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  • ¿Es evidencia de adoración verdadera el hablar en lenguas?
    La Atalaya 1964 | 15 de enero
    • Respecto a lo transitorio de los dones milagrosos la Cyclopædia, de M’Clintock y Strong, tomo 10, página 484, dice: “Así se ve que los dones milagrosos de los primeros días que se otorgaron a la Iglesia para un propósito definido fueron retirados de los hombres gradual pero rápidamente cuando los apóstoles y los que habían aprendido acerca de Cristo de los labios de ellos se habían dormido.” Las Escrituras manifiestan que “mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el espíritu.” Por lo tanto, cuando murieron los apóstoles, y cuando desaparecieron de la escena terrestre los que habían recibido los dones milagrosos por medio de ellos, los dones sobrenaturales del espíritu, incluyendo el hablar en lenguas, cesaron.—Hech. 8:18.

      LENGUAS, EL DON MENOR

      Pero puesto que los dones espirituales estaban todavía presentes en aquel tiempo, Pablo siguió, en el capítulo catorce de su carta, animando a los corintios a esforzarse por obtenerlos. Pero, ¿cuál en particular? No lenguas, sino “preferiblemente que profeticen.” Esto lograría más para edificar a otros. Porque Pablo explicó: “El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la congregación.” Entonces preguntó: “Si yo fuera a ustedes hablándoles en lenguas, ¿de qué les serviría?” Sí ¿cómo ayudaría a otros si no entendieran lo que él estuviera diciendo? De modo que Pablo dijo: “En la congregación prefiero hablar cinco palabras con mi mente, para también instruir a otros verbalmente, que diez mil palabras en una lengua.”—1 Cor. 14:1-19.

      Los corintios necesitaban que se les recordara el propósito del don de lenguas. De modo que Pablo escribió: “Las lenguas son para una señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos.” Note que Pablo no asocia con los incrédulos la cesación de lenguas, sino que, más bien, él explica que las lenguas deberían servir como una señal a los incrédulos, así como lo hicieron en el Pentecostés. En aquella ocasión personas de habla extranjera fueron atraídas al cristianismo como resultado de oír la Palabra de Dios explicada a ellas en sus propias lenguas. De manera que los corintios deberían recordar que las lenguas no fueron dadas para instruir a creyentes dentro de la congregación, sino “para una señal” a los incrédulos que asistieran a una reunión de los creyentes.—1 Cor. 14:21-26.

      En cuanto al uso de lenguas en la congregación, Pablo aconsejó: “Si alguno habla en una lengua, limítese esto a dos o tres a lo más, y por turnos; y que alguien traduzca. Pero si no hay traductor, que guarde silencio.” Tal consejo sirvió para controlar el uso de lenguas en la congregación. Las relegaba a su lugar apropiado.—1 Cor. 14:24-28.

      ¿LAS INSTRUCCIONES DE JESÚS?

      ¿Indica lo susodicho, que incluye todo el registro bíblico concerniente a lenguas, que los cristianos hablarían en lenguas hoy? No, porque las lenguas y los otros dones milagrosos sirvieron de credenciales para la nueva organización cristiana de Dios durante su infancia. Pero después de servir este propósito honorable estos dones milagrosos cesaron.

      ‘Pero aguarde,’ puede que advierta alguien. ‘Ustedes pasaron por alto el pasaje bíblico principal acerca del tema, las instrucciones de Jesús mismo en Marcos 16:17, 18: “Estas señales acompañarán a los que creen: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas, y con las manos tomarán serpientes, y si beben algo mortífero no les hará ningún daño.” Ven ustedes, eso prueba que los cristianos de hoy hablarían en lenguas.’

      Pero, ¿prueba eso? A la persona que deliberadamente manejara serpientes venenosas o bebiera una poción mortífera sería considerada o muy insensata o demente, aun por un pentecostés. Sin embargo, eso es lo que esas palabras dicen que los cristianos harían.

