conocida declaración a favor de la libertad de adoración, que condujo a que los apóstoles fueran puestos en libertad (4:19, 20; 5:28, 29, 34, 35, 38, 39).
40. ¿Qué incentivo nos da Hechos para dar un testimonio cabal sobre el Reino?
40 El glorioso propósito de Jehová respecto a su Reino, que corre como una hebra de oro por toda la Biblia, se destaca muy prominentemente en el libro de Hechos. Al comienzo se muestra a Jesús durante los 40 días que precedieron a su ascensión ‘diciendo las cosas acerca del reino de Dios’. Fue en respuesta a la pregunta de los discípulos sobre cuándo sería restaurado el Reino que Jesús les dijo que primero tenían que ser testigos suyos hasta la parte más distante de la Tierra (1:3, 6, 8). Comenzando en Jerusalén, los discípulos predicaron el Reino con firme denuedo. Las persecuciones llevaron a que se lapidara a Esteban y esparcieron a muchos discípulos a nuevos territorios (7:59, 60). Se registra que Felipe declaró “las buenas nuevas del reino de Dios” con mucho éxito en Samaria, y que Pablo y sus compañeros proclamaron “el reino” en Asia, Corinto, Éfeso y Roma. Todos estos cristianos primitivos dieron verdaderos ejemplos de confianza inquebrantable en Jehová y en su espíritu sustentador (8:5, 12; 14:5-7, 21, 22; 18:1, 4; 19:1, 8; 20:25; 28:30, 31). Al contemplar nosotros su celo y valor indomables y observar cuán abundantemente bendijo Jehová sus esfuerzos, tenemos un maravilloso incentivo para ser fieles y ‘dar testimonio cabal respecto al reino de Dios’ (28:23).
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Libro bíblico número 45: Romanos“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Libro bíblico número 45: Romanos
Escritor: Pablo
Dónde se escribió: Corinto
Cuándo se completó: c. 56 E.C.
1. ¿Qué considera Pablo en su carta a los romanos?
EN HECHOS vimos que Pablo, quien fue violento perseguidor de los judíos que abrazaban el cristianismo, se convirtió en celoso apóstol de Cristo a las naciones no judías. Con Romanos empezamos los 14 libros de la Biblia que por inspiración de espíritu santo escribió este ex fariseo, ahora un fiel siervo de Dios. Para cuando Pablo escribió Romanos, ya había completado dos largas giras de predicación y estaba bien adentrado en la tercera. Había escrito otras cinco cartas inspiradas: Primera y Segunda a los Tesalonicenses, Gálatas, y Primera y Segunda a los Corintios. Sin embargo, parece apropiado que en nuestras Biblias modernas Romanos anteceda a las demás, puesto que considera con todo detalle la nueva igualdad entre los judíos y los no judíos, las dos clases a las que predicó Pablo. Esta carta explica un punto de viraje en los tratos de Dios con su pueblo y muestra que las inspiradas Escrituras Hebreas habían predicho desde mucho tiempo antes que las buenas nuevas también se predicarían a los no judíos.
2. a) ¿Qué problemas considera Pablo en Romanos? b) ¿Qué deja firmemente establecido esta carta?
2 Pablo, mediante Tercio como secretario, enlaza rápidamente argumentos y un sorprendente número de citas de las Escrituras Hebreas en uno de los libros de exposición más contundente de las Escrituras Griegas Cristianas. Con notable belleza de expresión considera las dificultades que surgieron por el hecho de que en las congregaciones cristianas del primer siglo hubiera tanto judíos como griegos. ¿Tenían prioridad sobre los gentiles los judíos, por ser descendientes de Abrahán? Porque estaban libres de la Ley de Moisés, ¿tenían los cristianos maduros derecho a ejercer tal libertad de modo que causaran tropiezo a los hermanos judíos algo débiles que todavía se apegaban a las costumbres antiguas? En esta carta Pablo dejó firmemente establecido que los judíos y los no judíos son iguales ante Dios y que a los hombres no se les declara justos mediante la Ley de Moisés, sino mediante la fe en Jesucristo y por la bondad inmerecida de Dios. Al mismo tiempo, Dios requiere que los cristianos muestren la debida sujeción a las varias autoridades bajo las cuales se hallan.
3. ¿Cómo empezó la congregación de Roma, y qué explicación puede haber para que Pablo conociera a muchísimos allí?
