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Carta de la SucursalMinisterio del Reino 1982 | enero
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Carta de la Sucursal
Estimados publicadores:
¡Cuánto nos regocijamos por el artículo sobre el tema de los ministros de Dios que apareció en La Atalaya del 1 de agosto de 1981! Como se declaró en la página 19: “Todos los cristianos dedicados y bautizados, sin importar el sexo o la edad, pueden ser proclamadores, predicadores, ministros . . . siempre que den prueba de ello por su conducta y su testificar.” ¿No opina usted de igual manera? En armonía con la información que se publicó recientemente sobre este tema, es muy apropiado que el título de esta publicación aparezca como “Nuestro Ministerio del Reino.”
Nos complacemos en comunicarles que el informe de servicio del campo para el año de servicio de 1981 fue excelente. Jehová Dios ha bendecido abundantemente nuestro ministerio unido para Su alabanza. Como promedio, cada mes en el campo hubo 19.995 publicadores más que el año pasado... un promedio de 4 por ciento. Y hubo un nuevo máximo de 588.503 publicadores durante el mes de agosto. También es animador ver que 18.816 publicadores arreglaron sus asuntos para participar en el servicio de precursor regular, 1.888 más que el año pasado. Dedicamos al servicio 5.635.768 horas más que el año pasado, colocamos 2.829.674 revistas más, hicimos 81.244 suscripciones más, 1.970.755 revisitas más y condujimos 19.848 estudios bíblicos más como promedio cada mes. Como resultado se bautizaron 28.496 discípulos, 685 más que el año pasado. En abril 1.463.070
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Tema de conversaciónMinisterio del Reino 1982 | enero
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Tema de conversación
La única solución para la humanidad... el reino de Dios
Mateo 6:10—Oramos por éste.
Revelación 11:17, 18—Lo que éste efectuará.
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Esparza con celo el conocimiento dador de vidaMinisterio del Reino 1982 | enero
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Esparza con celo el conocimiento dador de vida
1 “Ven conmigo, y verás mi celo por Jehová.” Jehú dijo esto a Jonadab cuando estaba cumpliendo con la comisión que Jehová le había dado. (2 Rey. 10:16, Versión Moderna) Hoy también muchos han notado el celo de los siervos de Jehová.
2 Cierto historiador del día moderno declaró: “Los Testigos de Jehová literalmente han cubierto la Tierra con su testificación. . . . Verdaderamente puede decirse que ningún grupo religioso particular en el mundo desplegó más celo y persistencia en el esfuerzo por esparcir las buenas nuevas del Reino.” Otras personas han dicho: “Admiramos el celo de ellos.” Sí el celo distingue al cristianismo verdadero. Por eso los testigos de Jehová están tan activos en esparcir el conocimiento dador de vida.
3 El celo se define como anhelo intenso o interés ardiente en la búsqueda de algo. Algunos sinónimos son: entusiasmo, animación, diligencia y fervor. Donde hay celo, hay vida, vitalidad. El celo espiritual envuelve el tener amor genuino a Dios y al semejante. (Mar. 12:29-31) Es contagioso y anima a uno a rendir un ministerio piadoso. “Esfuércense vigorosamente,” exhortó Jesús. “No sean holgazanes en sus quehaceres,” repite Pablo al recordarnos la urgencia de nuestra actividad de predicar. Por lo tanto, participemos todos celosamente en esparcir el conocimiento de la verdad, el cual es dador de vida.—Luc. 13:24; Rom. 12:11.
ESPARCIENDO EL CONOCIMIENTO DADOR DE VIDA
4 ¡Qué gozo sentimos al ayudar a alguien a llegar a conocer a Jehová y servirle! Las revistas nos ayudan a cumplir con ese propósito. Nuestro celo debe impulsarnos a apartar tiempo para declarar las “buenas nuevas.” Durante enero, podemos mostrar celo por medio de presentar la Biblia y el libro “Venga tu reino.” El servir a Jehová con fidelidad y celo envuelve esfuerzo, pero si reconocemos la urgencia creciente de esparcir el conocimiento dador de vida, mostraremos celo por medio de participar en el servicio del campo al mayor grado posible.
