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  • Conocimiento acertado para agradar a Jehová
    La Atalaya 1956 | 15 de septiembre
    • Conocimiento acertado para agradar a Jehová

      “Sean llenados con el conocimiento de su voluntad . . . para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente según van llevando fruto en toda buena obra.”—Col. 1:9, 10, NM.

      1. ¿Qué tipo de persona acude a Jehová para obtener guía, y por qué?

      LAS personas que tienen una condición de corazón correcta aprecian lo necesario que es hacer lo que es grato a la vista de Dios. Aunque el mundo ejerza presión para hacerlas seguir el camino que la mayoría aprueba, ellas permanecen firmes en su devoción al Todopoderoso Dios. Sabiamente reconocen que “no es del hombre su camino; no es del hombre que anda dirigir sus mismos pasos.” (Jer. 10:23) Lo que puede parecer recto a los ojos del hombre cargado de pecado quizás no sea recto a los ojos de Dios. Por eso sea sabio, “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu mismo entendimiento: tenle presente en todos tus caminos, y él dirigirá tus senderos.”—Pro. 3:5, 6.

      2. ¿Qué mostraron Jesús y el salmista que es la actitud apropiada tocante a la Palabra de Dios?

      2 ¿Cómo podemos tenerle presente en toda cosa? Por medio de humildemente buscarlo, acercándonos a él en oración de la manera que él ha aprobado mediante Cristo Jesús. No trate de imponer su voluntad en Dios, sino recuerde cómo Jesús nos enseñó a orar: “Nuestro Padre en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10, NM) Entonces nuestro deseo más ardiente debe ser el conocer la voluntad de Dios, para que hagamos lo que es correcto. Como David dijo humildemente: “Enséñame, oh Jehová, tu camino.” (Sal. 27:11) Ahora obre consistentemente con su petición a Dios y estudie el libro de texto que le ha suministrado a usted, las Sagradas Escrituras, y entonces siga su buen consejo. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz a mi camino. He jurado, y lo cumpliré, que guardaré tus justos juicios. . . . ¡Ruégote aceptes, oh Jehová, las ofrendas voluntarias de mi boca, y me enseñes tus juicios! Mi vida está de continuo en mi mano; pero no me he olvidado de tu ley. Los inicuos me han tendido lazos; mas no me he desviado de tus preceptos. He tomado tus testimonios por herencia eterna; porque son el gozo de mi corazón. He inclinado mi corazón a cumplir tus estatutos de continuo, y hasta el fin.” (Sal. 119:105-112) Podemos convenir en esa edificante expresión del salmista sólo si hemos hecho un estudio cuidadoso de la Biblia y si hemos llenado nuestro corazón de la verdad hasta el grado que ahora rebose de alabanza a Jehová delante de nuestros semejantes.

      3. ¿Por qué es imprudente el punto de vista que el viejo mundo abriga acerca de su religión y de los principios bíblicos?

      3 Pero ¿cuál es la tendencia de la religión moderna? ¿Es practicar la “adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre,” o es el ‘asistir a la iglesia que usted escoja’? (Sant. 1:27, NM) El hombre presumido puede hacer una obra selectiva del contenido de la Palabra de Dios, aceptando parte y rechazando la mayor parte como inútil e indeseable. Puede que rechace como impráctico en este mundo moderno el consejo: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo,’ o puede que cobre fama al escribir una columna en un diario o una revista en la cual cite unos cuantos textos bíblicos que considere que son psicología buena. Al proceder así tal vez logre que un grupo relativamente grande de personas se adhiera a él y piense que él es “maravilloso,” y su trabajo agrade a estas personas. Pero considere: “¿Estoy tratando de agradar a hombres? Si todavía estuviera agradando a hombres, no sería yo esclavo de Cristo.” (Gál. 1:10, NM) Sería mucho mejor prestar atención al buen consejo que da la Palabra de Dios: “Debes escuchar la voz de Jehová tu Dios por medio de guardar todos sus mandamientos que te estoy mandando hoy, para que hagas lo que es correcto a los ojos de Jehová tu Dios.”—Deu. 13:18, NM.

