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  • Nos abraza el propósito de un Creador amoroso
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 1

      Nos abraza el propósito de un Creador amoroso

      1, 2. ¿Por qué está asumiendo nuevo interés la vida en la Tierra para cantidades cada vez mayores de personas?

      LA VIDA en la Tierra está asumiendo nuevo interés para cantidades cada vez mayores de personas a medida que nuestro siglo veinte se aproxima a su fin.

      2 El sistema de cosas moribundo bajo el cual se nos hace cada vez más difícil vivir no es lo último que hemos de experimentar. No es cuanto hay para nosotros. La Tierra cesará de ser un lugar de sufrimiento humano continuo. La noche cada vez más tenebrosa que ahora amortaja a toda la Tierra con un mortífero paño mortuorio está por ser disipada. Está por amanecer el nuevo día que de seguro tiene que seguir a la noche, para que toda la Tierra llegue a ser un lugar de gozoso vivir para la entera familia humana. Nada de esto es asunto de casualidad, ni asunto de accidente, ni siquiera asunto de algún gran descubrimiento científico humano. Alguien mayor que el hombre se lo ha propuesto.

      3. ¿Cómo han sido afectados budistas, hindúes y creyentes del Hado por la nueva manera de ver la vida sobre la Tierra?

      3 Sí, cantidades cada vez mayores de personas de toda clase palpitan de viva alegría mientras esperan vivir en nuestra misma vieja Tierra, pero bajo un sistema de cosas dador de vida. Entre éstos el ex-budista que solía doblar las manos y orar de rodillas ante la imagen dorada de su dios meditabundo ha hallado nueva razón para disfrutar de la vida humana en la Tierra ahora y para siempre. El ex-hindú que solía adorar delante de su dios trino y uno, Trimurti, ya no trata de edificar mérito para sí bajo el temor a una imaginada transmigración del alma humana después de la muerte. Con interés amoroso en todos los demás de la humanidad ahora se esfuerza por compartir con otros las buenas nuevas de que la familia humana entrará en una vida mejor aquí en la Tierra. El adorador que antes creía que todos sus asuntos estaban gobernados por Qadar (“El Hado”) ahora desea demostrar que es digno de heredar un paraíso aquí en la Tierra, más hermoso todavía que la antigua Damasco.

      4. ¿Cómo han cambiado sus expectativas religiosos de la cristiandad?

      4 El ex-católico romano, o griego ortodoxo, o protestante, que esperaba llegar a ser un ángel en el cielo más bien que quemarse para siempre en un infierno de fuego y azufre, ahora se prepara para una vida sin fin en perfección humana en una Tierra segura y pacífica.

      5. ¿De qué manera han sido afectadas de modo semejante personas no religiosas?

      5 ¡Maravillosas transformaciones religiosas todas ésas! Pero esas transformaciones no se limitan a personas religiosas sinceras. Hasta los no religiosos han experimentado este cambio de punto de vista en cuanto a la vida en la Tierra. El ex-evolucionista, que antes ejercía tremenda fe para creer que la vida humana había empezado accidentalmente de una célula diminuta y de corta vida en un mar de los tiempos primitivos y había evolucionado ambiciosamente en ascenso hasta la vida humana actual, ya no depende de mutaciones y la ciencia moderna en cuanto a lo que él será en el futuro. El comunista “ateo” de otros tiempos, que creía en el materialismo absoluto y que se esforzaba por hacer comunista al mundo entero bajo un gobierno político irreligioso, ahora espera una gobernación universal más alta que la de criaturas egoístas, imperfectas y moribundas de sangre y carne.

      6. ¿Según qué están dando forma a su vida todas esas personas ahora?

      6 Todas estas personas transformadas, religiosas y no religiosas, esperan confiadamente que la vida en la Tierra se haga mejor dentro de su propia generación. Están dando forma a su vida ahora con esta expectativa segura de mejores cosas que vendrán para los habitantes de la Tierra. La vida actual de ellas es más feliz debido a esto, más útil, más provechosa para ellas mismas y para otros. Unidamente, todas tienen este punto de vista común en cuanto a los años venideros. ¿Qué razón ha habido para esta maravillosa transformación en la mente y el corazón y la vida de estas personas?

      7. ¿Qué razón ha habido para esta transformación en esas personas?

      7 Es esto: Todas han adquirido un conocimiento exacto del “propósito eterno” de Dios y están dando forma a su vida en armonía con ese propósito divino, regocijándose en el fondo porque va triunfando ahora para bien eterno de toda la humanidad. Están humildemente agradecidas, también, de estar abrazadas por el propósito amoroso de Dios su Creador. El vivir dentro del alcance de Su propósito hace que la vida valga la pena para ellas. Ante ellas tienen la felicidad eterna.

  • El Poseedor inmortal del “propósito eterno”
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 2

      El Poseedor inmortal del “propósito eterno”

      1, 2. ¿Quién únicamente pudiera tener un “propósito eterno,” y qué dijo Moisés acerca de ése?

      ¡“PROPÓSITO eterno”! ¿Quién pudiera tener un propósito de esa clase sino un Dios que viviera para siempre? La evolución, según la enseñan muchos científicos modernos, no pudiera tener tal propósito, puesto que el accidente o la casualidad, con lo cual comienza la teoría no probada de la evolución, no acontece con propósito y no tiene propósito. En el siglo quince antes de nuestra era común un legislador y poeta de fama mundial, a saber, Moisés hijo de Amram, llamó atención a un Dios así, un Dios de eternidad, diciendo:

      2 “Antes que nacieran las montañas mismas, o tú procedieras a producir como con dolores de parto la tierra y el terreno producto, aun desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido tú eres Dios. . . . Porque mil años son a tus ojos solo como el día de ayer cuando ha pasado, y como una vigilia [de cuatro horas] durante la noche.”—El libro de los Salmos, número Sal. 90, versículos 2-4, en la Biblia.

      3. ¿Por qué podía cumplir ese propósito plenamente el “Rey de la eternidad”?

      3 En el primer siglo de nuestra era común un firme creyente en el legislador Moisés llamó atención a este mismo Dios, que no tiene limitaciones de tiempo ni en el pasado ni en el futuro, al escribir: “Ahora al Rey de la eternidad, incorruptible, invisible, el único Dios, sea honra y gloria para siempre jamás. Amén.” (1 Timoteo 1:17) Un Dios Eterno como ése puede apegarse a su propósito hasta que se cumpla con buen éxito, sin importar el mucho tiempo que tome eso, hasta edades o eras de tiempo.

      4. El que escribió acerca del “propósito eterno” de Dios lo asoció con ¿quién, que había sido prometido mucho tiempo antes?

      4 Este mismo escritor de nuestro primer siglo E.C. escribió por inspiración acerca del “propósito eterno” de Dios y lo asoció con el por mucho tiempo esperado Mesías, el “Ungido” o “Consagrado,” predicho por el mismo profeta Moisés. Allá en aquel tiempo los que hablaban siríaco en el Oriente Medio lo llamaban “M’shihha”; pero los judíos de habla griega de Alejandría, Egipto, al hacer su traducción de las Escrituras Hebreas inspiradas, que ha llegado a ser conocida como la Versión de los Setenta griega, usaron la palabra griega Khristós, que, básicamente, significa “Ungido.”—Vea Daniel 9:25, LXX.

      5, 6. ¿Cómo han creado un problema traductores modernos en cuanto a lo que Dios formó con relación al Mesías?

      5 Sin embargo, los traductores modernos de los escritos de ese escritor del primer siglo han creado un problema para nosotros. Desde el siglo dieciséis en adelante las traducciones de la Biblia al inglés han hablado del “propósito eterno” de Dios.a Pero más recientemente varios traductores de la Biblia al inglés interpretan la frase griega como “un plan de las edades.” Así, se dice que Dios tiene un “plan” con relación al Mesías.

      6 Por ejemplo, la traducción de 1897 (E.C.) de la carta a los Efesios, capítulo tres, versículos nueve hasta once inclusive, por J. B. Rotherham, menciona un “plan de las edades.” Hasta antes de eso, en 1865 E.C., The Emphatic Diaglott, publicado por el redactor de periódico Benjamin Wilson, contenía la lectura: “según un plan de las edades, que él formó.” En español, esto se refleja en la versión de 1958 (E.C.) de Juan Straubinger, que dice en Efesios 3:9-11: “E iluminar a todos acerca de la dispensación del misterio, escondido desde los siglos en Dios creador de todas las cosas; a fin de que sea dada a conocer ahora a los principados y a las potestades en lo celestial, a través de la Iglesia, la multiforme sabiduría de Dios, que se muestra en el plan de las edades que realizó en Cristo Jesús.” Se pudieran citar varias otras versiones recientes de la Biblia que optan por verter así el texto griego.b

      7, 8. ¿Qué ilustración publicó C. T. Russell, y qué dijo su primer libro acerca del título de ésta?

      7 Basándose en esta diferente traducción del texto griego de Efesios 3:11, en el número de septiembre de 1881 de Zion’s Watch Tower (hoy en español La Atalaya), en Pittsburgo, Pensilvania, E.U.A., Carlos Taze Russell, el director y publicador, publicó el artículo intitulado “El plan de las edades.” Este artículo dio la explicación de un diagrama de una página entera llamado “Mapa de las Edades.” Nos complacemos en reproducir junto con esto este “mapa” de modo que todo el que se interese pueda examinarlo. Un similar “Mapa de las edades ilustrando el plan de Dios” se incorporó en el libro intitulado “The Divine Plan of the Ages” (El plan divino de las edades), publicado por C. T. Russell en 1886.

      8 A pesar de las inexactitudes que se pueden discernir en él hoy, este “Mapa de las Edades” sirvió para mostrar la línea de razonamiento sincero que se basó en el pensamiento de que el Dios Omnisapiente y Todopoderoso tiene un “plan.” Las palabras de apertura del Capítulo I de la versión en español de este libro dijeron:

      El título de esta obra, —“Plan divino de las Edades”— sugiere la idea de una progresión en el orden divino. . . . Creemos que las enseñanzas de la Revelación divina aparecerán tan bellas como armoniosas bajo este punto de vista, y no bajo otro alguno.

      9. (a) ¿Por lo menos a qué punto dio énfasis este libro de amplia circulación? (b) Sin embargo, ¿qué pregunta hizo surgir acerca de un plan y Dios?

      9 Este libro alcanzó una circulación de más de seis millones de ejemplares, en varios idiomas. Cesó de circular en el año 1929 E.C. Entre otras cosas, enfocó la atención de sus lectores en la Biblia y mostró que el Dios Vivo es progresivo. Está adelantando con respecto a lo que tiene pensado para la humanidad sufriente. Sabemos que con frecuencia el hombre se forma un plan de acción pero que detrás de ese plan de acción, hay un propósito que se procura lograr. Pero el punto en cuestión es: ¿Tenía que formular el Dios Omnisapiente y Todopoderoso un plan de acción, un proceder fijo y establecido, al tomar su decisión de lograr algo, obligándose así como el Dios inmutable a apegarse a este proceder planeado sin desviación, o podía enfrentarse a toda emergencia y contingencia que se debieran al libre albedrío y libre selección por parte de sus criaturas, instantáneamente y sin previsión, y todavía alcanzar su meta? ¿Necesitaba él un plan? Por supuesto, después que él ha alcanzado su meta, podemos investigar el registro de sus movimientos y hacer el trazado o mapa del proceder que él ha seguido. Pero, ¿fue planeado precisamente de ese modo?c

      UN DIOS DE PROPÓSITO

      10. ¿Qué significaba literalmente la palabra griega próthesis, y cómo la usaron los judíos en la Versión de los Setenta griega?

      10 ¿Deseaba el escritor original en griego de las palabras de Efesios 3:11 señalar que Dios el Creador tiene un plan con relación a Su Mesías? ¿Qué quiso decir cuando, en su carta escrita en el griego del primer siglo, usó la palabra próthesis? Eso significa literalmente un “poner adelante o enfrente,” y por eso poner algo a la vista. Debido a eso los judíos alejandrinos, al traducir al griego las Escrituras Hebreas inspiradas, usaron esta palabra griega con relación al pan santo que se colocaba sobre la mesa de oro en el compartimiento Santo de la tienda sagrada de adoración erigida por el profeta Moisés. A este pan por lo común se le llama el pan de la proposición, pero la Versión de los Setenta griega lo llama “panes o tortas de presentación” (próthesis). De modo que estos panes, al colocárseles sobre la mesa de oro, eran puestos en exhibición, un surtido fresco de ellos cada día de descanso o sábado semanal.—2 Crónicas 4:19.

      11. Entonces, ¿qué es la “próthesis” de Dios?

      11 La palabra próthesis también se usaba para significar una “declaración,” o un “adelanto o anticipo [de pago],” y, en gramática, significaría una “preposición.” También se usaba para significar un “prefijar,” o un “colocar en primer lugar.” Puesto que la palabra se usaba también para significar un fin u objetivo que uno se proponía, o poner uno ante sí algo que quisiera lograr o ver alcanzado, se usaba para significar “propósito.” (Sobre esto, vea A Greek-English Lexicon, un diccionario griego-inglés, por Liddell y Scott, tomo II, páginas 1480-1481, reimpresión de 1948, bajo próthesis.) Este último significado es reconocido por la mayoría de los traductores de la Biblia a lenguajes modernos. De modo que la “próthesis” de Dios es su resolución, su decisión original, su propósito.d

      12. ¿Cómo vierten traductores modernos la expresión griega próthesis seguida por tōn aionōn (“de las edades”)?

      12 En Efesios 3:11 la palabra está seguida por la expresión tōn aionōn, que literalmente significa “de las edades.” Por eso, algunos vierten esta combinación de palabras como “el propósito de las edades”e o “un propósito de las edades”f o “el propósito que ha durado edades”g o “el propósito de remotas edades”h y otros como “propósito eterno.”i La versión de Pablo Besson dice: “propósito de los siglos.”

      13, 14. ¿Por qué se puede decir que el “propósito de las edades” de Dios es su “propósito eterno”?

      13 El “propósito de las edades” o “propósito de los siglos” de Dios es Su “propósito eterno.” ¿Cómo es eso? Bueno, en este caso una edad o siglo significaría un espacio de tiempo indefinido, pero relativamente largo, en los asuntos humanos, con más énfasis en la duración de la edad que en sus fenómenos o características.

      14 Así, el “propósito de las edades” de Dios no significaría un “propósito” que tenga que ver con ciertos períodos designados al estilo de una “edad patriarcal,” “una edad judía,” una “edad del Evangelio,” y una “edad del Milenio.” Más bien, el énfasis se coloca en el tiempo, en períodos de largo tiempo. Para que una edad siga a la otra, cada edad particular debe tener un principio y un fin. Sin embargo, una sucesión de edades extendería el tiempo. Y, puesto que en la expresión “propósito de las edades” no se especifica el número o cantidad de las edades, la cantidad de edades pudiera ser sin fin. De modo que la expresión “propósito de las edades” deja indefinida la cantidad total de tiempo que está envuelta, y es un “propósito” hasta tiempo indefinido, sin que haya un límite realmente marcado. De esta manera, el “propósito” llega a ser un asunto de eternidad, se hace un “propósito eterno.” El propósito de Dios con relación a su Mesías o Ungido tuvo principio, pero se permite que pasen edades de tiempo antes que ese propósito se realice.j Para el “Rey de la eternidad” el asunto del tiempo no es problema en esto.

      NO ES PERSONA SIN NOMBRE

      15. Cuando se le pidió Su nombre, ¿qué le dijo Dios a Moisés en Sinaí?

      15 Este Rey de la Eternidad no es una Persona sin nombre. Él se ha dado un nombre y nos ha dado a conocer la designación que se ha dado. Lo que él se llama denota propósito, que tiene un objetivo. ¡Qué bien se da a conocer este hecho en la ocasión en la cual Dios, por medio de su ángel, se encontró con Moisés, el fugitivo de Egipto, en la zarza ardiente casi al pie del monte Sinaí en Arabia, en el siglo dieciséis a. de la E.C.! A Moisés se le dio la instrucción de regresar a Egipto y conducir a la libertad su pueblo esclavizado. Pero, ¿qué pasaría si el pueblo de Moisés preguntaba el nombre del Dios que lo enviaba a ellos como su caudillo? ¿Qué debería decirles? Moisés quiso saber. Su propia autobiografía nos dice: “Ante esto, Dios le dijo a Moisés: ‘Yo RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER.’ Y añadió: ‘Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: “Yo RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes.”’”—Éxodo 3:14.

      16. Por su respuesta a Moisés, ¿estaba Dios refiriéndose meramente a su existencia, o a qué?

      16 Dios no habla aquí acerca de su existencia. Uno pudiera pensar que así es por la manera en que algunos traductores vierten la expresión hebrea ehyeh asher ehyeh y ehyeh. Por ejemplo, La Biblia de Jerusalén, de 1967, dice: “Dijo Dios a Moisés: ‘Yo soy el que soy.’ Y añadió: ‘Así dirás a los hijos de Israel: “Yo soy” me ha enviado a vosotros.’” Sin embargo, Dios en realidad está hablando acerca de ser algo. Esto lo muestra además la traducción en inglés Twenty-Four Books of the Holy Scriptures (Veinticuatro libros de las Santas Escrituras), por el rabino Isaac Leeser, que dice así: “Y Dios dijo a Moisés: SERÉ LO QUE SERÉ: y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: SERÉ me ha enviado a vosotros.”k

      17. ¿Cómo vierte Rotherham Éxodo 3:14 y qué comentario hace en cuanto a ese texto?

      17 Más directamente, The Emphasised Bible (La Biblia con Énfasis), por Joseph B. Rotherham, vierte Éxodo 3:14 de este modo: “Y Dios dijo a Moisés: Llegaré A Ser lo que yo quiera. Y dijo... Así dirás a los hijos de Israel: Llegaré A Ser me ha enviado a vosotros.” La nota al pie de la página en cuanto a este versículo dice, en parte: “Hayah [la palabra vertida arriba ‘llegaré a’] no significa ‘ser’ esencialmente u ontológicamente, sino fenomenalmente. . . . Lo que él será queda sin ser expresado... Será con ellos, ayudante, fortalecedor, libertador.” De modo que aquí no se hace referencia a que Dios existe por sí mismo, sino, más bien, a lo que él piensa llegar a ser para con otros.

      18. ¿Cuándo fue que Dios tuvo que decidir originalmente qué ser o qué hacerse?

      18 Algo semejante a esto es lo que sucede cuando un joven, que va desarrollándose en persona adulta, medita y se dice: ‘¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Qué voy a hacer de mí mismo?’ De manera que no sería diferente, cuando el único Dios vivo y verdadero estuvo absolutamente solo, tuvo que determinar qué haría con su propia existencia, lo que haría de sí, lo que llegaría a ser. Después de una eternidad de existir en soledad antes de crear, ejerció su voluntad para hacerse Creador. Formó un propósito para consigo.

      19. ¿Cómo deletreó Dios su nombre en los Diez Mandamientos?

      19 No obstante, el nombre por el cual se conoce al único Dios vivo y verdadero por todas las inspiradas Santas Escrituras no es Ehyeh, o: “Resultaré Ser.” Cuando, en el año 1513 a. de la E.C., en el monte Sinaí, Dios inscribió milagrosamente en tablas de piedra los Diez Mandamientos y los dio al profeta Moisés, Dios mismo deletreó el nombre que escogió para sí. Escribiendo de derecha a izquierda, Dios escribió la letra hebrea Yod, entonces una He, después una Vau, y finalmente otra He. Indudablemente Dios escribió en el estilo antiguo de letras hebreas, así: [caracteres hebreos]; no en el estilo moderno de letras hebreas: יהוה. Las letras que corresponden en español, leídas de derecha a izquierda, son HWHY; o, en latín antiguo, HVHJ. Las cuatro letras son consonantes; no hay vocales intercaladas entre estas consonantes.

      20. ¿Cómo se pronuncia el nombre de Dios, con las cuatro letras hebreas como base?

      20 Por lo tanto, hoy no se sabe la manera exacta en que Jehová pronunció este nombre divino a oídas de Moisés. Por siglos escritores latinos lo escribieron Jehová. Muchos doctos hebreos modernos prefieren dar al nombre la pronunciación de Yahweh (Yahvé), o hasta Yehwah. Así, tal como un niño no le pone nombre a su padre, de ese modo la criatura no le puso nombre a su Creador. El Creador se dio nombre a sí mismo.

      21. (a) Puesto que en realidad es un verbo, ¿qué significa el nombre de Jehová? (b) ¿Por qué es válido usar ese nombre hoy?

      21 Se entiende que en realidad este nombre sagrado es un verbo, la forma causativa indefinida del verbo hebreo hawah. Así, significaría “Él Causa que llegue a Ser.” Ahora bien, detrás de todo efecto hay una causa; y detrás de toda causa inteligente, o causador, hay propósito. Naturalmente, pues, el nombre divino que significa “Él causa que Llegue a Ser” incorpora propósito en sí mismo. Marca al Portador de ese nombre singular como El Que Se Propone. Ciertamente en esta capacidad él se le apareció a Moisés en el arbusto ardiente cerca del monte Sinaí, y le reveló a Moisés lo que se había puesto ante sí como cosa que iba a hacer. Dando énfasis a la permanencia o cualidad duradera del nombre divino, Dios dijo además a Moisés: “Esto es lo que habrás de decir a los hijos de Israel: ‘Jehová el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes.’ Éste es mi nombre hasta tiempo indefinido, y éste es el memorial de mí a generación tras generación.” (Éxodo 3:15) Ese nombre conmemorativo o de memorial no ha cesado de ser Suyo hoy. Es válido para nosotros usar ese nombre hoy.

      UN HACEDOR DE HISTORIA PARA BIEN DEL HOMBRE

      22. (a) ¿Cómo se hizo Jehová un nombre en el caso del antiguo Egipto? (b) ¿Qué lección consoladora nos suministra eso hoy?

      22 En los días del profeta Moisés el único Dios vivo y verdadero, Jehová, hizo historia por la manera en que trató con el antiguo Egipto, que oprimía a los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob. Se hizo un hombre glorioso al librar a su pueblo esclavizado de aquella fuertemente militarizada potencia mundial. (Jeremías 32:20; 2 Samuel 7:23; Isaías 63:14) Esto nos asegura que el mundo poderosamente militarizado de este siglo veinte E.C. no es nada demasiado formidable como opositor al cual él tenga que enfrentarse para libertar a la humanidad. Así como él dejó que Faraón del antiguo Egipto llegara al poder y efectuara sus opresiones mortíferas contra el pueblo de Moisés, así Jehová ha dejado que los opresores inicuos lleguen al poder por toda la Tierra con el resultado de que toda la gente ha sufrido grandes opresiones. Hubo razón para hacer esto. Es reservarlos, guardarlos en custodia, para el día que él ha fijado para destruirlos. Por eso, para consuelo de la gente que lleva pesadas cargas, inspiró al sabio rey Salomón de Jerusalén a decir:

      “Haz rodar sobre Jehová mismo tus obras y tus planes serán firmemente establecidos. Todo lo ha hecho Jehová para su propósito [hebreo: ma‘aneh], sí, hasta el inicuo para el día malo.”—Proverbios 16:3, 4.

      23. ¿Qué cosa relacionada con los tratos de Dios con potencias mundiales antiguas nos da seguridad de lo que podemos esperar para nuestro tiempo en cuanto a potencias políticas?

      23 Desde el año 1914 E.C. el día ha sido un “día malo” para los sistemas de gobierno que son sobrevivientes de dos guerras mundiales y las dificultades internacionales asociadas con ellas. Por años ya, superpotencias políticas han dominado la Tierra, vigilándose con sospecha unas a otras en su competencia por la supremacía mundial. Es razonable que el Señor Soberano Jehová, que ha creado todo para su propósito, tenga un propósito acerca de estos aspirantes a la dominación mundial. Hay registro de que él formó un propósito acerca de las potencias mundiales ‘inicuas’ de los tiempos bíblicos antiguos. Como seguridad de lo que podemos esperar para nuestro tiempo, todo lo que él se propuso en cuanto a aquellas potencias mundiales anteriores lo ejecutó.

      24. (a) Aunque dejó que Asiria llegara a la dominación mundial, ¿qué estaba haciendo Jehová con relación a ella? (b) ¿Por qué no se puede alistar un frasco contra la profecía de Jehová en Isaías 14:24-27?

      24 Por ejemplo, el Imperio Asirio sucedió al antiguo Egipto en importancia política, militar, y llegó a ser la segunda potencia mundial de la historia bíblica. Pero hasta en el apogeo de su poder sobre la humanidad, nunca pudo jactarse de haber capturado o destruido a Jerusalén, la ciudad capital del Reino de Judá. En vez de eso, Jerusalén vio la destrucción de Nínive, la capital de Asiria. ¿A qué se debió esto? A que la Potencia Mundial Asiria era inicua. El Dios Todopoderoso, Jehová, le había permitido alcanzar la dominación mundial y obrar inicuamente, especialmente para con Su pueblo escogido. Pero él se había propuesto reservar a aquella potencia mundial inicua para un “día malo” a Su propio tiempo escogido. Por eso para aproximadamente el año 632 antes de nuestra era común Nínive la capital de Asiria cayó ante los medos y los caldeos aliados y fue destruida. (Nahúm, capítulos 1-3) Así, no se puede alistar ningún fracaso contra el propósito de Jehová que fue expresado más de un siglo antes de aquello por Su profeta Isaías en las siguientes palabras:

      “Jehová de los ejércitos ha jurado, diciendo: ‘Seguramente tal y como he calculado, así tiene que ser suceder; y tal como he aconsejado, eso es lo que se realizará, a fin de quebrar al asirio en mi tierra y para que lo pisotee en mis propias montañas; y para que su yugo realmente se aparte sobre ellos y para que su misma carga se aparte de sobre el hombro de ellos.’ Éste es el consejo que está aconsejado contra toda la tierra, y ésta es la mano que está extendida contra todas las naciones. Porque Jehová de los ejércitos mismo ha aconsejado, y ¿quién puede desbaratarlo? Y su mano es la que está extendida, y ¿quién puede volverla atrás?”—Isaías 14:24-27.

      25. En esa profecía, ¿qué significa “consejo,” y por qué?

      25 El Dios Todopoderoso, Omnisapiente, no se aconsejó con nadie en el cielo para guiarse en su proceder. “¿Quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo?” es la pregunta apropiada que se presenta en la profecía de Isaías 40:13. (También, Job 21:22; 36:22; Romanos 11:34) Su “consejo” es el Suyo, un consejo que no depende de un cuerpo de consejeros consultivos que suministre ayuda para alcanzar juicio y determinación correctos. Por eso, su “consejo” aquí asume más que el sentido de admonición; representa su determinación expresa, su decreto. Acerca del uso bíblico de la palabra “consejo,” la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo II, página 539, dice: “Además del significado corriente de esta palabra, con la significación de consultas de hombres, en las Escrituras se usa para los decretos de Dios, las órdenes de su providencia.”

      26. Al dejar que Babilonia sucediera a Asiria en la dominación mundial, ¿qué estaba haciendo Jehová a propósito?

      26 El “consejo” que de sí mismo aconseja el Dios Todopoderoso, Omnisapiente, no puede ser quebrantado ni por hombres ni por diablos. Esto fue cierto de Su consejo contra la Potencia Mundial Asiria. También resultó cierto de la siguiente potencia mundial en sucesión, la Potencia Mundial Babilónica nueva, la tercera potencia mundial de la historia bíblica. Esta fue la potencia mundial que destruyó a Jerusalén, por primera vez, en el año 607 a. de la E.C. Al hacer eso, esta potencia mundial mostró que era ‘inicua.’ Por eso Jehová la reservó también para un “día malo” al propio tiempo decretado por él. Antes que Él le permitiera a Babilonia destruir a Jerusalén y así asumir iniquidad especial delante de Él, Dios inspiró a su profeta Jeremías a decir: “Por lo tanto oigan el consejo de Jehová que él ha formulado contra Babilonia y sus pensamientos que él ha ideado contra la tierra de los caldeos.”—Jeremías 50:1, 45.

      27. Al estudiar la Biblia, ¿qué hallaron escrito Jeremías y Daniel en la profecía de Isaías acerca de la caída de Babilonia?

      27 Este profeta Jeremías siguió viviendo bajo la protección de Dios a través de la destrucción de Jerusalén y su templo por los ejércitos de Babilonia en el año 607 a. de la E.C. Pero no vivió suficiente tiempo como para ver confirmadas sus profecías contra la ‘inicua’ Babilonia. Sin embargo, la historia seglar así como la historia bíblica registran el derribo de la Potencia Mundial Babilónica, que aconteció en el año 539 a. de la E.C., en los días del profeta Daniel. (Daniel, capítulo 5) Esto también confirmó las profecías del profeta Isaías, que existió mucho tiempo antes, y quien no solo señaló al futuro a la caída de la Potencia Mundial Babilónica, sino que también predijo el nombre del conquistador persa a quien Dios usaría para lograr la caída de Babilonia. Cuando, al efectuar su estudio bíblico personal, los profetas Jeremías y Daniel tomaron la profecía registrada de Isaías del siglo octavo a. de la E.C., hallaron escritas estas palabras de su Dios, Jehová:

      “‘Aquel que dice de Ciro: “Es mi pastor, y todo aquello en que me deleito él lo llevará a cabo por completo”; aun en mi decir de Jerusalén: “Será reedificada,” y del templo: “Te será colocado tu fundamento.”’ Esto es lo que ha dicho Jehová a su ungido, a Ciro, a quien he asido de la diestra, para sojuzgar delante de él naciones para que desciña yo hasta las caderas de reyes; para abrir delante de él las puertas de dos hojas, de modo que las puertas mismas no estén cerradas: ‘Delante de ti yo mismo iré, . . . para que sepas que yo soy Jehová, Aquel que te llama por tu nombre, el Dios de Israel. Por amor de mi siervo Jacob y de Israel mi escogido, hasta procedí a llamarte por tu nombre; procedí a darte un nombre de honra, aunque tú no me conocías. Yo soy Jehová, y no hay ningún otro. Con la excepción de mí no hay Dios. Yo te ceñiré apretadamente, aunque no me has conocido, a fin de que sepa la gente desde el nacimiento del sol y desde su puesta que no hay ninguno fuera de mí. Yo soy Jehová, y no hay ningún otro.’”

      28. En el subsiguiente capítulo de Isaías, ¿qué dice Jehová acerca de Ciro el persa?

      28 Esas maravillosas palabras se pueden ver hoy en el Rollo del Mar Muerto de Isaías que se encontró en el año 1947 y que data del segundo siglo a. de la E.C. Las palabras se encuentran en lo que comúnmente se encuentra marcado en Isaías 44:28–45:6 como desde el versículo veintiocho del capítulo cuarenta y cuatro hasta el versículo seis inclusive del capítulo cuarenta y cinco. En el capítulo que sigue a ése, Dios llama a Ciro el “hombre que ha de ejecutar mi consejo,” en medio de los versículos que ahora citamos:

      “Acuérdense de esto, para que ustedes cobren ánimo. Pónganlo en el corazón, transgresores. Acuérdense de las primeras cosas de mucho tiempo atrás, que yo soy el Divino y no hay otro Dios ni nadie semejante a mí; Aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho; Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré’; Aquel que llama desde el naciente a un ave de rapiña, desde un país distante al hombre que ha de ejecutar mi consejo. Hasta lo he hablado; también lo haré venir. Lo he formado, también lo haré.”—Isaías 46:8-11.

      29, 30. ¿Cómo se apegó Jehová a su propósito expresado en aquella profecía, y de qué manera nos fortalece esto?

      29 El persa Ciro el Grande sí vino desde el naciente como un “ave de rapiña” de Persia al este de Babilonia y de un país que estaba distante del país de Isaías, la tierra de Israel.

      30 Muy apropiadamente, la insignia de Ciro el Grande o Ciro Magno era un águila dorada, un “ave de rapiña,” y Jehová la usa como símbolo de Ciro mismo. Aunque expresado en estas palabras con casi dos siglos de adelanto, el propósito del Divino no falló. Su consejo contra la inicua Babilonia. Jehová lo había hablado, y hasta había hecho que fuera registrado para que fuera consultado en el futuro; y a su debido tiempo hizo lo que había dicho. Había formado su propósito respecto a Ciro y lo había declarado por medio de su profeta, y a su tiempo preciso hizo que se convirtiera en maravillosa realidad lo que se había propuesto. Estos logros históricos del Dios de la profecía fortalecen nuestra confianza en lo seguro de todas las otras profecías en las cuales Jehová ha presentado lo que se ha determinado a hacer según su propio “consejo.”

      31. ¿Qué profecía de Ezequiel, todavía sin estar cumplida, describe un ataque... y por quién y contra quiénes?

      31 Esto es verdad con referencia a una profecía que la historia muestra que todavía no se ha cumplido, pero cuyo tiempo de cumplimiento evidentemente se está acercando, y sucederá en nuestra generación. Esta es una profecía que se dio por medio de Ezequiel, quien fue contemporáneo del profeta Jeremías. Se encuentra en los capítulos treinta y ocho y treinta y nueve de Ezequiel 38 y 39. Tiene que ver con el ataque que ha de lanzar el misterioso “Gog de la tierra de Magog.” Este Gog meterá a todas las naciones de este mundo en este ataque. El ataque mundial se lanzará contra el resto de adoradores del único Dios vivo y verdadero. Este resto, librado de la Babilonia la Grande de hoy día y restaurado al favor de Dios, vive en un Paraíso espiritual en medio de las condiciones contaminadas y corruptas del mundo. ¿Qué razón tiene el Dios Todopoderoso para dejar que se lance ese ataque contra Sus propios adoradores? Él nos dice.

      32, 33. ¿Con qué propósito deja Dios que Gog ataque a Sus adoradores en el paraíso de éstos hoy?

      32 Al decirnos, Dios usa de manera simbólica la tierra antigua de Israel y sus habitantes que fueron rescatados de Babilonia para representar el Paraíso espiritual de Su resto restaurado de adoradores de hoy. Entonces, dirigiéndose al Caudillo Inicuo de este ataque internacional contra el resto fiel en su Paraíso espiritual, Dios Todopoderoso hizo claro el propósito que tenía al permitir este cruel ataque, diciendo:

      33 “De seguro subirás contra mi pueblo Israel, como nubes para cubrir el país. En la parte final de los días ocurrirá, y ciertamente te traeré contra mi tierra, con el propósito [hebreo: ma‘an] de que las naciones me conozcan cuando me santifique en ti delante de sus ojos, oh Gog.”—Ezequiel 38:15, 16.

      34, 35. ¿Cuál es el propósito declarado de Dios al santificarse con relación a Gog?

      34 Nada pudiera declararse con mayor claridad. El propósito de Jehová es santificarse delante de los ojos de todas las naciones. De acuerdo con todas sus ejecuciones del pasado, cumplirá Su propósito inmutable en el futuro cercano, dentro de nuestra generación. Después de decir cómo usará los maravillosos medios a su disposición para pelear una batalla victoriosa contra Gog y todo su ejército internacional en la Tierra, el Dios de propósito infalible dice:

      35 “Y ciertamente me engrandeceré y me santificaré y me daré a conocer delante de los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová.”—Ezequiel 38:23.

      ¿QUÉ VAMOS A HACER EN CUANTO A ESO?

      36. ¿Por qué deberíamos preguntarnos si queremos ser atraídos a estar con las naciones a las cuales se va a hacer saber quién es Jehová?

      36 El hacer que las naciones mundanas sepan quién es Él no significará hacerlas sus adoradores que hayan de ser recompensados con vida eterna. Al contrario de esto, ¡significará la destrucción eterna de esas naciones que desafían a Dios! Esa es una manera desastrosa de aprender a conocer por experiencia quién es el Dios verdadero. Él mostrará a las naciones precisamente quién es él. Se ha hecho necesario que Él haga eso. Por lo tanto, la gran pregunta es: ¿Queremos estar nosotros personalmente entre esas naciones que serán atraídas a formar parte del ataque que dentro de poco lanzará el Gran Adversario de Dios, a saber, “Gog de la tierra de Magog”?

      37. En vez de que nos dejemos persuadir por los planes del hombre para su propia salvación, ¿qué proceder aconseja Proverbios 19:20, 21?

      37 En todos sus planes para salvar la situación mundial, las naciones no están tomando en cuenta al único Dios vivo y verdadero, según Su propósito aclarado en su Palabra escrita, la Santa Biblia. ¿Nos parecen buenos los planes de ellas? ¿Vamos a dejar que los planes de ellas nos persuadan y les daremos nuestro apoyo, confiando así en la salvación del hombre por sí mismo? Al determinar para nosotros lo que haremos, seremos sabios si consideramos y tomamos a pechos lo que dice el sabio inspirado de la antigüedad, en Proverbios 19:20, 21: “Escucha el consejo y acepta la disciplina, a fin de que te hagas sabio en tu futuro. Son muchos los planes [hebreo: mahhashabhoth] que hay en el corazón del hombre, pero el consejo de Jehová es lo que subsistirá.” Lejos esté de nuestro corazón el levantar los planes de hombres y naciones contra el consejo de Jehová.

      38. ¿Por qué no llevará a desilusión con los hombres y las naciones el poner confianza en Jehová?

      38 ¿Por qué deberíamos sufrir desilusión con las naciones para daño eterno nuestro? Confiemos de todo corazón en Jehová. “Porque él mismo dijo, y llegó a ser; él mismo mandó, y así procedió a presentarse. Jehová mismo ha desbaratado el consejo de las naciones; ha frustrado los pensamientos de los pueblos. Hasta tiempo indefinido el mismísimo consejo de Jehová subsistirá; los pensamientos de su corazón duran hasta una generación tras otra generación. Feliz es la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo a quien él ha escogido por herencia suya.” (Salmo 33:9-12) Vez tras vez ha resultado cierto en el pasado, y resultará cierto sin falla en el futuro cercano, que “No hay sabiduría, ni ningún discernimiento, ni ningún consejo en oposición a Jehová. El caballo es algo preparado para el día de la batalla, pero la salvación le pertenece a Jehová.”—Proverbios 21:30, 31.

      39. ¿Qué clase de propósito debe tener Dios para con los que buscan su justicia, y por qué?

      39 Una mirada honrada a la condición del mundo de la humanidad nos convence de que todos necesitamos salvación. ¡Lo que deseamos como personas en sus cabales es salvación! Esto nunca puede venir del hombre mismo. Tenemos que concordar en que “la salvación le pertenece a Jehová.” Puesto que “todo lo ha hecho Yavé para sus fines, aun al impío para el día malo,” ¿cuál debe ser el propósito del Señor Dios para los que no son inicuos, los que buscan Su justicia? ¡Indudablemente un propósito amoroso! (Proverbios 16:4, Nácar-Colunga) Ciertamente la humanidad está abrazada por el buen propósito de un Creador amoroso.

      40. ¿Cuál debería ser nuestro objeto si queremos adelantar hacia la vida eterna, y por qué?

      40 El Creador no es un Dios sin objeto en lo que hace. ¡Nosotras sus criaturas tampoco debemos ser sin objeto en lo que hacemos! ¿Cuál, pues, debe ser nuestro objeto? Éste: Poner nuestra vida en armonía con el buen propósito de Jehová Dios. No puede haber nada más elevado que esto como objeto que procuráramos alcanzar. Al hacer esto, realmente estaremos adelantando... hacia gozar de vida eterna. De esta manera nuestra vida actual no será un fracaso, porque el propósito de Dios nunca fallará. Con esto en mira, ahora nos complacemos en hacer un examen del “propósito eterno” de Dios que Él formó con relación a su Ungido, el Mesías.

      [Notas]

      a Vea la traducción de William Tyndale (1525 y 1535 E.C.); la Geneva Bible (Biblia de Ginebra) (1560 y 1562 E.C.); la Bishop’s Bible (Biblia del Obispo) (1568 y 1602). Versiones en español como la Versión Popular, Versión Hispano-Americana, Versión Moderna, Reina-Valera Revisada y la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras usan la expresión “propósito eterno.”

      b Vea la versión en inglés Authentic New Testament (El Nuevo Testamento Auténtico) de Hugh J. Schonfield (1955 E.C.), que usa “el plan de las edades.” La Sagrada Biblia de Franquesa y Solé dice: “plan eterno.” La palabra “plan” no aparece en la Versión Autorizada del Rey Jaime (en inglés) ni en la American Standard Version (Versión Americana Normal de la Biblia, también en inglés). En la versión católica romana en inglés Douay, la palabra “plan” aparece solo en Ezequiel 4:1; 43:11 y 2 Macabeos 2:29.

      c Para conocer la posición que se adoptó más tarde y que es la actual en cuanto a este tema, vea los párrafos 14-19 del artículo principal intitulado “The Son of Man” (El Hijo del hombre) (Salmo 8:4) y que se publicó en el número del 1 de abril de 1930 de The Watch Tower (páginas 101, 102). Note especialmente el párrafo 16.

      d Vea Theological Dictionary of the New Testament (Diccionario teológico del Nuevo Testamento), tomo VIII, redactado por Gerhard Friedrich (traducción al inglés), páginas 165, 166, bajo “The New Testament.”

      e The Book of Books, por la Lutterworth Press (1938).

      f Young’s Literal Translation of the Holy Bible.

      g The New English Bible (1970).

      h The New American Bible (1970).

      i An American Translation; A New Translation of the Bible, por James Moffatt (1922); The Westminster Version of the Sacred Scriptures (1948); The Bible in Living English (1972); Elberfelder Bibel (alemana); The New Testament in Modern Speech, por R. F. Weymouth (impresión undécima); The New Testament - A New Translation, por Ronald Knox (1945); Revised Standard Version (1952); American Standard Version (1901); English Revised Version (1881); Versión Autorizada del Rey Jaime (en inglés; 1611); New World Translation of the Holy Scriptures (1971). En español vea el Nuevo Testamento (Versión Hispano-Americana); La Santa Biblia (Versión Moderna; 1966); La Santa Biblia (Reina-Valera Revisada; 1960); Dios llega al hombre (Versión Popular; 1966).

      j Sobre “katà próthesin ton aionon” en Efesios 3:11, leemos: “De acuerdo con el propósito de los mundo-períodos, es decir, en conformidad con el propósito que Dios tenía durante los mundo-períodos (desde el comienzo de las edades hasta la ejecución del propósito); porque ya [antes de la fundación de un mundo] fue formado, i. 3, pero desde el principio de las mundo-edades estaba escondido en Dios, vers. 9. . . . Otros, incorrectamente lo toman como: el propósito acerca de los diferentes períodos del mundo, según el cual, a saber, Dios al principio no escogió ningún pueblo, entonces escogió a los judíos, y al fin llamó a judíos y gentiles al reino mesiánico; porque es solo del un solo propósito, logrado en [Mesías], que se habla.”—Critical and Exegetical Hand-Book to the Epistle to the Galatians—Ephesians (Manual crítico y exegético de la Epístola a los Gálatas—Efesios), por H. A. W. Meyer, Th.D., traducción al inglés, 1884, página 416, párrafo 1.

      k “La mayoría de los modernos siguen a Rashi al verter ‘Seré lo que seré’; es decir, no hay palabras que puedan resumir todo lo que Él será para Su pueblo, pero Su fidelidad eterna y misericordia inmutable se manifestarán cada vez más en la guía de Israel. La respuesta que Moisés recibe en estas palabras es equivalente, así a: ‘Salvaré de la manera que salvaré.’ Es para dar a los israelitas seguridad del hecho de la liberación, pero no revela la manera.”—Nota al pie de la página sobre Éxodo 3:14, The Pentateuch and Haftorahs (El Pentateuco y Hoftorahs), por Dr. J. H. Hertz, C. H., Soncino Press, Londres, 1950 E.C.

      [Tabla de la página 10]

      (Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

      MAPA DE LAS EDADES.

  • Cuando el hombre estuvo con Dios en el Paraíso
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 3

      Cuando el hombre estuvo con Dios en el Paraíso

      1. ¿Por cuánto tiempo fue Dios el Único en existencia, y por qué?

      ¿HEMOS pensado alguna vez en lo que dan a entender las expresiones “el Creador de los cielos,” y también: “Dios, que creó todas las cosas”? Esas expresiones dan a entender que hubo un tiempo en el cual Dios estuvo completamente solo. (Isaías 42:5; Efesios 3:9) No existía creación. Por eso, por un pasado eterno este Dios estuvo absolutamente por sí solo y todavía no había llegado a ser Creador. Por eso el profeta Moisés dijo en oración a Dios: “¡Antes que naciesen las montañas, o tú produjeras la tierra y el mundo, y desde la eternidad hasta la eternidad, tú eres Dios!” (Salmo 90:2, Versión Moderna) Durante todo ese pasado eterno antes de la creación Dios pudo deleitarse consigo mismo.

      2. Con el transcurso del tiempo Dios se propuso hacerse ¿qué? y de ese modo ¿qué responsabilidad se impuso?

      2 Llegó el tiempo cuando Dios se propuso hacerse Padre. Esto no quiso decir llegar a ser el Creador de cosas sin vida, cosas desprovistas de inteligencia. Significó dar existencia a inteligencias vivientes, a hijos que tuvieran algún parecido a él como Padre de ellos. Así, se propuso asumir la responsabilidad que encierra el tener una familia de hijos. ¿Qué clase de hijos se propuso producir primero? No hijos humanos, porque en ese caso hubiera tenido que producir primero un globo terráqueo sobre el cual pudieran vivir. Razonablemente, Dios produciría hijos que, como Él mismo, fueran celestiales, espíritus tal como Él es espíritu. Así, serían hijos de la región de los espíritus que podrían verlo a él y tener acceso directo a Su presencia y con los cuales él se podría comunicar directamente.

      3. ¿Cómo se nos llama la atención a la existencia de los hijos celestiales de Dios, aun antes de la creación de nuestra Tierra?

      3 La existencia de esos hijos de Dios de una región de espíritus no es simple imaginación religiosa. El escritor del libro bíblico de Job, probablemente el profeta Moisés, los menciona en el primer capítulo de ese libro, diciendo: “Ahora bien, llegó a ser el día en que los hijos del Dios verdadero entraban para tomar su puesto delante de Jehová.” (Job 1:6) Una segunda reunión de esos hijos celestiales del Dios verdadero se nos hace notar en Job 2:1. El hecho de que estos hijos de Dios con vida de espíritu existían en los cielos invisibles antes de la creación de nuestra Tierra recibe énfasis cuando Dios le habla al hombre Job desde lo invisible y le pregunta: “¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? . . . cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso?” Evidentemente esos hijos de Dios, que brillaban con gran resplandor como estrellas de la mañana en los cielos, estaban interesados en el propósito que Dios tenía al crear nuestra Tierra y admiraban la manera en que él creó la Tierra, “extendiendo el norte sobre el lugar vacío, colgando la tierra sobre nada” en el espacio.—Job 38:4-7; 26:7.

      4. (a) ¿Qué pudiera llamarse correctamente al primer hijo creado de Dios con relación a la creación y la familia de Dios? (b) ¿Cómo habla la “sabiduría” de sí en Proverbios 8:22-31?

      4 ¿Quién fue el primer hijo de Dios de la región de los espíritus a quien Él creó? Éste, por razón de su prioridad, correctamente sería llamado el principio de la creación por Dios. Siendo éste el primer miembro de la familia celestial de Dios, también podía ser llamado el primogénito de toda la creación. El que pensemos acerca de esto aquí nos recuerda lo que se dice en el capítulo ocho del libro de Proverbios, donde se representa a la sabiduría divina como una persona que alude a sí misma. Por supuesto, en el texto hebreo original de Proverbios, la palabra “sabiduría” (hhakhmah) está en género femenino y la sabiduría habla de sí como de persona de ese género. (Proverbios 8:1-4) Por supuesto, la sabiduría divina no tiene ninguna existencia separada y aparte de Dios. La sabiduría siempre ha existido en Él y por eso no fue creada. Por esta razón es interesante oír cómo la sabiduría alude a sí como si fuera persona del género femenino, especialmente cuando pasa a decir:

      “El Señor [hebreo: JHVH, יהוה] me creó como principio de su camino, la primera de sus obras desde el comienzo. Desde la eternidad fui nombrado jefe, desde el principio, desde los tiempos más tempranos de la tierra. Cuando todavía no había profundidades, fui producida; cuando todavía no había manantiales pesadamente cargados de agua. Antes de que las montañas fueran hundidas, antes de los cerros fui producida: mientras todavía él no había hecho la tierra y los campos abiertos, ni el jefe del polvo del mundo. Cuando preparó los cielos, allí estuve; cuando trazó un círculo sobre la faz de la profundidad; cuando fijó los cielos arriba; cuando los manantiales de las profundidades se hicieron fuertes; cuando asignó al mar su decreto, que las aguas no deberían violar su orden; cuando estableció firmemente los fundamentos de la tierra: entonces estuve cerca de él, como un niño amamantado; y día por día fui sus deleites, jugando delante de él a todo tiempo; jugando [participio femenino] en el mundo, su tierra; y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres.”—Proverbios 8:22-31, traduciendo al español de la versión en inglés por el rabino Isaac Leeser, de 1853.

      5. ¿Por qué se preocupan líderes judíos por la manera en que han sido aplicadas esas palabras de Proverbios en nuestra era común?

      5 Líderes judíos se preocupan por la aplicación que se puede dar a los versículos bíblicos que acabamos de citar. En la edición de la Soncino Press de Proverbios, de 1945, leemos en la nota al pie de la página sobre esta sección: “Para los lectores judíos esta interpretación es de mucha importancia en vista del uso cristológico que dieron a esta sección los primitivos Padres de la Iglesia.”a De todos modos, Proverbios 8:22 dice que algo es creado como el principio del camino de Jehová Dios, como “la primera de sus obras desde el comienzo.” ¡Una sabiduría “creada”!

      QUERUBINES, ÁNGELES, SERAFINES

      6. ¿Qué se dice acerca de los querubines en Génesis y Salmos?

      6 Las Santas Escrituras dividen en por lo menos tres clases a estos “hijos de Dios” celestiales. Una primera de estas clases que se menciona es la de los “querubines.” Génesis 3:24 señala que varios querubines fueron situados por Dios al este del Paraíso terrestre para “guardar el camino al árbol de la vida.” Respecto a lo cercano de los querubines a la sede de autoridad ocupada por Dios y el apoyo leal que dan a ésta, el salmista Asaf habla, diciendo: “Oh tú que estás sentado sobre los querubines, resplandece, sí.” (Salmo 80:1 y enc sobrescrito) El Salmo 99:1 llama atención a lo mismo, diciendo: “Jehová mismo ha llegado a ser rey. Agítense los pueblos. Está sentado sobre los querubines. Retiemble la tierra.”

      7. ¿Cuándo y cómo asoció el rey Ezequías a los querubines con Dios?

      7 Además, el rey Ezequías, quien representaba al Dios Altísimo sobre el trono visible en Jerusalén, asoció los querubines con el trono celestial del Soberano del universo, cuando oró así: “Oh Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, sentado sobre los querubines, tú solo eres el Dios verdadero de todos los reinos de la tierra. Tú mismo has hecho los cielos y la tierra.” (Isaías 37:16) Así, repetidamente se muestra al gran Creador, el Soberano Universal, entronizado sobre los “hijos de Dios” celestiales conocidos como querubines.

      8. ¿Qué, en la vida de Abrahán, Lot y Jacob, comprueba la autenticidad de la existencia de los ángeles?

      8 Además de esos querúbicos “hijos de Dios,” hay una clase general de ángeles. No hay razón histórica para dudar de la existencia de estas criaturas invisibles de la región de los espíritus, porque han hecho muchas apariciones de autenticidad comprobada a los hombres. Para el año 1919 a. de la E.C. tres representantes angelicales de Jehová Dios se materializaron en carne y se le aparecieron al patriarca Abrahán mientras éste estaba sentado bajo unos árboles grandes en Mamré en la tierra palestina de Canaán. Poco después de eso, dos de estos ángeles materializados visitaron a Lot el sobrino de Abrahán, en la ciudad de Sodoma cerca del mar Muerto, el día antes de la destrucción de esta ciudad inicua por fuego y azufre lanzados por el aire sobre la ciudad. (Génesis 18:1 a 19:29 inclusive) Más de un siglo después, Jacob el nieto de Abrahán regresaba al sur al lugar donde su abuelo solía acampar, y tuvo la experiencia que se relata en Génesis 32:1, 2: “Y en cuanto a Jacob, él se puso en camino, y ahora se encontraron con él los ángeles de Dios. Inmediatamente dijo Jacob cuando los vio: ‘¡El campamento de Dios es éste!’ Por lo tanto llamó aquel lugar por nombre Mahanaim [que significa: ‘Dos Campamentos’].”

      9. (a) ¿Qué significa también la palabra “ángel”? (b) ¿Cómo se utiliza a los ángeles, de modo que los hombres no pueden impedir su labor?

      9 La palabra bíblica para ángel significa también “mensajero,” como en Malaquías 3:1, donde leemos: “¡Miren! Estoy enviando mi mensajero [o ángel], y él tiene que despejar un camino delante de mí.” En muchas ocasiones se ha enviado a ángeles celestiales en misiones de entregar un mensaje o con la comisión de hacer una obra especial. Los hombres no pueden impedir que ellos ejecuten la comisión que han recibido de Dios, porque poseen poder y fortaleza superiores al poder y la fortaleza de los hombres. El salmista reconoció este hecho, y dijo: “Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los mismísimos cielos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación. Bendigan a Jehová, oh ángeles suyos, poderosos en potencia, que llevan a cabo su palabra, escuchando la voz de su palabra. Bendigan a Jehová, todos los ejércitos suyos, ministros suyos, que hacen su voluntad.”—Salmo 103:19-21.

      10. (a) ¿Qué actitud tienen los serafines para con la persona de Dios? (b) ¿Qué experiencia tuvo Isaías con serafines, y qué demuestra esto?

      10 Una clasificación más de los “hijos de Dios” celestiales es la de los serafines. Estas criaturas de la región espiritual muestran mucha reverencia a la persona de Dios. Esto lo muestra la milagrosa visión que se le dio al profeta Isaías. Notemos la descripción que él da: “El año en que murió el rey Uzías [778/777 a. de la E.C.] yo, sin embargo, conseguí ver a Jehová, sentado en un trono excelso y elevado, y sus faldas llenaban el templo. Serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos se cubría el rostro, y con dos se cubría los pies, y con dos volaba de acá para allá. Y éste clamó a aquél y dijo: ‘Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos. La plenitud de toda la tierra es su gloria.’” El profeta Isaías se sintió obligado a clamar por temor a morir debido a su condición de inmundo. “Ante eso,” dice Isaías, “uno de los serafines voló a mí, y había en su mano una brasa relumbrante que con tenazas había tomado del altar. Y procedió a tocar mi boca y decir: ‘¡Mira! Esto ha tocado tus labios, y tu error se ha ido y tu pecado mismo queda expiado.’” (Isaías 6:1-7) En esto vemos demostrado el interés de los serafines en ayudarnos a ser santos como Dios es santo.

