BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • El superintendente de un rebaño feliz
    La Atalaya 1966 | 15 de septiembre
    • El superintendente de un rebaño feliz

      “Jehová es mi Pastor. Nada me faltará. En praderas herbosas me hace recostar; me conduce por descansaderos donde abunda el agua. Refresca mi alma. Me conduce por las vías de la justicia por causa de su nombre.”—Sal. 23:1-3.

      1, 2. (a) ¿Quién es el Superintendente del universo, y por qué sería, remunerador estar en su compañía? (b) ¿Qué evidencia hay de que las criaturas inteligentes de Jehová son felices?

      EL Dios verdadero Jehová es el Superintendente más famoso del universo. Es el Pastor de su rebaño. Los que tienen el privilegio de estar en su compañía son hechos felices, porque a Jehová se le llama en las Santas Escrituras el “Dios feliz.”—1 Tim. 1:11.

      2 Las Escrituras abundan en evidencia de que las criaturas inteligentes bajo el cuidado de Jehová son felices. Hablan de hijos celestiales que se regocijan delante de Jehová, ‘gritando en aplauso,’ estando ‘llenos de gran gozo’ y ‘felices.’ (Job 38:7; Rev. 19:7-9; Pro. 8:30) Y sobre la Tierra ‘las ovejas de su dehesa, hombres terrestres,’ también se llaman “felices.” “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” exclamó el salmista. “Feliz es el que tiene al Dios de Jacob como ayuda suya, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el Hacedor del cielo y de la tierra.” (Eze. 34:31; Sal. 144:15; 146:5, 6) Sí, hay felicidad genuina en este desesperanzado siglo veinte, pero está con los que pertenecen al rebaño del Dios feliz Jehová. Si usted es miembro de ese rebaño, entonces sabe lo que es ser feliz.

      3, 4. (a) ¿Cómo ha provisto Jehová para la felicidad de su pueblo, y por qué? (b) ¿Por qué es vital el estudio de la Biblia para la felicidad del rebaño?

      3 Jehová quiere que su pueblo sea feliz, porque ¿qué es la vida sin felicidad? Comprende que, sin el alborozo que produce la felicidad, la vida misma llega a ser un trabajo tedioso, un fastidio para muchos, el vagar solitariamente hasta la muerte. Por eso, para asegurarle a su rebaño una vida emocionante, llena de significado, Jehová como el Superintendente de su rebaño ha hecho arreglos elaborados para su felicidad continua.

      4 Primero, ha suministrado un abastecimiento interminable de alimento y bebida para su rebaño. Pues se necesita buen alimento y buena bebida para mantener felices a las ovejas de Dios. Como dijo el salmista pastor: “En praderas herbosas me hace recostar; me conduce por descansaderos donde abunda el agua. Refresca mi alma.” (Sal. 23:2, 3) Jehová ha suministrado este alimento y esta bebida en forma de su Palabra escrita la Santa Biblia. Por lo tanto, es vital para el rebaño de Dios un estudio diligente de esta Palabra, no solo porque esto conduce a salud y felicidad espirituales, sino mayormente porque conduce a la vida eterna. Con razón Jesucristo el Hijo de Dios le dijo al pueblo judío de su día: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual.” Porque “no de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová.” (Luc. 11:28; Mat. 5:3; 4:4) Para disfrutar de una vida feliz las ovejas de Dios continuamente tienen que abastecerse de este almacén divino.

      5. ¿De qué manera es indispensable la Biblia para el hombre de Dios, y cómo lo prueba la Palabra de Jehová?

      5 La Palabra de Dios también es luz que se necesita mucho durante estos tiempos tenebrosos y penosos. Como le declaró el salmista a Dios: “Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi calzada.” (Sal. 119:105) El que se pierda una oveja en la oscuridad es causa de pavor y desdicha. La verdad de la Biblia que obra como lámpara es provisión de Jehová para la guía y felicidad de sus ovejas. Al capitán Josué, que estaba por conducir a los hijos de Israel para entrar en la Tierra de Promisión, Jehová le dijo: “Este libro de la ley no debería apartarse de tu boca, y debes leerlo en tono de voz bajo día y noche, a fin de que cuides de hacer de acuerdo con todo lo que está escrito en él; porque entonces harás próspero tu camino y entonces actuarás sabiamente.” (Jos. 1:8) Si queremos hacer próspero nuestro camino y actuar sabiamente, no solo debemos tener Biblias, sino también debemos seguir el consejo que nuestro Gran Superintendente Jehová le dio a Josué. Si de veras seguimos el consejo sabio, entonces seremos felices. El salmista declaró: “Felices son los intachables en su camino, los que andan en la ley de Jehová. Felices son los que observan sus recordatorios.” (Sal. 119:1, 2) El conocer la Biblia y el vivir según sus reglas es lo que produce felicidad al rebaño de Dios.

      6. ¿De qué otra manera son las Escrituras una bendición de Jehová?

      6 Jehová como Pastor de su rebaño ha provisto su Palabra para un propósito aun más sublime, a saber, para que sus criaturas terrestres lleguen a conocerlo como su Pastor celestial. Sin la Biblia las ovejas de Dios no sabrían en cuanto a su Dios-Pastor Jehová. Y sin conocimiento de Jehová no puede haber felicidad duradera. Porque Jehová no solo es “la fuente de la vida,” sino también la fuente de gozo. El gozo es un fruto de su espíritu. (Sal. 36:9; Gál. 5:22) Es cuando las ovejas se separan de su pastor que se hacen temerosas e infelices. Note cómo el escritor de los salmos enlaza la necesidad de conocer a Jehová con el ser uno genuinamente feliz. Dice el relato inspirado: “Feliz es el hombre físicamente capacitado que se refugia en él.” “Feliz es el pueblo que conoce el grito gozoso. Oh Jehová, en la luz de tu rostro siguen andando.” “Feliz es todo el que teme a Jehová.” “¡Felices son los que moran en tu casa!” “Felices son los hombres cuya fuerza está en ti.” (Sal. 34:8; 89:15; 128:1; 84:4, 5) Por lo tanto, los que buscan la felicidad tienen que dirigir su atención hacia el cielo, si quieren hallar el gozo que da Jehová.