      4. Muestre cómo Jesús puso el ejemplo correcto al hablar libremente la verdad.

      4 Lo que Jesús predicó era correcto, pero no siempre agradó a sus oyentes. Cuando censuró a los guías religiosos de su día, tachando sus doctrinas de tradiciones humanas que deshonraban a Dios, se ofendieron. Después que hubieron oído otras verdades claras que él predicó, quedaron seguros de que no les gustaba y procuraron matarlo. Pero sin transigir él continuó, tranquilizando a los que continuaron escuchando al decir: “Si permanecen en mi palabra, ustedes verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:31, 32, NM) Por otra parte, si desechamos esa palabra pura y aceptamos las sofisterías de los hombres, perdemos la libertad que Dios da.

      5. ¿Cómo aclaró Jehová a los israelitas la forma de adoración correcta, pero de qué manera procedieron éstos?

      5 Jehová Dios siempre ha aclarado a su pueblo qué forma de adoración aprueba. Lo hizo en el Edén y al tiempo del Diluvio, y ciertamente lo aclaró a los hijos de Israel. Mientras estaban en servidumbre abyecta en Egipto él les dirigió su atención y efectuó una liberación maravillosa. Fueron testigos de las diez plagas que sometieron a inanición a los dioses falsos de Egipto y los dejaron en derrota humillante. Experimentaron la liberación triunfante que Jehová efectuó para ellos al conducirlos a través del mar Rojo y seguramente quedó impresionado en su mente el hecho de que él es el Dios verdadero. No obstante, sólo fué unos meses después, cuando estaban congregados al pie del monte Sinaí mientras Moisés estaba arriba en el monte, que desobedientemente se desviaron a la adoración de un becerro de oro en imitación de la idólatra adoración de animales de los egipcios. Aunque sabían que esto era contrario a la voluntad de Dios, con rebeldía siguieron su propio placer. Oh, ellos no excluyeron del todo a Jehová, pero ciertamente no lo honraron al declarar que su celebración impía era “una fiesta en honor de Jehová.” (Éxo. 32:1-5, NM) Porque siguió dejando de obedecer la voz de Jehová esa generación entera murió en el desierto. No entró en la Tierra Prometida. Sí, su prole entró en ella, pero primero Moisés amonestó firmemente a ésta en contra del proceder infiel de sus antepasados y dijo: “Debes escuchar la voz de Jehová tu Dios por medio de guardar todos sus mandamientos que te estoy mandando hoy, para que hagas lo que es correcto a los ojos de Jehová tu Dios.”—Deu. 13:8, NM.

      6. ¿Qué cosas llevaron a Saulo de Tarso a oponerse a la adoración aprobada por Dios que practicaban los cristianos del primer siglo?

      6 En el primer siglo después de Cristo, Saulo de Tarso, un fariseo educado a los pies de Gamaliel, llegó a ser bien conocido. Saulo fué extraordinariamente celoso en su religión y un ardiente perseguidor de los cristianos. En realidad, fué mientras iba en camino a Damasco con cartas del sumo sacerdote que lo autorizaban a apresar a los cristianos de ese lugar que él fué convertido a la verdad. Pero ¿por qué debería Saulo, un fariseo y que sin duda estaba bien familiarizado con las Escrituras Hebreas, las cuales los cristianos también aceptaban y creían en su totalidad, oponerse tan violentamente a los que se adherían a la fe cristiana? Él mismo contesta: “Ustedes, por supuesto, oyeron acera de mi conducta anteriormente en el judaísmo, de que hasta el punto de exceso continué persiguiendo a la congregación de Dios y devastándola, y estaba haciendo mayor progreso en el judaísmo que muchos de mi propia edad en mi raza, puesto que era mucho más celoso por las tradiciones de mis padres.” (Gál. 1:13, 14, NM) Fué la tradición de los hombres la que lo había incitado a oponerse a la verdad.

      7. ¿Cómo mostró enérgicamente el apóstol Pablo que era posible que aunque una persona estuviera familiarizada con la Biblia no agradara a Dios?

