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‘¡Juzga, oh Jehová!’La Atalaya 1957 | 1 de enero
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integridad a pesar de la pérdida de todas las cosas, pero Judas descartó la integridad por ganancia egoísta. Moisés rechazó las concupiscencias de Egipto y sirvió en medio de penalidades; pero los rebeldes “hijos de Dios” espirituales cedieron a deseos contranaturales y abandonaron su asignación celestial. No llegue ninguno de nosotros a ser una persona a quien Jehová pueda censurar por no retener su integridad y reciba su pena de muerte para los quebrantadores de pactos. Más bien retengamos como cosa preciada el glorioso tesoro de servicio, recordando siempre que Jehová juzga, como David dijo: “conforme a mi justicia; y conforme a mi integridad.”—Sal. 7:8.
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Manteniendo la integridadLa Atalaya 1957 | 1 de enero
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Manteniendo la integridad
“Quién subirá al monte de Jehová? ¿y quién podrá estar en su lugar santo?”—Sal. 24:3.
1, 2. (a) ¿Por qué ha tolerado por largo tiempo Jehová a los malhechores? (b) ¿Cómo está unida la vindicación de Jehová con el que sus testigos mantengan integridad hoy día?
JEHOVÁ pudo haber destruído a sus enemigos, incluyendo a toda la raza humana, mucho antes de ahora por su falta de integridad y por su oposición a él. Las páginas de la historia hablan de innumerables hechos sangrientos, y sólo se señala a unas pocas personas sobresalientes como personas de quienes el mundo no era digno. Sólo por medio de la gran misericordia y paciencia de Jehová se le ha permitido vivir a la raza humana. Este período de tolerancia a los malhechores ha provisto suficiente tiempo para probar la integridad humana y para recoger a la manada pequeña compuesta de aquellos que no son del mundo así como a los miles de la grande muchedumbre de “otras ovejas.” El propósito de Jehová es dar un testimonio poderoso a su nombre antes del fin del mundo, y esto fué prefigurado en sus tratos con Faraón del antiguo Egipto. Ese gobernante representó a Satanás el Diablo, el peor enemigo del hombre, el dios de este mundo o sistema de cosas. Por boca de Moisés, Jehová le informó: “Para ahora podría haber sacado la mano para herirte a ti y a tu pueblo con pestilencia y para que tú fueras borrado de la tierra. Pero, en realidad, por esta causa te he mantenido en existencia, a fin de mostrarte mi poder y para que mi nombre sea declarado en toda la tierra.”—Éxo. 9:15, 16, NM.
2 Dios estaba actuando enteramente conforme a su derecho al escoger demorar la ejecución de sus enemigos hasta su propio tiempo debido. ¿Quién puede criticarlo por esto? “Si, ahora, Dios, aunque teniendo la voluntad de demostrar su ira y dar a conocer su poder, toleró con mucha y gran paciencia vasos de ira hechos dignos de destrucción, a fin de dar a conocer las riquezas de su gloria sobre vasos de misericordia, los cuales él preparó de antemano para gloria, a saber, nosotros, a quienes llamó no sólo de entre los judíos sino también de entre las naciones, ¿qué hay de ello?” (Rom. 9:22-24, NM) Estamos gozosos por la bondad inmerecida que se nos ha extendido y nos sentimos felices al informar
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