      7. (a) ¿Cómo describe el salmista el gozo que proviene de conocer a Jehová? (b) ¿Dónde únicamente puede uno hallar felicidad y serenidad?

      7 El gozo y contentamiento sosegadores que llegan a ser galardón de los que conocen al Superintendente celestial Jehová se describen para nosotros en el inolvidable Salmo Sal. 23 veintitrés de David. “Jehová es mi Pastor,” dijo él. “Nada me faltará. En praderas herbosas me hace recostar; me conduce por descansaderos donde abunda el agua. Refresca mi alma. Me conduce por las vías de la justicia por causa de su nombre. Aunque ande en el valle de sombra intensa, nada malo temo, porque estás conmigo; tu vara y tu cayado son las cosas que me consuelan. Tú arreglas ante mí una mesa enfrente de los que me muestran hostilidad. Con aceite me has untado la cabeza; mi copa está bien llena. Seguramente la benignidad y la bondad amorosa mismas me seguirán todos los días de mi vida; y moraré en la casa de Jehová hasta la plenitud de días.” ¡Cuán bellamente expresa el salmista la necesidad, el consuelo y el gozo sosegador que tiene la persona que conoce a Jehová! Uno no oye balidos angustiosos, la clase que se oye de parte de las ovejas que están perdidas, en las palabras de David. El balido de cada una de las ovejas perdidas expresa la miseria y la impotencia, la completa soledad lejos del rebaño. Es un sonido medroso lleno del sentido de haber perdido la protección y cuidado amoroso, con ternura, del Pastor. Lejos de Jehová no puede haber felicidad. Solo con él y su rebaño puede uno hallar la felicidad y la serenidad de que habla David en el Salmo Sal. 23 veintitrés.

      8. ¿A quiénes ha nombrado Jehová para cuidar del rebaño, y qué verdad básica deben tener presente siempre?

      8 Para impedir que su rebaño terrestre se extraviara y así llegara a ser infeliz, Jehová nombró a hombres para que obraran en capacidad de superintendentes y pastores. Estos hombres habrían de cuidar del rebaño de Dios. El rey David del Israel antiguo fue uno de estos superintendentes. Aunque era pastor del pueblo de Dios, no obstante David comprendió que tenía un Superintendente y Pastor sobre él a quien era responsable. En el Salmo dieciséis, versículo Sal. 16:8 ocho, David escribe en cuanto a esto, diciendo: “He puesto a Jehová enfrente de mi constantemente.” Tal como un pastor va delante del rebaño, así el rey David tuvo agrado en poner a su Dios Jehová enfrente de él. “Oh Pastor de Israel,” escribió un compañero israelita, “escucha, tú que estás conduciendo a José exactamente como a un rebaño.” (Sal. 80:1) El mantener esta verdad básica siempre delante de él es lo que hizo de David un superintendente excelente y un ejemplo digno para el rebaño de Dios.

      9. Cuando los superintendentes responden a la dirección de Jehová, ¿cuál es el resultado para ellos y para el rebaño, y qué dice el salmista David acerca de esto?

      9 Cuando los superintendentes responden a la dirección de su Superintendente celestial, son bendecidos, y el rebaño es hecho feliz. David escribió concerniente a esto en el Salmo 144:13-15, describiendo a los materialistas al decir: “Nuestros rebaños se multiplican por millares, diez mil por uno, en nuestras calles, nuestro ganado vacuno cargado, sin rompimiento alguno y sin aborto alguno, y sin clamor en nuestras plazas públicas. ¡Feliz es el pueblo para quien es exactamente así!” Luego, en contraste, David dice: “¡Feliz es el pueblo cuyo Dios es Jehová!” De modo que los superintendentes de disposición a lo espiritual son una bendición de Jehová. Son causa de felicidad verdadera para el rebaño de Dios.

      MANTENIENDO FELIZ AL REBAÑO

      10. (a) ¿Quién ha puesto el ejemplo en mostrar amor a las ovejas, y cómo? (b) ¿De qué manera especial deben imitar los superintendentes a Jehová en amar?

      10 Nada contribuye más a la felicidad del rebaño que el amor. En mostrar amor Jehová ha puesto el ejemplo. Una de las ovejas de Dios, a saber, el apóstol Juan, escribió: “El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor. En esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiésemos la vida por medio de él. El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados. Amados, si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros mismos estamos obligados a amarnos los unos a los otros.” (1 Juan 4:8-11) Los superintendentes se hallan bajo la obligación de copiar el ejemplo celestial de amor. Han de tomar la iniciativa en demostrar amor, así como Dios fue el primero en amar. “En cuanto a nosotros,” dijo Juan, “amamos, porque él [Dios] nos amó primero.” (1 Juan 4:19) La convicción de que son amados, amados a pesar del conocimiento de lo que ellos mismos son, es lo que resulta en gran felicidad para el rebaño.

      11. (a) ¿Por qué es esencial el amar al rebaño? (b) ¿Cómo es el amor una ayuda para el pastor?

