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La tensión... una epidemia moderna¡Despertad! 1981 | 8 de abril
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La tensión... una epidemia moderna
¿SE LE ha infectado?
Sería sorprendente que no fuera así, pues es una epidemia mundial. El famoso cirujano cardíaco Dr. Denton A. Cooley ha dicho que el problema “afecta a todo hombre y mujer del siglo veinte.”
Pero esta “infección” no es una que se pueda combatir con antibióticos ni se pueda extirpar en una mesa de operaciones. Y las píldoras no ofrecen el remedio.
Se ha comparado la tensión a un virus peligroso que ha infectado al hombre moderno. Usted probablemente haya notado los síntomas de la tensión, o hasta los haya sentido usted mismo... El nudo de tensión en su estómago. Los violentos dolores de cabeza causados por las presiones de la vida. La sensación de que ‘va a estallar,’ y de que ‘no puede aguantarlo más.’ El agotamiento constante.
La revista de noticias sudafricana “To The Point” declaró lo siguiente: ‘Desde la mitad del siglo catorce la peste se extendió por toda Europa y mató a la cuarta parte de la población. Pero en la actualidad, seis siglos después, Europa y los países de Occidente se encaran a una epidemia menos dramática, pero igualmente devastadora y más insidiosa. La enfermedad actual tiene muchas manifestaciones, pero todas tienen sus raíces en un solo veneno: la tensión. La tensión, que ha sido clasificada como el “Asesino del Siglo Veinte,” surge principalmente como consecuencia de las demandas sicológicas de la vida.’
Una epidemia asesina
Pero, ¿es la tensión realmente tan seria como para que se le llame un “asesino”? Además, ¿debería usted preocuparse personalmente por ella, para su propio bienestar y el de su familia? ¡SÍ!
Los investigadores están descubriendo que la epidemia moderna de la tensión es factor contribuyente o causante de muchas enfermedades y muertes. El mismo informe de “To The Point” pasó a decir: “Los males físicos que [la tensión] genera contribuyen actualmente al gran número de casos de hospitalización y de muertes que hay cada año... por lo menos decenas de millones de casos.”
Recientemente la publicación “The Wall Street Journal” publicó un artículo de primera plana intitulado: “Las investigaciones indican que la tensión está ligada a las enfermedades físicas.” El informe decía en parte “que la tensión severa o prolongada puede hacer al cuerpo más susceptible a enfermedades que varían desde erupciones en la piel y el resfriado común hasta ataques al corazón y cáncer.”
Es verdad que quizás nos parezca que unas cuantas ronchas o unos cuantos resfriados no son tan graves. Sin embargo, todos podemos darnos cuenta de lo grave que es algo que pudiera ocasionarnos ataques al corazón o cáncer. Si estas terribles enfermedades no nos han alcanzado, es probable que conozcamos a personas que sí han sido alcanzadas por ellas.
Algunas personas quizás piensen que la epidemia de la tensión y el daño que la acompaña afectan solo a adultos en ciertos empleos en que se experimenta mucha presión. Pero si así fuera, ¿por qué diría el Dr. Cooley que nos afecta a todos? No; actualmente la tensión aflige tanto a jóvenes como a viejos, incluso a muchas personas de las cuales tal vez no nos imaginaríamos tal cosa.
En el artículo “La tensión transmite a niños enfermedades de adultos,” el “Daily Yomiuri” del Japón informó que la tensión está haciendo que muchos jóvenes sean víctimas de úlceras, enfermedades del corazón, diabetes, obesidad y agotamiento.
Además, muchos adultos que tienen que tratar con los jóvenes de hoy día están sufriendo los malos efectos de la tensión. En Ontario, Canadá, un estudio que se llevó a cabo reveló “que los maestros de escuela mueren cuatro años antes que los miembros de otras profesiones y que la tensión es uno de los factores que contribuye a ello.” A muchas madres se les hace fácil creer eso. A menudo, madres de la actualidad que tan solo tienen uno o dos hijos están bajo tanta tensión que se sienten completamente agotadas constantemente.
Los niños también entran en el cuadro de otra manera. Después de muchos años de investigación en Europa y el Canadá, el Dr. Dennis Stott llegó a la siguiente conclusión: “Las tensiones que tienen las mujeres embarazadas —particularmente las tensiones que se deben a un matrimonio infeliz— están contribuyendo a muchos casos de daño físico, mental y emocional al niño que se encuentra en la matriz.”—Star, de Toronto.
Aun si usted está al tanto de las tensiones de la actualidad —y le parece que esta epidemia ha afectado a usted y ha afectado a sus amados— ¿podría usted explicar exactamente lo que es la “tensión”? ¿Qué efecto tiene en su cuerpo? Y, algo que probablemente le sea de mayor interés e importancia, ¿qué puede hacer usted desde un punto de vista práctico para enfrentarse a la tensión?
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¿A qué nos referimos por “tensión”?¡Despertad! 1981 | 8 de abril
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¿A qué nos referimos por “tensión”?
