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Quiénes serán resucitados—¿por qué?La Atalaya 1965 | 15 de agosto
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48. (a) ¿Qué puede decirse en cuanto a que Dios rehúse aceptar cualquier rescate a favor de Adán? (b) ¿Qué hay acerca de esto tocante a la prole de Adán y Eva?
48 A causa de que Adán, a pesar de la plena advertencia de Dios, acarreó voluntariosamente la muerte sobre toda su prole, fue un asesino voluntarioso, y Eva participó con él en esta transgresión voluntariosa. De modo que Jehová, obrando en armonía con su ley posterior concerniente a las “ciudades de refugio” israelitas, rehusaría aceptar cualquier rescate a favor de Adán y a favor de Eva, no permitiéndoles que quedasen bajo la ministración de su Sumo Sacerdote Jesucristo. Pero en lo que toca a la familia humana que descendió de ellos, Dios justamente podía aceptar el sacrificio de rescate de su Sumo Sacerdote Jesucristo a favor de ellos, porque su pecaminosidad que merecía la muerte solo fue accidental, no siendo deseada por ellos sino debiéndose solo a que nacieron de Adán.
49. ¿Qué hay de los beneficios del rescate y de Caín el hijo de Adán?
49 En el caso de Caín, el primer hijo de Adán, Dios justamente niega los beneficios del sacrificio de rescate de Cristo a Caín porque Jehová Dios advirtió directamente a Caín y no obstante él asesinó inicuamente a su hermano piadoso Abel. Para Caín así como para sus padres Adán y Eva razonablemente no esperamos ninguna resurrección de entre los muertos.
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Nuestra propia generación del siglo veinte y la resurrecciónLa Atalaya 1965 | 15 de agosto
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Nuestra propia generación del siglo veinte y la resurrección
1, 2. (a) ¿Se incluirá a todos los de nuestra generación del siglo veinte en la provisión de Dios para una resurrección? (b) ¿Qué muestra la parábola de Jesús en cuanto a los que son asemejados a “cabras”?
MUCHAS personas de nuestra generación del siglo veinte están muriendo, las cuales están incluidas en la provisión hecha por Jehová Dios de una resurrección bajo el reino de su Hijo Jesucristo.
2 Sin embargo, entre nuestra propia generación hay muchas que compartirán el destino final de Satanás el Diablo y sus demonios. Estas serán aquellas que Jesucristo comparó a cabras. Dio una profecía sobre la conclusión de este inicuo sistema de cosas y terminó esta profecía con su parábola de las ovejas y de las cabras. Esta parábola o ilustración se encuentra en Mateo 25:31-46. En nuestra generación las “cabras” simbólicas son personas de todas las naciones del día presente, y son separadas de la clase justa de personas que Jesús asemejó a ovejas. Tanto estas “ovejas” como las “cabras” son clases terrestres de personas; es decir, no tienen llamada de Jehová Dios a la herencia celestial con su Hijo Jesucristo sino que tienen inclinación terrestre.—Mat. 25:31-33.
3. ¿De quiénes distingue Jesús tanto a las “ovejas” como a las “cabras,” y cómo?
3 Jesús distingue tanto a las “ovejas” como a las “cabras” de sus “hermanos” espirituales, sus 144,000 coherederos que tienen una herencia celestial con él. Jesús pronunció a sus “ovejas” ser las que tienen la bendición de su Padre celestial. La razón de esto es que han hecho bien a sus hermanos espirituales, aun a “los más pequeños de estos mis hermanos.” (Mat. 25:34-40) La razón para que Jesús pronuncie a las “cabras” ser una clase maldecida es que no han hecho el bien a sus hermanos espirituales, aun a “uno de estos más pequeños.” Así las “cabras” no hicieron nada bueno para Aquel a quien estos hermanos representaron, a saber, el Señor Jesucristo.
4. Cuando despide a las “cabras” simbólicas, ¿a quiénes se refirió Jesús, y en qué respecto?
4 En su parábola Jesús señaló el hecho futuro de que Satanás el Diablo y sus ángeles demoníacos serán arrojados al “lago de fuego y azufre,” que simboliza la “muerte segunda.” Jesús lo hizo cuando dijo a la clase de las “cabras”: “Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.”—Mat. 25:41-45; Rev. 20:10, 14.
5. ¿Cuándo dirá el Rey Jesucristo esas palabras a las “cabras” simbólicas?
5 El Rey Jesucristo ha estado reinando en los cielos desde el fin de los “tiempos de los gentiles” en 1914 E.C. (Luc. 21:24, Mod) Por eso, ¿cuándo dirá esas palabras a la gente que clasifica como “cabras”? Será en la destrucción de Babilonia la Grande y en la batalla del Armagedón que sigue inmediatamente a la destrucción de Babilonia la Grande, es decir, en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” (Rev. 17:1, 2, 15, 16; 16:14, 16; 17:14) Las “cabras” ejecutadas entonces incluirán a todas aquellas personas sobre la Tierra que no se hallen entre la clase de “ovejas” benditas.
6. ¿Cómo demuestran que son ovejas las “ovejas” simbólicas?
6 Las “ovejas” son una clase de personas que demuestran su apoyo al Rey Jesucristo por medio de positivamente hacer el bien a sus hermanos y coherederos espirituales. Las “ovejas” han abandonado a Babilonia la Grande (el imperio mundial de religión babilónica falsa). Han dedicado su vida a Dios por medio de Cristo y han sido bautizadas en agua y después participan con los hermanos espirituales de Cristo en dar ese testimonio final al reino de Dios por toda la Tierra, como se predijo antes en la profecía de Jesús, en Mateo 24:14. Estas “ovejas” no marchan con los “reyes de toda la tierra habitada” y sus ejércitos al Armagedón para pelear contra Dios.
7, 8. ¿A quiénes incluyen las “cabras” ejecutadas como personas ‘maldecidas’?
7 Al contrario, las “cabras” que habrán de ser ejecutadas como personas ‘maldecidas’ incluirán a los religiosos que permanecen dentro de Babilonia la Grande hasta que ésta sea destruida para siempre; también, los religiosos que son la parte del día moderno del compuesto “hombre de desafuero,” “el hijo de la destrucción”; también, la “cizaña” simbólica, es decir, la “mala hierba,” “los hijos del inicuo” (Mat. 13:25-30, 38-42); también, aquellos “reyes” políticos, sus comandantes militares, sus hombres de a caballo, los libres y los esclavos, los grandes y los pequeños, todos los cuales están formados en el Armagedón, pero no de parte del Rey de reyes y Señor de señores.—Rev. 19:18-21.
8 Las “cabras” también incluirían a aquellos esposos y esposas que tienen cónyuges creyentes pero que, a pesar del buen ejemplo de sus cónyuges creyentes, se encuentren todavía ser incrédulos en el día y en la hora de la ejecución del juicio de Dios contra este mundo enemigo; también, los hijos de un padre o una madre creyente o los hijos de padres creyentes (padres y madres), cuyos hijos fueron “santos” en otro tiempo como menores, como hijos irresponsables, pero que han crecido hasta los años responsables y han rehusado llegar a ser creyentes dedicados, bautizados, para el tiempo que comience esa ejecución divina sobre las “cabras.”—1 Cor. 7:12-16.
9. Entonces, ¿quiénes serían esas “cabras,” a diferencia de quiénes?
9 En otras palabras, al tiempo de la ejecución del juicio divino las “cabras” serían todas aquellas personas, jóvenes y ancianas, que no han llegado a ser “ovejas” y que no han sido congregadas en el “un solo rebaño” bajo el “un solo pastor,” donde está el resto pequeño de los hermanos espirituales del Pastor.—Juan 10:16; Rev. 7:9-17.
10. ¿Cuál es el trato que se dará a los hijos de la gente semejante a cabras, y cómo se ilustró esto proféticamente?
10 Los hijos no dedicados de las personas semejantes a cabras no serán perdonados de la ejecución y el ser sentenciados al Gehena solo porque son hijos menores, irresponsables. Este hecho duro se ilustra en las órdenes que Jehová Dios expidió a sus ejecutores cuando la Jerusalén apóstata había de ser destruida. A sus ejecutores él dijo: “Pasen por la ciudad tras él [el hombre que marcó a los que habían de ser perdonados]
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