      7 Pablo nunca olvidó su experiencia, sino, más bien, la usó como base para consejo sano a otros. (Col. 2:8) Esta le hizo comprender que es posible tener las Sagradas Escrituras y hasta saber su contenido, pero, a causa de la influencia de la tradición humana, no entender acertadamente la instrucción que da. En su enérgica carta a los romanos él indicó que precisamente esa circunstancia era el problema de otros judíos de su día. “Les doy testimonio de que tienen un celo por Dios; pero no conforme a un conocimiento acertado; porque, a causa de no conocer la justicia de Dios sino de tratar de establecer la suya propia, ellos no se sujetaron a la justicia de Dios. Porque Cristo es el fin consumado de la Ley, de modo que todo aquel que ejerce fe podrá tener justicia.” (Rom. 10:2-4, NM) Como Pablo dice, eran celosos en su fe, sin duda teniendo algún conocimiento de las Escrituras porque las oían cuando se las leían todas las semanas en la sinagoga. Pero el no entender acertadamente que Cristo había cumplido la Ley y que ahora era necesario ejercer fe en él los situaba fuera de armonía con Dios mismo. No estaban haciendo lo que era correcto a la vista de Jehová Dios.

      8. ¿Cómo afecta a las religiones modernas del mundo la falta de conocimiento acertado?

      8 La misma cosa se observa en las organizaciones religiosas del mundo hoy en día. Aunque poseen la Biblia, la revelación escrita de Dios de lo que es su voluntad para nuestro día, carecen de conocimiento acertado. El apóstol inspirado expresa aptamente la situación cuando dice: “Aunque conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su corazón fatuo se obscureció. Aunque aseguraban que eran sabios, se hicieron insensatos y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en algo parecido a la imagen del hombre corruptible y de aves y de cuadrúpedos y de reptiles. Y así como ellos no aprobaron el retener a Dios en conocimiento acertado, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, a que hicieran cosas que no son apropiadas.” (Rom. 1:21-23, 28, NM) Sí, ellos profesan conocer a Dios, sosteniendo grandes organizaciones religiosas y ofreciendo oraciones en el nombre de su Hijo. Muchos admiten que la creación da testimonio de la existencia de un Ser Supremo, y hasta quizás convengan en que la Biblia es su Palabra. Pero queda en pie el hecho de que ellos no lo glorifican como Dios. “Declaran públicamente que conocen a Dios, pero lo repudian mediante sus obras, porque son detestables y desobedientes y desaprobados para toda buena obra.” (Tito 1:16, NM) En vez de glorificarlo, vituperan su nombre y palabra profesando que aceptan su palabra como la base de su religión y luego dejando de apegarse a sus principios de amor y justicia cristianos. Invirtiendo los asuntos, tratan de emplear a Dios como un instrumento conveniente para servir el placer de ellos. Discurren cómo lograr sus deseos, y luego en substancia le dicen a Dios que apruebe sus planes. Aunque estos hombres pretenden ser sabios de acuerdo con las normas del mundo, su insensatez queda manifiesta, ya que no reconocen la supremacía del Dios verdadero. Aun cuando siempre están aprendiendo, “nunca pueden llegar a un conocimiento acertado de la verdad.”—2 Tim. 3:7, NM.

      ABRIENDO PASO PARA CONOCIMIENTO ACERTADO

      9. ¿Cómo se efectúa un cambio verdadero en la vida de los que sinceramente buscan la verdad?

      9 No todos proceden de esta manera, por supuesto. Los que sinceramente buscan la verdad la encuentran. Siguen el proceder de sabiduría práctica bosquejado en Colosenses 3:9, 10 (NM): “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse con la nueva personalidad, la cual por medio de conocimiento acertado está siendo renovada de acuerdo con la imagen del que la creó.” Cuando estudian cuidadosamente la Palabra de Dios con el fin de entender acertadamente su voluntad, se les hace claro que el vivir relajadamente con el mundo, sea frecuentemente o sólo de vez en cuando, no tiene cabida correcta con las acciones cristianas en la vida del mismo individuo. Por eso ellos prestan atención al consejo: “Deben despojarse de la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que está corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; pero . . . [sean] renovados en la fuerza que impulsa su mente.” (Efe. 4:22, 23, NM) Ellos van hasta la raíz del asunto por medio de cambiar la fuerza que impulsa su mente. “Porque según piensa en su alma, así es.” (Pro. 23:7) De modo que se abstienen de llenar su mente de las filosofías y suciedad del viejo mundo y en cambio se familiarizan bien con la verdad limpia que Dios suministra. Y ahora se revisten “de la nueva personalidad que fué creada de acuerdo con la voluntad de Dios en verdadera justicia y bondad amorosa.” (Efe. 4:24, NM, Sal. 119:9-16) Sírvase notar que aquí no se trata de simplemente desarrollar una personalidad más encantadora, sino que se trata de aceptar lo que Dios ha provisto y luego mantenerlo renovado por medio de proveerse regularmente de su almacén de conocimiento acertado como una guía para la vida cotidiana. Un entendimiento vago de la Biblia no tendrá este efecto; sólo un conocimiento acertado de la Palabra de Dios puede penetrar lo suficientemente profundo para producir el cambio.