EL JEFE le grita, aunque fue otra persona quien cometió el error.
En la escuela la maestra se ríe de usted delante de la clase.
Mientras usted está ocupada preparando la cena, su hijo derriba un florero y el teléfono empieza a sonar.
Sí, usted sabe lo que es la tensión... siquiera hasta cierto grado.
Cuando pensamos en la tensión, muchos de nosotros tenemos presentes presiones de la vida como las que acabamos de señalar, u otras más severas como el verse alguien privado de su cónyuge o encararse a cuentas que van aumentando. Pero, ¿cuántos de nosotros sabemos lo que sucede en nuestro cuerpo durante momentos de tensión? ¿Cómo pueden estos cambios físicos afectar nuestra salud? ¿Cuáles son los síntomas de la tensión dañina? ¿Y cómo podemos enfrentarnos con el máximo grado de éxito a la tensión en la vida para hallar mayor felicidad y tranquilidad?
¿Qué es la tensión?
El término “tensión” tiene diferente significado para diferentes personas. A muchas personas la palabra comunica la idea de hallarse bajo presión. Pero eso es solo parte del cuadro.
En relatos periodísticos acerca de ciertos accidentes aéreos usted tal vez haya leído que la presión o tensión que experimentaron ciertas áreas de un aparato aéreo causaron “fatiga” o “agotamiento” del metal, lo cual a su vez hizo que cierta parte del avión dejara de funcionar y el avión se estrellara. Esa tensión fue una fuerza que, ejercida sobre un área metálica, tendió a producir tirantez o distorsión en ella. El metal se partió. El avión se estrelló.
De algunas maneras puede ocurrir algo similar en el caso de la tensión humana. Se trata de algo físico o emocional que afecta nuestro cuerpo y a lo cual tenemos que adaptarnos a fin de no sufrir daño. Vea unos ejemplos: Usted ha estado bajo el sol en un día caluroso. Su cuerpo se calienta. Esa es una forma de tensión. O usted se esfuerza durante un juego de pelota o al azadonar en el jardín. Los músculos se le cansan, porque temporalmente se hallan en desequilibrio químico. Eso es tensión, también. No obstante, el cuerpo posee medios reguladores para contrarrestar tal tensión y restaurar un equilibrio saludable. Uno de estos medios es la transpiración, que refresca el cuerpo. Otro es una buena noche de descanso que permita los músculos restablecerse. La tensión pasa.
Pero hoy en día es común asociar la tensión con la presión emocional, que también puede producir cambios físicos. Si no comprendemos los cambios que están ocurriendo en nuestro cuerpo, tal vez no sepamos cómo cooperar con los esfuerzos que éste hace por adaptarse.
“Pelear o huir”
Sin que sea nuestra intención ponerle bajo tensión alguna, le invitamos a imaginarse en la siguiente situación: Usted está caminando por una calle mal alumbrada cierta noche. Más allá, ve a tres jóvenes pendencieros que cruzan la calle hacia usted. ¿Qué le sucede a usted por dentro?
Habiendo percibido la posibilidad de peligro, usted se siente como si oyera sonar una alarma. Se pone tenso y empieza a respirar más hondamente. La hormona adrenalina pasa rápidamente a su corriente sanguínea. El hígado despide azúcar que ha tenido almacenada. Los niveles de azúcar y grasa (colesterol) en la sangre aumentan como combustible que se le provee para que usted pueda ejercer sus capacidades al grado máximo. El corazón le late más rápidamente. Le fluye más sangre a los músculos. Usted está alerta, listo para entrar en acción o tomar decisiones con rapidez. Esta reacción de “pelear o huir” es provocada por emociones como el temor o la ira.
No obstante, esta reacción en sí no es mala ni perjudicial. En el caso citado puede prepararlo para correr más velozmente de lo que usted pensaría que podría hacerlo. O pudiera ayudarle a controlarse para dar una respuesta apacible si le insultaran. (Pro. 15:1; Mat. 5:39) Pero la misma reacción también lo prepara para participar en trabajo o juego provechoso, como en un estimulante juego de pelota. ¡De repente la pelota viene hacia usted! Usted tiene que agarrarla y devolverla rápidamente. Usted está tenso y listo para entrar en acción.
Pero, ¿qué hay si usted se halla bajo tensión emocional por largo tiempo, de modo que esté constantemente en este estado de alerta y excitación sin que su cuerpo reciba el alivio de la tensión para el cual está listo?
Tal puede ser el caso, por ejemplo, si en una línea de montaje un hombre tiene que inspeccionar partes que se mueven rápidamente, o si a alguien le parece que su jefe le tiene mala voluntad, o si tiene que perseverar en una tarea que le aburre o causa frustración. O puede ser que una mujer haya sido abandonada por su cónyuge. Se siente rechazada, y encima de eso ahora tiene que luchar contra las presiones de un trabajo seglar, mientras cuida de sus hijos y del hogar de noche.