      11 Pero, ¿por qué es tan esencial el amor? Porque “el amor edifica.” El amor “es un vínculo perfecto de unión.” “El amor nunca falla.” (1 Cor. 8:1; 13:4-8; Col. 3:14) El amor hace que el superintendente sea abordable, bondadoso, amable, considerado y paciente. Le impide el tratar con severidad a las ovejas. El amor lo hace sensitivamente consciente de las necesidades espirituales de ellas. Pues nada discierne más o es más sensitivo que el amor genuino, para percibir, como por instinto, los sentimientos de otra persona. Sí, nada aviva la percepción como el amor verdadero. Cuando una oveja tenga hambre, lo sabrá el pastor, porque ama. Cuando las ovejas tengan sed, el pastor lo percibirá a causa de su amor. Cuando las ovejas estén lastimadas o enfermas, es el amor del pastor lo que discernirá esto. Cuando se pierda una oveja, es el pastor quien será el primero en saberlo a causa de su amor a las ovejas. Es amor lo que despierta todo lo que es bueno y generoso en él. El amor que fluye hacia abajo de Dios desde el cielo por medio del “pastor excelente” Jesucristo y por medio de los superintendentes nombrados del rebaño es lo que unirá y hará feliz al rebaño de Dios. El pastor siempre debe recordar que la única cosa que es mejor que el ser amado, es el amar; que el amor nunca falla.

      12. ¿Cómo es un pastor amoroso una bendición para el rebaño?

      12 Por lo tanto, ¡qué bendición es el superintendente amoroso para la congregación! Las ovejas sienten su amor en la manera en que habla y en la manera en que las trata. La manera del superintendente es bondadosa y atractiva. Las ovejas son atraídas a él. Saben que a él le importan y que él tiene los intereses de ellos en el fondo. No vacilan en presentar al superintendente sus problemas, porque confían en su cuidado con ternura. Están seguras de su amor, porque el amor no puede disfrazarse. Es un aceite confortante que hace que hasta las cargas pesadas y frecuentemente la obediencia parezcan más leves. El amor pacifica. Es asombroso cuán poca queja y cuánto regocijo hay en el amor. El superintendente sabe esto. Por eso ama en imitación de sus Superintendentes celestiales, Dios y Cristo.

      13. ¿Qué hecho prueba que Jesús amó, y qué ilustración dio en prueba del amor del pastor?

      13 El amor de Jehová Dios hacia las ovejas se expresa por medio de Jesucristo su “pastor excelente.” Cuando estuvo en la Tierra Jesús apreció la vida de las ovejas y las ovejas estuvieron muy conscientes de su cuidado. Los pobres, los enfermos, los oprimidos y los ignorantes-pecadores de toda descripción y ramo de actividad eran atraídos a él. Ahora bien, el Pastor Excelente no se creía demasiado importante para no tomar a las ovejas en sus brazos y animarlas a entrar en el camino de la vida. El ser abordable ayudó a los pecadores a salir de su condición caída para entrar en el camino a la salvación. (Juan 10:11; Luc. 7:36-50) El escritor bíblico Lucas nos dice que “todos los recaudadores de impuestos y los pecadores seguían acercándose a él para oírle. Por consiguiente, tanto los fariseos como los escribas seguían murmurando, diciendo: Este hombre recibe con gusto a pecadores y come con ellos.’” Entonces Jesús les dio esta ilustración incomparable, diciendo: “¿Qué hombre de ustedes teniendo cien ovejas, al perder una de ellas, no dejará las noventa y nueve atrás en el desierto e irá en busca de la perdida hasta que la halle? Y cuando la ha hallado la pone sobre sus hombros y se regocija. Y cuando llega a casa convoca a sus amigos y a sus vecinos, diciéndoles: ‘Regocíjense conmigo, porque he hallado mi oveja que estaba perdida.’ Les digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento.” (Luc. 15:1-7) ¡Qué excelente ejemplo de amor y entendimiento dejó Jesús para todos los superintendentes! El colmo de la sabiduría es copiarlo estrechamente.

      ALIMENTACIÓN Y FELICIDAD

      14, 15. (a) ¿Cuál es uno de los deberes principales del pastor, y por qué? (b) ¿De qué mejor manera puede ser consolada una oveja que se queja?

      14 La felicidad frecuentemente está asociada con el alimento bueno. ¿Qué pastor no sabe que cuando las ovejas tienen hambre se hacen ingobernables, irritables? Pero cuando se les da una comida excelente, satisfaciente, inmediatamente su actitud se hace más animada. Su espíritu incómodo, quejoso, irritable, se apacigua y es reemplazado por una disposición más sosegada y contenta. Por lo tanto uno de los deberes principales del superintendente es encargarse de que las ovejas estén bien alimentadas.

      15 Cuando se quejan las ovejas, una de las mejores cosas que hacer es conducirlas a las dehesas de la Palabra de Dios e indicar algunas de sus verdades refrescantes, animadoras y edificantes. Al conversar con ellas espacíese especialmente sobre la esperanza que Dios da y que sus promesas son seguras. (Tito 1:2) A medida que la mente quejosa o corazón lastimado se alimente de la Palabra de Jehová, regresarán la satisfacción y la felicidad verdaderas. Pues dice el proverbio inspirado: “Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría, y el hombre que consigue discernimiento. Es árbol de vida a los que echan mano de ella, y los que se mantienen bien afianzados de ella han de ser llamados felices.” (Pro. 3:13, 18) A medida que las ovejas de Dios lleguen a tener este aprecio vehemente, serán hechas felices. Sin embargo, los superintendentes tienen que mostrar el camino.

      16. ¿Qué es lo que produce felicidad, según Jesús?

      16 Pero no es únicamente el leer o escuchar lo que produce felicidad. Jesús dijo: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” (Hech. 20:35) La verdadera felicidad es para el hacedor de la voluntad de Dios y no solo para el oidor. Es el guardar la Palabra de Dios lo que resulta en felicidad verdadera. Por lo tanto, el discípulo cristiano Lucas notó especialmente las palabras del Pastor Excelente: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Luc. 11:28) De modo que el oír y guardar la Palabra de Dios se unen para producir felicidad.

      ATENCIÓN PERSONALIZADA

      17. (a) ¿Por qué merece el rebaño atención personal del pastor? (b) ¿De qué manera puede contribuir el pastor a la felicidad de las ovejas?

