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  • Los siervos apacientan la grey
    La Atalaya 1950 | 1 de septiembre
    • Los siervos apacientan la grey

      “Apacentad la grey de Dios.”—1 Ped. 5:2, Ver. Val. Rev.

      1. ¿Cómo es Jehová el Gran Pastor sobre su pueblo?

      JEHOVÁ es el Gran Pastor sobre todo su pueblo. Nadie es mayor que él en la expresión de amor y sabiduría y en el ejercicio de la justicia y fuerzas para con su pueblo. Él es más fiel y justo en tratar a su grey que cualquier pastor humano, más tierno y compasivo para con sus pequeñuelos que cualquier manadero de este mundo, más poderoso y feroz en defender a su pueblo que cualquier guardián de ovejas naturales. En todo tiempo Jehová protege a los que están dedicados a él de enemigos fieros y brutales, mientras que al mismo tiempo él les proporciona dehesas fértiles de alimento espiritual y los conduce por las corrientes de aguas refrescantes que sostienen la vida y constantemente fluyen de su Palabra de la verdad. ¡Ciertamente El Gran Pastor es Jehová!

      2. ¿Al asignar a quién se manifiesta ser pastor superior?

      2 No es sorprendente hallar que este Pastor Superior emplea métodos que son superiores y del todo diferentes de los que usan otros, para tratar, atender y cuidar de lo que le hace falta a su grey numerosa. En vez de introducir asalariados, tales como papas, cardenales, arzobispos y obispos, dándoles títulos elevados y altisonantes y establecerlos para regir la grey, el Dios Todopoderoso levanta de entre su propia grey ciertos individuos que él designa como siervos o “esclavos” suyos para cuidar y velar por lo que les hace falta a sus hermanos conforme él dirija. Fieles a sus asignaciones como siervos, estos pastores nunca tratan de desviar a la grey o desorientarla para explotar a la grey para su propio provecho, sino que más bien guían y dirigen a las ovejas del Señor por el camino que Dios ha designado. Por eso Jehová Dios es el que toma la plena responsabilidad y recibe el pleno crédito y alabanza por el camino de prosperidad en que su pueblo se halla ahora. Que esta es la manera ordenada de Jehová Dios de proporcionar lo que le hace falta a su organización teocrática veremos de un estudio de las Escrituras.

      3. ¿Cómo se manifestó ser pastor por medio de Moisés y David?

      3 En los tiempos antiguos el Gran Pastor Jehová fué el que guió a su pueblo Israel, junto con una multitud mixta, sacándolos de Egipto a través del desierto de la península de Sinaí y al país hostil que ahora se conoce como Palestina, y lo hizo mediante tales fieles siervos como Moisés y Aarón. “Guiaste, como rebaño, a tu pueblo, por mano de Moisés y de Aarón.” (Sal. 77:20) Jehová fué el que “hizo partir, como hato de ovejas, a su pueblo; llevólos, como rebaño, por el desierto”. (Sal. 78:52) Cuando apostataban y estaban en angustia clamaban a su Gran Pastor Jehová, diciendo: “¡Escucha, oh Pastor de Israel, tú que conduces, como rebaño, a José! ¡resplandece, tú que habitas entre los querubines!” (Sal. 80:1) En el transcurso del tiempo Dios llamó a David de entre sus hermanos y lo puso sobre la grey de Israel para cuidar de lo que les hacía falta. “Además [le] ha dicho Jehová [a David]: Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y tú serás el caudillo de Israel.” (2 Sam. 5:2; 1 Cró. 11:2) Ahora David era hombre humilde, hombre conforme al propio corazón de Dios, y aunque estaba sentado en “el trono de Jehová” nunca se le olvidó que no era más que el siervo del Gran Pastor. (1 Sam. 13:14; Hech. 13:22; 1 Cró. 29:23) David apreciaba que en realidad Dios era el que proveía el alimento necesario, el cuidado y la guía correcta en el camino recto para su pueblo escogido, y por eso cantó: “Jehová es mi pastor: nada me faltará. En praderas verdes me hace recostar; junto a aguas de reposo me conduce. Hará volver mi alma: me guía por sendas de justicia a causa de su nombre. Y aun cuando ande por el valle de la sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me dan aliento.”—Sal. 23:1-4.

      4. ¿Por qué deben de conocer los siervos el método de Dios para cuidar sus ovejas?

      4 La “grey de Dios” hoy en día, como en los tiempos pasados, no consiste de bestias lanudas de cuatro patas, sino que, como dicen las Escrituras, son “hombres”, hombres de buena voluntad, el pueblo del Señor. “Vosotras, ovejas mías, las ovejas de mi dehesa, hombres sois, y yo soy el Dios vuestro, dice Jehová el Señor.” (Eze. 34:31) La mayor parte de los lectores de esta revista, siendo mansos y enseñables y teniendo disposición apacible como la de ovejas, manifiestan mediante su gusto en seguir al Gran Pastor Jehová que ahora están recogidos o que están siendo recogidos al redil del Señor. “Sabed que Jehová solo es Dios: él nos hizo, y nosotros somos suyos, su pueblo, y las ovejas de su dehesa.” (Sal. 100:3) Por eso es importante que todos los de esa grey conozcan y entiendan el método de Dios para cuidar de lo que le hace falta a su pueblo. Deben de apreciar que él tiene siervos designados para apacentarlos, ayudarlos y consolarlos en estos tiempos modernos. También es bueno que tales siervos aprecien y se den cuenta de las grandes responsabilidades y deberes que el Señor ha puesto sobre ellos. No deben de desatender tales deberes. No deben de abusar de tales privilegios. Fielmente tienen que cuidar y velar por tales deberes que Dios les ha asignado para honra y gloria del Gran Pastor y la bendición de su grey.

      EL PRINCIPAL SIERVO Y PASTOR

      5. ¿Quién es el Buen Pastor Principal? ¿Por qué debemos de mirarlo a él?

      5 ¡He aquí a Cristo Jesús que Dios ha designado como Pastor Principal y Buen Pastor sobre la grey de Él! (1 Ped. 5:4; Juan 10:14) Miren a “Jesús, autor y consumador de nuestra fe, el cual por el gozo que fué puesto delante de él, soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra de Dios. Pues considerad a aquel que soportó tal contradicción de los pecadores contra sí mismo, para que no os canséis, desmayando en vuestras almas”. (Heb. 12:2, 3) Sí, miren a este Hijo de Dios como el ejemplo perfecto de uno que fué levantado de entre sus hermanos para ser siervo sobre la grey. (Hech. 3:22) Fielmente aguantó toda suerte de persecución y dificultades al buscar y cuidar las ovejas perdidas. La vergüenza y el vituperio que le trajo este mundo de egipcios antitípicos, que lo odiaban y lo aborrecían porque era el Pastor Principal, el Hijo del gran Pastor-Padre, no hicieron que se detuviera o que se desviara de su asignación. “Porque la mayor abominación a los Egipcios es todo pastor de ovejas,” típica y también antitípicamente; pero esto no hizo que Jesús cambiara su ocupación como principal siervo y pastor de Dios.—Gén. 46:34.

      6. ¿Cuáles tres personajes especiales lo prefiguraron?

      6 La profecía escrita siglos antes de que Jesús naciera manifestó que estaba destinado a ser el Pastor Principal de Jehová, y estaba resuelto a cumplir con tal papel. Moisés, el pastor sobre el Israel carnal, fué tipo de Cristo, el pastor sobre el verdadero Israel de Dios. (Deu. 18:15; Hech. 3:22) David, que pastoreó al pueblo escogido de Dios, fué cuadro de Cristo Jesús el David Mayor, en quien la profecía de Ezequiel halla su cumplimiento: “Y mi siervo David será Rey sobre ellos; y todos ellos tendrán un solo Pastor.” (Eze. 37:24; Luc. 1:32, 33) Cristo el Pastor también se menciona en la profecía como el Ciro Mayor, respecto a quien Isaías predijo, diciendo: “Así dice Jehová . . . de Ciro: ¡Pastor mío es, que cumplirá toda mi voluntad!”—Isa. 44:24, 28.

      7. ¿Cómo manifestó Jesús en la tierra compasión como la de Dios para las ovejas?

      7 De modo que hallamos “al gran pastor de las ovejas, es decir, a nuestro Señor Jesús”, manifestando el mismo amor y devoción y tierna compasión para las ovejas del Señor que manifestó su Padre. (Heb. 13:20) Sin cesar el Jesús ungido proveyó lo que les hacía falta a sus hermanos, la grey de Dios. Incansablemente buscaba a las ovejas que estaban extraviadas y que tenían hambre, y cuando las hallaba las alimentaba con alimento idóneo para su salud y bienestar. “Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando la buena nueva del reino, y sanando toda suerte de enfermedad y toda dolencia. Pero viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban acosadas de necesidad, y andaban dispersas, como ovejas que no tienen pastor.” (Mat. 9:35, 36) El Buen Pastor no ignoró a esta multitud de personas que tenían hambre y sed del pan de la vida y del agua de la verdad. Pudo haber estado cansado y fatigado de sus viajes extensos por todas las ciudades y aldeas, y de su obra agotadora de enseñar y predicar y sanar a los enfermos y adoloridos, pero no pasó por alto a esta multitud, dejándola sin pastor hasta algún tiempo más tarde. Cuando vió que eran ovejas que estaban extraviadas, el relato dice que “comenzó a enseñarles muchas cosas”, indicándoles el camino correcto que conduce a la vida eterna. (Mar. 6:34) Sin duda muchos de esa multitud prestaron atención, se volvieron de su indocilidad y después de eso continuaron siguiendo al Buen Pastor, dando alabanza al Gran Pastor, Jehová. Todos los cristianos, nos dice el apóstol Pedro, en un tiempo estuvieron en condición igual de desesperanzada. “Porque ibais extraviados como ovejas; pero ahora os habéis vuelto al Pastor y Superintendente de vuestras almas.”—1 Ped. 2:25, Ver. Am. Norm., margen (en inglés).

      8. ¿Qué pasos tomó para llegar a ser pastor y para probarlo?

      8 Para llegar a ser el Siervo Principal de Jehová, fué necesario que Jesús hiciera a un lado su gloria celestial anterior de que había gozado como el Logos, y tomara la forma de un siervo, humillándose para hacer el trabajo que casi siempre se hacía por esclavos. Jesús había hecho una consagración para hacer, no su propia voluntad, sino la voluntad de su Padre celestial; por esto, si era la voluntad y el propósito de Jehová que su Hijo amado llegara a ser siervo o esclavo para sus hermanos, ¿quién era él para censurar o rebelarse o refunfuñar por su asignación? En vez de quejarse o emprender la obra sin entusiasmo, Jesús trabajó celosa y enérgicamente como esclavo humilde entre la grey de Dios. Su alimento y fortaleza era el hacer la voluntad de su Padre celestial, no importaba qué incomodidad u opresión personal le trajera. (Juan 4:34; 6:38) En esto es ejemplo noble para ser seguido por todos los siervos de Dios. Si algunos quieren aspirar a ser siervos del Dios Altísimo tengan esta misma actitud mental y sigan el mismo proceder de humildad—éste es el consejo del apóstol Pablo. “Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque poseía la naturaleza de Dios, no trató de apoderarse de la igualdad con Dios, sino que la hizo a un lado para tomar la naturaleza de un esclavo y llegar a ser como otros hombres. Cuando hubo asumido la forma humana, se humilló aun más y fué obediente hasta morir, y morir en la cruz.”—Fili. 2:5-8, Una Tradu. Amer. (en inglés).

      9. ¿Qué cosa que le haría falta a su grey después que él partiera le proporcionó él?

      9 Tal como Moisés “era fiel en toda la casa del Señor, como siervo”, igualmente lo fué el Mayor Moisés, Cristo Jesús. (Heb. 3:5) Tal como “Moisés habló a Jehová, diciendo: Nombre Jehová, el Dios de los espíritus de toda carne, un hombre que esté sobre la Congregación, que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, y que los haga a ellos salir y entrar; para que no sea la Congregación de Jehová como ovejas que no tienen pastor”, asimismo estuvo interesado Cristo en el continuo bienestar de la congregación cristiana después de que él partiera. (Núm. 27:15-17) Jesús sabía que cuando su breve ministerio en la tierra se completara, a la congregación de ovejas que dejara le haría falta ser pastoreada y cuidada. Además, el hecho de que Cristo fué nombrado Pastor Principal en sí mismo dió a entender que la voluntad y el propósito de Dios era que otros pastores estuvieran asociados con Cristo y sirvieran bajo él. Por estas razones Cristo les dió a sus apóstoles y discípulos instrucciones orales especiales y también ejemplos prácticos respecto a cómo habían de portarse como siervos y pastores de la grey. ‘Escuchen mis palabras y sigan mi ejemplo,’ fué la substancia de esta instrucción.

      10. ¿Qué regla dictó el Buen Pastor para sus consiervos?

      10 En una ocasión Jesús congregó a sus discípulos y les dijo: “Ustedes saben que los que deberían regir a los paganos se enseñorean sobre ellos, y sus grandes hombres los tiranizan; pero no ha de ser así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes tiene que ser su siervo, y el que quiera tener el primer lugar entre ustedes tiene que ser el esclavo de todos. Porque aun el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir a otra gente, y para dar su vida para librar a muchos otros.” (Mar. 10:42-45, Una Tradu. Amer. [en inglés]) Volviendo a decir la misma cosa en menos palabras, está escrito: “Y habiéndose sentado, llamó a los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos.” (Mar. 9:35; Mat. 23:11) Aquéllos entre la grey de Dios que quieren ser honrados especialmente con mayores privilegios de servicio deben de ser siervos y esclavos de los demás, sirviendo y ayudando a sus hermanos en todo lo posible. “Acordaos de aquella palabra que os dije: El siervo no es mayor que su señor.” (Juan 15:20) Si el Señor Cristo Jesús, como pastor y siervo de Dios, usó tiempo para alimentar a la grey de su Padre, sirviéndola, consolándola, y ayudándola en todo lo posible, entonces no se espera menos de los siervos de Cristo. ‘Si alguien me sirve, siga mi ejemplo,’ es la regla expresada por este Buen Pastor.—Juan 12:26.

      11. ¿Qué demostración hizo él en la última pascua? ¿Por qué?

      11 El ministerio de Jesús rápidamente se acercaba a su fin. Ya no quedaban más que unas cuantas horas antes de que fuera traicionado y colgado en el maldito madero de tormento. Tenía que grabar en la mente de sus discípulos de la manera más fuerte posible el puesto correcto de los siervos en la congregación. De modo que se levantó de la mesa donde celebró la última pascua, dice el relato, y después de quitarse su manto exterior, tomó una toalla y una palangana de agua y se puso a lavarles los pies a sus hermanos. Habiendo concluído esto, el siervo principal dijo: “¿Entienden lo que les he estado haciendo? Ustedes me llaman Maestro y Amo, y tienen razón, porque eso es lo que soy. Si yo pues, su Amo y Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben de lavarse los pies los unos a los otros. Pues yo les he puesto un ejemplo, para que ustedes hagan lo que yo les he hecho. Les digo que ningún esclavo es superior a su amo, y ningún enviado es mayor que el hombre que lo envía. Ya que tienen este conocimiento, serán bendecidos si se portan de acuerdo con él.”—Juan 13:12-17, Una Tradu. Amer. (en inglés).

      “APACIENTA MIS OVEJAS”

      12. ¿Cuándo y cómo fueron dispersadas sus ovejas y luego recogidas otra vez?

      12 De modo que por más de tres años este Pastor Principal manifestó por medio de ejemplos y también de preceptos cómo habían de servir a sus hermanos en lo que les hiciera falta los siervos en el arreglo teocrático. Su período de ministerio en la carne entre las ovejas del Señor había terminado. Había llegado el tiempo para herir y matar al pastor en cumplimiento de la profecía de Zacarías, y, como consecuencia, era tiempo para el esparcimiento momentáneo de las ovejas que también se predijo. (Zac. 13:7; Mat. 26:31; Mar. 14:27) El hecho de que el esparcimiento de los que habían seguido a este pastor sería de duración breve se manifiesta por los sucesos que acontecieron después de la resurrección de Cristo. En varias ocasiones Cristo se apareció a los que habían sido escogidos para ser siervos especiales, los apóstoles, para fortalecerlos para la obra de volver a recoger las ovejas esparcidas.

      13. ¿Cómo hizo enfática Jesús para Pedro la necesidad de apacentar la grey?

      13 Fué en tal ocasión, temprano en el día, al tiempo del desayuno, que Jesús le preguntó a Pedro si de veras lo amaba. En respuesta a la pregunta Pedro dijo: “¡Sí, Señor, tú sabes que yo te quiero!” A esta respuesta Jesús dijo: “¡Entonces apacienta mis corderos!” De nuevo, “le dice Jesús segunda vez: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me eres devoto?” Esta vez Simón Pedro contestó con mayor énfasis, declarando inequívocamente, “¡Sí, Señor, tú sabes que yo te quiero!” A esta respuesta segunda Jesús contestó: “¡Entonces sé pastor para mis ovejas!” Y aun otra vez, por tercera vez, Jesús le hizo la pregunta: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” Pues, para entonces Pedro estaba angustiado y perplejo porque el Señor repetidas veces había puesto en tela de juicio su devoción y amor. No había ninguna duda en su propia mente sobre la cuestión; por esto se dice que “Pedro se sintió porque Jesús le preguntó la tercera vez si lo quería.” Por eso en gran sinceridad y muy enfáticamente, Pedro declaró: “Señor, tú lo sabes todo, tú puedes ver que yo te quiero.” Sin duda la sinceridad de Pedro se manifestaba tan visiblemente que estaba seguro de que Cristo hasta podía “ver” que lo quería, pero el Señor Jesús simplemente repitió su instrucción: “¡Apacienta mis ovejas!” (Juan 21:15-18, Una Tradu. Amer. [en inglés]) Lo que de veras hacía Jesús era dar énfasis mediante la repetición a la necesidad de que Pedro, y también otros que igualmente serían siervos de la grey, apacentaran las ovejas si de veras habían de probar que amaban al Pastor Principal Cristo Jesús y al Gran Pastor Jehová.

      14. ¿Quiénes especialmente tienen que predicar y apacentar las ovejas? ¿Conforme al ejemplo de quién?

      14 Pedro y los otros apóstoles sabían lo que quería decir Jesús al decirles que habían de apacentar las ovejas del Señor, porque mientras el Buen Pastor todavía estaba en la tierra los envió de ciudad en ciudad con instrucciones de ir “a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id, pues, y predicad, diciendo: ¡El reino de los cielos se ha acercado!” (Mat. 10:1-16) El relato dice que envió setenta de los discípulos maduros y fieles para tomar parte en esta obra de pastorear. (Luc. 10:1-17) Es verdad que la comisión de predicar este evangelio del reino cae sobre cada uno del pueblo de Dios, pero especialmente sobre aquellos que el Señor escoge como siervos en su organización teocrática. La veracidad de esta declaración se manifiesta por lo que aconteció a partir del Pentecostés. Allí en esa ocasión una buena porción del poder y espíritu santo del Señor se derramó sobre todos los que estaban presentes, hermanos y también hermanas, ancianos y también jóvenes, siervos y también los que no eran siervos. Sin embargo, los apóstoles, como siervos designados, fueron particularmente celosos en probar su amor para Dios y su reino. Fueron hasta el límite en buscar, hallar y apacentar las ovejas del Señor. Como dijeron Pedro, Santiago, Juan, Judas y Pablo en las introducciones a sus epístolas, ellos apreciaban que como pastores sobre la grey, eran siervos del Señor. (2 Ped. 1:1; Sant. 1:1; Apo. 1:1; Judas 1; Fili. 1:1; Tito 1:1) En esta posición Pedro tomó a Cristo como su dechado y ejemplo, y les instó a sus consiervos que hicieran lo mismo. Pablo hizo la misma cosa, declarando: “Sed pues imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.”—1 Ped. 2:21; 1 Cor. 11:1; 1 Tes. 1:6.

      15. ¿Es fácil ser siervo de la grey? ¿Cómo ilustró esto Pablo?

      15 Pablo escribe que el ser apóstol y siervo de la grey no era tarea fácil. Aunque sus mayores responsabilidades y privilegios de servicio le daban mucho gozo y contento a Pablo, también parecían traerle mayor aflicción y angustia a la carne, según escribe él: “Yo pienso que Dios nos ha puesto a nosotros, los apóstoles, en exhibición, los postreros de todos, como hombres condenados a muerte: porque hemos venido a ser espectáculo al universo, tanto a los ángeles como a los hombres. Nosotros somos insensatos por causa de Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo; nosotros somos débiles, mas vosotros sois fuertes; vosotros tenéis gloria, mas nosotros deshonra. Hasta la hora presente, padecemos hambre, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos abofeteados, y no tenemos morada fija, y estamos rendidos de cansancio, trabajando con nuestras propias manos: siendo vilipendiados, bendecimos; siendo perseguidos, lo sufrimos; siendo infamados, rogamos: hemos venido a ser como el desecho del mundo, y la escoria de todas las cosas, hasta el día de hoy.” (1 Cor. 4:9-13) En verdad Pablo aguantó mucho mientras desempeñaba sus deberes como fiel siervo de la grey; no en sus propias fuerzas, sin embargo, sino que lo aguantó por la gracia y fortaleza del Señor, como escribe en otra ocasión: “Mas el Señor estuvo conmigo, y me esforzó, para que por medio de mí la predicación fuese cumplidamente hecha, y para que oyesen todos los gentiles: y así yo fuí librado de la boca del león.”—2 Tim. 4:17.

      LOS MERCENARIOS RELIGIOSOS SE APODERAN DE LA GREY

      16, 17. ¿Cuándo entraron los falsos pastores, y cómo se portaron?

      16 Fielmente los apóstoles como siervos trabajaron en el campo, buscando a las ovejas perdidas, apacentándolas cuando las hallaban, luchando por la grey contra todos los apóstatas, contra las personas desordenadas y los rapaces que trataban de causar división entre los hermanos. Bajo tal organización teocrática la grey prosperó y creció en números, v muchas ovejas fueron recogidas de las dehesas escasas y estériles del paganismo y fueron llevadas a los pastos fértiles del verdadero Cristianismo. Pero después de la muerte de los apóstoles no tardaron los hombres despreciables en establecerse como los principales sobre la grey. Siendo enteramente negligentes de los deberes con que debían de haber cumplido como siervos, y siendo perezosos e indiferentes a lo que le hacía falta a la grey, no sólo se negaron a salir y buscar a las ovejas perdidas, sino que hasta se negaron a apacentar y cuidar a las que ya habían sido recogidas. Se llamaban pastores, pero cuando los lobos entraban para destruir y devorar la grey estos impostores huían y se negaban a luchar por las ovejas. Por consiguiente, el juicio vehemente de Jehová cayó sobre ellos.

      17 Fué condición triste, tal como Pablo había advertido que sería si los siervos designados no fueran fieles a sus asignaciones: “Mirad por vosotros mismos, y por toda la grey, en la cual el espíritu santo os ha hecho superintendentes, para apacentar la iglesia del Señor que él compró con su propia sangre. Yo sé que después de mi partida entrarán entre vosotros lobos voraces, que no perdonarán la grey; y de entre vosotros mismos se levantarán hombres, hablando cosas perversas, a fin de apartar a los discípulos, para que vayan en pos de ellos. Por lo cual velad.” (Hech. 20:27-31, Ver. Am. Norm., margen [en inglés]) Hasta en los días de Judas algunos habían entrado subrepticiamente y estaban “apacentándose a sí mismos” “sin temor”. (Judas 12) Eran hombres perversos y apóstatas. Codiciando la aprobación y alabanza de los hombres, y deseando las ovejas para sí mismos, invadieron el redil del Buen Pastor y se llevaron discípulos a su propio lado religioso. “Estos perros voraces no conocen la hartura. Y ellos pastores no saben comprender; todos ellos van por su camino, cada uno a su lucro injusto, por su lado.” (Isa. 56:11, Bover-Cantera, nota) Como pastores sin comprensión esquilaban las ovejas hasta en el invierno. Como perros voraces que nunca están hartos se alimentaban de continuo a costa de las ovejas.

      18. ¿Cómo se han ensalzado? ¿En cuáles sistemas religiosos?

      18 El puesto importante pero humilde ocupado por un siervo o esclavo en la congregación del Señor se consideraba con escarnio y desprecio por estos engreídos pomposos que presuntuosamente asumían la pastoría sobre las ovejas. Orgullosos y soberbios, hicieron a un lado el privilegio de ser siervos, se instalaron como el clero (clase no provista ni dispuesta por Cristo o los apóstoles), y se adjudicaron títulos lisonjeros, tales como obispo, arzobispo, metropolitano, papa, pontífice soberano, etc. (Mat. 23:5-11) Con fuerza y con crueldad regían sus greyes. Tales eran las condiciones cuando Constantino el Grande puso los cimientos de la iglesia católica en el cuarto siglo d. de J.C., y durante los siglos desde entonces, la multitud de sectas y cultos de la cristiandad han seguido deteniendo a personas como ovejas en sus rediles parroquiales, donde son despojadas, explotadas, esquiladas y devoradas para el placer y la ganancia de los pastores falsos. “Rebaño descarriado era mi pueblo,” dice Jehová por la boca de Jeremías, “sus pastores habíanlo extraviado, por las montañas habíanlo hecho vagar; de monte en colina caminó olvidado de su majada. Todo el que lo hallaba devorábalo, y sus enemigos decían: ‘No incurrirnos en culpa, por cuanto han pecado contra Yahveh.’”—Jer. 50:6, 7, Bover-Cantera.

      19, 20. ¿Qué hará Jehová para las ovejas y a los falsos pastores?

      19 Quizá no lo crean, pero el Gran Pastor Jehová considera culpables a los pastores falsos por haber extraviado a las ovejas de su grey, y su ira ardiente y enojo vehemente se encienden contra todos los tales, como dice él: “Contra los pastores se ha encendido mi ira, y castigaré a los machos cabríos; porque Jehová de los Ejércitos ha visitado su rebaño.” (Zac. 10:3) Sí, hace mucho tiempo Jehová prometió que a su debido tiempo visitaría a su grey de ovejas esparcidas y justamente castigaría a los pastores falsos.

      20 Jehová el Gran Pastor mediante la mano de su Pastor Principal, el David Mayor, es plenamente capaz de separar las ovejas de los opresores cabríos. De modo que cuando vino para librar su grey del poder de los pastores inicuos también los separó de los opresores cabríos que les dan cornadas y topetones a los enfermos y débiles y que huellan el mensaje del Reino y enturbian el agua clara de la verdad. Librando sus ovejas de todos estos males Jehová las pone en buenos pastos entre las alturas reales de su montaña.—Ezequiel 34.

      RECOGIENDO LA GREY ESPARCIDA

      21. ¿Cómo se ha cumplido la profecía de Ezequiel respecto a “un solo Pastor”?

      21 Los hechos que han acontecido en “el día de neblina y de densas tinieblas” de este siglo veinte manifiestan fuera de toda duda que el cumplimiento completo de la profecía de Ezequiel ha acontecido en nuestros días. Jehová ha recogido a los del “resto” de su pueblo de los países lejanos de la cristiandad donde fueron esparcidos. Sobre ellos Dios ha establecido “mi siervo” Cristo Jesús el David Mayor, y este “un solo Pastor”, el Pastor Principal, los apacienta. Por algún tiempo antes de 1918 d. de J.C. la preparación del camino del Señor progresaba y luego de repente el Señor vino a su templo, para tomar cuentas allí con sus siervos, recompensando a los que habían sido fieles y castigando a los infieles. Esto se nos describe por Jesús en su gran profecía sobre “la consumación del siglo” en Mateo 24:42-51. Como lo predijo Malaquías, sería tiempo de juicio de fuego y uno que duraría por algún tiempo, hasta que todos los siervos malos fueran expulsados y exterminados de entre el resto del Señor.—Mal. 3:1-3.

      22. ¿Cómo se ha restaurado desde 1918 la organización teocrática?

      22 El recogimiento del resto, el traer el mal sobre sus opresores, la instalación del Pastor Principal como Rey, y el restablecimiento de la organización teocrática como existía en tiempos apostólicos también se predijeron por aun otro profeta, a saber, Jeremías. (Jer. 23:1-8) Con Cristo Jesús el Pastor Rey encargado desde el recogimiento del resto después de 1918, las cosas progresaron rápidamente hacia el establecimiento entre ellos de una organización teocrática parecida en hechura a la que existía hace 1,900 años. Esto quiso decir que todos ellos reconocían el hecho de que Jehová es el Gran Pastor superior a todos; que Cristo Jesús, el Rey entronizado y reinante del gobierno teocrático celestial, es el Pastor Principal de Jehová; que aquí sobre la tierra la organización del “siervo fiel y prudente” ha sido encargada con todos los intereses del Reino; y que en tal arreglo teocrático hermanos maduros y fieles han sido designados como diferentes siervos para cuidar, servir y proporcionar lo que les haga falta a las ovejas del Señor.

      23, 24. ¿Cómo explicamos la grande grey hoy en día? ¿Quiénes la apacientan?

      23 Al principio la grey que seguía a Cristo Jesús era pequeña en cuanto a números, sólo una manada pequeña”, y cuando la obra de recogimiento comenzó después de la venida del Señor al templo en 1918 no quedaba en la tierra más que un resto pequeño de esta manada pequeña. (Luc. 12:32) Sin embargo, hoy en día hay una grande y poderosa manada o grey de ovejas, personas mansas y enseñables, que siguen al Buen Pastor, tal como lo predijo Jesús. “Otras ovejas tengo que no son de este redil [no son del redil de la “manada pequeña”]: a éstas también tengo que traer, y oirán mi voz; y habrá un solo rebaño, y un solo pastor.” (Juan 10:16) La parábola de las “ovejas y cabras” revela que Cristo Jesús comenzaría a recoger y “traer” a estas “otras ovejas” después de su entronización como Rey en 1914 y su venida al templo para juicio en 1918. “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria; y delante de él serán juntadas todas las naciones; y apartará a los hombres unos de otros, como el pastor aparta las ovejas de las cabras.”—Mat. 25:31, 32.

      24 En tal obra de separar, que ahora está en progreso entre las naciones, la clase de las “otras ovejas” se pone a la mano derecha del favor del Rey. La visión del Apocalipsis que se le dió a Juan describe a estas “otras ovejas” como una “grande muchedumbre” de personas de buena voluntad que han sido recogidas en años recientes y que ahora gozosamente cantan: “¡Atribúyase la salvación a nuestro Dios, que está sentado sobre el trono, y al Cordero!” Nunca volverán a tener hambre o sed, “porque el Cordero, que está en medio, delante del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de agua de vida.” (Apo. 7:9-17) Algunas ovejas han estado en esta organización de una sola grey del Señor por veinte o treinta años, otros por mucho menos tiempo, y aun otros, como corderos recién nacidos, ahora estudian esta revista de La Atalaya por primera vez. Pero a todas estas “ovejas” juntas, Jehová y Cristo Jesús las apacientan, sean jóvenes o viejas. “¡He aquí que Jehová, el Señor, viene con poder, . . . Como pastor, apacentará su grey; en su brazo [“con su brazo”; Su brazo derecho Cristo Jesús (Torres Amat; Nácar-Colunga; Bover-Cantera)] recogerá los corderitos, y los llevará en su seno, y conducirá suavemente a las recién paridas.”—Isa. 40:10, 11.

      25. ¿Qué hace ahora el clero, pero qué hacen los fieles siervos?

      25 Este recogimiento de las “otras ovejas” medio muertas de hambre de entre las fortalezas desecadas de la cristiandad que lleva a cabo el Buen Pastor ha progresado tan rápidamente desde que el Señor vino al templo que ha llenado al clero y a los mayorales de sus rebaños de temor y angustia y los ha hecho aullar en rabia amarga. Ven que esta obra justa del Señor divide sus corrales eclesiásticos y saca de ellos todas las “ovejas”, no dejando más que las “cabras”, y por eso lloran y maldicen y crujen los dientes en ira por esta pérdida de miembros y de ingreso. “¡Aullad, oh pastores, y clamad; y revolcaos en ceniza, oh mayorales del rebaño! porque cumplidos son los días determinados para vuestro degüello; y os dispersaré, y caeréis como un vaso precioso. Y los pastores no tendrán a donde huír, ni los mayorales del rebaño a donde escapar. ¡Escuchad la voz del clamor de los pastores, y el aullido de los mayorales del rebaño; porque Jehová ha asolado su dehesa!” (Jer. 25:34-36) ¡Mejor que aúllen ahora, porque en breve, cuando se haya completado esta obra, el degüello en el Armagedón de los pastores falsos de la cristiandad los callará para siempre! ¡Por esto todos ustedes siervos fieles, apacienten la grey ahora!

  • Los requisitos divinos que descansan en los siervos
    La Atalaya 1950 | 1 de septiembre
    • Los requisitos divinos que descansan en los siervos

      1. ¿Cómo prueban los siervos su amor para el Pastor, bienaventuradamente?

      AL RECOGER el Señor más y más ovejas a su redil adecuadamente proporciona todo lo que les hace falta, designando siervos que amorosamente ayudan y asisten a la grey de la manera que el Señor dirige. Tal manera teocrática se presenta en la Biblia. Se recordará que al apóstol Pedro se le grabó muy vigorosamente en el corazón y en la mente la necesidad de que probara su amor para Cristo, apacentando y cuidando las ovejas del Señor. Pedro nunca olvidó esta verdad; pues, treinta años más tarde, sinceramente exhortó a otros siervos del Señor que de igual manera probaran su amor, apacentando las “ovejas”. Esta carta de Pedro, y también los mandatos directos de Cristo a sus siervos en general, se han conservado para la instrucción y guía de los que tienen responsabilidades especiales en la organización teocrática hoy en día. Los siervos hacen bien, pues, si estudian este consejo y también lo practican. “Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis,” dijo Jesús.—Juan 13:17; Fili. 4:9.

      2. ¿Quiénes son los “ancianos” a quienes les dice Pedro que apacienten la grey?

      2 “A los ancianos, pues, que están entre vosotros, les exhorto, yo que soy anciano juntamente con ellos,” es la manera de que Pedro comienza su consejo. (1 Ped. 5:1) Los “ancianos” (en griego: presbyterous, más ancianos) no se refieren a los “ancianos electos” hechos “ancianos” por el voto popular de alguna congregación después de una campaña política acalorada. Pedro se dirige a los más ancianos en el desarrollo cristiano, a los que son maduros y que están bien versados en la ley teocrática y los requisitos de la organización. No es preciso que sean viejos en cuerpo y en mente o los que hayan estado en la verdad mucho tiempo, sino más bien los que son maduros en el desarrollo espiritual. Timoteo, aunque era un joven quizá de poco menos de veinte años, sin embargo era maduro en el desarrollo espiritual, por esto era anciano. Tales maduros son los que se escogen para los deberes más responsables como siervos entre las “ovejas” del Señor. Sea que usted haya sido designado para cuidar los intereses del Reino como siervo de compañía en una congregación del pueblo del Señor o como algún siervo auxiliar designado para cuidar los detalles de la organización, hace bien en prestar atención especial a lo que dice Pedro, porque él habla como su hermano mayor, siervo plenamente maduro del Señor.

      3. ¿Cómo deben de emprender sus deberes como siervos tales ancianos?

      3 “Ruego á los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto; y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey.” (1 Ped. 5:1-3, Ver. Val. Rev.) Ustedes que son siervos no deben de aceptar la asignación “por fuerza”, “de necesidad” (Ver. Mod.), “precisados por la necesidad” (Torres Amat), “porque son obligados” a hacerlo. (El Nuevo Test. del Siglo 20 [en inglés]) Más bien emprendan los deberes de siervo “voluntariamente”, de su propia voluntad libre, con ansiedad y vigilancia, con gusto y alegría por el privilegio de servir en cualquier capacidad en que pueda usarlos el Señor. Los que buscan el puesto de siervo buscan cosa buena. También tienen que aceptar las responsabilidades que van con él.—1 Tim. 3:1.

      4. ¿Qué deben de hacer los que se sientan incapaces, y recordando a quién?

      4 Pero, ¿qué hay si alguien que recibe la asignación de siervo siente que es incapaz de cumplir con los deberes? ¿Qué debe hacer? La respuesta es sencilla: Acepte la asignación como del Señor, y ore que esté sobre usted el espíritu y el poder de Dios para ayudarle a desempeñar el puesto fiel y eficientemente. Recuerde que la ira de Jehová se encendió contra Moisés cuando él protestó que no era apto para su asignación. Designado por Dios como siervo especial y testigo que había de ir delante de aquel inicuo Faraón de Egipto, Moisés en substancia contestó: ‘¿Quién? ¿Yo, Señor? ¡Yo no puedo hablar! Envía a algún otro.’ (Éxo. 4:10-14) Recuerde también el caso de Jeremías. Al ser designado como siervo y profeta del Señor, Jeremías alzó las manos y exclamó: ‘Oh, Señor, no soy más que un niño; yo no puedo hablar; mejor que mandes a algún otro.’ (Jer. 1:6, 7) En ambos casos, el quejarse de que no eran aptos para la asignación fué lo mismo que decirle al Señor que Él se había equivocado al escogerlos a ellos.

      5. ¿Qué cosa ilustra el hecho de que a los siervos no les hace falta ninguna educación de colegio superior y seminario?

      5 Pocos de los siervos del Señor son graduados de colegios superiores, educados y aptos para cumplir con los deberes que caen sobre los siervos en la organización del Señor. (1 Cor. 1:26-29) Muchos son labradores, carpinteros, pescadores y obreros en fábricas por oficio y educación. Pero recuerden que Noé no fué escogido para su obra especial porque tuviera el oficio de construir barcos. Moisés no fué escogido porque fuera orador elocuente que pudiera persuadir y vencer al poderoso Faraón con discurso astuto. Los apóstoles no fueron designados como ministros y siervos especiales del Señor porque fueran graduados de una gran escuela rabínica de teología. Moisés y David y Amós tenían la ocupación de ganaderos. (Éxo. 3:1; Sal. 78:70-72; Amós 7:14, 15) Pedro y Andrés y otros apóstoles eran pescadores por educación. (Mar. 1:16-20) Lucas era médico por enseñanza. (Col. 4:14) Y Jesús, el Siervo Principal del Señor, no era más que ayudante de carpintero por educación antes de su unción. (Mat. 13:55) En cada uno de estos casos el espíritu santo o poder y fuerza activa de Jehová sobre ellos fué lo que los capacitó para emprender y llevar a cabo sus nuevas asignaciones como siervos especiales del Señor. Cultivaron los dones que recibieron, y el Señor los bendijo. El mismo espíritu santo de Dios estará sobre cualquier siervo del Señor hoy en día si voluntariamente acepta su asignación y trabaja en ella diligentemente, fielmente tratando de cumplir con los deberes asignados.

      6. ¿Con qué fin no deben de manejar a las “ovejas” los siervos? ¿Por qué no?

      6 Pedro amonestó a los que son siervos entre la grey de Dios que no aceptaran una asignación “por torpe ganancia”, “no por el vil amor de ganancia” (1 Ped. 5:2, Una Tradu. Amer. [en inglés]), “no con la esperanza de ganancia vil” (Nueva Tradu. de Knox [en inglés]). Los siervos entre la grey de Dios no han de esquilar a la grey ni apacentarse a sí mismos en vez de apacentar la grey. No han de saquear la grey como ladrones que entran “para hurtar, y matar, y destruir”. (Juan 10:10) No han de asumir la actitud ni seguir el proceder pecador del clero de la cristiandad que ama el lucro, que abusa de las “ovejas” y las destruye, esparce la grey, y hasta roba y devora las casas de las viudas para satisfacer su propio apetito lujurioso y codicioso. (Mat. 23:14; Mar. 12:40; Luc. 20:47) No se equivoque: si algún siervo dentro del redil del Señor robara a sus hermanos o de cualquier manera siguiera tal proceder de iniquidad, los santos ángeles del Buen Pastor se moverían tan rápidamente para echar fuera al desventurado despreciable que sus dientes se pondrían a crujir y rechinar. Si no se arrepiente, su fin será el mismo que el de los pastores falsos: ¡la destrucción eterna!—Mat. 13:41, 42.

      7. ¿Por qué no deben de enseñorearse sobre la grey los siervos?

      7 Por esto Pedro también amonesta a sus consiervos que no se porten como “señores” sobre la herencia de Dios, como se portan los arrogantes pastores sectarios respecto a sus greyes. “Ni tampoco como si tuvieseis señorío sobre la herencia de Dios, sino al contrario, como siendo dechados de la grey,” es el buen consejo del apóstol. (1 Ped. 5:3) Como siervo ¿está usted hinchado en su propia estimación? Ciertamente su puesto de responsabilidad no es nada en comparación con el de Moisés, que encabezaba una gran nación o congregación de gente que consistía de millones de personas. ¿Por qué, pues, debe ser inflada su estimación de usted mismo, cuando dicen las Sagradas Escrituras: “Y aquel varón Moisés era muy manso, más manso que ningún hombre de cuantos había sobre la faz de la tierra”? (Núm. 12:3) Si algún siervo cree que es importante y que debe de ser colocado en un pedestal sobre sus hermanos, para que allí sea admirado y honrado, entonces que lea lo que escribió Pablo: “Si alguien se figura que es alguien, se engaña, porque no es nadie.” (Gál. 6:3, Móffatt [en inglés]) No deje que el puesto de ser siervo lo ensoberbezca. No sea mandón tiránico o dictador cruel sobre las “ovejas”. No se le olvide que las “ovejas” son de algún otro. No son las “ovejas” de usted. Son “mis ovejas”, dice el Buen Pastor, y puesto que él llama a cada una por su nombre “conocen su voz”. “No conocen la voz de los extraños”; por esto, si usted les habla con voz de mandón, voz de extraño, no responderán. (Juan 10:3-5) De modo que la mansedumbre y la humildad es la regla que rige al redil del Señor; y todos los que están en él, incluyendo a los siervos, tienen que obedecer esa ley. Todos tienen que imitar el ejemplo perfecto de mansedumbre y humildad que se halla en Cristo el Pastor Principal. “Todos vosotros, ceñíos de humildad, para servir los unos a los otros; porque Dios resiste a los soberbios, mas da gracia a los humildes. Humillaos, por tanto, bajo la poderosa mano de Dios.”—1 Ped. 5:5, 6.

      EJEMPLOS PARA LA GREY EN CONDUCTA Y ACTIVIDAD

      8. ¿Qué requisitos en cuanto a superintendentes le escribió Pablo a Timoteo?

      8 El apóstol Pablo en sus cartas a Timoteo y Tito presenta los requisitos con que tienen que cumplir los siervos y superintendentes en la organización teocrática. “El superintendente [griego: epískopos, superintendente], pues, tiene que estar sin reproche [ser irreprochable], marido de una sola mujer, sobrio [vigilante], sereno [de mente estable, razonable, considerado], ordenado [de buen comportamiento], dado a la hospitalidad, apto para enseñar [capaz de enseñar]; no pendenciero sobre el vino [no uno que bebe mucho, no un borracho], no golpeador [no pugnaz]; sino apacible, no contencioso, no amante del dinero [no codicioso de lucro inmundo]; uno que rige [maneja] bien su propia casa, teniendo a sus hijos en sujeción [bajo dominio] con toda gravedad.” (1 Tim. 3:2-4, Ver. Am. Norm., margen [en inglés]) Además, Pablo sigue: “Porque si un hombre no sabe dirigir su propia familia, ¿cómo puede cuidar una iglesia de Dios? No debe de ser uno recién convertido [no un novicio o persona recién interesada], o pueda engreírse y ser criticado por personas calumniadoras. Tiene que ser hombre de buena reputación con los de afuera, o pueda caer en la deshonra y ser entrampado por los calumniadores.” (1 Tim. 3:5-7, Una Tradu. Amer. [en inglés]) No, el que es designado como superintendente no debe de ser alguien recién interesado, sino más bien uno que manifiesta desarrollo y madurez, que está plenamente consagrado a Dios y a su servicio, y por eso uno que es bautizado mediante la inmersión en el agua.

      9. ¿Qué requisitos le escribió Pablo en cuanto a siervos auxiliares?

      9 Después de dar en detalle los requisitos que los superintendentes de la grey del Señor tienen que llenar, Pablo luego le indica a Timoteo que los siervos auxiliares tienen que cumplir con la misma norma elevada en espiritualidad y conducta. “De modo que, igualmente, los Funcionarios Auxiliares [griego: di·a’ko·nos, subalternos; por esto siervos entre la grey de Dios] deben de ser hombres serios y rectos, no dados a beber mucho o a maneras sospechosas de hacer dinero, sino hombres que retienen las verdades más profundas de la Fe y tienen conciencia limpia. Deben de ser probados primero, y asignados a su Puesto sólo si no se levanta ninguna objeción contra ellos. Debe de ser lo mismo respecto a las mujeres. Deben de ser serias, y no chismosas, sobrias, y fidedignas en todo. [Febe, siendo tal mujer, fué asignada como sierva en la congregación de Cencrea. (Rom. 16:1, también la subscripción a Romanos en la Versión Valera Revisada)] Los Funcionarios Auxiliares deben ser maridos fieles, y hombres que rigen bien a sus hijos y a su familia. Los que han desempeñado ese puesto con honra se ganan posición honorable, y también gran confianza mediante la fe que ponen en Cristo Jesús.”—1 Tim. 3:8-13, Nuevo Test. del Siglo 20, edición de 1904 (en inglés).

      10. ¿Qué requisitos en cuanto a superintendentes le escribió Pablo a Tito?

      10 En su carta de instrucciones a Tito el apóstol Pablo dió consejo parecido respecto a aquéllos a quienes había de darse la responsabilidad de cuidar la grey de Dios en la isla de Creta. “Mi razón para dejarte en Creta,” escribe Pablo, “fué para que pusieras en orden lo que se había dejado indeciso, y que asignaras Funcionarios de la Iglesia en los diferentes pueblos, como yo mismo te dirigí. Han de ser hombres de [prendas] irreprochables, que son maridos fieles, cuyos hijos son cristianos y nunca han sido acusados de conducta disoluta ni que han sido ingobernables. Pues un Funcionario Director, como mayordomo de Dios, debe de ser hombre de [prendas] irreprochables; no obstinado ni irascible, ni dedicado a la bebida ni a la pendencia ni a maneras sospechosas de hacer dinero. Al contrario, debe de ser hospitalario, que anhela lo justo, discreto, recto, hombre de vida santa y capaz de dominarse, que retiene doctrina en que puede confiarse que esté de acuerdo con la Enseñanza acepta; para que pueda animar a otros mediante la enseñanza sana, y también confutar a nuestros opositores.”—Tito 1:5-9, El Nuevo Test. del Siglo 20 (en inglés).

      11. ¿Respecto a qué cosas deben de ser ejemplos para la grey los siervos?

      11 Si los siervos han de ser ejemplos adecuados para sus hermanos en la iglesia de Dios tienen que producir “el fruto del espíritu” constante y consistentemente, el cual es “amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad”. (Gál. 5:22) “El siervo del Señor no debe ser contencioso, sino manso para con todos, apto para enseñar, sufrido, instruyendo con mansedumbre a los que se oponen; por si acaso Dios les conceda arrepentimiento para conocimiento de la verdad.” (2 Tim. 2:24, 25) “A los que creen ponles un ejemplo en palabra, conducta, amor, fe y pureza. Hasta que yo venga, dedícate a la lectura pública de la Escritura, predicación, y enseñanza. No te descuides del don que tienes,... Cultiva estas cosas, dedícate a ellas, para que todo el mundo vea tu progreso. Cuídate a ti mismo y a tu enseñanza. Persevera en tu trabajo, porque si lo haces te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.” (1 Tim. 4:12-16, Una Tradu. Amer. [en inglés]) Y porque Timoteo siguió este consejo, y porque Pablo mismo practicó lo que predicaba, Pablo pudo llamar la atención de los tesalonicenses a cómo él y Timoteo y Silvano habían sido ejemplos correctos entre ellos. “Porque ustedes mismos saben cómo deben de imitarnos; porque no fuimos desordenados entre ustedes... para que pudiéramos darnos como dechado para que ustedes nos imitaran.”—2 Tes. 1:1; 3:7-9, Diaglotón (en inglés).

      12. De modo que ¿qué exhortación les da a los siervos La Atalaya?

      12 ¡Siervos, sigan el dechado del Pastor Principal en su conducta! ¡Imiten a los apóstoles! ¡Manifiesten delante de sus hermanos ejemplos correctos tanto en palabra como en acción! Sean fieles, firmes, regulares, serenos, serios, considerados, humildes, mansos, pacíficos, fidedignos, confiables, sinceros. Sobre todo, manifiesten amor. Amorosamente y con gran misericordia, ternura y longanimidad busquen las “otras ovejas” del Señor que están perdidas, y cuando las hallen, apaciéntenlas. El pasto es lo importante. Como dice el sabio: “¡Aleja de mí la vanidad y las mentiras; no me des ni pobreza ni riqueza; aliméntame del pan señalado para mí.” (Pro. 30:8) Este pasto o alimento necesario que proporciona el Pastor bueno y justo es la Palabra revelada de Dios, que si alguien come se le promete la vida eterna. (Juan 6:68) “Manantial de vida es la boca del justo;... Los labios del justo nutren a muchos.” (Pro. 10:11, 21) Apacienten no sólo a las “ovejas” espiritualmente flacas que hallen en el campo, sino también, siervos, apacienten y cuiden la grey de la cual ustedes forman parte. “Mirad por vosotros mismos y por toda la manada de la cual el espíritu santo los ha designado por guardianes.”—Hech. 20:28, Móffatt (en inglés).

      13. ¿Cómo manifiestan los siervos que son verdaderos pastores y no mercenarios?

      13 Los siervos asignados del Señor no son mercenarios. Son verdaderos pastores y guardianes de las “ovejas”. A los mercenarios no les importan las “ovejas”, y si bestias lupinas entran para estropear y matar echan a correr para salvarse el pellejo. (Juan 10:12, 13) En cambio, los verdaderos pastores luchan por las ovejas, no en su contra, y, como el Pastor Bueno, están dispuestos hasta a poner su vida por las ovejas. (Juan 10:11) Como el Pastor Principal, los siervos fieles están dispuestos a poner el bienestar de sus hermanos adelante de sus propias comodidades. Dispuestos a poner su vida por sus hermanos, están más dispuestos a incomodarse para ayudar a los más débiles con sus problemas. Si los publicadores se crean cargas para ellos mismos y para los siervos, entonces los siervos, no de mala gana, sino con gusto y por amor para los miembros más débiles, ofrecen ayudar de la manera que parezca mejor bajo las circunstancias. (Gál. 6:1, 2) Diferente a los mercenarios y falsos pastores de la cristiandad, los siervos en la organización teocrática espiritualmente fortalecen a los débiles, sanan a los enfermos, vendan a los heridos, hacen tornar a los dispersos, buscan a los corderos perdidos. (Eze. 34:4) La voluntad de Dios es que ni un cordero perezca.—Mat. 18:10-14.

      14. ¿Por qué se exige tanto de los siervos? Pero, ¿con qué recompensas?

      14 Si todo esto parece mucho que demandar de los siervos, entonces es porque a ellos mucho se les ha dado en cuanto a bienaventurados privilegios de servicio a manos del Señor. A quien mucho se ha dado, la regla es que mucho más se demanda de vuelta. (Luc. 12:48) Téngase presente que su responsabilidad como siervos es al Gran Pastor y al Pastor Principal, y el servicio que rindan a sus hermanos se considera como si se rindiera al Señor. Las “ovejas” son del Señor. Por eso no sean siervos perezosos o esclavos inútiles, para que no sean desechados, no sólo del puesto de siervo, sino “a las tinieblas de afuera” sin más oportunidad para la vida. (Mat. 24:48, 51; 25:26) La fidelidad en el cumplimiento de los deberes es lo que trae buenos resultados, resultados en la forma de recompensas, ahora y en los siglos venideros para los siervos y también para la grey. Mientras los siervos y las “ovejas” sigan “oyendo” la voz de su Amo y siguiéndolo habrá gozo y alegría mutuas, y se hará progreso rápido hacia el glorioso nuevo mundo de paz y prosperidad eternas en el cual no habrá fieras, tierras secas ni arroyos secos. ¡Cuán bienaventurada es nuestra porción ahora! ¡Qué futuro tan glorioso está delante de nosotros! Con voces y corazones unidos en acciones de gracias y alabanza a Jehová cantamos: “Nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu dehesa, te alabaremos para siempre: de generación en generación contaremos tus alabanzas.”—Sal. 79:13.

  • Desde las Antillas holandesas hasta Betel
    La Atalaya 1950 | 1 de septiembre
    • Desde las Antillas holandesas hasta Betel

      EL MIÉRCOLES por la mañana, el 18 de enero, N. H. Knorr, presidente de la Watch Tówer Bible and Tract Socíety, y su compañero de viaje, R. E. Morgan, salieron de Caracas, Venezuela, para la isla de Aruba en las Antillas holandesas. Después de un vuelo de poco más de una hora el avión DC-4 de las Royal Dutch Airlines estaba sobre la isla, toda la cual se podía ver desde el aire; y un poco después se había cumplido con las formalidades de inmigración y de la aduana, y los dos visitadores, juntos con los hermanos que habían venido a esperarlos, estaban en camino por automóvil al hogar misionero en San Nicolás. Aruba es una isleta interesante, ordenada, limpia, airosa y cálida. Sus 180 kilómetros cuadrados están bien poblados con gente de habla holandesa e inglesa. De interés especial es el árbol “divi-divi”, cuyo follaje se extiende horizontalmente del tronco en una sola dirección. Esto se debe al viento que sopla constantemente en una sola dirección. No hay abastecimiento natural de agua en la isla, de modo que para tener agua dulce destilan la del mar. La elaboración del petróleo es la base de la vida económica, lo mismo que en la cercana isla hermana de Curazao. Venezuela produce el petróleo en grande escala, mucho del cual se embarca a las Antillas holandesas, en donde se elabora. En realidad, Aruba y Curazao tienen dos refinerías que son consideradas entre las más grandes del mundo.

      Los testigos de Jehová en Aruba son activos, habiendo actualmente cincuenta publicadores en la compañía de San Nicolás, comparado con los quince que había hace un año. Se han asignado dos graduados de Galaad a este territorio y están desempeñando una obra recomendable. Hay más territorio del que dos personas puedan atender. El miércoles por la noche los hermanos Knorr y Morgan dirigieron la palabra a sesenta personas en el salón del Club Suriname y de nuevo hablaron a los hermanos de la congregación local el jueves por la tarde en su Salón del Reino. Los hermanos habían anunciado con empeño el discurso “Libertad a los cautivos”, empleando cartelones, automóviles con altoparlantes y hojas sueltas. Se había alquilado el Club Suriname también para el discurso público, con el único requerimiento de que los testigos pagaran al conserje sus honorarios

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