Cuando alguien se encuentra en tal estado de tensión con regularidad sin recibir mucho alivio ni comprender cómo enfrentarse a la situación, es común que sienta tensión. Algunas autoridades usan la palabra “ansiedad” o “angustia” para referirse a este estado, una clase de tensión dañina, prolongada y severa que fácilmente puede causar daño al cuerpo.
Tal tensión constante y excesiva amenaza el equilibrio normal del cuerpo. Entre otras cosas, puede hacer que se acumule colesterol en las arterias o producir endurecimiento arterial. El sistema linfático y los glóbulos blancos pueden ser afectados, de modo que el cuerpo no pueda resistir las enfermedades ni reaccionar a la presencia de sustancias extrañas.
Síntomas que se deben vigilar
Tal vez usted crea que nadie tiene que decirle cuándo está bajo tensión. Pero, ¿está usted seguro de eso? Es verdad que a veces usted puede sentir la tensión o presión. Sin embargo, en muchos casos las personas no se dan cuenta de la relación que existe entre ciertos síntomas y la tensión. Por eso, tal vez se limiten a tomar medidas para combatir el síntoma, sin realmente llegar a la causa básica. Eso puede sucederle a cualquiera.
Por ejemplo, a un hombre de 39 años de edad se le asignó un trabajo excepcionalmente riguroso que exigía que ejerciera concentración y trabajara horas suplementarias por las noches y durante los fines de semana. Empezó a dormir mal y desarrolló en la región inferior de la espalda un dolor que no se alivió con ejercicios especiales ni tratamientos. ¿Era el dolor de espalda lo que causaba perturbación en el sueño, o viceversa? De hecho, cuando pasó el período de trabajo intenso ambos síntomas desaparecieron. ¿Por qué? ¿Qué opina usted?
Algunos síntomas comunes de tensión o presión excesiva son los siguientes:
Irritabilidad extraordinaria: Otras personas notan que usted se encoleriza o se perturba más fácilmente de lo acostumbrado por pequeñeces, y comentan acerca de ello.
Sueño intranquilo: Usted tarda más de lo normal en conciliar el sueño, o halla que se despierta y que por horas no puede volver a dormir.
Respiración alterada: Usted nota que está respirando agitadamente sin que parezca haber razón para ello.
Rigidez muscular: No el resultado de haber participado en algún trabajo o ejercicio saludable.
Inestabilidad o dolor estomacal: Esta condición puede estar acompañada de pérdida de apetito o de solo poder comer cantidades pequeñas a la vez.
Excitabilidad: Ocurre un cambio en sus patrones normales de comportamiento, de modo que usted se convierte en un hablador incesante, o empieza a temblar por pequeñeces.
Claro, no debemos suponer que el que se manifieste uno de estos síntomas pruebe que somos víctimas de extrema tensión de la clase que es perjudicial a la salud. Uno pudiera sentir dolores de espalda por no hacer suficiente ejercicio, o por haber sufrido un tirón en un músculo al levantar algo incorrectamente. Otra persona tal vez halle difícil conciliar el sueño debido a que de noche, poco antes de acostarse, suele comer, o bebe café o té. Pero si usted tiene algunos de estos síntomas sin que haya causa que los explique, tal vez debe preguntarse si está cayendo víctima de tensión dañina.
Considere las causas
A nadie le gusta pensar en las varias presiones a las que se le somete. Muchos piensan: ¿Por qué no simplemente olvidar nuestros problemas? Pero, puesto que la tensión puede producir resultados muy dañinos, sería bueno considerar algunos de los factores que comúnmente causan tensión hoy día. Si estamos conscientes de éstos y tal vez reconocemos que algunos de ellos nos están afectando, estaremos mejor equipados para contrarrestar la tensión, o enfrentarnos a ella.
La tabla adjunta identifica los problemas o situaciones que según los investigadores causan el mayor grado de tensión. ¿Se ha visto usted envuelto en uno de éstos? Si responde afirmativamente, probablemente ha experimentado tensión.
Muchas personas hallan que su ambiente produce tensión. Tal vez vivan en una ciudad de gran población donde siempre están en posición defensiva, pues se les oprime o aprieta. Un constante ruido fuerte o chirriante también causa tensión. En particular deben tomar en cuenta este hecho las personas que se ven obligadas a vivir o trabajar en medio de mucho ruido y luego “se tranquilizan” por medio de castigar sus oídos con música chillona, palpitante o resonante. El aire de mala calidad también puede aumentar el peso de la tensión que se sienta.
Ya se han mencionado algunos aspectos que producen tensión en muchos trabajos. Pero lo que agrava el problema para muchas personas es el espíritu de competencia que gira en torno al querer ‘adelantar’ o adquirir los lujos que otros tienen. (Compare con Eclesiastés 2:22-24; 4:4.) Médicos de la República Federal de Alemania “atribuyen la mayoría de la tensión del país al ‘Leistungsgesellschaft,’ es decir, a la ‘sociedad basada en el logro,’ una sociedad cuya característica principal todavía es el ir en pos de logros materiales y el gastar ostentosamente los bienes, esto como resultado del ‘milagro económico’ que se efectuó en Alemania.”