      La realidad de las cosas es que los eruditos bíblicos concuerdan en que los últimos doce versículos que se presentan en el libro de Marcos, que hablan acerca de lenguas y de no ser herido por serpientes, no fueron escritos por Marcos sino agregados por otro. Tregelles, célebre erudito bíblico del siglo diecinueve, declara: “Eusebio, Gregorio Niceno, Víctor de Antioquía, Severo de Antioquía, Jerónimo, así como otros escritores, especialmente griegos, testifican que estos versículos no fueron escritos por San Marcos, ni se hallan en las mejores copias.” Pero aun si estas palabras fueran parte de los escritos inspirados de Marcos (aunque el grueso de la evidencia muestra que no lo son) no hay nada en ellos contrario a la evidencia bíblica de que las lenguas cesarían después de la muerte de los apóstoles.

      ¿EVIDENCIA DE ADORACIÓN VERDADERA HOY?

      Aunque el apóstol Pablo mostró que el don de lenguas había de cesar de la congregación cristiana, él indicó que el amor era la característica distintiva permanente de los cristianos verdaderos. Jesús también lo hizo, cuando dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:35; 1 Cor. 13:8,13.

      El amor es el fruto principal del espíritu santo de Dios; los otros son “gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.” Estas cualidades, junto con la fiel obediencia al mandato de Dios de predicar “estas buenas nuevas del reino,” son la cosa que identifica a uno como teniendo el espíritu santo hoy día, y no el don de lenguas.—Gál. 5:22, 23; Mat. 24:14.

      ¿Qué es, entonces, lo que en ocasiones lanza de sus sillas a los adoradores y les hace gritar en diferentes lenguas? Puesto que las Escrituras muestran claramente que no es el espíritu de Dios; si no es el resultado de emocionalismo o desequilibrio mental, entonces es un caso de la operación de Satanás y sus demonios. El apóstol Pablo advirtió que ‘Satanás se transformaría en ángel de luz’ y que engañaría a muchos por medio de “señales y portentos mentirosos y con todo engaño injusto.”—2 Cor. 11:14; 2 Tes. 2:9, 10.

      Los que buscan estos dones milagrosos que Dios ya no otorga a su pueblo se prestan para tal engaño de parte de Satanás, y a menudo los efectos son embarazosos. Aparte de los arrobamientos convulsivos y gritería emocional, D. A. Hayes en su libro The Gift of Tongues describió un incidente parecido a los informados por otros. “En Los Ángeles hace poco tiempo,” escribió él, “una mujer tenía el don de lenguas, y un chino de buena reputación que la oyó dijo que ella estaba hablando en su dialecto chino. Cuando se le pidió que interpretara lo que ella dijo, él se negó a hacerlo, diciendo que el lenguaje era de lo más vil.”

      Tal obscenidad es característica de la obra de los demonios. No, el llamado ‘hablar en lenguas’ de hoy en día no es una evidencia de adoración verdadera. Empero, más bien, Jesús dijo que a sus discípulos se les conocería por el amor que habría entre ellos.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1964 | 15 de enero
    • Preguntas de los lectores

      ●¿Cómo se pueden armonizar los relatos de la muerte del rey Ocozías de Judá según aparecen en 2 Reyes 9:27 y 2 Crónicas 22:8, 9?—C. S., EE. UU.

      El relato en 2 Reyes 9:27 dice: “Ocozías el rey de Judá mismo lo vio y se dio a la fuga camino de la casa del jardín. (Más tarde Jehú lo persiguió y dijo: ‘¡A él también! ¡Hiéranlo!’ De manera que lo hirieron mientras estaba en su carro en camino arriba a Gur, que está cerca de Jiblean. Y él continuó su huida hasta Megido y llegó a morir allí.)” En cuanto al relato de 2 Crónicas 22:8, 9, éste dice: “Sucedió que tan pronto como Jehú había entrado en controversia con la casa de Acab, llegó a encontrar a los príncipes de Judá y los hijos

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