      11. ¿Cuántos componen la familia de “hijos” celestiales de Dios, y por qué se distinguen en naturaleza de nosotras las criaturas humanas?

      11 La cantidad de todos estos celestiales “hijos de Dios,” los querubines, los serafines y los ángeles, llega a millones. El profeta Daniel, en Babilonia, recibió inspiración para escribir acerca de la visión que había tenido de una escena de tribunal celestial: “Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos y el Anciano de Días se sentó. . . . Había mil millares que seguían ministrándole, y diez mil veces diez mil [= 100.000.000] que seguían de pie directamente delante de él. El Tribunal tomó asiento, y hubo libros que se abrieron.” (Daniel 7:9, 10) Un número tan tremendo de “hijos de Dios” celestiales despliega la gran productividad creativa por parte del Padre celestial, Jehová Dios el Todopoderoso. Él tiene una maravillosa familia de hijos obedientes en los cielos. Estas no son criaturas de sangre y carne, porque fueron creadas antes que fuera creada nuestra Tierra sobre la cual nosotras, criaturas de sangre y carne, ahora vivimos. De modo que esos “hijos de Dios” celestiales son espíritu, como Dios mismo lo es, y en naturaleza son completamente distintos a nosotras las criaturas humanas terrestres.

      12. ¿Por qué no hay ahora entre los “hijos de Dios” celestiales almas humanas que hayan sido trasplantadas a la región invisible de los espíritus?

      12 La profecía de Isaías 31:3, mostrando la clara distinción entre Dios y los hombres (como los antiguos egipcios) y entre el espíritu y la carne, desanimó a los israelitas de acudir a los egipcios militarizados en busca de ayuda, diciendo: “Los egipcios, sin embargo, son hombres terrestres, y no Dios; y sus caballos son carne, y no espíritu.” Además, en una declaración directa de que los “hijos de Dios” celestiales son de una naturaleza que se distingue de la del hombre, Salmo 104:1-4 dice: “Bendice a Jehová, oh alma mía. Oh Jehová Dios mío, te has mostrado muy grande. Con dignidad y esplendor te has vestido, envolviéndote de luz como de una prenda de vestir, extendiendo los cielos como una tela para tienda, Aquel . . . que hace a sus ángeles espíritus, a sus ministros un fuego devorador.” Definitivamente las Sagradas Escrituras eliminan la idea religiosa de que entre los ángeles celestiales se incluyen almas humanas que hayan sido trasplantadas de la Tierra a los cielos invisibles de los espíritus. Los “hijos de Dios” de la región de los espíritus eran todos hermanos, pues todos eran hijos del mismo Padre celestial.

      LA CREACIÓN DEL HOMBRE

      13. ¿Qué actitud muestra un verdadero padre para con una familia que ha sido producida por él?

      13 Un verdadero padre produce una familia porque ama a los hijos. No desea hacer de ellos personas malvadas o diablos ni satisfacerse por medio de torturarlos y atormentarlos. Desea lo que sea para los mejores intereses de ellos. Desea complacerse en ellos porque reflejan su imagen y le son una honra y le dan debido respeto y obediencia. Hace mucho tiempo, bajo inspiración divina, un rey, padre de muchos hijos él mismo, dijo: “El hijo sabio es el que regocija a un padre.” “El padre de un justo sin falta estará gozoso; el que llega a ser padre de un sabio también se regocijará en él.”—Proverbios 10:1; 23:24.

      14. ¿Cómo se compara a Jehová con un padre humano al tratar con sus hijos?

      14 En cuanto a la actitud del Padre celestial para con sus criaturas inteligentes, el salmista David dijo: “Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen. Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, acordándose de que somos polvo.” (Salmo 103:13, 14) Lo que Jehová espera de sus hijos, lo indica, diciendo: “Un hijo, por su parte, honra a un padre; y un siervo, a su magnífico amo. Pues si yo soy un padre, ¿dónde está la honra a mí? Y si soy un magnífico amo, ¿dónde está el temor a mí?” (Malaquías 1:6) Jehová el Padre celestial no es inferior a un padre terrestre al mostrar las cualidades correctas para con Sus criaturas, porque dice: “Y ciertamente les mostraré compasión, tal como un hombre le muestra compasión a su hijo que le sirve.”—Malaquías 3:17.

      15. ¿Qué motivo tuvo Dios para crear hijos de una naturaleza inferior a la de los hijos celestiales, y qué se desplegaría con eso?

      15 Con motivo que no podía ser menos que amoroso, Jehová Dios se propuso llegar a ser padre de hijos de una nueva naturaleza. Esto significaba que no serían de naturaleza de espíritus, que no serían de naturaleza celestial. La naturaleza de ellos sería menos refinada que la naturaleza espiritual y por lo tanto los sometería a limitaciones y restricciones que no tienen los “hijos de Dios” celestiales. No obstante, esto no resultaría en penalidad para ellos y podrían disfrutar de esa naturaleza perfectamente. Su naturaleza sería de carne y sangre, o naturaleza humana. La creación de hijos de esta naturaleza inferior no se debía a que el Padre celestial hubiera dejado de estar satisfecho con su vasta familia de hijos de la región de los espíritus o necesitara algo nuevo y adicional con lo cual suministrarse nuevo entretenimiento. Era, más bien, para seguir desplegando la grandemente diversificada sabiduría de Dios como Creador, y también para extender su amor a más criaturas.

      16. (a) Para crear una familia de naturaleza humana, ¿qué tenía que producir primero Dios? (b) ¿Cuál fue Su propósito declarado para la creación de nuestra Tierra?

      16 Primero, sin embargo, tenía que suministrar los materiales con los cuales crear a esta familia de la naturaleza humana y también un lugar apropiado en el cual viviera y que ocupara esta familia humana. Con esto como mira, creó la Tierra, un planeta que pertenece al sistema solar que es parte de la gran galaxia de estrellas ahora conocida como la Vía Láctea. En este punto abre la Santa Biblia su maravillosa historia, diciendo: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” (Génesis 1:1) Con cuidado amoroso él preparó las condiciones y el medio sobre la superficie enfriada y solidificada de la Tierra para sus habitantes humanos. Él menciona su propósito para esta Tierra, diciendo:

      “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios verdadero, el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada.”—Isaías 45:18.

      17. ¿Cómo previó el Creador las necesidades de su familia humana, y cómo proveyó lo necesario para esas necesidades?

      17 Su familia humana tendría cuerpos que necesitarían respirar para sostener la vida, y por eso Él suministró una atmósfera alrededor de la Tierra. Necesitarían agua para beber, y por eso él suministró una abundancia de eso. Necesitaban vida vegetal y vegetación como alimento, y Él les suministró esto. Necesitaban la luz del Sol para salud y para la visión, y él removió cualquier nube de polvo cósmico que hubiera que evitara que los rayos del Sol llegaran a la Tierra y más tarde clarificó la atmósfera para que la luz del Sol, la luz de la Luna y la luz de las estrellas penetraran hasta la superficie de la Tierra. La familia humana necesitaba períodos regulares de descanso y sueño, y el gran Diseñador de la Tierra hizo que ésta diera vueltas de modo que el día y la noche alternaran. Hizo que las aguas enjambraran de peces y otros tipos de vida marina, criaturas volátiles que volaran con alas por el aire y animales de la tierra en gran variedad, para que todas estas creaciones desempeñaran sus papeles en la economía de la vida terrestre. Todo esto lo hizo el sabio y amoroso Creador durante el transcurso de seis períodos de creación, que él mismo llamó días.—Génesis 1:1-25.

      18. ¿Cuándo y en qué “día” de creación anunció Dios su propósito de hacer la culminación de su creación terrestre?

      18 Para el fin del sexto período de creación las cosas habían sido preparadas sobre la Tierra y alrededor de ella y el Padre celestial iba a pasar a dar comienzo a la familia humana. Entonces fue que anunció lo que sería la culminación de su obra de creación terrestre, según leemos en Génesis 1:26: “Y pasó Dios a decir: ‘Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza, y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra.’”

      19. ¿Cómo podemos probar si Dios estaba hablando consigo mismo en Génesis 1:26?

      19 En el texto hebreo de este relato de la creación la palabra para “Dios” es elohim, que es la forma plural de elóah, y la forma plural se usa aquí en Génesis para denotar excelencia y grandeza, y no varios dioses, dos, tres o más. Por eso los verbos que acompañan aquí a Elohim están en el número singular. Y por eso cuando leemos: “Y pasó Dios [Elohim] a decir: ‘Hagamos,’” eso no significa que Dios estaba hablando consigo mismo. Él no es una trinidad, un dios trino y uno, un dios en tres personas, de modo que una persona de él estuviera diciendo a las otras dos personas de él: “Hagamos.” En Génesis 2:4 a este Creador se le llama Jehová Dios, y más tarde el escritor, el profeta Moisés, dijo: “Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová.” No hay dos o tres Jehovás, ¡solo uno! Un llamado dios trino y uno o trinidad es una invención pagana. Es una blasfema falsedad.—Deuteronomio 6:4.

      20. Lo más razonable es que las palabras “Hagamos un hombre” hayan sido dirigidas ¿a quién, y por qué?

      20 Por consiguiente, cuando Dios (Elohim) dijo: “Hagamos,” estaba hablando a por lo menos una persona más además de sí mismo en los cielos invisibles de los espíritus. Es difícilmente probable que Jehová Dios estuviera aquí hablando a los 100.000.000 ó más de ángeles que le sirven y pidiéndoles su cooperación con él en la creación del hombre. Es más razonable que estuviera hablando con su Hijo celestial primogénito, el primogénito de toda la creación, el principio de la creación por Dios. A éste, como el primogénito de la familia celestial de Dios, sería a quien se daría la preeminencia y el honor de ser invitado a trabajar junto con su Padre celestial en la creación del hombre en la Tierra. Esto simplificaría los asuntos. Puesto que este hijo celestial primogénito llevaba la “imagen” de su Padre celestial y era según Su “semejanza,” Dios propiamente podía decirle: “Hagamos un hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza.” El ser a la imagen de Dios y según su semejanza nunca significaría que uno sería igual a Jehová Dios. ¡Una “imagen” no es la realidad misma!

      EL PRIMER HOMBRE EN EL PARAÍSO

      21. ¿Dónde dice que el hombre recién creado fue puesto en el Paraíso?

      21 El capítulo dos de Génesis entra en detalles en cuanto a la creación del hombre. Descriptivamente, Génesis 2:7, 8 nos dice: “Y procedió Jehová Dios a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente. Además, plantó Jehová Dios un jardín en Edén, hacia el este, y allí puso al hombre que había formado.” En la Versión Siríaca antigua de la Biblia la palabra Paraíso se usa en lugar de “jardín”; la Versión de Scío de San Miguel de la Biblia también usa la palabra Paraíso y dice: “Y había plantado el Señor Dios un paraíso de deleite desde el principio: en el que puso al hombre, que había formado.”—Génesis 2:8, Scío.

      22. ¿Qué idea religiosa común tratan algunos de leer en lo que Génesis 2:7 realmente dice?

      22 Notemos una vez más lo que Génesis 2:7 declara acerca de la creación del hombre. ¿Dice que Jehová Dios puso en el hombre un alma separada y distinta de su cuerpo? Eso es lo que muchas personas religiosas quisieran leer en lo que este texto dice. De hecho, la traducción por F. Torres Amat—S. L. Copello, de 1942 E.C., dice: “Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, e inspiróle en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.” Esto es muy diferente de la versión de Straubinger, católica romana, que dice: “De modo que el hombre vino a ser alma viviente.” También, la versión publicada en inglés por The Jewish Publication Society of America (Sociedad de Publicaciones Judías en los Estados Unidos) dice: “Y el hombre llegó a ser alma viviente.” Para que nuestros lectores vean la lectura literal palabra por palabra (de derecha a izquierda) del texto hebreo presentamos abajo una copia fotostática de esta parte de Génesis 2:7 en The Interlinear Literal Translation of the Hebrew Old Testament (La Traducción Literal Interlinear del Antiguo Testamento Hebreo), por G. R. Berry, derechos 1896-1897:

      the LORD God formed man of the dust of the ground, and breathed into his nostrils the breath of life; and man became a living soul. 8 ¶ And the LORD God planted a garden

      יְהוָֹה אֱלֹהִים אֶת־הָאָדָם עָפָר מִן־הָאֲדָמָה

      ,ground the from dust [of out] man (the) God Jehovah

      וַיִּפַּח בְּאַפָּיו נִשְׁמַת חַיִּים וַיְהִי הָאָדָם

      man (the) became and ;life of breath nostrils his in breathed and

      8 לְנֶפֶשׁ חַיָּה וַיִּטַּע יְהוָֹה אֱלֹהִים גַּן בְּעֵדֶן

      Eden in garden a God Jehovah planted And living soul a (for)

      La lectura, de derecha a izquierda, diría en español: “Jehová Dios (el) hombre [de] polvo de el suelo, y respiró en sus narices aliento de vida; y llegó a ser (el) hombre (para) un alma viviente. Y plantó Jehová Dios un jardín en Edén.”

      23. Cuando el cuerpo humano muere, ¿qué le sucede al alma?

      23 Puesto que la Palabra inspirada de Dios dice claramente: “El hombre llegó a ser alma viviente,” el hombre es un alma. ¡La Biblia dice la verdad! Es la autoridad en cuanto a lo que el alma humana es. Los filósofos paganos de la antigüedad, que no tenían la Palabra escrita de Dios, son quienes dicen que el hombre tiene por dentro un alma espiritual invisible que parte hacia la región de los espíritus cuando el cuerpo humano muere. En el texto hebreo la palabra para “alma” es néphesh; en la Versión de los Setenta de las Escrituras Hebreas, en griego, es psykhé. Por eso, lo que le sucede al cuerpo del hombre le sucede al alma humana. No es solo el cuerpo humano lo que muere, sino, como dice Jehová Dios en Ezequiel 18:4: “¡Miren! Todas las almas... a mí me pertenecen. . . . El alma que esté pecando... ella misma morirá.” (También, vea el Eze. 18 versículo 20.)

      24. ¿Por qué es un “cuerpo físico” distinto de uno “espiritual”?

      24 El hombre no es del espíritu, espiritual. El hombre es de la tierra, terrestre: “Procedió Jehová Dios a formar al hombre del polvo del suelo.” (Génesis 2:7) El cuerpo que Dios creó para el hombre estaba compuesto de los elementos tomados de la tierra y de la atmósfera. No era un cuerpo espiritual, y no puede ser espiritualizado de modo que se haga invisible y pueda habitar en la región de los espíritus. Era un cuerpo físico, separado y distinto de un cuerpo espiritual como el que poseen los “hijos de Dios” celestiales. Es como dijo un comentador bíblico del primer siglo E.C.: “Si hay cuerpo físico, también lo hay espiritual.” Las dos clases de cuerpos no deben ser confundidas, y la Biblia no las confunde.—1 Corintios 15:44.

      25. ¿Qué sopló Dios en las narices del hombre para hacerlo un “alma viviente,” en contraste con la filosofía griega?

      25 El cuerpo humano desnudo que Dios formó del polvo del suelo allí en el Paraíso de Placer era perfecto; ninguna de sus partes necesarias o miembros necesarios faltaba. “Perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia.” (Deuteronomio 32:4) “¡Ve! Esto solo he hallado,” dijo el sabio rey Salomón, “que el Dios verdadero hizo a la humanidad recta.” (Eclesiastés 7:29) Para hacer que aquel primer cuerpo humano estuviera vivo y funcionara a perfección, Dios no tomó del cielo un “alma” (psykhé)b incorpórea que, según la idea pagana griega, hubiera estado revoloteando alrededor como una mariposa, y la sopló o insertó en el cuerpo sin vida. Dios no sopló en el cuerpo una simple corriente de aire que expandiera los pulmones del cuerpo. No fue nada como la revivificación de boca a boca que se efectúa en el caso de una persona que se ha ahogado. Lo que Dios sopló en las narices del cuerpo es llamado “el aliento de vida,” que no solo llenó de aire los pulmones, sino que también impartió al cuerpo la fuerza de vida que se sostiene por medio de la respiración. De esta manera “el hombre vino a ser alma viviente.”

      26. ¿Por qué se llamó Adán al primer hombre, y cómo puso Dios verdadero propósito en la vida de éste?

      26 Jehová Dios llegó a ser el Padre, el Dador de Vida, de esta primera alma humana. Los materiales para formar el cuerpo humano fueron tomados del suelo, que, en hebreo, es llamado adamah, y por eso, apropiadamente, a esta alma viviente se le llamó Adán. (Génesis 5:1, 2) El Padre celestial tuvo un propósito al poner a su hijo terrestre en el Paraíso de Edén, y puso propósito en la vida de Adán. En este sentido leemos, en Génesis 2:15: “Y procedió Jehová Dios a tomar al hombre y establecerlo en el jardín de Edén para que lo cultivase y lo cuidase.” Dios asignó a Adán su trabajo como el de un mantenedor de un Paraíso, un jardinero. Para darnos alguna idea de lo que crecía en aquel Paraíso terrestre, se nos dice: “Plantó Jehová Dios un jardín en Edén, hacia el este, . . . Así Jehová Dios hizo crecer del suelo [adamah] todo árbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento y también el árbol de la vida en medio del jardín y el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo.” (Génesis 2:8, 9) El jardín de Edén, que contenía “todo árbol deseable a la vista de uno,” tiene que haber sido un lugar hermoso. Entre sus árboles ‘buenos para alimento’ estaba la higuera.

      27. ¿Cómo se encargó Dios de que Adán no estuviera solo en el Paraíso y que se familiarizara con las cosas?

      27 Solo un Dios de amor pudiera haber dado a su hijo terrestre el Paraíso de Placer como hogar para él, lo mejor que la Tierra suministraba. Siendo perfecto, Adán podía tener un aprecio perfecto de este jardín y su belleza. No estaba solo allí. Había peces de varias clases en el río que salía del jardín y que se ramificaba hacia las regiones que se extendían más allá de la frontera del jardín. (Génesis 2:10-14) Había también una variedad de aves, además de animales terrestres, domésticos y salvajes. Dios se encargó de que Adán se familiarizará con estas criaturas terrestres de naturaleza inferior.

      “Ahora bien, Jehová Dios estaba formando del suelo toda bestia salvaje del campo y toda criatura volátil de los cielos, y empezó a traérselas al hombre para ver lo que llamaría a cada una; y lo que el hombre la llamaba, a cada alma [néphesh] viviente, ése era su nombre. De modo que el hombre estaba poniendo nombres a todos los animales domésticos y a las criaturas volátiles de los cielos y a toda bestia salvaje del campo, pero para el hombre no se halló ayudante como complemento de él.”—Génesis 2:19, 20.

      28. Al conocer al mono o simio, ¿por qué no sintió Adán ninguna relación de parentesco con éste?

      28 A medida que los animales salvajes le fueron presentados a Adán, apareció una criatura peluda de brazos largos. Adán la llamó qoph, que significa “mono” o “simio” para nosotros hoy. (1 Reyes 10:22; 2 Crónicas 9:21) Cuando Adán vio a este mono, no sintió ninguna relación de parentesco con él. No creyó que era descendiente consanguíneo de él. No exclamó con placer: “Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne.” La información que Adán recibió de Dios fue que qoph (el mono o simio) había sido creado antes en el sexto “día” de creación, y que él, Adán, fue creado por separado por Dios sin vínculo carnal alguno con el mono o simio o ninguna otra de las criaturas terrestres inferiores. Adán sabía que hay cuatro clases de carne. Como se declaró hace diecinueve siglos, en armonía con los más recientes descubrimientos de la ciencia: “No toda carne es la misma carne, sino que hay una de la humanidad, y hay otra carne del ganado, y otra carne de las aves, y otra de los peces.” (1 Corintios 15:39) No, aunque la Palabra de Dios llamó al qoph (mono) un “alma viviente,” no se halló que el mono fuera un “complemento” de Adán y adecuado para compañero de él.—Génesis 2:20.

      29. ¿Por qué no conversó Adán con la serpiente ni adoró a ningún animal?

      29 Mientras Adán observaba todas las bestias salvajes del campo, allá en el suelo o sobre un árbol se deslizaba un largo animal con escamas, sin extremidades. Adán lo llamó nahhash, que para nosotros significa “serpiente” o “culebra.” Este animal no comenzó una conversación con Adán, y éste, por su parte, no habló con él. Era una criatura sin habla, que solo hacía un sonido sibilante. Adán no temía a este animal ni a otros animales salvajes. No adoraba como sagrado a ninguno de ellos, ni siquiera a la vaca. Su Dios los había puesto en sujeción a él, porque él era un hijo terrestre de Dios, hecho a la imagen de Dios y según la semejanza de Dios. Por eso él adoraba solo a su Padre celestial, “el Dios verdadero,” Jehová.

      LA POSIBILIDAD DE VIDA ETERNA EN LA TIERRA

      30, 31. (a) ¿Por cuánto tiempo se suponía que viviera Adán, y dónde? (b) ¿Qué prueba de obediencia le impuso Dios a Adán, sin que esto fuera injusto?

      30 ¿Por cuánto tiempo se suponía que viviera Adán, y dónde? No era el pensamiento de Dios que Adán muriera y dejara el Paraíso de Edén descuidado. La Tierra no había de ser dejada sin ser habitada por la humanidad. Dios puso delante de Adán la oportunidad de adquirir vida eterna en la Tierra en el Paraíso de Edén. Esto, sin embargo, dependía de la obediencia eterna de Adán a su Creador y Dios. Dios no puso inclinaciones a la desobediencia, inclinaciones pecaminosas, en Adán. Dios dotó a su hijo terrestre de las cualidades que lo asemejaban a Dios, justicia, sabiduría, poder y amor, con un perfecto sentido moral. No obstante, en reconocimiento de Su propia soberanía sobre todo el universo, era propio para Dios, sin que eso quisiera decir sospechas en cuanto a Adán, el que sometiera a prueba a este hijo terrestre Suyo. La prueba que impuso a Adán fue una muy pequeña limitación de su libertad. Leemos:

      31 “Y también le impuso Jehová Dios este mandato al hombre: ‘De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.’”—Génesis 2:16, 17.

      32. ¿Le era indispensable a Adán comer del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo para disfrutar de vida eterna?

      32 Aquí el gran Dador de Vida puso delante de su hijo Adán la expectativa de o vida eterna o muerte eterna. La desobediencia a su Padre celestial divino positivamente resultaría en muerte por toda la eternidad para Adán. La obediencia amorosa como de un hijo a un padre resultaría en vida eterna. La recompensa por la obediencia continua no significaría que se transferiría a Adán al cielo, porque Adán no fue hecho para vivir en el cielo con los ángeles, sino que se suponía que viviera eternamente en el Paraíso de Placer terrestre. “En cuanto a los cielos, a Jehová pertenecen los cielos, pero la tierra se la ha dado a los hijos de los hombres.” (Salmo 115:16) Para que Adán viviera eternamente no era indispensable que comiera del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, pero sí era indispensable que comiera del “árbol de la vida en medio del jardín.”—Génesis 3:22.

      33. Evidentemente, ¿qué quiso decir Dios con la expresión “en el día que comas,” y por qué?

      33 Sin embargo, ¿cómo entendería Adán aquella expresión de “en el día que comas de él”? No tenía razón o base para pensar en términos de un día de mil años, según la declaración de mucho más tarde que hizo el profeta Moisés, dirigiéndola a Jehová Dios: “Mil años son a tus ojos solo como el día de ayer.” (Salmo 90:4 y enc sobrescrito) Él de seguro no pensó: ‘Bueno, si desobedezco y tengo que morir, puede que tenga mucho o la mayor parte del día de mil años durante el cual vivir; y eso no será tan malo.’ Adán no tenía base para razonar de esa manera. Él tiene que haber entendido que el uso que Dios dio a la palabra “día” significaba un día de veinticuatro horas. Puesto que evidentemente Dios habló según lo que su hijo terrestre podía entender, entonces, consistentemente, Dios tiene que haber querido decir un día de veinticuatro horas. No quiso decir: ‘En el día de mil años en que comas del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo morirás.’ Un significado tal restaría vigor a la advertencia de Dios.

      34. ¿Cómo obtuvo Adán el mandato acerca del árbol prohibido, y por cuánto tiempo pudiera Adán haber disfrutado de comunión con Dios?

      34 Adán obtuvo esta vigorosa advertencia directamente de Dios, aunque es posible que Dios le hablara a Adán por medio de un ángel invisible. Era la palabra de Dios, el mensaje de Dios. Dios le habló a Adán desde lo invisible. No usó a ninguna creación animal inferior, como una culebra, por medio de la cual comunicar su mandato a Adán su hijo terrestre. Si Dios hubiera hecho tal cosa, pudiera haberse usado desde entonces en adelante a esta creación animal como símbolo de Dios y pudiera habérsele tratado como sagrada, con debida deferencia. El Dios verdadero no quiere que se le adore por medio de una creación animal. Adán en el Paraíso de Placer adoraba a Dios directamente. Si amorosamente continuaba haciendo aquello por toda la eternidad, indudablemente aquella comunicación con Dios continuaría por toda la eternidad. ¡Qué privilegio sería para Adán estar así en el Paraíso terrestre con Dios para siempre!

      [Notas]

      a Against Praxeas (Contra Praxeas) por Tertuliano. Allí, en el Capítulo 7, él dice: “El Hijo igualmente reconoce al Padre, hablando en su propia persona, bajo el nombre de Sabiduría: ‘El SEÑOR me formó en el principio de sus caminos.’” Vea también comentarios sobre Proverbios 8:22 por Justino Mártir Ireneo, Atenágoras, Teófilo de Antioquía, Clemente de Alejandría, Cipriano (Los Tratados de), “De Principiis” de Orígenes, Dionisio y Lactancio.

      b Uno de los significados de la palabra griega psykhé es “mariposa o polilla.”—Vea Greek-English Lexicon de Liddell y Scott, tomo 2, página 2027, columna 2, VI. En la mitología greco-romana, Psique o Psiquis era una hermosa doncella que personificaba el alma y que fue amada por el dios Eros.

  • Dios declara su propósito para el hombre y la mujer
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 4

      Dios declara su propósito para el hombre y la mujer

      1. ¿Le dijo Dios a Adán, al crearlo, que hubiera de llegar a ser padre de una raza humana?

      CUANDO Adán el primer hombre estuvo solo en el Paraíso de Placer con solo las criaturas terrestres inferiores como compañía, Dios no le dijo nada a Adán acerca de que éste hubiera de llegar a ser padre de una raza humana. Pero Dios pensaba en esto. Este era Su propósito en cuanto a la Tierra. Al debido tiempo reveló este propósito divino al hombre.

      2, 3. (a) ¿Cómo se proponía Dios producir la familia humana? (b) ¿Por qué no se halló ayudante apropiada con este fin entre las criaturas infrahumanas?

      2 Dios no se proponía poblar la Tierra de la misma manera en que había poblado el cielo, por medio de creaciones directas sin uso del matrimonio. Dios se propuso que el hombre Adán se casara con una compañera apropiada, para que llegara a ser padre. El pensamiento de Dios en cuanto a este asunto se registró en Génesis 2:18, que nos informa: “Y pasó Jehová Dios a decir: ‘No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él.’”

      3 Dios había creado todas las criaturas terrestres inferiores antes de la creación del hombre y por separado de la creación del hombre. Así, pues, las criaturas infrahumanas, los peces, las criaturas volátiles, los animales de la tierra, no eran del “género” del hombre. Podían producir prole solo cada una según su género.” (Génesis 1:21, 22, 25) No podían cooperar con el hombre para producir el género humano. Esto se vería claramente después que Dios le presentara las criaturas terrestres inferiores a Adán. Por eso la conclusión lógica, después de haberse hecho que el hombre se familiarizará con el mundo animal, fue: “Pero para el hombre no se halló ayudante como complemento de él.”—Génesis 2:19, 20.

      4. ¿Cómo produjo Dios la “ayudante” para Adán, y qué la llamó éste?

      4 Todavía corría el sexto “día” de creación, y por eso Dios no estaba violando ningún arreglo de sábado al continuar trabajando en más creaciones terrestres. ¿Cómo, pues, creó una ayudante para Adán como complemento de éste? Miles de años antes que la ciencia médica moderna descubriera los anestésicos y analgésicos para ejecutar operaciones quirúrgicas sin dolor, Dios ejecutó una operación sin dolor en el primer hombre, Adán. “Por lo tanto Jehová Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre y, mientras dormía, tomó una de sus costillas y entonces cerró la carne sobre su lugar. Y procedió Jehová Dios a construir de la costilla que había tomado del hombre una mujer y a traérsela al hombre. Entonces dijo el hombre: ‘Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada Mujer [Ishshah], porque del hombre [ish] fue tomada ésta.’”—Génesis 2:21-23.

      5. ¿Cómo se logró así una unidad de la carne por toda la familia humana?

      5 Puesto que a Adán se le había dicho que la primera mujer había sido construida de una de sus costillas (que tienen propiedades de producir sangre en su tuétano), él podía correctamente llamarla hueso de sus huesos y carne de su carne. El hecho de que su propio cuerpo había contribuido algo para la creación de ella por Dios le añadía razón para sentir que ella era parte de él. Precisamente con corrección se podía decir miles de años después al tribunal judicial sobre el Areópago de Atenas, Grecia, lo siguiente: “Hizo [Dios] de un solo hombre toda nación de hombres, para morar sobre la entera superficie de la tierra.” (Hechos 17:26) Así por toda la familia humana hay una unidad de la carne, una que no hubiera sido así si Dios hubiera creado a la primera mujer del polvo del suelo por separado de Adán el primer hombre.

      6. Según las palabras de Dios, ¿cómo se esparciría la familia humana?

      6 Después del relato que suministra de este matrimonio del primer hombre y la primera mujer en el Paraíso, el registro divino pasa a decir: “Es por eso que el hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne.” (Génesis 2:24) Debido a la manera en que la mujer fue creada, Adán y su esposa eran “una sola carne” antes que siquiera tuvieran unión sexual juntos. El matrimonio de la prole de Adán y su esposa los junta en unión sexual y especialmente de esta manera llegan a ser originalmente “una sola carne.” El dejar al padre y a la madre para adherirse a su esposa significaría que el hombre recién casado establecería su propia casa. De esta manera se esparciría la familia humana.

      7. ¿Por qué no se avergonzaban Adán y su esposa al mirar cada uno al otro según habían sido creados?

      7 Había entonces perfecta inocencia, pureza de corazón, en el Paraíso de Edén. De esto da testimonio esta declaración de Génesis 2:25: “Y ambos continuaron estando desnudos, el hombre y su esposa, y sin embargo no se avergonzaban.” Tenían una buena conciencia para con Dios y cada uno para con el otro.

      8, 9. (a) Así, ¿quién creó el sexo y con qué propósito? (b) ¿Cómo se muestra este hecho por lo que Dios les dijo a Adán y Eva que hicieran?

      8 En este punto es donde el relato de Génesis 1:27 enlaza, en orden cronológico apropiado, ahora que tenemos al hombre y a la mujer en la escena paradisíaca. Este relato dice: “Y procedió Dios a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.” Tal como antes de esto había existido macho y hembra entre las criaturas terrestres inferiores, para que éstos reprodujeran su “género,” así cuando la mujer fue creada existió macho y hembra en el género humano. Dios es el Creador del sexo, pero con propósitos de reproducción. Este hecho vital se mostró por lo que al primer hombre y a la primera mujer Dios ahora les dijo que hicieran.

      9 “Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: ‘Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra.’”—Génesis 1:28.

      10. Por consiguiente, ¿qué estado final para la superficie de la Tierra se proponía Dios?

      10 Dios bendijo al hombre y a la mujer al principio de su vida de casados en el Paraíso de Placer. Los pensamientos y expresiones de Él eran de lo mejor para ellos. Por sus palabras a ellos, Dios reveló lo que se proponía para la humanidad y la Tierra. Dios se proponía que esta Tierra fuera llenada con la prole de este primer hombre y la primera mujer. No solo esto, sino también que toda la Tierra que esta familia humana ocuparía fuera sojuzgada. ¿Sojuzgada hasta llegar a qué condición? Hasta la condición del Paraíso en el cual se hallaban el hombre y la mujer. Esto quería decir que toda la Tierra debería ser hermoseada y hecha un lugar donde vivir por medio de extender las fronteras del Paraíso plantado por Dios hasta que este se encontrara con oeste y norte se encontrara con sur... a todos los continentes y a todas las islas de los mares. No había de haber exceso de población en la Tierra paradisíaca; más bien, la reproducción humana continuaría hasta que toda la Tierra sojuzgada estuviera cómodamente llena. Los hombres no habían de matar a las criaturas terrestres inferiores, sino que habían de tenerlas en sujeción... bajo control amoroso.

      11, 12. (a) ¿Por qué no debemos perder de vista el propósito de Dios para el hombre y la Tierra? (b) ¿Cómo podemos poner propósito en nuestra vida, con beneficio eterno para nosotros mismos?

      11 Ante las palabras de bendición y mandato que Dios les dirigió, ¿captaron Adán y su esposa la visión del magnífico propósito que Dios tenía para ellos y para su hogar, la Tierra? ¿Lo captamos nosotros? ¿Entendemos nosotros hoy el propósito original del Creador en cuanto al hombre y la mujer y nuestro hogar, la Tierra? Su propósito está muy sencillamente declarado, y a la persona honrada no le es difícil comprenderlo.

      12 Si lo comprendemos, entonces no lo perdamos de vista, porque si hacemos eso, caeremos en confusión y error religiosos. La existencia del hombre en la Tierra no fue accidental y no se suponía que fuera sin objeto. Dios deliberadamente puso al hombre y la mujer en la Tierra con un propósito, y este propósito lo reveló a nuestros primeros padres humanos. Después que Adán y su esposa, a quien él llamó Eva, recibieron la información y el mandato, era su privilegio honorable y bendito hacer del propósito de Dios el propósito de ellos en la vida. Esto exigiría su obediencia a Dios. En cambio, la obediencia resultaría en vida eterna en felicidad perfecta en una Tierra paradisíaca, para los obedientes Adán y Eva y para toda su prole obediente en todo ángulo de la Tierra sojuzgada. De modo que la vida llegó a tener propósito para Adán y Eva, y puede llegar a tener propósito para nosotros... según el propósito infalible de Dios.

      13. ¿Por qué no se mataría nada en el Paraíso, y no habría temor de escasez de alimento para una Tierra que estuviera llena?

      13 Dios no puso delante de Adán y Eva el temor de que hubiera una escasez de alimento a medida que la familia humana ‘se hiciera muchos.’ Como Padre amoroso él hizo suficiente provisión para la Tierra llena de sus hijos e hijas humanos. Y no habría necesidad de matar en el Paraíso. Dios señaló a estos hechos, porque leemos: “Y pasó Dios a decir: ‘Miren que les he dado toda vegetación que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra y todo árbol en el cual hay fruto de árbol que da semilla. Que les sirva a ustedes de alimento. Y a toda bestia salvaje de la tierra y a toda criatura volátil de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay vida como alma [néphesh] les he dado toda la vegetación verde para alimento.’ Y llegó a ser así.”—Génesis 1:29, 30.

      14. (a) Además de aquella declaración general de Dios en cuanto a alimento, ¿qué prohibición en cuanto a comer alimento todavía aplicaba? (b) Era necesario que Adán y Eva vivieran de ¿qué, además de alimento material?

      14 Aquí estaba solo una declaración general en cuanto a lo que la humanidad había de comer, una declaración que tanto Adán como Eva oyeron de Dios. De modo que hablaba de “todo árbol en el cual hay fruto de árbol que da semilla.” Este no era el tiempo para entrar en detalles, porque, en una declaración anterior hecha a Adán solo, Dios había impuesto una prohibición en cuanto a comer del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. (Génesis 2:16, 17) Por lo menos por el momento el fruto de este árbol prohibido no había de servir de alimento para Adán y Eva. De todos modos, había muchísimo alimento que comer para sostener la vida, sin que tuvieran que comer también del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. Aun con toda la abundancia de todo alimento en el Paraíso, era cierto en cuanto a Adán y Eva lo mismo que fue cierto del pueblo escogido de Jehová más de dos mil años después: “No solo de pan vive el hombre, sino . . . de toda expresión de la boca de Jehová vive el hombre.” (Deuteronomio 8:3) Si Adán y Eva observaban la palabra del mandato expresado por Jehová Dios, vivirían para siempre con su familia en el Paraíso que se extendería por toda la Tierra.

      FIN DEL SEXTO “DÍA” DE CREACIÓN

      15. Al fin del sexto “día” de creación, ¿qué le parecía a Dios la creación terrestre?

      15 Así, al tiempo marcado por Dios los asuntos de la Tierra fueron llevados hasta esta etapa como se ha descrito, y había maravillosas posibilidades en el futuro según el propósito de Dios. Mientras consideramos la situación: la Tierra ahora habitada por criaturas humanas y animales y dando la vuelta alrededor del Sol y la Luna en órbita alrededor de la Tierra, ¿qué nos parece esto? Nuestro punto de vista no debería diferir del de Dios, acerca del cual leemos: “Después de eso vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire! era muy bueno. Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día sexto.”—Génesis 1:31.

      16. ¿Cómo deben haber respondido las “estrellas de la mañana” y los “hijos de Dios” al ver la Tierra al fin del sexto “día”?

      16 Jehová, como Dios progresivo, había estado adelantando de manera ordenada, en etapas. ¡Y qué progresión o adelanto lógico había por parte de Él! Con la creación de Adán y Eva y la bendición divina sobre ellos terminó el sexto “día” de creación de Dios con relación a la preparación de la Tierra para ser ocupada por hijos terrestres de Dios. Sí, ante la simple formación de la Tierra, “las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso,” ¡qué expresiones de admiración y alabanza tienen que haber hecho estos “hijos de Dios” celestiales al fin del sexto “día” de creación cuando vieron la Tierra ahora en estado plenamente preparado y a una pareja humana perfecta viviendo sobre ella!—Job 38:7; Génesis 1:28.

      17. En vista del logro divino para el fin de la “mañana” del sexto “día,” ¿qué pregunta surge en cuanto al número de “días” de creación?

      17 La “mañana” de aquel sexto “día” de creación terminó con glorioso logro divino. ¿Terminaría con el sexto “día” el ciclo de “días” de creación? El sexto “día” terminó cuando en Adán y Eva solo se había colocado el fundamento para poblar la Tierra entera. ¿Habría otro “día” de creación, un séptimo “día,” al fin de la “mañana” del cual toda la Tierra estaría poblada de una familia humana y sería un Paraíso global?

      COMIENZA LA “TARDE” DEL SÉPTIMO “DÍA” DE CREACIÓN EN 4026 A. DE LA E.C.

      18. Razonablemente, ¿con qué fin en mira debería permitirse otro “día” de creación?

      18 El propósito de Dios con referencia a la Tierra no fue cumplido plenamente para el fin del sexto “día” de creación. Quedaba la pregunta: ¿Podía Dios lograr este propósito, especialmente ahora que estaba tratando con criaturas humanas que tenían el poder de una voluntad personal y a quienes dejó en libertad para escoger su proceder en la Tierra, ya fuera en armonía con el propósito de Dios o contra él? Razonablemente, pues, debería permitirse otro “día” de creación, un séptimo “día,” durante el cual hacer que la Tierra fuera poblada con una raza humana perfecta, morando juntos todos ellos en amor y paz y todos hablando el mismo lenguaje en un Paraíso global. Al fin de ese “día” de creación el propósito de Dios podría estar triunfalmente logrado, para vindicación de Él como Creador y Soberano Universal.

      19. (a) ¿Por qué debería llamarse un día de “creación” al séptimo? (b) ¿Qué hizo Dios en cuanto a ese “día séptimo”?

      19 Dios sí dio a conocer la plenitud de su propósito. Este ciertamente exigía un séptimo “día” de creación. El que lo llamemos un día “de creación” no significa que Dios siguió creando cosas terrestres en el séptimo “día” de creación, sino que este día estaba inseparablemente conectado con los anteriores seis “días” de creación y duraba lo mismo que aquellos “días” anteriores. ¿Qué dice la propia Palabra de Dios acerca de esto?

      “Así quedaron terminados los cielos y la tierra y todo su ejército. Y para el día séptimo vio terminada Dios su obra que había hecho, y procedió a reposar el día séptimo de toda su obra que había hecho. Y procedió Dios a bendecir el día séptimo y hacerlo sagrado porque en él ha estado reposando de toda su obra que ha creado Dios con el propósito de hacer.”—Génesis 2:1-3.

      20. ¿Cómo determinamos si Génesis 2:1-3 hablaba de un día de veinticuatro horas o de un período de creación que todavía continúa?

      20 No pasemos por alto el hecho de que este relato del séptimo “día” de creación no concluye con las palabras que definitivamente digan que este particular “día” de creación de una tarde y una mañana terminó. Génesis 2:3 no añade las palabras: “Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día séptimo.” El hecho de que no aparezcan esas palabras terminales parece indicar que el séptimo “día” de creación todavía no había terminado para cuando el profeta Moisés terminó de escribir el Pentateuco o los primeros “cinco libros” de la Biblia, en el año 2553 Anno Mundi ó 1473 a. de la E.C. Todavía después el salmista David habla acerca de entrar en el descanso de Dios, en Salmo 95:7-11, o para el año 2989 A.M. ó 1037 a. de la E.C. Esto indica que Génesis 2:1-3, al hablar acerca del día de reposo de Dios, no estaba hablando acerca de un día de veinticuatro horas, sino que estaba hablando de un “día” de creación de la misma duración que cada uno de los anteriores “días” de creación. Por lo tanto ese “séptimo día” de creación no ha terminado ni siquiera para este tiempo.

      21. ¿Qué situación en la Tierra indica que la humanidad en general no ha entrado en la observación de reposo del “día séptimo” de Dios?

      21 Por consiguiente, todavía no vemos el Paraíso edénico extendido por todo nuestro globo terráqueo y habitado en todas partes por una familia humana perfecta y que no muera. En vez de eso, la vida animal, la vida alada y la vida acuática está siendo segura, y las superpotencias del mundo, equipadas con bombas nucleares y otras armas de destrucción en masa, amenazan matar a toda la humanidad y convertir al globo terráqueo en un desierto sin habitantes. Ciertamente la humanidad en general, sí, hasta los cuerpos religiosos que afirman que adoran al Dios de la Santa Biblia, no han entrado en el reposo de Dios, observando su “séptimo día” de creación. ¡Y ya han pasado casi seis mil años desde la creación del hombre!

      22. ¿Cómo prueba el siguiente versículo (Génesis 2:4) que Dios no está hablando de un día de veinticuatro horas?

      22 El hecho de que en el relato de Génesis 2:1-3 no se habla del “séptimo día” como de un día de veinticuatro horas se ve claramente por el uso de la palabra “día” en el mismo siguiente versículo. Allí, en Génesis 2:4, está escrito: “Esta es una historia de los cielos y la tierra en el TIEMPO de ser creados, en el DÍA que hizo Jehová Dios tierra y cielo.” Ese “día” abarcó seis “días” de creación, según lo que describe Génesis, capítulo uno.

      23, 24. (a) ¿Qué muestra que la realización del propósito de Dios para el fin de su “día séptimo” todavía está en el futuro? (b) ¿Por qué no tenemos que desanimarnos por poner fe en que Dios efectuará su magnífico propósito?

      23 Por la condición de los asuntos de la humanidad en este siglo veinte E.C., nada pudiera ser más claro que el hecho de que todavía está en el futuro la realización del propósito de Dios para el fin del séptimo “día” de creación. Al principio de este “séptimo día” hace casi seis mil años Dios “procedió . . . a bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado.” Según la historia de la humanidad durante los pasados seis milenios, no ha sido un día bendito para la entera raza humana. Aparentemente, la bendición de Dios sobre este “día” séptimo ha contado para poco a favor de toda la humanidad.

      24 Aunque Dios lo santificó o lo hizo sagrado, muy pocos individuos de la humanidad lo están considerando sagrado, santo, y han entrado en el reposo de Dios de manera espiritual. Dios ciertamente tendrá que mostrar para el fin del séptimo “día” de creación que su bendición sobre este día ha tenido verdadero valor para la humanidad. Tendrá que mostrar que este “día séptimo” ha tenido verdadero carácter de sagrado, santidad, y que su “reposo” en cuanto a lo seguro del logro de su propósito no ha sido perturbado. A pesar de que él desistió de obras de creación terrestre al fin del sexto “día” de creación, su propósito ha adelantado y todavía marcha adelante hacia su realización triunfante. Por lo tanto, no tienen que desanimarse los que, como Jehová Dios mismo, tienen fe en que finalmente Su magnífico propósito se efectuará.

  • Se forma el “propósito eterno” de Dios en su Ungido
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 5

      Se forma el “propósito eterno” de Dios en su Ungido

      1. ¿Qué clase de vida en la Tierra se propone Dios que tenga la humanidad?

      LA VIDA humana en la Tierra puede ser hermosa. La vida del Creador del hombre es hermosa. Es Su voluntad que la vida de Su creación humana también sea hermosa. Es la humanidad la que ha hecho de su propia existencia un desastre. Sin embargo, no todos los miembros de la humanidad han hecho eso. A pesar del fracaso de la humanidad hasta ahora, el propósito benévolo del Creador ahora es que todavía hombres y mujeres tengan la oportunidad de hacer hermosa para sí mismos la vida en la Tierra.

      2. (a) ¿Con qué clase de vida comenzó la humanidad? (b) ¿Qué muestra si Dios planeó o no que el hombre tomara el proceder que conduciría a la muerte?

      2 Al principio la vida de la humanidad era hermosa. Comenzó hace casi seis mil años en un Paraíso terrestre. Era un placer vivir allí, por lo cual se le llamó el Jardín de Edén, o Paraíso de Placer o Deleite. (Génesis 2:8, Versión de Scío) Nuestros primeros padres humanos, el primer hombre y la primera mujer, eran perfectos, con abundancia de salud y con la posibilidad de nunca morir. Siendo criaturas humanas, eran mortales, pero tenían ante sí la oportunidad que les ofrecía su Creador de vivir en el Paraíso de Placer para siempre en el futuro, eternamente. Así, el Dador de Vida celestial de ellos podía llegar a ser el Padre Eterno de ellos. Él no planeó que ellos murieran por tomar el proceder que conduciría a la muerte. Su deseo era que vivieran eternamente como sus hijos eternos. Más de tres mil años después Él expresó lo que sinceramente pensaba en cuanto a este asunto, cuando dijo a su pueblo escogido:

      “‘¿Acaso me deleito de manera alguna en la muerte de alguien inicuo,’ es la expresión del Señor Soberano Jehová, ‘y no en que se vuelva de sus caminos y realmente siga viviendo?’”—Eze. 18:23.

      3. Puesto que el deseo de Dios era que la humanidad siguiera viviendo en el Paraíso, ¿qué pregunta nos vemos obligados a considerar hoy?

      3 Como se ve, el Creador no deseaba que la pareja humana inocente que estaba en el Paraíso de Placer se hiciera ‘inicua’ y mereciera morir. Su deseo era que siguieran viviendo, sí, viviendo hasta ver la Tierra entera debidamente llena de prole tan perfecta y feliz como ellos mismos, en relación pacífica y amorosa con su Creador, su Padre celestial. Sin embargo, hoy, toda la humanidad está muriéndose y nuestra Tierra contaminada está muy lejos de ser un paraíso. ¿A qué se debe esto? El Creador del hombre ha hecho que la explicación se registre en la Biblia.

      4. ¿Por qué era extraño que una serpiente se estuviera presentando a la vista de una criatura humana en el Paraíso?

      4 La ubicación es el Paraíso de Placer, a medida que comienza el tercer capítulo del libro bíblico de Génesis. Todas las formas de criaturas terrestres inferiores están en sujeción a nuestros primeros padres humanos, Adán y Eva. Ellos no temen a ninguna de estas criaturas terrestres inferiores, ni siquiera a las culebras. Sí, había culebras o serpientes en el Paraíso de Placer, y era interesante observarlas. Su locomoción sin extremidades era maravillosa, una manifestación de la sabiduría diversificada de Dios al diseñar. Sin embargo, son criaturas tímidas. Génesis 3:1 comenta acerca de este género de reptil, diciendo: “Ahora bien, la serpiente [nahhash] resultó ser la más cautelosa de todas las bestias salvajes del campo que Jehová Dios había hecho.” Así que en vez de acechar para causar daño a una criatura humana, la serpiente tendía a apartarse del contacto con criaturas humanas. Pero ahora, cosa extraña, se estaba presentando claramente a la vista, ya fuera en el suelo o en un árbol. ¿Por qué?

      5. ¿Por qué era extraño que la serpiente le hiciera a Eva una pregunta, y por qué no era la voz de Dios indirectamente?

      5 “De modo,” sigue diciendo Génesis 3:1, “que empezó a decir a la mujer: ‘¿Es realmente el caso que Dios dijo que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?’” Bueno, ¿cómo había oído la serpiente tal cosa? ¿O cómo entendió tal cosa? Además, ¿por qué nunca antes de eso le había hablado a Adán, el esposo de la mujer? ¿Por qué siquiera podía hablar con lenguaje humano? Nunca antes había hablado una serpiente a una criatura humana, y nunca lo ha hecho desde entonces. Eva no se estaba imaginando que alguien le hablaba. No estaba hablando consigo misma en su propia mente, solo pensando. La voz parecida a la voz humana aparentemente procedía de la boca de la serpiente. ¿Cómo podía ser aquello? La única otra voz aparte de la de su esposo Adán que Eva había oído en el jardín era la de Dios, pero directamente, no a través de alguna criatura animal infrahumana. Según lo que la serpiente, según parecía, dijo, la voz, no era la de Dios. La voz le preguntó a Eva en cuanto a lo que Dios había dicho.

      6. ¿De qué manera estaba obrando el inquiridor que usó a la serpiente para presentar la pregunta, y por qué respondió Eva?

      6 Cuando Eva contestó la pregunta, no estaba hablando a aquella serpiente, sino a la inteligencia invisible que estaba usando a la serpiente como lo haría un ventrílocuo. Este hablante inteligente invisible, ¿era amigable para con Dios, o lo contrario? Ciertamente el método que usó el hablante invisible al hablarle a Eva fue engañoso, pues la llevó a pensar que era la serpiente la que estaba hablando. Ese hablante inquiridor estaba escondiendo su identidad detrás de una serpiente visible y por eso estaba obrando con engaño. Sin embargo, Eva no discernió ni comprendió que este hablante que usaba a la serpiente estaba tratando de engañarla maliciosamente. Sin sospechar, Eva dio su respuesta.

      “Ante esto, la mujer le dijo a la serpiente: ‘Del fruto de los árboles del jardín podemos comer. Pero en cuanto a comer del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: “No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran.”’”—Génesis 3:2, 3.

      7. ¿De dónde obtuvo Eva su información acerca del árbol que estaba en medio del jardín?

      7 Al designarlo el “árbol que está en medio del jardín,” Eva quería decir el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo. Pero, ¿cómo sabía Eva acerca de aquel árbol? Tiene que haber sido que Adán, como el profeta de Dios, le dijo. Fue a él que Dios le dijo cuando Adán estaba solo, antes de la creación de Eva: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.” (Génesis 2:16, 17) Según Eva, Dios también dijo que no se tocara el árbol prohibido. De modo que Eva no desconocía la pena que se imponía por violar la ley de Dios. Era muerte.

      8. ¿Qué muestra si el inquiridor invisible estaba sencillamente buscando información o no?

      8 Si el hablante invisible detrás de la serpiente hubiera estado haciendo preguntas sencillamente en busca de información, hubiera terminado la conversación cuando se le suministró la información. No se declara si, para este tiempo, la serpiente estaba en medio del jardín donde estaba ubicado el árbol prohibido, ni si la serpiente estaba en el suelo o arriba en el árbol. Por lo menos, se habló acerca de aquel “árbol que está en medio del jardín.”

      9, 10. ¿Cómo se hizo un mentiroso, un Diablo, un Satanás, el hablante invisible detrás de la serpiente?

      9 ¿Cómo podía una simple serpiente saber o tener autoridad para decir lo que Eva ahora oyó que se dijo? “Ante esto, la serpiente le dijo a la mujer: ‘Positivamente no morirán. Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo.’”—Génesis 3:4, 5.

      10 Aquí el hablante invisible detrás de la serpiente visible estaba haciéndose mentiroso, porque estaba contradiciendo a Jehová Dios. Al declarar vocingleramente que Dios tenía malos motivos al prohibir que Adán y Eva comieran del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, el hablante invisible estaba convirtiéndose en calumniador, un Diablo, para con Jehová Dios. No estaba interesado amorosamente en la vida eterna para Eva, sino que estaba tramando causarle la muerte. De hecho, estaba tratando de quitar de ella el temor a la muerte, no muerte a manos de él, sino muerte a manos de Jehová Dios por quebrantar el mandato conocido de Él. El hablante invisible estaba poniéndose en resistencia a Dios y de esta manera estaba convirtiéndose en Satanás, que significa Resistidor. Estaba interesado en hacer que otra persona resistiera a Dios y poner a otra persona de parte de Satanás. Sabemos quién fue el que verdaderamente habló aquella mentira y calumnia. ¡No fue ninguna serpiente!

      11. ¿Cómo fue que Eva no mostró lealtad a Dios ni respeto a su esposo, y se dejó tentar?

      11 Desdichadamente, Eva no disputó esta declaración mentirosa, calumniadora. No salió amorosa y lealmente en defensa de su Padre celestial. No reconoció ahora la jefatura de Adán su esposo sobre ella y fue a él a preguntarle si aprobaba o no que ella obrara egoístamente en cuanto a aquel asunto. Él pudiera haber puesto al descubierto el engaño. Pero Eva se dejó engañar cabalmente. Se puso a pensar en la idea incorrecta que le presentó un mentiroso, calumniador y resistidor de Dios el Padre celestial de ella. Dejó que se desvaneciera el temor a la terrible pena que traería la desobediencia. Dejó que el deseo egoísta empezara a formarse en su corazón. Se dejó atraer por este deseo y seducir. Dios había dicho que sería malo para ella y Adán comer del fruto prohibido, pero ella decidió establecer para sí misma lo que era malo y lo que era bueno. Por consiguiente, decidió probar que el Padre celestial y Dios de ella era mentiroso. Por eso ahora cuando Eva contempló el árbol, se le hizo atractivo a la vista.