Aunque el no poder dormir bien puede ser un síntoma de tensión, en el caso de algunas personas constituye una causa de tensión. Tales personas se empujan a sí mismas y tratan de incluir demasiadas actividades en un solo día, de modo que se privan del descanso que necesitan. Además, el que uno se quede despierto hasta tardes horas de la noche mirando noticieros u otros programas de televisión, especialmente los que producen tensión, puede ser dañino de dos maneras... disminuye la cantidad de sueño y priva a uno de dormir tranquilamente.
En el caso de muchas personas, factores adicionales que producen un problema de tensión son los siguientes: el mantener un espíritu de competencia al conducir un vehículo en medio de congestiones de tráfico; el que haya constante discordia en el hogar o con los parientes del cónyuge; el afligirse debido a la inflación o debido a que el valor de su dinero va disminuyendo; el mudarse a una nueva escuela o a un nuevo vecindario; el permitir que las irritaciones menores de la vida produzcan enojo continuo, aunque éste se mantenga reprimido.
Aunque estamos equipados física y emocionalmente para recuperarnos de la tensión, ésta tiende a producir efectos acumulativos. Además, se complica la situación debido a que a medida que envejecemos (tal vez más rápidamente debido a la misma tensión) nuestra capacidad de reaccionar a la tensión disminuye.
Pero no hay razón para que usted se desespere como si la tensión fuera sencillamente otra carga que usted no pueda evitar ni vencer. Las investigaciones revelan que más o menos el 25 por ciento de los sobrevivientes de los campos de concentración nazis —ciertamente un ejemplo extremado de tensión prolongada— no manifestaron ningunos problemas físicos relacionados con la tensión.
Por lo tanto, usted puede hacer algo en cuanto a este fenómeno que se llama “tensión.” Usted hasta tiene razón para esperar que haya alivio permanente del problema de la tensión en su vida.
[Diagrama en la página 5]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
SU CUERPO RESPONDE A LA TENSIÓN
El temor o lo cólera produce la respuesta de “pelear o huir”
ESTÓMAGO
digestión más lenta
HÍGADO
pone azúcar y grasas en la sangre
PULMONES
respiración más rápida
CORAZÓN
palpita más rápidamente
OJOS
dilatación de las pupilas
MÚSCULOS
tensos, listos para acción
GLÁNDULAS ADRENALES
sueltan hormona poderosa
[Recuadro en la página 7]
LAS SITUACIONES DE MAYOR TENSIÓN DE LA VIDA
CATEGORÍA SUCESO DE LA VIDA
1 Muerte del cónyuge
2 Divorcio
3 Separación matrimonial
4 Término de cárcel
5 Muerte de un miembro allegado de la familia
6 Lesión o enfermedad personal
7 Matrimonio
8 Despedido del trabajo
9 Reconciliación matrimonial
10 Jubilación
11 Cambio en la salud de un miembro de la familia
12 Embarazo
13 Dificultades sexuales
14 Adquisición de un nuevo miembro de la familia
15 Reajuste en los negocios
Fundado en la investigación de los Dres. T. Holmes y R. H. Rahne—“Modern Maturity.”
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Se puede hacer frente a la tensión... pero, ¿cómo?¡Despertad! 1981 | 8 de abril
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Se puede hacer frente a la tensión... pero, ¿cómo?
USTED probablemente se haya dado cuenta de que la tensión ha alcanzado ahora proporciones epidémicas y que usted mismo pudiera ser llevado por ésta a alguna enfermedad seria. Pero, ¿qué se puede hacer al respecto?
Como se mencionó en el artículo anterior, uno de los pasos más importantes es identificar la causa o fuente de la tensión. El tomo I de “Understanding Human Behavior” (Entendiendo el comportamiento humano) explica por qué es tan vital esto: “Recuerde que la tensión existe cuando un problema físico o sicológico hace que la mente y el cuerpo estén en constante estado de alerta, aunque esa condición no sea de gran intensidad. En muchos casos solo hay que identificar los problemas físicos y sicológicos para la remoción de éstos [y] la tensión inevitablemente desaparece.” El punto es que si usted puede determinar claramente lo que le está causando tensión su reacción a ello probablemente sea menos severa, aunque no pueda evitar la causa.
Pero veamos de cerca algunas sugerencias prácticas que ciertamente pueden ayudarle a enfrentarse a la tensión que quizás se le presente.