      17 El rebaño de Dios no es una colección de tarjetas de registro, archivos y estadísticas, sino una organización de criaturas preciosas cuyas vidas están dedicadas a la alabanza del Dios vivo. Por lo tanto, necesitan y merecen la mejor atención, lo cual significa atención personalizada. Siempre hay el peligro de que un superintendente llegue a estar tan ocupado y tan envuelto con los registros que tenga poco o nada de tiempo para las ovejas. No obstante cada uno del rebaño debe sentir el cuidado del pastor. El superintendente cristiano Pablo escribió: “No olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios bien se agrada Dios.” (Heb. 13:16) El trabajar en el ministerio del campo con cada una de las ovejas de vez en cuando significará más para ellas que muchos sermones. El poquito de estímulo que les dé personalmente las edifica. Es una manera de mostrar que a usted le importan. Esta comunicación personal y mezclándose con ellas, elogiándolas en sus esfuerzos y progreso, contribuye inconmensurablemente a la felicidad de las ovejas y a su crecimiento espiritual.

      18. ¿Cómo puede ser un pastor un gozo para una oveja hospitalizada?

      18 Las ovejas a menudo se enferman y necesitan su pastor. Su comisión dice que él ha de “consolar a todos los que se lamentan.” (Isa. 61:2) Esto significa que debe visitarlas personalmente. Su mismísima presencia será un gozo y un estímulo para la que esté enferma. El pastor puede poner al día a las ovejas en cuanto a las actividades de la congregación, repasar una lección de estudio bíblico, considerar un nuevo sermón y hablarles acerca de la asamblea más reciente del pueblo del Señor, en qué consistió el programa, la información recibida y cómo fueron animados y edificados por la asamblea. Superintendentes: mantengan vivo el interés de la oveja enferma en Jehová y en su organización. Muéstrenle cómo puede contribuir y cómo contribuye a la felicidad del rebaño mediante su constancia, sus oraciones y su interés en el rebaño. Consuele a los que se lamentan.—2 Cor. 1:3-7.

      19. ¿De qué otras maneras se puede expresar compasión a los enfermos, y cómo es remunerado el superintendente?

      19 No todos los enfermos se hallan en hospitales; muchos se hallan en casa y éstos necesitan también la atención del superintendente. Es sorprendente cuánta felicidad puede producir una carta o hasta una tarjeta deseando que se alivien. Cuando uno se siente enfermo y completamente solo en el mundo, un pequeño recordatorio por medio de una tarjeta o una visita o una llamada telefónica significa muchísimo, no obstante cuestan muy poco. El oír al pastor decir: “La he extrañado en la congregación. Queremos que se alivie pronto,” significa mucho para una oveja enferma. Pero aun más, significa mucho para el Dueño de la oveja, Jehová. Pues él recuerda al superintendente: “El que desprecia a su propio semejante está pecando, pero feliz es el que está mostrando favor a los afligidos.” (Pro. 14:21) El dar atención personal a los afligidos, no solo los hace más felices, sino también aumenta la felicidad del superintendente compasivo.

      20. Al dar atención personal al rebaño ¿qué hallará necesario hacer el superintendente de vez en cuando, y a quiénes y cómo se hará esto?

      20 La atención personal también incluye el dar consejo. De vez en cuando los ancianos y jóvenes del rebaño necesitan consejo personal y consejo bíblico. El pastor puede hablar a los jóvenes sobre la apropiada conducta cristiana para con el sexo opuesto. Puede aconsejar en cuanto a asociaciones incorrectas, la necesidad de vestirse apropiadamente, habla limpia y su interés en el ministerio. Los miembros de mayor edad, también, frecuentemente necesitan las observaciones sabias del pastor. Necesitan escuchar su sabiduría, porque está interesado en sus vidas. Quizás estén aflojando la mano en el ministerio, en asistir a las reuniones, en dar a sus hijos entrenamiento apropiado, o quizás su conducta no sea del todo correcta. El superintendente está allí para ayudarlos. Debe rendir cuentas por su vida, por eso esté agradecido por cualquier atención que le preste.

      21, 22. (a) ¿Qué prueba que vale la pena el ir tras las ovejas extraviadas? (b) ¿Por qué puede decirse que el superintendente es una bendición de Jehová?

      21 En una ocasión Jesús le dio al apóstol Pedro algo de consejo e instrucciones personales para ‘apacentar mis corderos,’ para ‘pastorear mis ovejitas,’ para ‘apacentar mis ovejitas.’ (Juan 21:15-17) Esta fue una experiencia conmovedora para Pedro, una que, sin duda, jamás olvidó. Debido a que Pedro se había extraviado del rebaño de Dios y del Pastor Excelente, Jesús se esforzó por rescatarlo. Ahora bien, ¿no querría Pedro como superintendente buscar a las otras ovejas perdidas? Ciertamente estuvo agradecido por haber sido rescatado, y su vida fiel como pastor lo demostró. Años después de esta experiencia Pedro escribió las siguientes palabras de estímulo a los hombres de mayor edad de la congregación cristiana: “Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño. Y cuando el pastor principal haya sido manifestado, ustedes recibirán la inmarcesible corona de la gloria.” (1 Ped. 5:2-4) Los esfuerzos del Pastor Excelente no se desperdiciaron en Pedro. Superintendentes: vayan tras las ovejas extraviadas. Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia.

      22 ¡Qué bendición de Jehová es el superintendente del rebaño! Siguiendo su dirección fiel, las ovejas moran en paz y unidad. Sienten gozo en el vivir. Ciertamente la benignidad y la bondad amorosa las han seguido a través de la vida. Se regocijan en participar en la vindicación del nombre de Jehová. Y su esperanza es la esperanza que expresó el rey-pastor David, a saber, el de morar con su Pastor en la casa de Jehová eternamente.

  • Un rebaño feliz requiere acaudillamiento del siervo
    La Atalaya 1966 | 15 de septiembre
    • Un rebaño feliz requiere acaudillamiento del siervo

      “El que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz, y llama a sus propias ovejas por nombre y las saca fuera.”—Juan 10:2, 3.