      12. Por comer del fruto prohibido, ¿qué llegó a ser Eva, e inexcusablemente?

      12 “Por consiguiente, vio la mujer que el árbol era bueno para alimento y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo.” (Génesis 3:6) De esta manera se hizo transgresora contra Dios, una pecadora. El hecho de que fue completamente engañada no la excusaba. Perdió su perfección moral.

      13. Al comer, ¿qué no hizo Adán, con qué efecto en él?

      13 Su esposo no estaba allí para evitar que ella obrara independientemente. Después, cuando ella estuvo con él, tuvo que usar persuasión para hacer que él comiera, porque él no fue engañado de ninguna manera. Él no optó por probar que el que había hablado por medio de la serpiente era un mentiroso y vindicar a Jehová Dios como Uno que usaba Su soberanía universal de manera justa, de manera beneficiosa. Entonces, ¿qué pasó cuando Adán se unió a Eva en la transgresión? Génesis 3:6, 7 nos dice:

      “Después dio de él también a su esposo cuando él estuvo con ella y él empezó a comerlo. Entonces se les abrieron los ojos a ambos y empezaron a darse cuenta de que estaban desnudos. Por lo tanto cosieron hojas de higuera y se hicieron coberturas para los lomos.”

      14. ¿Qué condujo a Adán y Eva a condenarse antes que Dios los condenara, y cómo obraron cuando él se acercó?

      14 Ahora habían llegado a ser “como Dios, conociendo lo bueno y lo malo,” por el hecho de que ya no aceptaban las normas de lo bueno y lo malo fijadas por Jehová Dios, sino que habían llegado a ser jueces para sí mismos en cuanto a lo que era bueno y lo que era malo. A pesar de esto, la conciencia de ellos comenzó a molestarlos. Se sintieron al descubierto, con necesidad de cubrirse. Su desnudez corporal ya no era un estado limpio e inocente a los ojos de ellos, en el cual estar delante de Jehová Dios. Por eso empezaron a hacerse ropa y cubrieron sus partes íntimas que Dios les había dado con el honorable propósito de reproducir su género. Así, bajo el testimonio condenatorio de su propia conciencia, se condenaron a sí mismos, aun antes que el Señor Soberano Jehová los condenara. De ahí que leamos:

      “Más tarde oyeron la voz de Jehová Dios que andaba en el jardín a eso de la parte airosa del día, y procedieron a esconderse el hombre y su esposa del rostro de Jehová Dios entre los árboles del jardín. Y Jehová Dios siguió llamando al hombre y diciéndole: ‘¿Dónde estás?’ Por fin él dijo: ‘Tu voz oí en el jardín, pero tuve miedo porque estaba desnudo y por eso me escondí.’ A lo que dijo él: ‘¿Quién te informó que estabas desnudo? ¿Del árbol del que te mandé que no comieras has comido?’”—Génesis 3:8-11.

      15. (a) ¿Qué muestra que Adán y Eva no se arrepintieron? (b) ¿Qué dijo Dios entonces a la serpiente?

      15 Notemos que no hay expresión de arrepentimiento por parte de Adán y Eva, sino, más bien, un esfuerzo por excusarse: Otro tenía la culpa. “Y pasó el hombre a decir: ‘La mujer que me diste para que estuviese conmigo, ella me dio fruto del árbol y así es que comí.’ Con eso Jehová Dios le dijo a la mujer: ‘¿Qué es esto que has hecho?’ A lo cual respondió la mujer: ‘La serpiente... ella me engañó y así es que comí.’” (Génesis 3:12, 13) Sin embargo, las excusas no absolvieron a estos transgresores voluntariosos. Pero, ¿qué hay de la serpiente?

      “Y procedió Jehová Dios a decirle a la serpiente: ‘Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita de entre todos los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.’”—Génesis 3:14, 15.

      16, 17. (a) ¿A quién aplicaron realmente las palabras que Dios dijo a la serpiente? (b) ¿A qué asemejó este rebajamiento un escritor del primer siglo?

      16 Esto no fue una maldición sobre toda la familia de las serpientes. Aparentemente las palabras de Dios fueron dirigidas a aquella serpiente literal, pero Él sabía que ésta solo había sido una víctima y servido de instrumento a una persona invisible, sobrehumana, de la región de los espíritus, una que hasta entonces había sido un obediente hijo celestial de Dios. Éste también se había dejado atraer y seducir por un deseo de índole egoísta. Fue un deseo de soberanía sobre la humanidad, independientemente de la soberanía universal de Jehová. Había dejado que este deseo echara raíces en su corazón y lo había cultivado, hasta que se hizo fértil y produjo transgresión, rebelión contra el Señor Soberano Jehová. Este espíritu transgresor se hizo entonces un mentiroso, calumniador o Diablo y un resistidor o Satanás, allí mismo en el Paraíso de Placer.

      17 Como lo sugiere el rebajamiento que se pronunció contra la serpiente que había sido hecha víctima, Dios puso en condición rebajada a este Mentiroso, Diablo, Satanás que acababa de surgir. Un comentador bíblico del primer siglo asemeja este rebajamiento a un ‘echar a Satanás en el Tártaro,’ un desaprobado estado de oscuridad espiritual sin iluminación procedente de Dios.—2 Pedro 2:4.

      PREDICHO EL UNGIDO DE DIOS

      18. ¿Qué nueva cosa se anunció aquí, y qué rasgos tenía?

      18 Aquí Jehová Dios formó un nuevo propósito, y lo anunció. Se había levantado el mentiroso Satanás el Diablo, y ahora llegó a ser el propósito de Dios levantar un Ungido, un Mashíahh (Mesías) según el idioma de Adán. (Daniel 9:25) Dios llamó a este Ungido, este Mesías, la “descendencia” de “la mujer.” Dios pondría enemistad entre este Ungido y Satanás el Diablo, ahora simbolizado por la serpiente. Esta enemistad también se extendería a estar entre el Ungido y la “descendencia” de la Gran Serpiente.

      19. (a) ¿En qué conflicto resultaría esta “enemistad”? (b) ¿Por qué tendría que ser celestial el Ungido del propósito de Jehová?

      19 La enemistad que se predijo resultaría en una batalla que tendría efectos dolorosos, pero terminaría con victoria para la “descendencia” de “la mujer.” Como una culebra que ataca el talón de la pierna (Génesis 49:17), la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, causaría una herida en el talón de la “descendencia” de la mujer. Esta herida en el talón no resultaría mortífera. Sería sanada, para que la “descendencia” de la mujer pudiera magullar a la Gran Serpiente en la cabeza y darle muerte. Así la Gran Serpiente perecería, y su “descendencia” con él. Una cosa importante que debe notarse en cuanto a este conflicto es esto: Para que la “descendencia” de la mujer magullara y aplastara la cabeza de la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, la “descendencia” de la mujer tendría que ser una persona celestial, de la región de los espíritus, no un simple hijo humano de una mujer en la Tierra. ¿Por qué? Porque la Gran Serpiente es una persona sobrehumana de la región de los espíritus, un hijo celestial de Dios que ha manifestado rebeldía. Una simple “descendencia” humana de una mujer terrestre no sería lo suficientemente poderosa como para destruir al invisible Satanás el Diablo en la región de los espíritus. Por eso el Ungido del propósito de Jehová tiene que ser un Mesías celestial.

      20. Entonces, ¿quién es la “mujer” de Génesis 3:15?

      20 Pues bien, ¿qué hay de la “mujer” cuya “descendencia” es el Ungido o Mesías? Ella, también, tiene que ser celestial. Tal como la serpiente que fue sentenciada a ser aplastada en la cabeza no era aquella serpiente literal que había sido utilizada para engañar a Eva, así la “mujer” de la profecía de Jehová en Génesis 3:15 no era una mujer literal en la Tierra. Eva fue transgresora personal contra la ley de Dios y fue quien atrajo seductoramente a su esposo Adán a la transgresión. Por eso ella misma no era digna de ser la madre personal de la “descendencia” prometida. La “mujer” de la profecía de Dios tiene que ser una mujer simbólica. Es tal como cuando Jehová Dios dice que su pueblo escogido es su esposa, su mujer, diciéndoles: “Convertíos, hijos rebeldes, dice Yahvé, porque Yo soy vuestro Esposo.” (Jeremías 3:14, Straubinger; Jer. 31:32) De manera parecida, la organización celestial de santos ángeles de Dios es como una esposa para Jehová Dios, y es la madre celestial de la “descendencia.” Ella es “la mujer.” Es entre esta “mujer” y la Serpiente que Dios pone enemistad.

      EL PROPÓSITO ORIGINAL NO FRACASARÁ

      21. ¿Fracasaría ahora el propósito original de Dios con relación a la Tierra por haber surgido la transgresión?

      21 Pero, ¿qué hay acerca del propósito de Dios con relación a la Tierra según fue declarado a Adán y Eva al fin del sexto “día” de creación? ¿Fracasaría ahora debido a la transgresión de Eva y Adán, que los hacía merecedores de muerte? Este propósito original era que toda la superficie de la Tierra llegara a ser un Paraíso, poblado por los descendientes del hombre y la mujer primeros, originales, que hubo en la Tierra, Adán y Eva. El fracaso es una cosa que no podría suceder en cuanto al propósito declarado de Dios. Ningún Satanás el Diablo puede hacer que el propósito de Dios fracase y lo deshonre. El hecho de que el propósito original de Dios había de seguir adelante todavía hasta cumplirse triunfalmente se indica en lo que ahora Jehová Dios el Juez Supremo le dijo a la mujer Eva.

      22. (a) La Tierra continuaría siendo poblada por ¿quiénes? (b) ¿Era razonable creer que el magullamiento de la cabeza de la Serpiente resultaría en beneficio para la humanidad?

      22 “A la mujer le dijo: ‘Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez; con dolores de parto darás a luz hijos, y tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará.’” (Génesis 3:16) Esto significó que se permitiría la producción de más habitantes de la Tierra procedentes de esta pareja humana original. Ha continuado hasta ahora, y hoy se habla con preocupación acerca de una “explosión demográfica.” Puesto que la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, había inducido la venida de la muerte a todos los descendientes de la primera pareja humana, evidentemente el magullamiento de la “cabeza” de esta Gran Serpiente resultaría en beneficio para aquellos descendientes que habían sido perjudicados por la transgresión de él. ¿Exactamente cómo? Eso era algo que Jehová Dios aclararía al debido tiempo. Esto obraría para el triunfo de Su propósito original.

      23-25. (a) ¿Cuándo se le pronunció sentencia de muerte a Adán debido a su transgresión? (b) Entonces, ¿de qué manera fue que Adán murió en el día en que comió del fruto prohibido, y qué se puede decir de la prole de él?

      23 Ahora, finalmente, le llegó el turno al hombre, el tercero en el orden de transgresión. Dios le había dicho que en el día que comiera del árbol del fruto prohibido positivamente moriría. (Génesis 2:17) Para que Eva su esposa diera a luz hijos con dolores de parto, se requeriría que Adán siguiera viviendo como esposo de ella y padre de sus hijos. Por eso, ¿cómo se llevó a cabo lo que Dios le había advertido?

      24 Génesis 3:17-19 aclara cómo: “Y a Adán le dijo: ‘Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: “No debes comer de él,” maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida. Y espinos y cardos hará crecer para ti, y tienes que comer la vegetación del campo. Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.’” Con esas palabras judiciales, Jehová Dios le pronunció la sentencia de muerte al transgresor, y esto dentro del mismo día en el cual Adán había transgredido.

      25 Judicialmente, desde el punto de vista de Dios, Adán murió aquel mismo día, y su esposa transgresora Eva también. Se les cortó la oportunidad y expectativa de vivir para siempre en felicidad en el Paraíso de Placer. Él ahora estaba muerto en su propia transgresión. De entonces en adelante solo podía pasar a su prole por medio de Eva una existencia moribunda y condenación, debido a la imperfección humana heredada. Toda su prole tendría que decir, como dijo el salmista David miles de años más tarde: “¡Mira! Con error fui dado a luz con dolores de parto, y en pecado me concibió mi madre.” (Salmo 51:5) A toda la humanidad pecaminosa Dios puede decir, como dijo a su pueblo escogido: “Tu propio padre, el primero, ha pecado.” (Isaías 43:27) Toda la humanidad murió en Adán en el día en que el Juez Supremo le pronunció la sentencia por su pecado. Después que Adán fue sentenciado, no había manera de que escapara de la muerte física.

      26. Aun cuando un “día” se considera como mil años, ¿de qué manera murió Adán en el día en que transgredió, y qué cesó de ser?

      26 Muy apropiadamente, el “libro de la historia de Adán” nos dice: “Llegó a ser padre de hijos e hijas. De modo que todos los días de Adán que él vivió ascendieron a novecientos treinta años, y murió.” (Génesis 5:1-5) Vivió setenta años menos de mil años. Ninguno de su prole ha vivido mil años completos, pues el que más vivió, Matusalén, vivió solo novecientos sesenta y nueve años. (Génesis 5:27) Hasta desde el que Dios considere mil años como un solo día, Adán murió dentro del primer “día” de mil años de la existencia de la humanidad. ¿A dónde fue cuando ocurrió su muerte física? Ni siquiera su “alma” (néphesh) había sido tomada del cielo, y él no “regresó” a ese lugar. Sí regresó al polvo del suelo, porque, como Dios dijo, de allí Adán había sido tomado. Él entonces cesó de ser un “alma viviente.” (Génesis 2:7) Cesó de existir. Cuando su esposa Eva murió una muerte física, ella, también, cesó de ser un “alma viviente.” No había ninguna alma que siguiera viviendo para siempre jamás según la mitología religiosa babilónica.

      PÉRDIDA DEL PARAÍSO

      27. ¿A qué parte de la Tierra aplicó la maldición del suelo, y qué significó para Adán y Eva el que Adán trabajara en suelo maldito?

      27 La fraseología de la sentencia que Dios pronunció contra Adán especialmente las palabras acerca del “maldito . . . suelo,” significaba que Adán había de perder el Paraíso. Lo perdió. El Paraíso no fue maldito debido a la transgresión de Adán y Eva; continuó siendo un lugar de vida y todavía tuvo dentro el “árbol de la vida.” Génesis 3:20-24 nos informa:

      “Después de esto Adán llamó a su esposa por nombre Eva, porque ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera. Y procedió Jehová Dios a hacer largas prendas de vestir de piel para Adán y para su esposa y a vestirlos. Y pasó Jehová Dios a decir: ‘Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros al conocer lo bueno y lo malo, y ahora, para que no alargue la mano y efectivamente tome fruto también del árbol de la vida y coma y viva hasta tiempo indefinido,...’ Con eso Jehová Dios lo echó del jardín de Edén para que cultivase el suelo del cual había sido tomado. De modo que expulsó al hombre y situó al este del jardín de Edén los querubines y la hoja llameante de una espada que daba vueltas continuamente para guardar el camino al árbol de la vida.”

      28. ¿Por qué ya no le era posible a Adán tener vida hasta tiempo indefinido?

      28 Jehová Dios, que tenía el poder de dar la muerte, puso al hombre donde no pudiera alcanzar el árbol de la vida, para poner en vigor la pena de muerte en Adán. La esposa de Adán acompañó a su esposo para llegar a ser madre de los hijos de él. El registro no indica si Dios echó a la culebra que había sido utilizada para tentar a Eva. Ya a Adán y Eva no les era posible tener vida hasta tiempo indefinido.

      29. (a) ¿Cómo puso Dios ahora “enemistad” entre la “mujer” y la “serpiente”? (b) ¿Qué efecto tuvo el propósito anunciado de Dios en su propósito original para la Tierra, y por qué podemos regocijarnos ahora?

      29 No hay registro de que, fuera del jardín de Edén, Eva criara a sus hijos con odio a las culebras. Pero la organización celestial de santos ángeles de Dios, la verdadera “mujer” que se quiso decir en la profecía de Dios en Génesis 3:15, inmediatamente empezó a odiar a la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. El amor a Jehová Dios como esposo celestial de ella impulsó a la organización semejante a mujer a hacer eso. Dios ciertamente puso enemistad entre Su “mujer” y la Gran Serpiente. Cuándo ella produciría la “descendencia” que magullaría la cabeza de la Gran Serpiente era algo abrazado por el propósito de Jehová Dios. Él había formado ahora su propósito en su Ungido, su Mesías, y había hecho que cielo y tierra supieran este hecho, ya hace casi seis mil años. Hace edades de tiempo desde eso. Este propósito añadido reforzó el propósito original de Dios acerca de una Tierra paradisíaca e hizo seguro su cumplimiento. El Dios inmutable todavía se apega a aquel propósito anunciado en su Ungido, Su Mesías. Podemos regocijarnos muchísimo por el hecho de que ahora va triunfando para bien del hombre.

  • La vida humana fuera del Paraíso hasta el Diluvio
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 6

      La vida humana fuera del Paraíso hasta el Diluvio

      1. ¿Qué rasgo acerca de la “descendencia” de su propósito dio a conocer Dios, y qué pregunta hizo surgir esto?

      CON el transcurso del tiempo el Benefactor celestial del hombre dio a conocer un rasgo de su “propósito eterno” que despierta simpatía en nuestro corazón. Fue que la propuesta “descendencia” de su “mujer” celestial existiría temporáneamente en la Tierra entre la humanidad. Esto inmediatamente hace que en nuestra mente surja esta pregunta: Puesto que la “descendencia” nacería dentro de nuestra raza humana, entonces, ¿por medio de cuál línea de descendientes desde Adán y Eva vendría la “descendencia”?

      2. ¿A qué, principalmente, limitó Dios el contenido de la Biblia, y por qué es necesario que estudiemos la Biblia?

      2 Lo que es importante que sepamos es la historia de la línea humana de la cual procede la “descendencia.” La historia de pueblos y naciones que no tienen nada que ver con el curso de vida de esta “descendencia” no es indispensablemente importante o valiosa. Por eso Jehová Dios limitó el contenido de la Santa Biblia principalmente a darnos información acerca de la manera en que se desarrolló la línea que llevó a esta “descendencia.” Si obtenemos un conocimiento de esta historia bíblica podremos identificar a esta “descendencia” que magullará a la Serpiente, y no nos dejaremos expuestos a ser engañados y extraviados por un fingidor, una descendencia falsa. El engaño podría llevarnos a la destrucción eterna. El Gran Engañador, que comunicó el engaño mentiroso en el jardín de Edén y que está en enemistad con la verdadera “descendencia,” todavía practica sus viejas tretas. Él quisiera engañarnos a todos y apartarnos así de la “descendencia” del “propósito eterno” de Dios. De modo que tenemos que estudiar la Biblia.

      3. ¿Quién fue el hijo primogénito de Adán, y por eso, qué pregunta surge acerca de Set el hijo de Adán?

      3 En la Biblia Hebrea, los dos libros de Crónicas están puestos en último lugar, y no el libro profético de Malaquías. Pues bien, si nos dirigimos al primer libro de Crónicas notamos que abre con una línea de diez generaciones después de Adán, como sigue: “Adán [1] Set, [2] Enós, [3] Quenán, [4] Mahalalel, [5] Jared, [6] Enoc, [7] Matusalén, [8] Lamec, [9] Noé, [10] Sem, Cam y Jafet.” (1 Crónicas 1:1-4) Set no fue el primer hijo primogénito de Adán fuera del Paraíso de Placer. Caín lo fue, y Abel fue el siguiente hijo de Adán y Eva que se menciona. (Génesis 4:1-5) Entonces, ¿por qué se hizo que fuera Set el alistado en la línea de descendencia que llegó hasta Noé?

      4. ¿Qué hecho muestra que Dios no planeó que Set fuera el primero alistado en la línea de descendencia desde Adán?

      4 ¿Lo planeó así Jehová Dios? No, porque eso hubiera significado que Dios había planeado que Caín asesinara a su hermano menor Abel y así se descalificara de ser aquel por medio del cual la humanidad hoy pudiera determinar que había descendido. Tampoco planeó Dios que la vida le fuera cortada a Abel prematuramente, por asesinato vil, antes que tuviera la prole necesaria y que por eso Set lo sustituyera. (Génesis 4:25) El hecho de que Dios no planeó el asesinato de Abel para hacer lugar para Set se desprende de la advertencia que Dios le dio a Caín para que no fuera víctima de craso pecado por resentirse debido a que la ofrenda que él le había presentado a Dios había sido rechazada mientras que el sacrificio de Abel su hermano había sido aceptado.—Génesis 4:6, 7.

      5, 6. ¿Qué significó para Set el nacer a la semejanza e imagen de Adán, y cómo es muestra de que comprendía este hecho el que llamara a su hijo Enós?

      5 No, Jehová Dios no lo planeó así, pero pasó mucho tiempo antes que a Adán le naciera un hijo por el cual bajaría la línea hasta el mismo nacimiento de la “descendencia” prometida, el Mesías, en la carne. Esta tardanza en principiar la línea favorecida desde Adán se muestra en Génesis 5:3, donde leemos: “Y siguió viviendo Adán ciento treinta años. Entonces llegó a ser padre de un hijo a su semejanza, a su imagen, y lo llamó por nombre Set.” Set, estando a la semejanza e imagen de Adán, o siendo del género de Adán, era imperfecto, pues había heredado el pecado y por lo tanto estaba bajo condena de muerte. Parece que se da a conocer comprensión de este hecho por el nombre que Set dio a su hijo, acerca del cual leemos: “Y a Set también le nació un hijo y procedió a llamarlo por nombre Enós.” (Génesis 4:26) Ese nombre tiene el sentido de “enfermizo, mórbido, incurable.”

      6 En armonía con esto la palabra hebrea enosh, cuando no se usa como nombre propio, se traduce “hombre mortal.” Por ejemplo, cuando el sumamente afligido Job dice: “¿Qué es el hombre mortal [hebreo: enosh] para que lo críes, y para que fijes tu corazón en él?”—Vea Job 7:17; 15:14; también, Salmo 8:4; 55:13; 144:3; Isaías 8:1.

      7-9. (a) ¿Qué práctica religiosa comenzó en los días de Enós? (b) ¿Qué indicación hay de si esta práctica fue beneficiosa para el hombre o no?

      7 El tiempo durante el cual vivió Enós el nieto de Adán se destacó por algo notable, a lo cual Génesis 4:26 llama nuestra atención, diciendo con referencia al nacimiento de Enós como hijo de Set: “En aquel tiempo se dio comienzo a invocar el nombre de Jehová.” Enós nació cuando Set tenía ciento cinco años, lo que significaría doscientos treinta y cinco años después de la creación de Adán. (Génesis 5:6, 7) Para entonces la población humana de la Tierra había aumentado debido al matrimonio de los muchos hijos e hijas de Adán entre sí y por los matrimonios de la prole de éstos. ¿Fue este comienzo de “invocar el nombre de Jehová” entre esta población creciente algo favorable a la humanidad y que honrara a Dios? ¿Fue lo que evangelistas de hoy probablemente llamarían un “despertar religioso”? La antigua Versión de los Setenta griega, hecha por judíos de Alejandría, Egipto, traduce este pasaje hebreo así: “Y Set tuvo un hijo, y llamó su nombre Enós: él esperaba invocar el nombre del Señor Dios.”—Génesis 4:26, LXX, edición en inglés de S. Bagster and Sons Limited.

      8 La traducción Biblia de Jerusalén expresa un pensamiento semejante a ése, pues dice: “Éste fue el primero en invocar el nombre de Yahvéh.” Pero una traducción como ésa deja sin considerar la adoración aceptable que el fiel Abel le rindió a Jehová antes de ser asesinado por el envidioso Caín. En cuanto a la Reina-Valera Revisada, dice: “Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.” (También, Straubinger) Sin embargo, el antiguo Targum de Palestina toma el asunto desde un punto de vista desfavorable. El famoso Rashi (el rabino Salomón Izhaki, de 1040-1105 E.C.) vierte Génesis 4:26 así: “Entonces a los profanos se les llamó por el Nombre del Señor.” Es decir, a hombres y a objetos inanimados se les atribuyeron las cualidades de Jehová y se les llamó en concordancia con eso. Esto significaría que entonces comenzó la idolatría en el nombre de Jehová.

      9 El hecho de que la invocación del nombre de Jehová no se hizo en sentido de acercarse a Dios se indica porque no fue sino hasta trescientos ochenta y siete años después del nacimiento de Enós que nació un hombre recibió el reconocimiento de Dios. Este fue Enoc.

      ANDANDO CON DIOS FUERA DEL PARAÍSO

      10. ¿Qué da a entender acerca de Jared, que vivió una vida más larga que la de Enoc su hijo, el que se diga que Enoc anduvo con el Dios verdadero?

      10 Acerca de este tataranieto de Enós, que nació en 3404 a. de la E.C. (o en 622 A.M.), está escrito: “Y siguió viviendo Enoc sesenta y cinco años. Entonces llegó a ser padre de Matusalén. Y después de engendrar a Matusalén, Enoc siguió andando con el Dios verdadero trescientos años. Entretanto llegó a ser padre de hijos e hijas. De modo que todos los días de Enoc ascendieron a trescientos sesenta y cinco años.” (Génesis 5:21-23) Esta fue una vida comparativamente corta para Enoc, cuyo padre Jared vivió novecientos sesenta y dos años y cuyo hijo Matusalén vivió novecientos sesenta y nueve años y llegó a ser el hombre más viejo de que hay registro. Sin embargo, Enoc estuvo “andando con el Dios verdadero.” Esto no se dijo de su padre Jared, que siguió viviendo ochocientos años después del nacimiento de Enoc. (Génesis 5:18, 19) Evidentemente, pues, la fe de Jared no se comparaba con la fe de Enoc en Dios y él no anduvo según la voluntad o propósito anunciado de Dios.

      11. ¿Qué profecía dio Enoc, y qué mala condición de la gente tiene que haber indicado esto?

      11 Hay un informe confiable de que Enoc fue profeta del Dios Verdadero. En una carta escrita en el primer siglo E.C., está escrito: “Sí, también profetizó respecto de ellos Enoc, el séptimo en línea desde Adán, cuando dijo: ‘¡Miren! Jehová vino con sus santas miríadas, para ejecutar juicio contra todos, y para probar la culpabilidad de todos los impíos respecto de todos sus hechos impíos que hicieron impíamente, y respecto de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos hablaron contra él.’” (Judas 14, 15) No hay duda de que esta profecía es indicio de la mala condición religiosa que existía allá en el día de Enoc. De otra manera, ¿qué base habría para que se diera una profecía inspirada como aquélla, que advertía acerca del juicio venidero de Jehová contra todos los impíos que era tan seguro como si ya hubiese ocurrido? Puesto que Enoc no era uno de los impíos de su día, Dios pudo usarlo para que expresara profecía. Aunque vivía fuera del Paraíso vigilado por los querubines, que todavía existía en el día de Enoc, “siguió andando con el Dios verdadero.”

      12, 13. Según el pensamiento judío, y el de la cristiandad, ¿adónde fue llevado Enoc?

      12 Entonces, ¿por qué vivió Enoc una vida tan comparativamente corta para aquellos tiempos? Génesis 5:24 nos informa lo siguiente: “Y siguió andando Enoc con el Dios verdadero. Entonces no fue más, porque lo tomó Dios.”

      13 Probablemente Enoc se encontraba en alguna situación apretada cuando Dios lo tomó. ¿Era que los enemigos de Enoc amenazaban matarlo, y por eso Dios lo quitó de la escena para que no sufriera una muerte violenta? No sabemos. Surge la pregunta: ¿Adónde lo llevó Dios? Algún pensamiento judío dice que Dios se lo llevó al cielo. Eso es hasta lo que se piensa en la cristiandad hoy. Por ejemplo, en una carta escrita a los hebreos en el primer siglo E.C., se comenta acerca de Enoc y así es como A New Translation of The Bible (Una Nueva Traducción de la Biblia), una versión en inglés por el Dr. James Moffatt, de este siglo, vierte Hebreos 11:5, a saber: “Fue por fe que Enoc fue llevado al cielo, de modo que nunca murió (no fue alcanzado por la muerte, porque Dios se lo había llevado).” La Versión Popular dice aquí: “Por fe Enoc fue llevado a la otra vida sin morir, y ya no lo encontraron, porque Dios se lo había llevado. Y la Escritura dice que, antes de ser llevado, Enoc había agradado a Dios.”

      14. ¿Qué muestra si el que Enoc hubiera ‘andado con Dios’ le dio derecho o no a ser llevado al cielo?

      14 Sin embargo, el Salmo 89:48 hace esta pregunta: “¿Qué hombre físicamente capacitado hay vivo que no haya de ver la muerte? ¿Puede proveerle a su alma escape de la mano del Seol?” Así, también, Enoc había recibido del pecador Adán la herencia de la muerte, y él también se vio obligado a morir, a pesar de haber andado con el Dios verdadero. Más tarde, del bisnieto de Enoc se escribió que éste también “andaba con el Dios verdadero”; y sin embargo a este último no se le acortó la vida. Vivió más tiempo que Adán... novecientos cincuenta años; le faltaron cincuenta para alcanzar mil. (Génesis 6:9; 9:28, 29) Por consiguiente, el que Enoc hubiera andado con Dios por menos tiempo que su bisnieto no le dio derecho a ir al cielo o a otra vida, tal como el que Noé hubiera andado con Dios por tanto tiempo no le dio derecho a una experiencia de esa índole.

      15. Entonces, ¿cómo es probable que se haya transferido a Enoc para que no viera la muerte?

      15 El profeta Moisés murió de ciento veinte años de edad y Dios lo enterró, de manera que ningún hombre sabe hasta hoy dónde está enterrado Moisés. (Deuteronomio 34:5-7) De modo que Dios removió de súbito a Enoc de la escena de sus contemporáneos, y no se sabe dónde murió Enoc, ni de algún sepulcro de él. No murió una muerte violenta a manos de sus enemigos. Puesto que era profeta, pudiera haber sido posible que mientras estaba en un trance profético tuviera una visión del nuevo orden de cosas de Dios en el cual Dios “realmente se tragará a la muerte para siempre.” (Isaías 25:8) En ese nuevo orden Enoc esperaba vivir en una Tierra paradisíaca. Mientras Enoc estuviera bajo el poder de tal visión de donde Dios por su provisión misericordiosa quitará de la humanidad la muerte, Dios pudo haberlo removido de la escena y terminado su vida del momento, de manera que Enoc no se diera cuenta de que murió. De esa manera maravillosa se cumpliría lo que está escrito en Hebreos 11:5:

      “Por fe Enoc fue transferido para que no viese la muerte, y no fue hallado en ningún lugar porque Dios lo había transferido; porque antes de su transferencia tuvo el testimonio de que había agradado bien a Dios.”—Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras.

      LOS DÍAS DE ANTES DEL DILUVIO

      16. ¿Cómo calculamos que Adán y Matusalén se conocieron?

      16 Matusalén el hijo de Enoc nació 969 años antes del diluvio global, y por lo tanto murió en el año del Diluvio. Aunque Matusalén fue el octavo en la línea contada desde Adán, ¿conoció él a Adán su primer pariente humano? Sí. Adán fue creado 1.656 años antes del Diluvio. Vivió 930 años. Si añadimos su edad a la de Matusalén la cifra es de 1.899 años. Restando 1.656 años de ese total, el resultado es 243 años. De modo que la vida de Adán y la de Matusalén se traslaparon por 243 años.—Génesis 5:5, 21, 25-27.

      17. ¿Qué profecía pronunció Lamec el hijo de Matusalén cuando nació Noé, y por qué fue apropiado este nombre?

      17 Matusalén vivió lo suficiente como para oír las advertencias que se proclamaron acerca del diluvio global venidero, y casi vio el fin de las preparaciones que se hicieron para que algunos de la humanidad pasaran vivos a través de aquella catástrofe mundial. Pudo ver a su nieto Noé predicando la justicia y preparando el medio de supervivencia para la humanidad. De todos los hijos de Matusalén, Lamec fue quien llegó a ser padre de Noé. Fue cuando nació Noé que Lamec pronunció por inspiración una profecía acerca de éste. Aquella reveló que Dios tenía el propósito de utilizar a Noé el hijo de Lamec. Sobre esto leemos: “Y siguió viviendo Lamec ciento ochenta y dos años. Entonces llegó a ser padre de un hijo. Y procedió a llamarlo por nombre Noé, diciendo: ‘Éste nos traerá consuelo aliviándonos de nuestro trabajo y del dolor de nuestras manos que resulta del suelo que Jehová ha maldecido.’” Lamec siguió viviendo hasta menos de cinco años del Diluvio. (Génesis 5:27-31) El nombre Noé estaba en armonía con la profecía de Lamec, porque significa “Reposo” y da a entender consuelo procedente del reposo. La maldición de Dios sería quitada del suelo que Él había maldecido debido a la transgresión de Adán.—Génesis 3:17.

      18. ¿Cuándo comenzó el diluvio durante la vida de Noé, y cuándo terminó?

      18 El diluvio vino dentro del año seiscientos de la vida de Noé y continuó hasta dentro de su año de vida seiscientos uno. (Génesis 7:11; 8:13; 7:6) La catástrofe mundial que ocurrió en el día de Noé prefiguró la catástrofe mundial mayor que pronto ocurrirá dentro de nuestra generación, y por esta razón merece que la consideremos.—Proverbios 22:3.

      19. ¿Cómo fue Noé como Enoc en el proceder que siguió en la vida?

      19 Por siglos Noé, nacido en 2970 a. de la E.C. (1056 A.M.), estuvo sin hijos: “Y llegó Noé a tener quinientos años de edad. Después Noé llegó a ser padre de Sem, Cam y Jafet.” (Génesis 5:32) ¿Qué clase de registro hizo Noé para sí mismo, aun antes de llegar a ser padre? “Esta es la historia de Noé. Noé fue hombre justo. Resultó exento de tacha entre sus contemporáneos. Noé andaba con el Dios verdadero.” (Génesis 6:9, 10) De modo que Noé fue como Enoc.

      20. ¿Por qué surge una pregunta en cuanto a “hijos del Dios verdadero” de los cuales se informa que estuvieron en la Tierra en los días de Noé?

      20 Aunque Noé era descendiente de Set y Enoc y también “andaba con el Dios verdadero,” sin embargo Noé no fue llamado ‘hijo del Dios verdadero.’ Si a él no se le llamó así, ¿a quién más en la Tierra en aquellos días de descenso desde el pecador Adán podía llamársele así? Entonces, ¿quiénes fueron aquellos de quienes se informó que aparecieron en la Tierra en los días de Noé acerca de los cuales leemos ahora? “Ahora bien, aconteció que cuando los hombres comenzaron a crecer en números sobre la superficie del suelo y les nacieron hijas, entonces los hijos del Dios verdadero empezaron a observar a las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron. Después de eso dijo Jehová: ‘Ciertamente no obrará mi espíritu para con el hombre por tiempo indefinido, ya que también es carne. Por consiguiente, sus días tendrán que llegar a ser ciento veinte años.’”—Génesis 6:1-3.

      21. ¿Quiénes fueron aquellos “hijos del Dios verdadero,” y qué se pusieron a desear?

      21 Aquellos “hijos del Dios verdadero” tienen que haber sido ángeles del cielo, que hasta aquel tiempo habían sido parte de la organización celestial de Jehová de santos “hijos del Dios verdadero,” la “mujer” simbólica de Jehová que había de llegar a ser la madre de la “descendencia” prometida. Cuando la Tierra fue fundada para ser habitada por criaturas humanas, ellos habían observado la obra de creación de Jehová y habían gritado en aplauso. (Job 38:7; Génesis 3:15) Al observar que entre la humanidad se practicaba el matrimonio, especialmente teniendo que ver con mujeres bien parecidas, se dejaron llevar al deseo de tener vida sexual en la Tierra con mujeres para sí.

      22. ¿Cómo satisficieron su deseo aquellos “hijos del Dios verdadero,” pecando al hacerlo?

      22 ¿Cómo pudieron ellos, que eran criaturas de la región de los espíritus, disfrutar de relaciones sexuales con mujeres de carne en la Tierra? Por medio de materializarse en cuerpos carnales como hombres deseables y tomar esposas humanas y tener relaciones sexuales con ellas. Puesto que el Creador y Padre celestial había autorizado el matrimonio entre criaturas terrestres carnales de naturaleza semejante y no entre criaturas de la región de los espíritus y criaturas humanas carnales, estos “hijos del Dios verdadero” no vinieron y se materializaron como hombres de carne para servir de mensajeros de Jehová Dios, comisionados y enviados por Él. Procedieron a causar una confusión de naturalezas... espiritual y humana, celestial y terrestre. (Levítico 18:22, 23) Manifiestamente aquellos “hijos del Dios verdadero” estaban pecando.

      23. ¿Con qué espíritu había obrado Dios por largo tiempo para con la humanidad pecaminosa, pero qué declaró ahora?

      23 Para este tiempo más de mil años habían pasado desde la rebelión de Adán en Edén contra la soberanía universal de Jehová Dios. Jehová había obrado con el espíritu de paciencia y clemencia para con la humanidad pecaminosa, porque hasta en los días de Enoc el bisabuelo de Noé la humanidad en general había llegado a ser notoriamente ‘impía.’ Y ahora estaban entrando en una nueva forma de corrupción moral y perversión sexual por medio de matrimonios entre mujeres y ángeles materializados. Se merecía que viniera el tiempo en el cual el paciente Creador cesara de obrar con un espíritu de tolerancia y dominio de sí mismo para con la humanidad que se degradaba a sí misma. Con justicia plena, Dios finalmente declaró: “Ciertamente no obrará mi espíritu para con el hombre por tiempo indefinido, ya que también es carne. Por consiguiente, sus días tendrán que llegar a ser ciento veinte años.”—Génesis 6:3.

      24. (a) ¿Estaba fijando Dios aquí el límite de la edad del hombre, como en el caso de Moisés? (b) ¿Qué se empezó entonces, y por qué se permitió una cantidad generosa de tiempo?

      24 Eso no fue fijar un límite de edad en el hombre como en el caso del profeta Moisés, que vivió hasta cumplir ciento veinte años. Fue un decreto divino en el sentido de que el mundo impío de la humanidad tendría solo ciento veinte años más de existencia hasta el diluvio global. De modo que este decreto divino se publicó en 1536 A.M. ó 2490 a. de la E.C. Esto quiso decir que allí había empezado el “tiempo del fin” para aquel mundo impío de los días de Noé. El Dios de propósito estaba fijando tiempo para los asuntos. Aunque no había planeado que tan sorprendente cosa sucediera en el caso de los “hijos del Dios verdadero,” sin embargo todavía ejercía control pleno y podía encargarse de aquel suceso que de súbito se presentó. Él es omnisapiente, todopoderoso. El que él permitiera un período tan extenso antes del fin de aquel mundo impío fue cosa muy considerada. ¿Por qué? Porque el decreto divino fue emitido veinte años antes que Noé llegara a ser padre y sin embargo le permitió tener tres hijos y permitió que éstos crecieran y se casaran y se unieran a su padre en hacer debidas preparaciones para pasar con vida a través del diluvio que amenazaba.—Génesis 5:32; 7:11.

      LOS NEFILIM

      25, 26. ¿Cómo se llamó a la prole de los matrimonios de ángeles y mujeres, y por qué?

      25 Los días del matrimonio mixto entre apasionados “hijos del Dios verdadero” y mujeres estaban contados. Pero, ¿era posible que hubiera prole de esta confusión de naturalezas entre espíritus materializados y criaturas femeninas carnales con facultades de procreación? Génesis 6:4 nos suministra los hechos que contestan:

      “Los nefilim se hallaban en la tierra en aquellos días y también después, cuando los hijos del Dios verdadero continuaron teniendo relaciones con las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz hijos, éstos fueron los poderosos que eran de la antigüedad, los hombres de fama.”

      26 Los hijos de estos matrimonios mixtos eran híbridos y se les llamó nefilim. Este nombre significa “Derribadores,” para indicar que estos poderosos hijos híbridos derribaban violentamente a otros o hacían que criaturas humanas más débiles cayeran. Se necesitó considerable tiempo para que estos nefilim fueran concebidos y nacieran y entonces crecieran y emprendieran su carrera violenta. Siendo híbridos, normalmente no podrían reproducir su género mixto.

      27. ¿Qué se propuso Dios borrar de sobre la superficie de la Tierra, y por qué?

      27 La familia humana no recibió beneficio de que “hijos del Dios verdadero” desobedientes, materializados, se mezclaran tan íntimamente con criaturas humanas. “Por consecuencia vio Jehová que abundaba la maldad del hombre en la tierra y que toda inclinación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todo el tiempo. Y sintió pesar Jehová por haber hecho hombres en la tierra, y se sintió herido en su corazón. De modo que dijo Jehová: ‘Voy a borrar a hombres que he creado de sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta animal doméstico, hasta animal moviente y hasta criatura volátil de los cielos, porque de veras que me pesa haberlos hecho.’ Pero Noé halló favor a los ojos de Jehová.” (Génesis 6:5-8) A Jehová le pesó que el hombre a quien Él había creado se hubiera hundido a tan baja condición, moral y espiritualmente. Era cosa de causar pesar el que hubiera hombres de personalidades tan degradadas en la Tierra. Fue a éstos que Él se propuso borrar de sobre la Tierra, pero no a la raza humana de la cual Noé era un miembro justo.

      28. ¿Por qué hoy podemos agradecer el que Dios se propusiera poner fin a aquel estado de violencia antediluviano en la Tierra?

      28 En contraste claro con Noé y su familia, “la tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios verdadero y se llenó la tierra de violencia. De modo que vio Dios la tierra y, ¡mire! estaba arruinada, porque toda carne había arruinado su camino sobre la tierra.” (Génesis 6:11, 12) En aquellos días antes del Diluvio el mundo de la humanidad había entrado en una era de violencia. Hoy el mundo ha entrado en una “era de violencia,” según la llaman los observadores, desde el año 1914 E.C., el año en el cual estalló con toda su violencia la I Guerra Mundial. Por eso, bien pudiéramos preguntar: ¿Cuál sería la condición del mundo hoy si el Dios Todopoderoso hubiera dejado que aquella “era de violencia” de antes del Diluvio continuara sin interrupción? El pensar en las posibilidades nos hace temblar. Mucho tiempo antes de ahora la Tierra hubiera sido un lugar demasiado peligroso en el cual vivir. Podemos agradecer que Dios se propusiera poner alto a aquella “era de violencia” antediluviana.

      TERMINA UN MUNDO, SOBREVIVE UNA RAZA

      29. ¿Con qué propósito de Dios para la Tierra armonizaron las instrucciones de Jehová a Noé?

      29 Jehová Dios se apegó a su propósito original de tener una Tierra completamente habitada por los descendientes del primer hombre y la primera mujer en medio de condiciones paradisíacas. Además, la línea que llevaría hasta la producción del Mesías tenía que ser conservada. En armonía con esto, Jehová le dio al obediente Noé la instrucción de construir un arca (o sea, una caja que flotara) de suficiente capacidad como para contener a Noé y su familia y especímenes básicos de los animales terrestres y las criaturas volátiles de los cielos como la paloma y el cuervo. No ocupaba espacio en el arca ningún motor impulsado por vapor ni un motor de diesel ni suministro de combustible para impulsar el arca a algún lugar; sencillamente flotaba, con sus ocupantes vivos y suministro de alimento suficiente para un año o más.—Génesis 6:13–7:18.

      30. Para que fuera posible un diluvio planetario de aquella clase, ¿cuál fue el estado natural en la Tierra y alrededor de ella desde el segundo “día” de creación?

      30 Para entender las posibilidades de que hubiera un diluvio de agua de proporción tan planetaria, tenemos que formarnos un cuadro mental del estado de las cosas con relación a nuestro globo terráqueo en general. En su superficie sobresalían de los mares masas de tierra, grandes y pequeñas. Por encima de todo esto había una bóveda o expansión que contenía la atmósfera que respiraban la humanidad y otras criaturas vivientes. Pero más allá de esto había un profundo dosel acuoso que rodeaba a la Tierra como un pañal, y que el Creador había hecho que fuera levantado hasta una altura científicamente exacta en el segundo “día” de creación. Allí permaneció en suspensión como una envoltura alrededor del globo terráqueo, y se desplomaría de vuelta a la Tierra solo según el propósito del Creador y por mandato de Él. (Génesis 1:6-8) Un comentador bíblico inspirado del primer siglo E.C. los describe excelentemente, diciendo: “Desde lo antiguo hubo cielos y una tierra situada sólidamente fuera de agua y en medio de agua por la palabra de Dios.”—2 Pedro 3:5.

      31, 32. ¿Qué mostraron acerca del diluvio las estadísticas de Noé?

      31 El diluvio global no es ningún mito que venga de fuentes babilónicas. Es un hecho histórico que ha dejado sus efectos en la Tierra hasta este día. Fue fechado y calculado en cuanto a tiempo. Según el diario de navegación de Noé en el arca, comenzó en el día diecisiete del segundo mes del año lunar, en el año seiscientos de la vida de Noé.

      32 Entonces Noé anotó que la precipitación del agua desde los cielos continuó por cuarenta días. Hasta las cumbres de las montañas de entonces fueron cubiertas con aguas del diluvio hasta una profundidad de quince codos. En el día diecisiete del séptimo mes lunar el arca tocó terreno en las montañas de Ararat. Según el poder del Creador, nuevas cuencas se formaron en la superficie exterior del globo terráqueo para el desagüe de las aguas diluviales. En el primer día del primer mes del nuevo año lunar el desagüe quedó completo. En el día veintisiete del segundo mes del nuevo año lunar, o un año lunar y diez días después del comienzo del diluvio, Dios le dijo a Noé que saliera del arca y también dejara que saliera toda la vida animal que había dentro de ésta.—Génesis 7:11 a 8:19 inclusive.

      33. ¿Qué pereció en el Diluvio, y qué sobrevivió?

      33 De esta manera, bajo protección divina, la raza humana descendiente de Adán sobrevivió a través del diluvio global, pero un mundo impío o un mundo de gente impía terminó. Esto quiso decir también que aquellos infames nefilim híbridos fueron destruidos, pues eran carnales como todo el resto de la humanidad. En lenguaje sencillo, entendible, el comentador bíblico inspirado del primer siglo describió esto, diciendo:

      “[Dios] no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, pero guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras siete personas cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía; . . . por aquellos medios el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua.”—2 Pedro 2:5; 3:6.

      34. Según Moisés, ¿qué les sucedió a las criaturas vivientes en la Tierra y a las que estaban en el arca?

      34 Esto concuerda con esta declaración del profeta Moisés: “Todo lo que tenía activo en sus narices el aliento de la fuerza de vida, a saber, cuanto había en el suelo seco, murió. Así borró él toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia hasta animal moviente y hasta criatura volátil de los cielos, y fueron borrados de sobre la tierra; y solo Noé y los que con él estaban en el arca siguieron sobreviviendo. Y las aguas continuaron anegando la tierra abrumadoramente ciento cincuenta días.”—Génesis 7:22-24.

      35. Si no queremos ser reservados para el “día malo” de la ejecución del juicio de Dios, ¿qué debemos hacer ahora, como Noé?

      35 Este diluvio en escala global fue ciertamente un acto de “fuerza mayor” por intervención divina. Dramáticamente ilustra un punto que hoy nosotros debemos tomar en serio. ¿Qué punto? “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día de juicio para ser cortadas.” (2 Pedro 2:9) “Todo lo ha hecho Jehová para su propósito, sí, hasta el inicuo para el día malo.” (Proverbios 16:4) En vista de eso, pues, si no deseamos que se nos reserve para el “día malo” que se acerca rápidamente, el “día” cuyo tiempo Jehová mismo ha fijado para ejecutar sus juicios justos contra todas las personas injustas de la Tierra, nos incumbe ‘andar con Dios,’ como lo hizo Noé, y amoldarnos a Su propósito.

      36. (a) En el Diluvio, ¿qué les sucedió a los nefilim? (b) Además, ¿qué consecuencias sufrieron los desobedientes “hijos del Dios verdadero”?

      36 En el Diluvio, no solo se ejecutó el juicio divino contra los hombres injustos y los nefilim, sino que también aquellos “hijos de Dios” desobedientes experimentaron un juicio merecido que vino contra ellos. Es verdad que cuando el Diluvio arropó a la Tierra entera aquellos “hijos del Dios verdadero” abandonaron a sus esposas y familias y se desmaterializaron y no se ahogaron. Pero, ¿qué hay de cuando regresaron a su condición de espíritus, que era su propio y debido lugar de habitación? ¿Reanudaron entonces la intimidad anterior que habían tenido con Dios? ¿Era igual que antes la relación de ellos con Él? ¿Continuaron en su santa organización celestial como si todavía fueran “hijos del Dios verdadero”? No; más bien, en estas criaturas espirituales desobedientes vemos el origen de los “demonios” (aparte de Satanás el Diablo) de que habla el profeta Moisés. (Deuteronomio 32:17; también Salmo 106:37) Pero los comentadores bíblicos del primer siglo son más específicos en cuanto a cómo trató Jehová Dios con aquellos espíritus desobedientes, y dicen:

      “A los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día.” (Judas 6) “Los espíritus en prisión, que en un tiempo habían sido desobedientes cuando la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca, en la cual unas pocas personas, es decir, ocho almas fueron llevadas a salvo a través del agua.” (1 Pedro 3:19, 20) “Dios no se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron, sino que, echándolos en el Tártaro, los entregó a hoyos de densa oscuridad para ser reservados para juicio.”—2 Pedro 2:4.

      37. Al regresar a la región de los espíritus, ¿en qué condición llegaron a estar los desobedientes “hijos del Dios verdadero”?

      37 De manera que la desmaterialización de los desobedientes “hijos del Dios verdadero” y su regreso a la región de los espíritus no los transformó en ángeles santos de nuevo. Se encontraron del lado de Satanás el Diablo, el que originalmente se había rebelado contra Jehová Dios. Ya no eran dignos de tener un lugar en la organización celestial semejante a esposa de Jehová compuesta de santos y obedientes “hijos del Dios verdadero.” Por esta razón fueron degradados a la condición de “demonios.” Este estado bajo, de deshonra, fue apropiadamente llamado Tártaro, un nombre tomado del lenguaje griego. La versión siríaca de la Biblia lo llama “los lugares más bajos.” (Vea también Job 40:15; 41:23 en la Versión de los Setenta griega.) Estos espíritus desobedientes ya no fueron favorecidos con esclarecimiento espiritual como el que Dios tenía a bien otorgar a sus hijos angelicales fieles. De esta manera fueron hundidos en oscuridad densa y fueron mantenidos allí como por “cadenas sempiternas,” para ser reservados para el “juicio del gran día.” De modo que no pueden impartir verdadero esclarecimiento a la humanidad.

      38. ¿De quién llegaron a ser la “descendencia” aquellos espíritus desobedientes, y cómo funcionan para engañar y esclavizar al hombre?

      38 Aquellos espíritus desobedientes llegaron a ser la “descendencia” invisible de la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. El que se les metiera en tártaros “hoyos de densa oscuridad” junto con Satanás el Diablo no fue el magullamiento de la cabeza de la serpiente por la prometida “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios. La “descendencia” santa no había sido producida todavía, y aquellos espíritus inicuos aprisionados tenían intensos deseos de saber quién sería para participar en el magullamiento del “talón” de aquella “descendencia.” (Génesis 3:15) Por esa razón aquellos espíritus inicuos bajo Satanás su jefe se mantuvieron cerca de la humanidad, para engañar a los hombres y volverlos contra la “descendencia” cuando ésta llegara. Tratan de comunicarse con las criaturas humanas por medio de mediums espiritistas, puesto que ellos mismos ya no pueden materializarse en la carne. Fingen ser las “almas separadas del cuerpo” de criaturas humanas que han muerto. Obsesionan o acosan y causan inquietud constante a personas de mente débil, y hasta se apoderan de las personas que ceden a ellos. El profeta Moisés bajo inspiración le advirtió al pueblo de Dios que no tuviera nada que ver con estos enemigos demoníacos de Dios. (Deuteronomio 18:9-13) Por eso, ¡cuidado con el espiritismo!

      39. ¿A qué debemos volvernos en busca de esclarecimiento espiritual, si no es a los demonios?

      39 Puesto que deseamos recibir esclarecimiento en cuanto al “propósito eterno” de Jehová Dios, es necesario que evitemos a esos poderes espiritistas de la oscuridad que ciegan a la mayoría de la humanidad a la verdad de Dios. La Palabra escrita de Dios, la Santa Biblia, es el conducto de iluminación espiritual para nosotros, según las palabras inspiradas del salmista, cuando dijo a Jehová Dios: “Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.”—Salmo 119:105.

      40. A pesar de la rebelión de hombres y ángeles, ¿qué hay que muestra lealtad por parte de la organización celestial de Dios y su cooperación?

      40 A la luz de la Palabra de Dios hemos repasado los primeros 1.656 años de la existencia del hombre en la Tierra, desde la creación de Adán hasta el diluvio del día de Noé. A pesar de la rebelión tanto de ángeles como de hombres, el Dios inmutable se apegó al propósito que originalmente había formado con relación a la humanidad en la Tierra. Aunque cantidades no declaradas de ángeles cedieron al deseo egoísta y pecaron y tuvieron que ser expulsados de su organización celestial semejante a esposa, éstos no se pueden comparar con los que permanecieron fieles a Él dentro de su organización santa, como una esposa fiel a un esposo amoroso. Milenios después el profeta Daniel vio en una visión cien millones de ángeles leales que todavía servían al Dios Altísimo, “el Anciano de Días.” (Daniel 7:9, 10) Esta “mujer” celestial, la madre en perspectiva de la “descendencia” predicha, fue puesta en “enemistad” con la Gran Serpiente, Satanás el Diablo, y su “descendencia.” Ella estuvo firmemente resuelta a cooperar con Jehová Dios en buscar la realización del propósito que él acababa de anunciar de producir la “descendencia” a su tiempo escogido.

      41. ¿Qué punto se fijó como objeto probar Satanás maliciosamente delante de toda la creación? ¿Tuvo completo éxito en ello aun antes del Diluvio?

      41 En la Tierra y en el Paraíso de Placer, Adán y Eva habían sido hechos una parte visible de la organización universal de Jehová al ser creados en perfección humana. Bajo tentación ellos no mantuvieron su integridad para con su Creador, su Padre celestial. Bajo sentencia de muerte fueron expulsados de la organización universal de Jehová y cesaron de ser contados como hijos de Él. Pero, ¿qué hay de la prole de ellos? A juzgar por Adán y Eva, que quebrantaron su integridad, la prole de ellos, nacida en imperfección, y habiendo heredado el pecado, no podría mantener integridad al Creador bajo tentación y presión por la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. Manifiestamente, Satanás el Diablo se fijó como objeto probar delante de toda la creación en el cielo y en la Tierra que ninguno de ellos lo haría. ¿Probó su punto, aun antes del Diluvio? El registro bíblico que expresa el punto de vista de Dios en cuanto a ese asunto muestra que por lo menos tres hombres mantuvieron su integridad, a saber, Abel, Enoc y Noé.