ANIME A OTROS A EFECTUAR OBRAS QUE MUESTREN CELO
5 A pesar de que en enero hace frío en muchas partes del país, el celo debe impelernos a salir al campo y predicar en nuestro territorio. (Jer. 20:9) ¿Pudiera usted aprovecharse plenamente de los arreglos de la congregación para testificar en grupo? ¿Qué hay de hacer planes para salir también en otras ocasiones? Hable con otros publicadores sobre sus planes y anímelos a trabajar con usted.
6 En vista de estos tiempos críticos y el mensaje urgente que llevamos, es necesario que ‘fulguremos con el espíritu’ a medida que animamos a otras personas a conocer a Dios y su Palabra. Por medio de esparcir con celo el conocimiento dador de vida, manifestamos nuestro propio aprecio por la información vital que contiene nuestra literatura.
7 Pregúntese: “¿Soy celoso de obras excelentes? ¿Es ardiente, de toda alma, el apoyo que doy a la actividad de predicar? ¿O estoy satisfecho con rendir servicio de muestra, quizás mostrando solo un mínimo de interés y esforzándome poco?” Sus respuestas le revelarán muchas cosas acerca de la intensidad de su celo. El discípulo verdaderamente celoso no permite que los intereses personales tengan prioridad sobre la importantísima obra del Reino. Mientras más tiempo dediquemos a esparcir conocimiento dador de vida, mayor será la cantidad de los que perciben que verdaderamente somos un pueblo “celoso de obras excelentes.”—Tito 2:14.
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Decoro apropiado del cristianoMinisterio del Reino 1982 | enero
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Decoro apropiado del cristiano
1 Somos “un espectáculo teatral al mundo, y a los ángeles, y a los hombres,” declaró el apóstol Pablo. (1 Cor. 4:9) Como testigos de Jehová consideramos que es un privilegio representar a nuestro Padre, Jehová, de un modo limpio y modesto. Sabemos que tanto nuestra conducta y habla como nuestro acicalamiento y modo de vestir pueden influir en el punto de vista que otras personas tienen de la adoración verdadera de Jehová.
2 Se espera que los cristianos mantengan decoro apropiado. La conducta, el acicalamiento y el modo de vestir nuestros deben reflejar en todo momento la decencia y dignidad que corresponde a siervos dedicados de Dios. Ciertamente no sería correcto que los cristianos fueran indecentes o desconsiderados con otras personas.—Miq. 6:8; 1 Cor. 10:31-33.
3 Cuando otras personas nos miran, ¿qué ven ellas? ¿Indica nuestra vestimenta una falta de modestia? ¿Pudieran considerarse sugestivos o provocativas nuestro acicalamiento y nuestra vestimenta? ¿Distraería la atención u ofendería a otros nuestra apariencia, conducta o modo de ser? Según informes que se han recibido, esto ha pasado en realidad. Muchos de ustedes, hermanos, han expresado aprecio especial por los comentarios que se hicieron en las Asambleas de Distrito “Lealtad al Reino” el verano pasado con relación a la conducta, la vestimenta y el acicalamiento cristiano apropiados.
4 En uno de los discursos se declaró de manera bien enérgica: “Es difícil entender por qué algún siervo de Jehová Dios querría imitar las modas que caracterizan a los elementos inmorales y rebeldes del mundo del Diablo. ¿Por qué tratar de ser como el mundo y así lucir como alguien diferente entre el pueblo de Jehová? ¿No deberíamos más bien parecernos al pueblo de Jehová, y así resaltar como alguien diferente entre personas mundanas? ¿A quién estamos tratando de agradar? ¿El favor
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