      1. (a) ¿Por qué el acaudillamiento es una cualidad esencial de un superintendente, y qué denota la mismísima palabra “superintendente”? (b) ¿De qué manera únicamente puede un superintendente cuidar eficazmente de su asignación?

      SE REQUIERE acaudillamiento de todo superintendente en la congregación cristiana si ésta habrá de prosperar y si el rebaño de Dios habrá de seguir siendo feliz. La mismísima palabra “superintendente” significa aquel que visita e inspecciona. Sugiere el vigilar y cuidar de los intereses de la congregación. El consejo que se registra en Hechos 20:28 es que, para hacer esto eficaz y eficientemente, los superintendentes primero ‘prestan atención a sí mismos,’ luego prestan atención a “todo el rebaño” de Dios y, finalmente, ‘pastorean la congregación de Dios.’ El cuidar fielmente de estos requisitos resulta en un rebaño feliz.

      2. Al prestar atención a sí mismo, ¿qué hará el superintendente, y por qué?

      2 Comúnmente la vida de un pastor es dura y penosa. Su ocupación es de tiempo cabal. Debe cuidarse razonablemente si habrá de cuidar apropiadamente a las ovejas. Se espera que el superintendente sea espiritualmente fuerte. Las ovejas acuden a él para fuerza y estímulo. Por lo tanto, debe conocer la Biblia para poder impartir el consuelo que se necesite al tiempo apropiado. En privado estudiará la Palabra de Dios diariamente. Meditará en su consejo sabio y tratará de aplicar sus principios en su vida. Orará a Dios por sabiduría y dirección, sabiendo que es imposible suministrar buen acaudillamiento sin la bendición de Jehová. Siempre tiene que recordar que “Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.” Constantemente tiene que recordarse que “la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita.” (Pro. 2:6; Sant. 3:17) Cuando es motivado por esta sabiduría, el acaudillamiento, la fe y las otras cualidades excelentes que se esperan de los superintendentes serán evidentes para el rebaño de Dios.

      3. ¿Qué significa el acaudillamiento del siervo?

      3 El acaudillamiento del siervo significa que el superintendente estará con su rebaño o en la delantera de su rebaño, nunca detrás de las ovejas o donde no están. Estará en todos los arreglos de congregación para las reuniones y participando activamente en ellos con los otros miembros de la congregación. No estará atendiendo asuntos de la congregación ni estará conferenciando con sus auxiliares mientras se efectúen las reuniones. Estará haciendo lo que quiere que su rebaño esté haciendo, a saber, estará prestando estricta atención a lo que se esté diciendo. Él es quien pone el ejemplo para la congregación.

      4. ¿De qué otras maneras se equipará el superintendente para acaudillamiento eficaz?

      4 El prestar atención a sí mismo como superintendente significa, también, que conocerá cabalmente sus deberes y responsabilidades como pastor de las ovejas de Dios. No descuidará el leer y el estudiar la constante corriente de instrucciones que le llegan por medio de la organización de siervos de Jehová—la Sociedad Watch Tower. Más bien, se encargará de estudiar y repasar publicaciones como Predicando y enseñando juntos en unidad, Capacitados para ser ministros, el Ministerio del Reino y las otras publicaciones de la Sociedad. Además, no solo se familiarizará con sus propias responsabilidades sino que también se familiarizará con los deberes de los siervos ministeriales auxiliares que le ayudan a pastorear la congregación para que él pueda ayudarles cuando lo necesiten. Una dirección firme, unificada, del superintendente hace que les sea más fácil de seguir a las ovejas. Estarán prontas a seguir las instrucciones y listas para recibir consejo en imitación del ejemplo apropiado del superintendente.

      5. ¿Por qué debe interesarse el superintendente en su familia?

      5 El acaudillamiento del siervo también se extiende a la familia del superintendente, si tiene una, porque su familia refleja su capacidad como superintendente. De modo que debe cuidar de encargarse de esta responsabilidad si habrá de prestar atención a sí mismo, como el apóstol Pablo mandó que debería hacerlo. Al expresar los requisitos de los superintendentes, Pablo dijo: Un superintendente debe ser un “hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad; (si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?).” (1 Tim. 3:4, 5) Por lo tanto, la familia del superintendente debe ser modelo en la congregación.

      6. ¿De qué manera será hallado un superintendente conduciendo a su familia, y por qué?

      6 Como cabeza de la familia el superintendente debe encargarse de que la familia sea diligente en el estudio de la Palabra de Dios la Biblia y activa en el ministerio del campo. Su familia debe ser un ejemplo excelente de palabra y de hecho para las otras familias de la congregación. Para asegurarse de que la familia esté bien provista espiritualmente, el superintendente debe presidir el estudio bíblico de familia semanalmente. También debe tomar la delantera en la oración e ir personalmente con cada miembro de la familia en el ministerio de casa en casa, hacer revisitas con ellos a personas que muestran interés en el mensaje del Reino y ver cómo los miembros de su casa conducen sus estudios bíblicos de casa semanalmente. Él hace esto debido a que, como padre de su familia y como superintendente de la congregación, se interesa en el progreso espiritual de cada miembro de su familia y de la congregación. Él quiere que todos obtengan el premio de la vida eterna. También quiere que la congregación saque provecho al poner él un ejemplo apropiado.

      7, 8. (a) ¿Cómo da énfasis el apóstol Pablo a la necesidad de proveer espiritualmente para la familia? (b) ¿Qué puede creer el superintendente que se necesita hacer para cumplir con las obligaciones de su familia?

      7 Aunque quizás los asuntos de la congregación agobien al superintendente, no obstante no querrá ser hallado descuidando el bienestar espiritual de su familia llegando a estar demasiado ocupado con otras cosas. Debe cuidar de su familia. “Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa,” dijo Pablo, “ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.” (1 Tim. 5:8) La familia no debe sufrir espiritualmente, ni la congregación sobre la cual él es superintendente.