Trate de adaptarse
Hay quienes se esfuerzan por huir de mucho de lo que produce tensión. Por ejemplo, quizás cambien de residencia o de lugar de empleo para escapar de condiciones que producen tensión, como las de trabajar en un lugar ruidoso o maloliente, o vivir en una ciudad sucia y atestada de gente
Eso pudiera ayudar, pero medidas drásticas de esa índole no son siempre necesarias para sentir menos tensión. Por ejemplo, para disminuir la tensión del viajar en autobuses o autopistas atestados, algunas personas salen de casa más temprano, o más tarde. Usan provechosamente el tiempo de espera para leer, estudiar o escribir cartas. Pero lo más importante es que por medio de adaptarse de esta manera obtienen confianza en que están en control en su vida, lo que, según dicen los peritos, es la clave para enfrentarse con éxito a la tensión.
La adaptación puede ayudar a los que son padres. Hay padres que parecen ir tambaleando de una crisis a otra. Lo que pudiera servirles de ayuda para disminuir la tensión de esta fuente es establecer pautas firmes y consecuentes para los hijos. La Biblia ha resultado ser una excelente fuente de consejo sabio en cuanto a vivir con los hijos y educarlos. (Compare con Efesios 6:1-4; Proverbios 29:15, 17) A millones de testigos de Jehová que han aplicado el consejo de Dios les ha beneficiado el enfrentarse, como resultado de ello, a menos tensión.
Como ejemplo adicional, ¿qué pudiera hacer usted para adaptarse si el ruido contribuye a la tensión que siente? En un hogar, pudiera serle útil cerrar las ventanas, colgar cortinas que absorban el sonido o cerrar la puerta del cuarto en que se tiene encendido el radio o la televisión. Se pudieran dar pasos similares en el empleo, o se pudiera tomar en consideración el usar protectores pequeños para los oídos para disminuir la tensión resultante del ruido. De manera similar, el que usted mantenga el lugar donde vive o trabaja en condición nítida y limpia puede eliminar tensión al hacer más placenteros sus alrededores.
No es de esperarse que el que usted adopte algunos de estos métodos elimine por completo toda tensión potencialmente perjudicial. Pero si esto por lo menos resulta en menos tensión para usted, su vida será más saludable y más feliz.
Hable con otros sobre la tensión
No mantenga todas sus preocupaciones y tensiones dentro de usted. El desahogarse puede traerle mucho alivio. Hable de sus preocupaciones con algún amigo compasivo a quien respete y que pueda ayudarle o aconsejarle. Por supuesto, no debería ser su deseo el convertirse en un quejumbroso que anduviera siempre gimiendo acerca de problemas verdaderos o imaginarios. Pero uno no se convierte en esa clase de persona al hablar de sus problemas a un amigo en quien se confía.
Más que simplemente obtener alivio emocional, usted pudiera llegar a tener un punto de vista nuevo de sus problemas, y beneficiarse de las sugerencias prácticas de una persona experimentada. (Pro. 18:24; 20:5; Tito 2:3-5) Muchos han recibido ayuda en lo relativo a la tensión al haber expresado sus sentimientos a Dios, quien escucha el clamor rogativo y las oraciones de los afligidos.—2 Cró. 6:19.
El ejercicio le ayudará
Recuerde que su cuerpo suele responder a la tensión por “pelear o huir”; está preparado para esfuerzo arduo. El participar en ejercicios físicos con regularidad le ayudará a deshacerse del exceso de azúcares y grasas que la tensión pone en la sangre, contrarrestando así los efectos bioquímicos de la tensión y restaurando el equilibrio saludable del cuerpo.
Por eso, ¿le gusta participar en ejercicios, como nadar, dar caminatas o jugar tenis? Entonces, participe en ellos. Y si está en tensión pero no le gusta el ejercicio, esfuércese por hacerlo de todos modos. Se sentirá mejor, especialmente si hace alguna forma de ejercicio vigoroso diariamente, tal como diariamente siente tensión.
El ejercicio saludable que opte por practicar puede ser el de la larga caminata de ida y vuelta a la tienda de comestibles, en vez de ir en automóvil o autobús. El ejercicio pudiera ser el de subir por las escaleras en vez de usar el ascensor. O usted pudiera ‘quemar la tensión’ por medio de trabajo provechoso como el de usar la azada en un jardincito, golpear una alfombra para quitarle el polvo, o algún otro trabajo útil.
Equilibre el trabajo y el juego
Muchas personas tienen el punto de vista de que el trabajo y el juego son enemigos hostiles entre sí, un punto de vista que solo acrecienta la tensión que quizás sientan.
Es bueno reconocer que el trabajo no es una plaga inicua. Física y mentalmente es bueno para usted el que esté activo y sea productivo, como al ganarse el sustento y los medios de disfrutar del juego. (Ecl. 3:12, 13) En “Stress Without Distress” (Tensión sin ansiedad), el Dr. Hans Selye dice: “Su objetivo más importante no debería ser trabajar [o estar ocupado] lo menos posible. . . . Para disfrutar plenamente del descanso, usted primeramente tiene que estar cansado, tal como para el mayor disfrute de una comida el mejor cocinero es el hambre.”