      10. ¿Cuán grande es el alcance del cambio que se efectúa en su vida?

      10 El efecto que éste tiene en su vida es de gran alcance, pues gobierna las cosas acerca de las cuales hablan, lo que hacen y aun el móvil que causa sus actos. Por medio de un estudio de la Biblia un nuevo mundo se abre ante su vista—un nuevo mundo acerca del cual aprender, un nuevo mundo por el cual vivir. Su interés ya no está en búsquedas egoístas, sino que ellos repiten las palabras del salmista: “¡Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado; y su grandeza es inescrutable!”—Sal. 145:3.

      11. (a) ¿De qué manera ha hecho Jehová posible que haya hombres “sirviéndole de común acuerdo”? (b) ¿Cómo se ilustra la diferencia entre el conocimiento acertado y el defectuoso en el capítulo 12 de Jueces?

      11 Jehová mismo inicia el cambio por medio de cumplir ahora su promesa registrada en Sofonías 3:9: “Empero entonces volveré a dar a los pueblos labios puros [un lenguaje puro (AN)], para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, sirviéndole de común acuerdo.” Por medio de su organización teocrática ha hecho disponible un gran aumento en conocimiento, que las personas de buena voluntad aceptan gustosamente. (Dan. 12:4) Ellas reconocen el requisito que los cristianos tienen que llenar, el cual Pablo manifestó: “Ahora los exhorto, hermanos, por medio del nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos ustedes deben hablar de acuerdo, y que no debe haber divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos con la misma mente y con la misma forma de pensar.” (1 Cor. 1:10, NM) Para satisfacer esa norma cristiana se necesita un entendimiento claro de la verdad. Ciertamente no queremos ser como los cuarenta y dos mil combatientes efraimitas que estaban contra Jefté y cuya mismísima habla revelaba que ellos no estaban de parte de él, aunque firmemente protestaban que ellos no eran del campo enemigo. Cuando se les pidió que dijeran la contraseña “schibbolet” lo mejor que podían decir era “sibbolet.” Eso era parecido, pero no igual. Perdieron la vida. Hoy, también, puede que lo que los clérigos de la cristiandad enseñen suene muy parecido a lo que los testigos de Jehová enseñan; es decir, a los que no están bien familiarizados con la Biblia. Pero cuando uno tiene los oídos armonizados al sonido puro de la verdad por medio del conocimiento acertado, los que aman la verdad se ponen de parte de los que están luchando para defender la adoración verdadera.—Jue. 12:1-6, NC.

      12. ¿La falta de qué cosa impide que la mayor parte de los miembros de las iglesias de la cristiandad disemine celosamente su creencia?

      12 Muchos clérigos religiosos de la cristiandad observan esta actividad celosa de los testigos de Jehová y la señalan como un ejemplo, instando a los miembros de sus iglesias a ser más activos, pero generalmente con poco éxito. ¿Por qué? Porque carecen de conocimiento acertado. Se les enseña a creer en Dios, pero incorrectamente conciben que él es una trinidad misteriosa. (Isa. 42:8; Juan 14:28) Aprenden a orar la oración modelo que Jesús enseñó, pero mientras oran “Nuestro Padre en los cielos, santificado sea tu nombre,” se les dice que él es un Señor o Dios sin nombre. El resultado es incertidumbre. A medida que continúan con la oración ellos dicen: “Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” No obstante ellos pueden tener muy presente el hecho de que su religión está prestando su apoyo a las Naciones Unidas hechas por el hombre, organización que ellos entonces elogian como ‘el reino de Dios sobre la tierra,’ aunque las Escrituras dicen que Dios es quien establece el reino de Dios, no los hombres. (Dan. 2:44) Con instrucción tan deficiente e inexacta como ésta, ¿cómo puede esperarse que respondan celosamente al deber cristiano? “Porque en verdad, si la trompeta da un toque confuso, ¿quién se preparará para la batalla?”—1 Cor. 14:8, NM.

      13. ¿Por qué responde un sinnúmero de personas de buena voluntad y participa en el servicio con la sociedad del Nuevo Mundo, y de qué manera tiene que proceder ahora?