      42, 43. (a) Los casos de Abel, Enoc y Noé establecieron ¿qué prueba? (b) ¿Cómo resultó exacta la previsión de Jehová en cuanto a que se suministraría más prueba?

      42 Aquellos tres hombres fieles y temerosos de Dios sostuvieron la soberanía universal de Jehová su Creador. Probaron que Satanás el Diablo es un mentiroso presuntuoso cuando alega que el Dios Todopoderoso no puede poner en la Tierra un hombre que, aun en medio de un ambiente paradisíaco, mantenga integridad a Jehová al ser sometido a las tentaciones y presiones de Satanás el Diablo. Los casos de Abel, Enoc y Noé prueban que Dios el Creador estuvo justificado al dejar que la raza humana, descendiente de los pecaminosos Adán y Eva, continuara existiendo en la Tierra. Otros hombres, además de mujeres, aparte de Abel, Enoc y Noé, de seguro aparecerían en las filas de la humanidad a medida que la vida humana en la Tierra continuara fuera del Paraíso. Y así se levantaría más prueba contra la mentira y calumnia que el Diablo había levantado contra Dios.

      43 La previsión de Jehová fue exacta, y su propósito necesariamente tendría buen éxito. Su propósito mesiánico que anunció en la presencia de la Gran Serpiente en el jardín de Edén añadió fortaleza al propósito original de Dios e hizo seguro su cumplimiento. La soberanía universal de Dios sobre la Tierra, demostrada tan poderosamente en el diluvio global, jamás cesará de sobre la humanidad.

  • Determinando la línea humana que va hasta la “descendencia”
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 7

      Determinando la línea humana que va hasta la “descendencia”

      1. ¿Por qué habían hecho más desesperado a Satanás el Diablo en su objetivo de causar la ruina de la “descendencia” prometida los casos de Abel, Enoc y Noé?

      EN EL centro del “propósito eterno” de Dios está la “descendencia” que sería producida por la “mujer” de Dios. La contienda que empezó en el jardín de Edén entre Satanás y Dios llegó a tener como centro esta misteriosa “descendencia.” Tenía que ser así, porque esa “descendencia” había de ser producida al debido tiempo para magullar la cabeza de la Gran Serpiente, y Satanás el Diablo sabía que la “cabeza” del caso era la suya. (Génesis 3:15) Satanás estaba resuelto a quebrantar la integridad de la “descendencia” venidera y así hacer que no pudiera servir para el propósito de Dios. En el Diluvio había terminado el primer encuentro de la contienda entre Satanás y Dios, pero con una manifestación en contra de Satanás. Él no había podido quebrantar la integridad de por lo menos tres hombres que habían descendido del primer hombre y la primera mujer cuya integridad él había proyectado arruinar. Abel, Enoc y Noé habían debilitando la posición confiada de Satanás y habían hecho que él se desesperara más en su objetivo de causar la ruina de la “descendencia.”

      2. Hoy la humanidad debe estar agradecida de que Noé le diera ¿qué clase de comienzo en la vida después del diluvio? ¿De qué manera fue eso?

      2 Los seiscientos cincuenta y ocho años que transcurrirían después del fin del Diluvio resultarían muy reveladores en cuanto a detalles sobre la “descendencia” de la “mujer” de Dios. Después del diluvio toda la humanidad hasta hoy mismo podía verse como descendiente de Noé el constructor del arca que resistió el diluvio. De modo que ahora al mundo de la humanidad se le había dado un comienzo justo, porque Noé “andaba con el Dios verdadero.” (Génesis 6:9) Él era imperfecto por herencia, pero, moralmente, era sin tacha, inmaculado, delante de Dios. ¡Cuán agradecidos deberíamos estar por eso nosotros sus descendientes! Inmediatamente después de salir del arca y poner pie sobre el monte Ararat, Noé condujo a la humanidad en la adoración del Preservador de la humanidad, Jehová Dios.

      “Noé empezó a edificar un altar a Jehová y a tomar algunas de todas las bestias limpias y de todas las criaturas volátiles limpias y a ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar. Y empezó Jehová a oler un olor conducente a descanso, de modo que dijo Jehová en su corazón: ‘Nunca más invocaré el mal sobre el suelo a causa del hombre, porque la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud; y nunca más asestaré un golpe a toda cosa viviente tal como lo he hecho. Durante todos los días que continúe la tierra, siembra y cosecha y frío y calor, y verano e invierno, y día y noche, nunca cesarán.’”—Génesis 8:20-22; compare con Isaías 54:9.

      3. ¿Cómo resultó verídica la profecía que pronunció Lamec cuando Noé nació, y de qué llegó a ser símbolo el arco iris?

      3 La profecía que Lamec el padre de Noé pronunció en cuanto a él cuando éste nació resultó tener razón válida. (Génesis 5:29) La maldición divina que se había pronunciado sobre el suelo que estaba fuera del jardín de Edén después de la transgresión de Adán fue quitada, y Noé (cuyo nombre significa “Reposo”) hizo que desde sus ofrendas quemadas ascendiera a Dios un olor conducente a reposo o descanso e indujo a Dios a dar reposo a la humanidad del duro trabajo de cultivar un suelo maldito. Dios también hizo que en la luz del Sol que ahora brillaba directamente sobre la Tierra debido a la remoción del dosel acuoso apareciera el primer arco iris de que hay informe. Aludiendo a aquel arco iris como una señal de garantía, Jehová prometió que “nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne.” Nunca más habrá un diluvio acuoso.—Génesis 9:8-15.

      4. Habiendo pasado vivos a través del diluvio con Noé los tres hijos de Noé y sus esposas, ¿qué pregunta surgió ahora en cuanto a la “descendencia” prometida?

      4 Los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, junto con las esposas de éstos, sobrevivieron con él y su esposa. Ahora, ¿cuál de estos tres hijos sería aquel por el cual bajaría la línea que llevaría al aparecimiento terrestre de la “descendencia” de la “mujer” de Dios? La selección que tenía que hacerse afectaría de manera diferente a las tres razas que descenderían de los tres patriarcas, Sem, Cam y Jafet. La profecía que Dios hizo que Noé por inspiración pronunciara en cuanto a sus tres hijos en una ocasión crítica indicó la dirección en que iría el favor y la bendición divinos. ¿Qué base hubo para esto?

      5. ¿Qué hizo que Noé pronunciara una maldición sobre Canaán el hijo de Cam?

      5 En obediencia al mandato de Dios a los hijos de Noé de que se hicieran fructíferos en la Tierra, Sem llegó a ser padre de Arpaksad dos años después del principio del diluvio. (Génesis 11:10) Con el tiempo Cam llegó a ser padre de Canaán. (Génesis 9:18; 10:6) Algún tiempo después del nacimiento de Canaán hubo una ocasión en la cual Noé, por alguna razón que no se declara, se emborrachó con vino de su viña. Cam entró en la tienda de Noé y lo vio tendido sin cobertura, desnudo, pero no hizo nada para ocultar la desnudez de su padre. Más bien, lo pregonó a Sem y Jafet. Con debido respeto a su padre, Sem y Jafet rehusaron mirar la desnudez de Noé, y moviéndose con las espaldas vueltas a su padre, extendieron una tela sobre él. No abusaron del hecho de que su padre estuviera desnudo, sino que mostraron y mantuvieron su alto respeto a él como padre de ellos y como profeta de Jehová.

      “Por fin despertó Noé de su vino y llegó a saber lo que le había hecho su hijo menor. Por lo cual dijo: ‘Maldito sea Canaán. Llegue a ser él el esclavo más bajo para sus hermanos.’ Y añadió: ‘Bendito sea Jehová, el Dios de Sem, y llegue a ser Canaán esclavo para él. Conceda Dios amplio espacio a Jafet, y resida él en las tiendas de Sem. Llegue a ser Canaán esclavo para él también.’”—Génesis 9:20-27.

      6. Según la profecía de Noé, ¿por medio de qué hijo correría la línea que llegaría al Mesías?

      6 Noé estaba sobrio cuando pronunció esas palabras. Él no maldijo a toda la raza que descendió de Cam, debido a la falta de respeto de Cam, especialmente para el profeta de Dios. De modo que Dios inspiró a Noé para que maldijera a un solo hijo de Cam, a saber, a Canaán, cuyos descendientes se establecieron en el país de Canaán en Palestina. Los cananeos sí llegaron a ser esclavos de los descendientes de Sem, cuando Dios hizo que los israelitas entraran en la tierra de Canaán de acuerdo con Su promesa a Abrahán el hebreo. Sem vivió quinientos dos años después del principio del Diluvio, de manera que su vida y la de Abrahán se traslaparon por ciento cincuenta años. (Génesis 11:10, 11) Noé declaró que Jehová era el Dios de Sem. Jehová había de ser bendecido, porque fue el temor de Él lo que movió a Sem a mostrar el debido respeto a Noé como profeta de Dios. Jafet sería tratado como huésped en las tiendas de Sem, y no como esclavo como lo sería Canaán. Así, por medio de ser anfitrión para su hermano Jafet, a Sem se le puso en categoría superior a la de él en la fraseología de la profecía. En armonía con esto, la línea de Sem llevaría hasta el Mesías.

      LA FUNDACIÓN DE BABILONIA

      7. ¿Qué nieto de Cam estableció el primer Imperio Babilónico, y cómo?

      7 Otro descendiente de Cam que no resultó bueno fue su nieto Nemrod. Noé, que continuó vivo por trescientos cincuenta años después del principio del diluvio, vivió hasta ver la subida e indudablemente la caída de este bisnieto suyo. (Génesis 9:28, 29) Nemrod fundó una organización que obró como parte de la “descendencia” visible de la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. Dice Génesis 10:8-12: “Y Cus llegó a ser padre de Nemrod. Él dio comienzo a lo de hacerse un poderoso en la tierra. Él se exhibió poderoso cazador en oposición a Jehová. Es por eso que hay un dicho: ‘Como Nemrod poderoso cazador en oposición a Jehová.’ Y el principio de su reino llegó a ser Babel y Erec y Acad y Calne, en la tierra de Sinar. De esa tierra salió para Asiria y se puso a edificar a Nínive y a Rehobot-Ir y a Cala y a Resén entre Nínive y Cala: ésta es la gran ciudad.” Según esto, Nemrod estableció el primer Imperio Babilónico.

      8, 9. (a) ¿Por qué no escogió Jehová a Babel como la ciudad sobre la cual colocar su nombre? (b) ¿El lenguaje de quiénes no fue cambiado en Babel?

      8 Fue en Babel (llamada Babilonia por los judíos de habla griega) que se produjo la confusión del lenguaje de la humanidad, cuando Jehová Dios exhibió su desaprobación en cuanto a la construcción de la ciudad y de una torre vinculada con religión falsa dentro de ella, porque los edificadores se proponían hacerse un nombre célebre y evitar que se les ‘dispersara por toda la superficie de la tierra.’ No previeron la decadencia de las ciudades que está aconteciendo hoy día. (Génesis 11:1-9) Aunque este Imperio Babilónico de Nemrod fue el primer imperio de la Tierra, no llegó a ser la Primera Potencia Mundial del registro bíblico. El antiguo Egipto llegó a ser eso. El poder político de Babel fue debilitado, porque sus edificadores, ahora desunidos por lenguajes que diferían, fueron obligados así por Jehová a dispersarse por toda la Tierra.

      9 Jehová Dios no escogió a Babilonia como la ciudad sobre la cual colocar su nombre. Noé y su hijo bendito Sem no participaron en la construcción de Babel ni su torre de religión falsa, y el lenguaje de ellos no fue confundido.

      10, 11. (a) En los días de Sem, ¿en cuál de sus descendientes fue fijada la línea por la cual vendría la “descendencia” prometida? (b) Esto se indicó por ¿qué revelación, a quién?

      10 Dos años después de la muerte de Noé en 2020 a. de la E.C., nació Abrahán en la línea de Sem, que todavía vivía. Este descendiente resultó ser un adorador del Dios de Sem, Jehová. Es posible que Sem haya sentido gran satisfacción al enterarse de la emocionante revelación que Jehová le hizo a Abrahán. Esto probó que Jehová se estaba apegando a su “propósito eterno” que había formado en el jardín de Edén después que Eva y Adán transgredieron. Fijó la venida de la “descendencia” de la “mujer” de Dios en la línea de Abrahán, de entre todos los descendientes de Sem. Pero, ¿qué fue la revelación divina que se le dio a Abrahán, a quien en aquel tiempo se llamaba Abrán?

      11 Abrán (Abrahán) estaba en Mesopotamia, en la ciudad de Ur de los caldeos no lejos de Babilonia (Babel) cuando se le hizo la revelación. Génesis 12:1-3 nos dice: “Y procedió Jehová a decirle a Abrán: ‘Vete de tu país y de tus parientes y de la casa de tu padre al país que yo te mostraré; y haré de ti una nación grande y te bendeciré y de veras que haré grande tu nombre; y resulta ser una bendición. Y ciertamente bendeciré a los que te bendigan, y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré, y ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo.’”

      12. ¿Para quiénes era “buenas nuevas” aquella revelación, y qué era o edad se puede decir que empezó al hacerse aquella revelación?

      12 “Todas las familia del suelo”... ¡eso incluye a nuestras familias de hoy en este siglo veinte! ¡Los miembros de nuestras familias pueden procurarse una bendición por medio de este antiguo Abrán (Abrahán)! ¡Eso ciertamente es buenas nuevas! Y se dieron en el mundo posdiluviano de la humanidad allá en aquel tiempo remoto del siglo veinte antes de nuestra era común. Del significado de esto se comenta más tarde en estas palabras inspiradas: “Seguramente ustedes saben que los que se adhieren a la fe, éstos son hijos de Abrahán. Ahora bien, la Escritura, viendo anticipadamente que Dios declararía justa a gente de las naciones debido a fe, declaró las buenas nuevas de antemano a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’” (Gálatas 3:7, 8) En vista de eso, puede decirse correctamente que la Época o Era de las Buenas Nuevas (la Época del Evangelio o Edad del Evangelio, como algunos quisieran llamarla) empezó allá poco antes de que Abrahán obedeciera el mandato divino.

      13. (a) ¿Cuál era el estado de la carne de Abrahán cuando le vino el mandato de Dios, y por eso, qué fue lo que contó ante Dios? (b) ¿Cuándo cruzó Abrahán el río Éufrates?

      13 También debe notarse aquí el hecho de que, cuando Dios escogió a Abrahán para que fuera el conducto de bendición para todas las familias y naciones, Abrahán no estaba circuncidado en la carne. El mandato que Dios le dio de que él y los varones de su casa se circuncidaran no vino sino por lo menos veinticuatro años después, el año antes del nacimiento de su hijo Isaac (1918 a. de la E.C.). Si no fue la condición carnal de Abrahán, entonces, ¿qué fue lo que contó ante Dios? Fue la fe de Abrahán. Jehová Dios sabía que Abrahán tenía fe en Él. No fue en vano que le expidió a Abrahán el mandato de salir de su tierra. Abrahán prontamente salió y se mudó con su casa hacia el noroeste a Harán, y desde allí, después de la muerte de su padre Taré en Harán, cruzó el río Éufrates y fue moviéndose hacia la tierra que Dios estaba procediendo a mostrarle. Su cruce del río Éufrates aconteció el 14 de Nisán en la primavera del año 1943 a. de la E.C., ó 430 años antes de la celebración de la primera Pascua por los descendientes de Abrahán abajo en Egipto.—Éxodo 12:40-42; Gálatas 3:17.

      14. ¿Qué le dijo Jehová a Abrahán en la tierra de Canaán, y después de eso qué hizo Abrahán?

      14 El profeta Moisés llevó un registro de esto; escribió: “Ante eso Abrán se fue tal como le había hablado Jehová, y lo acompañó Lot. Y Abrán tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de Harán. Así es que tomó Abrán a Sarai su esposa y a Lot el hijo de su hermano y todos los bienes que habían acumulado y las almas que habían adquirido en Harán, y procedieron a salir para ir a la tierra de Canaán. Por fin llegaron a la tierra de Canaán. Y Abrán siguió atravesando la tierra hasta el sitio de Siquem, cerca de los árboles grandes de Moré; y en aquel tiempo el cananeo estaba en la tierra. Jehová ahora se le apareció a Abrán y dijo: ‘A tu descendencia voy a dar esta tierra.’ Después de eso él edificó allí un altar a Jehová, que se le había aparecido.”—Génesis 12:4-7; Hechos 7:4, 5.

      15. ¿Por qué exigiría un milagro la promesa de Dios de darle una “descendencia” a Abrahán, y esto envolvía qué milagro mayor todavía?

      15 Así, aunque en aquel tiempo Abrán, de setenta y cinco años de edad, no tenía hijos, ningún hijo por su esposa Sarai, de sesenta y cinco años de edad, sin embargo Jehová prometió que Abrán tendría descendencia o prole, a la cual Jehová daría la tierra de Canaán. Abrahán aceptó con fe aquella promesa divina. Porque, según las facultades de reproducción femeninas para aquel tiempo allá, esto era casi como si Dios estuviera prometiendo un milagro. Veinticuatro años más tarde, cuando Abrahán oyó que iba a tener un hijo por su esposa Sara, se rió y dijo en su corazón: “¿A un hombre de cien años de edad le nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de edad dará a luz?” (Génesis 17:17; 18:12-14) Si eso era ‘extraordinario,’ mucho más maravilloso sería el milagro que cumpliría la profecía de Dios que se da en Génesis 3:15. Esto se debía a que la “mujer” de Dios era celestial y la “descendencia” prometida de ella sería celestial y sin embargo esa “descendencia” estaría vinculada con la línea terrestre de descendientes de Abrahán. De esta manera esta “descendencia” de la “mujer” de Dios pudiera ser llamada “la descendencia de Abrahán,” sí, “hijo de Abrahán.”

      16. La promesa de Dios de sacar naciones y reyes de Abrahán y Sara hizo que surgieran ¿qué preguntas, acerca de la “descendencia”?

      16 Cuando Dios, por su ángel, le aseguró a Abrahán que tendría un hijo por su esposa Sara, al cual se llamaría Isaac, Dios le dijo a Abrahán: “Ciertamente te haré fructífero en sumo grado y de veras haré que llegues a ser naciones, y reyes saldrán de ti. . . . [a Sara] la bendeciré y también te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré y ella de veras llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella.” (Génesis 17:6, 16) Por eso, ¿cuál de esas “naciones” sería la nación favorecida de Jehová? ¿Tendría sobre sí un rey? ¿Llegaría a ser ese rey la “descendencia” de la “mujer” de Dios? Es solo lo natural hacer esas preguntas.

      MELQUISEDEC

      17. ¿Cuál fue el más sobresaliente trato con reyes de la tierra de Canaán en la carrera de Abrahán, y por qué le pagó Abrahán un diezmo?

      17 Antes de esto, Abrahán había tenido que tratar con reyes terrestres. El más significativo de aquellos tratos fue cuando se encontró con el rey sobresaliente de la tierra de Canaán. Abrahán acababa de haberse visto obligado a rescatar a su sobrino Lot de las manos de cuatro reyes que habían invadido la tierra de Canaán y derrotado a cinco de los reyes de aquella tierra y se habían llevado cautivos, entre los cuales estuvo Lot. Mientras regresaba de haber derrotado a aquellos cuatro reyes merodeadores, Abrahán se acercó a la ciudad de Salem, en las montañas al oeste del mar Muerto. “Y Melquisedec rey de Salem sacó pan y vino, y él era sacerdote del Dios Altísimo. Entonces lo bendijo y dijo: ‘¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que ha entregado a tus opresores en tu mano!’ Con eso le dio Abrán el décimo de todo.” (Génesis 14:18-20) Puesto que, como Melquisedec le dijo a Abrahán, el Dios Altísimo había entregado a los opresores de Abrahán en su mano, era solo lo apropiado que Abrahán le diera el décimo de todos los despojos al sacerdote del Dios Altísimo, Melquisedec.

      18. ¿Por qué no fue una expresión vana la bendición de Melquisedec a Abrahán, y cómo mostró David la importancia de aquél en el propósito de Dios?

      18 La bendición de Melquisedec a Abrahán no fue una expresión vana. Contaba para algo, y armonizaba con la propia promesa de Jehová de que Abrahán debería ser una bendición para todas las familias del suelo... todas las familias deberían procurarse una bendición por medio de él. (Génesis 12:3) Este misterioso rey-sacerdote Melquisedec, aunque recibe tan escasa mención en la historia, no se perdió de vista. Novecientos años más tarde el Dios Altísimo inspiró a otro rey de Salem, el rey David de Jerusalén, para que profetizara y mostrara precisamente lo significativo que había sido Melquisedec dentro del propósito del Dios Altísimo. Según esto, Melquisedec era el tipo o prefiguración de un rey todavía mayor, uno hasta mayor que David, uno a quien hasta David se vería obligado a llamar “mi Señor.” Este rey prefigurado no podía ser otro sino el Mesías, la “descendencia” de la “mujer” de Dios. Por eso, bajo el poder del espíritu santo de Dios, David escribió, en Salmo 110:1-4:

      “La expresión de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillos para tus pies.’ La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’ Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío. Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!’”

      19. Aquel del cual se profetizó que empuñaría la vara de fuerza sobre el monte Sión tenía que ser descendiente de ¿quién? ¿Y por qué no estuvo David profetizando acerca de reyes desde Salomón hasta Sedequías?

      19 Note lo que significan esas palabras inspiradas. El hecho de que el rey David dijera que Jehová enviaría la vara de fuerza del Rey desde Sión indica que el Rey sería un descendiente carnal de David. Según el pacto de Jehová con David para un reino eterno, nadie se sentaría como rey sobre el monte Sión y empuñaría el cetro de fuerza parecido a vara excepto un descendiente carnal de David. (2 Samuel 7:8-16) Por lo tanto, este individuo cuya vara de fuerza sería enviada desde Sión sería llamado un “hijo de David.” Pero en este caso David no se estaba refiriendo proféticamente a su hijo, el rey Salomón, quien fue el más glorioso rey de la línea de David que se sentó en el trono en el monte Sión y reinó sobre las doce tribus de su pueblo. David nunca se dirigió a su hijo Salomón llamándolo “Mi Señor,” ni a ningún otro de los reyes que vinieron después de Salomón en Sión hasta el mismo rey Sedequías. Además, ni Salomón ni ninguno de los reyes subsiguientes en el monte Sión fueron sacerdotes así como reyes, como lo fue Melquisedec.—2 Crónicas 26:16-23.

      20. ¿Cómo, aunque hijo de David, sería este individuo profético sin embargo el “Señor” de David?

      20 Sin embargo, puesto que este gobernante prometido había de ser un “hijo” del rey David, ¿por qué aludiría David a él llamándolo “Mi Señor”? Esto se debió al hecho de que este sobresaliente “hijo de David” sería un rey mucho más encumbrado que David. Aunque David se sentó en el “trono de Jehová” sobre el terrestre monte de Sión, él nunca, ni en su muerte, ascendió al cielo y se sentó a la “diestra” de Jehová. Pero el que llegaría a ser “Señor” de David lo haría. Pudiera aludirse a su posición real a la diestra de Jehová en el cielo llamándola un monte Sión celestial, porque fue representada por el monte Sión terrestre, que antes estaba encerrado dentro de los muros de Jerusalén pero hoy no lo está. Como Jehová mismo dijo, en Salmo 89:27, en cuanto al Mesías: “También, yo mismo lo pondré como primogénito, el altísimo de los reyes de la tierra.” No solo sería él un Rey de señorío más alto que el de David, sino que también sería para siempre un “sacerdote” del Dios Altísimo, como Melquisedec el rey de la antigua Salem.—Salmo 76:2; 110:4.

      21. Entonces, ¿por qué llegaría a ser grande el nombre de Abrahán?

      21 Poca cuenta se dio el patriarca Abrahán, allá en el siglo veinte a. de la E.C., de que entre los “reyes” de quienes él y su esposa Sara habían de llegar a ser antepasados estaría el rey mesiánico que fue prefigurado por Melquisedec, a quien Abrahán pagó diezmos de todos sus despojos de conquista. ¡No extraña que el nombre de Abrahán hubiera de hacerse grande debido a su asociación con ese Rey-Sacerdote! ¡No extraña que, por este Sacerdote-Rey como Melquisedec, todas las familias de la Tierra hubieran de bendecirse o procurar una bendición por medio de Abrahán!—Génesis 12:3.

      EL “AMIGO” DE DIOS

      22. ¿Cómo ilustró Dios que Su nación escogida vendría por medio del hijo por consanguinidad y heredero de Abrahán?

      22 Después del victorioso encuentro bélico de Abrahán con los cuatro reyes invasores, Dios le prometió a Abrahán la protección necesaria y también que su “heredero” sería un hijo de él por consanguinidad. Por medio de una ilustración Dios le aseguró a Abrahán que la nación escojida de Dios vendría por medio de este hijo y heredero: “Entonces lo sacó fuera y dijo: ‘Mira hacia arriba, por favor, a los cielos y cuenta las estrellas, si de alguna manera puedes contarlas.’ Y pasó a decirle: ‘Así llegará a ser tu descendencia.’ Y él puso fe en Jehová; y él procedió a contárselo por justicia.”—Génesis 15:1-6.

      23. ¿Con qué como base se le contó justicia a Abrahán, y se le justificó hasta qué condición?

      23 No olvidemos que, en este tiempo, Abrahán todavía era un hebreo incircunciso. Por lo tanto, no se le podía contar justicia a Abrahán debido a que estuviera circuncidado en la carne; le fue contada debido a su fe en Jehová, quien estaba revelando parte de su propósito a Abrahán. De modo que Abrahán fue contado justo delante de Dios; así fue justificado hasta el nivel de amistad con Jehová Dios. Siglos después el rey Josafat de Jerusalén llamó a Abrahán el amigo o “amador” de Jehová. Todavía más tarde, por medio del profeta Isaías, Jehová lo llamó “Abrahán mi amigo.” (2 Crónicas 20:7; Isaías 41:8) Esto prueba cuán valiosa, cuán vital, es realmente la fe en Jehová con relación a su “descendencia.”

      24. ¿Cómo llegó a ser padre de Ismael Abrahán, y entonces cómo lo llegó a ser para Isaac?

      24 En el año 1932 a. de la E.C. Abrahán, por sugerencia de su esposa Sara que era estéril y de edad avanzada, tuvo un hijo por medio de la esclava egipcia de ella llamada Hagar y le dio a éste el nombre de Ismael. (Génesis 16:1-16) Trece años después de eso, en 1919 a. de la E.C., Jehová le dijo a Abrahán que Ismael no había de servir de la verdadera “descendencia,” sino que un hijo por su verdadera esposa Sara sería la “descendencia” escogida. Sería un hijo por una mujer que disfrutaba de libertad. Y así, en el año que siguió, Isaac nació cuando Sara tenía noventa años de edad. “Y Abrahán tenía cien años de edad cuando le nació Isaac su hijo.” Al octavo día de vida Isaac fue circuncidado, tal como su padre Abrahán lo había sido precisamente el año antes.—Génesis 21:1-5.

      25. ¿Qué muestra el relato en cuanto a si Jehová hizo una nación que abarcara a todos los hijos por consanguinidad de Abrahán?

      25 Es interesante notar que Dios no hizo ahora una nación de sus dos hijos, Ismael el primogénito e Isaac, una nación de dos tribus. No, sino que cinco años después, por la solicitud urgente de su esposa Sara, Abrahán despidió de su casa a Hagar y a Ismael el hijo de ella, para que se las arreglaran solos, para que fueran donde quisieran ir. (Génesis 21:8-21) Tampoco después, tras la muerte de Sara en 1881 a. de la E.C., hizo Dios una nación de Isaac y los otros hijos que Abrahán tuvo por medio de una concubina, Cetura, una nación de siete tribus. “Más tarde Abrahán dio todo cuanto tenía a Isaac, pero a los hijos de las concubinas que Abrahán tuvo, Abrahán les dio dádivas. Entonces los envió de donde estaba Isaac su hijo, mientras todavía estaba vivo, hacia el este, a la tierra del Oriente.”—Génesis 25:1-6.

      26. ¿Debido a qué admirable demostración de fe recibió Abrahán una bendición especial en la tierra de Moría, y qué declaró esta bendición?

      26 Una muy admirable demostración de fe por parte de Abrahán llevó a una gran bendición para este “amigo” de Jehová. Vino después de una prueba penetrante de la fe y obediencia de Abrahán para con el Dios Altísimo. La bendición de la aprobación divina fue pronunciada en la cumbre de una montaña en la tierra de Moría, que muchos piensan que fue el lugar donde el rey Salomón construyó el magnífico templo de Jehová siglos después. (2 Crónicas 3:1) Allí, en el lugar designado por Jehová, y sobre la madera esparcida encima de un altar de piedras acabado de hacer, estaba tendida la forma de un muchacho que crecía. Era Isaac. Al lado del altar estaba su padre Abrahán con un cuchillo de degüello en la mano. Estaba a punto de llevar a cabo el mandato de Dios de matar a Isaac en sacrificio y ofrecerlo como ofrenda quemada al Dios que le había dado a él milagrosamente aquel muchacho. Entonces:

      “El ángel de Jehová se puso a llamarlo desde los cielos y a decir: ‘¡Abrahán, Abrahán! . . . No extiendas tu mano contra el muchacho y no le hagas nada, porque ahora sé de veras que eres temeroso de Dios puesto que nos has retenido de mí a tu hijo, tu único.’ . . . Y procedió el ángel de Jehová a llamar a Abrahán por segunda vez desde los cielos y a decir: ‘Por mí mismo de veras que juro,’ es la expresión de Jehová, ‘que por motivo de que has hecho esta cosa y no has retenido a tu hijo, tu único, yo seguramente te bendeciré y seguramente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar; y tu descendencia tomará posesión de la puerta de sus enemigos. Y por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz.’”—Génesis 22:1-18.

      27. ¿Qué mostró esta declaración divina en cuanto a la selección de la “descendencia” y en cuanto a procurar la bendición por medio de ella?

      27 Esto significaba que la prometida “descendencia” por medio de la cual todas las naciones se procurarían una bendición vendría por medio de la línea de Isaac. Así Jehová Dios mostró que él era quien estaba seleccionando la línea, y que ninguno de los medio hermanos de Isaac tendría parte en suministrar aquella “descendencia.” No obstante, las naciones que descendieran de los medio hermanos de Isaac podrían procurarse una bendición por medio de aquella “descendencia.” Todas las naciones de hoy, es decir, gente de todas las nacionalidades de hoy, igualmente pueden procurarse una bendición por medio de la “descendencia” de Abrahán.

      28. Sem vivió suficiente tiempo como para enterarse de ¿qué acontecimientos vinculados con su línea de descendencia?

      28 El patriarca Sem, sobreviviente del diluvio global, seguía viviendo y ha de haberse enterado de aquella bendición divina que se le pronunció a Abrahán; de hecho, Sem siguió viviendo y ha de haberse enterado del casamiento de Isaac con la hermosa Rebeca de Harán en Mesopotamia. Sem continuó viviendo hasta 1868 a. de la E.C., diez años después de aquel matrimonio, pero no vivió para ver la prole de aquel matrimonio. Pero Abrahán sí.—Génesis 11:11; 25:7.

  • La selección divina según el “propósito eterno”
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 8

      La selección divina según el “propósito eterno”

      1. ¿Qué pregunta surgió en cuanto a la prole del hombre a quien Dios le renovó su promesa-pacto?

      JEHOVÁ Dios optó por renovar a Isaac la promesa-pacto que le hizo a su padre Abrahán. (Génesis 26:1-5, 23, 24) Isaac, aunque se había casado a los cuarenta años de edad, tuvo que llegar a los sesenta años de edad antes de tener hijos... gemelos. ¿Haría ahora Jehová, que había contestado la oración que Isaac le hizo pidiéndole hijos, una selección con relación a aquellos gemelos?

      2. ¿Cómo reveló Jehová a cuál de los gemelos escogería?

      2 Jehová indicó su selección durante la preñez de Rebeca después que ésta hubo orado y le hubo preguntado en cuanto a su condición: “Procedió Jehová a decirle: ‘Dos naciones están en tu vientre, y dos grupos nacionales serán separados de tus entrañas; y el un grupo nacional será más fuerte que el otro grupo nacional, y el mayor servirá al menor.’” Esaú resultó ser el primogénito, y Jacob el segundo de los gemelos. (Génesis 25:20-23) Jehová así indicó que no haría una sola nación de estos dos hijos gemelos de Isaac, una nación de dos tribus. Más bien, debería haber dos grupos nacionales, de los cuales el grupo nacional procedente del gemelo mayor sería más débil y serviría al grupo nacional del gemelo menor. Esto invertiría el derecho natural del hijo primogénito a la preeminencia. Así Jehová reveló a quién escogería.

      3. En aquel caso, ¿dependió la selección de obras humanas, o del que hace la llamada?

      3 El Dios Todopoderoso y Omnisapiente tenía derecho a hacer esto, según su propósito de bendecir a toda la humanidad. Con relación a esto, un comentador bíblico del primer siglo escribió: “Cuando Rebeca concibió gemelos de un solo hombre, de Isaac nuestro antepasado: pues cuando todavía no habían nacido ni practicado cosa buena ni vil, para que el propósito de Dios tocante a la selección continuara dependiendo, no de obras, sino de Aquel que llama, se le dijo a ella: ‘El mayor será esclavo del menor.’ Así como está escrito: ‘Amé a Jacob, pero odié a Esaú.’”—Romanos 9:10-13; citando también de Malaquías 1:2, 3.

      4. ¿Por qué tuvo Jehová menos amor para Esaú que para Jacob, aun antes que nacieran?

      4 Ciertamente el Dios Todopoderoso y Omnisapiente no hizo una mala selección. Indudablemente Él, que podía leer el patrón genético de los gemelos que había en la matriz de Rebeca, previó cómo los dos muchachos desenvolverían la dirección que tomarían sus vidas. De modo que escogió al gemelo correcto, aunque éste resultó ser el gemelo menor. A pesar de que seleccionó según su propósito, Jehová no violentó la situación. No planeó que Esaú el mayor vendiera su derecho de primogénito por un simple tazón de guisado de lentejas a su hermano menor Jacob en un crítico día de decisión. Evidentemente, sin embargo, Jehová previó que Esaú, todavía no nacido, no tendría el aprecio y el amor a las cosas espirituales que tendría Jacob. Por esta razón tuvo menos amor para Esaú que para Jacob e hizo su selección de acuerdo con eso, aun mientras los gemelos estaban todavía sin nacer en la matriz de su madre.—Génesis 25:24-34.

      5. ¿Planeó Jehová cómo Jacob debería conseguir la bendición hablada de Isaac? ¿La cambió Él?

      5 Jehová no planeó las tácticas que Jacob y su madre Rebeca usaron por fin con relación a conseguir la bendición hablada por medio de Isaac, pero Jehová permitió que Isaac, ciego y de edad avanzada, pronunciara la bendición del derecho de primogenitura sobre Jacob, puesto que Jacob merecía recibirla. (Génesis 27:1-30) Jehová no dejó que Isaac cambiara aquella bendición, sino que, cuando Jacob estuvo huyendo de la ira asesina de su hermano gemelo Esaú, Dios confirmó la bendición de Isaac sobre Jacob. Esto sostuvo la selección de Jacob por Dios antes de su nacimiento. ¿Cómo?

      6. ¿Cómo fue sostenida la selección de Jacob por Dios en el sueño que tuvo Jacob acerca de la escalera que usaban ángeles?

      6 En el lugar llamado Betel en la Tierra Prometida, el fugitivo Jacob “empezó a soñar y, ¡mire! allí estaba una escalera estacionada sobre la tierra y su parte superior alcanzaba hasta los cielos; y ¡mire! allí estaban los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo por ella. Y, ¡mire! allí estaba Jehová estacionado por encima de ella, y procedió a decir: ‘Yo soy Jehová el Dios de Abrahán tu padre y el Dios de Isaac. La tierra sobre la cual estás acostado, a ti te la voy a dar y a tu descendencia. Y tu descendencia ciertamente llegará a ser como las partículas de polvo de la tierra, y ciertamente te extenderás hacia el oeste y hacia el este y hacia el norte y hacia el sur, y por medio de ti y por medio de tu descendencia todas las familias del suelo ciertamente se bendecirán. Y aquí estoy yo contigo y ciertamente te guardaré en todo el camino por el cual estás yendo y ciertamente te haré volver a este suelo, porque no voy a dejarte hasta que realmente haya hecho lo que te he hablado.’”—Génesis 28:12-15.

      7, 8. (a) Esta declaración divina significó ¿qué, para la línea por la cual vendría el Mesías? (b) A diferencia de Esaú, Jacob se distinguió por la adoración de ¿quién?

      7 Según esta declaración irreversible del Dios que no miente, Dios cumpliría la Promesa Abrahámica dada en Génesis 12:1-7 por medio de los descendientes o la descendencia de Jacob.

      8 Esto significaba que el Mesías, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios, vendría por la línea de Jacob. Por eso nos especializamos en seguir la historia de los descendientes de Jacob más bien que en la historia de las naciones y las familias del suelo a quienes todavía les espera ser bendecidas por la “descendencia” mesiánica. Además, el Dios de Abrahán e Isaac llegó a ser llamado el “Dios de Jacob.” Esto no se puede decir para Esaú (o Edom), que no se distinguió en la adoración de Jehová y cuyos descendientes llegaron a ser enemigos de los adoradores de Jehová. El ídolo Qos fue el ‘dios de Edom.’ (2 Crónicas 25:14; Ezequiel, capítulo 35 treinta y cinco) El templo que más tarde se construyó en Jerusalén llegó a ser llamado “la casa del Dios de Jacob.” (Isaías 2:3) Como ejemplo para nosotros ahora en estos días de dificultades, el salmista inspirado dice: “Jehová de los ejércitos está con nosotros; el Dios de Jacob es altura segura para nosotros.”—Salmo 46:11.

      SELECCIÓN DE LA TRIBU REAL

      9. (a) ¿Por qué se llama israelitas a los descendientes de Jacob? (b) ¿En qué lugar llegó a ser padre de su hijo número doce Jacob?

      9 Jacob, mientras estuvo alejado por veinte años en Padán-aram en el valle mesopotámico, se casó dentro de la relación de familia aprobada por su padre Isaac y llegó a ser padre de once hijos. Entonces Dios le dijo que regresara a la Tierra Prometida, de la cual había huido. (Génesis 31:3) Fue mientras Jacob viajaba de regreso que se le dio el sobrenombre de Israel. El ángel de Dios le dijo: “Ya no serás llamado por nombre Jacob, sino Israel, porque has contendido con Dios y con hombres de modo que por fin prevaleciste.” (Génesis 32:28) En consecuencia, a los descendientes de Jacob se les llamó israelitas. (Éxodo 17:11) Más tarde, cuando Jacob o Israel regresaba de haber hecho una nueva visita a Betel, donde había tenido el sueño de la escalera, llegó a ser padre de su hijo número doce, Benjamín. Pero Raquel, la esposa amada de Jacob, murió al dar a luz este hijo segundo de ella. Según el registro de Génesis 35:19, “así murió Raquel y fue enterrada en el camino a Efrata, es decir, Belén.”

      10. Durante el tiempo en que Jacob siguió permaneciendo en la Tierra Prometida, ¿qué cosas hizo Rubén que lo descalificaron?

      10 Jacob, después de regresar a la Tierra Prometida en 1761 a. de la E.C., continuó viviendo allí como residente forastero por treinta y tres años. Durante ese tiempo sucedieron varias cosas significativas, pero no según ningún plan por Dios. El padre de Jacob, Isaac, murió a la edad de ciento ochenta años. (Génesis 35:27-29) El hijo mayor de Jacob, Rubén, violó sexualmente a la concubina de su padre, Bilha la sirvienta de Raquel. (Génesis 35:22) Esto descalificó a Rubén de disfrutar del derecho de primogénito de su padre Jacob y también de que el Mesías real viniera a través de su línea. Esto ciertamente no fue planeado por Jehová Dios, porque Él no tiene parte en fornicación incestuosa como ésa.—Génesis 49:1-4.

      11, 12. (a) ¿Cómo se descalificaron Simeón y Leví de toda oportunidad en cuanto a la línea mesiánica? (b) ¿Qué tuvo que hacer Dios ahora en cuanto a la selección?

      11 Antes de la muerte de Raquel y del acto de pasmosa inmoralidad de Rubén, Dina la hija de Jacob fue violada sexualmente por un habitante de la Tierra Prometida, a saber, Siquem el hijo de Hamor el heveo, que vivía en la ciudad de Siquem. Entre los hijos de Jacob hubo gran indignación debido a esta “locura deshonrosa contra Israel.” Por eso, cuando los habitantes varones de Siquem se hallaron incapacitados debido a que cumplieron con el requisito de circuncidarse, Simeón el segundo hijo de Jacob y Leví su tercer hijo tomaron espadas y efectuaron una matanza de todos aquellos varones siquemitas que nada sospechaban, después de lo cual saquearon la ciudad.

      12 Jacob como profeta de Dios no aprobó esta violencia. Les dijo a Simeón y Leví que por aquello lo habían hecho un “hedor a los habitantes del país” y lo habían expuesto a él y su casa a aniquilación por los pueblos del país, que eran más numerosos. (Génesis 34:1-30) Debido a aquel degüello cruel en cólera y furia, Simeón y Leví se descalificaron en cuanto a que la línea de cualquiera de ellos llevara a la “descendencia” mesiánica. Por eso este privilegio honorable tenía que ir ahora a otro hijo que no fuera Simeón ni Leví ni el que naturalmente era el hijo primogénito, Rubén. (Génesis 49:5-7) Ciertamente Jehová Dios no había planeado los asuntos de ese modo. Él ahora tuvo que adaptarse al nuevo conjunto de circunstancias. Él todavía indicaría su selección entre los restantes hijos de Jacob por medio de su profeta, Jacob o Israel.

      13, 14. ¿Cómo fue que Jacob y su casa llegaron a mudarse abajo a Egipto para estar con José allí?

      13 El hijo primogénito de la amada segunda esposa de Jacob, Raquel, fue el hijo número once de la familia, a saber, José. Jacob desplegó afecto especial para con este hijo de su edad avanzada. Por esta razón los medio hermanos de José lo envidiaron. Sin que su padre lo supiera, se las arreglaron para vender a José a unos mercaderes viajantes que iban camino a Egipto. Hicieron que Jacob el padre de ellos creyera que José había sido muerto por una bestia salvaje.

      14 José fue vendido como esclavo para servir en Egipto, pero por el favor del Dios a quien adoraba y obedecía fielmente fue ascendido al puesto de administrador de alimentos y primer ministro de Egipto bajo Faraón. En el año 1728 a. de la E.C. José se reconcilió con sus medio hermanos arrepentidos que habían bajado a Egipto en busca de alimentos durante el hambre mundial. Después de eso, por arreglos de José, su padre Jacob o Israel se mudó con toda su casa abajo a Egipto y se estableció en lo que era llamado la Tierra de Gosén. Allí Jacob continuó viviendo por diecisiete años.—Génesis, capítulos 37-47.

      15, 16. Jacob entonces entró en Egipto como el que todavía era heredero de ¿qué? ¿y cómo se llama esto a la atención en el Salmo 105:7-15?

      15 Fue por las instrucciones de Dios que Jacob salió de la Tierra Prometida y bajó a Egipto en respuesta a la invitación de José. (Génesis 46:1-4) Bajó allí como el que todavía era el heredero de la Promesa Abrahámica y el que podía pasarla adelante. Salmo 105:7-15 señala a este hecho y dice:

      16 “Él es Jehová nuestro Dios. Sus decisiones judiciales están en toda la tierra. Él se ha acordado de su pacto aun hasta tiempo indefinido, la palabra que él mandó, a mil generaciones, el cual pacto celebró con Abrahán, y de su juramento a Isaac, y el cual juramento él mantuvo fijo como disposición reglamentaria aun a Jacob, como pacto indefinidamente duradero aun a Israel, diciendo: ‘A ti te daré la tierra de Canaán como el lote de la herencia de ustedes.’ Esto era cuando resultaban ser pocos en número, sí, muy pocos, y residentes forasteros en ella. Y ellos siguieron andando de nación en nación, de un reino a otro pueblo. No permitió que ningún humano los defraudara, antes bien, a causa de ellos censuró a reyes, diciendo: ‘No toquen ustedes a mis ungidos [en hebreo el número plural de mashíahh, o mesías], y a mis profetas no les hagan nada malo.’”

      17. ¿Por qué llamó Jehová “profetas” y “ungidos” suyos a Abrahán, Isaac y Jacob?

      17 Así Jehová llamó profetas suyos a Abrahán, Isaac y Jacob, y ellos realmente lo fueron. (Génesis 20:7) Se podía decir que un profeta era ungido debido a que era designado o nombrado, aun sin que se derramara aceite oficial sobre él. (1 Reyes 19:16, 19; 2 Reyes 2:14) De igual manera, aunque Abrahán, Isaac y Jacob no fueron ungidos con aceite de la manera que Jacob ungió la columna en el lugar llamado Betel, era propio llamarlos “ungidos” debido a la acción de Jehová para con ellos. (Génesis 28:18, 19; 31:13) El hecho de que Jehová los llamó “mis ungidos” indica que él los nombró, los escogió. La traducción de la Biblia por Moffatt, en inglés, vierte Salmo 105:15 así: “Jamás toquéis a mis escogidos, jamás perjudiquéis a mis profetas.” (También 1 Crónicas 16:22) Jehová escoge a quien quiere; hay propósito detrás de su selección.

      18. Por consiguiente, ¿cómo se designó también a la nación que vendría por medio de Abrahán, Isaac y Jacob, y por qué era apropiado eso?

      18 Abrahán, Isaac y Jacob eran los “mesías” de Jehová, y es en armonía con esto que la nación mesiánica vino por medio de ellos. Las Santas Escrituras llaman a esta nación escogida el “mesías” o “ungido” de Jehová. En Salmo 28:8, 9, el salmista David dice: “Jehová es una fuerza para su pueblo, y es una plaza fuerte de la magnífica salvación de su ungido [hebreo: mashíahh]. Salva, sí, a tu pueblo, y bendice a tu herencia; y pastoréalos y llévalos hasta tiempo indefinido.” Más tarde, el profeta Habacuc le dijo a Jehová en oración: “Saliste para la salvación de tu pueblo, para salvar a tu ungido [mashíahh].” (Habacuc 3:13) Era en consistencia con esto que, por medio de este pueblo “ungido” o nación ‘ungida,’ había de venir al tiempo señalado de Dios el verdadero Mesías, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios.—Génesis 3:15.

      19. Por ser cabezas de doce tribus, a los hijos de Jacob se les llamó, ¿qué?

      19 Fue abajo en Egipto donde los descendientes de Jacob llegaron a ser un pueblo numeroso, listo para convertirse en nación. Fue acerca de cuando Jacob estuvo en su lecho de muerte (en 1711 a. de la E.C.) y dio sus palabras de despedida a sus hijos que se dijo: “Todos éstos son las doce tribus de Israel, y esto es lo que les habló su padre cuando estuvo bendiciéndolos. Los bendijo a cada uno conforme a su propia bendición.” (Génesis 49:28) A estos doce hijos de Jacob, al llegar a ser cada uno cabeza de una tribu, se les llamó “patriarcas,” o ‘cabezas de los padres.’ Como en cierta ocasión dijo uno que discursó delante del Sanedrín de Jerusalén: “Luego le otorgó el pacto de la circuncisión; y así engendró a Isaac, a quien circuncidó el día octavo, e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas. Pero los patriarcas, por envidia de José, vendieron a éste para Egipto; mas Dios estaba con él.” (Hechos 7:8, 9, Nácar-Colunga) Correctamente, los judíos de habla griega hablaban de “el patriarca Abrahán,” y también “del patriarca David.”—Hebreos 7:4; Hechos 2:29, NC.

      20. ¿Se estableció así en Israel un patriarcado religioso?

      20 Sin embargo, esto no quiere decir que entre los descendientes de Jacob allá en Egipto se estableció un patriarcado religioso. Después de la muerte de Jacob en la tierra de Gosén, José como el primer ministro de Egipto para Faraón no se estableció como el cabeza patriarcal de las “doce tribus de Israel,” aunque la bendición final de su padre sobre él indicó que el derecho de primogénito había sido transferido a José.—Génesis 49:22-26; 50:15-26.

      21. (a) ¿A quién indicó Jacob que ahora había sido transferido el derecho de primogénito? (b) ¿De quién dependía la selección del cabeza de la línea que llevaría hasta el rey mesiánico?

      21 Por las bendiciones proféticas que dio a sus doce hijos el patriarca Jacob reveló más que solo el hecho de que la primogenitura o derecho del primogénito había sido transferido de Rubén, el hijo primogénito de Jacob por su primera esposa Lea, a José, el hijo primogénito de su segunda esposa Raquel. (Génesis 29:21-32) Antes de vender a José a la esclavitud en Egipto, sus medio hermanos se resintieron ante la idea de que él pudiera llegar a ser rey sobre ellos. (Génesis 37:8) Pero mucho tiempo antes de esto, cuando Dios le dio al patriarca Abrahán el pacto de la circuncisión, Dios predijo que de Abrahán saldrían reyes, y esto por medio de su esposa Sara, cuyo nombre Dios entonces cambió de Sarai a Sara, que significa “Princesa.” (Génesis 17:16) Además, cuando Dios le cambió el nombre de Jacob a Israel, prometió que de Jacob saldrían reyes. (Génesis 35:10, 11) No obstante, el derecho de hijo primogénito de la familia no llevaba consigo automáticamente el derecho y honor de ser el antepasado de la línea de reyes que llevaría hasta el Rey Mesiánico, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios. Este asunto vital dependía de la selección de Dios. Él hizo que Jacob señalara cuál hijo sería antepasado de aquel Rey.

      22. En una bendición, ¿en cuanto a qué hijo aludió Jacob a un “cetro” y un “bastón de mando”?

      22 Después de expresar que no aprobaba a Rubén, Simeón ni Leví, Jacob, moribundo, dijo con referencia a su cuarto hijo por su primera esposa Lea: “En cuanto a ti, Judá, tus hermanos te elogiarán. Tu mano estará en la cerviz de tus enemigos. Ante ti se postrarán los hijos de tu padre. Cachorro de león es Judá. De la presa, hijo mío, ciertamente subirás. Se inclinó, se estiró como león y, como león, ¿quién se atreve a hacer que se levante? El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies, hasta que venga Silo; y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.”—Génesis 49:8-10.

      23. Todos esos rasgos: cetro, bastón de mando, obediencia de los pueblos, comparación con un león, ¿qué denotan para Judá?

      23 Notemos que Jacob compara a Judá con un león. Miqueas 5:8 asemeja al león a un rey animal del bosque. Ezequiel 19:1-9 compara con leones a los reyes del reino de Judá. Así, el que Jacob compare a Judá con un león encaja bien con el hecho de que el cetro no había de ‘apartarse de Judá,’ lo cual daba a entender que Judá ya tenía el cetro y no lo perdería o sería privado de él. El que éste era el cetro de la posición de rey está sostenido por el hecho de que el cetro estaba vinculado con el “bastón de mando,” que tampoco había de apartarse de Judá antes que viniera Silo. Además, a Judá, representado por este Silo, “pertenecerá la obediencia de los pueblos.” (Génesis 49:10) ¡Todos estos rasgos acerca de Judá denotan realeza!

      24, 25. (a) ¿Qué significa el nombre Silo, y a quién aplica? (b) ¿Por qué no tendrá que apartarse de Judá el cetro real?

      24 Se entiende que el nombre Silo significa “Aquel del Cual Es.” La antigua Vulgata latina, que fue traducida del texto original hebreo de su día, dice: “Hasta que venga el que ha de ser enviado.”

      25 La venida de este Silo (“Aquel del Cual Es”) se refiere al mismo cuya venida se predice en las palabras del Señor Soberano Jehová al último rey de Jerusalén de la tribu de Judá: “Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él.” (Ezequiel 21:27) Esto indudablemente alude a la venida del Rey Mesiánico, la “descendencia” de la “mujer” figurativa de Dios, porque con su venida no se necesita más sucesión de reyes después de él. Entonces el reino en la tribu de Judá alcanza su culminación y permanece para siempre en las manos de Silo. Este es el Rey Mesiánico que se sentará a la diestra de Jehová en los cielos y será un rey como Melquisedec, a quien el patriarca Abrahán pagó los diezmos de los despojos de victoria. (Salmo 110:1-4) Así el cetro real no se apartaría de Judá.

      26. (a) ¿Cómo muestra 1 Crónicas 5:1, 2 que derecho de primogénito es una cosa y conexiones con la realeza es otra? (b) A pesar de desenvolvimientos no planeados, Jehová pudo, y con libertad, hacer ¿qué?

      26 El hecho de que el derecho del primogénito de la familia era una cosa y la asignación de acaudillamiento real era otra cosa, y de que Dios por medio del patriarca moribundo Jacob asignó el acaudillamiento real a Judá, se expresa con claridad en la Escritura. En 1 Crónicas 5:1, 2 leemos lo siguiente acerca de los hijos de Jacob: “Y los hijos de Rubén el primogénito de Israel —porque era el primogénito; pero porque profanó el canapé de su padre su derecho como primogénito fue dado a los hijos de José hijo de Israel, de manera que [Rubén] no había de ser registrado genealógicamente para el derecho del primogénito. Pues Judá mismo resultó ser superior entre sus hermanos, y el que había de ser caudillo procedía de él [y el príncipe descendió de él (Leeser); y de él vino el que es el príncipe (Jewish Publication Society [Versión de la Sociedad Judía de Publicación, en inglés])]; pero el derecho como primogénito fue de José.” No podemos decir de esto que el Dios Todopoderoso y Omnisapiente lo planeó de este modo, porque él no indujo los malos hechos de Rubén, Simeón y Leví y las consecuencias de ellos. Más bien, según la manera en que se produjeron los desenvolvimientos no planeados él tuvo libertad para seleccionar a Judá. Prescindiendo de lo que sucedió él pudo apegarse a su propósito original y desenvolverlo sin cambio.

      27, 28. (a) ¿En qué nación, pues, mantendremos puestos los ojos, y en qué parte de ella en particular? (b) Al obrar en armonía con la evidencia que Dios suministra, ¿de qué beneficios disfrutaremos?