Aun cuando esté trabajando, tome unos minutos con regularidad para “jugar” por medio de estirarse. Eso puede aliviarle los músculos del rostro, el cuello, los hombros y la espalda, de modo que se aminora el desarrollo de tensión.
Pero tal como dedica tiempo a trabajar, dedique tiempo al esparcimiento. Sí, saque tiempo para algún recreo, quizás un pasatiempo que lo mantenga absorto y lo aparte de las causas físicas o emocionales de su tensión. El Dr. Selye añade: “En la mayoría de los casos, la diversión que consiste en pasar de una actividad a otra es más relajante que el descanso completo.”
Duerma lo suficiente
Algunas personas tienen el hábito de quedarse despiertas conversando mientras disfrutan de una taza de café, o viendo un programa de televisión, quizás un programa cómico o un programa de entrevistas, que, según ellas, les ayuda a descansar. Sea cual sea el efecto relajante que se afirme que estas cosas tienen, hay que comparar este efecto con la constante falta de sueño que pudiera irse acumulando. En sí misma una deficiencia de sueño significa tensión para la mente y el cuerpo, e impide el que uno pueda enfrentarse a otras tensiones.
Puesto que la tensión causa cambios físicos en el cuerpo, usted puede ver por qué es vital obtener suficiente descanso y sueño. El sueño permite que su cuerpo se repare, y recobre así un estado bioquímico equilibrado. Shakespeare lo describió muy bien de esta manera: “El sueño que teje la deshilada seda en rama del cuidado. La muerte de la vida de cada día, el baño de la penosa labor, Bálsamo para la mente herida, el segundo plato que sirve la gran naturaleza, Principal nutridor en el banquete de la vida.”
Por lo tanto, si usted es víctima de la tensión, trate de dormir más, especialmente por medio de formar un patrón normal de sueño semana tras semana.
Ajuste su punto de vista
Al enfrentarse a la tensión, el asunto más importante no es dónde o cómo vive o trabaja usted. Tampoco es lo más importante la cantidad de ejercicio o sueño que obtenga. Es cómo ve usted la vida y los problemas o tensiones que ésta trae.
Un estudio de tres años entre controladores del tránsito aéreo mostró una muy alta incidencia de hipertensión. Pero no todos sufrían efectos graves. El Dr. Robert M. Rose descubrió que ‘lo que parecía aumentar la incidencia de enfermedades era la actitud de los hombres para con el trabajo.’ De manera similar, después de décadas de investigación en el campo de la tensión, el Dr. Hans Selye escribió: “En vez de depender de drogas u otras técnicas, creo que hay otra forma de manejar la tensión, una mejor, que envuelve el adoptar una actitud diferente para con los varios sucesos de la vida.”
Es preciso aprender a evaluar las prioridades en la vida. Usted quizás tenga que enfrentarse a una situación que haya de envolver tensión... un nuevo empleo, una función social, el tener otro hijo, el conseguir un préstamo para una compra grande. Antes de tomar una decisión en cuanto a lo que va a hacer o cómo responder, pregúntese: ‘¿Estoy dispuesto a aceptar la tensión que este trabajo envuelve? ¿Vale la pena? Realmente, ¿cuán importante es esto para mi vida?’ Tal evaluación saludable le ayudará a darse cuenta de sus limitaciones y prioridades, lo cual resultará en que usted sea una persona más feliz.
Mucho de lo que la Biblia dice acerca de nuestro punto de vista sobre el dinero comunica esta misma idea. Por ejemplo, el apóstol Pablo escribió: “Los que están determinados a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y dañinos, . . . El amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y haciendo esfuerzos por realizar este amor algunos . . . se han acribillado con muchos dolores.” (1 Tim. 6:9, 10) También, Jesús habló acerca de un hombre que se esforzó por acumular muchas riquezas, solo para morir repentinamente. La conclusión de Cristo fue: “Así pasa con el hombre que atesora para sí pero no es rico para con Dios.” (Luc. 12:16-21) Nos instó a no inquietarnos —a no sentir tensión o preocupación— respecto a alimento, ropa y abrigo. Usted quizás diga que eso no es fácil. Es cierto. Pero el punto es que tenemos que comenzar a esforzarnos por llegar a tener ese punto de vista. No olvide que un viaje de mil kilómetros comienza con un paso.
Jesús dijo además en su Sermón del Monte: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad.” (Mat. 6:25-34) Ese consejo bíblico penetra en el mismo corazón del consejo más adelantado en cuanto a la mejor manera de enfrentarse a la tensión.
¿Alivio duradero de la tensión?
En la actualidad no sería pensar en armonía con la realidad el que llegáramos a imaginarnos que podríamos evitar completamente la tensión. Prescindiendo de cómo vivamos o lo buena que sea nuestra actitud, siempre habrá cosas que puedan causarnos tensión perjudicial. El delito aún abunda. El prejuicio y la injusticia nos apesadumbran. Tenemos que aprender a enfrentarnos con éxito a la tensión.