3 ¿Cómo empezó la congregación romana? Había habido una comunidad judía de buen tamaño en Roma por lo menos desde que Pompeyo capturó Jerusalén en el año 63 a.E.C. En Hechos 2:10 se declara específicamente que algunos de aquellos judíos estaban en Jerusalén en el Pentecostés de 33 E.C., y allí oyeron predicadas las buenas nuevas. Aquellos viajeros que se convirtieron permanecieron por un tiempo en Jerusalén para aprender de los apóstoles, y sin duda después aquellos judíos que habían venido de Roma regresaron a aquel lugar, algunos probablemente cuando estalló la persecución en Jerusalén. (Hech. 2:41-47; 8:1, 4.) Además, la gente de aquel tiempo solía viajar mucho, y eso puede explicar el que Pablo conociera íntimamente a muchísimos miembros de la congregación romana, algunos de los cuales quizás habían oído las buenas nuevas en Grecia o Asia como resultado de la predicación de Pablo.
4. a) ¿Qué información da Romanos acerca de la congregación de aquella ciudad? b) ¿Qué indica el que Áquila y Priscila estén en Roma?
4 Los primeros datos confiables acerca de esta congregación se hallan en la carta de Pablo. Por esta queda patente que la congregación se componía de cristianos judíos y no judíos, y que el celo de ellos era digno de encomio. Pablo les dice: “Por todo el mundo se habla de la fe de ustedes”, y: “La obediencia de ustedes ha llegado a noticia de todos”. (Rom. 1:8; 16:19.) Suetonio, quien escribió en el siglo II, informa que durante el gobierno de Claudio (41-54 E.C.) los judíos fueron desterrados de Roma. Con todo, después regresaron, como lo indica la presencia de Áquila y Priscila en Roma. Estos eran judíos a quienes Pablo había conocido en Corinto y que habían salido de Roma al tiempo del decreto de Claudio, pero que ya habían regresado a ella cuando Pablo escribió a la congregación romana. (Hech. 18:2; Rom. 16:3.)
5. ¿Qué hechos establecen la autenticidad de Romanos?
5 La autenticidad de la carta tiene base firme. Como lo dice su introducción, la carta es de “Pablo, esclavo de Jesucristo y llamado a ser apóstol, [...] a todos los que están en Roma como amados de Dios, llamados a ser santos”. (Rom. 1:1, 7.) El testimonio exterior a favor de su autenticidad está entre los más antiguos que se hallan para las Escrituras Griegas Cristianas. Pedro usa tantas expresiones similares en su primera carta, que probablemente escribió de seis a ocho años después, que muchos eruditos creen que tenía que haber visto ya una copia de Romanos. Está claro que se consideraba a Romanos parte de los escritos de Pablo, y así citaron de ella Clemente de Roma, Policarpo de Esmirna e Ignacio de Antioquía, quienes vivieron a fines del siglo I y a principios del siglo II E.C.
6. ¿Cómo testifica de la canonicidad de Romanos un papiro antiguo?
6 Junto con otras ocho cartas de Pablo, el libro de Romanos se encuentra en un códice llamado Papiro Chester Beatty núm. 2 (P46). Sobre este códice primitivo, sir Frederic Kenyon escribió: “Aquí, pues, tenemos un manuscrito casi completo de las epístolas paulinas, aparentemente escrito para principios del tercer siglo”a. Los papiros bíblicos griegos Chester Beatty son más antiguos que los muy conocidos manuscritos Sinaítico y Vaticano núm. 1209, ambos del siglo IV E.C. Estos también contienen el libro de Romanos.
7. ¿Qué prueba hay respecto al lugar y la fecha de la escritura de Romanos?
7 ¿Cuándo y desde dónde se escribió Romanos? Los comentaristas de la Biblia concuerdan en que esta carta se escribió desde Grecia, muy probablemente desde Corinto, cuando Pablo estuvo de visita en aquella ciudad por unos meses hacia fines de su tercer viaje misional. La prueba interna señala a Corinto. Pablo escribió la carta desde la casa de Gayo, que era miembro de la congregación de aquella ciudad, y recomienda a Febe, de la congregación cercana de Cencreas, el puerto marítimo de Corinto. Parece que fue Febe quien llevó la carta de Pablo a Roma. (Rom. 16:1, 23; 1 Cor. 1:14.) En Romanos 15:23 Pablo escribió: “Ya no tengo territorio sin tocar en estas regiones”, y en el versículo siguiente Ro 15:24 indica que se propone extender su obra misional hacia el oeste, a España. Bien podía escribir así hacia fines de su tercer viaje, a principios del año 56 E.C.
CONTENIDO DE ROMANOS
8. a) ¿Qué dice Pablo sobre su misión? b) ¿Cómo muestra él que tanto judíos como griegos merecen la ira de Dios?