      27 Las selecciones y los movimientos de Dios sirven como guía segura para nosotros a medida que consideramos Su “propósito eterno” que formó con relación al Ungido, el Mesías. Por las palabras proféticas que él hizo que el patriarca moribundo Jacob pronunciara por inspiración en cuanto a Judá, sabemos el proceder que debemos seguir. Tenemos que mantener los ojos puestos, no meramente en las doce tribus de Israel en general, sino en la tribu de Judá en particular debido a su relación directa con el Mesías de Jehová, la “descendencia” de Su “mujer” celestial. Se sigue acumulando la evidencia que nos ayuda a identificar a este Rey Mesiánico con el cual está envuelto el “propósito eterno” de Dios.

      28 Obrando en armonía con la evidencia según nos la suministra el Señor Soberano Jehová, evitaremos llegar a ser seguidores de un desilusionador Mesías falso. En vez de eso, experimentaremos el gozo de reconocer al verdadero Mesías procedente de Dios y seguir a aquel por medio del cual todas las naciones de la Tierra se procurarán una bendición eterna.

  • Una nación que entró en un pacto con Dios
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 9

      Una nación que entró en un pacto con Dios

      1. Las naciones hoy son demasiado materialistas para formar una organización de tratado con ¿quién?

      EN LOS asuntos internacionales es la costumbre que un estado entre en un tratado con otro estado para defensa mutua o para relaciones pacíficas o intercambios culturales u otros asuntos. Puede ser que varios estados políticos entren en una organización bajo un tratado, como sucede hoy en el caso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (NATO), la Organización del Tratado de Varsovia (o del Pacto de Varsovia), o la Organización del Tratado del Sudeste de Asia (SEATO). Pero, ¿qué estado político o nación hoy está en un pacto con Dios? Las naciones hoy son demasiado materialistas para formar una organización de tratado con un Ser celestial invisible como una de las partes del tratado.

      2. ¿Qué preguntas queremos que se nos contesten acerca de una nación que entró en un pacto con Dios?

      2 En la antigüedad, sin embargo, hubo una nación verdadera y viva en la Tierra que entró en un pacto con el Dios Altísimo del cielo. Esto significaba un pacto entre una parte terrestre y una parte celestial, una parte visible y una parte invisible. Todo pacto tiene un propósito declarado. ¿Qué propósito tuvo aquel pacto histórico entre una nación en la Tierra y el único Dios vivo y verdadero en el cielo? ¿Cómo se hizo un pacto tan aparentemente fuera de equilibrio? Estas son preguntas cuya respuesta queremos conseguir ahora.

      3. ¿Quién sería el que propiamente hubiera de hacer arreglos para los términos, el mediador, las condiciones y el tiempo de tal pacto?

      3 El Dios Altísimo, que es omnisapiente y todopoderoso, sería Quien propiamente hubiera de ofrecer o hasta proponer un pacto tal con una nación de personas imperfectas, pecaminosas. En medio de las circunstancias, sería apropiado que Él declarara el propósito del pacto y dictara sus términos y nombrara un mediador que obrara entre Él y los hombres. Señalaría las condiciones según las cuales el pacto continuaría y también seleccionaría el tiempo para el establecimiento de tal pacto o convenio. El tiempo que Dios fijó con mucha anterioridad fue en el siglo dieciséis antes de nuestra era común (o a. de la E.C.).

      4. En la ocasión de hacer un pacto formal con Abrahán sobre sacrificio, ¿qué período predijo Dios para la descendencia de éste?

      4 Dios había hecho un pacto formal sobre sacrificio con el antepasado de toda esta nación que había de ser admitida en un pacto nacional al debido tiempo. Fue después que Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, pronunció una bendición sobre Abrahán, quien había resultado victorioso militarmente, que Dios introdujo a Abrahán en este pacto formal con Él sobre sacrificio. Al dar a Abrahán fuerte seguridad o garantía de que la promesa divina se cumpliría en los descendientes de Abrahán, Dios le dijo: “Puedes saber con seguridad que tu descendencia llegará a ser residente forastera en tierra ajena, y tendrá que servirles, y éstos ciertamente la afligirán por cuatrocientos años. Pero a la nación que ellos servirán yo la estoy juzgando, y después de eso, saldrán con muchos bienes. En cuanto a ti, irás a tus antepasados en paz; serás enterrado en buena vejez. Pero en la cuarta generación ellos volverán acá, porque todavía no ha quedado completo el error de los amorreos.”—Génesis 15:13-16.

      5. El largo tiempo que había de pasar antes que la descendencia de Abrahán ocupara la Tierra Prometida permitía que sucediera ¿qué?

      5 Así el que la tierra o país fuera tomado por la descendencia natural o física de Abrahán fue pospuesto para más de cuatrocientos años después. Este largo período de tiempo permitiría que la descendencia física o natural escogida de Abrahán se desarrollara en un pueblo de muchos miembros, lo suficientemente numeroso como para desalojar a los amorreos que ocupaban la tierra de Canaán y que iban de mal en peor en el “error” de sus caminos paganos. Aunque la descendencia natural de Abrahán crecería hasta ser un pueblo de gran tamaño en una tierra extranjera con relación a la tierra de los cananeos, sin embargo Dios les mantendría ese país en reserva para ellos hasta que el “error” de los habitantes de la tierra prometida se hubiera hecho tan malo que merecieran ser purgados del país. Jehová ahora garantizó con un pacto formal que él daría el territorio a la descendencia natural de Abrahán cuando hubiera llegado el tiempo apropiado para ello.

      “En aquel día celebró Jehová un pacto con Abrán, diciendo: ‘A tu descendencia ciertamente daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates: los quenitas y los quenecitas y los cadmoneos y los hititas y los perezeos y los refaim y los amorreos y los cananeos y los gergeseos y los jebuseos.’”—Génesis 15:18-21.

      6. ¿Sería cancelada la Promesa Abrahámica por el pacto nacional? ¿Qué propósito tendría el pacto con relación a los descendientes de Abrahán?

      6 En contraste con aquel pacto divino con un solo hombre, Abrahán, el pacto que Dios tenía en mira se haría con una gran nación de descendientes de Abrahán por medio de la línea escogida. Aquel pacto nacional se añadiría a la Promesa Abrahámica, que se hizo valedera cuando Abrahán cruzó el río Éufrates en el norte y entró en el territorio que estaba abarcado dentro de las fronteras declaradas en el pacto formal de Dios con Abrahán sobre sacrificio. (Génesis 12:1-7) La celebración del pacto con la nación de los descendientes de Abrahán no canceló la Promesa Abrahámica; fue simplemente algo que se añadió a ella. Y eso se hizo con sabiduría, porque no todos los descendientes carnales de Abrahán resultarían adecuados para participar en la Promesa Abrahámica en cuanto a su cumplimiento para bendición de todas las naciones y familias del suelo. Por lo tanto, el pacto nacional que se añadiría serviría bien como ayuda o medio para preparar a los que fueran dignos para recibir y seguir lealmente al verdadero Mesías, la “descendencia” prometida de la “mujer” celestial de Dios, cuando Dios enviara y ungiera a éste.

      7. ¿Por qué razones no concluiría Dios el pacto con los descendientes de Abrahán antes del fin de aquellos cuatrocientos años?

      7 No se efectuaría la celebración de ese pacto nacional adicional antes que pasaran más de cuatrocientos años desde cuando Dios hubo concluido este pacto con Abrahán sobre sacrificio, porque en aquel tiempo Abrahán no tenía ninguna prole en absoluto por su esposa Sara, que entonces era estéril. Además, Dios no haría un pacto con los descendientes de Abrahán cuando ellos estuvieran en servidumbre y siendo afligidos por una nación extranjera. Especialmente sería eso así cuando la celebración del pacto exigía la clase de sacrificios que le eran detestables y recusables a la nación que los afligía y los esclavizaba. (Éxodo 8:25-27) Solo después que Dios hubiera ejecutado juicio adverso en la nación opresora y librado a su pueblo y les hubiera otorgado libertad para entrar en un pacto con Él establecería Dios un pacto con ellos. Esto sería al fin de los predichos “cuatrocientos años.” Así notamos que Jehová Dios ha marcado sus propios períodos para la resolución o desenvolvimiento de su “propósito eterno” con relación a su Ungido, Mesías.

      8, 9. (a) ¿Qué período comenzó cuando Isaac fue destetado, y por qué? (b) El fin de aquel período era el tiempo para ¿qué, con relación a la descendencia natural de Abrahán?

      8 Veinticinco años después de haber entrado Abrahán en la Tierra Prometida, o cuando tenía cien años, llegó a ser padre de su único hijo por su verdadera esposa, Sara, lo cual fue, por supuesto, debido a un milagro divino. Esto fue en la tierra que todavía no pertenecía a Abrahán ni a su hijo Isaac. Fue cuando Isaac fue destetado que empezó a venirle aflicción a la “descendencia” natural por medio de la cual el Mesías vendría. Esto fue cuando Ismael el medio hermano de diecinueve años de edad de Isaac se burló de Isaac, que acababa de ser destetado. Aquella conducta que mostraba envidia podía desarrollarse en una amenaza a la vida de Isaac, el heredero que Dios le había dado a Abrahán.—Génesis 16:11, 12.

      9 Según las medidas del tiempo este principio de la aflicción de la “descendencia” de Abrahán en una tierra que no era de ellos ocurrió cuando Abrahán tenía ciento cinco años de edad e Isaac tenía cinco años. Eso fue en el año 1913 a. de la E.C. (Génesis 21:1-9; Gálatas 4:29) Por consiguiente, los “cuatrocientos años” de aflicción que le vendrían a la “descendencia” natural de Abrahán terminarían en 1513 a. de la E.C. Ese sería el año en el cual la descendencia de Abrahán saldría de la tierra de la nación opresora y comenzaría a regresar a la tierra de sus antepasados, la Tierra Prometida. Ese era el debido tiempo para que Dios estableciera el pacto nacional con la “descendencia” de Abrahán, para introducirlos en la Tierra Prometida como una nación en un pacto valedero con Él. El tiempo para esto, al fin de los cuatrocientos años, también fue cuatrocientos treinta años después que Abrahán hubo cruzado el río Éufrates y la Promesa Abrahámica hubo entrado en vigor.—Éxodo 12:40-42; Gálatas 3:17-19.

      ESTABLECIMIENTO DE UN PACTO NACIONAL

      10. ¿Hasta qué punto creció la descendencia natural de Abrahán en Egipto, pero finalmente en qué condición?

      10 Desde cuando Jacob el nieto de Abrahán salió con su casa de la tierra de Canaán, y hasta el fin de los cuatrocientos años, los descendientes de Jacob, las doce tribus de Israel, se hallaron en la tierra de un Egipto camítico (no un Egipto árabe, como el de hoy). Como predijo Jehová Dios, le había sobrevenido aflicción a la “descendencia” natural de Abrahán y esta aflicción ahora se había hecho muy severa. Esto tenía como objeto exterminar al pueblo del amigo de Dios, Abrahán. A pesar de esto, ellos habían aumentado hasta hacerse como las estrellas de los cielos y como los granos de arena en la orilla del mar, innumerables, como Dios había prometido. Por fin, pudieron juntar “seiscientos mil hombres físicamente capacitados a pie,” aptos para el servicio militar. (Éxodo 12:37) No, Dios no había olvidado el pacto que había hecho con su amigo Abrahán. También observó el horario o arreglo de tiempos que había anunciado. De modo que estaba listo para la acción debida al debido tiempo.

      11. ¿A quién levantó Dios para que fuera caudillo para Israel, y cómo había tratado éste de mostrar que era un caudillo?

      11 ¿Quién debería ser ahora el caudillo visible de ellos? Dios no escogió al jefe de la tribu de Judá como si eso fuera obligatorio debido a la bendición del Reino que Jacob había pronunciado en cuanto a Judá. (Génesis 49:10; 1 Crónicas 5:1, 2) En vez de eso, el Dios Altísimo, con su derecho inherente de selección, escogió a un hombre apto de la tribu de Leví, Moisés el bisnieto de Leví. (Éxodo 6:20; Números 26:58, 59) Cuarenta años antes del fin de los cuatrocientos años, Moisés decidió abandonar la vida en la corte de Faraón de Egipto y decidió correr la suerte de sus hermanos israelitas y se ofreció a ellos como su caudillo para sacarlos de la esclavitud. “Suponía que sus hermanos comprenderían que por su mano Dios les daba salvación, pero ellos no lo comprendieron.” Dios no había enviado entonces a Moisés a librar al pueblo esclavizado. Moisés se vio obligado a huir debido a que Faraón procuró matarlo. Se refugió en la tierra de Madián y se casó y llegó a ser pastor para su suegro.—Éxodo 2:11 a 3:1 inclusive; Hechos 7:23-29.

      12. ¿Cuándo y dónde llegó a ser Moisés el “ungido” de Jehová, y con qué misión?

      12 Pasaron cuarenta años, y Moisés cumplió ochenta años de edad. Entonces, mientras Moisés pastoreaba en la península de Sinaí, el ángel de Dios se le manifestó milagrosamente a Moisés al pie del monte Horeb, a unos trescientos veinte kilómetros al sudeste del canal de Suez de la actualidad. Aquí, en Horeb, Jehová Dios le deletreó Su nombre, por decirlo así, a Moisés, diciendo: “‘YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER.’ . . . Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: ‘YO RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes.’” (Éxodo 3:2-14) Así, Dios nombró profeta y representante de Él a Moisés, y ahora correctamente se podía llamar a Moisés un “ungido,” o “mesías,” lo mismo que a sus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob. (Salmo 105:15; Hechos 7:30-35; Hebreos 11:23-26) Jehová indicó que sería en el monte Horeb donde introduciría al pueblo de Moisés en un pacto con Él, porque Jehová dijo que Moisés los sacaría de Egipto y los llevaría a esta montaña, para que Le sirvieran allí.—Éxodo 3:12.

      13. ¿Cómo se hizo que Faraón llegara hasta el punto de ordenar a los israelitas que salieran de Egipto?

      13 Debido a que Faraón rehusó repetidamente dejar que los israelitas salieran en libertad, Jehová hizo caer una serie de plagas sobre él y su pueblo. La décima y última plaga fue la que quebrantó el duro corazón de Faraón y su resistencia. Esta plaga mató a todos los primogénitos de las familias egipcias y de sus animales domésticos. La razón por la cual a los israelitas no se les mató el primogénito fue que obedecieron a Jehová Dios y celebraron la comida de la Pascua, su primera comida de esa clase, en sus hogares. El ángel del juicio de Jehová, al contemplar la sangre del cordero de la Pascua salpicada en los postes de las puertas y en la parte superior de la entrada de sus hogares, los pasó por alto, y la muerte no invadió el círculo de la familia. Naasón, el padre de Salmón, de la tribu de Judá, quedó vivo, y también Nadab, el hijo primogénito del hermano mayor de Moisés, Aarón. Pero el primogénito de Faraón murió. Afligido y bajo la insistencia de los egipcios dolientes, Faraón ordenó que los israelitas, que no habían recibido daño, salieran del país.—Éxodo 5:1 a 12:51.

      14. ¿Qué períodos terminaron en aquel primer día de la Pascua, y qué ordenó Dios respecto a aquella noche?

      14 Aquella memorable noche de la Pascua del año 1513 a. de la E.C. puso fin simultáneamente a varios períodos marcados. Los cuatrocientos años de la aflicción de la descendencia natural de Abrahán en una tierra que no era de ellos terminaron. Doscientos quince años de residencia en Egipto desde la entrada del patriarca Jacob terminaron. Cuatrocientos treinta años contados desde cuando Abrahán cruzó el río Éufrates y empezó a morar en la Tierra Prometida terminaron. No es de extrañar que leamos: “Y la morada de los hijos de Israel, que habían morado en Egipto, fue de cuatrocientos treinta años. Y aconteció al cabo de los cuatrocientos treinta años, sí, aconteció en este mismo día que todos los ejércitos de Jehová salieron de la tierra de Egipto. Es noche de observancia con respecto a Jehová por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Con respecto a Jehová esta noche es una de observancia de parte de todos los hijos de Israel durante todas sus generaciones.”—Éxodo 12:40-42.

      15. ¿Cómo libró Dios a los israelitas de los egipcios que los perseguían, y qué cantaron ellos entonces?

      15 Como estrategia, Jehová por medio de Moisés llevó a su pueblo liberado a la orilla del brazo occidental superior del mar Rojo. Imaginándose que los israelitas estaban atrapados, Faraón y los conductores de sus carros y sus jinetes los persiguieron y se abalanzaron contra sus esclavos que escapaban. Pero el Dios Todopoderoso hizo que se abriera un paso entre las aguas y durante la noche los israelitas pasaron a las orillas de la península de Sinaí por el lecho seco. Cuando se permitió que los egipcios entraran en el corredor o paso de escape, Dios hizo que las aguas del mar Rojo volvieran sobre ellos y ahogaran a los egipcios y sus caballos. La palabra de Dios no había fallado, aquella palabra de que Él juzgaría a la nación de opresores de la “descendencia” natural de Abrahán. (Génesis 15:13, 14) A salvo en las orillas de Sinaí, los testigos del juicio de Jehová cantaron: “Jehová reinará hasta tiempo indefinido, aun para siempre. . . . Canten a Jehová, porque se ha ensalzado soberanamente. Al caballo y a su jinete en el mar ha arrojado.”—Éxodo 15:1-21.

      16. ¿Qué le propuso Dios a Israel cuando éste estaba acampado en Horeb, y qué propósito tuvo aquello?

      16 Un día especial fue marcado cuando los israelitas entraron en el desierto de Sinaí y acamparon al pie de la “montaña del Dios verdadero,” Horeb, en el tercer mes lunar (Siván) después de haber salido de Egipto. Era allí donde servirían a Jehová, según él le dijo a Moisés. (Éxodo 3:1, 12; 19:1) Ahora el profeta Moisés hubo de obrar como el mediador entre Dios y el pueblo acampado. Jehová ahora propuso un pacto entre Él y el pueblo y declaró el propósito del pacto. A Moisés, arriba en el monte Horeb, le dijo: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel: ‘Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.’”—Éxodo 19:3-6.

      17. ¿Qué procedimiento muestra si Jehová obligó a los israelitas salvados a entrar en aquel pacto o no?

      17 El Dios Altísimo no obligó a los israelitas a entrar en este pacto. Les dio libertad para escoger si entraban en un pacto con él o no, aunque los había salvado de los egipcios y del mar Rojo. ¿Llegar a ser una “propiedad especial” para Jehová? ¿Llegar a ser “un reino de sacerdotes y una nación santa” para Él? Sí, eso era lo que los israelitas entonces deseaban hacer. Por eso, cuando Moisés habló a los hombres que representaban al pueblo acerca del pacto que Dios proponía, entonces, como leemos, “todo el pueblo respondió unánimemente y dijo: ‘Todo cuanto ha hablado Jehová estamos dispuestos a hacerlo.’” Moisés ahora le dio a Jehová un informe de la decisión del pueblo, y Jehová procedió entonces a establecer el pacto según se había convenido.—Éxodo 19:7-9.

      18. En el tercer día desde entonces, ¿qué le declaró Dios a Israel?

      18 Al tercer día después de aquello, Jehová, por medio de su ángel sobre el monte Sinaí allá en Horeb, les declaró a los israelitas congregados las Diez Palabras o los Diez Mandamientos. Nosotros podemos leer estos mandamientos en Éxodo 20:2-17.

      SE PREDICE UN MEDIADOR MAYOR

      19. (a) Debido al espectáculo, ¿qué le solicitaron a Moisés los israelitas? (b) ¿Qué dijo Moisés en respuesta?

      19 ¡La ocasión fue espectacular! “Ahora bien, todo el pueblo estaba viendo los truenos y los relampagueos y el sonido del cuerno y la montaña que humeaba. Cuando el pueblo alcanzó a verlo, entonces se estremecieron y estuvieron parados a cierta distancia. Y empezaron a decirle a Moisés: ‘Habla tú con nosotros, y escuchemos nosotros; pero no hable Dios con nosotros por temor de que muramos.’” (Éxodo 20:18, 19) La respuesta de Dios al otorgar esta solicitud de los israelitas asustados se da más plenamente en Deuteronomio 18:14-19. Allí, después de decirles a los israelitas que Dios no les había dado magos ni adivinadores como intermediarios entre Él y ellos, Moisés pasó a decir:

      “Pero en cuanto a ti, Jehová tu Dios no te ha dado nada semejante a esto. Un profeta de en medio de ti mismo, de tus hermanos, semejante a mí, es lo que Jehová tu Dios levantará para ti —a él ustedes deben escuchar— en respuesta a todo lo que le pediste a Jehová tu Dios en Horeb en el día de la congregación, diciendo: ‘No oiga yo de nuevo la voz de Jehová mi Dios, y no vea yo más este gran fuego, para que no muera.’ Ante eso, me dijo Jehová: ‘Ellos han hecho bien al hablar lo que hablaron. Un profeta levantaré para ellos de en medio de sus hermanos, semejante a ti; y verdaderamente pondré mis palabras en su boca, y él ciertamente les hablará a ellos todo lo que yo le mande. Y tiene que suceder que al hombre que no escuche mis palabras que él hablará en mi nombre, yo mismo le pediré cuenta.’”

      20, 21. (a) ¿Fue fácil para Israel creer que habría otro profeta semejante a Moisés? (b) ¿De qué manera sería semejante a Moisés este profeta futuro, y en qué escala?

      20 ¿Un profeta semejante a Moisés, a quien Dios hablaba, como si fuera, “cara a cara”? Puede haber sido difícil para los israelitas aceptar tal idea, cuando Moisés mismo les dijo lo que Dios había dicho. Sin embargo, eso fue lo que el Dios Todopoderoso dijo que levantaría para su pueblo. ‘Semejante a Moisés’ no significaría sencillamente igual a Moisés. El profeta prometido podía ser semejante a Moisés, y sin embargo ser mayor que Moisés.

      21 Desde los profetas israelitas que vinieron después de Moisés y adelantando hasta Malaquías mismo no hubo un profeta semejante a Moisés ni uno que fuera mayor que Moisés. (Deuteronomio 34:1-12) Pero, ¿qué hay del prometido Ungido, el Mesías, que sería la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios? (Génesis 3:15) Dios evidentemente estaba hablando acerca de éste cuando, en el monte Sinaí, le habló a Moisés acerca de un profeta futuro semejante a Moisés. Como Moisés, esta “descendencia” mesiánica sería un Mediador entre Dios y los hombres, pero mayor que Moisés. Ciertamente los adoradores del único Dios vivo y verdadero necesitan que para ellos ahora se haga más de lo que Moisés hizo para el antiguo Israel. De modo que Moisés prefiguró al Profeta Mayor de Jehová que había de venir.

      22. ¿Por qué se opondría al uso de imágenes en la adoración de Dios el venidero profeta semejante a Moisés?

      22 En aquel tiempo Jehová Dios también le dijo a Moisés: “Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: ‘Ustedes mismos han visto que fue desde los cielos que hablé con ustedes. No deben hacer junto conmigo dioses de plata, y no deben hacer para ustedes dioses de oro.’” (Éxodo 20:22, 23) Sin que se pueda negar, éste es un mandato contra usar imágenes sin vida, sin habla, de hechura humana, en la adoración del Dios que ha hablado desde el cielo mismo. Da énfasis vigorosamente a lo que Dios dijo en el segundo de los Diez Mandamientos, según se declara en Éxodo 20:4-6. El Profeta Mesiánico semejante a Moisés estaría contra tal uso de imágenes religiosas.

      23. ¿Por qué se le llama comúnmente el Pacto de la Ley a aquel pacto con Israel?

      23 Antes de establecer el pacto por medio de su mediador Moisés, Dios le dio a éste otras leyes además de los Diez Mandamientos. Se dieron en los capítulos veintiuno a veintitrés inclusive de Éxodo 21-23. Fueron escritas en un rollo o “libro,” que estaba a mano cuando el pacto iba a ser formalmente establecido. Puesto que este pacto fue señalando especialmente por la entrega de ley divina para que fuera observada por el pueblo escogido de Dios, era un pacto de ley y por lo general se le llama el Pacto de la Ley. A su código de leyes o conjunto de leyes en forma arreglada se le llama bíblicamente “la Ley”.

      24. ¿Cuánto tiempo después del pacto abrahámico se hizo el pacto de la Ley? ¿Es válida todavía la Promesa Abrahámica?

      24 Puesto que la Ley de este pacto con Israel fue presentada en la forma de los Diez Mandamientos solo unos cincuenta o cincuenta y un días después de la noche de la Pascua en Egipto, correctamente se podía decir que la Ley “vino a existir cuatrocientos treinta años después [después del pacto abrahámico de 1943 a. de la E.C.].” La entrega de la Ley a Israel después de tan largo intervalo no invalidó el pacto abrahámico, “para así abolir la promesa.” (Gálatas 3:17) La promesa de Dios de bendecir a todas las naciones y familias del suelo en la “descendencia” de Abrahán subsiste todavía. ¡No fracasará!

      25. ¿Sobre quiénes se hizo valedero u obligatorio el pacto de la Ley, y por la aplicación de qué al pacto?

      25 Asegurémonos de notar que el pacto de la Ley con Israel fue validado, hecho solemnemente valedero u obligatorio para las partes del pacto, por la aplicación de la sangre de las víctimas de los sacrificios. El registro de Éxodo 24:6-8 nos dice: “Entonces tomó Moisés [como mediador] la mitad de la sangre y la puso en tazones, y la mitad de la sangre la roció sobre el altar. Finalmente tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo. Entonces dijeron: ‘Todo lo que ha hablado Jehová estamos dispuestos a hacerlo y a ser obedientes.’ Así es que tomó Moisés la sangre y la roció sobre el pueblo y dijo: ‘Aquí está la sangre del pacto que Jehová ha celebrado con ustedes tocante a todas estas palabras.’”—Note también Éxodo 24:3.

      26. ¿Qué fue representado por la aplicación de la sangre al altar de Dios, y por qué rociar el pueblo con la sangre?

      26 El altar que Moisés había construido al pie del monte Sinaí representaba a Jehová Dios, a quien se habían ofrecido los sacrificios sobre este altar. Por eso, por la aplicación de la mitad de la sangre de las víctimas animales al altar, Jehová Dios fue puesto representativamente en el pacto y entró en obligación a él como parte en el pacto. Por otro lado, por el rociar la otra porción de la sangre de los sacrificios sobre el pueblo, ellos también entraron en el pacto como la otra parte de éste y solemnemente quedaron obligados a él para cumplir los términos del pacto que les aplicaban. Así, por la sangre las dos partes, Dios y la nación de Israel, fueron unidas en un pacto.

      27. ¿Qué cosa relacionada con el establecimiento del pacto de la Ley prueba que los israelitas no entraron en él en ignorancia o bajo obligación?

      27 La nación de Israel no entró en este pacto en ignorancia o bajo presión y obligación. El día antes de solemnizarse el pacto con sangre las palabras y decisiones de Dios les habían aceptado. Como declara Éxodo 24:3: “Entonces vino Moisés y le refirió al pueblo todas las palabras de Jehová y todas las decisiones judiciales, y respondió todo el pueblo con una sola voz y dijo: ‘Todas las palabras que ha hablado Jehová estamos dispuestos a ponerlas por obra.’” El día siguiente, después que Moisés leyó el “libro del pacto” al alcance del oído de todo el pueblo, ellos repitieron que aceptaban la Ley de Dios, después de lo cual fueron rociados con la sangre de los sacrificios. Ahora a toda la nación de Israel le era obligatorio hacer lo que Dios había declarado cuando propuso el pacto, diciendo: “Ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces . . . ”—Éxodo 19:5, 6.

      28. ¿Cuál de las partes del pacto de la Ley quedó en tela de juicio en cuanto a lealtad a sus términos, y, para que fueran santos, qué se requería?

      28 Se podía esperar que el Dios Todopoderoso fuera fiel a Su parte de este pacto bilateral, puesto que Él no cambia. (Malaquías 3:6) Los que quedaron en tela de juicio fueron los israelitas. ¿Serían ellos leales a Dios y llevarían a cabo lo que habían expresado que estaban dispuestos a hacer? ¿Estarían entre los leales que serían recogidos a Jehová, en cumplimiento del Salmo 50:4, 5: “Él llama a los cielos de arriba y a la tierra para ejecutar juicio sobre su pueblo: ‘Júntenme mis leales, los que celebraron mi pacto sobre sacrificio’”? No como individuos, sino como un pueblo entero, como nación, habían hecho este pacto de la Ley sobre un conjunto de sacrificios que eran para todo el pueblo. ¿Demostrarían que eran “una nación santa”? Para hacer esto tenían que mantenerse apartados de este mundo.

      29, 30. (a) ¿Fue hecho Israel un “reino de sacerdotes” tan solo por entrar en el pacto de la Ley, o cuál fue el arreglo para los sacerdotes? (b) A todos los varones calificados de tus otras familias de la tribu de Leví se les hizo ¿qué?

      29 Tan solo porque entraron en este pacto con el Dios Altísimo no fueron inmediatamente un “reino de sacerdotes.” De ninguna manera eran entonces un reino en el cual todo miembro varón fuera un sacerdote para Dios a favor de todas las otras naciones de la Tierra. Esta profecía de Isaías 61:6 todavía no se había cumplido para con ellos: “En cuanto a ustedes, los sacerdotes de Jehová se les llamará; los ministros de nuestro Dios se dirá que son. Los recursos de las naciones ustedes comerán, y en la gloria de ellas ustedes hablarán con exultación acerca de ustedes mismos.” Más bien, según los términos del pacto de la Ley, los miembros varones calificados de una sola familia de Israel fueron hechos los sacerdotes, para servir a favor de todo el resto de la nación. Esta fue la familia del hermano mayor de Moisés, Aarón, de la tribu de Leví. Él fue hecho el sumo sacerdote de Dios, y sus hijos fueron hechos los subsacerdotes. De modo que ellos compusieron un sacerdocio aarónico.

      30 Los miembros varones calificados de todo el resto de las familias de la tribu de Leví fueron hechos ministros para el sacerdocio aarónico, para ayudarlos a efectuar los servicios religiosos en la casa de Dios, o tienda de reunión, para la cual se hicieron estipulaciones en el pacto de la Ley.—Éxodo 27:20 a 28:4 inclusive; Números 3:1-13.

      31. ¿Por qué no se les hizo también reyes en Israel a los sacerdotes aarónicos?

      31 Así la tribu de Judá no tuvo participación en el sacerdocio del antiguo Israel, porque de esta tribu vendría el “caudillo” mesiánico, el llamado “Silo” a quien “pertenecerá la obediencia de los pueblos.” (Génesis 49:10; 1 Crónicas 5:2) De manera que, en el Israel antiguo, la dignidad real y el sacerdocio fueron mantenidos separados. Aarón y sus hijos no fueron hechos reyes-sacerdotes, y por eso no fueron como Melquisedec.

      32. ¿Qué fiestas había de celebrar anualmente Israel?

      32 Según el pacto de la Ley, tres fiestas nacionales había de celebrar todo el pueblo en la tienda o tabernáculo de adoración cada año. “Tres veces al año todo varón tuyo debe presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja: en la fiesta de las tortas no fermentadas y la fiesta de las semanas y la fiesta de las cabañas, y ninguno debe presentarse delante de Jehová con las manos vacías. La dádiva de la mano de cada uno debe ser en proporción con la bendición de Jehová tu Dios que él te haya dado.” (Deuteronomio 16:16, 17; Éxodo 34:1, 22-24) La fiesta de las tortas no fermentadas se celebraba con relación a la cena anual de la Pascua que conmemoraba el hecho de que Israel había sido librado de Egipto. La fiesta de las semanas se celebraba en el día cincuenta, es decir, después de pasar siete semanas comenzando con el 16 de Nisán; y los primeros frutos o primicias de la cosecha del trigo se presentaban a Jehová en aquel día cincuenta (o del Pentecostés). La fiesta de las cabañas (o tabernáculos) también era llamada la “fiesta de la recolección” al término del año. Estas fiestas anuales tenían según sacrificios prescritos a Jehová.—Levítico 23:4-21, 33-43.

      33. ¿Cuándo se celebraba el día de Expiación, y por qué tenían que ser repetidos año tras año sus sacrificios?

      33 Cinco días antes del comienzo de la celebración de la fiesta de las cabañas, se había de celebrar el “día de expiación” (Yom Kippur) anual, el día diez del séptimo mes lunar contando desde el mes primaveral de Nisán o Abib. Eso sería el 10 de Tisri. En este día se hacía una expiación por los pecados de toda la nación en relación de pacto con Jehová, y éste era el un solo día del año en el cual el sumo sacerdote aarónico entraba en el Santísimo de la tienda de reunión y rociaba la sangre de las víctimas expiatorias (un toro y una cabra) delante de la sagrada arca del pacto, que contenía la Ley escrita de Jehová. (Levítico 23:26-32; 16:2-34) Por supuesto, la muerte y la sangre rociada de estas víctimas animales inferiores a las criaturas humanas no podían realmente quitar los pecados de criaturas humanas a las cuales aquellos animales habían sido puestas en sujeción. Era por la mismísima razón de que la muerte y la sangre de aquellos animales sacrificados no quitaban realmente los pecados del género humano que los sacrificios del Día de Expiación tenían que ser repetidos año tras año.

      34. ¿Qué mostró el pacto de la Ley que Dios requería para quitar el pecado humano, y por qué no podía ofrecer ningún israelita lo que se requería?

      34 Podemos ver la razón por la cual esto era así. En el pacto de la Ley Dios ordenó claramente: “Si ocurre un accidente mortal, entonces tienes que dar alma por alma, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, marca candente por marca candente, herida por herida, golpe por golpe.” (Éxodo 21:23-25; Deuteronomio 19:21) En otras palabras, una cosa igual se daría por otra igual, algo de igual valor por algo de valor igual. Por eso un vida humana sin condenación tendría que darse por una vida humana que hubiera llegado a estar bajo condenación. Por eso está escrito en Salmo 49:6-10: “Los que están confiando en sus medios de mantenimiento, y que siguen jactándose acerca de la abundancia de sus riquezas, ninguno de ellos puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano, ni dar a Dios un rescate por él; (y el precio de redención del alma de ellos es tan precioso que ha cesado hasta tiempo indefinido) para que todavía viva para siempre y no vea el hoyo. Porque él ve que aun los sabios mueren.” Tiene que haber un rescate correspondiente, y ninguno de los israelitas cargados de pecados podía suministrar eso para redimir la vida perfecta a la cual Adán había perdido el derecho.

      35. ¿Qué le ha sucedido al sacerdocio aarónico, y por eso, dónde debe buscarse el sacrificio redentor de rescate?

      35 El sacerdocio aarónico que ofrecía simplemente sacrificios de animales en la casa sagrada de Dios pasó hace diecinueve siglos, en el año 70 E.C. cuando Jerusalén y su templo fueron destruidos por los ejércitos romanos. ¡No se puede hacer otra cosa sino acudir al Rey Mesiánico al cual Jehová Dios juró que haría “sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!” (Salmo 110:1-4) Éste debería ser la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios, la descendencia a quien Dios nombra y capacita para magullar la cabeza del inicuo que fue simbolizado por aquella “serpiente” en Edén. Si éste no suministra el rescate redentor para toda la humanidad, entonces no hay ayuda para nosotros los hombres, ninguna expectativa de vida eterna en un justo nuevo orden bajo Jehová Dios. Por eso, pues, los sacrificios de animales que se ofrecieron en el “día de expiación” de Israel hasta el primer siglo E.C. tienen que ser pictóricos; tienen que representar proféticamente el sacrificio de rescate necesario que sería ofrecido por el Mesías que llega a ser el sacerdote parecido a Melquisedec, el Magullador de la cabeza de la serpiente.

      36. De igual manera, ¿cómo deben considerarse las fiestas que se celebraban bajo el pacto de la Ley?

      36 De igual manera sucede en cuanto a aquellas fiestas anuales que el pacto de Dios impuso al Israel antiguo. No eran simples ocasiones sin significado para entretenimiento y descanso nacional. Tenían significado profético. Siendo ocasiones felices, representaban las futuras provisiones de felicidad que Dios ha hecho para la humanidad. El bendito significado de ellas Dios lo hace saber a su debido tiempo según su “propósito eterno.”

      UNA NACIÓN CON MARAVILLOSAS OPORTUNIDADES

      37. ¿Qué oportunidad ofreció a los israelitas el pacto de la Ley?

      37 No obstante, ¿podía algún israelita adquirir vida eterna para sí mismo por medio de observar la Ley del pacto con Dios perfectamente, sin quebrantar siquiera la parte más pequeña de ella? El pacto de la Ley ofrecía a cada israelita la oportunidad de probar que podía hacer eso. En Levítico 18:5 se hace alusión a esta oportunidad, con estas palabras: “Tienen que guardar mis estatutos y mis decisiones judiciales, los cuales si los hiciere un hombre, entonces tendrá que vivir por medio de ellos. Yo soy Jehová.” Así, pues, si un israelita observaba la Ley sin tacha alguna y adquiría vida eterna por sus propias obras, no necesitaba el beneficio de los sacrificios del pacto de la Ley. Tampoco necesitaría la bendición de la Promesa Abrahámica. (Génesis 12:3; 22:18) Ese perfecto observador de la Ley establecería su propia justicia y merecimiento de la vida.

      38, 39. (a) ¿Qué muestra si algún israelita adquirió o no la vida por medio de observar perfectamente la Ley? (b) Por lo tanto, ¿los servicios sacerdotales de quién ante Dios se necesitan?

      38 No obstante, hasta el profeta Moisés murió. Hasta el sumo sacerdote Aarón murió. Y todo otro israelita desde el establecimiento del pacto de la Ley hasta que pasó el sacerdocio aarónico en el año 70 E.C., sí, hasta hoy mismo, ha muerto. Hasta diecinueve siglos después de la destrucción del templo de Jerusalén por los romanos los israelitas ortodoxos de hoy ejecutan una forma de celebración del Día de Expiación o Yom Kippur. Esto en sí mismo es una admisión de que necesitan ser limpiados del pecado, sí, de que no pueden observar perfectamente la Ley y adquirir vida eterna por sus propias obras de justicia. Y si ellos no pudieron hacer esto bajo el pacto de la Ley, ¿cómo pudiera cualquiera de los demás de nosotros los hombres imperfectos hacerlo?

      39 En vista de lo que el pacto de la Ley puso claramente de manifiesto, todos estamos condenados delante del Dios cuya actividad es perfecta. (Deuteronomio 32:4) Como dijo el profeta Isaías más de setecientos años después que el pacto de la Ley fue celebrado con Israel: “Como trapos asquerosos son todas nuestras justicias.” (Isaías 64:6, Versión Moderna) Todos necesitamos los servicios del prometido Sacerdote Parecido a Melquisedec, que ha de ser sacerdote para siempre.

      40. ¿Qué hizo Moisés el 1 de Nisán de 1512 a. de la E.C., con relación a la adoración de Dios, y qué sucedió entonces?

      40 Regresemos ahora al año del establecimiento de aquel pacto entre Jehová Dios e Israel por medio del mediador Moisés. Aquel año lunar terminó, y llegó el 1 de Nisán del año civil de 1512 a. de la E.C. En aquel día Moisés obedeció el mandato de Dios e hizo levantar el “tabernáculo de la tienda de reunión” para que se comenzara a adorar a Dios allí. Entonces Moisés vistió a su hermano mayor Aarón y a los hijos de Aarón con sus vestidos oficiales y los ungió con el santo aceite de unción para que sirvieran como sumo sacerdote y subsacerdotes. “De modo que Moisés terminó la obra. Y la nube empezó a cubrir la tienda de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Y no pudo Moisés entrar en la tienda de reunión, porque la nube residía sobre ella y la gloria de Jehová llenaba el tabernáculo.”—Éxodo 40:1-35.

      41. ¿De qué fue evidencia aquella manifestación, y cuándo se completó la instalación del sacerdocio?

      41 Allí estaba la evidencia visible de que Jehová había aceptado esta estructura de adoración y la había santificado para Su propósito. En el séptimo día de aquel primer mes de Nisán (o Abib) se completó la instalación y el otorgamiento de poder al sacerdocio aarónico, y después de aquello ellos podían supervisar oficialmente todos los rasgos de la adoración divina en el tabernáculo sagrado.—Levítico 8:1 a 9:24 inclusive.

      42. Además de ser el Dios de ellos para adoración, ¿qué más era Jehová entonces para Israel, sin que se necesitara un representante visible?

      42 Jehová era el Dios al cual la nación de Israel estaba bajo mandato y obligación de adorar. Él no era sólo el Dios de ellos. También era su Gobernante real, su Rey, a quien debían sumisión y lealtad. El desobedecer Sus leyes y mandamientos por lo tanto sería insubordinación y deslealtad. En confirmación de ese hecho, en Deuteronomio 33:5 el profeta Moisés llama Jesurún o “Recto” a la nación de Israel debido a que entró en el pacto de la Ley y dice: “Y hubo un rey en Jesurún, cuando los cabezas del pueblo se reunieron, todas las tribus de Israel juntas.” (Traducción por The Jewish Publication Society of America, en inglés) Y, dice la nota editorial acerca de ese versículo por el difunto Dr. J. H. Hertz, C. H.: “Así empezó el Reino de Dios sobre Israel.” (Pentateuch and Haftorahs, Soncino Press, página 910) Jehová era el Rey celestial invisible de ellos. No necesitaba ningún rey humano visible terrestre que Lo representara en Israel.—Génesis 36:31.

      43, 44. ¿Cuán singularmente había sido favorecido el Israel antiguo en comparación con todas las otras naciones terrestres, y cómo podían ellos por lo tanto alabar a Jehová?

      43 ¡Cuán altamente favorecida fue esta nación que estaba compuesta de los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob (Israel) y que había sido introducida en un pacto con el único Dios vivo y verdadero! Tenían la adoración verdadera de él y disfrutaban de la expectativa de llegar a ser para Él un “reino de sacerdotes y una nación santa.”

      44 Dijo el profeta Amós: “Oigan esta palabra que Jehová ha hablado en cuanto a ustedes, oh hijos de Israel, en cuanto a la entera familia que hice subir de la tierra de Egipto, diciendo: ‘Solo a ustedes he conocido de todas las familias del suelo.’” (Amós 3:1, 2) Fue una comparación exacta la que expresó el salmista en uno de los salmos del Aleluya, al decir: “Él está anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales a Israel. No le ha hecho así a ninguna otra nación; y en cuanto a sus decisiones judiciales, no las han conocido. ¡Alaben a Jah!” (Salmo 147:19, 20) La nación favorecida ciertamente tenía buena razón para alabar a Jehová por medio de observar Su pacto. El que hicieran aquello o no, se mostraría ahora durante lo que pudiera ser llamado la Era del Pacto de la Ley que ahora había comenzado.

  • Se hace con David un pacto para un reino
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 10

      Se hace con David un pacto para un reino

      1. ¿Qué período está marcado en 1 Reyes 6:1, y por qué es apropiada esta medida de tiempo?

      DIOS marca sus propios períodos según Su “propósito eterno.” Uno de esos períodos se nos marca en el libro de 1 Reyes, capítulo seis, versículo uno, donde está escrito: “Y aconteció en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto, en el año cuarto, en el mes de Ziv, es decir, el segundo mes, después que Salomón llegó a ser rey sobre Israel, que él procedió a edificar la casa a Jehová.” Esta era una medida apropiada de tiempo, porque era desde cuando los israelitas fueron liberados de Egipto, poco después de lo cual ellos empezaron a construir la casa de adoración en el desierto de Sinaí, hasta cuando el rey Salomón el hijo de David comenzó a construir el templo en Jerusalén. Esto fue desde el 15 de Nisán de 1513 a. de la E.C. hasta 1034 a. de la E.C., el 1 de Ziv (o Iyar).—Números 33:1-4; 1 Reyes 6:37.

      2, 3. (a) ¿Por qué vagaron por tanto tiempo los israelitas por el desierto de Sinaí? (b) ¿Por cuánto tiempo estuvieron sojuzgando la Tierra Prometida, y después de eso, cómo fueron gobernados por siglos?

      2 Por supuesto, mucho había sucedido durante aquellos casi cinco siglos. Debido a falta de fe en que Dios podía sojuzgar a las naciones que entonces habitaban la Tierra Prometida, los israelitas se vieron obligados a vagar por el desierto de Sinaí por casi cuarenta años. Durante aquel tiempo murieron los israelitas de edad más avanzada que se habían rebelado contra invadir la Tierra Prometida bajo el acaudillamiento de Dios en el segundo año de su éxodo. (Números 13:1 a 14:38 inclusive) Al fin de cuarenta años Dios les permitió cruzar milagrosamente el río Jordán en inundación y entrar en la Tierra Prometida, la tierra de Canaán.

      3 Entonces, bajo el acaudillamiento de Josué, el sucesor de Moisés, comenzaron años de guerra para sojuzgar el país. Según lo que dijo el fiel Caleb, hijo de Jefone de la tribu de Judá, al tiempo en que la tierra ocupada fue repartida a las familias de Israel, los israelitas se tardaron seis años en sojuzgar el país y desalojar de allí a sus habitantes. (Josué 14:1-10) Después de eso, por siglos Dios les dio a los israelitas ahora establecidos allí una línea de jueces hasta que en los días del profeta Samuel se introdujo un cambio en la forma del gobierno nacional. Un cronólogo judío de hace mil novecientos años midió brevemente este período para nosotros. Hablando cierto sábado en una sinagoga de Antioquía de Pisidia, Asia Menor, este cronólogo dijo:

      4, 5. (a) ¿Qué período marcó aquel cronólogo bíblico en la historia de Israel antes que tuvieran jueces? (b) ¿Con qué acontecimientos empezó y terminó aquel período?

      4 “Israelitas y cuantos teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo durante su destierro en la tierra de Egipto y los sacó de ella con la fuerza de su brazo. Y durante unos cuarenta años los rodeó de cuidados en el desierto; después, habiendo exterminado siete naciones en la tierra de Canaán, les dio en herencia su tierra, por unos cuatrocientos cincuenta años [todo eso durante unos cuatrocientos cincuenta años, NM]. Después de esto les dio jueces hasta el profeta Samuel. Luego pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años.”—Hechos 13:14-21 Biblia de Jerusalén, publicada en 1967. Vea también la Versión Moderna.

      5 La asignación de la tierra a Caleb y los demás israelitas como herencia aconteció en el año 1467 a. de la E.C. Si medimos hacia atrás “unos cuatrocientos cincuenta años” llegamos al año 1918 a. de la E.C. Este fue el año en el cual nació Isaac, el hijo de Abrahán por Sara, y Dios escogió a Isaac en vez de a Ismael el hijo mayor de Abrahán por Agar la sirvienta egipcia de Sara. Con un juramento Dios le había confirmado a Isaac el pacto que había hecho con Abrahán para la posesión de la tierra de Canaán, y ahora aquí al fin de este período de cuatrocientos cincuenta años Dios estaba asignando a la prole de Isaac por herencia aquella Tierra Prometida. Con fidelidad Jehová se estaba adhiriendo a su “propósito eterno” para bendecir a toda la humanidad.

      6. (a) ¿Cómo mostró lealtad a la soberanía de Dios el juez Gedeón? (b) ¿Cómo le fue como rey a Abimelec el hijo de Gedeón?

      6 Durante el período de los quince jueces desde Josué hasta Samuel, los hombres de Israel trataron de persuadir al sexto juez, Gedeón, hijo de Joás de la tribu de Manasés, para que estableciera una dinastía de gobernantes en su familia, en vez de tener a Jehová Dios como Rey. Pero Gedeón era leal al Gobernante Soberano de Israel y rechazó la oferta de gobernación, diciendo: “Yo mismo no gobernaré sobre ustedes, ni gobernará sobre ustedes mi hijo. Jehová es el que gobernará sobre ustedes.” (Jueces 8:22, 23) Uno de los muchos hijos de Gedeón, llamado Abimelec (que significa “Mi Padre Es Rey”), ejerció influencia en los terratenientes de Siquem para que lo instalaran como rey sobre ellos. Llegó a estar bajo los juicios adversos de Dios y, después de haber reinado por tres años, una mujer le causó la muerte en batalla.—Jueces 9:1-57.

      UN REY SOBRE TODO ISRAEL

      7. ¿Cuándo y cómo llegó a tener Israel un rey humano escogido por Dios, y por cuánto tiempo reinó?

      7 Cuando el juez número quince, Samuel el profeta, era de edad avanzada, los ancianos de Israel vinieron a él con esta solicitud: “Ahora bien, nómbranos un rey que nos juzgue, sí, como todas las naciones.” Samuel consideró esto un rechazamiento de él como juez nombrado por Dios, pero Jehová le dijo: “Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan; porque no es a ti a quien han rechazado, sino que es a mí a quien han rechazado de ser rey sobre ellos.” Dios le dijo a Samuel que les advirtiera a los israelitas en cuanto a toda la dificultad que significaría para ellos tener un rey humano visible, pero ellos todavía expresaron preferencia por un rey de aquella clase. Dios, como el Señor Soberano sobre Israel, fue quien seleccionó al hombre que sería el primer rey humano de Israel. Envió a Samuel a ungir a Saúl hijo de Cis de la tribu de Benjamín para que fuera el rey. En el año 1117 a. de la E.C. Saúl fue instalado rey en la ciudad de Mispá. “El pueblo se puso a gritar y a decir: ‘¡Viva el rey!’” Saúl reinó durante cuarenta años.—1 Samuel 8:1 a 10:25 inclusive; Hechos 13:21.a

      8. (a) En el año once del reinado de Saúl, ¿qué nacimiento tuvo lugar en Belén? (b) ¿Qué profetizó Miqueas acerca de Belén?

      8 En el año once del reinado de Saúl tuvo lugar un suceso aparentemente insignificante en la ciudad de Belén en el territorio de la tribu de Judá. Jesé el betlemita llegó a ser padre de un octavo hijo, a quien llamó David. Poco sabía el rey Saúl ni ninguna otra persona en Israel que un día este niño recién nacido llegaría a ser tan ilustre que su lugar de nacimiento, Belén, sería un día llamada “la ciudad de David.” Nadie sabía entonces que, unos trescientos años más tarde, se profetizaría lo siguiente acerca de aquella ciudad de David: “Y tú, oh Belén Efrata, el demasiado pequeño para llegar a estar entre los miles de Judá, de ti me saldrá aquel que ha de llegar a ser gobernante en Israel, cuyo origen es de tiempos tempranos, desde los días de tiempo indefinido.” (Miqueas 5:2) Los líderes religiosos judíos del primer siglo antes de nuestra era común entendían que esta profecía aplicaba al Mesías. De modo que la “descendencia” de la “mujer” de Dios había de nacer en Belén.

      9. En vista de la indiscreción de Saúl, ¿qué hizo Dios que Samuel le dijera a Saúl acerca del reino, y a quién escogería Dios para el trono?

      9 Sin embargo, antes de esto, después que el rey Saúl había reinado por dos años, cedió a una falta de fe y obró presuntuosamente, indiscretamente, en su puesto. “En esto Samuel le dijo a Saúl: ‘Has obrado tontamente. No has guardado el mandamiento de Jehová tu Dios que él te mandó, porque, si lo hubieses guardado, Jehová hubiera hecho firme tu reino sobre Israel hasta tiempo indefinido. Y ahora tu reino no durará. Jehová ciertamente se hallará un hombre agradable a su corazón; y Jehová lo comisionará como caudillo sobre su pueblo, porque tú no guardaste lo que Jehová te mandó.’” (1 Samuel 13:1-14) El “hombre agradable a su corazón [el de Dios]” no había nacido todavía, porque aquellas palabras fueron habladas años antes del nacimiento de David en Belén. Esto mostraba que el Dios Altísimo ejercería su poder y derecho y haría su propia selección de un israelita que sucediera al rey Saúl. Al hacer eso él se apegaría a su “propósito eterno” relacionado con el Mesías.

      10, 11. (a) ¿Cómo se designó a David para que fuera el rey futuro de Israel? (b) ¿Cómo incurrió David en la envidia asesina de Saúl, y dónde llegó a ser rey originalmente?

      10 Cuando David era solo un pastorcillo adolescente en Belén, Dios lo designó como el hombre agradable a su corazón. Aunque David no era el primogénito de Jesé, sino meramente el octavo hijo, Dios envió a Samuel a Belén para que ungiera a David para que llegara a ser el futuro rey de Israel.

      11 David llamó la atención cuando él solo de entre todos los israelitas se ofreció voluntariamente para enfrentarse al desafiador gigante filisteo Goliat en el campo de batalla y lo mató con una sola piedra de honda apuntada a la frente de Goliat. (1 Samuel 16:1 a 17:58 inclusive) David fue incorporado en el ejército del rey Saúl, y su popularidad con la gente se hizo mayor que la del rey. Esto hizo que Saúl se pusiera muy envidioso y tratara de matar a David y así evitar que éste suplantara a uno de sus propios hijos sobre el trono de Israel. Con el tiempo una herida mortal en batalla, seguida por la acción de arrojarse sobre su propia espada para apresurar la muerte, terminó el reinado de Saúl. Is-bóset, el hijo sobreviviente de Saúl, fue hecho rey por los que se apegaban a la línea familiar de Saúl, pero solo sobre once tribus de Israel. Los hombres de la tribu de Judá ungieron rey sobre sí a David en Hebrón en el territorio de Judá. Eso fue en el año 1077 a. de la E.C.—2 Samuel 2:1-11; Hechos 13:21, 22.

      12. ¿Cuándo y cómo fue hecho rey David sobre todo Israel, y qué pregunta surge ahora en cuanto al “cetro” y el “bastón de mando”?

      12 Is-bóset el hijo de Saúl duró sobre el trono de Israel posiblemente siete años y seis meses y entonces fue asesinado por súbditos suyos. (2 Samuel 2:11 a 4:8 inclusive) Todas las tribus ahora reconocieron a David como el escogido de Jehová y ungieron rey sobre todo Israel a David, en Hebrón. Esto fue en el año 1070 a. de la E.C. (2 Samuel 4:9 a 5:5 inclusive) Así, en armonía con la profecía de Jacob en su lecho de muerte según se registró en Génesis 49:10, el “cetro” y el “bastón de mando” habían venido a la tribu de Judá. ¿Con qué como base, pues, no se ‘apartarían de Judá hasta que viniera Silo’ aquellos emblemas de realeza?

      13. ¿Cómo fue David realmente un “ungido”, y de quién fue hecho tipo profético?