Pero, ¿se podrá poner fin algún día a la tensión dañina... a la ansiedad o angustia? La respuesta basada en pruebas es: Sí. El que usted aprenda cómo y cuándo será esto puede influir en lo que usted pueda hacer en cuanto a enfrentarse con éxito ahora mismo a la tensión. El siguiente artículo examinará esto.
[Ilustración en la página 12]
BANCO DEL PUEBLO
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Alivio de la tensión... ahora y para siempre¡Despertad! 1981 | 8 de abril
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Alivio de la tensión... ahora y para siempre
¿QUÉ respuestas cree usted que recibiría si efectuara una encuesta general en la cual preguntara: “¿Podrá eliminarse por completo algún día la tensión perjudicial?”
Puesto que la mayoría de las personas basarían sus respuestas en lo que ellas mismas han experimentado, o en lo que los peritos predicen para el futuro, probablemente contestarían que la tensión dañina siempre estará entre nosotros.
Sin embargo, pudiera ser que unos cuantos dijeran alegremente que todo va a tener buen resultado, que el hombre va a resolver los problemas y poner fin a la tensión perjudicial.
Pero ese modo de ver el asunto quizás sea el reflejo de un esfuerzo ineficaz por hacer frente a la tensión. A este respecto el profesor Irving Janis comentó lo siguiente: “Otro patrón defectuoso de enfrentamiento [es] la ‘evasión defensiva’ lo cual incluye buscar alivio de las tensiones emocionales por medio de entregarse a ilusiones.”—El Times de Nueva York del domingo 18 de mayo de 1980.
Es triste decirlo, pero muchas personas que tratan de hacer frente a la tensión pasan por alto realidades que pudieran ayudarlas en su esfuerzo. Estas realidades pueden ayudar a uno a conseguir alivio de la tensión y darle una base sólida para esperar alivio permanente en el futuro.
Una realidad universal
El Dr. Hans Selye, entre los gigantes en el estudio de la tensión, escribió: “Ninguna persona sensible puede contemplar el cielo en una noche despejada sin preguntarse de dónde vinieron las estrellas, adónde van, y qué mantiene en orden el universo. Las mismas preguntas surgen cuando contemplamos el universo interno dentro del cuerpo humano.”—The Stress of Life (La tensión de la vida).
¿Ha dedicado usted tiempo a reflexionar sobre las maravillas del cuerpo humano, o a mirar detenidamente las estrellas? El hacerlo puede ser un paso importante en dirección a enfrentarse con éxito a las tensiones actuales. Selye añade: “El poder contemplar . . . la elegancia armoniosa que existe en las manifestaciones de la Naturaleza se cuenta entre las experiencias más satisfacientes de que el hombre es capaz. . . . El dirigir la vista a algo infinitamente mayor que nuestro ser consciente hace que todas nuestras dificultades cotidianas parezcan achicarse en comparación. Hay una ecuanimidad y una tranquilidad de ánimo que solo pueden lograrse por medio del contacto con lo sublime.”
Hace siglos el poeta y rey David hizo lo que actualmente recomienda este perito en el campo de la tensión. En aquel tiempo David pronunció esta verdad fundamental: “Los cielos están declarando la gloria de Dios; y de la obra de sus manos la expansión está informando.”—Sal. 19:1.
David reconoció algo que desde entonces ha sido también la conclusión a que han llegado millones de personas meditativas, a saber: Una realidad elemental del universo es que Dios, el Creador del universo y del hombre, existe. Comparados con Él y con las obras de sus manos, nosotros los seres humanos somos insignificantes. David dijo de Dios: ‘Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, ¿qué es el hombre mortal para que lo tengas presente?’—Sal. 8:3, 4.
Por eso, cuando usted comprende que la tensión es —o pudiera ser— un problema para usted, debería reflexionar más profundamente en la existencia de Dios, en la inmensidad de Sus obras e intereses, y en la posición que usted ocupa ante él. Así usted no estará empleando el método de ‘evasión defensiva,’ sino que estará adquiriendo perspectiva ante los hechos, las realidades universales.
Surte efecto ahora, y seguirá surtiendo efecto
El que usted reconozca a Dios le ayudara de muchas maneras a enfrentarse con éxito a la tensión.
Entre otras cosas, aumentará su respeto al consejo que él da en la Biblia. David, por su propia experiencia y debido a lo que vio respecto a otros, pudo decir: “La ley de Jehová es perfecta, hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto.”—Sal. 19:7.
En su consejo, Dios nos exhorta a evitar tales cosas como el adulterio, las relaciones sexuales premaritales, la borrachera, el robar y el mentir. Las personas que participan en esas actividades suelen hacerlo por placer, para ‘facilitarse la vida’ o para evitar vergüenza. Pero la evidencia indica que como resultado directo o indirecto de ello generalmente tienen más tensión... ocasionada por una conciencia perturbada, por la mala voluntad que sus acciones han producido en otros o hasta por los problemas que su proceder produce en su salud. A la inversa, el que la persona siga el consejo de Dios significa que evita toda esa tensión resultante, y, además, promueve tranquilidad mental y felicidad.
