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  • Venciendo la persecución roja hoy en día
    La Atalaya 1955 | 15 de abril
    • están venciendo la persecución en Rusia. En 1946 había 6,000 testigos en Rusia; en 1949 había 10,000. ¿Cómo llegaron a estar allí? Algunos llegaron a ser testigos por haber recibido testimonio mientras servían con el ejército ruso en Alemania, otros porque se encontraron con los testigos de Jehová en las cárceles y campos de concentración en Alemania. La mayor parte de ellos, sin embargo, llegó a estar en Rusia a causa de que Rusia se apoderó de los Estados Bálticos y partes de Polonia, Hungría, Rumania y Checoeslovaquia.

      Sin embargo, debido a la eficacia de la Cortina de Hierro, no se podía saber hasta qué grado vencían la persecución, así que año tras año desde ese entonces los testigos de Jehová en otras partes del mundo buscaron en vano informes acerca del testimonio en Rusia en su Yearbook anual (Anuario). En 1951 el presidente de la Sociedad Watch Tówer se encontró con un señor de la radio en Viena, Austria, que había estado preso en Rusia y que había conocido a muchos testigos de Jehová mientras estaba encarcelado. En diciembre de 1953 un testigo de Jehová que había sido enviado a un campamento de prisión ruso en 1948 por haber testificado a dos soldados rusos, consiguió su libertad por causa de enfermedad, teniendo más de sesenta años. Narró cómo había testificado a los rusos mientras estaba allí en el campamento y de haberse encontrado con unos testigos que se alegraron al conocerle.

      Luego, en febrero de 1954, varios artículos se publicaron en The Observer de Londres, Inglaterra, en los cuales se trató de las condiciones en los campamentos de trabajo rusos, artículos escritos por una periodista alemana, Frau Brigette Gerland, quien recientemente había conseguido su libertad de uno de ellos. Ella había sido detenida en 1946 en Alemania Oriental y sentenciada a siete años de trabajo forzado en los campamentos de prisión rusos. Por fin se le envió a Vorkuta, la capital de la Rusia del Ártico, donde hay medio millón de prisioneros más o menos.

      Ella dió un informe espléndido acerca de los prisioneros en Vorkuta. Entre los que describió estaban “los creyentes, que, rehusando trabajar por el estado por motivos de conciencia, habían conseguido, después de años de lucha amarga, que la administración del campamento respetara sus puntos de vista basados en la conciencia y los empleara solamente en trabajo de beneficio para sus compañeros prisioneros. El triunfo de éstos probó que la resistencia era posible dentro del campamento.”

      Ella hizo mención especial de una mujer creyente, una técnica entrenada que en un tiempo había sido miembro del movimiento de la Juventud Comunista pero que no estuvo satisfecha. Hallando un “Nuevo Testamento” accidentalmente, se convirtió al cristianismo. En su trabajo en una fábrica se encontró con una joven que creía en el evangelio y que la presentó a otros que creían las mismas cosas. Las dos jóvenes abandonaron su trabajo y se trasladaron a Asia Central, Siberia, donde trabajaron en un hospital y predicaron la Biblia. La policía secreta llegó a saber de su actividad y las sentenció a quince años de trabajo forzado por agitación religiosa. Respecto a ellas Frau Gerland dice: “La historia de su conversión [actividad predicadora] y detención es típica del destino de centenares que yo conocí y de miles más, y es la historia de un movimiento que sigue existiendo fuera de los campamentos.”

      Respondiendo a una pregunta concerniente a los testigos de Jehová en Rusia, Frau Gerland dijo: “Me encontré con muchos de ellos en los campos del Ártico. La mayoría de ellos habían sido ucranios occidentales [anteriormente polacos] o personas de los Estados Bálticos, pero también había entre ellos rusos y personas de otros pueblos soviéticos, aun tártaros y armenios. Creo que solamente en el distrito del campamento de Vorkuta habría más de dos mil, tal vez aun tres mil. Han sido personas muy bondadosas y serviciales y todos los prisioneros les tenían cariño. Los administradores de los campamentos no les molestaban a causa de sus creencias.”

      Este registro de cómo los testigos de Jehová vencen la persecución en Rusia nos hace recordar la confianza que se expresó respecto a ellos en el Yearbook (Anuario) de 1950, que, “sin importar dónde estén, continúan predicando las buenas nuevas. Los testigos de Jehová en todas partes ofrecerán súplicas a Jehová a fin de que él bendiga, guíe y dirija a estos fieles hermanos para que ellos también tengan parte en la vindicación del nombre de Jehová por medio de mantener su integridad a pesar de las circunstancias angustiosas en que se hallan. La fe excepcional de ellos les sirve de estímulo e inspiración a todos los testigos de Jehová, porque continúan fielmente en el servicio de Jehová.”

      Y, ¿qué se requiere para poder vencer dicha persecución hoy en día? Ante todo, conocimiento. Sin conocimiento de Jehová y sus atributos, propósitos y voluntad para ellos y de por qué él permite que sufran no podrían haber resistido el terror rojo. Y ese conocimiento tiene que resultar en una fe viva, porque uno ‘puede tener fortaleza para todas las cosas’ si tiene fe, porque todo es “según su fe.” Y también se requiere esperanza, porque la esperanza es para el cristiano lo que el ancla es para el barco y el yelmo para el soldado, a saber, una protección en tiempo de peligro.—Fili. 4:13; Mat. 9:29; Heb. 6:19; Efe. 6:17, NM.

      Para vencer la persecución también se requiere el espíritu santo de Jehová, porque la persecución no puede vencerse por la fuerza o poder humanos. (Zac. 4:6) Y, sobre todo, se requiere amor, porque sin amor no somos nada. Además, “no hay temor en el amor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor.” (1 Juan 4:18, NM) Sí, los cristianos verdaderos pueden vencer la persecución y lo hacen, como lo demuestran los testigos de Jehová por todo el mundo.

  • Heno para el buitre
    La Atalaya 1955 | 15 de abril
    • Heno para el buitre

      Tan recientemente como en el siglo diecinueve se afirmaba como regla general que a las aves de rapiña se les había dotado de un olfato muy fino y por eso podían descubrir su alimento desde lejos. Pero los experimentos que ha hecho Audubon muestran todo lo contrario. En una ocasión él consiguió un cuero de venado. Lo llenó de heno y lo colocó en medio de un campo, poniéndolo de tal modo que pareciera un animal muerto. Después de unos cuantos minutos hizo su aparición un buitre hambriento. Sin sospechar, el ave se puso a atacar al “cadáver,” como de costumbre, en los puntos más vulnerables. Dado que esto no dió resultado, el buitre, haciendo gran esfuerzo, desbarató las costuras, sinceramente resuelto a llegar a la “carne” suculenta. Al descubrir que sus esfuerzos no dieron otro resultado que el de extraer grandes cantidades de heno, el buitre enfadado abandonó su tarea con cierto desgano y emprendió su vuelo a algún otro lugar en busca de alimento. Y así Audubon probó que no es por olfato sino por vista que el buitre caza.

      Pero los lectores de la Biblia, sin saber de los experimentos de Audubon o cualesquier otros, siempre han conocido la verdad del asunto. Pues en Job 39:27-29 (UTA) dice: “¿Vuela en alto el buitre por mandato tuyo, cuando coloca su nido en lo elevado? Ocupa el peñasco y hace su habitación sobre el pico del peñasco y el refugio rocalloso. Desde allí busca alimento; sus ojos ven allá lejos.” La traducción cuidadosa literal del versículo 29 por Rótherham lee: “Busca alimento, muy lejos penetran sus ojos.”

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