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  • Obediencia el proceder deseado
    La Atalaya 1970 | 1 de diciembre
    • 35. ¿De qué manera puede la curiosidad juvenil usarse provechosamente?

      35 El estar alerta al consejo para lograr mejora también hace mucho más fácil la vida. En vez de que tus padres tengan que grabar la disciplina en tu mente por medio de repasarla vez tras vez constantemente, y a veces con castigo estricto, ¿por qué no calcular bien las cosas y tratar de mejorar sin que se empleen medidas drásticas? Los jóvenes tienen una sobresaliente cantidad de curiosidad acerca de las cosas que pasan a su alrededor. Ahora bien, ¿por qué no preguntar: ‘¿Qué sucederá en nuestra familia si no hago esta cosa en que mis padres siguen insistiendo que haga? ¿Cómo afectan a otros mis acciones?’ Consideremos la situación por medio de una ilustración. En cualquier campo hay dos clases de personas, los participantes y los observadores. Hay más goce, más conocimiento del tema, y más acción al participar que al observar. En la familia, ¿eres observador o participante? Es fácil hallar personas que pasan por la vida como observadores, y a veces uno se pregunta si realmente disfrutan de la vida que viven. No obstante, cuando examinamos la Biblia, vemos que une la vida a la acción. Lee una descripción que se encuentra en Hechos 17:24, 25, 28: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él . . . da a todos vida y aliento y todas las cosas. Porque por él tenemos vida y nos movemos y existimos.”

      36, 37. ¿Cómo estudia uno la creación y aprende de ella?

      36 Para muchos jóvenes el estudio parece trabajo duro. Lo es. Pero produce galardones, logros, conocimiento y felicidad. El estudio es el campo de la investigación. Bajo examen pruebas cosas hasta que quedas satisfecho. Respecto a esto, nota Proverbios 18:15: “El corazón del entendido adquiere conocimiento, y el oído de los sabios procura hallar conocimiento.”

      37 Es verdad que el hombre ha progresado en el mundo del conocimiento mecánico, científico, y muchos inventos como los teléfonos, la televisión, el radio, las computadoras, los telescopios y otros nos ayudan a conseguir información. Pero los hombres todavía están estudiando la creación de Dios y las cosas que hay en ella. Los hombres, antes de los progresos modernos logrados en las máquinas, habían estudiado estas cosas y eran hombres de entendimiento y erudición. Tú también puedes aprender, y realmente adquirir un aprecio profundo de las cosas que Dios creó, investigándolas, no simplemente observándolas. Escoge un animal, un insecto, un pájaro o un pez y examina su trabajo, sus características, su vida y su relación con otros, y te asombrarás por lo que descubrirás. La humanidad en general observa la exhibición de la inmensa variedad de sabiduría que hay en la Tierra, pero el hombre rara vez se molesta en hacerse participante y ponerse a investigar. Pablo dice, en Romanos 1:20: “Sus cualidades invisibles [las de Dios] se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por medio de las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que son inexcusables.” Por mucho tiempo venidero no se te acabará la materia que podrás investigar, pues Eclesiastés 3:11 nos recuerda: “Todo lo ha hecho bello a su tiempo. Aun el tiempo indefinido ha puesto en el corazón de ellos, para que la humanidad nunca descubra la obra que el Dios verdadero ha hecho desde el comienzo hasta el fin.”

      38. ¿Qué beneficios provienen de estudiar la Palabra de Dios?

      38 Descubrirás que lo mismo es cierto de tu estudio de la Biblia. La mayoría de las personas simplemente son observadores apacibles y la reconocen como un buen libro, el que más se vende, un buen ejemplo, literatura y el libro que habla de Dios. Los participantes se profundizan en la Biblia y encuentran que abunda en sabiduría, como nos dice Proverbios 2:4-6: “Si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios. Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.” Ahora, como joven lleno de curiosidad, de ese deseo de entender, ¿no hay un desafío delante de ti? Realmente, si crees que la vida es monótona, tú eres el monótono, porque literalmente andas sobre campos interminables de variedad cada día.

      39. ¿Qué ambiente debe haber en el hogar, como se ilustra por el mar?

      39 De modo que la obediencia debe ser el camino deseable por el cual ir. Siempre debe estar estrechamente unida a la felicidad. Ustedes los que son padres, sean sabios, sigan el ejemplo de Cristo Jesús, que dijo: “Soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:29, 30) No demoren la disciplina. Aplíquenla con amor. Nuestro mundo moderno está lleno de maravillas y dispositivos mecánicos que pueden mantenernos ocupados trabajando para sufragar los pagos de ellos. ¿Por qué hallarse al fin con una casa llena de máquinas modernas, y con padres tan cansados y frustrados que no tengan tiempo para revestir el hogar de amor? Al observar el oleaje que golpea las rocas, y las olas largas que vienen tomando forma y velozmente alcanzan la orilla, donde rompen ruidosamente, regresando de aprisa entonces para volver de nuevo, le parece a uno que el mar tiene tanta prisa que no tiene tiempo para dejar que uno se acerque a él. Pero en algún otro lugar el mismo mar está muy calmado, besando tranquilamente la orilla con apacibilidad. Su calor lo alcanza a uno. Se siente uno con ganas de quedarse. Su actitud de serenidad imperturbada hace que uno vuelva al ambiente placentero de él vez tras vez. Así será su hogar, donde la obediencia es el proceder deseable debido al amor.

  • Dios tiene nombre
    La Atalaya 1970 | 1 de diciembre
    • Dios tiene nombre

      Un artículo preparado especialmente para que los padres lo lean con sus hijos

      ¿CÓMO te llamas? Tú tienes un nombre. Yo también. El primer hombre que hubo en la Tierra tuvo nombre. Dios lo llamó Adán. La primera mujer se llamó Eva. Todo hombre, mujer y niño tiene nombre.

      Dios dio nombres también a los ángeles que viven en el cielo. ¿Sabes el nombre del ángel a quien Dios envió a la Tierra para que dijera que su Hijo iba a nacer? El nombre de ese ángel es Gabriel.

      Mira arriba a las muchas, muchas estrellas que hay de noche. ¿Crees que tienen nombre? Sí, Dios le dio un nombre a cada estrella en el cielo. La Biblia nos dice: “Está contando el número de las estrellas; a todas ellas las llama por sus nombres.”—Sal. 147:4.

      Todos, la gente, los ángeles y las estrellas, tienen nombre. Entonces, ¿crees tú que Dios tiene nombre? Jesús dijo que sí. Una vez, cuando estaba orando a Dios, Jesús dijo: ‘He dado a conocer tu nombre a mis seguidores.’—Juan 17:26.

      ¿Conoces el nombre de Dios? Dios mismo nos dice cuál es. Él dice: “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre.” (Isa. 42:8) De modo que el nombre de Dios es JEHOVÁ.

      ¿Te gusta cuando otros se acuerdan de tu nombre? A la gente le gusta que la llamen por su nombre. Y Jehová quiere que la gente conozca su nombre también. De modo que tú debes usar el nombre Jehová cuando hables acerca de Dios.

      Jesús usó el nombre de Dios, Jehová, cuando le habló a la gente. Una vez Jesús

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