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La perspectiva después de sesenta años de angustia mundial¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial!
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LA SUMA DE TODO EN ESTE TIEMPO AVANZADO
14. ¿A qué suman todas las cosas que hemos considerado hasta ahora, y por eso qué pregunta surge?
14 ¿A qué suma todo esto, que nosotros los ya viejos hemos observado personalmente desde 1914, a medida que terminan tres cuartas partes de este siglo veinte? ¿Añade prueba de que, después de sesenta años de conocer la angustia mundial, el hombre haya aprendido por la experiencia y ahora sepa ajustarse a la angustia de las naciones? ¿Añade prueba convincente de que el hombre pueda resolver por sí mismo sus problemas? Ninguna prueba que nosotros los observadores inteligentes que tenemos más de setenta u ochenta años podamos ver. Y el hombre mismo ha llegado a comprender esa dura realidad. Por eso, cuando no se resuelven los problemas, entonces ¿qué? ¡Fracaso! El hombre no puede animarse con el viejo lema que dice: “¡Persiste y triunfarás!” El problema en cuya solución persistir no queda igual. ¡Empeora! ¡Se hace más difícil! Nos vemos obligados a preguntarnos: ¿Hasta cuándo continuará fracasando el hombre, poniendo en peligro su propia existencia?
15. ¿Qué probabilidad hay de que los materialistas regresen a la religión en busca de ayuda para resolver problemas, como se ilustran en el caso de la Rusia comunista?
15 ¿Hacia dónde ha de volverse el hombre para salvarse de los desastrosos problemas que él mismo se ha creado? Los hombres materialistas, que creen en la teoría de la autoevolución del hombre, solo ven al hombre a quien volverse. ¿Se volverán esos hombres a las religiones tradicionales que antes eran populares y que por mucho tiempo han sido practicadas en templos, mezquitas, catedrales y edificios eclesiásticos? Por ejemplo: ¿Regresará el comunismo ruso a la religión ortodoxa rusa que fue derribada por él en 1917 y abandonará su aforismo de que “la religión es el opio de la gente”? La Unión Soviética rusa, desde que privó del apoyo del Estado a la Iglesia Ortodoxa Rusa, ha usado lo que queda de ese sistema eclesiástico como simple siervo del Estado, y este débil instrumento religioso no ha suministrado ninguna solución a los problemas de la Rusia comunista.
16. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a que se acuda en el futuro a la religión, en países donde la religión todavía se le tiene algún respeto?
16 En otras partes de la cristiandad fuera de los países comunistas, ¿se volverán los políticos y científicos a los clérigos religiosos, católicos, protestantes, ortodoxos orientales, para procurar salvación? Estos clérigos han sido usados por el Estado como capellanes en sus fuerzas combatientes y como “hombres de Dios” para invocar la bendición divina para sus cuerpos legislativos. Estos clérigos religiosos, aunque se han vuelto de un Evangelio puramente religioso a un Evangelio social, materialista, no han salido con ninguna solución a los problemas mundiales. ¿Se sentirá obligada al fin la China roja comunista, que ahora combate al confucianismo, a regresar al muerto Confucio en busca de ayuda? Además, en otros países que todavía tienen una gran organización religiosa no cristiana, ¿seguirán acudiendo los políticos y gobernantes del Estado a sus sacerdotes cuyas religiones hasta ahora no les han ofrecido explicación para la angustia mundial actual y por tanto no pueden mostrarles cómo salir de ella?
17. ¿Qué pregunta surge aquí acerca de si tendrá alguna aplicación futura un antiguo proverbio?
17 Muchos son los líderes políticos y los guías económicos que se han desilusionado con las religiones por mucho tiempo amparadas por ellos. Hasta han perdido fe en ellas. ¿Pedirán ahora un despertamiento religioso como último recurso y obrarán como ha dicho el antiguo proverbio: “El perro ha vuelto a su propio vómito”?c
18. ¿Qué cosas están contra tal aplicación del proverbio?
18 ¡Difícilmente ha de esperarse tal cosa! El sentido común y la razón no están a favor de tal cosa. La fe de esos hombres mundanos en lo que es sobrehumano, en lo que es espiritual, ha sido debilitada, o peor aún, destruida. En medio de esas circunstancias consideran que solo les quedan recursos humanos. Al fin, cuando todos los recursos humanos les fallen, ¡no tendrán idea alguna de qué hacer!
19. Para evitar que se nos induzca a acompañar a esos hombres, ¿de qué tenemos que informarnos como personas dispuestas a aprender?
19 De seguro ha llegado el tiempo para que nos preguntemos: ¿Queremos estar nosotros entre esos hombres en perplejidad cuando se vean en desesperación? ¡No se volverán del proceder de pelear contra sus propios intereses, desgraciadamente para peligro de los intereses eternos de todos los demás! ¿Dejaremos que se nos induzca a acompañarlos? No tenemos que hacer eso. Basándonos en la mejor autoridad, con confianza se puede anunciar: ‘¡El hombre está al umbral de ser salvo de la angustia mundial!’ Tenemos a dónde volvernos, sin que nos veamos en la posibilidad de sufrir desilusión, frustración, destrucción. La tensión creciente de estos tiempos hace urgente que estemos dispuestos a aprender e informarnos sobre hacia dónde volvernos con la esperanza de hallar satisfacción completa.
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El Comentarista confiable en cuanto a esta angustia mundial¡El hombre al umbral de ser salvo de la angustia mundial!
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Capítulo 2
El Comentarista confiable en cuanto a esta angustia mundial
1. ¿Qué preguntas surgen acerca de la angustia mundial desde 1914, y en cuanto a las respuestas, qué prefieren hacer unos viejos de esta generación?
LA ANGUSTIA mundial que el hombre ha experimentado sin cesar desde 1914 E.C. tiene que tener algún significado. ¿Queda para el hombre mismo descifrar el significado de ésta? ¿Qué razón hay para ella, y para que persista por tan largo tiempo? Tal como tuvo principio, tiene que tener fin, pero ¿cómo terminará? ¿Quién tiene el derecho, la autoridad, de decir que el hombre será salvado de ella? ¿Y que esta salvación está al umbral? La persona que pudiera comentar en cuanto a la angustia mundial actual del hombre y suministrar la respuesta a estas importantes preguntas tendría que ser una persona extraordinaria. Ninguno de nosotros los viejos que hemos pasado a través de toda esta angustia mundial desde que comenzó en 1914 alegaremos ser esa persona, ni siquiera considerando todas las cosas que cada uno de nosotros ha
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