      13 La llamada para que se preste servicio voluntario en las filas del Rey Cristo Jesús se oye ahora con claridad inequívoca en los oídos de una grande muchedumbre de personas de buena voluntad. (Mat. 24:14; Apo. 22:17) Responden por medio de asociarse con la sociedad del Nuevo Mundo. Pero el servicio en cualquier parte de la sociedad del Nuevo Mundo requiere acción, porque es una sociedad progresiva, que tiene la mirada fija en lo porvenir. Ve más allá del naufragio de este viejo mundo a las bendiciones de vida en el nuevo mundo. Y ahora mismo los que están asociados con ella se están equipando constructivamente para vivir bajo ese arreglo justo. Cada año miles de personas se asocian con la organización y, como bebés, se edifican con la leche de la Palabra. No obstante, es imposible quedarse como un bebé y estar todavía en la sociedad del Nuevo Mundo. “Porque todo el que participa de leche no está familiarizado con la palabra de justicia, porque es un niño. Pero el alimento sólido es para las personas maduras, para los que por medio del uso tienen las facultades perceptivas ejercitadas para discernir así lo bueno como lo malo. Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina elemental acerca del Cristo, pasemos adelante a la madurez.” (Heb. 5:13 a 6:1, NM) ¡La sociedad del Nuevo Mundo avanza, y nosotros tenemos que avanzar con ella!

      14. ¿Qué característica de la adoración verdadera hace necesario e interesante el estudio constante?

      14 Aun los que han estado asociados con la organización de Jehová por muchos años hallan que no se puede dejar de estudiar. Y mientras más se aplican a dicho estudio, más ardientemente dicen igual que Pablo: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios!” (Rom. 11:33, NM) Su estudio de la Biblia no carece de interés ni hay por qué se les haga repeticioso, porque “la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.” (Pro. 4:18) Y por eso, así como los cristianos del primer siglo progresaron en su entendimiento de la profecía bíblica, de su relación con los gobiernos mundanos, de la responsabilidad de organización y de las verdades doctrinales, la sociedad cristiana moderna también halla que la luz de la verdad bíblica siempre continúa aumentando en resplandor. (Hech. 2:16-21; 5:29; 15:13-20; 1 Cor. 5:9-13) Por medio de la clase del “esclavo fiel y discreto” se les ha traído a su atención el nacimiento del Reino en 1914 d. de J.C. y la presencia ahora de una clase fiel de “otras ovejas” en medio de ellos que tiene la esperanza de vida eterna sobre la tierra. (Apo. 12:1-5; Juan 10:16) Han aprendido que se hace referencia a estas “otras ovejas” como “las preciosidades de todas las gentes” en Ageo 2:8 (NC). Se les ha aclarado su entendimiento de Sofonías 2:1, 2 y cómo esto aplica a la cristiandad, en vez de dirigirse al pueblo de Jehová. Ahora aprecian que la predicación de Jesús a los “encarcelados espíritus,” que se menciona en 1 Pedro 3:19, fué una predicación de juicio para las criaturas espirituales desobedientes que están restringidas en obscuridad espiritual tartárea y que ésta tuvo que haberse hecho después de la resurrección y ascensión de Jesús al cielo. Realmente, la adoración verdadera no está estancada, atada a dogmas religiosos de la Edad Media, sino que es viva y progresiva.

      15. ¿Qué cualidad distingue con particularidad al cristiano, pero qué muestra que hay que tener conocimiento acertado para dirigir su uso?

      15 Jesús dijo que sus discípulos serían distinguidos sobresalientemente por la cualidad de amor. (Juan 13:35) Pero ese amor tiene que ser dirigido de la debida manera para que sea acepto. “Y esto es lo que sigo orando: que el amor de ustedes abunde aun más y más con conocimiento acertado y pleno discernimiento, para que se aseguren de las cosas más importantes, para que no tengan tacha y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo.” (Fili. 1:9, 10, NM) Sí, el amor cristiano tiene que ser guiado por conocimiento acertado y discernimiento de la voluntad de Dios, y nuestra atención debe concentrarse en las cosas de más importancia. Se nos dice plenamente quién ha de ser el primer objeto de nuestro amor. “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente,” y, Jesús agregó, “a tu prójimo como a ti mismo.” (Mat. 22:37-39, NM; 1 Juan 5:2, 3; 3:14) Pero eso no incluye al viejo mundo. “No estén amando al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” (1 Juan 2:15, NM) Se nos dice que el amor verdadero “no se regocija por la injusticia, sino que se regocija con la verdad.” (1 Cor. 13:6, NM) Por esto, el conocimiento acertado nos capacita a dirigir nuestro amor hacia Jehová Dios y hacia los que él aprueba y hacia las cosas que él ama, y el amor nos ayuda a evitar la trampa de sentimentalmente colmar de atención al mundo que se halla en oposición a Dios.

