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GuatemalaAnuario de los testigos de Jehová para 1973
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vez viajaron por cuatro horas en un autobús desvencijado, entonces caminaron en lodo que les llegaba a las rodillas varios kilómetros durante una lluvia torrencial. Por supuesto, no había comodidades de cuarto de baño moderno y miles de mosquitos mantenían despierto a uno de noche. El día siguiente fue necesario hacer otra caminata de más de quince kilómetros en cada dirección para visitar a más hermanos. Pero el hermano Sáenz dice: “Agradezco este privilegio de servicio a nuestro Dios Todopoderoso en estos lugares porque los hermanos necesitan estímulo para trabajar duro a pesar de las inconveniencias.”
Otro superintendente de circuito, el hermano Reast, aguantó dificultades para llegar a un pequeño grupito aislado que estaba muy adentro en el interior, pero pensaba que su presencia entre ellos tenía como resultado un intercambio de estímulo. También dijo: “Uno tendría que ver con sus propios ojos lo pobre que puede ser la gente. El estar con ellos unos cuantos días le ensancha el corazón a uno. Realmente disfrutarán de todo lo que Jehová nuestro Dios hará para ellos en el reino de mil años.”
Ahora los aumentos vienen tanto del interior como de la capital. Debido a que carreteras de las montañas por las cuales antes se viajaba con dificultad han sido reemplazadas por autopistas modernas, la mayor parte de Guatemala ha llegado a ser parte del “campo” que se alcanza con las buenas nuevas. La arteria de ferrocarril de este a oeste y la flota de aviones DC-3 de dos motores ya no son esenciales como lo eran en los primeros días de la expansión. Cintas de asfalto que se cruzan y entrecruzan en la república ahora llegan a veinte de las veintidós capitales departamentales, donde más de cien ministros que sirven de precursores especiales rinden servicio a congregaciones crecientes o están comenzando la obra en pueblos que por mucho tiempo estuvieron aislados.
SIRVIENDO DONDE HAY MAYOR NECESIDAD DE AYUDA
La llamada de la Sociedad en 1968 para que se ‘bajaran las redes’ en ‘aguas’ más productivas resultó en que la oficina sucursal recibiera más de 400 cartas de investigación de parte de hermanos de los Estados Unidos, el Canadá y otros países que estaban interesados en servir donde había mayor necesidad de ayuda. Dentro de los siguientes dos años muchos arreglaron sus asuntos y vendieron hogares, negocios y posesiones, librándose para aceptar la llamada a predicar en países extranjeros.
Ha significado mucho tanto para los hermanos guatemaltecos como para los misioneros el ver a estas personas dispuestas que han renunciado a muchas cosas para servir donde hay más necesidad de ayuda. Aunque algunos han venido y se han ido rápidamente, otros han hecho buen trabajo por un año o año y medio antes de tener que regresar a sus hogares anteriores. Por supuesto, los que permanecen están haciéndose rápidamente una parte integrante del pueblo de Jehová aquí. Algunos han venido aquí con experiencia pasada en campos misionales, pero muchos más que no asistieron a la Escuela de Galaad ni sirvieron de misioneros tienen el espíritu del misionero. Y no han sido siempre los que han tenido los recursos financieros ni la salud para hacerlo los que han penetrado en zonas aisladas donde grupos pequeños necesitaban ayuda y secciones enteras de territorio no han sido trabajados con regularidad. Lugares como Quezaltenango, Chimaltenango, Huehuetenango, El Rancho, Puerto Barrios y Livingston, que tiempo atrás eran solo puntos en el mapa, han llegado a ser el hogar de estos hermanos y hermanas de otros países.
CONTINÚAN LAS BENDICIONES
Especialmente en los últimos años han abundado las bendiciones de Jehová. (Pro. 10:22) Imagínese a casi mil personas bautizarse durante los últimos tres años. El esfuerzo unido de los cristianos guatemaltecos nativos y de los que han venido de otros países ha resultado en un buen testimonio por todo este país. Por ejemplo, en tres años se colocaron más de 130.000 libros, y al mismo tiempo los publicadores de congregación tienen un promedio de mucho más de once horas cada uno en el ministerio del campo cada mes. En agosto de 1972 el nuevo máximo de alabadores de Jehová, es decir, 3.004, representó un aumento de 24 por ciento sobre el promedio del año anterior. También fue emocionante para nosotros la concurrencia de más de 8.700 personas al Memorial el 29 de marzo de 1972.
No solo continúan la paz y la unidad con el nuevo arreglo de organización para la superintendencia de las congregaciones por medio de “hombres de mayor edad” nombrados, sino que confiamos en que Jehová continuará haciendo que las ‘cosas deseables entren’ mientras él sigue ‘meciendo las naciones.’—Ageo 2:7.
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El JapónAnuario de los testigos de Jehová para 1973
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El Japón
EL JAPÓN es un país de variedad. Su terreno montañoso, que abarca cuatro islas principales y muchas otras de menor tamaño, se extiende en una larga creciente desde el suelo nevado de Hokkaido en el norte al subtropical Kiusiu al oeste. Solo el 15 por ciento del terreno es lo suficientemente llano para el cultivo. En su mayoría, la gente está apiñada en ciudades y pueblos costaneros. Campos terraplenados suministran arroz. Hay también una variedad de frutas en su sazón y del océano viene una abundancia de pescado, alga marina y otros manjares exquisitos para la mesa. En grado sumo, el Japón se puede mantener a sí mismo en cuanto a alimento, aunque ahora la población pasa de los 105 millones de personas.
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