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  • El cabalgar de los cuatro jinetes... una señal
    La Atalaya 1983 | 1 de septiembre
    • El cabalgar de los cuatro jinetes... una señal

      ‘Y vi, y, ¡miren! un caballo blanco, un caballo de color de fuego, un caballo negro, un caballo pálido; y el que iba sentado sobre él tenía el nombre Muerte. Y el Hades venía siguiéndolo de cerca.’ (REVELACIÓN 6:2-8.)

      1. Antes de tomar su asiento a la hora del desayuno el 2 de octubre de 1914, ¿qué hizo el presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract en la casa central, en Brooklyn?

      ERA viernes, el segundo día del mes de octubre del año 1914. Al comedor del personal de las oficinas centrales de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, en el 124 de la calle Columbia Heights, Brooklyn, Nueva York, E.U.A., entró el presidente de la Sociedad. Apenas eran las siete de la mañana. Antes de dirigirse a su asiento, a la cabecera de la mesa del comedor, se detuvo. Para atraer toda la atención de los miembros de la familia Betel que estaban sentados a las mesas del comedor, dio unas palmadas. Entonces, en un tono de voz positivo, hizo referencia a las palabras de apertura del verso 3 del cántico intitulado “Our King Is Marching On!” (¡Nuestro Rey marcha adelante!), que se encuentra en las páginas 162 y 163 del cancionero Hymns of Millennial Dawn (Himnos de la aurora del milenio), y dijo: “Los Tiempos de los Gentiles han terminado, pues sus reyes ya han tenido su día”. Entonces, tomó su asiento acostumbrado para presidir el programa religioso que la familia de Betel celebra todos los días a la hora del desayuno.

      2. ¿Cuánto tiempo antes había señalado el presidente a aquel año marcado, y hasta qué punto dentro del desarrollo del conflicto mundial se le permitió vivir?

      2 Ya en el año 1876, en un artículo que él sometió para que se publicara en The Bible Examiner (El escrutador de la Biblia), el presidente había señalado a 1914 como el año en que terminarían “los tiempos de los Gentiles”, lo cual tendría serias consecuencias para todo el mundo de la humanidad (Lucas 21:24, Versión Valera [1904]). Es sorprendente que, cuando el presidente anunció a la familia Betel de Brooklyn que los Tiempos de los Gentiles habían terminado, ya habían transcurrido 66 días de la primera guerra mundial de toda la historia humana. Para entonces, los participantes de aquel conflicto terrible ya habían hecho 14 declaraciones de guerra unos contra otros. Antes del fin de aquella atroz lucha por la dominación mundial y los mercados comerciales del mundo, 29 naciones e imperios se habían enredado en aquel conflicto inimaginable. El presidente de la Sociedad, quien dijo aquellas palabras apropiadas, murió antes de que su país de origen, los Estados Unidos de Norteamérica, se envolviera en la I Guerra Mundial, el 6 de abril de 1917, y llegara a ser aliado del Imperio Británico contra las potencias centrales de Europa.

      3. ¿Cómo había vuelto a recalcar el presidente el significado de 1914, y cómo podía sentirse cuando dijo: “Los Tiempos de los Gentiles han terminado”?

      3 El presidente de la Sociedad había vuelto a recalcar el significado vital de 1914 en las columnas de la revista Watchtower (La Atalaya, ahora en español) desde 1879 en adelante, y especialmente en el libro The Time Is at Hand (El tiempo ha llegado), publicado en 1889. Pero para el 2 de octubre de 1914 lo que él había observado tocante al curso de los asuntos mundiales durante aquel año memorable bastó para darle nueva confianza en la posición que había adoptado públicamente. Podía sentirse vindicado, al menos en este respecto, como cuidadoso y minucioso estudiante de la cronología, u horario, de la Biblia, en la que se profetiza acerca de los tiempos y sazones de Dios.

      4. Antes de su muerte, el presidente de la Sociedad había visto el comienzo de ¿qué cabalgar, y de qué podía llamarse esto apropiadamente una “señal”?