      13 Debido a que recibió tres ungimientos para ser rey, el rey David realmente pudiera ser llamado un “ungido” o “mesías” (hebreo: mashíahh), como en 2 Samuel 19:21, 22; 22:51; 23:1. De manera sobresaliente, David fue usado como tipo profético del preeminente Mesías, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios. (Vea Ezequiel 34:23.) De hecho, Dios se complació en escoger a David para que estuviera en la línea de descendencia que culminó en el Mesías del “propósito eterno” de Dios. ¿Cómo aconteció esto?

      14. ¿De qué ciudad hizo David la capital de todo Israel, y qué objeto sagrado ubicó entonces allí?

      14 Poco después de haber sido ungido rey sobre el Israel unido de nuevo en 1070 a. de la E.C., David capturó la ciudad de Jebus, quitándosela a los jebuseos, y la llamó Jerusalén. Mudó su gobierno a aquel lugar e hizo de esta encumbrada ciudad su capital, por estar ubicada en lugar más céntrico que Hebrón, pues estaba en la frontera entre los territorios de Judá y Benjamín. (Jueces 1:21; 2 Samuel 5:6-10; 1 Crónicas 11:4-9) Poco después de eso, el rey David tomó en consideración el Arca sagrada de Jehová. Por décadas se había permitido que estuviera fuera de su lugar en el Santísimo de la tienda de reunión en Silo en el territorio de Efraín. (1 Samuel 1:24; 4:3-18; 6:1 a 7:2 inclusive) David pensó que el Arca debería estar en la ciudad capital. De modo que hizo que la subieran y la alojó en una tienda cerca de su palacio.—2 Samuel 6:1-19.

      15. ¿Qué pacto estableció ahora Jehová para con David, y porque apreció qué por parte de David?

      15 Sin embargo, David llegó a sentirse perturbado, porque él, un simple rey humano, moraba en un palacio real, mientras que el Arca de Jehová, el Dios verdadero y el Rey verdadero de Israel, moraba en una tienda modesta. Para poner las cosas en equilibrio correcto, David concibió la idea de construir una casa digna, un templo, al Dios Altísimo y Soberano Universal. Pero Jehová no aprobó el que David construyera tal templo. Por Su profeta Natán le dijo a David que un hijo pacífico de David tendría el privilegio de construir el templo en Jerusalén. Entonces, mostrando aprecio por la devoción sincera de David a la adoración pura de Dios, Jehová hizo una cosa maravillosa para con este hombre que era “agradable a su corazón.” Por propia cuenta, estableció un pacto para con David para un reino eterno. Dijo:

      “Jehová te ha declarado que una casa es lo que Jehová hará para ti. Cuando se cumplan tus días, y tengas que yacer con tus antepasados, entonces yo ciertamente levantaré tu descendencia después de ti, que saldrá de tus entrañas, y realmente estableceré con firmeza su reino. Él es el que edificará una casa para mi nombre, y ciertamente estableceré el trono de su reino firmemente hasta tiempo indefinido. Yo mismo llegaré a ser su padre, y él mismo llegará a ser mi hijo. Cuando él haga mal, entonces ciertamente lo censuraré con la vara de hombres y con los azotes de los hijos de Adán. En cuanto a mi bondad amorosa, no se apartará de él de la manera que se la quité a Saúl, a quien quité por motivo de ti. Y tu casa y tu reino ciertamente serán estables hasta tiempo indefinido delante de ti; tu mismísimo trono llegará a ser un trono firmemente establecido hasta tiempo indefinido.”—2 Samuel 7:1-16; 1 Crónicas 17:1-15.

      16. ¿Qué oración de gratitud ofreció David a Jehová por esto?

      16 David ofreció una oración de gratitud y la terminó con estas palabras:

      “Y ahora, oh Señor Soberano Jehová, tú eres el Dios verdadero; y en cuanto a tus palabras, resulten ser verdad, ya que le prometes a tu siervo esta bondad. Y ahora tómalo a tu cargo y bendice la casa de tu siervo para que ésta continúe hasta tiempo indefinido delante de ti; porque tú mismo, oh Señor Soberano Jehová, has prometido, y debido a tu bendición sea bendita la casa de tu siervo hasta tiempo indefinido.”—2 Samuel 7:18-29; 1 Crónicas 17:16-27.

      17. Este pacto fue también apoyado por ¿qué, por parte de Dios?

      17 Esa promesa-pacto a David fue apoyada por este juramento de Dios:

      “Jehová ha jurado a David, verdaderamente no se retirará de ello: ‘Del fruto de tu vientre pondré en tu trono. Si tus hijos guardan mi pacto y mis recordatorios que yo les enseñaré, los hijos de ellos también para siempre se sentarán sobre tu trono.’”—Salmo 132:11, 12.

      “Hasta tiempo indefinido conservaré mi bondad amorosa para con él, y mi pacto será fiel a él. Y ciertamente estableceré su descendencia para siempre y su trono como los días del cielo. . . . No profanaré mi pacto, y la expresión procedente de mis labios no cambiaré. Una vez he jurado en mi santidad, a David ciertamente no diré mentiras. Su descendencia misma resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y su trono como el sol enfrente de mí.”—Salmo 89:28-36. Vea también Jeremías 33:20, 21.

      18. La profecía de Isaías declara que el reino de David suministraría la base para ¿qué reino mayor?

      18 Según ese pacto para con el rey David, su reino tenía que suministrar la base para el reino venidero del Mesías Mayor. Por eso es que siglos después se inspiró al profeta Isaías a profetizar lo siguiente: “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y la gobernación está sobre su hombro; y su nombre se llama: Maravilla, Consejero, Fuerte Dios, Padre Eterno, Príncipe de Paz; para que la gobernación aumente y no haya fin de la paz sobre el trono de David y en su reino; para erigirlo y apoyarlo por medio de lo que es adecuado y lo que es correcto desde ahora en adelante para siempre. El celo del Eterno de los ejércitos hace tal cosa.”—Isaías 9:5, 6, según la traducción del erudito hebreo rabino Leopold Pheinkard Zunz, alemán, edición decimosexta de 1913 E.C. Vea Isaías 9:6, 7, Valera; Moderna; Isaías 9:5, 6, Biblia de Jerusalén.

      19. Según la profecía de Miqueas, este “hijo” nacería en ¿qué ciudad, y esto como marca identificadora de quién?

      19 Según la profecía de Miqueas 5:1 (Zunz; 5:2, Val; NM), este hijo mesiánico había de nacer, este hijo real sería dado, en Belén en Efrata en el territorio de Judá. Este lugar de nacimiento humano sería una de las marcas identificadoras del verdadero Mesías, la “descendencia” de la “mujer” figurativa de Dios. Belén, y no la ciudad real de Jerusalén, era el lugar de nacimiento de su antepasado, el rey David, y por lo tanto llegó a ser llamada la ciudad de David.

      UNA DINASTÍA DE REYES DAVÍDICOS

      20. ¿Cuánto tiempo duró la dinastía de David en el trono, y por cuánto tiempo tuvieron reyes los israelitas?

      20 En cumplimiento de este pacto del reino para con David, hubo una línea de reyes de Jerusalén, todos los cuales estuvieron en la línea familiar del rey David. Contando desde la gobernación de David como rey en Jerusalén en 1070 a. de la E.C. este reino con una dinastía de reyes davídicos en Jerusalén duró por 463 años, o hasta 607 a. de la E.C. De modo que esto significa que, cuando contamos desde el año 1117 a. de la E.C., cuando el profeta Samuel ungió a Saúl como rey sobre todo Israel, la nación de Israel tuvo reyes visibles por 510 años. Sin embargo, Jehová era el Rey invisible.

      21. ¿Ascendió David al cielo al morir? ¿Quién sería invitado a sentarse a la diestra de Dios según la profecía de David?

      21 El rey David, como el representante real de Dios, quien lo había escogido y ungido para que fuera rey sobre Israel, se sentaba en “el trono de Jehová” en Jerusalén. (1 Crónicas 29:23) Pero no se sentaba a la diestra de Jehová, porque el reino de Jehová está en los cielos. (Isaías 66:1) David, al morir en 1037 a. de la E.C., no ascendió a los cielos de los espíritus para sentarse a la diestra de Dios allá arriba. Él no fue invitado a hacer eso; en vez de eso, hasta el primer siglo de nuestra era común los israelitas podían ubicar e identificar el lugar de entierro de David. Más bien, David mismo recibió de Dios inspiración para profetizar, en Salmo 110:1-4, que su descendiente mesiánico que sería como el rey-sacerdote Melquisedec sería aquel a quien Jehová invitaría a sentarse a Su diestra en los cielos.

      22. ¿Qué clase de personas resultaron ser Salomón y la mayoría de sus sucesores sobre el trono, y desde cuándo no ha tenido Jerusalén un rey davídico sobre el trono?

      22 Salomón, el joven hijo de David, se sentó después de él en el trono de Jerusalén, “el trono de Jehová.” Según la promesa divina, fue a quien se favoreció con la construcción del templo sobre el monte Moría en Jerusalén, y lo completó en el año 1027 a. de la E.C. (1 Reyes 6:1-38) Salomón en su edad avanzada se hizo infiel al Dios cuyo templo había construido. La mayoría de sus sucesores sobre el trono de Jerusalén también resultaron malos. El último de estos reyes davídicos que se sentó en el trono de Jerusalén fue Sedequías. Por su rebelión contra el rey de Babilonia, que había hecho a Sedequías rey tributario, fue llevado cautivo a Babilonia, pero dejando detrás en ruinas la ciudad de Jerusalén y su hermoso templo. (2 Reyes 24:17 a 25:21 inclusive) Nunca desde aquel año trágico de 607 a. de la E.C. ha habido un rey davídico sobre el trono de Jerusalén.

      23. ¿Había fracasado o había sido cancelado el pacto del reino? ¿Qué seguridad o garantía suministró Dios por medio de Ezequiel acerca de esto?

      23 ¿Significaba eso que el pacto del reino para con David había fracasado o había sido cancelado? ¡De ninguna manera! Dios dio garantía en contra de eso. Para aproximadamente el cuarto año antes que Sedequías fuera derribado de su trono y desterrado a Babilonia, Dios hizo que Su profeta Ezequiel dijera por inspiración a este último rey sobre el trono de Jerusalén:

      “En cuanto a ti, oh mortíferamente herido e inicuo principal de Israel, cuyo día ha llegado en el tiempo del error del fin, esto es lo que ha dicho el Señor soberano Jehová: ‘Remueve el turbante, y quita la corona. Esto no será lo mismo. Póngase en alto aun lo que está bajo, y póngase bajo aun al alto. Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él.’”—Ezequiel 21:25-27.

      24. ¿Qué sería puesto en lugar bajo, y cuándo acontecería lo contrario de esto, y cómo?

      24 ¿Vemos adónde va llevando eso? Jehová mismo haría una ruina del reino de la familia real de David en Jerusalén. Las cosas no serían igual que antes. Las potencias gobernantes gentiles que habían estado bajas a la vista de Dios serían puestas encima, y el reino terrestre del pueblo escogido de Jehová sería puesto en lugar bajo, en sujeción a las potencias mundiales gentiles. El período de supremacía mundial gentil sin interferencia procedente de un reino típico de Dios en Jerusalén continuaría adelante hasta la venida de aquel “que tiene el derecho legal,” es decir, el prometido verdadero Mesías, y el Señor Soberano Jehová le daría el reino a él. Las potencias mundiales gentiles entonces ya no estarían encima para dominar la Tierra. El reino mesiánico tomaría el control mundial. Así, según el pacto establecido para con David, su reino sería un gobierno eterno. ¡Su trono tenía que permanecer para siempre!

      25. A pesar de la desolación de Jerusalén en 607 a. de la E.C., ¿qué pactos y qué propósito todavía subsistían?

      25 Por eso, aunque hasta este mismo día no ha sido restablecido en Jerusalén en el Oriente Medio ningún trono davídico, todo no se ha perdido para los que cifran esperanza en el Mesías prometido, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios. Es verdad que para el otoño de 607 a. de la E.C. la ciudad del trono, Jerusalén, y su templo quedaron en ruinas. La ciudad cercana de Belén, la ciudad de David, quedó en ruinas en manos de los conquistadores babilonios. Aun así, el pacto de la Ley hecho con Israel en el monte Sinaí en Arabia continuó funcionando. Además, el pacto para un reino eterno según se estableció para con David continuó aplicando. El “propósito eterno” de Dios con relación a su Mesías subsistía. El pacto del reino de Dios no fracasará. ¡Tampoco Su propósito!

      [Nota]

      a Según Antiquities of the Jews (versión en inglés de Antigüedades judaicas), Libro 10, capítulo 8, párrafo 4, Flavio Josefo del primer siglo E.C. asigna veinte años al rey Saúl. Pero en el Libro 6, capítulo 14, párrafo 9, Josefo escribió: “Ahora bien, Saúl, reinó dieciocho años mientras Samuel estaba vivo, y después de su muerte dos,” a lo cual algunos manuscritos de Josefo añaden: “y veinte”; lo que lleva a un total de cuarenta años.

  • El Mesías del “propósito eterno” de Dios
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 11

      El Mesías del “propósito eterno” de Dios

      1. ¿Cuándo aconteció un renacimiento de una tierra y de una nación?

      LA RESURRECCIÓN de una ciudad que había yacido muerta en ruinas por setenta años... ¡en el año 537 a. de la E.C.! La ciudad era Jerusalén, que había sido destruida por los babilonios en 607 a. de la E.C. Cuando esta santa ciudad se levantó del polvo, hubo un renacimiento de la tierra de Judá, sí, el renacimiento de una nación, el pueblo repatriado de Jehová Dios. (Isaías 66:8) Fue maravilloso a los ojos de todos los observadores.

      2. (a) El Mesías prometido venidero sería de más tarde que ¿qué agente ungido de Jehová? (b) ¿Cómo se cumplieron setenta años de destierro aunque Babilonia cayó en 539 a. de la E.C.?

      2 Junto con esta resurrección nacional revivieron las esperanzas de la venida del Mesías prometido. (Ezequiel 37:1-14) Aun durante los setenta años en los cuales la gente del reino de Judá estuvo en exilio en el país de Babilonia el tiempo fijo para la llegada del Mesías les fue indicado. Este Mesías sería alguien de más tarde que el conquistador persa, Ciro el Grande, acerca del cual se había inspirado al profeta Isaías a decir: “Esto es lo que ha dicho Jehová a su ungido [hebreo: mashíahh], a Ciro, a quien he asido de la diestra, para sojuzgar delante de él naciones, para que desciña yo hasta las caderas de reyes; para abrir delante de él las puertas de dos hojas, de modo que las puertas mismas no estén cerradas.” (Isaías 45:1) Como el agente ungido de Jehová, Ciro había venido y conseguido pasar por las puertas de la altamente amurallada ciudad de Babilonia y había derribado y muerto a su gobernante imperial Belsasar, hijo de Nabonido. Eso fue en 539 a. de la E.C. Pero Ciro no soltó enseguida a los israelitas desterrados. Tomó la gobernación real de Babilonia y mantuvo cautivos a los judíos aproximadamente dos años más, hasta 537 a. de la E.C. ¡Así se cumplieron setenta años!

      3. ¿Por cuánto tiempo guardó sábado la tierra desolada de Judá?

      3 Esto fue tal como se había predicho en Jeremías 25:11. Y 2 Crónicas 36:20, 21 hizo un registro histórico de esto, al decir: “Además, a los que quedaron de la espada se los llevó cautivos a Babilonia, y llegaron a ser siervos para él y sus hijos hasta que la realeza de Persia empezó a reinar; para cumplir la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra [de Judá] hubo pagado sus sábados. Todos los días de yacer desolada guardó sábado, para cumplir setenta años”... desde 607 a. de la E.C. hasta 537 a. de la E.C.

      4. (a) ¿Cuándo calculó Daniel que vendría el fin del destierro de los judíos? (b) ¿Qué información le dio Gabriel a Daniel acerca del tiempo de la venida del Mesías?

      4 Entre los judíos en exilio en Babilonia estuvo Daniel el profeta. Por los escritos inspirados de Jeremías, Daniel no esperaba que los judíos fueran soltados del destierro sino hasta el fin de los setenta años durante los cuales Jerusalén yació desolada en observación sabática. (Daniel 9:1, 2) Por eso, durante el primer año del nuevo régimen medopersa sobre el Imperio Babilónico, Daniel oró acerca de este asunto. Fue entonces que Gabriel el ángel de Jehová llegó y le dio a Daniel la siguiente información acerca del tiempo en el cual vendría el Mesías:

      “Setenta semanas (de años) han sido asignadas a tu pueblo y a tu santa ciudad, para restringir la apostasía y para poner fin al pecado, y para expiar el error, y para traer salvación eterna de modo que visión y profecía sean selladas, y el Santísimo sea ungido.

      “Y sepas y entiendas: Desde que salga el decreto de reconstruir a Jerusalén hasta el Ungido, el Príncipe, hay siete semanas (de años); también sesenta y dos semanas (de años), de modo que mercado y foso serán reconstruidos, y eso en la presión de los tiempos.

      “Y después de las sesenta y dos semanas (de años) un Ungido será destruido, y él no tiene (sucesor), y un pueblo del príncipe venidero destruirá la ciudad y el santuario, y su fin viene como por rasgar, y guerra y desolación están ordenadas hasta el fin.

      “Y concluirá un fuerte pacto con muchos, por una semana (de años), y a la mitad de la semana (de años) cancelará sacrificio y oblación, y al lado del ala (coloca) una espantosa abominación, y eso es hasta que la desolación, la firmemente determinada, se derrame sobre el desolador.”—Daniel 9:24-27, Zunz; vea también Moffatt.

      COMIENZA LA “MAÑANA” DEL SÉPTIMO “DÍA” DE CREACIÓN, EN 526 A. DE LA E.C.

      5. ¿Cómo se calcula cuándo terminaron las siete más sesenta y dos “semanas de años”?

      5 La primera mitad o período de “tarde” del séptimo “día” de creación de Dios estaba terminando ahora, a 3.500 años desde la creación de Adán y Eva. La mañana de este “día” de creación había de empezar en 526 a. de la E.C. Desde entonces en adelante las cosas deberían abrillantarse respecto al propósito de Dios y para Su pueblo. Según la profecía de Daniel, desde cierto rasgo en la reedificación de la ciudad resucitada de Jerusalén contarían setenta “semanas (de años)” o “semanas de años” (que suman a 490 años). “Siete semanas (de años)” más “sesenta y dos semanas (de años)” se extenderían por un total de 483 años hasta la venida del Ungido (hebreo: Mashíahh). Contadas desde cuando el gobernador judío Nehemías reconstruyó los muros de Jerusalén estas sesenta y nueve “semanas de años” terminarían en la primera mitad del primer siglo de nuestra era común. Contados desde el año veinte del rey Artajerjes (455 a. de la E.C.), el año en el cual Nehemías reedificó aquellos muros, los 483 años terminarían en el año 29 de nuestra era común. (Nehemías 2:1-18) Eso sería unos cuarenta y un años antes de la segunda destrucción de Jerusalén, esta vez por los romanos. ¿Sucedió algo histórico en 29 E.C.?

      6. ¿Cómo fue derribado el Imperio Persa, y cómo llegó a desempeñar un papel en la vida judía Alejandría de Egipto?

      6 Tanto el primer siglo E.C. como el primer siglo a. de la E.C. fueron años críticos para los israelitas en Palestina. En el cuarto siglo a. de la E.C. el control de los israelitas o judíos repatriados había pasado de las manos del emperador persa a las manos del Imperio Griego, debido a las conquistas del macedonio Alejandro Magno. En el año 332 a. de la E.C. él obtuvo el control de Palestina y no tocó a Jerusalén. Entonces derribó al emperador persa y estableció la Potencia Mundial Griega, la quinta de la historia bíblica. En aquel mismo año Alejandro dio órdenes de construir la ciudad de Alejandría en Egipto, que había sido conquistado. Ésta llegó a ser una ciudad floreciente y en ella se desarrolló una gran población judía. Éstos llegaron a hablar el lenguaje griego común, que ahora había llegado a ser un lenguaje internacionalmente conocido y usado como resultado de las conquistas de Alejandro. Ellos también deseaban conocimiento bíblico.

      7. ¿Cómo se produjo la Versión de los Setenta griega, y cómo dice en Daniel 9:25, 26?

      7 Por eso, durante el siglo siguiente, para 280 a. de la E.C., comenzaron el trabajo de hacer que sus Escrituras inspiradas sagradas, desde Génesis hasta Malaquías, fueran traducidas en su propio idioma del griego común. La traducción fue completada para el primer siglo a. de la E.C. y llegó a ser llamada “La Versión Griega de los Setenta.” En vista del amplio uso del griego común aun durante los primeros siglos del Imperio Romano, esta traducción por aquellos judíos alejandrinos podía ser usada internacionalmente. Reflejó el texto bíblico hebreo con buen grado de fidelidad. Por ejemplo, la versión griega de Daniel 9:25, 26 leía así (según la traducción de Bagster al inglés) acerca del Mesías (Mashíahh):

      “Y sabrás y entenderás, que desde la salida del mandato para la respuesta y para la construcción de Jerusalén hasta Cristo el príncipe habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas: y entonces el tiempo regresará, y la calle será construida, y el muro, y los tiempos se agotarán. Y después de las sesenta y dos semanas, el ungido será destruido, y no hay juicio en él: . . .”

      8. (a) ¿Cómo llegó a estar Jerusalén bajo control romano y más tarde fue destruida? (b) ¿Por cuánto tiempo no han tenido templo en Jerusalén los judíos o no han reconocido un profeta como procedente de Dios?

      8 El griego común continuó siendo el lenguaje internacional del mundo antiguo aun después de la caída de la Potencia Mundial Griega ante la Potencia Mundial Romana en el primer siglo a. de la E.C. Una facción de los Macabeos que contendían por el poder en Jerusalén pidió la ayuda de Roma contra la otra facción, y así en el año 63 a. de la E.C. el general romano Pompeyo invadió a Jerusalén y obtuvo el control de ésta, y Palestina llegó a estar bajo control romano. En 40 a. de la E.C. los judíos recobraron su gobernación por un rey. Sin embargo, en 37 a. de la E.C. Herodes el Grande, un descendiente de Esaú o Edom, atacó a Jerusalén y la capturó y gobernó como rey, como el nombrado de Roma. En el primer siglo E.C., los judíos se rebelaron contra Roma, en 66 E.C., pero su independencia de poca duración terminó en 70 E.C. por la destrucción de Jerusalén y su glorioso templo reconstruido por Herodes el Grande. Desde entonces, o por más de diecinueve siglos ya, los judíos no han tenido ningún templo en Jerusalén, ni siquiera desde que se estableció la República de Israel en 1948 E.C. Además de eso, los israelíes no reconocen a ningún profeta como procedente de Dios desde Malaquías del quinto siglo a. de la E.C., o desde hace más de 2.400 años. ¿No es extraño eso? ¿Qué pasa?

      EL CUMPLIMIENTO DE LA PROFECÍA BÍBLICA EXPLICA LOS ASUNTOS

      9. Cuando Jerusalén fue restablecida en 537 a. de la E.C. ¿qué otra ciudad de importancia fue restaurada?

      9 Cuando la antigua Jerusalén fue restablecida en 537 a. de la E.C., otra ciudad fue restaurada en el país de Judá... Belén. En Nehemías 7:5-26, el gobernador de Jerusalén nos habla acerca del resto de judíos que regresó a su país en 537 a. de la E.C., y dice:

      “Entonces hallé el libro del registro genealógico de los que subieron al principio, y hallé escrito en él:

      “Estos son los hijos del distrito jurisdiccional que subieron del cautiverio del pueblo desterrado a quienes Nabucodonosor el rey de Babilonia había llevado al destierro y que más tarde volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su propia ciudad; los que vinieron con Zorobabel, Jesúa [de los Setenta griega: Jesús], Nehemías, . . . El número de los hombres del pueblo de Israel: . . . los hombres de Belén y de Netofa, ciento ochenta y ocho; . . .”—Vea también Esdras 2:21.

      10. (a) Belén así llegó a estar disponible para el cumplimiento de ¿qué profecía? (b) ¿Por qué no debería ser increíble el que ángeles hubieran de anunciar el nacimiento prometido allí?

      10 Así llegó a existir de nuevo la ciudad de Belén, “la ciudad de David,” en la cual era posible que se cumpliera la profecía mesiánica de Miqueas 5:2 (de los Setenta griega). Puesto que toda la vida humana independiente desde Caín y Abel en adelante comienza al nacer, la profecía de Miqueas nos hace buscar cierto nacimiento en la reedificada Belén. Este ha de ser un nacimiento predicho. Ahora bien, cuando Isaac el hijo de Abrahán y Sara iba a nacer por un milagro, tres ángeles de Dios visitaron a los padres de Isaac y les anunciaron el nacimiento para el año venidero, y el ángel principal dijo: “¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová?” (Génesis 18:1-14) Siglos después, cuando de una israelita que hasta entonces había sido estéril iba a nacer Sansón, el hombre de mayor fuerza física que ha habido en la Tierra, el ángel de Dios se le apareció primero a la madre en perspectiva y entonces tanto a ella como al esposo sin hijos de ella, para anunciarles el nacimiento venidero de un juez sobresaliente en Israel. (Jueces 13:1-20). ¿Debería alguien considerar extraño, increíble, el que ángeles celestiales hubieran de anunciar a criaturas humanas lo que había de ser el nacimiento superior entre todos los nacimientos humanos, el nacimiento milagroso del Mesías?

      11. Según Génesis 3:15, ¿de dónde sería tomado el que sería escogido para el papel mesiánico terrestre?

      11 Según la profecía de Jehová en Génesis 3:15, la “descendencia” que magullaría mortíferamente la cabeza de la Serpiente vendría de la “mujer” celestial de Dios, es decir, de Su organización semejante a esposa compuesta de santos y celestiales “hijos del Dios verdadero.” De esa organización Dios podía escoger al hijo particular entre los de la región de los espíritus para el papel mesiánico terrestre.

      12. ¿Qué preguntas surgen ahora acerca de la joven que sería la madre humana del Mesías, y también acerca del esposo de ella?

      12 ¿Qué nombre tenía este hijo favorecido? ¡Una pregunta interesante! Pero para el nacimiento de este hijo escogido que había de nacer en la familia humana en Belén en la tierra de Judá, se necesitaría una madre humana. Ella no solo tendría que ser de la tribu de Judá, sino que tendría que ser descendiente del rey David y así poder transmitir un título o derecho natural al reino de David. ¿Qué muchacha cuya ciudad nativa fuera Belén de Judá satisfacía los requisitos? ¿Y qué hay acerca de un esposo humano para ella, también de la línea familiar real de David? ¿Y hubo un anuncio angelical del nacimiento de uno mayor que Isaac? El registro histórico, según fue escrito por amigos personales de la joven, contesta estas importantes preguntas.

      13, 14. (a) ¿Dónde se encontró a la virgen judía apropiada? (b) Después de saludarla, ¿qué dijo el ángel Gabriel?

      13 El tiempo ahora es hacia fines del primer siglo antes de nuestra era común. Herodes el Grande, hijo de Antipatro II, era todavía rey en Jerusalén. Helí, un hombre de linaje davídico, se había mudado de Belén de la provincia de Judea hacia arriba, al norte, a Nazaret de la provincia de Galilea. Allí una hija de él llamada Míriam (hebreo) o Máriam (también María) en griego, alcanzó la edad casadera. Llegó a estar comprometida para casarse con un hombre del linaje real de David, llamado José, un carpintero en Nazaret, pero también nativo de Belén. Esto la obligaba a permanecer virgen. Pero meses antes de la noche de bodas, algo sorprendente aconteció. A María se le apareció un ángel, que se identificó como Gabriel. Después de un saludo, dijo:

      14 “No temas, María, porque has hallado favor con Dios; y, ¡mira! concebirás en tu matriz y darás a luz un hijo, y has de ponerle por nombre Jesús [hebreo: Jeshua]. Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y gobernará como rey sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin.”—Lucas 1:26-33.

      15. (a) ¿Qué pacto hecho para con David se cumpliría en el hijo de María? (b) El que él fuera “Hijo del Altísimo” significaba ¿qué?

      15 Según la declaración del ángel, el hijo de María sería realmente el Mesías prometido. Se le llamaría por el mismo nombre del sumo sacerdote que regresó con Zorobabel de Babilonia en 537 a. de la E.C., a saber, Jeshua (Jesúa), o, en griego, Jesús. Debido a que nacería por medio de María se le llamaría el hijo de “David su padre.” Por consiguiente, Jehová Dios le daría el trono o asiento real del rey David. Como en el caso de David, su gobernación real sería sobre “la casa de Jacob,” es decir, sobre todo Israel. Puesto que su gobernación real sería para siempre y ‘de su reino no habría fin,’ esto quería decir que Jehová Dios cumpliría en él el pacto que Jehová había hecho para con David para un reino eterno. Así, éste no necesitaría sucesor. (2 Samuel 7:11-16) Pero ¿cómo, y por qué, podía ser llamado “Hijo del Altísimo”? Éste no sería el Dios Altísimo mismo, quien es Jehová, sino que sería un Hijo de ese Supremo; y sin embargo, ¿cómo?

      16. En respuesta a la pregunta de María en cuanto a cómo podía suceder esto, ¿qué dijo Gabriel?

      16 María misma preguntó acerca de esto diciendo: “¿Cómo será esto, puesto que no estoy teniendo coito con varón alguno?” Gabriel respondió: “Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso también lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios. Y, ¡mira! tu parienta Elisabet también ha concebido ella misma un hijo, en su vejez, y éste es el sexto mes para ella, la llamada estéril; porque con Dios ninguna declaración será una imposibilidad.”—Lucas 1:34-37.

      17. ¿Cuándo aconteció la concepción milagrosa en María?

      17 ¿Resultó ser una imposibilidad lo que allí se le declaró a María? Esta virgen judía fue un ejemplo para nosotros hoy al creer que no resultaría imposible para el Dios Altísimo. De modo que le respondió así al ángel Gabriel: “¡Mira! ¡La esclava de Jehová! Efectúese conmigo según tu declaración.” (Lucas 1:38) Indudablemente, cuando María aceptó la voluntad de Dios para ella, aconteció concepción en ella, que todavía era virgen. Espíritu santo vino sobre ella, y poder del Dios Altísimo la cubrió con su sombra. ¿Cómo se produjo así la concepción milagrosa?

      18, 19. (a) ¿Por qué, cuando María concibió, no fue el dar comienzo a una criatura absolutamente nueva que no hubiera tenido antecedentes? (b) Correctamente se le podía llamar el hijo de ¿quién?

      18 En este caso no se trajo a la existencia una criatura viviente absolutamente nueva que no hubiera tenido experiencia o antecedentes previos, como en el caso de la concepción humana corriente por medio de un padre humano. Había que tomar en cuenta a la “mujer” celestial de Dios, la organización celestial semejante a mujer de Dios. Realmente de ella tenía que venir la “descendencia” mencionada en Génesis 3:15. Por eso ella tuvo que suministrar uno de sus hijos de la región de los espíritus para esta asignación en la Tierra, para que la “descendencia” fuera magullada en el talón por la Serpiente.

      19 Esto no significaba que, para que la virgen judía María concibiera, uno de los hijos celestiales de Dios de la región de los espíritus tenía que ser enviado para arrastrarse dentro del óvulo microscópico en el cuerpo de María y fertilizarlo. ¡Tal cosa es irrazonable, un absurdo! Más bien, el Dios Todopoderoso, el Padre celestial, por medio de su espíritu santo, transfirió la fuerza de vida de su hijo celestial escogido desde la región invisible de los espíritus al óvulo en el cuerpo de María y lo fertilizó. De esta manera María llegó a estar encinta, y la criatura concebida en ella fue ‘santa.’ Era realmente lo que el ángel Gabriel lo llamó: el “Hijo del Altísimo.”—Lucas 1:32.

      20. (a) ¿Cuál hijo de la organización celestial de Dios fue escogido? (b) ¿Cómo se le hizo disponible para el cumplimiento de Isaías 53:10?

      20 Pero, ¿quién era el hijo a quien Dios escogió para que naciera como criatura humana perfecta? No era el ángel Gabriel, porque él fue el que se materializó y se le apareció a María y le anunció que llegaría a ser madre. Las Santas Escrituras sí indican que fue aquel a quien un ángel, mientras le hablaba al profeta Daniel, llamó “el príncipe de ustedes,” “el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo,” a saber, Miguel. (Daniel 10:21; 12:1) Él había estado obrando como un ángel supervisor principesco a favor de la nación de Israel, y sin duda fue el ángel que se le manifestó en la zarza ardiente a Moisés al pie del monte Horeb allá en el siglo dieciséis a. de la E.C. Correctamente se le ha llamado Miguel el arcángel.a El que su fuerza de vida fuera transferida al óvulo de María por el poder del Dios Todopoderoso que cubrió con su sombra a María significaba que él, Miguel, desapareció del cielo. Por nacer como humano de María, la virgen judía, él llegaría a ser un alma humana. Esto lo hacía disponible para el cumplimiento de Isaías 53:10 acerca del “siervo sufriente” de Jehová:

      “Sin embargo le plugo al SEÑOR aplastarlo por enfermedad; ver si su alma se ofrecería en restitución, para que viera su descendencia, prolongara sus días, y que el propósito del SEÑOR prosperara por su mano.”—The Jewish Publication Society (Sociedad Judía de Publicación).

      TESTIGOS OCULARES DEL NACIMIENTO MILAGROSO

      21. ¿Cómo se le explicó a José la preñez de María, y qué se hizo después de eso?

      21 Al debido tiempo la sorprendente preñez de la virgen judía se hizo manifiesta a otros en Nazaret. El prometido de María descubrió aquello y quedó profundamente perturbado. La preñez de ella no podía imputársele a él. La opinión judía ordinaria allá en Nazaret dudaría que María hubiera concebido milagrosamente; judíos de estricta adherencia a la Ley de Moisés la condenarían a ser muerta a pedradas como adúltera que hubiera violado su compromiso de matrimonio con José. ¿Quién podría venir al auxilio de María y salvarla y salvar a la criatura no nacida de la muerte por apedreamiento? ¿Quién podría aclararle las cosas a José? Escuche:

      “Durante el tiempo que su madre María estaba comprometida para casarse con José, se halló que estaba encinta por espíritu santo antes que se unieran. Sin embargo, José su esposo, porque era justo y no quiso hacer de ella un espectáculo público, tenía la intención de divorciarse de ella secretamente. Pero después de haber reflexionado acerca de estas cosas, ¡mire! el ángel de Jehová se le apareció en un sueño, diciendo: ‘José, hijo de David, no tengas miedo de llevar a María tu esposa a casa, porque lo que ha sido engendrado en ella es por espíritu santo. Dará a luz un hijo, y tienes que ponerle por nombre Jesús [hebreo: Jeshua], porque él salvará a su pueblo de sus pecados.’

      “Todo esto realmente pasó para que se cumpliera lo que habló Jehová por su profeta, que dijo: ‘¡Miren! La virgen [según de los Setenta griega] llegará a estar encinta y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,’ que, traducido, significa: ‘Con Nosotros Está Dios.’

      “Entonces José, despertando de su sueño, hizo como el ángel de Jehová le había dirigido, y llevó a casa a su esposa. Pero no tuvo coito con ella hasta que ella dio a luz un hijo; y le puso por nombre Jesús [Jeshua o Jesúa].”—Mateo 1:18-25.

      22. (a) Gabriel, al hablarle a María, dio énfasis a ¿qué rasgo en cuanto al hijo mesiánico de ella? (b) Al hablarle a José, el ángel dio énfasis a ¿qué otro rasgo acerca del hijo de María?

      22 Comparando lo que Gabriel le dijo a María con lo que el ángel del sueño le dijo a José, Gabriel colocó el mayor énfasis en el papel que el Mesías desempeñaría como Rey descendiente de David para cumplir el pacto de Jehová con David para un reino eterno. El ángel que se le apareció a José puso el énfasis en el papel del Mesías como sacerdote, como portador del pecado y quitador del pecado. Este ángel se espació en el nombre que se le daría al Mesías, el nombre que, en hebreo, significa “Salvación de Jehová.” El Mesías cumpliría con su nombre personal por el hecho de que ‘salvaría a su pueblo de sus pecados.’ ¡Esto concuerda con el hecho de que el Mesías, el Descendiente de David, había de llegar a ser un “sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!”—Salmo 110:1-4.

      23. ¿A qué se debió que el nacimiento de Jesús no aconteciera en Nazaret?

      23 ¿Aconteció el nacimiento en Nazaret después que José llevó a María a su hogar allí? No, no según el registro inspirado. El nacimiento aconteció en la ciudad de David, Belén de Judá. ¿Por qué fue así? Un decreto imperial desde Roma llevó al cumplimiento de Miqueas 5:2, acerca del lugar de nacimiento del Mesías. Aquí está el registro:

      “Ahora bien, en aquellos días salió un decreto de César Augusto de que se inscribiera toda la tierra habitada; (esta primera inscripción se efectuó cuando Quirinio era el gobernador de Siria;) y todos se pusieron a viajar para inscribirse, cada uno a su propia ciudad. Por supuesto, José también subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser miembro de la casa y familia de David para inscribirse con María, quien le había sido dada en matrimonio según se prometió, estando al presente en estado avanzado de gravidez. Mientras estaban allí, se le cumplieron a ella los días para dar a luz. Y dio a luz su hijo, el primogénito, y lo envolvió con bandas de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en el lugar de alojamiento.”—Lucas 2:1-7.

      24, 25. ¿Cómo se calcula la fecha aproximada del nacimiento de Jesús?

      24 No se da el mes ni el día del nacimiento, tal como en la Santa Biblia no se suministra nunca la fecha de los cumpleaños de la gente de Dios.

      25 Con buena razón se puede decir, sin embargo, que el hijo primogénito de María, Jesús, no nació en la falsa fecha del 25 de diciembre ni para el tiempo de la fiesta invernal de Hhanukkah (Dedicación), que empezaba el día 25 del mes lunar de Kislev. (Juan 10:22) Según cálculos basados en Daniel 9:24-27 acerca del aparecimiento, la carrera pública y el cortamiento en muerte del Mesías, Jesús nació para el día 14 del mes lunar de Tisri. Esto fue un día antes del principio de la fiesta de una semana de Sukkoth (Cabañas, Tabernáculos), una fiesta durante la cual los judíos moraban fuera de la casa en cabañas y los pastores estarían afuera en los campos vigilando sus rebaños durante las vigilias de noche. (Levítico 23:34-43; Números 29:12-38; Deuteronomio 16:13-16) Puesto que Jesús vivió por treinta y tres años y medio y murió en el día de la Pascua de 33 E.C., o el 14 de Nisán de aquel año, esto ubica su nacimiento para el principio del otoño del año 2 a. de la E.C., o para el 14 de Tisri de ese año.

      26. ¿A quiénes fue enviado el ángel de Dios para anunciar el nacimiento de Jesús, y con qué acompañamiento celestial?

      26 Puesto que éste era el nacimiento del Mesías por tanto tiempo esperado, era demasiado importante para que se le dejara pasar sin testigos oculares. Dios se encargó de eso enviando su ángel para anunciar el milagroso nacimiento virginal. Pero, ¿a quiénes? ¿A Herodes el Grande en su palacio real a solo diez kilómetros al norte, aproximadamente, en Jerusalén? ¿O al principal del templo, el sumo sacerdote Joazar, que había sido nombrado por el rey Herodes? De ninguna manera. Teniendo presente la seguridad de Jesús el niño recién nacido, Jehová envió su ángel a hombres que tenían la ocupación de David cuando niño, allá en los campos cerca de Belén. Él no hizo que ninguna llamada “Estrella de Belén” apareciera para que todo el mundo la viera. Leemos lo siguiente:

      “También había pastores en ese mismo país que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños. Y de repente el ángel de Jehová estuvo de pie junto a ellos, y la gloria de Jehová centelleó en derredor de ellos, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: ‘No teman, porque, ¡miren! les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá, porque les nació hoy un Salvador, que es Cristo el Señor, en la ciudad de David. Y esto les servirá de señal: hallarán un nene envuelto en bandas de tela y acostado en un pesebre.’ Y de súbito se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, alabando a Dios y diciendo: ‘Gloria en las supremas alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad.’”—Lucas 2:8-14.

      27. ¿Qué términos aplicó a Jesús recién nacido el ángel, y por qué eran apropiados?

      27 El ángel llamó al infante recién nacido que estaba acostado en un pesebre de Belén un “Salvador,” que fue una de las razones por las cuales se le dio el nombre de Jesúa o Jesús y que significa “Salvación de Jehová.” Este infante también había de llegar a ser el Ungido, o Mesías o Cristo (griego) de Jehová. También había de ser “Señor,” Aquel a quien hasta el rey David, al hablar proféticamente bajo inspiración, llamó “mi Señor.”—Salmo 110:1.

      28. ¿A quién se le debía gloria en aquella ocasión, y para quiénes era la intención de paz, y también “buenas nuevas de un gran gozo”?

      28 Solo el Dios Todopoderoso, por un milagro, podía suministrar un niño con una asignación de aquella índole como Mesías. ¡Qué maravilla, pues, que una angélica “multitud del ejército celestial” apareciera y unidamente cantara gloria a Dios! Este nacimiento milagroso sobresaliente entre todos los nacimientos humanos era una expresión amorosa de la buena voluntad de Él para con los hombres a quienes Él aprueba. Esos hombres que tienen la buena voluntad de Dios podían tener paz en el corazón y la mente. Este nacimiento todavía será razón para “gran gozo” por parte de “todo el pueblo.” ¡No es maravilla que el informe angelical del nacimiento fuera buenas nuevas, no solo para el cielo, sino también para los hombres en la Tierra!

      29. ¿Cómo llegaron a ser testigos oculares del nacimiento del Mesías los pastores?

      29 El ángel había dado a los pastores la “señal” identificadora, y por eso ahora ellos llegarían a ser testigos oculares del nacimiento del Mesías.

      “Así que cuando los ángeles hubieron partido de ellos al cielo, los pastores empezaron a decirse unos a otros: ‘Vamos sin falta directamente a Belén y veamos esta cosa que ha sucedido, que Jehová nos ha dado a conocer.’ Y fueron apresuradamente y hallaron a María así como a José, y al nene acostado en el pesebre. Cuando lo vieron, dieron a conocer el dicho que se les había hablado respecto a este niñito. Y cuantos oyeron se maravillaron de las cosas que les dijeron los pastores, pero María iba conservando todos estos dichos, sacando conclusiones en su corazón. Entonces se volvieron los pastores, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que oyeron y vieron, así como éstas se les habían dicho.”—Lucas 2:15-20.

      30. Al rechazar estas auténticas “buenas nuevas de un gran gozo,” ¿cómo estaríamos afectándonos?

      30 Así, este milagroso nacimiento virginal no es ningún mito. Ángeles celestiales han testificado de él, y ha sido confirmado por testigos oculares humanos. El doctor en medicina Lucas hizo una investigación personal y recogió esta información vital para nosotros. (Lucas 1:1-4; Colosenses 4:14) Simplemente nos estamos causando daño a nosotros mismos si no aceptamos este testimonio auténtico. Solo estamos manteniéndonos en infelicidad al rechazar altivamente estas “buenas nuevas de un gran gozo.”

      31. ¿Cuándo adoptó José a Jesús como su hijo adoptivo y entonces se purificó con la madre del niño?

      31 Al octavo día de este nacimiento el infante fue circuncidado en la carne, como todos los demás niños judíos que nacían bajo la Ley de Moisés. (Lucas 2:21; Gálatas 4:4, 5) En aquel tiempo, José indicó que adoptaba a Jesús como su hijo adoptivo. No adoptó ningún hijo ilegítimo, sino que protegió a Jesús contra la falsa acusación de ser un hijo de fornicación. En el día cuadragésimo del nacimiento de Jesús, José y María llevaron al hijo primogénito de ella a Jerusalén para presentarlo en el templo a Jehová y conseguir que se hiciera un sacrificio de purificación para ella y para el padre adoptivo del infante. (Lucas 2:22-24; Levítico 12:1-8) El rey Herodes no estuvo al tanto de todo esto.

      32. (a) ¿Tuvo María otros hijos y también hijas? (b) ¿Qué derechos tenía ahora Jesús ya adoptado en cuanto al suspendido reino de David?

      32 Al debido tiempo María tuvo relaciones con su esposo José y le dio hijos. El registro muestra que, por lo menos por doce años después del nacimiento de Jesús, José continuó viviendo con María. Esto le permitió tener hijos por ella. El registro menciona a cuatro hijos: Santiago, José, Simón y Judas, y también hijas por María. Éstos llegaron a ser medio hermanos y medio hermanas de Jesús el primogénito de ella. (Lucas 2:41-52; Mateo 13:53-56; Marcos 6:1-3; Hechos 1:14) No obstante, debido a que José adoptó al hijo primogénito de María como suyo, José le pasó a Jesús el título o derecho legal que tenía en cuanto al reino de David su antepasado. Además, al ser en la carne el primogénito de María por el milagro de Dios, Jesús heredó un derecho natural al entonces suspendido reino de David. Al dar la genealogía de su padre adoptivo José, el historiador Mateo llama a Jesús el Mesías, diciendo: “El libro de la historia de Jesucristo [hebreo: Mesías], hijo de David hijo de Abrahán.”—Mateo 1:1. Vea Lucas 3:23-38, que muestra el linaje de María.

      33, 34. ¿Por qué no logró el rey Herodes matar al Mesías, y por qué se llegó a llamar a Jesús “el nazareno”?

      33 El nacimiento de Jesús poco antes de la muerte del rey Herodes el Grande no fue buenas noticias para aquel gobernante edomita o idumeo de Jerusalén. Le llamaron atención al nacimiento, no el ángel de Jehová ni pastores de Belén, sino astrólogos del oriente que vigilaban las estrellas, hombres que estaban bajo influencia demoníaca y bajo la condenación de la Ley de Moisés.—Deuteronomio 18:9-14; Isaías 47:12-14; Daniel 2:27; 4:7; 5:7.

      34 En la corte de Herodes a los astrólogos primero hubo que señalarles la profecía de Miqueas 5:2 antes que aquella cosa luminosa que se imaginaban que era una “estrella” los guiara abajo a Belén y al lugar donde Jesús se hallaba en una casa. Dios les dio advertencia divina en un sueño para que no volvieran con un informe a Herodes, que tenía intenciones de asesino. Para no quedar frustrado en su proyecto de matar al Mesías, Herodes hizo que todos los niños de dos años de edad y menos en Belén fueran muertos, pero no mató a Jesús. Por advertencia angelical, José y María lo habían llevado abajo a Egipto. Herodes murió, dejando a su hijo Arquelao como rey de Judea, incluso Belén. Por eso, Jesús no fue llevado de nuevo a Belén, sino que fue llevado al norte a Nazaret de Galilea, donde creció. Por eso llegó a ser llamado Jesús de Nazaret, no Jesús de Belén.—Mateo 2:1-23; 21:11.

      UN PRECURSOR PRESENTA AL MESÍAS

      35. ¿Quién había de presentar al Mesías, y qué predicó éste?

      35 El Mesías había de ser presentado a la nación de Israel por un precursor según la profecía de Malaquías 3:1. Éste resultó ser el hijo que el ángel Gabriel dijo que se le daría al envejecido sacerdote Zacarías y a su esposa de edad avanzada Elisabet, y al cual Zacarías había de llamar Juan. (Lucas 1:5-25, 57-80) Temprano en la primavera del año 29 E.C., durante el año quince del reinado de Tiberio César, “la declaración de Dios vino a Juan el hijo de Zacarías en el desierto. De modo que vino por toda la comarca del Jordán, predicando bautismo en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados.” (Lucas 3:1-3) Predicó a los que salían a oírle, y dijo: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 3:1, 2) Este predicador llegó a ser llamado “Juan el que bautizaba.”—Marcos 1:1-4.

      36. ¿Cuándo y por qué fue Jesús a Juan para bautizarse, y qué evidencia celestial se dio de que esto se aprobaba?

      36 Después de observar a Juan ocupado en predicar y bautizar por unos seis meses, Jesús entró en acción. Reconoció que había de ser el representante terrestre de aquel “reino de los cielos.” Para el otoño de aquel año 29 E.C., Jesús cumplió treinta años de edad. Dejó de trabajar como carpintero allá en Nazaret y dejó a su madre allá con sus otros hijos y sus hijas y fue a buscar a su precursor, Juan. Tenía presente las palabras proféticas del rey David escritas en Salmo 40:6-8. (Hebreos 10:1-10) Por eso fue, no para ser bautizado en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados, sino para ser bautizado en símbolo de que se presentaba para hacer la voluntad de Dios para él para el futuro. ¿Cómo mostró Dios que lo aceptaba? Leemos:

      “Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán a Juan, para ser bautizado por él. Pero éste trató de impedírselo diciendo: ‘Yo soy el que necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí? En respuesta Jesús le dijo: ‘Deja que sea, esta vez, porque de esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo.’ Entonces dejó de impedírselo. Después que fue bautizado Jesús salió inmediatamente del agua; y, ¡mire! los cielos se abrieron, y vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: ‘Éste es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.’”—Mateo 3:13-17.

      37. ¿Qué testificó Juan a sus discípulos en cuanto a quién era Jesús, y cómo aludió a él como víctima de sacrificio?

      37 Juan el que Bautizaba vio lo que sucedió y oyó la voz del Padre celestial. Más tarde dio testimonio a sus discípulos de lo que había visto y había oído a Dios decir desde el cielo, y testificó, diciendo: “Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” Juan también señaló a Jesús ya bautizado como el que sería sacrificado para la salvación de la humanidad, pues dijo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29-34) ¿No es digno de ser aceptado y creído por nosotros hoy el testimonio de Juan el que Bautizaba? ¡Con toda certeza!

      38. (a) ¿Qué significó para Jesús el descendimiento del espíritu de Dios sobre él? (b) ¿Qué cantidad de “semanas de años” terminó allí, y qué había de ocurrir durante la semana restante?

      38 Aquel descendimiento del espíritu santo de Dios sobre Jesús ya bautizado significó más que solo el que desde entonces en adelante él llegara a ser un Hijo espiritual de Dios con miras a ser restaurado a la vida celestial de espíritu. También significó que fue ungido con el espíritu de Dios. Ahora en pura realidad llegó a ser el Ungido, el Mesías, o, en griego, el Cristo. Aquí estaba el cumplimiento de la profecía precisamente a tiempo. Aquí, en el año 29 E.C., las siete semanas (de años) y sesenta y dos semanas (de años) terminaron (un total de 483 años) con la producción del Ungido, el Mesías, el Cristo. (Daniel 9:25) Ahora estaba por empezar la septuagésima semana (de años), a la mitad de la cual el Mesías ‘haría que cesaran el sacrificio y la ofrenda de dádiva’ por medio de ofrecerse él mismo como sacrificio humano, y ser “cortado” en muerte de sacrificio como el Cordero de Dios.—Daniel 9:26, 27.

      39. ¿Dónde y en qué ocasión llamó Jesucristo atención al cumplimiento de Isaías 61:1-3 en él?

      39 Así, también, se cumplió la profecía de Isaías 61:1-3 en cuanto al ungimiento del Mesías con el espíritu de Jehová. David había sido ungido simplemente con aceite vegetal, pero el Hijo y Señor de David fue ungido en su caso con espíritu santo. El año siguiente, cuando Jesús regresó a Nazaret, no para ser carpintero de nuevo, sino para predicar en la sinagoga de ellos, llamó atención al cumplimiento de la profecía de Isaías en él. El registro de Lucas 4:16-21 nos dice:

      “De modo que se le dio el rollo del profeta Isaías, y abrió el rollo y halló el lugar donde estaba escrito: ‘El espíritu de Jehová está sobre mí, porque me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, para predicar el año acepto de Jehová.’ Con eso enrolló el rollo, se lo devolvió al servidor y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga se fijaron intensamente sobre él. Entonces comenzó a decirles: ‘Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír.’”

      40, 41. (a) ¿Por qué quería Satanás quebrantar especialmente la integridad de Jesús ungido? (b) ¿Cómo terminó la prueba a la cual el Tentador sometió a Jesús?

      40 La Gran Serpiente, Satanás el Diablo, sabía que este ungido Jesús era la “descendencia” mesiánica de la “mujer” celestial de Dios. Aquí, pues, de entre todos los “hijos del Dios verdadero” estaba aquel hijo en particular cuya integridad la Gran Serpiente quisiera quebrantar, para el mayor oprobio a Dios. Por eso se acercó a Jesús allá en el desierto de Judea, donde Jesús había ido inmediatamente después de su bautismo y de haber sido ungido con el espíritu de Jehová, para pasar cuarenta días allí. La Gran Serpiente trató de tentar a Jesús: Para que le probara por una demostración al Diablo que era un hijo de Dios debería convertir milagrosamente las piedras en pan o debería hacer que los ángeles invisibles lo llevaran en las manos después que se hubiera arrojado desde el almenaje del templo de Jerusalén.

      41 Finalmente, en un esfuerzo desesperado, el tercero y final, el Tentador le ofreció a Jesús “todos los reinos del mundo y su gloria” en recompensa por un solo acto de adoración procedente de Jesús. Por tercera vez Jesús citó la Palabra escrita de Dios y dijo: “Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado.’”—Mateo 4:1-10.

      42. ¿Cómo correspondió la experiencia de Jesús en este caso con el hecho de que Moisés pasara cuarenta días en el monte Horeb con el ángel de Dios?

      42 Los ángeles estaban vigilando esta prueba de la integridad del Mesías para con el Dios Altísimo. Por eso ahora, cuando el Diablo se fue derrotado, “¡mire! vinieron ángeles y se pusieron a servirle.” (Mateo 4:11; Marcos 1:13) Mucho tiempo antes Moisés había estado por cuarenta días con el ángel de Jehová arriba en el monte Horeb en el desierto de Sinaí; y ahora Jesús el Mesías, después de cuarenta días de ayuno y meditación en el desierto de Judea, estaba listo para comenzar con confianza su carrera pública en la tierra de Israel.—Éxodo 24:18.

      [Nota]

      a Vea Judas, versículo 9; Revelación 12:7. Para una discusión anterior y más completa de esto, vea la obra en inglés por E. W. Hengstenberg intitulada “Christology of the Old Testament and Commentary” (Cristología del Antiguo Testamento y comentario), tomo 4, páginas 301-304 (publicada en 1836-1839 E.C.).

  • La glorificación del Mesías
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 12

      La glorificación del Mesías

      1. El profeta Isaías (53:7-12) recibió inspiración de Jehová para decir ¿qué, en cuanto a lo que debería preceder a la glorificación del Mesías?