8 La imparcialidad de Dios hacia judío y gentil (1:1–2:29). ¿Qué dice Pablo bajo inspiración a los romanos? En sus palabras iniciales se identifica como apóstol escogido por Cristo para enseñar ‘obediencia por fe’ entre las naciones. Expresa su deseo ferviente de visitar a los santos de Roma, para disfrutar de “un intercambio de estímulo” con ellos, y para declarar entre ellos las buenas nuevas que son “el poder de Dios para salvación a todo el que tiene fe”. Como se había escrito mucho tiempo antes, el justo vivirá “por medio de la fe” (1:5, 12, 16, 17). Pablo muestra que tanto judíos como griegos merecen la ira de Dios. La impiedad del hombre es inexcusable porque “las cualidades invisibles de [Dios] se ven claramente desde la creación del mundo en adelante” (1:20). Sin embargo, las naciones siguen el tonto derrotero de hacer dioses de cosas creadas. No obstante, los judíos no deberían juzgar a las naciones severamente, pues ellos también son culpables de pecados. Ambas clases serán juzgadas según sus hechos, pues Dios no es parcial. La circuncisión carnal no es el factor decisivo; “es judío el que lo es por dentro, y su circuncisión es la del corazón” (2:29).
9. a) ¿En qué son superiores los judíos, y, sin embargo, qué citas de las Escrituras hace Pablo para mostrar que todos están bajo pecado? b) Entonces, ¿cómo se declara justo a un hombre, y qué ejemplo apoya este argumento?
9 A todos se les declara justos por fe (3:1–4:25). “¿Cuál, pues, es la superioridad del judío?” Es grande, pues a los judíos se les encomendaron las sagradas declaraciones formales de Dios. Con todo, “tanto los judíos como los griegos están todos bajo pecado”, y ninguno es “justo” a la vista de Dios. Se hacen siete citas de las Escrituras Hebreas para demostrar esto. (Rom. 3:1, 9-18; Sal. 14:1-3; 5:9; 140:3; 10:7; Pro. 1:16; Isa. 59:7, 8; Sal. 36:1.) Lo que hace la Ley es manifestar que el hombre es pecaminoso, de modo que “por obras de ley ninguna carne será declarada justa”. Sin embargo, por la bondad inmerecida de Dios y la liberación por rescate, tanto a judíos como a griegos se les declara justos “por fe aparte de obras de ley”. (Rom. 3:20, 28.) Pablo apoya este argumento mencionando el ejemplo de Abrahán, a quien se contó como justo, no por obras ni por la circuncisión, sino por su fe ejemplar. De modo que Abrahán no solamente llegó a ser el padre de los judíos, sino también de “todos los que tienen fe” (4:11).
10. a) ¿Cómo llegó a reinar la muerte? b) ¿Qué resultado ha tenido la obediencia de Cristo, pero qué advertencia se da respecto al pecado?
10 Ya no son esclavos del pecado, sino de la justicia mediante Cristo (5:1–6:23). Por medio de un solo hombre, Adán, el pecado entró en el mundo, y el pecado trajo la muerte, “y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” (5:12). La muerte reinó desde Adán hasta Moisés. Cuando se dio la Ley mediante Moisés, el pecado abundó, y la muerte siguió reinando. Pero la bondad inmerecida de Dios ahora abunda todavía más, y mediante la obediencia de Cristo se declara justos a muchos para vida eterna. No obstante, esto no es ningún permiso para vivir en el pecado. Los que se bautizan en Cristo deben estar muertos respecto al pecado. Fijan su vieja personalidad en el madero, y viven con referencia a Dios. El pecado ya no los gobierna, pues llegan a ser esclavos de la justicia, con la santidad en mira. “El salario que el pecado paga es muerte, pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor” (6:23).
11. a) ¿Cómo ilustra Pablo que los judíos cristianos han sido librados de la Ley? b) ¿Qué hizo patente la Ley, y, por lo tanto, qué cosas están en guerra en el cristiano?
11 Muertos a la Ley, vivos por espíritu en unión con Cristo (7:1–8:39). Pablo usa el ejemplo de una esposa, la cual está atada a su esposo mientras él vive pero queda libre para casarse con otro si él muere, para mostrar cómo se hizo que los judíos cristianos murieran a la Ley mediante el sacrificio de Cristo y pudieran llegar a ser de Cristo y producir fruto para Dios. La santa Ley hizo más patente el pecado, y el pecado trajo la muerte. El pecado, que mora en nuestros cuerpos carnales, guerrea contra nuestras buenas intenciones. Como dice Pablo: “Porque lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico”. Así, “el que lo obra ya no soy yo, sino el pecado que mora en mí” (7:19, 20).
12. ¿Cómo llegan a ser coherederos con Cristo algunos, y en qué salen completamente victoriosos estos?
12 ¿Qué puede salvar al hombre de esta triste condición? ¡Dios puede vivificar mediante su espíritu a los que pertenecen a Cristo! Se les adopta como hijos, se les declara justos, llegan a ser herederos de Dios y coherederos con Cristo, y se les glorifica. A ellos Pablo dice: “Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? ¿Quién
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