      8 Frecuentemente, para atender a todo el trabajo, quizás el superintendente crea necesario hacer un horario ajustado, o distribuir entre sus auxiliares algunas de las cosas que han de hacerse en la congregación. Él debe cumplir con sus obligaciones de familia. Otros cabezas de familia, de la congregación lo considerarán como ejemplo de acaudillamiento como esposo y como superintendente. El pastor debe querer poner un ejemplo digno. Usando discreción, perspicacia y entendimiento, siendo razonable en todas las cosas en casa y en la congregación, podrá hacer esto y ser un bendición para su familia y un modelo para el rebaño de Dios.—1 Tim. 4:15, 16

      PRESTANDO ATENCIÓN A “TODO EL REBAÑO”

      9. (a) ¿Qué actitud mental debe tener el pastor para con las ovejas, y por qué? (b) ¿A qué aprecio importante debe conducir el pastor a las ovejas?

      9 Todo el género humano es asemejado a ovejas en la Biblia pero se habla de él como estando en una condición perdida. Jehová, el Gran Pastor, no quiere que perezca ninguna de las ovejas. Su Pastor Excelente Jesucristo dijo: “No es cosa deseable a mi Padre que está en el cielo el que uno de estos pequeños perezca.” (Mat. 18:14; Eze. 33:11) El superintendente, nombrado por espíritu santo para atender a “todo el rebaño” de Dios, debe tener esta misma actitud mental. Su principal interés debe ser las vidas de todas las ovejas bajo su custodia. No debe querer que ninguno de los pequeños de Jehová perezca. Para salvaguardar sus vidas los instruirá en todo el conocimiento de Dios. Debe ser, no solo un maestro capacitado de doctrina cristiana, sino también un instructor en el ministerio del campo. “Porque con el corazón se ejerce fe para justicia,” escribió el apóstol Pablo, “pero con la boca se hace declaración pública para salvación.” (Rom. 10:10) El superintendente debe conducir a las ovejas a este aprecio importante.

      10. (a) ¿Qué dos deberes principales del pastor puso de relieve Jesús, y cómo? (b) ¿Cómo tomó la delantera Jesús en enseñar, y qué enseñó a las ovejas? (c) ¿Cómo puede aplicarse esta instrucción en la actualidad?

      10 El enseñar y conducir al rebaño en el servicio de Dios es uno de los deberes principales de un superintendente. Jesús mostró esto cuando comisionó a sus seguidores a ‘hacer discípulos de gente de todas las naciones.’ En esa ocasión declaró que deberían enseñar a estos nuevos a ‘observar todas las cosas que mandó.’ (Mat. 28:19, 20) Pablo, también, dio énfasis a la necesidad de que los superintendentes sean maestros cuando dijo que los superintendentes deben estar ‘capacitados para enseñar.’ (1 Tim. 3:2) En enseñar, Jesús tomó la delantera. Enseñó oralmente y mediante ejemplo. No solo enseñó doctrina, sino que también entrenó a sus seguidores en el ministerio del campo. Después de enseñar a sus apóstoles en cuanto al reino de Dios, los llevó consigo y les dio instrucción personal en el servicio de Dios. Paso a paso lo observaron en los asuntos de su Padre, los cuales habrían de llegar a ser sus asuntos también. Jesús dijo a sus discípulos por qué decía y hacía ciertas cosas. Les dio instrucciones respecto a su indumentaria en el ministerio del campo, lo que deberían decir a la puerta, cómo habrían de comportarse ante opositores, y les advirtió cómo habrían de ser recibidos por la gente. Luego después de amplia instrucción personal, los envió a seguir su ejemplo. Primero, despachó a sus doce apóstoles al ministerio del campo y luego envió a otros setenta. Jesús mismo demostró ser un maestro capacitado. Hoy en día es menester que los superintendentes copien su ejemplo perfecto, si el rebaño de Dios habrá de prosperar y permanecer feliz.—Mat. 10:5-30; Mar. 9:28, 29; Luc. 10:1-3.

      11. (a) ¿Qué privilegio remunerador tiene el superintendente y por qué? (b) ¿Cómo puede un pastor inspirar al rebaño a seguirlo?

      11 El conducir el rebaño al servicio de Dios es un privilegio maravilloso, remunerador. ¡Qué gozo hay en oír a una nueva oveja alabar a Dios por primera vez! Cuán mutuamente remunerador es que el superintendente pase tiempo con el rebaño en el ministerio del campo. ¡Cuán provechoso es que los subpastores reciban la visita del superintendente y que él les ofrezca sus sugerencias! Esto frecuentemente exige mucho del superintendente, pero él recibe un gozo remunerador. El apóstol Pablo, siguiendo estrechamente los pasos de Jesús, disfrutó de un privilegio semejante. Hablando a sus hermanos cristianos de Éfeso, el apóstol les dijo que tuvieran presente que por tres años, noche y día, no cesó de amonestarlos. “No me retraje de decirles ninguna de las cosas que fueran de provecho, ni de enseñarles públicamente y de casa en casa.” (Hech. 20:20, 31) A los tesalonicenses Pablo dijo: “Nos hicimos amables en medio de ustedes, como cuando una madre que cría acaricia a sus propios hijos. Así, teniéndoles tierno cariño, tuvimos mucho gusto en impartirles, no solo las buenas nuevas de Dios, sino también nuestras propias almas, porque ustedes llegaron a sernos amados.” (1 Tes. 2:7, 8) Es este ejemplo de toda alma, amoroso, que persuade, de un superintendente el que inspira a todo el rebaño a seguirlo.

      12. (a) ¿Por qué es el buen acaudillamiento una salvaguarda para el rebaño? (b) ¿Cómo enseña el pastor? (c) ¿Por qué siguen las ovejas al pastor?