      ANTES de la glorificación tiene que venir el sufrimiento. Por esta experiencia pasaría el “siervo” mesiánico de Dios. Al predecir que éste era el propósito divino respecto al Mesías, Dios hizo que su profeta Isaías del siglo octavo antes de nuestra era común dijera bajo inspiración:

      “Fue oprimido, aunque él se humilló y no abrió su boca; como cordero que es llevado a la matanza, y como oveja que delante de sus esquiladores está muda; sí, él no abrió su boca. . . . Por lo tanto le dividiré una porción entre los grandes, y él dividirá el despojo con los poderosos; porque descubrió su alma hasta la muerte, y fue contado con los transgresores, sin embargo llevó el pecado de muchos, e intercedió por los transgresores.”—Isaías 53:7-12, según la versión en inglés de la Sociedad Judía de Publicación (JPS); Hechos 8:32-35.

      2. Después de enterarse de que Juan había sido aprisionado, ¿qué mensaje empezó a dar Jesús?

      2 Hasta el precursor del Mesías se vio obligado a sufrir por su fidelidad a la ley de Dios. Después que había dirigido muchos discípulos bautizados a Jesús, fue aprisionado por el gobernante de distrito de Galilea, Herodes Antipas, el hijo de Herodes el Grande, y más tarde, durante una celebración del cumpleaños de Herodes, fue decapitado. (Mateo 14:1-12) Jesús, después de haberse enterado del arresto y aprisionamiento de Juan, empezó a dar el mensaje de Juan. “Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: ‘Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.’”—Mateo 4:12-17.

      3. Moisés sufrió por preferir ser ¿qué? ¿y cómo debería corresponder con eso la experiencia de Jesús?

      3 Como Juan el que Bautizaba, Jesús no estuvo predicando el reino terrestre de los Macabeos, que muchos judíos querían ver restaurado. Estuvo predicando el “reino de los cielos,” el reino de Dios que tenía una relación con el rey David de la antigüedad. Al sufrir no dejó de parecerse al profeta Moisés. En cuanto a la firme fe de Moisés, está escrito en Hebreos 11:25, 26: “Escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado, porque estimó el vituperio del Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto; porque miraba atentamente hacia el pago del galardón.” Puesto que el Mesías sería un profeta semejante a Moisés, y Moisés sufrió antes y después de haber sido nombrado (ungido) profeta de Jehová, era solo lo de esperarse que el Mesías Jesús también hubiera de sufrir. De hecho, sus sufrimientos serían mayores que los de Moisés.—Deuteronomio 18:15.

      4. ¿En el nombre de quién fue Moisés a su pueblo, y cómo corresponde esto con el caso de Jesucristo?

      4 Fue en el nombre del Dios Todopoderoso, Jehová, que Moisés fue enviado de regreso a Egipto para conducir a su pueblo fuera de la esclavitud allí. (Éxodo 3:13-15; 5:22, 23) Tal como Moisés se encontró con oposición, así le sucedió también a esta correspondencia de él del primer siglo. A los que no ponían fe en él como el Mesías enviado desde Dios, Jesús dijo:

      “Yo he venido en el nombre de mi Padre, pero ustedes no me reciben; si algún otro llegara en su propio nombre, recibirían a ése. ¿Cómo pueden creer ustedes, cuando aceptan gloria unos de otros y no buscan la gloria que proviene del único Dios? No piensen que yo los acusaré al Padre; hay quien los acusa, Moisés, en quien ustedes han puesto su esperanza. En realidad, si creyeran a Moisés me creerían a mí, porque aquél escribió de mí. Pero si no creen los escritos de aquél, ¿cómo creerán mis dichos?”—Juan 5:43-47.

      5. ¿Por qué deberían haber creído los judíos que Jesús vino en el nombre de su Padre celestial, y cuándo expresó creencia en eso una muchedumbre?

      5 Notamos cómo Jesús respondió a los que no lo aceptaban como el Mesías y que le dijeron: “¿Hasta cuándo has de tener nuestras almas en suspenso? Si eres el Cristo [Mashíahh], dínoslo francamente.” Jesús les pidió que dejaran que sus obras mesiánicas hablaran por él, al decir: “Se lo dije a ustedes, y sin embargo no creen. Las obras que hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio acerca de mí. Pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen.” (Juan 10:24-27) Pero hubo algunos judíos que creyeron que Jesús había venido en el nombre de su Padre celestial. Por eso, cinco días antes de la Pascua de 33 E.C., cuando Jesús, montado en un asno, entró en Jerusalén en cumplimiento de la profecía de Zacarías 9:9, una muchedumbre de ellos lo aclamó y gritó: “¡Salva, te rogamos! ¡Bendito es el que viene en el nombre de Jehová, sí, el rey de Israel!”—Juan 12:1, 12, 13; Mateo 21:4-9; Marcos 11:7-11; Lucas 19:35-38; Salmo 118:26.

      6. ¿En el nombre de quién vigiló Jesús sobre sus apóstoles fieles?

      6 Por fin, en la noche de la Pascua, después de celebrar esta fiesta con sus fieles discípulos o apóstoles, Jesús oró a Jehová y dijo:

      “He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo. Tuyos eran, y me los diste, y han observado tu palabra. . . . Padre santo, vigílalos por causa de tu propio nombre que tú me has dado, para que sean uno así como lo somos nosotros. Cuando estaba con ellos yo los vigilaba por causa de tu propio nombre que tú me has dado; y yo los he guardado.”—Juan 17:6, 11, 12.

      Así, al venir en el nombre de Jehová, Jesús fue un profeta semejante a Moisés.

      IDENTIFICADO TAMBIÉN POR MILAGROS Y PROFECÍAS

      7. ¿Por qué ejecutó Moisés señales delante de los egipcios y los israelitas, y qué comparación existe entre sus señales y las del Mesías en cuanto a cantidad?

      7 Tanto a los israelitas como a los egipcios el profeta Moisés les probó que había venido en el nombre del único Dios vivo y verdadero por medio de muchos milagros. Estas eran “señales” dadas por Dios en prueba de que Jehová había enviado a Moisés. (Éxodo 4:1-30; 7:1-3; 8:22, 23; 10:1, 2; Deuteronomio 34:10, 11) Los antiguos israelitas no le exigieron a Moisés una “señal del cielo,” y por consiguiente los israelitas del primer siglo E.C. estaban fuera de lo correcto al pedirle tal señal a Jesús. (Mateo 16:1-4) No es descrédito decir que las señales milagrosas que ejecutó Moisés fueron sobrepasadas por mucho por las que ejecutó Jesús en prueba de que era el Mesías.

      8. ¿Con qué comenzó Jesús sus “señales,” y qué efecto tuvieron las “señales” en sus discípulos y en Nicodemo?

      8 Jesús no hizo como Moisés y convirtió el agua en sangre, pero sí convirtió agua en el mejor de los vinos cuando el surtido se agotó en un banquete de bodas en Caná de Galilea. Esto fue solo el principio, según lo que está escrito en Juan 2:11: “Jesús ejecutó esto en Caná de Galilea como principio de sus señales, y puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él.” En cuanto a la Pascua de 30 E.C., el registro nos dice: “Cuando estuvo en Jerusalén en la pascua, en la fiesta de ésta, muchos pusieron su fe en el nombre de él, viendo las señales que él ejecutaba.” (Juan 2:23) Por ejemplo, el fariseo Nicodemo, un gobernante de los judíos y miembro del Sanedrín de Jerusalén, visitó a Jesús de noche y dijo: “Rabí, sabemos que tú como maestro has venido de Dios; porque nadie puede ejecutar estas señales que tú ejecutas a menos que Dios esté con él.”—Juan 3:1, 2; 7:50, 51; 19:39, 40.

      9. ¿Qué comparación existe entre los milagros de Jesús y los de Moisés en cuanto a clase?

      9 ¿Curó Moisés la lepra? Jesús curó a muchos leprosos en la tierra de Israel. ¿Dividió Moisés las aguas del mar Rojo para salvar a su pueblo? Jesús anduvo sobre las aguas del mar de Galilea y calmó sus aguas durante una peligrosa tormenta de viento. Cuarenta años vivieron los israelitas de maná del cielo en el desierto y murieron después de eso. Jesús suministró un maná del cielo en el sacrificio de su propia humanidad perfecta, para que todos los que coman de él por fe vivan para siempre. (Juan 6:48-51) Moisés nunca curó todos los casos de enfermedad y debilidades que Jesús curó. Moisés nunca levantó a nadie de entre los muertos. Jesús levantó a más personas de entre los muertos que los profetas Elías y Eliseo, una de las cuales fue Lázaro de Betania, quien había estado muerto y encerrado en su tumba por cuatro días. (Juan 11:1-45; 12:1-9) Hasta los enemigos de Jesús tuvieron que confesar que él ejecutaba muchas señales, porque dijeron: “¿Qué hemos de hacer, porque este hombre ejecuta muchas señales? Si lo dejamos así, todos pondrán fe en él, y vendrán los romanos y nos quitarán nuestro lugar así como nuestra nación.”—Juan 11:46-48; 12:37.

      10. ¿Qué testimonio dio Pedro, tanto a judíos en el Pentecostés en Jerusalén como a gentiles en Cesarea, acerca de los milagros de Jesús?

      10 Sin exagerar el caso, pues, el apóstol Pedro pudo decir a miles de judíos en el día de fiesta de Shavuoth (Semanas) de 33 E.C.: “Varones de Israel, oigan estas palabras: A Jesús el nazareno, varón públicamente mostrado por Dios a ustedes mediante obras poderosas y portentos y señales que Dios hizo por medio de él en medio de ustedes, así como ustedes mismos lo saben.” (Hechos 2:22) Unos años después este mismo Pedro, al declarar los hechos del caso, en Cesarea, a algunos gentiles interesados que mostraban favor a los judíos, dijo:

      “Ustedes conocen el tema acerca de cual se habló por toda Judea, comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó, a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo tanto en el país de los judíos como en Jerusalén.”—Hechos 10:37-39.

      11, 12. (a) ¿Cómo se parece Jesús a Moisés como profeta? (b) ¿Qué hay acerca de la más extensa profecía de Jesús en cuanto a que se haya cumplido?

      11 ¿Fue profeta Moisés? ¡Sí, ciertamente! Y lo mismo fue el Mesías Jesús. Él habló muchas parábolas o ilustraciones proféticas. Predijo que sería traicionado por su propio apóstol Judas y cómo ocurriría su propia muerte y por quiénes, y también que sería levantado del sepulcro al tercer día de su muerte. Predijo la destrucción de Jerusalén, que ocurriría a manos de los romanos en 70 E.C. Su más extensa profecía fue la que se registró en los relatos conservados en los capítulos veinticuatro y veinticinco de Mateo, el capítulo trece de Marcos, y el capítulo veintiuno de Lucas. Esta profecía la dio en respuesta a la pregunta que le hicieron sus discípulos en cuanto a cuándo ocurriría la destrucción de Jerusalén con su templo, y qué sería la “señal” de su regreso mesiánico y “presencia” (parousía) y la de la “conclusión del sistema de cosas.”

      12 Como testimonio de la exactitud de esta profecía, rasgos de ella se cumplieron durante aquella generación en el primer siglo, y, más notablemente todavía, rasgos correspondientes y otros detalles se han cumplido sobre nuestra propia generación desde 1914 E.C., un año desde el cual hemos tenido guerras, escaseces de alimento, terremotos, pestes, persecución de sus seguidores, angustia mundial, y en el futuro hay una “grande tribulación” insuperada.—Mateo 24:21.

      13. ¿Qué comparación existe entre Jesús y Moisés en cuanto a que hubiera profecías que lo hubiesen predicho y que se cumplieran en él?

      13 El profeta Moisés no tuvo profecías que lo hubiesen predicho a él y que se cumplieran en él. Pero en todas las Escrituras Hebreas, desde Génesis hasta Malaquías, hay centenares de profecías que se cumplieron en Jesús desde su nacimiento hasta su muerte y resurrección, en prueba de que él era verdaderamente el Mesías, la “descendencia” que sería magullada “en el talón” por la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. Él mismo llamó la atención de sus discípulos a esto después que Dios lo levantó de entre los muertos. El registro de Lucas 24:25-48 nos dice:

      “De modo que él les dijo: ‘¡Oh insensatos y lentos de corazón para creer en todas las cosas que hablaron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo [Mashíahh] sufriese estas cosas y entrase en su gloria?’ Y comenzando desde Moisés y todos los Profetas les interpretó cosas tocantes a él mismo en todas las Escrituras. . . .

      “En seguida les dijo: ‘Estas son mis palabras que les hablé estando aun con ustedes, que tenían que cumplirse todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos acerca de mí.’ Luego les abrió la mente por completo para que captaran el significado de las Escrituras, y les dijo ‘De esta manera está escrito que el Cristo [Mashíahh] sufriría y se levantaría de entre los muertos al tercer día, y sobre la base de su nombre se predicaría arrepentimiento para perdón de pecados en todas las naciones... comenzando desde Jerusalén, ustedes han de ser testigos de estas cosas.’”

      14. ¿Qué escribió Moisés acerca de maldiciones obre Israel y acerca de hacer a un criminal algo bajo maldición de Dios? ¿Con quién en mira?

      14 En el capítulo veintiséis de Levítico y Deuteronomio 28:15-68 el profeta Moisés escribió todas las invocaciones de mal y maldiciones que le vendrían a la nación de Israel por no cumplir con su pacto de la Ley con Jehová Dios. Moisés también escribió:

      “Y en caso de que llegue a haber en un hombre un pecado que merezca la sentencia de muerte, y se le haya dado muerte, y lo hayas colgado en un madero, su cuerpo muerto no debería quedarse toda la noche en el madero; antes bien, sin falta debes enterrarlo ese mismo día, porque cosa maldecida de Dios es el que ha sido colgado; y no debes contaminar tu terreno, que Jehová tu Dios te está dando como herencia.”—Deuteronomio 21:22, 23.

      Esta ley evidentemente fue dada por Dios teniendo presente a su Mesías. ¿Por qué? Para que la nación de Israel fuera salvada de la maldición que le venía por violar su pacto de la Ley con Dios, el Mesías tenía que morir en un madero como maldito en lugar de Israel.

      MUERTE Y GLORIFICACIÓN

      15. En el día de la Pascua de 33 E.C. ¿qué se hizo para que el Cordero de Dios fuera ejecutado por no judíos?

      15 El 14 de Nisán, el día de la Pascua, del año 33 E.C., el cordero pascual fue muerto y preparado para ser comido, aun por los propios apóstoles de Jesús. (Mateo 26:1-30; Marcos 14:1-26; Lucas 22:1-39) Pero, ¿qué hay de aquel a quien Juan el Bautista llamó “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”? (Juan 1:29, 36) Más tarde, después de la cena de la Pascua aquella noche, él fue traicionado por el apóstol Judas Iscariote y fue arrestado por un grupo armado que se lo llevó y lo entregó a los líderes religiosos de Jerusalén. Fue sometido a juicio por el Sanedrín judicial y sentenciado a muerte según la interpretación que ellos daban a la Ley. En vista de que estaban limitados en cuanto a la ejecución de la pena de muerte, aquel cuerpo judicial que había condenado a Jesús lo entregó al gobernador gentil, Poncio Pilato, como perturbador de la paz y sedicioso criminal. Sus acusadores insistieron en que fuera colgado en un madero hasta morir.

      16. Delante de Pilato, ¿qué dijo Jesús acerca del reino y de la verdad?

      16 Jesús, cuando estuvo siendo sometido a juicio delante de Poncio Pilato, señaló que su reino mesiánico sería celestial, no terrestre en Jerusalén del Oriente Medio. Cuando Pilato le preguntó: “¿Eres tú el rey de los judíos?” Jesús respondió: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” Ante esta respuesta, Pilato preguntó: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?” Jesús respondió: “Tú mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.”—Juan 18:33-37.

      17. ¿Cómo fue Jesús entonces ‘contado con los transgresores,’ y qué esperanza impartió a uno de los transgresores?

      17 De mala gana, Pilato cedió a las demandas de los acusadores de que Jesús fuera colgado en un madero. El lugar de ejecución resultó estar en Gólgota (“Lugar de la Calavera”), o Calvario, fuera de los muros de Jerusalén. Fue colgado entre dos malhechores criminales, “transgresores.” Los que eran versados en la Ley de Moisés veían a Jesús sobre el madero como “cosa maldecida de Dios.” Aunque así “fue con los transgresores que fue contado,” Jesús todavía retuvo en la mente la esperanza de un Paraíso terrestre para la humanidad bajo su futuro gobierno mesiánico. Por consiguiente, cuando uno de los transgresores, que llegó a darse cuenta de que Jesús era hombre inocente y víctima propiciatoria por pecadores, le dijo: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino,” Jesús respondió: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso.”—Lucas 23:39-43; 22:37.

      18. ¿Cómo hizo Jesús su sepulcro con los inicuos y con los ricos, y en qué condición estuvo en el Seol?

      18 Como a mitad de la tarde de aquel día de la Pascua, Jesús murió. “Descubrió su alma hasta la muerte.” “Derramó su alma hasta la mismísima muerte.” (Isaías 53:12, JPS; NM) En armonía con Deuteronomio 21:22, 23, fue enterrado aquella misma tarde. Fue colocado en una tumba recientemente cortada que pertenecía a un hombre rico, y de esta manera hizo “su sepultura aun con los inicuos, y con la clase rica en su muerte, a pesar de que no había hecho violencia y no hubo engaño en su boca.” (Isaías 53:9) Así, también, el alma de Jesús fue al Seol, el sepulcro común de la humanidad. Allí fue cierto lo siguiente en cuanto a Jesús muerto: “Los muertos nada saben ya . . . no hay obra, ni empresa ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro [en Sheol, margen] adonde vas.”—Eclesiastés 9:5, 10, Moderna; Reina-Valera Revisada.

      19. ¿Cuándo y cómo cumplió Jehová su propia profecía inspirada en Salmo 16:10, y por qué surgió una pregunta en cuanto a dónde estaba Jesús?

      19 Sin embargo, el rey David había escrito proféticamente: “Porque no dejarás mi alma entre los muertos [en sheol, margen], ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me harás conocer el sendero de la vida: en tu presencia está la plenitud de gozo; a tu diestra se hallan delicias eternamente.” (Salmo 16:10, 11, Mod; RVR) En fidelidad a la profecía que Él mismo había inspirado, Jehová el Dios Todopoderoso resucitó al Mesías Jesús al tercer día, el 16 de Nisán, el día en el cual el sumo sacerdote Caifás en el templo ofreció a Jehová una “gavilla de las primicias” de la cosecha de la cebada. (Levítico 23:9-14; 1 Corintios 15:20, 23) Cierto fue que la tumba donde pusieron a Jesús fue hallada vacía, pero, ¿por qué fue que no lo pudieron hallar en ningún lugar sus propios discípulos? ¿Por qué fue que durante los cuarenta días después de su resurrección él se les aparecía de súbito y tan de súbito desaparecía, para probarles que todavía estaba vivo de entre los muertos’?—Hechos 1:1-3; Juan 20:1-31; Mateo 28:1-18.

      20. ¿Cómo explica Pedro la resurrección de Jesús, y cómo describe Pablo la resurrección correspondiente de los discípulos de Jesús?

      20 El apóstol Pedro, a quien Jesús resucitado se le apareció una vez en privado, nos da la explicación de estas materializaciones que eran como las que los ángeles de la región de los espíritus habían hecho en los días de los profetas de la antigüedad. Pedro dice: “Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados.” (1 Pedro 3:18, 19, Reina-Valera Revisada; Biblia de Jerusalén; 1 Corintios 15:5; Lucas 24:34) En la resurrección a él se le hizo como se predice que les sucederá a sus discípulos fieles en la resurrección de éstos:

      “Se siembra en deshonra, se levanta en gloria. Se siembra en debilidad, se levanta en poder. Se siembra cuerpo físico, se levanta cuerpo espiritual. Si hay cuerpo físico, también lo hay espiritual. Así también está escrito: ‘El primer hombre Adán vino a ser alma viviente.’ El último Adán vino a ser un espíritu dador de vida.

      “Sin embargo, esto digo, hermanos, que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción. . . . Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción, y esto que es mortal tiene que vestirse de inmortalidad. Pero cuando esto que es corruptible se vista de incorrupción y esto que es mortal se vista de inmortalidad, entonces se efectuará el dicho que está escrito: ‘La muerte es tragada para siempre.’”—1 Corintios 15:43-45, 50-54.

      “Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte, ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección.—Romanos 6:5.

      21. Dios resucitó a Jesús para que fuera ¿qué clase de persona? y por lo tanto ¿cómo fue que Jesús retuvo el mérito de su sacrificio humano?

      21 Por consiguiente, la evidencia bíblica prueba que Jesucristo fue resucitado como Hijo de Dios con vida de espíritu en inmortalidad e incorrupción. (Hechos 13:32-37) Por eso, al resucitar de entre los muertos, Jesucristo no retiró del altar de Dios su cuerpo humano como sacrificio por medio de volver a tomar su cuerpo humano. (Hebreos 10:1-10) Tal como en el Día de Expiación anual se disponía de los cuerpos de aquellas víctimas animales cuya sangre se llevaba al Santísimo para el pecado, así Dios aceptó el sacrificio de la naturaleza humana de Jesús y se deshizo del cuerpo humano de Jesús. ¿Cómo? No sabemos. (Hebreos 13:10-13; Levítico, capítulo dieciséis) Aunque el Dios Todopoderoso no resucitó a su Hijo Jesucristo en un cuerpo humano, el Hijo de Dios resucitado sí retuvo el valor o mérito de su sacrificio humano, que era como la sangre de los sacrificios que el sumo sacerdote judío llevaba al Santísimo del templo para hacer expiación por el pecado.

      22, 23. (a) Como persona de la región de los espíritus por la resurrección, ¿qué pudo hacer Jesús entonces según se prefiguró por el sumo sacerdote en el Día de Expiación? (b) ¿Por qué estaba Jesús ahora en una posición más fuerte para magullar a la serpiente “en la cabeza”?

      22 Como Hijo de Dios de la región de los espíritus, Jesucristo pudo ascender de vuelta al cielo en el día cuarenta desde su resurrección de entre los muertos. Varios de sus discípulos fieles fueron testigos de ese ascenso o ascensión. (Hechos 1:1-11) Tal como el sumo sacerdote judío en el Santísimo rociaba la sangre de la Expiación hacia el Arca del Pacto cubierta de oro, así Jesús entró en la presencia celestial de Dios y presentó el valor o mérito de su sacrificio humano perfecto. (Hebreos 9:11-14, 24-26) Entonces el Dios Altísimo lo sentó a Su propia diestra como el “sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec.”—Salmo 110:1-4; Hechos 2:31-36; Hebreos 5:10; 10:11-13.

      23 De esta manera el Hijo de Dios fue recompensado con una posición celestial más alta o encumbrada que la que había tenido antes de llegar a ser un hombre perfecto y haber sido magullado “en el talón” por la Gran Serpiente. Volvió a tomar el nombre que tenía antes de haber sido humano, Miguel, de modo que de nuevo hubo un “Miguel el arcángel” en el cielo. (Judas 9; Revelación 12:7) La glorificada “descendencia” de la “mujer” de Dios estaba ahora en una posición mucho más fuerte para magullar la cabeza de la Serpiente al tiempo debido de Dios.—Génesis 3:15.

      24, 25. (a) Tanto judíos como gentiles pueden alegrarse de que el Hijo de Dios no sea ¿qué clase de Mesías? (b) En Filipenses 2:5-11, ¿qué actitud mental se nos exhorta a tener?

      24 ¡Qué agradecida y alegre debe estar toda la humanidad, tanto judíos naturales como gentiles, de que el Mesías prometido de Dios haya de ser un Mesías celestial sin muerte, y no un simple “ungido” humano terrestre como el rey David! Bajo inspiración profética, David reconoció humildemente a este personaje altamente ensalzado como su Señor, y ésta debería ser nuestra actitud también. Se nos exhorta a tener esta actitud mental de sumisión en las siguientes palabras inspiradas:

      25 “Retengan en ustedes esta actitud mental que también hubo en Cristo [Mashíahh] Jesús, quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a un arrebatamiento, a saber, que debiera ser igual a Dios [no reputó como botín (codiciable) ser igual a Dios, Nácar-Colunga]. No, antes bien se despojó a sí mismo y tomó la forma de esclavo y vino a estar en la semejanza de los hombres. Más que eso, hallándose en estilo de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento. Por esta misma razón también Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están sobre la tierra y de los que están debajo de la tierra, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo [Mashíahh] es Señor para la gloria de Dios el Padre.”—Filipenses 2:5-11. Vea también 2 Corintios 5:16.

  • Se revelan otros misterios relacionados con el Mesías
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 13

      Se revelan otros misterios relacionados con el Mesías

      1, 2. (a) ¿Qué definición se ha dado para la palabra “misterio”? (b) ¿Qué propósito relacionado con el Cristo ha hecho Dios un secreto conocido para nosotros?

      UNA definición que se ha dado para misterio es “cualquier verdad que no puede ser sabida excepto por una revelación procedente de Dios.” Es un “secreto sagrado” que Dios revela a su propio tiempo debido. (Romanos 16:25, 26) Por largos períodos fue un misterio o secreto sagrado precisamente quién sería el Mesías, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios. Además, el propósito de Dios relacionado con el Mesías o Cristo fue un misterio o secreto sagrado por mucho tiempo. Pero a su tiempo señalado Dios reveló, o ya no mantuvo en secreto, que su propósito era usar al Mesías o Cristo con relación a una administración de todas las cosas, como en el manejo de una casa por un mayordomo. Tal administración para unidad significaría que Dios encabezaría todas las cosas en el Mesías (Cristo) o juntaría todas las cosas de nuevo bajo la jefatura como cabeza del Mesías o Cristo. Fue una bondad el que Dios como el Administrador revelara esto, tal como leemos:

      2 “Esta él la hizo abundar para con nosotros en toda sabiduría y buen sentido, por cuanto nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad. Es según su beneplácito que él se propuso en sí mismo para una administración [manejo como por un mayordomo] al límite cabal de los tiempos señalados, a saber, de reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo [Mashíahh], las cosas que están en los cielos y las cosas que están sobre la tierra. Sí, en él, en unión con quien nosotros [los discípulos de Cristo] también fuimos asignados como herederos, por cuanto fuimos predeterminados según el propósito [griego: próthesis] de aquel que opera todas las cosas conforme a la manera que su voluntad aconseja, para que sirviésemos para la alabanza de su gloria, nosotros los que hemos sido los primeros en esperar en el Cristo.”—Efesios 1:8-12.

      3. ¿Qué significó para el antiguo pacto de la Ley Mosaica y su propósito la promesa que hizo Dios en cuanto a un “nuevo pacto”?

      3 Fue en armonía con este propósito de Dios que Jesús el Mesías empezó a colocar el fundamento para una congregación de la cual él sería el cabeza nombrado divinamente. Los miembros individuales de esta congregación bajo Cristo no fueron predeterminados o predestinados personalmente; solo el número de los miembros y sus características cristianas fueron predeterminados. Tal como mostró por sus enseñanzas, Jesús sabía que la profecía de Jeremías 31:31-34 predecía que Jehová Dios haría un “nuevo pacto” con Su pueblo. Por consiguiente, el viejo pacto de la Ley por mediación de Moisés para los judíos naturales tendría fin. Como se dice en Hebreos 8:13: “Al decir él [Dios] ‘un nuevo pacto’ ha hecho anticuado, al anterior. Ahora bien, lo que se hace anticuado y envejece está próximo a desvanecerse.” Para el tiempo de la carrera pública de Jesús aquel pacto de la Ley de Moisés tenía más de 1.540 años de antigüedad. Y sin embargo después de todo ese tiempo no había producido un “reino de sacerdotes y una nación santa.” (Éxodo 19:6) Aun hasta hoy mismo, mil novecientos años después, esos judíos naturales que alegan que todavía están bajo el pacto de la Ley Mosaica no han suministrado a Dios un “reino de sacerdotes y una nación santa,” pues hasta su sacerdocio aarónico ha desaparecido desde 70 E.C.

      4. ¿Qué hay que decir en cuanto al fundamento de la congregación cristiana, y cuándo fue fundada originalmente?

      4 Jesús tuvo presente que la nación de Israel estaba fundada sobre los doce patriarcas, los doce hijos de Jacob. (Génesis 49:28) Por eso, de entre sus discípulos, Jesús escogió a doce hombres a los cuales llamó “apóstoles” (enviados) que habían de ser fundamentos secundarios sobre él como fundamento principal de la congregación. (Marcos 3:14; Lucas 6:13; Efesios 2:20) Aludiendo a sí mismo como un fundamento de roca, dijo a oídos de los doce apóstoles: “Sobre esta masa de roca edificaré mi congregación, y las puertas del Hades no la subyugarán.” (Mateo 16:18) No obstante, hasta el mismo día de su muerte Jesús todavía reconoció a la nación de Israel como la congregación de Dios, y predicó en sus sinagogas y enseñó en su templo en Jerusalén. Fue por primera vez en el día cincuenta desde el día de su resurrección de entre los muertos que la congregación de la cual él era la cabeza y fundamento principal fue formada. ¿Con qué base se puede decir eso? Con la siguiente sólida base:

      5. ¿Qué fue derramado en aquel día de fiesta de las Semanas y sobre quiénes, y qué explicación dio Pedro de por qué fue derramado?

      5 En aquel día de fiesta de Shavuoth o Pentecostés y en cumplimiento de la profecía de Joel 2:28, 29, el espíritu santo de Dios fue derramado. ¿Sobre quiénes? ¿Sobre la nación de Israel que estaba celebrando su fiesta de las Semanas (Shavuoth) allí en Jerusalén? No; sino sobre unos ciento veinte fieles discípulos de Jesucristo, que se habían congregado en unión en una habitación superior de Jerusalén. Como prueba visible y audible de esto, “lenguas como de fuego” se mantuvieron suspendidas sobre las cabezas de ellos y ellos empezaron a hablar con lenguas que no eran su idioma nativo. A los miles de judíos sorprendidos que se reunieron, el apóstol Pedro les explicó que estaba aconteciendo el cumplimiento de Joel 2:28, 29 acerca del derramamiento del espíritu de Dios, y entonces añadió:

      “A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen. De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo [Mashíahh], a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hechos 2:1-36.

      6. (a) ¿Qué significó en cuanto a los discípulos de Jesús el que él derramara el espíritu? (b) ¿Qué significó aquello para la nación de Israel y su pacto de la Ley?

      6 Así, por medio de derramar espíritu santo procedente de Dios sobre sus discípulos fieles, Jesús estuvo ungiéndolos con espíritu santo y estuvo edificando su congregación. Entonces, ¿qué significó esto para la nación de Israel, que había fijado en un madero al Mesías o Cristo? Significó que ya no eran la congregación de Jehová Dios. Significó que el viejo pacto de la Ley de ellos se había desvanecido. Había sido cancelado, pues Dios mismo lo había clavado, como si fuera, al madero sobre el cual Jesucristo había colgado como una maldición para la nación de Israel en el día de la Pascua. (Colosenses 2:13, 14; Gálatas 3:13) Al aceptar a este Hijo de Dios como su Mesías sacrificado, los judíos que habían nacido bajo aquel pacto de la Ley podían salir de debajo de su maldición y recibir la bendición de Jehová Dios.—Hechos 3:25, 26.

      7. ¿De qué fue Mediador ahora Jesús por medio de su sangre, en qué posición dejó esto a la nación de Israel según la carne?

      7 Además, cuando Jesucristo presentó a su Padre celestial el mérito o valor de su sangre vital humana, validó un nuevo pacto, el pacto prometido en Jeremías 31:31-34. Tal como Moisés había mediado con relación al viejo pacto de la Ley con sangre de simples sacrificios animales, así ahora Jesucristo en la presencia de Dios medió con relación al nuevo pacto con su propia sangre de sacrificio. En este sentido también fue un Profeta semejante a Moisés. (Deuteronomio 18:15-18) De modo que un nuevo pacto había reemplazado al viejo pacto de la Ley, y la nación de Israel según la carne no estaba en aquel nuevo pacto. Por consiguiente, la nación ya no era la congregación de Jehová Dios, ya no era el “Israel de Dios.” De manera que todos los judíos naturales que nacieron desde que el pacto de la Ley fue cancelado nunca han estado bajo aquel viejo pacto, aunque sus rabinos digan que lo están.

      8. ¿Qué clase de Israel llegó a existir en aquel día del Pentecostés, y cómo muestra Pedro el contraste entre ése y el Israel natural?

      8 Con ese día del Pentecostés de 33 E.C. llegó a existir un “Israel de Dios” espiritual, edificado sobre el Mesías Jesús como el fundamento de masa de roca. “Porque,” como declara Gálatas 6:15, 16, “ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo. Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos sea paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios.” Mostrando el contraste entre éstos y la nación que rechazó al Mesías Jesús, el apóstol Pedro escribió lo siguiente a los discípulos del Mesías: “Pero ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.”—1 Pedro 2:8, 9.

      9. ¿Qué nueva cena comenzó Jesús para sus discípulos, y de qué pacto habló?

      9 Puesto que este “Israel [espiritual] de Dios” no está bajo el viejo pacto de la Ley Mosaica, no celebra la Pascua anual. Al terminar la última Pascua que Jesús celebró con sus apóstoles en Jerusalén, Jesús tomó un pan sin levadura y una copa de vino y comenzó una nueva cena anual para sus seguidores en conmemoración o como memorial de su propia muerte como el Cordero de Dios y como el Mediador del nuevo pacto. Después de decir una bendición en cuanto a la copa de vino, dijo a sus apóstoles fieles: “Beban de ella, todos ustedes; porque esto significa mi ‘sangre del pacto,’ que ha de ser derramada a favor de muchos para perdón de pecados.” (Mateo 26:27, 28; compare con Éxodo 24:8.) Pero, ¿de qué pacto estaba hablando Jesús? El relato de Lucas acerca de las palabras de Jesús nos dice, así: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre, que ha de se derramada a favor de ustedes.”—Lucas 22:20; 1 Corintios 11:20-26.

      10. ¿Qué comparación existía entre aquel pacto y aquel del cual Moisés fue mediador, y por qué no fueron admitidos en ese nuevo pacto ciertos judíos naturales, circuncisos?

      10 Era el “nuevo pacto” que se predijo en Jeremías 31:31-34 lo que sería validado por la sangre de Jesús, para que Dios perdonara los pecados de los que fueran admitidos en el nuevo pacto. Este nuevo pacto Jesús lo validó cuando presentó el valor o mérito de su sangre a Jehová Dios después de ascender al cielo. Por virtud de esto llegó a ser el Mediador del nuevo pacto, que era mejor pacto que aquel del cual Moisés fue mediador en el monte Sinaí en 1513 a. de la E.C. (Hebreos 8:6-13; 9:15-20; 12:24; 13:20; 1 Timoteo 2:5, 6) Desgraciadamente, los judíos naturales, circuncisos, que rehusaron aceptar a Jesús como el Mesías no fueron admitidos en el nuevo pacto y por lo tanto no llegaron a ser parte de “Israel [espiritual] de Dios.”

      11. En la nueva cena, ¿qué dijo Jesús a sus apóstoles acerca de un reino, y qué buen éxito aseguró o garantizó esto para el nuevo pacto?

      11 Después que Jesús había hecho que sus apóstoles bebieran de la copa de vino que representaba su sangre que sería aplicada al nuevo pacto, continuó hablándoles y dijo: “Ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo para un reino, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Lucas 22:28-30) Esto fue una seguridad o garantía de que el nuevo pacto validado por la sangre de Jesús produciría con buen éxito un “reino de sacerdotes y una nación santa.” Los miembros fieles del “Israel [espiritual] de Dios” a quienes se admite en el nuevo pacto participarán con Jesucristo en el reino celestial que había de gobernar sobre más que el territorio terrestre del rey David. ¡Éstos también servirán de subsacerdotes del Señor Jesucristo, quien sería hecho “sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!”—Salmo 110:4.

      REVELADO EL MISTERIO EN CUANTO A LA “DESCENDENCIA” DE ABRAHÁN

      12. En el Pentecostés de 33 E.C., ¿qué misterio fue revelado en cuanto a la “descendencia” de Abrahán, y qué clase de “descendencia” sería?

      12 Desde la promesa-pacto de Dios al patriarca Abrahán allá en 1943 a. de la E.C., existió este misterio: ¿De quiénes se compondrá la prometida “descendencia” de Abrahán, para bendición de todas las familias del suelo? (Génesis 12:1-3) En el día del Pentecostés de 33 E.C., este misterio fue revelado. La “descendencia” se compondría de más que solo el Mesías Jesús, por supuesto, porque Dios le había prometido a Abrahán que su descendencia sería como las estrellas de los cielos y los granos de arena en la orilla del mar. El Israel natural, circunciso, sí llegó a ser así, pero la verdadera descendencia de Abrahán no se compondría del Israel natural según la carne, sino del Israel espiritual, los cuales son engendrados por el espíritu de Dios para llegar a ser hijos espirituales de Dios con una herencia celestial en mira. Dios es el Abrahán Mayor, pues el nombre Abrahán significa “Padre de una Multitud.”

      13. En el Pentecostés, ¿a quiénes se les dio la oportunidad de llegar a ser parte de la “descendencia” espiritual de Abrahán, y por cuánto tiempo se les extendió esta oportunidad a ellos exclusivamente, y por qué?

      13 No obstante, al pueblo del Israel natural se le dio la primera oportunidad de llegar a ser los miembros de la “descendencia” espiritual de Abrahán. En el día del Pentecostés de 33 E.C. fue a judíos naturales, circuncisos, descendientes físicos o naturales de Abrahán, a quienes se engendró por el espíritu santo de Dios como hijos de Él y a quienes se admitió en el nuevo pacto. De esa manera Jehová Dios llegó a ser el Abrahán Mayor para con esta “descendencia” espiritual. Aunque la nación de Israel había participado en cortar al Mesías en la muerte a la mitad de la ‘septuagésima semana de años’ (desde 29 hasta 36 E.C.), sin embargo Jehová Dios continuó mostrándoles favor durante la postrera mitad de aquella septuagésima semana de años por consideración al pacto que él había hecho con Abrahán, cuyos descendientes carnales eran los de la nación de Israel. (Daniel 9:24-27) De manera que la oportunidad de llegar a ser la “descendencia” espiritual de Abrahán siguió ofreciéndose primero a ellos hasta el fin de la semana septuagésima.

      14. ¿Cómo señaló Pedro, en el templo de Jerusalén, esta bondadosa provisión para la descendencia natural de Abrahán?

      14 Unos días después del Pentecostés el apóstol Pedro señaló a esta bondadosa provisión de Dios, al hablar a una muchedumbre de judíos en el templo de Jerusalén: “Y todos los profetas, de hecho, desde Samuel en adelante y los que siguieron en sucesión, cuantos han hablado, también han declarado estos días patentemente. Ustedes son los hijos de los profetas y del pacto que Dios pactó con sus antepasados, diciendo a Abrahán: ‘Y en tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra.’ A ustedes primero Dios, habiendo levantado a su Siervo, lo envió para bendecirlos, apartando a cada uno de sus hechos inicuos.”—Hechos 3:24-26.

      15. Entonces, ¿a quiénes fue primero la bendición de la “descendencia” de Abrahán, y cómo fueron soltados de la esclavitud los benditos?

      15 Unos años después un ex-fariseo, que solía ser muy celoso por las tradiciones judías, escribió las siguientes palabras:

      “Cristo [Mashíahh] por compra nos libró de la maldición de la Ley llegando a ser una maldición en lugar de nosotros, porque está escrito: ‘Maldito es todo aquel que es colgado en un madero.’ El propósito fue que la bendición de Abrahán llegase a ser para las naciones por medio de Jesucristo, para que mediante nuestra fe recibiésemos el espíritu prometido.”

      “Mas cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que vino a estar bajo ley, para que librara por compra a aquellos bajo ley, para que nosotros, a nuestra vez, recibiésemos la adopción de hijos. Ahora bien, porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el espíritu de su Hijo a nuestros corazones y éste clama: ‘¡Abba, Padre!’ Así es que ya no eres esclavo sino hijo; y si hijo, también heredero gracias a Dios.”—Gálatas 3:13, 14; 4:4-7.

      16. ¿En qué se basa el ser miembro de la “descendencia” espiritual de Abrahán? ¿en un vínculo carnal, o en qué?

      16 Explicando que la calidad de miembro en la “descendencia de Abrahán” no se basa en un vínculo carnal con Abrahán, sino en ejercer fe como la que tuvo Abrahán, el apóstol Pablo, escritor de lo que acabamos de citar dijo: “Seguramente ustedes saben que los que se adhieren a la fe, éstos son hijos de Abrahán. Ahora bien, la Escritura, viendo anticipadamente que Dios declararía justa a gente de las naciones debido a fe, declaró las buenas nuevas de antemano a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’ Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. Porque todos ustedes que fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni macho ni hembra; porque todos ustedes son una persona en unión con Cristo Jesús. Además, si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.”—Gálatas 3:7, 8, 26-29; Génesis 12:3.

      UN MISTERIO REVELADO GENERACIONES DESPUÉS

      17. ¿Cuántos judíos tenían fe como la de Abrahán y aprovecharon la ‘septuagésima semana de años’ de favor divino para ellos?

      17 No todos los descendientes carnales de Abrahán tuvieron la fe que él tuvo y que resultó en que fuera llamado justo y el “amigo” de Dios aun antes de ser circuncidado en la carne. (Génesis 15:6; Romanos 4:9-12; Santiago 2:21-23) Por eso no muchos de los judíos naturales aprovecharon la ‘septuagésima semana de años’ durante la cual el pacto abrahámico fue ‘mantenido en vigor’ a favor de los descendientes carnales de Abrahán, Isaac y Jacob. (Daniel 9:27) Solo un resto pequeño hizo eso. La última cifra para los judíos que en Jerusalén aceptaron al Mesías Jesús antes del fin de la ‘septuagésima semana de años’ en 36 E.C. fue de unos cinco mil.—Hechos 4:4.

      18. ¿Qué cantidad de israelitas espirituales se propuso Dios tener, y por eso, qué preguntas surgieron al fin de la ‘septuagésima semana’?

      18 Dios había predeterminado un número mucho mayor que ése para su “reino de sacerdotes y una nación santa” que sería producida por el nuevo pacto. El número exacto que se propuso tener no lo reveló sino hasta después que Jerusalén fue destruida en 70 E.C. y para el fin del primer siglo. Entonces al envejecido apóstol sobreviviente Juan le reveló que el número escogido y propuesto de israelitas espirituales era de 144.000. (Revelación 7:4-8; 14:1-3) Cuando la ‘septuagésima semana’ terminó en el otoño de 36 E.C., el número de los judíos que habían aceptado a Jesús como Mesías y que habían sido bautizados con espíritu santo era evidentemente mucho menos de 144.000. Entonces ¿qué? ¿Había fracasado el propósito de Dios, o qué paso sorprendente daría él ahora para no dejar que su “propósito eterno” en Cristo fracasara?

      19. ¿Qué revelación hizo Dios ahora acerca del cuerpo de creyentes bautizados bajo el Mesías Jesús como Cabeza?

      19 Hasta el otoño de 36 E.C. la congregación de seguidores bautizados del Mesías Jesús consistió exclusivamente en judíos naturales, samaritanos circuncisos y otros que se habían hecho prosélitos circuncisos de la fe judía. (Hechos 2:10; 8:1 a 9:30 inclusive; Hch 11:19) Los demás de la humanidad eran no creyentes, “sin Cristo, alejados del estado de Israel y extraños a los pactos de la promesa,” ‘no teniendo esperanza y estando sin Dios en el mundo.’ (Efesios 2:11, 12) Ahora vino una revelación: El cuerpo de creyentes bajo el Mesías Jesús como su Cabeza ya no sería exclusivamente de personas sacadas de entre la raza judía y los prosélitos judíos. Desde entonces en adelante se admitiría dentro del cuerpo de los seguidores del Mesías a creyentes incircuncisos, personas tan incircuncisas como Abrahán lo estaba cuando Dios lo llamó y entonces hizo el pacto con él y lo justificó a amistad con Dios debido a fe. Así, también, estos no judíos que fueron aceptados tenían fe.

      20. (a) Por eso, ¿qué no se levantaría ya como barrera entre el judío y el no judío? (b) Por lo tanto, ¿a quiénes dio ahora atención favorable Dios?

      20 A la mitad de la ‘septuagésima semana’ en 33 E.C., Dios había abolido el pacto de la Ley Mosaica y había inaugurado el mejor “nuevo pacto” con el Israel espiritual. Por eso el viejo pacto de la Ley ya no debería levantarse como una barrera entre el judío y el gentil. Por eso, pasando por una senda limpiada, como se declara en Efesios 2:13-18, Jehová Dios dio su atención favorable a las naciones gentiles incircuncisas para “tomar de entre ellas un pueblo para su nombre.”—Hechos 15:14; Amós 9:11, 12, Versión de los Setenta griega.

      21. ¿A quién envió Dios entonces su ángel, y qué hizo éste?

      21 Al fin de la septuagésima semana de años, Jehová Dios envió su ángel, ¿a quién? A un gentil incircunciso en la ciudad capital del gobernador romano de la provincia de Judea. Cornelio fue este gentil, un centurión de la banda italiana, pero “hombre devoto y que temía a Dios junto con toda su casa, y daba muchos dones de misericordia al pueblo y hacía ruego a Dios continuamente.” A Cornelio se le dijo que enviara hacia el sur a la ciudad costanera de Jope e hiciera que trajeran de allá a Simón Pedro. Simón Pedro acompañó a los tres hombres que fueron enviados a conseguirlo, pues había recibido instrucciones de acompañarlos y ‘dejar de llamar contaminadas las cosas que Dios ha limpiado.’

      22. En el hogar gentil, ¿qué predicó Pedro a los que se reunieron y qué dijo acerca del perdón de pecados?

      22 Por eso, ahogando su prejuicio contra entrar en un hogar gentil, Simón Pedro entró en la casa de Cornelio en Cesarea. Por invitación, predicó a este gentil y a los que éste había reunido en su casa para oír al apóstol Pedro. Pedro les predicó acerca del Mesías que Dios había enviado a Israel. “También,” continuó diciendo Pedro, “nos ordenó que predicásemos al pueblo y que diésemos testimonio cabal de que éste es El decretado por Dios para ser juez de vivos y de muertos. De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que pone fe en él consigue perdón de pecados por medio de su nombre.”—Hechos 10:1-43; 11:4-14.

      23. ¿En vista de qué milagro ordenó Pedro que los que le escuchaban fueran bautizados, y en el nombre de quién?

      23 Esas palabras fueron suficientes para Cornelio y los que con él escuchaban. Además, Dios leyó sus corazones y obró en armonía con eso. Leemos:

      “Mientras todavía estaba hablando Pedro acerca de estos asuntos el espíritu santo cayó sobre todos los que oían la palabra. Y los fieles que habían venido con Pedro [seis creyentes judíos circuncisos] que eran de los circuncisos estaban asombrados, porque el don gratuito del espíritu santo también estaba siendo derramado sobre la gente de las naciones. Pues los oían hablar en lenguas y [magnificar] a Dios. Entonces Pedro respondió: ‘¿Puede alguien negar el agua para que no sean bautizados éstos, que han recibido el espíritu santo igual que nosotros?’ Con eso mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le solicitaron que permaneciera algunos días.”—Hechos 10:44-48; 11:1-17.

      24. ¿Qué hicieron en respuesta los judíos de Jerusalén que oyeron la explicación de Pedro?

      24 Más tarde, al regresar a Jerusalén, Pedro explicó a los creyentes judíos circuncisos de aquel lugar su proceder, diciendo: “Por lo tanto, si Dios dio el mismo don gratuito a ellos que también dio a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios?” Nosotros hoy debemos ser como aquellos que en aquella ocasión escucharon la explicación de Pedro: “Ahora bien, cuando oyeron estas cosas, asintieron, y glorificaron a Dios, diciendo: ‘¡Conque Dios ha concedido también a la gente de las naciones arrepentimiento con la vida como objeto!’”—Hechos 11:17, 18.

      25. ¿Qué mandato de Jesús ya resucitado obedecieron entonces los creyentes judíos circuncisos?

      25 Desde entonces en adelante, los apóstoles y compañeros creyentes judíos no se restringieron solo a judíos y prosélitos, sino que hicieron lo que Jesús ya resucitado les dijo que hicieran: “Vayan y hagan discípulos” —¿de quiénes?— “de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.”—Mateo 28:19, 20.

      26. ¿Qué apóstol en particular escribió acerca del misterio de Dios con referencia a gentiles que creían?

      26 Antes de la conversión de Cornelio en discípulo del Mesías, Saulo de Tarso, que había sido un perseguidor concienzudo de los creyentes mesiánicos de su propio pueblo judío, se convirtió. Prontamente empezó a predicar a otros judíos circuncisos, mostrándoles por las Escrituras Hebreas inspiradas que este Jesús, el hijo de David, era el Mesías o Cristo predicho. Con el transcurso del tiempo se le dio la posición de apóstol y fue llamado Pablo, y fue especialmente hecho “apóstol a las naciones.” Él en particular escribió acerca de qué maravilloso misterio, o “secreto sagrado,” fue el que Dios reveló allá en 36 E.C. al admitir en el cuerpo de los discípulos de Cristo a gentiles que creían, como miembros de la “descendencia de Abrahán.”—Romanos 11:13.

      27. ¿Qué grandioso “secreto sagrado” estaba dando a conocer Pablo entre las naciones gentiles?

      27 Por ejemplo, Pablo escribió lo siguiente acerca de este rasgo de la congregación mesiánica que por mucho tiempo fue un secreto: “Llegué a ser ministro de esta congregación de acuerdo con la mayordomía procedente de Dios que me fue dada en el interés de ustedes de predicar la palabra de Dios plenamente, el secreto sagrado [o el misterio] que fue escondido de los sistemas de cosas pasados y de las generaciones pasadas. Mas ahora ha sido puesto de manifiesto a sus santos, a quienes le ha agradado a Dios dar a conocer lo que son las gloriosas riquezas de este secreto sagrado entre las naciones. Es Cristo en unión con ustedes, la esperanza de la gloria de él.” (Colosenses 1:25-27) ¡Qué grandioso “secreto sagrado,” para haber sido revelado después de tan largos períodos, que creyentes de entre las naciones gentiles hubieran de recibir la “esperanza” celestial de ser glorificados con el Mesías, Cristo! ¡Ciertamente era un honor y un privilegio ser ministro de una congregación con esa esperanza!

      28, 29. (a) Esta amorosa consideración para los creyentes gentiles estaba contenida en el propósito de Dios con relación ¿a quién? (b) Al expresar gratitud por la parte que tuvo con relación a esto, ¿qué escribió Pablo acerca del “propósito eterno” de Dios?

      28 ¡Oh el solo pensar que toda esta consideración amorosa está dentro del propósito sublime que Dios se formó con relación a su Mesías, para hacer de creyentes gentiles parte de la “descendencia” espiritual de Abrahán para bendecir a toda la humanidad! ¡Qué admirable es que el Dios amoroso se haya apegado a este rasgo generoso de su voluntad, porque es parte de su “propósito eterno”! Al expresar aprecio por la parte que a él Dios le dio con relación a esto, Pablo dice:

      29 “A mí, hombre que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta bondad inmerecida, de declarar a las naciones las buenas nuevas acerca de las riquezas insondables del Cristo y de hacer ver a los hombres cómo se administra el secreto sagrado que desde el pasado indefinido ha estado escondido en Dios, que creó todas las cosas. Esto [este procedimiento] fue a fin de que ahora a los gobiernos y a las autoridades en los lugares celestiales se les diera a conocer mediante la congregación la grandemente diversificada sabiduría de Dios, según el propósito eterno [griego: próthesis] que él formó relacionado con el Cristo, Jesús nuestro Señor.”—Efesios 3:8-11.

      30. (a) Según Su “propósito eterno,” ¿cómo procedió Dios a hacer manifiesta su “grandemente diversificada sabiduría”? (b) ¿Por qué hecho hemos sido altamente favorecidos al vivir en este tiempo?

      30 Así Dios procedió de tal manera con su “secreto sagrado” que, “según el propósito eterno que él formó relacionado con el Cristo,” ahora en este tiempo se hiciera manifiesto a los gobiernos y a las autoridades en los lugares celestiales la “grandemente diversificada sabiduría de Dios” por la producción de la congregación cristiana como ejemplo de ella. ¿No hemos sido altamente favorecidos por el hecho de vivir en este tiempo en que se entiende el “secreto sagrado” de Dios según su “propósito eterno”? Pablo dice:

      “En otras generaciones este secreto no fue dado a conocer a los hijos de los hombres como ahora ha sido revelado a sus santos apóstoles y profetas por espíritu, a saber, que gente de las naciones hubiesen de ser coherederos y miembros de un mismo cuerpo y participantes con nosotros de la promesa en unión con Cristo Jesús mediante las buenas nuevas.”—Efesios 3:5, 6.

      31, 32. (a) ¿Quiénes de tiempos de antes de Cristo estuvieron interesados en entender estas cosas? (b) Por eso, ¿de quiénes se compondrá el “cuerpo” de Cristo?

      31 Profetas antiguos de antes del tiempo de Cristo, sí, hasta ángeles, estuvieron interesados en precisamente cómo administraría Jehová Dios este “secreto sagrado.”

      “Respecto de esta misma salvación los profetas que profetizaron acerca de la bondad inmerecida propuesta para ustedes hicieron una indagación diligente y una búsqueda cuidadosa. Siguieron investigando qué época en particular o qué suerte de época indicaba respecto de Cristo el espíritu que había en ellos cuando de antemano daba testimonio acerca de los sufrimientos [destinados, en reserva] para Cristo y acerca de las glorias que habían de seguir a éstos. A ellos les fue revelado que, no a sí mismos, sino a ustedes, servían ellos las cosas que ahora han sido anunciadas a ustedes por medio de los que les han declarado las buenas nuevas con espíritu santo enviado desde el cielo. En estas mismas cosas los ángeles desean mirar con cuidado.”—1 Pedro 1:10-12.

      32 De manera que al tiempo debido de Dios se reveló que la plenitud de miembros del “cuerpo” de Cristo la compondrían tanto gentiles como judíos. El “propósito eterno” de Dios, según fue formado originalmente en el Jardín de Edén, tomó en cuenta esta congregación que tendría al Mesías como Cabeza. En ella tanto judíos como gentiles fueron puestos en unión.

  • Triunfo para el “propósito eterno”
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 14

      Triunfo para el “propósito eterno”

      1. ¿Quiénes han sido espíritus en oposición al “propósito eterno” de Dios y desde cuándo?

