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Sondas a otros planetas¡Despertad! 1973 | 22 de agosto
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de invernadero” que impide que el calor se escape de noche. ¿Cuál es la temperatura de este calor, y, en vista de eso, podría existir vida en Venus?
Las señales de la astronave Venera 8 transmitieron señales que indicaron una temperatura superficial en Venus de 470 grados C. . . . ¡más de 120 grados centígrados sobre el punto de fusión del plomo! No es de sorprender que el tomo del Science Year para 1972 informara: “Las señales confirmaron indicaciones previas de que ninguna criatura humana podría sobrevivir en Venus debido a las elevadas temperaturas y a las aplastantes presiones atmosféricas.”
Actualmente hay una astronave con rumbo a Júpiter, el mayor de los nueve planetas en nuestro sistema solar. Es la astronave Pioneer 10, lanzada desde el Cabo Kennedy el 2 de marzo de 1972. Pioneer 10 no está programado para llegar a la vecindad de Júpiter sino hasta diciembre de 1973, puesto que es un viaje de 997 millones de kilómetros. Se planean más sondas a Júpiter. Dice un informe noticioso: “La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio ha hecho planes para buscar vida en el planeta con una astronave programada para pasar por él en 1979.”
Lo que hasta ahora se ha aprendido de los planetas en las aventuras espaciales es, principalmente, que no son apropiados para ser habitados por humanos, ni se ha encontrado en ellos ninguna vida. Pero los evolucionistas continúan la búsqueda de vida en el espacio sideral.
¿Hay información autoritativa acerca de la vida en el espacio sideral? ¿Podemos saber con seguridad si hay vida más allá de la Tierra?
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¿Hay vida más allá de la Tierra?¡Despertad! 1973 | 22 de agosto
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¿Hay vida más allá de la Tierra?
HASTA ahora las hazañas espaciales no han detectado ninguna señal de vida en ninguno de los planetas de nuestro sistema solar. Además, se ha hallado que no hay sistemas sustentadores de vida en el espacio sideral. Sin embargo los científicos evolucionistas creen que, en alguna parte, hay planetas rebosando con personas inteligentes. ¿Es ése un punto de vista razonable?
Entre los mismos evolucionistas, no todos creen que la vida humana haya podido evolucionar en otros planetas. Carl Sagan, astrónomo de la Universidad de Cornell, un vocero de los evolucionistas que buscan vida extraterrestre reconoce lo siguiente:
“Si volviéramos a comenzar la Tierra, aun con las mismas condiciones físicas, y simplemente dejáramos que los factores operaran al azar, nunca obtendríamos nada que ni remotamente se pareciera a seres humanos. Sencillamente hay demasiados accidentes en nuestro pasado evolucionario para que surjan cosas que se parezcan a seres humanos en ninguna otra parte.”—“Time,” del 13 de diciembre de 1971, pág. 55.
Si ‘nunca podría volver a suceder en la Tierra,’ ¿cómo entonces pueden los evolucionistas realmente esperar que la vida inteligente evolucione en otros planetas, que son mucho menos hospitalarios?
¿No es posible que las cosas sean como lo dijo un redactor de la revista Sciencea aun antes que el primer cohete hubiera ido a la vecindad de Marte: “Al buscar vida en Marte quizás nos hagamos la reputación de ser los papanatas más grandes de todos los tiempos”?
Bueno, hasta este día, después de muchas sondas a Marte y miles de fotografías de él, no hay ni la más remota partícula de prueba de que exista vida en Marte o en otros planetas del sistema solar o en cualquier otro planeta del universo.
El cristiano en particular sabe que ni un millón de aterrizajes en Marte, Venus, Júpiter, Saturno o ninguno de los planetas y sus lunas revelará la evolución de la vida. Tanto la vida como las intrincadamente diseñadas criaturas vivas provienen del Creador, como él nos dice claramente en su Palabra la Biblia. El gastar dinero con el principal objetivo declarado de verificar el mito de la evolución ciertamente es una necedad. (Pro. 1:7; 9:10) ¡Cuánto mejor sería gastar el dinero, no en tratar de verificar una teoría científica errónea acerca del origen de la vida, sino en la vida que ya existe aquí en este planeta sin igual!
El hombre hecho para la Tierra
Solamente de nuestra Tierra declara la Santa Biblia que Dios “la formó aun para ser habitada.” (Isa. 45:18) Y hace mucho tiempo la Palabra de Dios declaró que los cielos pertenecen al Creador, “pero la tierra se la ha dado a los hijos de los hombres.” (Sal. 115:15, 16) Por lo tanto, la Biblia muestra que la Tierra es singular entre los planetas. ¡Y qué maravilloso hogar en el espacio es la Tierra para el hombre! El astronauta Frank Borman dijo:
“Cuando uno mira a nuestra Tierra desde una distancia de 386.000 kilómetros, especialmente sobre un horizonte que ha sido bombardeado durante eones, uno ve que nuestro planeta es la única cosa en el universo que tiene color. Uno no sabe si el azul es agua o si el azul es tierra ... Compartimos un planeta muy hermoso.... lo que es abrumadoramente asombroso es el porqué no podemos apreciar lo que tenemos.”
Un hogar tan hermoso en el espacio como el que tiene el hombre no llegó a existir por casualidad o accidente. Tal como la Luna no pudo quedar en órbita alrededor de la Tierra por accidente, la Tierra no pudo quedar en su órbita alrededor del Sol por casualidad. Precisamente antes del lanzamiento de la misión lunar Apolo 17, el astronauta Eugene Cernan, en su segundo vuelo a la vecindad de la Luna, dijo:
“Cuando uno mira la Tierra desde la Luna y ve toda su perfección, su belleza y lógica, uno sabe que no sucedió por accidente. Se mueve con belleza y uno tiene la sensación de que está mirando a nuestra Tierra como Dios, quienquiera que ese Dios pueda ser, se la representó mentalmente cuando la creó. Estoy ansioso de regresar y volver a tener esa sensación.”—“Times” de Nueva York, del 8 de diciembre de 1972.
Ese Dios que creó la Tierra no es un Dios sin nombre, sino, como él dice en
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