Por toda la Tierra hay millones de testigos de Jehová que pueden dar testimonio de que así ha sucedido con ellos. Por supuesto, no hay nadie hoy día que pueda tener una vida enteramente libre de tensión. Pero la práctica del cristianismo verdadero ciertamente ha ayudado a los Testigos. Esto concuerda con lo que dijo Jesús: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. . . . Hallarán refrigerio [no tensión] para sus almas. Porque mi yugo [no produce tensión, sino que] es suave.”—Mat. 11:28-30.
Hay otra razón por la cual la tensión que usted experimente actualmente menguará mientras más se acerque usted a Dios. Su vida tendrá mayor orientación. Verá adónde va, porque se ha comprometido a agradar a Dios. “Stress Without Distress” (Tensión sin ansiedad) menciona lo siguiente:
La historia ha probado repetidas veces que “los que creían en la infalibilidad de su Dios o en el código particular de conducta de ellos eran personas relativamente bien equilibradas y felices, . . . La fe dio a los hombres orientación, la base para el sentimiento de obligación, la autodisciplina y el trabajo que es indispensable para evitar el comportamiento caótico anormal.”—Págs. 2, 3.
Además, al haberse comprometido de este modo sano al Creador y sus principios, usted puede ser parte de una congregación de cristianos felices. Los que están en las congregaciones cristianas de los testigos de Jehová gustosamente acogen a todos los que tienen el deseo de agradar a Dios, y trabajan junto con ellos. Están dispuestos a demostrar a otros que el aplicar el consejo bíblico da resultados prácticos hoy día y contribuye a reducir la tensión dañina.
Son sinceros en su esfuerzo por practicar el amor, en armonía con las palabras significativas de Jesús: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) Usted verá que, por medio de estudiar las Escrituras y estar entre cristianos amorosos, aprenderá a amar y a ayudar a otras personas, y la tensión disminuirá. Otros notarán que como persona usted se hace más agradable. Tendrá menos conflictos con sus semejantes, cuya buena voluntad y respeto se habrá ganado.—Mat. 5:40-48; Luc. 6:38.
Y esta ayuda para enfrentarse con éxito a la tensión no está limitada al presente; también mira hacia el futuro. La obra “Religious Movements in Contemporary America” (Movimientos religiosos en los Estados Unidos contemporáneos) señala lo siguiente: “En su propia vida como miembros de la congregación, los Testigos forman una comunidad genuina de confianza y aceptación. . . . Los testigos de Jehová ofrecen [a uno] la posibilidad de una estrategia para la vida que proporciona a sus adherentes una manera de hallar identidad personal y respeto de sí mismos, una comunidad de aceptación, y esperanza para el futuro.”
Alivio permanente de la tensión
El Creador es la base sólida en la que uno puede cifrar su esperanza respecto al futuro. En su Palabra fidedigna él promete que va a intervenir en los asuntos humanos, y que lo hará de tal modo que hará posible la consecución de alivio permanente de la tensión perjudicial. Considere algunos de los favores que Dios promete:
◆ Eliminará para siempre a las personas egoístas e inicuas, a aquellas cuyas acciones causan tanta tensión actualmente.—Sal. 37:28, 29, 34.
◆ En vez de que haya personas de disposición cruel, como de animales, la Tierra estará poblada de personas pacíficas que tendrán por guía el abundante “conocimiento de Jehová.”—Isa. 11:6-9; 35:9.
◆ La enfermedad y la muerte, que actualmente causan tanta tensión, serán reemplazadas por la buena salud y larga vida.—Rev. 21:4.
◆ Como resultado del trabajo honrado, sano, los humanos tendrán una abundancia de alimento y de lo que necesitan para la vida.—Sal. 72:16.
◆ Terminará la guerra, tras lo cual habrá paz y seguridad.—Miq. 4:3, 4.
◆ Todos los seres humanos practicarán el interés amoroso en otros que es una marca del cristianismo verdadero.—Juan 13:35.
Esto no es un sueño. El esperarlo con anhelo no es un caso de ‘evasión defensiva’ respecto a la tensión. Es lo que el Creador del universo promete. Si lo que el Creador promete le interesa a usted, usted debería aprender más acerca de ello por medio de estudiar la Biblia junto con los testigos de Jehová.
Sin embargo, el vivir en medio de las condiciones descritas no será monótono ni aburrido. A veces su corazón latirá apresuradamente. Usted se sentirá excitado y quedará alerta para actividad. Pero estos cambios en el ánimo suyo serán respuestas normales y sanas a sucesos o emociones excitantes y que producirán felicidad. ¡Qué deleitable contraste presentará eso con la tensión dañina, extrema y prolongada, a la cual tenemos que enfrentarnos hoy día!
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