      EL “PROPÓSITO eterno” de Dios tiene sus opositores en el cielo y en la Tierra. Estos han peleado y todavía siguen peleando para impedir el triunfo final de ese “propósito eterno.” Cuando Dios anunció su “propósito eterno” en el Jardín de Edén en presencia de la Gran Serpiente y de los pecaminosos Adán y Eva, Dios le dijo a la Serpiente: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Génesis 3:15) Desde entonces Satanás el Diablo y los ángeles desobedientes que se han convertido en demonios han peleado unidamente contra el propósito declarado de Dios.

      2. (a) ¿Qué medios se usaron en intentos diabólicos para destruir a la “raza escogida” recientemente creada? (b) ¿Qué escribió Pedro como advertencia contra la invasión de elementos corruptores?

      2 Después que el espiritual “Israel de Dios” fue fundado sobre sus doce fundamentos apostólicos en el día de fiesta del Pentecostés de 33 E.C., en la Tierra se hicieron intentos diabólicos para destruir a esta “raza escogida” recientemente creada, este “sacerdocio real,” esta “nación santa.” (1 Pedro 2:9) Primero, se usó persecución violenta, pero fracasó. (Hechos 7:59 a 8:4 inclusive; Hch 9:1-5, 21; 11:19) Entonces se intentó corromper al Israel espiritual en sus enseñanzas y modo de vivir, y esto produjo gran estrago. El apóstol Pedro, escribiendo a sostenedores de la fe cristiana para aproximadamente el año 64 E.C., advirtió de antemano a los cristianos del primer siglo acerca de esta venidera invasión de corrupción espiritual, con estas palabras:

      “La profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo. Sin embargo, llegaron a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán silenciosamente sectas destructivas y repudiarán aun al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. Además, muchos seguirán sus actos de conducta relajada, y por causa de éstos se hablará injuriosamente del camino de la verdad. También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no está moviéndose lentamente, y la destrucción de ellos no dormita.”—2 Pedro 1:21 a 2:3 inclusive; vea también Judas 4.

      3. (a) ¿Qué advertencia dio Pablo contra corruptores de la congregación? (b) ¿Quién es el “hombre de desafuero,” y cuándo fue revelado éste?

      3 Igualmente, el apóstol Pablo, cuando estuvo en su último viaje a Jerusalén, dio esta advertencia a los ancianos de la congregación cristiana: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.” (Hechos 20:29, 30) Además, en una carta que fue escrita anteriormente a la congregación de Tesalónica, Macedonia, advirtió que estallaría una rebelión religiosa en la congregación y que se revelaría el “hombre de desafuero,” “el hijo de la destrucción.” Pablo advirtió que “el misterio de este desafuero ya está obrando.” Este “desaforado” sería una persona compuesta, la clase clerical de la cristiandad. (2 Tesalonicenses 2:3-9) Este compuesto “hombre de desafuero” fue revelado en el cuarto siglo E.C., cuando el emperador romano, Constantino el Grande, trató con “obispos” corruptos e hizo que la religión de ellos fuera la religión estatal para el Imperio Romano. Constantino estableció una clase clerical oficial. Así llegó a existir la cristiandad.

      4. Durante los siglos desde la fundación de la cristiandad, ¿qué registro se han hecho sus clérigos, y sin embargo, qué alega la cristiandad que es?

      4 Durante los dieciséis siglos después de aquello, hasta este siglo veinte, ¿qué clase de registro se ha hecho la cristiandad? Un registro que indica que sus clérigos se envolvieron en la política, introdujeron cada vez más enseñanzas paganas en su fe religiosa, acumularon riquezas y poder para sí, oprimieron a sus rebaños religiosos, fomentaron guerras religiosas, crueles cruzadas y persecuciones, establecieron centenares de sectas que han causado confusión, bendijeron los ejércitos de naciones llamadas “cristianas” que estaban en guerra unas con otras, corrompieron la moralidad de los miembros de sus iglesias, escondieron el “propósito eterno” de Dios y realmente obraron contra él, precisamente como la “descendencia” terrestre, visible, de la Gran Serpiente. No hubo verdadera unidad cristiana dentro de ella. Hubo enormes manchas de culpa por derramamiento homicida de sangre en las faldas religiosas de ella. ¡No ha habido el cultivo de los frutos del espíritu santo de Dios dentro de ella, especialmente el amor fraternal! Más bien, las “obras de la carne” abundaron en ella. (Juan 13:34, 35; Gálatas 5:19-24) Y sin embargo, a pesar de la evidencia bíblica que la condena, ella alegó que era el “Israel de Dios.”

      5. A pesar de la falsa representación por la cristiandad, ¿qué ha estado haciendo Dios según su “propósito eterno”?

      5 ¿Impidió toda esta falsa representación de Dios y de su Israel espiritual que Él llevara a cabo con buen éxito Su “propósito eterno”? ¡Ni por un minuto! Él había previsto todo esto y lo había predicho en su Palabra escrita, la Santa Biblia. Su nuevo pacto con el Israel espiritual continuó en vigor, y, sin duda alguna, él siguió seleccionando y preparando israelitas espirituales para una participación con el Mesías Jesús en el reino celestial prometido.

      6. ¿A qué condición se llevaría a los últimos de los 144.000 en la Tierra?

      6 Puesto que el número de israelitas espirituales que son sellados para tener herencia junto con el Mesías en el reino celestial está limitado a 144.000, según Revelación 7:4-8; 14:1-3, tiene que venir el tiempo en el cual los últimos que se necesitarían para completar el número cabal de la clase del Reino se encontrarían aquí en la Tierra. En vez de estar divididos en sentido religioso como las sectas religiosas de la cristiandad, serían recogidos en unidad espiritual a pesar de raza, color, nacionalidad o vínculos tribuales. Puesto que no son parte de este mundo, serían recogidos o segados de este mundo.—Juan 17:14-23.

      7. ¿A qué comparó Jesús ese trabajo de recogimiento, y dónde lo ubicó?

      7 El Señor Jesús, al explicar a sus apóstoles los misterios o “secretos sagrados del reino,” aludió a este recogimiento final de estos “hijos del reino” y lo llamó una “siega.” Indicó cuándo acontecería esta “siega” espiritual, cuando dijo:

      “La siega es una conclusión de un sistema de cosas, y los segadores son los ángeles. De manera que, así como se recoge la mala hierba y se quema con fuego, así será en la conclusión del sistema de cosas. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino todas las cosas que hacen tropezar y a los que cometen desafuero, y los arrojarán en el horno ardiente. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes. En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, escuche.”—Mateo 13:11, 39-43.

      8. ¿Era esta “siega” espiritual lo único que sucedería durante la “conclusión del sistema de cosas”? ¿En respuesta a qué pregunta suministró Jesús la contestación?

      8 Se predijeron otras cosas que sucederían en aquella “conclusión del sistema de cosas” además de esta siega de los “hijos del reino.” (Mateo 24:31) Todas estas otras cosas junto con la siega espiritual serían las marcas que identificarían el tiempo en el cual vivimos, que es la predicha “conclusión del sistema de cosas.” El Mesías Jesús, el profeta semejante a Moisés, enumeró estas cosas en respuesta a la pregunta que le hicieron sus apóstoles directamente después que él había predicho la destrucción del templo de Jerusalén. Le preguntaron: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia [griego: parousía] y de la conclusión del sistema de cosas?”—Mateo 23:37 a 24:3 inclusive.

      9. ¿Qué predijo Jesús para entonces, y cuándo empezó y concluyó el “tiempo del fin” de Jerusalén?

      9 En el relato de Mateo 24:4-22 podemos leer que, al responder, Jesús predijo de nuevo la destrucción de Jerusalén, también las guerras, hambres, terremotos, persecución a sus discípulos fieles, aumento del desafuero y enfriamiento del amor, actividad de predicación por sus discípulos, y la huida de ellos de Judea y Jerusalén después de ver el lugar santo profanado por la “cosa repugnante que causa desolación.” Esto sucedería dentro de “esta generación” de la cual él y sus apóstoles eran parte. Esto significaba que Jerusalén y el sistema de cosas basado en ella como centro religioso nacional estaban en su “tiempo del fin.” Aquel “tiempo del fin” empezó en el año 29 E.C., cuando Juan el que Bautizaba comenzó a predicar: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado,” y entonces bautizó a Jesús, y terminó en el año 70 E.C. con la desolación de Jerusalén y su templo y la desaparición del sacerdocio aarónico. Desde entonces el pueblo judío y el judaísmo nunca han sido lo que eran.

      LA SEÑAL DEL “TIEMPO DEL FIN”

      10. En su profecía, ¿cómo usó Jesús a la Jerusalén del primer siglo, de modo que su profecía aplica hoy?

      10 No obstante, Jesús habló de muchas cosas que sucederían después de la destrucción de Jerusalén, al añadir: “Y Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.” (Lucas 21:20-24) Después de un estudio cuidadoso de la profecía completa de Jesús, como se encuentra en los capítulos veinticuatro y veinticinco de Mateo, el capítulo trece de Marcos y el capítulo veintiuno de Lucas, queda evidente que Jesús también estuvo usando a la Jerusalén del primer siglo como cuadro profético de su correspondencia moderna, la cristiandad, y al sistema de cosas que existía entre los judíos esparcidos por todo el mundo como cuadro del sistema de cosas mundial de nuestro día, dominado por la cristiandad. Por eso la profecía de Jesús cerca de la “conclusión del sistema de cosas” aplica también hoy, en cuanto a su cumplimiento completo. ¿Por qué decimos “hoy”? ¿Queremos decir que hoy estamos viviendo en la predicha “conclusión del sistema de cosas”? ¡Sí!

      11. ¿En qué período se encuentra este mundo, en correspondencia con qué períodos similares anteriores?

      11 Hoy el mundo vive en su “tiempo del fin.” Recordemos que, cuando aquel “mundo antiguo,” el “mundo de gente impía,” “el mundo de aquel tiempo,” el tiempo de Noé fue inundado con un diluvio global, su “tiempo del fin” empezó ciento veinte años antes del cataclismo por agua de 2370 a. de la E.C. (2 Pedro 2:5; 3:6; Génesis 6:1-3; Mateo 24:37-39) Antes de la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. por los babilonios, Dios le habló al último rey davídico que estaba en el trono de Jerusalén, Sedequías, y aludió al “tiempo del error del fin.” El “tiempo del fin” de Jerusalén entonces duró cuarenta años, comenzando cuando Dios levantó a Jeremías para que fuera su profeta en el año trece del reinado de Josías. (Ezequiel 21:25; Jeremías 1:1, 2; Ezequiel 4:6, 7) La Jerusalén del primer siglo E.C. también tuvo su “tiempo del fin,” de cuarenta y un años (29 a 70 E.C.).—Lucas 19:41-44; 1 Tesalonicenses 2:16.

      12. ¿A qué profeta usó Jehová para mencionar el “tiempo del fin,” y qué muestra, desde 1914 E.C., que estamos en ese período?

      12 Muchos años después de la primera destrucción de Jerusalén por los babilonios, el ángel de Dios le habló al profeta Daniel acerca del “tiempo del fin” que le vendría al sistema de cosas mundial. (Daniel 11:35 a 12:4 inclusive) Hemos estado en ese “tiempo del fin” desde el año 1914 E.C. No decimos esto solamente porque en aquel año estalló la I Guerra Mundial e introdujo una era de violencia y posibilidades de guerra que amenazan con borrar de la existencia a toda la raza humana. También es verdad que desde aquel año importante la profecía de Jesús acerca de la “señal” de la conclusión del sistema de cosas ha estado alcanzando un cumplimiento completo. Y puesto que esta “conclusión del sistema de cosas” culminará en lo que Jesús llamó “grande tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder,” eso significa que nos estamos acercando al fin completo de este sistema de cosas, y con él a la destrucción de un “mundo de gente impía.”—Mateo 24:21.

      13. (a) ¿Cómo muestra Mateo 24:14 que la “presencia” de Cristo acontecería con relación al reino de Dios? (b) Puesto que Cristo no dio ninguna fecha, ¿qué problema surge?

      13 Sin embargo, la razón por la cual hay que fijarse en el año 1914 E.C. es que en aquel año comenzó la “presencia” (parousía) del Señor Jesús con autoridad mesiánica del reino. Que su “presencia” invisible fue cierta bajo este respecto lo indica una cosa particular que él dijo al contestar la pregunta de los apóstoles acerca de la “señal de tu presencia.” Fue esto, según se registra en Mateo 24:14: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Al contestar a sus apóstoles, Jesús no dio ninguna fecha, y sin embargo el desenvolvimiento de la “señal” desde el año 1914 en adelante hasta ahora sella a ese año como el tiempo en el cual nació el reino mesiánico de Dios en las manos de su Hijo Jesucristo en los cielos. Pero hay otra manera de llegar a esa fecha para verificar que es el tiempo predeterminado para el nacimiento del Reino con la “presencia” de Cristo en él. ¿Cuál es esa otra manera de verificar la fecha de 1914?

      14. ¿Cuándo empezaron los Tiempos de los Gentiles mencionados por Jesús, y habiendo pasado qué acontecimiento habían de continuar todavía?

      14 En su profecía en cuanto a “¿Cuándo serán estas cosas?” él predijo la destrucción inminente de Jerusalén y añadió: “Y Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.” (Lucas 21:20-24) Esos “tiempos señalados de las naciones [no judías, gentiles]” empezaron allá en 607 a. de la E.C. cuando los babilonios destruyeron a Jerusalén y derribaron al descendiente reinante del rey David, el heredero del pacto divino para un reino eterno. Aquellos Tiempos de los Gentiles, como frecuentemente se les llama, siguieron adelante hasta el día de Jesús y continuarían después de la segunda destrucción de la santa ciudad. Es un hecho que después de setenta años de desolación de Jerusalén y la tierra de Judá un resto fiel de los judíos regresó del exilio en la tierra de Babilonia y reedificó a Jerusalén y otras ciudades en el país que por tanto tiempo había estado desolado. Pero eso no quiso decir que Jerusalén había cesado de ser pisoteada por las naciones gentiles, primero por los babilonios y después por los medopersas que conquistaron a Babilonia.

      15. (a) ¿Por qué continuaron los Tiempos de los Gentiles después de la reconstrucción de Jerusalén en 537 a. de la E.C.? (b) ¿Por qué continuaron esos Tiempos después del juicio de Jesús delante de Poncio Pilato?

      15 ¿Por qué no? Porque, con la reedificación de Jerusalén desde 537 a. de la E.C. en adelante, el trono y el reino mesiánico de la línea real de David no fueron restaurados a Jerusalén. Jerusalén estaba ahora en una provincia del Imperio Medopersa y estaba bajo la dominación de Darío el Medo y Ciro el Grande, el persa. Por eso, aquello que Jerusalén había representado desde su captura por el rey David en el año 1070 a. de la E.C. fue todavía pisoteado, a saber, la categoría de Jerusalén como capital del reino mesiánico de los hijos y sucesores del rey David. El reino macabeo de gobernantes levitas (104-63 y 40-37 a. de la E.C.) no alteró ese hecho. Entonces, cuando Jesús el “hijo de David” vino y se presentó como el que había sido ungido con el espíritu de Dios, la mayoría de los líderes religiosos judíos y sus seguidores no lo quisieron como su Mesías y Rey. Clamaron ante el gobernador romano Poncio Pilato: “No tenemos más rey que César.” (Juan 19:15) Por eso, adelante siguieron marchando los Tiempos de los Gentiles y se siguió pisoteando el derecho a la gobernación real mesiánica.

      16, 17. (a) Debido al cumplimiento de la profecía de Jesús, decimos que los Tiempos de los Gentiles se cumplieron ¿cuándo? (b) ¿A qué rey de la antigüedad reveló Dios el tiempo que durarían, y cómo habían usado Dios a este rey?

      16 Sin embargo, Jesús dijo: “Hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones.” ¿Por cuánto tiempo después que Babilonia derribó el trono del rey David en Jerusalén en 607 a. de la E.C. continuarían aquellos tiempos de interferencia gentil con relación al reino mesiánico de Dios?

      17 Ahora, por supuesto, después de ver lo que ha sucedido en cumplimiento de la profecía de Jesús desde que estalló la I Guerra Mundial, con confianza podemos responder: Hasta el cumplimiento de los Tiempos de los Gentiles en 1914 E.C. Sí, pero, más que eso, en los días del rey Nabucodonosor, que destruyó a Jerusalén en 607 a. de la E.C., Dios reveló que él había marcado por cuánto tiempo se extenderían sin interferencia procedente del reino mesiánico de Dios aquellos Tiempos de los Gentiles que entonces comenzaban. Dios indicó que sería por siete “tiempos” simbólicos. El sueño en el cual Dios le reveló este período a Nabucodonosor fue interpretado por el profeta Daniel. (Daniel 4:16, 23, 25, 32) Dios usó a Nabucodonosor como a un derribador de maderos para derribar como con hacha la expresión terrestre del reino de Dios en Jerusalén en 607 a. de la E.C. El tocón o tronco de aquel “árbol” simbólico sería circundado por ataduras y no se le permitiría brotar y producir un nuevo árbol sino hasta después del fin de los “siete tiempos.”

      18. (a) Durante aquellos Tiempos de los Gentiles la gobernación del reino que debería haber ejercido la casa real de David fue ejercida por ¿quiénes? ¿y de qué clase de manera? (b) ¿Cómo se representó la restauración de la gobernación mesiánica?

      18 Mientras tanto, durante aquellos “siete tiempos,” las potencias mundiales gentiles ejercerían la gobernación que realmente pertenecía a la línea real del rey David debido al pacto de Dios con él para un reino eterno. Pero aquellos gobernantes gentiles ejercían aquel poder de gobernación de manera muy antiteocrática, de manera antimesiánica, como con irracionalidad semejante a la que desplegó Nabucodonosor durante sus siete años de locura. Mas tal como al fin de aquellos siete años se devolvió un Nabucodonosor cuerdo a la gobernación, así el rasgo mesiánico del reino de Dios sería restaurado al fin de los “siete tiempos” de dominación mundial gentil. Entonces le quitarían las ataduras al tocón real, y de sus raíces crecería un nuevo árbol de gobernación.—Daniel 4:1-37.

      19. (a) Puesto que los Tiempos de los Gentiles son siete, ¿cuánto duraría cada “tiempo”? (b) ¿Para qué tiempo del año comenzaron aquellos Tiempos, y para qué tiempo del año terminaron?

      19 Ahora si medimos hacia atrás desde 1914 E.C. hasta 607 a. de la E.C., calculamos 2.520 años. Si, después de eso, tomamos el número de los “tiempos,” siete, y dividimos entre esa cantidad 2.520 años, eso resulta en 360 años. Eso es lo que dura un “tiempo” profético en las Santas Escrituras. (Revelación 12:6, 14; compare con Revelación 11:2, 3.) Los siete años literales de la locura de Nabucodonosor ilustraron aquellos “siete tiempos” de 2.520 años, pues cada día de un “tiempo” profético de 360 días representaba un año. (Ezequiel 4:6; Números 14:34) Los “siete tiempos” simbólicos empezaron cuando los ejércitos de Babilonia dejaron a Jerusalén y la tierra de Judá hechos una desolación, sin gobernador que reemplazara en aquella tierra al gobernador Gedalías, que había sido asesinado, para mediados del mes lunar de Tisri. De modo que terminarían para ese tiempo del año en 1914 E.C., o alrededor del 4/5 de octubre de 1914.

      20. ¿Qué significaría el que en 1914 E.C. ocurriera lo contratrio de lo que ocurrió en 607 a. de la E.C.?

      20 En este tiempo postrero ocurriría lo opuesto de lo que ocurrió en Tisri de 607 a. de la E.C., cuando comenzaron los Tiempos de los Gentiles. La tierra de Judá fue convertida en un desierto desolado sin un templo en Jerusalén, sin el “trono de Jehová” allí con un descendiente ungido del rey David sentado sobre él. (1 Crónicas 29:23) Esto significaba que temprano en el otoño de 1914 E.C. cesaría el pisoteo de la gobernación real mesiánica por las naciones gentiles y nacería el reino mesiánico, no en la Jerusalén terrestre, sino arriba en el cielo donde el Hijo y Señor del rey David ahora se sentaba a la diestra de Jehová Dios. (Salmo 110:1, 2) Entonces fue que vino el ungido “que tiene el derecho legal” y Jehová Dios se lo entregó.—Ezequiel 21:25-27; Daniel 7:13, 14.

      21. ¿Cómo se representó el nacimiento del reino mesiánico de Dios en el cielo, y qué sucedió inmediatamente después de eso?

      21 La I Guerra Mundial ya había estado en progreso por más de dos meses cuando ese maravilloso acontecimiento se produjo en los cielos invisibles. En Revelación 12:1-5 se representa pictóricamente a ese nuevo reino mesiánico como un niño varón dado a luz por la “mujer” celestial de Dios y que fue arrebatado al trono de Dios para compartir la gobernación con Él. De modo que este rasgo majestuoso del “propósito eterno” de Dios triunfó, pero contra oposición sobrehumana. De esto leemos:

      “Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron pero éste no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Y oí una voz fuerte en el cielo decir:

      “‘¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios! Y ellos lo vencieron a causa de la sangre del Cordero y a causa de la palabra del testimonio que dieron, y no amaron sus almas aun al arrostrar la muerte. A causa de esto ¡alégrense, cielos y los que residen en ellos! Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.’

      “Ahora bien, cuando el dragón vio que fue arrojado abajo a la tierra, persiguió a la mujer que dio a luz al hijo varón. . . . Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los que quedan de su descendencia, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar el testimonio de Jesús.”—Revelación 12:7-17.

      22. (a) El que Miguel arrojara a Satanás y sus demonios del cielo indica ¿qué, en cuanto a su identidad? (b) ¿Cómo predijo Jesús las persecuciones que les sobrevienen a los “que quedan de [la] descendencia [de la mujer]”?

      22 Sí, el arcángel Miguel aparece de nuevo en el cielo, y, como la “descendencia” de la “mujer” de Dios que ha de magullar a la Serpiente en la cabeza, gana la batalla y arroja abajo a la Tierra a la Serpiente original y sus ángeles demoníacos. En su cólera la Gran Serpiente persigue a la “mujer” por medio de perseguir a “los que quedan de su descendencia” que se encontraban en la Tierra durante la I Guerra Mundial y desde entonces. En su profecía Jesús predijo que esa persecución de sus seguidores ungidos ocurriría durante la “conclusión del sistema de cosas.” Dijo a sus discípulos:

      “Entonces los entregarán a ustedes a tribulación y los matarán, y serán objetos de odio de parte de todas las naciones por causa de su nombre. . . . Mas el que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo.”—Mateo 24:9-13.

      23. (a) Los del resto ungido se han identificado por medio de obedecer ¿qué mandato dado por medio de Jesús? (b) ¿Tan temprano como en qué fecha estuvieron publicando el año que terminarían los Tiempos de los Gentiles?

      23 De modo que hay prueba, de la Biblia y de la historia mundial, en el sentido de que el “tiempo del fin” empezó a principios del otoño de 1914. En plena armonía con este hecho continúa la persecución del resto ungido, los que “observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar el testimonio de Jesús.” Estos son los que observan este mandamiento de Dios dado en la profecía de Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.” (Mateo 24:14) Este resto de ungidos se ha identificado en las páginas de la historia desde 1914 E.C. Antes de este año miembros de este resto ungido habían estado estudiando solícitamente la Palabra de Dios aparte de la cristiandad. Pusieron a la Santa Biblia por encima de las tradiciones religiosas hechas por el hombre. Tan temprano como en 1876 estuvieron publicando que los Tiempos de los Gentiles, de 2.520 años, terminarían en el año 1914. Acontecimientos que se han producido desde aquel año en adelante prueban que no se equivocaron.

      24. (a) Durante la I Guerra Mundial, ¿por qué llegó a ser objeto de odio internacional el resto? (b) ¿Qué obra posbélica emprendieron, y a qué nombre se esforzaron por dar publicidad?

      24 Durante la I Guerra Mundial llegaron a ser objeto de odio por todas las naciones y sufrieron severa persecución debido a que favorecieron el reino mesiánico de Dios y trataron de mantenerse libres de la culpa por derramamiento de sangre con la cual la cristiandad se estaba manchando. En 1919, el primer año de la posguerra, comprendieron su obligación cristiana de proclamar como nunca antes el reino mesiánico de Dios, que había sido establecido en los cielos al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914. (Mateo 24:14) En el año 1925 se les abrieron su ojos de entendimiento espiritual para ver que había venido el tiempo en que Dios se haría un nombre. (2 Samuel 7:23; Jeremías 32:20; Isaías 63:14; vea The Watch Tower con fecha del 1 de agosto de 1925, página 226, columna 2, párrafo 4; también 15 de septiembre de 1925, página 280, párrafos 41-43.) De modo que ahora se ocuparon intensamente en la obra de dar a conocer mundialmente el nombre bíblico del único Dios vivo y verdadero y también Su “propósito eterno que él formó relacionado con el Cristo, Jesús nuestro Señor.”—Efesios 3:11.

      25. ¿De qué era necesario que se distinguieran los del resto ungido, y por eso, qué abrazaron en 1931 E.C.?

      25 Por eso en el año 1931, sin presuntuosidad, sino con justificación plena para el paso que entonces dieron, abrazaron un nombre que los distinguiría de Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, del cual habían salido en obediencia al mandato de Dios en Revelación 18:4. Sí, un nombre que los distinguiría hasta de la cristiandad con sus centenares de sectas en desunión y su mundanalidad y enorme culpa por derramamiento de sangre. Ciertamente, un nombre que estaba basado en las Escrituras (Isaías 43:10, 12) y que pondría su obra cristiana claramente delante de ellos. Fue el nombre que desde entonces ha llegado a ser conocido mundialmente, un nombre que es tanto respetado como odiado, a saber, testigos de Jehová. ¡Viven en armonía con este nombre!

      UNA “GRANDE MUCHEDUMBRE” SOBREVIVIRÁ EN HAR-MAGEDÓN

      26. ¿Por cuánto tiempo ha estado Dios sacando un “pueblo para su nombre”? ¿Tiene o no tiene Él tal pueblo hoy?

      26 ¿Fue todo esto simplemente un estallido poco duradero de fervor religioso? ¿Fue un simple accidente de poca importancia, o fue esto según el propósito progresivo de Dios? ¡Considere el resultado! Algo comenzó de propósito allá en Jerusalén en aquel día histórico del Pentecostés de 33 E.C. cuando Dios derramó su espíritu santo y el apóstol Pedro, lleno de espíritu, se puso de pie y citó la profecía de Joel 2:28-32 y dijo a miles de judíos: “Y todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo.” Allí Dios empezó a formar “un pueblo para su nombre,” un Israel espiritual. (Hechos 2:1-21; 15:14) Otro paso se dio al fin de la ‘septuagésima semana de años’ en 36 E.C., cuando Dios envió al apóstol Pedro a predicar a los gentiles incircuncisos y derramó su espíritu santo sobre estos creyentes no judíos. Así Dios ensanchó el “pueblo para su nombre” por medio de bautizar y ungir gentiles con espíritu santo y añadirlos a su Israel espiritual. (Hechos 10:1 a 11:18 inclusive, Hch 15:7-11) Aquello aconteció allá en el primer siglo. ¿Y qué hay de hoy, en este siglo veinte? ¡Los hechos de la historia inexpugnable prueban que Dios ha tenido buen éxito en tener todavía un “pueblo para su nombre”!

      27. Así que, ¿qué evidencia tenemos hoy de que Dios se ha apegado a su propósito con relación a esto? ¿Y a quiénes están yendo bendiciones debido a esto?

      27 El que hoy en la Tierra esté presente el resto final de la “descendencia” espiritual de Abrahán testifica de que Dios está completando el número pleno de 144.000 israelitas espirituales bajo su Cabeza, Jesucristo. ¡Esto a pesar de toda oposición procedente de diablos y hombres! Su “propósito eterno que él formó relacionado con el Cristo” está triunfando... ¡ahora! Él está tan inmutablemente resuelto como siempre a ver que su propósito llegue a su plena realización victoriosa en el futuro cercano. ¡Oh qué bien significará esto para el hombre! Una “grande muchedumbre” de personas que aprecian este hecho va aumentando por todo el mundo. Ya están recibiendo bendiciones por medio del resto de la “descendencia” espiritual de Abrahán que pertenece a Dios.

      28. ¿Quién es principalmente la “descendencia” de Abrahán, pero qué muestra si la bendición está limitada solamente a los que son miembros de la “descendencia”?

      28 El antiguo patriarca Abrahán representó a Jehová Dios. Jehová mismo es el Abrahán Mayor. Su “descendencia” es principalmente su Hijo que una vez fue sacrificado, Jesucristo nuestro Señor. Por medio de su Principal de la “descendencia” aun todos los miembros del Israel espiritual han sido bendecidos. Pero ¿se detiene con ellos la bendición? ¡No! La promesa jurada de Dios al antiguo Abrahán fue: “Por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.” (Génesis 22:18; Hechos 3:22-26) Esta “descendencia” encierra más que a solo Jesucristo, porque la descendencia de Abrahán había de ser como las estrellas y las arenas de la orilla del mar... innumerable. Por eso, la “descendencia” abarca a todo el Israel espiritual. Por medio de esta entera “descendencia” otros se procurarán una bendición, sí, “todas las naciones de la tierra” fuera de la “descendencia,” fuera del Israel espiritual. De manera que toda la humanidad será bendecida por la “descendencia” del Abrahán Mayor, Jehová Dios, el Padre celestial de la “descendencia” espiritual. Con este objetivo en mira habrá una resurrección de los muertos bajo el reino mesiánico de la “descendencia.”—Hechos 24:15.

      29, 30. (a) ¿Por quiénes fueron prefigurados en tiempos de antes del cristianismo los que ahora reciben bendiciones por medio del resto de la “descendencia”? (b) ¿Cómo aludió Jesús a sobrevivientes de la venidera “grande tribulación”?

      29 ¿Y quiénes hoy de todas las naciones son los que están recibiendo bendiciones por medio de, o en asociación con, el “resto” de la “descendencia” abrahámica? Según el propósito amoroso de Dios éstos fueron prefigurados en los tiempos de la antigüedad. ¿Por quiénes?

      30 Allá en 1513 a. de la E.C., cuando los israelitas liberados salieron de Egipto después de su primera noche de la Pascua y más tarde pasaron a través del mar Rojo a la seguridad en las orillas de la península del Sinaí, hubo una “vasta compañía mixta” de no israelitas que fueron con ellos. (Éxodo 12:38; Números 11:4) En 607 a. de la E.C., cuando los ejércitos de Babilonia destruyeron a Jerusalén por primera vez, hubo el eunuco etíope, Ebed-melec, y los recabitas no israelitas que fueron sobrevivientes de la destrucción de la santa ciudad y su templo. (Jeremías 35:1-19; 38:7-12; 39:16-18) Y, el 11 de Nisán de 33 E.C., cuando Jesús predijo la destrucción que le sobrevendría a Jerusalén en el año 70 E.C. y que fue un tipo profético de la destrucción de la cristiandad en nuestra generación, él dijo:

      “Habrá entonces grande tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos serán acortados aquellos días.”—Mateo 24:21, 22; Marcos 13:19, 20.

      31. ¿Qué visión se le dio al apóstol Juan de la “grande muchedumbre” que pasa viva a través de la “tribulación” con el resto espiritual?

      31 Además del resto del Israel espiritual, o “escogidos,” habrá sobrevivientes de esa “grande tribulación” que se acerca. Aproximadamente en el año 96 E.C. al envejecido apóstol Juan se le dio una visión de los que pasan a través de la “grande tribulación” en compañía del “resto” del Israel espiritual. Inmediatamente después de tener una visión de la selladura espiritual de los 144.000 miembros fieles del Israel espiritual, Juan procede a decir:

      “Después de estas cosas vi, y, ¡miren! una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había palmas en sus manos. Y siguen clamando con voz fuerte, diciendo: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.’

      “Y en respuesta uno de los ancianos me dijo: ‘Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?’ De modo que le dije inmediatamente: ‘Señor mío, tú eres el que lo sabes.’ Y me dijo: ‘Estos son los que salen de la grande tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso es que están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.’”—Revelación 7:9, 10, 13-17.

      32. (a) ¿Cuándo se publicó por primera vez la explicación que encaja con los hechos de nuestro día en cuanto a esta visión? (b) ¿Por qué es de esperarse que los de la “gran muchedumbre” no vayan al cielo y reinen con el Cordero de Dios?

      32 La explicación del significado de esta visión que encaja con los hechos de nuestro día se publicó por primera vez en el año 1935 E.C., comenzando con la asamblea de Washington (D.C.) de los testigos cristianos de Jehová el 31 de mayo de 1935. Los de la “grande muchedumbre” que se vio en la visión no esperan ir al cielo y reinar sobre el monte Sión celestial con los 144.000 israelitas espirituales. Por ejemplo, en Revelación 14:1-3 leemos que los juicios que están de pie con el Cordero de Dios sobre el monte Sión celestial son los 144.000 israelitas espirituales. A la “grande muchedumbre” no se le ve de pie allí, y por buena razón. Solo de los 144.000 se dice: “Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.” (Revelación 14:4, 5; Santiago 1:18) En cuanto a los 144.000 que son “comprados de entre la humanidad,” leemos estas palabras dirigidas al Cordero de Dios:

      “Fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación, e hiciste que fuesen un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y han de gobernar como reyes sobre la tierra.”—Revelación 5:9, 10.

      33. ¿En quiénes, pues, se realiza el propósito del nuevo pacto de Dios?

      33 De manera que el propósito del “nuevo pacto” de Dios con el Israel espiritual se realiza en esos 144.000, porque el nuevo pacto tenía el final de producir un “reino de sacerdotes y una nación santa,” una cosa que el antiguo pacto de la Ley Mosaica no produjo. (Éxodo 19:5, 6) A la “grande muchedumbre” de Revelación 7:9-17 no se le admite en ese nuevo pacto, pero hoy sí se asocian con el “resto” de israelitas espirituales que están en el nuevo pacto.

      34. ¿Dónde esperan disfrutar de vida eterna los de la “grande muchedumbre,” y qué reconocimiento dan a Dios y a su Cordero?

      34 De modo que la “grande muchedumbre” no espera ir al cielo ni siquiera después de haber pasado a través de la “grande tribulación.” Los de la “grande muchedumbre” esperan que el Cordero de Dios los pastoree aquí en la Tierra después de la “grande tribulación” y los guíe a vida eterna en una Tierra paradisíaca. Reconocen al entronizado Dios del cielo como el Soberano Universal sobre toda la creación. Reconocen al Mesías Jesús como “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” y admiten que deben su salvación a Dios por medio de su Cordero que fue una vez “degollado” y, por fe y obediencia, “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”

      35. (a) ¿Dónde en el “templo” de Dios Le sirven continuamente, y por qué? (b) ¿Cómo expresan lealtad al Sumo Sacerdote de Dios, y cómo los representó Jesús en una parábola?

      35 Reconocen solo al Señor Soberano Jehová como su Dios. Esto explica por qué se les ve “rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo,” en los patios terrestres de su templo espiritual, un templo que tiene su Santísimo en los santos cielos. (Hebreos 9:24) Así la “grande muchedumbre” está ahora en contacto con el resto de los 144.000 israelitas espirituales que son sacerdotes reales en perspectiva producidos por el nuevo pacto. Como expresión de su lealtad al Sumo Sacerdote real Jesucristo, los de la “grande muchedumbre” son leales a los hermanos espirituales de él que todavía están en la Tierra. Hacen todo el bien que pueden a los hermanos espirituales de Cristo; hasta predican junto con ellos “estas buenas nuevas del reino” por todo el mundo. Estas personas leales son la clase de las “ovejas” a quienes Jesús describió en su parábola, diciendo:

      “Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron. Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión y vinieron a mí.’ Entonces los justos le contestarán con las palabras: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión, y fuimos a ti?’ Y en respuesta el rey les dirá: ‘En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, a mí me lo hicieron.’

      “Y éstos [los de la clase de las cabras] partirán al cortamiento eterno pero los justos a la vida eterna.”—Mateo 25:34-40, 46.

      36. ¿Cuándo serán ‘cortados’ los de la clase de las cabras de la parábola, y por qué?

      36 Los que no obran como las “ovejas” para con los hermanos espirituales del que ahora es Rey reinante, Jesucristo, serán cortados de la existencia en la venidera “grande tribulación,” porque no están a favor de la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios, sino que están a favor de la “descendencia” de la “serpiente original,” Satanás el Diablo. (Génesis 3:15; Revelación 12:9, 17) Ceden a la influencia y guía de la “serpiente original, . . . que está extraviando a toda la tierra habitada,” y por eso se les hallará de parte de la “descendencia” de la Serpiente cuando estalle, dentro de poco tiempo, la “grande tribulación.”

      37. ¿En qué período está este sistema mundano ahora desde 1914, y por eso, a qué se enfrenta esta generación, según Daniel 12:1?

      37 Desde el nacimiento del reino mesiánico de Dios en los cielos en el año 1914, este sistema de cosas mundano ha estado en su “tiempo del fin.” Este “tiempo del fin” pronto culminará en la “grande tribulación,” como predijo Jesucristo. Esta tribulación sin paralelo fue predicha por el profeta Daniel mucho antes que Jehová Dios enviara su Hijo primogénito celestial a la Tierra para ser llamado Jesús. Por eso, el ángel de Dios fraseó la profecía a Daniel de este modo:

      “Y durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo. Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo.”—Daniel 12:1; compare con Mateo 24:21.

      Esta generación de la humanidad se enfrenta ahora a ese “tiempo de angustia.”

      38. (a) ¿Qué practicantes de religión sobrevivirán la destrucción de Babilonia la Grande? (b) ¿Para resolver qué cuestión tiene que pelearse la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”?

      38 Durante ese “tiempo de angustia,” esa “grande tribulación,” las fuerzas políticas antirreligiosas destruirán a la moderna Babilonia la Grande, es decir, el imperio mundial de la religión falsa que comenzó con la antigua Babilonia. (Génesis 10:8-12; Revelación 17:1 a 18:24 inclusive) Bajo la protección de Dios, miembros del “resto” del Israel espiritual y de la “grande muchedumbre” pasarán vivos a través de esta destrucción como practicantes de la religión verdadera. (Santiago 1:27) Inmediatamente después de ese fracaso por parte de las fuerzas antirreligiosas en cuanto a borrar de la Tierra la “forma de adoración” limpia e incontaminada, la religión pura, vendrá la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en el lugar que simbólicamente se llama Har-Magedón. (Revelación 16:14, 16) ¿Por qué? Porque la cuestión universal de la soberanía de Jehová por toda la creación, soberanía apoyada por el resto y la “grande muchedumbre,” todavía tiene que ser resuelta. Toda esta resolución de la cuestión es parte del “propósito eterno que [Dios] formó relacionado con el Cristo, Jesús nuestro Señor,” que es el principal en la “descendencia” que Dios prometió.

      39, 40. (a) ¿Dónde acontecerá el choque militar en cuanto a la cuestión, y a quiénes vemos reuniéndose allí? (b) ¿Quién resultará superior allí por la victoria?

      39 Las soberanías nacionales, en las cuales insisten los gobiernos políticos de hoy, chocan con la Soberanía Universal del Creador. Se acerca cada vez más el choque militar en cuanto a esta cuestión de importancia principal a medida que este “tiempo del fin” va terminando. ¿Vemos nosotros, a la luz de las vistas que de antemano da la Revelación de acontecimientos venideros, a los reyes de la Tierra y a los gobernantes políticos y sus ejércitos y apoyadores siendo reunidos al campo de batalla de Har-Magedón para luchar hasta el fin? Sí.

      40 No obstante, también vemos por fe al Rey de reyes celestial, Jesucristo, y sus ejércitos angelicales apresurándose a ese mismo campo de batalla, como si montaran caballos de guerra blancos. Podemos aceptar la palabra de Dios en cuanto a ello, la guerra de Har-Magedón culminará en victoria para las fuerzas de Dios el Todopoderoso, y con destrucción para todos los sistemas políticos de hechura humana y los que tienen puestos en él, sus ejércitos y apoyadores patrióticos. El que una vez fue como un Cordero, Jesucristo, demostrará que es el Rey de reyes, porque Jehová Dios estará a su diestra como un Peleador al lado de su Rey-Sacerdote que es semejante a Melquisedec.—Revelación 17:12-14; 19:11-21; Salmo 110:4, 5.

      41. (a) Después de Har-Magedón, ¿por qué no podrá guerrear más contra el resto y la “grande muchedumbre” la “serpiente original”? (b) ¿En qué sentido vendrá ahora el momento supremo para la “descendencia” de la “mujer” de Dios?

      41 ¡Esa es la gran culminación del “ay de la tierra y del mar” al cual la “serpiente original” y sus ángeles demoníacos, desde que fueron echados del cielo, condujeron a toda la humanidad engañada! (Revelación 12:7-12) Habiendo sido destruida toda su “descendencia” terrestre en Har-Magedón, la “serpiente original” no podrá seguir guerreando contra los “que quedan de [la] descendencia [de la mujer]” y la “grande muchedumbre” de compañeros que adoran al Señor Soberano Jehová. (Revelación 12:13, 17) ¿Se ha de dejar sueltos en la vecindad de nuestra Tierra, abajo adonde han sido echados del cielo, a la “serpiente original” y su “descendencia” demoníaca invisible? ¡No! ¡Porque ahora viene el momento supremo para Jesucristo la “descendencia” celestial de la “mujer” de Dios, la “descendencia” que una vez sufrió la magulladura en el talón por aquella Serpiente de mente asesina! ¡La situación se ha trastocado, y ahora la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios tiene que magullar a la Serpiente “en la cabeza,” haciendo que él y su “descendencia” demoníaca queden como si nunca hubieran existido! ¿Cómo?

      42. (a) ¿Cómo, pues, son magullados la Serpiente y su “descendencia”? (b) ¿Qué cambio acontece ahora en cuanto a poderes gobernantes celestiales y sociedad terrestre?

      42 Removiendo a la Serpiente y sus demonios de la vecindad de la Tierra y arrojándolos en el “abismo” y sellándolos allí, atados como con cadenas, por los siguientes mil años. Revelación 20:1-3 representa esto, no como parte de la guerra en Har-Magedón, sino como algo que sigue a esa guerra. (Génesis 3:15; Romanos 16:20; Lucas 10:18-20) Así, los “cielos” satánicos que han durado edades sobre la sociedad terrestre humana serán para siempre borrados, y los “nuevos cielos” mesiánicos de Dios se extenderán con bendición sobre la nueva sociedad humana terrestre. ¡Oh qué realización triunfante habrá entonces de las palabras del apóstol Pedro, quien, después de describir la destrucción de los viejos cielos y tierra simbólicos, anima a todos los verdaderos adoradores de Jehová Dios al decir: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa y en éstos la justicia habrá de morar”!—2 Pedro 3:7-13; Revelación 20:11; 21:1; Isaías 65:17.

  • Haciendo sagrado el séptimo “día” de creación
    El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
    • Capítulo 15

      Haciendo sagrado el séptimo “día” de creación

      1, 2. (a) Con el magullamiento de la Gran Serpiente, ¿habrá alcanzado su logro pleno en el “propósito eterno” de Dios? (b) ¿Para quiénes era el propósito de Dios que viniera el beneficio que se deriva de magullar a la Serpiente?

      PARA el bien eterno de la humanidad, el triunfo por tanto tiempo esperado del “propósito eterno [de Dios] que él formó relacionado con el Cristo, Jesús nuestro Señor,” está cerca. ¿No es esto algo para lo cual vale la pena vivir, algo que ver y de lo cual beneficiarse con gozo inefable? El resto sobreviviente del Israel espiritual y la “grande muchedumbre” de compañeros testigos de Jehová verá ese triunfo y se beneficiará de él hasta la eternidad. Pero el “propósito eterno” de Dios con relación a la “descendencia” de Su “mujer” celestial no se habrá logrado entonces en su plenitud. Tiene que seguir a otros triunfos durante los mil años asignados para el reinado del Mesías Jesús y los 144.000 miembros compañeros de la “descendencia de Abrahán” y hasta el fin de ese período. (Revelación 20:4-6; Gálatas 3:8, 16, 29) ¿Por qué?

      2 Bueno, el “propósito eterno” de Dios era que la humanidad, que había entrado en pecado y muerte por nacimiento, se beneficiara del magullamiento de la cabeza de la Gran Serpiente. Según la promesa de Dios a Abrahán, todas las familias del suelo y todas las naciones deberían bendecirse, procurar una bendición eterna, por medio de la “descendencia” espiritual de Abrahán. (Génesis 12:3; 22:18) Los mil años del reinado de Cristo permitirán tiempo para tal obra de bendición.

      3. Tiene que haber un reinado de mil años sobre la Tierra para que se realice ¿qué propósito original de Dios? ¿y quién debe reinar?

      3 El Mesías Jesús y sus 144.000 reyes y subsacerdotes glorificados en asociación con él tendrán presente el propósito original de Dios el Creador cuando Éste puso al hombre en la Tierra en el Jardín de Edén. Ese era que toda la Tierra floreciera como un Jardín de Edén global. Era el propósito inalterable original de Dios que toda esta Tierra paradisíaca estuviera llena de hombres y mujeres justos y perfectos, que hubieran de vivir aquí por siempre jamás en relación amorosa pacífica con el Padre celestial como miembros de su familia universal de cielo y Tierra, miembros de Su organización universal. Todos los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y todas las criaturas movientes de la Tierra, domésticas y salvajes, estarían en sujeción segura, inofensiva, a esta raza humana pía. (Génesis 1:26-31; Isaías 45:18; Salmo 115:16; 104:5) Para que se realice esto, el propósito original de Dios, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios tiene que reinar por los mil años. La obra de lograr esto fue asignada al Mesías Jesús, quien, cuando estuvo en la Tierra, fue llamado “el Hijo del hombre.”—Salmo 8:4-8; Hebreos 2:5-9.

      4. ¿Por qué, después de la glorificación del resto del Israel espiritual, no se dejará que la “grande muchedumbre” de sobrevivientes sean los únicos ocupantes humanos de la Tierra?

      4 Por consiguiente, después que el resto sobreviviente del Israel espiritual termina su carrera en la Tierra y son glorificados con el reinante Mesías Jesús y todos los otros coherederos de él, a la “grande muchedumbre” de otros sobrevivientes de la “tribulación” no se les dejará solos en la Tierra limpiada. Ellos son muy pocos para ‘llenar la tierra.’ Además, no fueron los únicos rescatados por el sacrificio humano perfecto del Señor Jesucristo; él fue magullado “en el talón” para que “gustase la muerte por todo hombre”; él “se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos.” (Hebreos 2:9; 1 Timoteo 2:5, 6) La gran mayoría de los rescatados están ahora muertos en el sepulcro común de la humanidad. ¿Cómo se hará que puedan beneficiarse del rescate del Mesías? Por la prometida resurrección de los muertos. (Job 14:13, 14; Isaías 26:19; Mateo 22:31, 32; Juan 5:28, 29; Hechos 24:15; Revelación 20:12-14) Así, esos miles de millones de resucitados, todos descendientes de aquella pareja humana original, Adán y Eva, se unirán a la “grande muchedumbre” de sobrevivientes. ¡Qué reunión familiar global!

      5. (a) ¿Qué otro propósito de Dios habían de llevar a cabo Cristo y sus 144.000? (b) ¿Cómo procedió Dios a repasar en su séptimo “día” de creación?

      5 Ahora hay un propósito especial que el reinante Jesucristo y sus 144.000 coherederos tienen que llevar a cabo. ¿Cuál es éste? Hacer del séptimo “día” de creación por Dios un día bendito, un día sagrado. Después que Dios creó a Adán y Eva y les dio su comisión de trabajo, poniendo ante ellos el propósito que tendrían en la vida en el Paraíso, el sexto “día” de creación por Dios terminó y el séptimo “día” de creación comenzó, hace aproximadamente seis mil años. Él ordenó este “día” de creación como un “día” sabático o de reposo para Sí. En él desistiría de obra de creación terrestre, reposaría de ese trabajo, no porque estuviera cansado, sino para dejar que la primera pareja humana y sus descendientes Lo adorarán como su único Dios vivo y verdadero por medio de servirle, llevando a cabo el servicio que él les había asignado. Él sabía que su propósito declarado para ellos podría llevarse a cabo durante el siguiente período de siete mil años, Su “día” sabático o de reposo.

      “Procedió Dios a bendecir el día séptimo y hacerlo sagrado, porque en él ha estado reposando de toda su obra que ha creado Dios con el propósito de hacer.”—Génesis 2:3.

      6. (a) ¿Cómo ha sido profanado como día sabático o de reposo de Dios Su séptimo “día” de creación? (b) No obstante, ¿cómo lo hará Dios un “día” bendito, sagrado?

      6 Muy poco tiempo después de eso el hijo de Dios de la región de los espíritus que se hizo Satanás el Diablo procedió a profanar aquel santo séptimo “día” de creación de Jehová Dios. Por seis mil años a él y su “descendencia” se les ha permitido continuar su esfuerzo por hacer que parezca un “día” maldito, no sagrado, perturbador para el ‘reposo’ de Dios, para tratar de hacer que él viole el “día” que él mismo ordenó como “día” sabático. ¡Pero en vano! Durante los mil años en que la Gran Serpiente y su “descendencia” demoníaca estén en el abismo, Jehová Dios trastocará toda la iniquidad que estos profanadores del Sábado de Jehová han hecho en la Tierra. Por medio del reinado de mil años de su Hijo Jesucristo, Jehová Dios elevará a la raza humana, que descendió de la pareja humana original, a la perfección humana y la condición de estar libres de pecado, y solo se destruirá a los rebeldes y desobedientes de la raza por no tener respeto al gran “día” sabático o de reposo de Jehová Dios. (Revelación 20:14, 15) El Paraíso será restaurado a la Tierra y se extenderá por todo el planeta. La Tierra entera será llenada de humanidad procedente de la primera pareja humana, y toda la Tierra será entonces sojuzgada.—Génesis 1:28.

      7. ¿Qué oración enseñada por Jesús se cumplirá así, y cómo mostrará él entonces que reconoce la soberanía universal de Jehová?

      7 Por el cumplimiento del “propósito eterno [de Dios] que él formó relacionado con el Cristo, Jesús nuestro Señor,” el séptimo “día” de creación por Dios terminará bendito, sagrado, santificado. El que Jehová haya bendecido ese “día” hace seis mil años y el que entonces lo haga sagrado no habrá sido contrarrestado para reproche y oprobio eterno de Él. La oración mesiánica: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra,” estará gloriosamente cumplida. (Mateo 6:10) Jesucristo, habiendo rendido servicio según el “propósito eterno” de Jehová hasta que ese propósito ha triunfado para honra de Dios, entonces “entrega el reino a su Dios y Padre,” sujetándose así al Soberano Universal, Jehová el Altísimo. (1 Corintios 15:24-28) Lealmente él vindica la soberanía universal de Jehová.

      LA HUMANIDAD OBEDIENTE JUSTIFICADA A LA VIDA ETERNA

      8. ¿En qué posición estará delante de Dios entonces la humanidad restaurada? Y antes de justificar a cualquiera a vida eterna, ¿qué hará Él?

      8 La humanidad restaurada está ahora a su propio arbitrio, tal como lo estuvieron los inocentes y perfectos Adán y Eva en el paradisíaco Jardín de Edén cuando Dios les dio su asignación de servicio sagrado a Él. ¿Quiénes entre la humanidad restaurada en la Tierra paradisíaca permanecerán leales a la soberanía universal y calidad de Dios del amoroso Creador Jehová, la Fuente de toda vida? ¿A quiénes justificará o declarará justos él mismo para vida eterna en la Tierra paradisíaca? Para someter a prueba a toda la humanidad restaurada en cuanto a este punto vital, Jehová acepta el reino que le entrega Jesucristo y hace que la Gran Serpiente y sus demonios sean soltados de su abismo. Deja que estos espíritus rebeldes no reformados traten de tentar y extraviar de nuevo a la humanidad.

      9. (a) ¿Qué les sucede a las criaturas humanas restauradas que ceden al engaño por la Serpiente y sus demonios? (b) ¿Cómo se lleva a cabo la etapa final del “propósito eterno” de Dios?

      9 Jehová no niega que algunos de la humanidad restaurada se dejarán extraviar por Satanás y sus demonios, tal como sucedió en el caso de los perfectos Adán y Eva en el Jardín de Edén. Él permite que una muchedumbre cuyo número no se da haga eso. Cuando se haya permitido la prueba hasta el grado pleno y ésta haya dividido inalterablemente a la humanidad en cuanto a cuál es la posición de los individuos con relación a soberanía universal y calidad de Dios, del cielo les llueve destrucción a los rebeldes humanos. Finalmente, tanto al gran profanador del Sábado de Jehová, Satanás el Diablo, como a su “descendencia” demoníaca, les llega el turno de ser destruidos. Indudablemente esto se hará por medio de la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios, porque a esa “descendencia” se le asignó magullar a la Serpiente “en la cabeza” según el “propósito eterno” de Dios como se declaró en el Jardín de Edén. (Génesis 3:15) No habrá un regreso al abismo para Satanás el Diablo y sus demonios, sino que recibirán destrucción absoluta como por fuego mezclado con azufre. No habrá un recobro temporario de esta etapa final del aplastamiento de la cabeza de la Gran Serpiente. No se le permitirán más oportunidades para que obre como Tentador.—Revelación 20:7-10.

      10. ¿Cómo serán recompensados los que prueben que son leales a la soberanía de Jehová y su calidad de Dios?

      10 ¡Qué triunfo coronador será ése para el “propósito eterno [de Dios] que él formó relacionado con el Cristo Jesús nuestro Señor”! Los de la humanidad restaurada que demuestren que están inmutablemente resueltos a servir y obedecer a Jehová como el Soberano Universal y el único Dios vivo y verdadero serán declarados justos por Él. A estos justificados él les otorgará la recompensa y dádiva de vida eterna en el Paraíso terrestre siempre floreciente, el escabel de los pies de Dios. (Isaías 66:1) Él llenará la vida sin fin de ellos con su propósito siempre satisfactorio, siempre estimulador, para Su gloria por medio de Su Cristo, Jesús nuestro Señor. (Revelación 21:1-5) ¡Aleluya!—Salmo 150:6.

      11. ¿Qué cosa excelente podemos hacer respecto a ese propósito incomparable de Dios?

      11 ¡Esta es una expectativa incomparable para la humanidad! Es para los que ahora armonizan su vida con el “propósito eterno” de Dios. Nada mejor pudiera haber que el hacer del propósito de Dios nuestro propósito.

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