      4 Por lo tanto, antes de su inesperada muerte la noche del martes 31 de octubre de 1916, el presidente de la Sociedad había visto el comienzo del cabalgar de los cuatro jinetes del Apocalipsis desde el año en que los Tiempos de los Gentiles habían de terminar, según la cronología bíblica. El Apocalipsis, o la Revelación, es el último libro de las Escrituras Griegas Cristianas, a las que comúnmente se conoce como el Nuevo Testamento. El cabalgar de los cuatro jinetes tiene importancia mundial, pues es parte de una “señal” que indica dónde se halla la familia humana en la corriente del tiempo. Señala que estamos en lo que los discípulos de Jesús llamaron “la conclusión del sistema de cosas” (Mateo 24:3). El hecho de que es una “señal” se nos declara en el versículo de apertura de la Revelación, donde leemos: “Una revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que suceder dentro de poco. Y envió a su ángel y por medio de él la presentó en señales a su esclavo Juan”. (Revelación 1:1.)

      5. ¿Qué diferencia hay entre diferentes traducciones de la Biblia en cuanto a la manera como se presentaron los simbolismos de la Revelación, y, conforme a su introducción, de qué está llena la Revelación?

      5 El cabalgar de los cuatro jinetes se describe en Revelación 6:1-8. Es interesante notar que mientras la Traducción del Nuevo Mundo utiliza la expresión “la presentó en señales”, otras traducciones vierten esa expresión así: “La descubrió en símbolos” (Franquesa-Solé); “lo ha dado a conocer mediante signos” (Nuevo Testamento de Fuenterrabía); “la significó” (Versión Moderna); “lo significó” (J. M. González Ruiz). Conforme a esas palabras preliminares, el último libro de la Biblia, la Revelación, está sencillamente lleno de señales, simbolismos significativos de cosas muy importantes en la historia humana. Estas cosas habrían de suceder en el futuro, “dentro de poco”.

      Los cuatro caballos y sus jinetes

      6. ¿Para quiénes se ha reservado la posibilidad de participar en la felicidad que se predijo en Revelación 1:3, y cómo?

      6 No hay acontecimientos históricos que prueben que aquellas cosas se hayan realizado durante los 18 siglos que transcurrieron después de la muerte del apóstol Juan, cerca de 98 E.C., y por eso, ahora, fijamos nuestra atención en el actual siglo XX E.C. Al hacerlo, hallamos que los que vivimos en este excitante siglo tenemos reservada la posibilidad de participar en la felicidad a la que señaló el inspirado apóstol cuando escribió: “Feliz es el que lee en voz alta y los que oyen las palabras de esta profecía, y que observan las cosas escritas en ella; porque el tiempo señalado está cerca” (Revelación 1:3). Por nuestra felicidad, examinemos “la señal” de los cuatro caballos y sus jinetes. Leamos Revelación 6:1-8:

      7. ¿Qué apareció cuando el Cordero de Dios abrió el primer sello del rollo que tenía en la mano?

      7 “Y vi cuando el Cordero [Jesucristo] abrió uno de los siete sellos [del rollo que tenía en la mano], y oí a una de las cuatro criaturas vivientes decir con voz como de trueno: ‘¡Ven!’ Y vi, y, ¡miren! un caballo blanco; y el que iba sentado sobre él tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo y para completar su victoria.

      8. ¿Qué observó el apóstol Juan cuando se abrió el segundo sello del rollo?

      8 “Y cuando abrió el segundo sello, oí a la segunda criatura viviente decir: ‘¡Ven!’ Y salió otro, un caballo de color de fuego; y al que iba sentado sobre él se le concedió quitar de la tierra la paz para que se mataran atrozmente los unos a los otros; y le fue dada una gran espada.

      9. ¿Qué vio y oyó Juan cuando se abrió el tercer sello?

      9 “Y cuando abrió el tercer sello, oí a la tercera criatura viviente decir: ‘¡Ven!’ Y vi, y, ¡miren! un caballo negro; y el que iba sentado sobre él tenía en su mano una balanza. Y oí una voz como si fuera en medio de las cuatro criaturas vivientes decir: ‘Un litro de trigo por un denario, y tres litros de cebada por un denario; y no dañes el aceite de oliva ni el vino.’