      12 El pastorear apropiadamente a la congregación de Dios es una salvaguarda para el rebaño. Mediante la diligencia del pastor las ovejas disciernen la seriedad de la adoración verdadera, la necesidad de una organización y de adherirse estrechamente a ella. Sienten la fuerza y dirección del buen acaudillamiento. Disfrutan de la protección que proviene de estar con el rebaño. Su aprecio al reunirse con regularidad es acrecentado y la importancia del alimentarse diariamente de la Palabra de Dios es avivada. Las ovejas aprenden de su pastor fiel la lección de confiabilidad y confianza. Al dar de sí mismo anuentemente y sin quejarse al pastorear todo el rebaño, las ovejas aprenden de esto la necesidad de mayores sacrificios de parte de ellas. La prontitud de él para llevar a cabo la voluntad de Jehová estimula en cada uno de ellos la importancia de responder inmediatamente a la dirección teocrática. La apacibilidad del pastor ayuda a las ovejas a ser apacibles en su relación de unas con otras. El atender él a los muchos deberes le enseña al rebaño el provecho de hacer un horario. El hecho de que él conduce, no intimida; anima, no empuja; ama, no odia, es lo que edifica al rebaño y resulta en felicidad. El pastor comprende que tal como una cuerda no puede ser empujada muy lejos desde la parte de atrás, tampoco una larga línea de ovejas puede ser dirigida por alguna distancia empujando. Por lo tanto, su gozo se halla en la posición de tomar la delantera, prestando atención a toda la congregación de Dios, llamándola para que ‘se haga imitadora de él, así como él lo es de Cristo.’—1 Cor. 11:1.

      DONDE FALTA ACAUDILLAMIENTO

      13. Cuando falta acaudillamiento, ¿qué le sucede al rebaño?

      13 No todos los superintendentes atienden apropiadamente al rebaño de Dios. Muchos pastores del antiguo Israel resultaron ser infieles. El Dueño de las ovejas, Jehová, por medio de su profeta Ezequiel puso de manifiesto su irresponsabilidad, su egoísmo y su total desatención a las ovejas, diciendo: “¡Ay de los pastores de Israel, que se han hecho apacentadores de sí mismos! . . . Al rebaño mismo no lo apacientan. A las enfermas no las han fortalecido, y a la doliente no la han curado, y a la quebrada no la han vendado, y a la dispersa no la han traído de vuelta, y a la perdida no la han tratado de hallar, sino que con aspereza las han tenido en sujeción, aun con tiranía. Y gradualmente fueron esparcidas debido a no haber pastor allí, de modo que llegaron a ser alimento para toda bestia salvaje del campo, y continuaron siendo esparcidas. Mis ovejas siguieron extraviándose en todas las montañas y en toda colina elevada; y sobre toda la superficie de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, sin que nadie investigara y sin que nadie tratara de hallarlas.” (Eze. 34:2-6) Los pastores habían abandonado completamente sus deberes dados por Dios. Obviamente no amaban a Jehová ni a sus ovejas. Jehová dio su palabra de que los aniquilaría, y lo hizo. Sin embargo, la falta de acaudillamiento resultó en desdicha, porque las ovejas esparcidas o perdidas no son felices.

      14. ¿Cuál es la condición de las ovejas en la cristiandad, y por qué están siendo esparcidas las ovejas?

      14 El Israel infiel de tiempos antiguos fue un prototipo de la cristiandad de hoy día, en la que vemos una condición semejante entre las ovejas. Hablando acerca de las condiciones del rebaño en la cristiandad, el Christian Heritage para febrero de 1964 dijo: “Hoy en día, frecuentemente solo queda una oveja en el redil. Son las noventa y nueve las que están en el desierto.” Cuando las ovejas huyen del redil, se debe a que no hay pastor. Uno de los pastores de la cristiandad, el ministro Juan R. Claypool, advirtió que las iglesias bautistas estaban perdiendo algunos de sus mejores jóvenes porque éstos se estaban yendo a otras fes. Claypool dijo, según se le citó en el Morning News de Dallas (Texas) del 7 de mayo de 1963: “Este tipo de éxodo está alcanzando proporción alarmante. Y mucha de la crisis parece concentrarse en el campo de la adoración.” Los corderitos buscan el alimento verdadero y la bebida verdadera. Cuando se le preguntó a una mujer por qué dejó la iglesia, contestó que “ya no podía hallar significado en el acercamiento informal, irreverente, a la adoración que caracterizaba a la práctica bautista.” Las ovejas tienen hambre. Se sienten perdidas y abandonadas sin un pastor verdadero que las conduzca. El Dr. Rodolfo W. Sockman, ministro, de la Iglesia de Cristo, en la ciudad de Nueva York, dijo que ni siquiera Cristo se “sentiría a gusto en muchas de las iglesias erigidas en Su nombre, porque han permitido que el clericalismo y la mundanalidad destruyan la simplicidad y sinceridad de Su evangelio original.” ¿Sorprende que las ovejas hayan sido esparcidas? Se han ido por falta de la adoración verdadera.

      15, 16. (a) ¿Por qué se extravían las ovejas? (b) ¿Qué dice un observador acerca de los pastores y las ovejas?

      15 Jehová ha declarado que las ovejas se extravían cuando los pastores les fallan. Los balidos doloridos de las ovejas en la cristiandad, su desenfrenada mirada inquieta, el apresurarse acá y allá en un esfuerzo desesperanzado para recobrar la senda perdida y ser restauradas al rebaño, es suficiente prueba del fracaso de los pastores de la cristiandad. Al escribir para el Family Herald del 25 de octubre de 1962, bajo el encabezamiento “¡El rebaño todavía necesita un pastor!” P. Radbourne pregunta y luego comenta:

      16 “¿Dónde está el pastor Brown, del lunes al viernes? Está en el púlpito los domingos—pero, ¿dónde está durante el resto de la semana? Supongo que ciertamente no está a su puerta ni a la mía y yo sostengo que la iglesia tiene que regresar al hogar si habrá de ser una fuerza verdaderamente eficaz en las vidas de su pueblo. Devuélvannos al ministro antiguo, visitador, que conocía a la gente a quien predicaba los domingos—el humilde clérigo que no se apresuraba, el cual se proponía visitar cada hogar, el cual charlaba, bebía amistosamente una taza de té y, antes de partir, se arrodillaba para implorar bendiciones sobre el hogar. Este es el hombre que daba elevada inspiración a los jóvenes cuando el mundo no conocía al delincuente juvenil. ¿Quién, hoy día, es la luz orientadora de mis hijos? No lo sé—pero desearía que fuese un pastor. Parece que el ministro ha llegado a estar demasiado ocupado, en los días de la semana, para estar informado en cuanto a los demás. Es ejecutivo de varias juntas, miembro de varios clubes de servicio y organizaciones, y tiene varias citas para dar discursos que son responsables de muchos kilómetros y muchas causas excelentes. Pero todavía deja el hecho de que el único lugar que no está visitando nuestro pastor ¡es el nuestro! . . . El ministro visitador de la antigüedad venía a nuestras puertas sin importar el tiempo que hiciera, sin ser anunciado y a pie. No tenía automóvil, teléfono, ni oficina equipada con secretaria para encargarse de sus citas y escribir sus cartas. ¡No obstante, venía! En estos días está haciéndose cada vez más difícil hallar al pastor de uno, aun con la ayuda de un teléfono y un auto rápido. . . . Esperamos que el pastor reúna a la oveja perdida; pero, ¿qué hay de las otras noventa y nueve? ¿Cómo puede saber el pastor si los lobos están devorando a los corderos cuando está al otro lado de la montaña?”

      17. (a) ¿Quién tiene la culpa de la condición lastimosa de las ovejas en la cristiandad? (b) ¿Cuál es la condición de las ovejas?

      17 ¿Quién tiene la culpa de esta condición lastimosa de las ovejas en la cristiandad? Quizás los pastores le echen la culpa a una sobrecarga de trabajo, o al paso apresurado de la vida moderna. Pero el Dueño de las ovejas nos dice qué pasa. En Jeremías 50:6 Jehová dice: “Mi pueblo ha llegado a ser un rebaño de criaturas que perecen. Sus propios pastores las han hecho vagar.” Sí, la culpa es de los pastores. No están cuidando a las ovejas. Y los efectos de su negligencia han resultado ser calamitosos para el rebaño. No solo han sido extraviadas las ovejas, sino que se les ha dejado morir de hambre o morir de sed, o han sido abandonadas para ser devoradas por lobos malignos. Los corderos esparcidos restantes están asustados y confusos. Se llaman cristianos, pero absolutamente no tienen concepto alguno de lo que es el cristianismo. Elogian los principios morales del cristianismo de paz sobre la Tierra y del amor al prójimo de uno como a uno mismo, pero ni tratan de entender su significado ni lo practican. La esperanza de las ovejas esparcidas reside en su Dueño Jehová. Tienen que venir a él por medio de su Rey-Pastor Jesucristo o enfrentarse a la aniquilación con sus pastores indignos.—Isa. 9:14-16; Eze. 34:16.

      EFECTOS DEL BUEN PASTOREO

      18. ¿Cuál es la condición de las ovejas en la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová?

      18 La atención personal de parte del ministro en el hogar que Radbourne pidió es exactamente la manera en que los testigos de Jehová han estado llevando a cabo su ministerio en imitación de Cristo y sus apóstoles. Y sus pastores nombrados toman la delantera en hacer visitas sin ser anunciadas a las puertas y atender a las necesidades de las ovejas. Esto ha resultado en la bendición de Dios, porque sus rebaños han aumentado un céntuplo en unos cuantos años. En vez de asustar al rebaño, las ovejas están activas y son ayudadas a apreciar su relación con su Creador y Su organización. Hay paz y unidad entre el rebaño, porque el amor del pastor es un vínculo perfecto de unión. Estando bien alimentadas y abrevadas espiritualmente, las ovejas están contentas y felices.

      19. ¿Cuál es el efecto del buen acaudillamiento?

      19 El efecto del buen pastoreo es que con el tiempo la congregación en un sentido asume la imagen del superintendente. Las ovejas imitan al pastor. En Hebreos 13:7 se les dice que hagan esto: “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe.” Al imitar al superintendente, la congregación llega a ser como él. Si él es pronto para aplicar las instrucciones y sugerencias teocráticas, se halla a la congregación respondiendo de manera semejante. Si el pastor es uno que se esfuerza diligentemente para cumplir las metas sugeridas en el ministerio del campo, entonces se ve que las ovejas bajo su custodia se esfuerzan por hacer lo mismo. Si el superintendente responde al servicio con entusiasmo, el rebaño está allí mismo con él, reflejando una semejante actitud positiva y confiada. Por lo tanto, el buen acaudillamiento verdaderamente es una bendición de Jehová. Su fin es la vida.

      20. (a) Si las ovejas no están respondiendo apropiadamente, ¿qué debe hacer el superintendente? (b) ¿En qué pueden obtener consuelo tanto el pastor como las ovejas?

      20 Nadie espera que las ovejas conduzcan al pastor. Es responsabilidad del pastor conducir al rebaño. Si las ovejas no responden de la manera que el pastor cree que deberían hacerlo, entonces es hora de que el pastor se examine estrechamente a la luz de la Palabra de Dios. Debe preguntarse: ¿Estoy suministrando al rebaño acaudillamiento vigoroso en todo rasgo del ministerio? ¿Estoy pastoreando con cuidado, con ternura, de buena voluntad, con verdaderas ganas? O, ¿soy severo y tiránico con las ovejas? ¿Somos yo y mi familia un ejemplo para el rebaño? Después de pensar, orar y meditar, la respuesta se le manifestará a usted. Entonces haga la corrección que se necesita. Tanto el pastor como su rebaño pueden obtener consuelo del hecho de que el Cordero de Dios en los cielos está a cargo de ellos y que él cumplirá la promesa que se halla en Revelación 7:17: “El Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.”

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir