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Dudas acerca de la existencia del Diablo... ¿son sensatas?¡Despertad! 1975 | 22 de enero
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Diablo. Más bien, enseña que el Diablo tuvo un principio y que él “no permaneció firme en la verdad.”—Juan 8:44.
Así es que muchas de las dudas de la gente acerca de la existencia del Diablo no tienen más base que las supersticiones populares y los razonamientos arbitrarios. Estas cosas no constituyen una base válida para negar la existencia del Diablo o para rehusar considerar evidencia confiable acerca del tema. Pero, ¿dónde se puede hallar esa evidencia? ¿Cómo puede uno saber positivamente si es que realmente hay un Diablo?
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¿Cuán real es el Diablo?¡Despertad! 1975 | 22 de enero
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¿Cuán real es el Diablo?
“VER es creer,” dice un refrán popular. Es bien sabido que el mejor testimonio de cualquier hecho es el de un testigo presencial confiable. ¿Tenemos algún testigo presencial de esa clase que nos ayude a contestar la pregunta: Cuán real es el Diablo?
Tal cosa parecería imposible; pero, ¿lo es? ¿Sabe usted que Jesucristo vivió en el cielo antes de venir a la Tierra? Él fue un testigo presencial de las cosas que acontecieron en la región espiritual y tuvo mucho que decir acerca del Diablo.—Juan 8:23; 17:5.
Sería muy imprudente desechar el testimonio de Jesús. Él siempre dijo la verdad. Dio su vida a favor de la verdad. (Juan 18:37; 8:40) Las palabras de sabiduría de Jesús, especialmente su famoso Sermón del Monte, se han ganado las más altas alabanzas, aun de los no cristianos. Sin embargo en aquel sermón, Jesús enseñó a sus seguidores a orar: “Líbranos del inicuo.”—Mat. 6:13.
¿Y qué hay acerca de Dios mismo? Ciertamente él debe de saber si hay un Diablo o no. La Biblia en conjunto contiene el punto de vista del Creador. También, tiene todas las credenciales de credibilidad. Cuando relata acontecimientos, suministra el tiempo, el lugar y los nombres de las personas implicadas. La exactitud de los relatos históricos en la Biblia ha asombrado hasta a sus críticos. Cientos de profecías bíblicas se han cumplido hasta el más mínimo detalle. Y el consejo de las Escrituras acerca de las relaciones humanas ha demostrado ser insuperable.
Por lo tanto, ¿qué dice la Biblia, la cual incluye el testimonio de Jesucristo, acerca de Satanás? ¿Es “el Diablo” meramente una abstracción, un principio o fuerza? ¿O se refiere este término a una persona espíritu inteligente que puede influir en los humanos? Según la Biblia, ¿cuán real es el Diablo?
¿Abstracción o una persona?
Las Escrituras se refieren consistentemente al Diablo como a una persona. El libro bíblico de Job se inicia con un relato acerca de los angélicos “hijos del Dios verdadero” reunidos delante de Jehová. Con respecto a esta reunión, la cual indudablemente incluyó a Jesús en su forma prehumana, se nos dice: “Y aun Satanás procedió a entrar allí mismo entre ellos.” (Job 1:6) El que Satanás viniera entre los “hijos” de Dios, quienes son personas, indica que él, también, es una persona. Lo mismo indica el hecho de que Satanás haya conversado con Jehová Dios.—Job 1:6-12; 2:1-5.
Muchos otros pasajes bíblicos muestran que el Diablo es una persona. Por ejemplo, 1 Crónicas 21:1 y Zacarías 3:1, 2 muestran que Satanás es un resistidor del pueblo de Dios y, por lo tanto, de Dios mismo. (Zac. 2:8; Luc. 10:16) De hecho, el nombre Satanás es hebreo y significa “resistidor, adversario.”
La narración del evangelio en Mateo 4:1-11 relata que Jesús fue tentado por “el Diablo,” un término griego que significa “acusador falso, embustero, calumniador.” En esta triple tentación de Jesús hubo una conversación entre Jesús y el Diablo en la cual Satanás empleó argumentos astutos, incluso una aplicación errónea del Salmo 91:11, 12, para inducir a Jesús a pecar contra Dios. (Mat. 4:6) Más tarde Jesús llamó al Diablo un “padre” (en un sentido figurado), un “homicida” y un “mentiroso.” (Juan 8:44) El apóstol Pablo en 2 Corintios 2:11, habla de los “designios” inicuos que Satanás trama contra los cristianos.
Solo una persona inteligente que razona puede pensar, hablar a Dios y a Jesucristo y ‘diseñar’ tácticas en contra de la gente. Además, es digno de notarse que la mayoría de la humanidad durante la historia le ha atribuido la causa final de la maldad a una persona o personas en la región espiritual.
¿Creó Dios al Diablo?
Ciertas personas objetan que un Dios justo y amoroso jamás pudiera haber creado a un Diablo. Dios es demasiado bueno para hacer eso, dicen. Pero, ¿prueba esa clase de razonamiento que el Diablo no existe?
En realidad ésa no es una opinión muy perspicaz, porque la Biblia en ninguna parte dice que Dios creó a un opositor de él mismo y de sus criaturas. Recuerde la declaración de Jesús de que el Diablo “no permaneció firme en la verdad.” (Juan 8:44) En un tiempo él estuvo en armonía con la verdad de Dios. Pero el orgullo y el deseo de tener a personas que lo adoraran a él en vez de a Dios impulsó a Satanás a abandonar su posición justa y convertirse en un calumniador opositor de Dios.—1 Tim. 3:6; Mat. 4:9; Gén. 3:1-7.
Algunos insisten en que un Dios omnisciente y todopoderoso no podría crear un hijo que se volviera malo. Pero esa afirmación degrada a las criaturas inteligentes de Dios al nivel de robots que son incapaces de libre albedrío. El hecho de que el hombre fue creado “a la imagen de Dios,” y perfecto, y sin embargo se volvió malo, excluye un punto de vista tan estrecho.—Gén. 1:27, 31; Deu. 32:4.
Pero, ¿por qué ha permitido Dios que el Diablo exista por tanto tiempo?
¿Por qué se le permite existir?
Al comienzo de la historia humana el Diablo, por medio de una serpiente, introdujo la rebelión en la familia humana. (Gén. 3:1-7; Rev. 12:9) Él indujo a Eva a creer que la desobediencia a Dios sería el camino hacia un esclarecimiento superior. Sugirió que la humanidad estaría en mejor condición gobernándose a sí misma, decidiendo por sí misma lo que era bueno y lo que era malo, en vez de someterse a la dirección de Dios. En directa contradicción de Dios, Satanás declaró que Adán y Eva no morirían si desobedecían.—Gén. 2:15-17; 3:1-5.
De este modo el Diablo sugirió que Dios era un mentiroso y que el modo de gobernar de Dios a la humanidad era injusto y opresivo. El relato bíblico de Job muestra que Satanás también puso en duda el motivo por el cual la gente sirve a Dios. Él declaró que Job solo servía a Dios porque lo había hecho prosperar materialmente.—Job 1:9-11; 2:4, 5.
Por lo tanto, surgieron algunas preguntas importantes. ¿Verdaderamente produciría beneficios la rebelión en contra de Dios, tal como lo había afirmado Satanás?
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