      10. Cuando se abrió el cuarto sello, ¿qué observó y oyó Juan en la visión?

      10 “Y cuando abrió el cuarto sello, oí la voz de la cuarta criatura viviente decir: ‘¡Ven!’ Y vi, y, ¡miren! un caballo pálido; y el que iba sentado sobre él tenía el nombre Muerte. Y el Hades venía siguiéndolo de cerca. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con una espada larga y con escasez de alimento y con plaga mortífera y por las bestias salvajes de la tierra”.

      EL CABALLO BLANCO Y SU JINETE

      11-13. a) ¿Qué representa el caballo blanco, y a qué clase de persona representa su jinete? b) ¿A qué jinete, a quien se dirige el salmista, corresponde el jinete del caballo blanco, y, en Hebreos 1:8, 9, a quién aplica Pablo aquellas palabras proféticas?

      11 El caballo blanco significó una cabalgadura real, una llevadora de realeza, una portadora justa y pura, rápida en movimiento como un caballo literal. El jinete de este veloz medio de transporte significó un rey recién instalado, pues recibió una corona real. Era un rey guerrero, pues iba armado de un arco. Además, salió cabalgando y venciendo hasta al último enemigo de su Reino, para someterlo como conquista. ¡Habría de ser una victoria absoluta! Conforme a eso, recibió una espada larga, instrumento bélico de la realeza. ¿Quién, pues, ha desempeñado ese papel en nuestro siglo XX? Evidentemente el mismo Rey que cumple el Salmo 45, donde leemos:

      12 “Mi corazón se halla agitado debido a un asunto agradable. Estoy diciendo: ‘Mis obras son acerca de un rey.’ [...] Cíñete tu espada sobre tu muslo, oh poderoso, con tu dignidad y tu esplendor. Y en tu esplendor sigue adelante al buen éxito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad y la justicia, y tu diestra te instruirá en cosas inspiradoras de temor. Tus flechas son agudas —debajo de ti siguen cayendo pueblos— en el corazón de los enemigos del rey. Dios es tu trono hasta tiempo indefinido, aun para siempre; el cetro de tu gobernación real es un cetro de rectitud. Has amado la justicia y odias la iniquidad. Es por eso que Dios, tu Dios, te ha ungido con el aceite de alborozo más que a tus socios”. (Sl 45 Versículos 1-7.)

      13 En Hebreos 1:8, 9 el apóstol Pablo cita las palabras de Salmo 45:6, 7 y las aplica al Hijo de Dios, Jesucristo. Es un hecho ineludible, pues, que el jinete del caballo blanco que cabalga victoriosamente tiene que ser Jesucristo durante su coronación en el cielo, al final de los Tiempos de los Gentiles en 1914.

      14. a) ¿Cuándo y cómo entró Jesús cabalgando en Jerusalén, como si fuera hacia su coronación, y en cumplimiento de qué profecía? b) En dicha ocasión, ¿a qué ilustre antepasado imitó Jesús al cabalgar así?

      14 Recordamos la ocasión en que Jesucristo cabalgó como si fuera hacia su coronación en el templo de Jerusalén como el rey electo. En aquel momento no cabalgó sobre un fogoso caballo blanco. Cabalgó a horcajadas sobre un asno. Esto fue para cumplir la profecía de Zacarías 9:9, que dice: “Ponte muy gozosa, oh hija de Sión. Grita en triunfo, oh hija de Jerusalén. ¡Mira! Tu rey mismo viene a ti. Es justo, sí, salvado; humilde, y cabalga sobre un asno, aun sobre un animal plenamente desarrollado hijo de un asna”. Conforme a esta profecía, Jesús cabalgó sobre un animal manso cuando hizo su entrada culminante en Jerusalén el noveno día del mes judío de Nisán, 33 E.C., a fin de corresponder con el cordero de la Pascua que se introducía en las casas judías el 10 de Nisán y se mantenía allí hasta la celebración de la Pascua, el 14 de Nisán. Al cabalgar así Jesús imitó a su ilustre antepasado, Salomón, hijo de David. Cuando David renunció a su puesto de rey después de haberse sentado por 40 años sobre el trono del reino de Israel, hizo que Salomón cabalgara sobre una mula hacia su coronación. Entonces, después que el sumo sacerdote Sadoc lo ungió para suceder a David, la muchedumbre de israelitas que estaba presente rompió a gritar: “¡Viva el rey Salomón!”. (1 Reyes 1:33-40.)

      15. a) ¿Cómo respondió el pueblo cuando Jesús entró en Jerusalén cabalgando sobre un asno? b) ¿Qué clase de bienvenida le dio Jerusalén, y por qué?

      15 Ahora bien, ¿qué clase de recibimiento se daría a Jesús cuando, cuatro días antes de la Pascua, descendiera del monte de los Olivos cabalgando sobre un asno hacia la ciudad de coronaciones? Las multitudes que comenzaron a acompañarlo se contagiaron del espíritu de la ocasión debido al marco de circunstancias, y les pareció que él era el prometido rey mesiánico de Israel. Agitaron ramas de palma. Extendieron sus prendas exteriores de vestir para dejarlo cabalgar sobre ellas. “En cuanto a las muchedumbres, los que iban delante de él y los que seguían clamaban: ‘¡Salva, rogamos, al Hijo de David! ¡Bendito es el que viene en el nombre de Jehová! ¡Sálvalo, rogamos, en las supremas alturas!’” (Mateo 21:1-9.) Así fue como respondió el pueblo. Pero en cuanto a Jerusalén misma, ésta estaba bajo la influencia de los líderes religiosos judíos, que no se dejaron dirigir por el cumplimiento de la profecía ante sus ojos. Así que Jerusalén no le dio ninguna bienvenida real.

      16. ¿Cómo trataron a Jesús las autoridades del templo, en comparación con la manera como ellos trataban a los comerciantes?

      16 Cuando Jesús fue al templo, el sumo sacerdote Caifás no lo ungió para ser el rey mesiánico, independiente del Imperio Romano. Los sacerdotes permitían que los comerciantes usaran varias zonas del templo para llevar a cabo sus negocios lucrativos, pero Jesús desplegó las cualidades correctas de un sumo sacerdote al echarlos, y censuró a los que se opusieron, al decirles: “Está escrito: ‘Mi casa será llamada casa de oración,’ pero ustedes la hacen cueva de salteadores”. Judíos ciegos y cojos se acercaron a él en el templo, y él los sanó. Pero los principales sacerdotes y los escribas criticaron lo que se llevaba a cabo, y rehusaron aceptarlo como el “Hijo de David” e inaugurarlo como el legítimo gobernante del reino de Israel. Cuando Jesús los dejó atrás en el templo y salió hacia Betania, no emprendió su camino como rey recién instalado. (Mateo 21:1-17.)

      17. ¿Cómo mostró interés Poncio Pilato en la pretensión de Jesús al puesto de rey, y cómo dejó él a un lado los deseos de los principales sacerdotes respecto al puesto de Jesús como rey?

      17 Cuatro días más tarde, cuando Jesús estuvo de pie ante el gobernador romano Poncio Pilato, este gentil le preguntó si él era rey. Jesús contestó que su Reino no era parte de este mundo, al cual pertenecía Pilato. A instancias de los principales sacerdotes que habían dicho: “No tenemos más rey que César”, Pilato entregó a Jesús para que fuera fijado en un madero en el Calvario. Sin embargo, Pilato se mantuvo firme respecto a poner por encima de la cabeza de Jesús en el madero de tormento el letrero: “Jesús el nazareno el rey de los judíos”. (Juan 19:15, 19-22.)

      18. ¿En qué día significativo resucitó Jehová a su Hijo de entre los muertos, y qué palabras de despedida dirigió el resucitado Jesús a sus discípulos antes que ascendiera al cielo?

      18 Quedó en manos del Dios Todopoderoso, Jehová, resucitar a su martirizado Hijo como “el primogénito de los muertos” el 16 de Nisán, el mismísimo día en que los judíos presentaban las primicias de la cosecha de la cebada a Jehová en el templo (Revelación 1:5). Así el futuro Rey pudo manifestarse a sus fieles discípulos aquel mismo día. Varios días después, antes de ascender de vuelta al cielo, les dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo”. (Mateo 28:18, 19; Levítico 23:10-12; 1 Corintios 15:20.)

      Completando su victoria

      19. ¿Qué cuadro profético pudo cumplir así Jesús al debido tiempo, y qué clase de rey ha sido desde entonces?

      19 Así Jesucristo pudo cumplir el cuadro profético de hacer su cabalgar en el caballo blanco, cabalgando como rey coronado para completar la victoria sobre todos sus enemigos en el cielo y en la Tierra (Revelación 6:1, 2). Desde el fin de “los tiempos señalados de las naciones” en el año 1914 E.C., es un Rey guerrero, armado, por decirlo así, de un arco para atravesar a sus enemigos desde lejos. En realidad, a este Rey guerrero se dirigieron las palabras proféticas de Salmo 45:3-8:

      20. ¿Qué le dicen que haga las palabras que el salmista le dirigió?

      20 “Cíñete tu espada sobre tu muslo, oh poderoso, con tu dignidad y tu esplendor. Y en tu esplendor sigue adelante al buen éxito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad y la justicia, y tu diestra te instruirá en cosas inspiradoras de temor. Tus flechas son agudas —debajo de ti siguen cayendo pueblos— en el corazón de los enemigos del rey. Dios es tu trono hasta tiempo indefinido, aun para siempre; el cetro de tu gobernación real es un cetro de rectitud. Has amado la justicia y odias la iniquidad. Es por eso que Dios, tu Dios, te ha ungido con el aceite de alborozo más que a tus socios. Todas tus prendas de vestir son mirra y palo de áloe y casia; desde el magnífico palacio de marfil instrumentos de cuerda mismos te han regocijado”.

      21. a) ¿Por qué podemos estar seguros de que las palabras del salmista aplican al glorificado Jesucristo? b) ¿Cómo se recalca en Salmo 45:5 la precisión de su puntería contra sus enemigos?

      21 En Hebreos 1:8, 9 el apóstol Pablo cita las palabras de Salmo 45:3-8 y las aplica a Jesucristo, para llamar atención al puesto muy exaltado que ya ocupaba. Esto asegura que el “rey” a quien “los hijos de Coré” fueron inspirados a dirigirse fue el Rey Jesucristo, debidamente instalado. (Vea el sobrescrito del Salmo 45:enc.) Las flechas de su “arco” apuntarán al corazón de los adversarios de su Reino con mayor precisión que la de los antiguos partos, que eran arqueros expertos aun montados a caballo.

      22. a) ¿En qué otra parte de Revelación se describe al jinete del caballo blanco, y con qué nombre? b) ¿Qué visión tenemos la bendición de ver, y cómo respondemos a ella?

      22 El jinete del caballo blanco que se describe en Revelación 6:2 resulta ser el mismo jinete del caballo blanco que se pinta en Revelación 19:11-16. En esta última referencia se le llama por nombre “la Palabra de Dios”, y en su muslo lleva el título “Rey de reyes y Señor de señores”. Ahí se le describe como si estuviera en el grandioso punto culminante del ataque que lanza contra sus adversarios, cuando lleva su cabalgar a la victoria final en “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, en el campo de batalla de Har–Magedón, o montaña de Megido (Revelación 16:14-16; 19:17-21). Luego, invisible a los ojos humanos, acontece el atar a Satanás el Diablo y sus demonios para confinarlos por mil años en un abismo (Revelación 20:1-3). ¡Benditos son nuestros ojos al poder ver por fe el cabalgar del Rey coronado sobre el “caballo blanco” desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914! Emocionados hasta lo más profundo de nuestro ser por las victorias que él ha logrado hasta ahora, clamamos: ‘¡Sigue adelante, jinete real sobre el caballo blanco, hacia tu incomparable victoria en Har–Magedón, para la vindicación de la soberanía universal de Jehová Dios, el Dador de esta “señal” profética!’.

      ¿Cómo contestaría usted lo siguiente:

      ◻ ¿Cuándo comenzaron a cabalgar los jinetes?

      ◻ ¿Qué expectativa se cumplió entonces?

      ◻ ¿Qué cabalgar preliminar hizo el primer jinete, y cómo fue recibido?

      ◻ ¿Cómo indican Revelación 6:1, 2; 19:11-16 y Salmo 45:3-8 el propósito del último cabalgar de este jinete?

  • La obra gloriosa tras el cabalgar de los jinetes
    La Atalaya 1983 | 1 de septiembre
    • La obra gloriosa tras el cabalgar de los jinetes

      1. ¿Qué prueba hay de que los Tiempos de los Gentiles, durante los cuales se pisoteó lo que la ciudad de Jerusalén representaba, terminaron en 1914?

      EL “REY de reyes y Señor de señores”, Jesucristo, está presente (Revelación 19:11, 16). Tenemos “la señal” de esto. Desde que terminaron “los tiempos de los gentiles” en el año 1914, hace 69 años, él ha estado presente en el Reino que Dios le ha dado (Lucas 21:24, Versión Valera, 1977). Entonces dejó de ser pisoteado el Reino de Jehová Dios, que en un tiempo fue representado por el reino de Israel en Jerusalén, en la línea real del rey David. En el Oriente Medio, no hay ningún rey de la familia de David en la ciudad de Jerusalén, sino que ésta tiene un primer ministro judío y es la ciudad capital de la República de Israel. Pero ¿qué hay de la “Jerusalén celestial” (Hebreos 12:22)? Es allá arriba, en la esfera sobrehumana y sobregentil, donde “el Hijo de David”, Jesucristo, reina como “Rey de reyes y Señor de señores” desde que se terminaron los Tiempos de los Gentiles en 1914. A las naciones gentiles aquí en la Tierra les es posible oponerse al Reino y a los proclamadores de éste, pero no pueden tocar al Reino. No pueden dominarlo, como en un tiempo lo hicieron las últimas cinco potencias mundiales de la historia del mundo, a saber, Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma y la potencia mundial anglo-americana compuesta de Gran Bretaña y los Estados Unidos. (Revelación 21:1, 2.)

      2. En respuesta a la pregunta respecto a cuál sería la señal de su presencia y de la conclusión del sistema de cosas, ¿qué dijo Jesús que corresponde con la visión de Revelación 6:1-8?

      2 La visión que recibió el apóstol Juan, según se presenta en Revelación 6:1-8, muestra de manera profética lo que había de suceder cuando empezara a cabalgar el “Rey de reyes y Señor de señores” en el simbólico caballo blanco hacia el conflicto decisivo que había de efectuarse en el campo de batalla de Har–Magedón. Lo que se mostró en aquella visión corresponde con lo que Jesucristo mismo dijo a sus discípulos en respuesta a la pregunta que ellos le hicieron: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia [parousía, en griego] y de la conclusión del sistema de cosas?” (Mateo 24:3). Respecto a “los dolores de aflicción” que caracterizarían “la señal” de su presencia o parousía, y de “la conclusión del sistema de cosas”, Jesús dijo: “Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino [en guerra], habrá terremotos en un lugar tras otro, habrá escaseces de alimento. Estos son principio de dolores de aflicción [que señalan el nacimiento de un nuevo sistema de cosas]” (Marcos 13:8). “Entonces siguió diciéndoles: ‘Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento; y habrá escenas espantosas y del cielo grandes señales’.” (Lucas 21:10, 11; Mateo 24:7, 8.)

      EL CABALLO DE COLOR DE FUEGO

      3. ¿Qué había de marcar el principio de la presencia de Cristo y, por lo tanto, qué se ve en la visión cuando se abre el segundo sello?

      3 Por lo tanto, el principio de la “presencia” o parousía de Cristo, desde que terminaron los Tiempos de los Gentiles en 1914, no había de ser caracterizado por condiciones pacíficas ni en el cielo ni en la Tierra. La visión que recibió Juan y que se encuentra registrada en el capítulo 6 de Revelación confirma este hecho. ¿Qué, entonces, se nos revelaría cuando se abriera el segundo sello? Junto con el apóstol Juan, observamos: “Y cuando abrió el segundo sello, oí a la segunda criatura viviente decir: ‘¡Ven!’ Y salió otro, un caballo de color de fuego; y al que iba sentado sobre él se le concedió quitar de la tierra la paz para que se mataran atrozmente los unos a los otros; y le fue dada una gran espada”. (Revelación 6:3, 4.)

      4. ¿Qué mostró ese cuadro, y por qué?

      4 ¿Qué significaba aquel cuadro? Nada menos que lo siguiente: que estallaría guerra, y esto en escala mundial, pues el que estaba sentado sobre el caballo de color de fuego habría de “quitar de la tierra la paz”.

      5. ¿Significa esto que el jinete del caballo blanco fue responsable de que estallara guerra en escala mundial? Y, según Revelación 12, ¿qué seguiría al principio de su reinado?

      5 Puesto que el caballo de color de fuego y su jinete de inclinación bélica siguieron al que iba montado en el caballo blanco, ¿hemos de entender que el primer jinete empezó la I Guerra Mundial después de ser coronado en 1914 y así comenzó a usar su “arco”? ¡De ninguna manera! El capítulo 12 de Revelación representa lo que había de seguir al nacimiento del Reino del primer jinete en 1914: una guerra sobrehumana invisible. “Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron pero éste no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Y oí una voz fuerte en el cielo decir: ‘¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios! [...] A causa de esto ¡alégrense, cielos y los que residen en ellos! Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo’”. (Rev 12 Versículos 7-12.)

      6. Por consiguiente, ¿qué simbolizan los varios rasgos relacionados con el segundo jinete?

      6 Este relato indica claramente que el Diablo y sus demonios fueron los culpables de la primera guerra mundial, que comenzó el 28 de julio de 1914 y costó la vida a más de 8.000.000 de personas. El jinete del segundo caballo simbólico prefiguraba las huestes militares del mundo, del cual Satanás el Diablo es “el dios”; y el caballo de color de fuego correspondía a la furia ardiente y a la naturaleza de aquella guerra y su secuela, la II Guerra Mundial. A este jinete militarista se le dio la “gran espada” de un soldado de caballería para que cortara a sus víctimas. La grandeza de esta arma de guerra también indicaba la grandeza del tipo de guerra que se había instituido entonces por toda la tierra, guerra total, guerra en escala mundial. ¡Nunca antes había habido cosa parecida! ¡En las bibliotecas hay libros de historia que nos dan los detalles acerca de la I y la II Guerra Mundial! Verdaderamente estalló guerra de proporciones mundiales al terminar los Tiempos de los Gentiles en 1914. (Lucas 21:24.)

      7. En correspondencia con Revelación 6:1-8, ¿qué empezó a ocurrir en 1914 que corresponde con lo que Jesús dijo a sus discípulos respecto a la señal de su presencia?

      7 El que dio las señales del capítulo 6 de Revelación al apóstol Juan fue el mismo que, allá en 33 E.C., dio cierta información a los apóstoles, entre quienes figuraba Juan, en respuesta a la siguiente pregunta que ellos le hicieron: “¿Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. El hecho de que el orden de los sucesos que él enumeró entonces, poco antes de morir, corresponde con el orden de los sucesos que él describe en el capítulo 6 de Revelación indica que lo que se ve en la visión del capítulo 6 muestra que el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 y el estallido de la guerra en escala mundial marcaron el principio de su “presencia” en su Reino celestial y el principio de “la conclusión del sistema de cosas”. Como Jesús predijo en Mateo 24:7, 8 y Lucas 21:11, nación sí se levantó contra nación y reino contra reino para marcar el principio de su “presencia” invisible o el hecho de que estaba dirigiendo su atención a los asuntos de la Tierra, ahora que ésta había llegado a ser el territorio de su Reino recién establecido. Pero ¿qué hay de las “escaseces de alimento” y “en un lugar tras otro pestilencias”? Estos acontecimientos también fueron prefigurados por el cabalgar de los cuatro jinetes que se describen en Revelación 6:1-8.

      EL CABALLO NEGRO

      8. ¿Cuáles fueron los rasgos de la visión que se vio después que se abrió el tercer sello?

      8 Después del cabalgar del jinete que va sobre el caballo de color de fuego, ¿qué se nos presenta en la visión? “Y cuando abrió el tercer sello, oí a la tercera criatura viviente decir: ‘¡Ven!’ Y vi, y, ¡miren! un

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