      16. ¿Qué se necesita si hemos de agradar a Jehová, y cómo ha hecho provisión él para que lo adquiramos?

      16 Si el deseo de usted es el de agradar a su Creador, entonces aprovéchese de toda oportunidad para crecer en conocimiento acertado de su Palabra. “Esto es recto y aceptable a la vista de nuestro Salvador, Dios, cuya voluntad es que hombres de toda clase sean salvados y lleguen a un conocimiento acertado de la verdad.” (1 Tim. 2:3, 4, NM) En la congregación cristiana primitiva él proveyó apóstoles, profetas y misioneros para que entrenaran a los hermanos para trabajo ministerial, edificándolos en conocimiento acertado para que estuvieran equipados para la asignación. (Efe. 4:11-13) Ahora, también, él ha considerado lo que sus siervos necesitan, y les ha provisto el sustento de la verdad y una organización que ayude a equiparlos para su asignación como ministros. Para agradar plenamente a Jehová usted tiene que saber acertadamente su voluntad. “Sean llenados con el conocimiento acertado de su voluntad en toda sabiduría y discernimiento espiritual, para poder andar dignos de Jehová a fin de agradarle plenamente según van llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento acertado de Dios.” (Col. 1:9, 10, NM) Para agradar así a Jehová usted tiene que aplicarse a un estudio cuidadoso de su Palabra. Al contemplar esta asignación de estudiar, considere cómo puede hacerla bien.

  • Su estudio personal
    La Atalaya 1956 | 15 de septiembre
    • Su estudio personal

      “Haz todo lo posible para presentarte aprobando a Dios, un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.”—2 Tim. 2:15, NM.

      1. ¿Cómo ha bendecido ricamente Jehová la condición espiritual de su pueblo en este día?

      ES Jehová mismo quien ha revelado a vista de los de su pueblo la gloriosa visión del nuevo mundo que Su Palabra pone de manifiesto. Él es quien les ha señalado el privilegio que tienen de servir ahora como una sociedad del Nuevo Mundo, y ahora ha traído a su pueblo a su condición actual, listo para entrar en el nuevo mundo real. Él sabe bien cuánta falta le hace a su pueblo el aguante en este tiempo crítico y cumple su promesa profética: “Y en este monte hará Jehová de los Ejércitos, para todas las naciones, un banquete de manjares pingües, banquete de vinos sobre las heces; de manjares pingües de mucho meollo, de vinos sobre las heces, bien refinados.” (Isa. 25:6) Este banquete fortalecedor lo recibirnos regularmente por medio de la administración amorosa del “esclavo fiel y discreto.” (Mat. 24:45-47, NM) Nos llega en porciones ricas por medio de las columnas de La Atalaya, por medio de los libros encuadernados y folletos y las instrucciones que se reciben en reuniones de congregación y en asambleas más grandes del pueblo de Jehová.

      2. ¿Quiénes responden a su invitación a la fiesta, y cuál es su actitud tocante a la provisión superabundante que se hace?

      2 “Los que están conscientes de su necesidad espiritual,” “los que tienen hambre y sed de justicia,” son los únicos que se congregan a esta mesa que Jehová provee, viniendo para ser sustentados con alimento que asegura vida eterna. (Mat. 5:3, 6; Juan 17:3, NM) Ellos son los que se regocijan por el cumplimiento de la promesa: “Traed todo el diezmo al granero, para que haya alimento en mi Casa, y probadme, si queréis, en esto, dice Jehová de los Ejércitos; y veréis si no os abro las ventanas del cielo, y os derramo una bendición tal que no haya donde quepa.” (Mal. 3:10) Ahora que se han acercado y han contemplado esta provisión maravillosa, ¿se saldrán del lugar? ¿Dirán que Jehová requiere demasiado de ellos, que hay demasiadas reuniones, que hay demasiadas cosas que estudiar? ¿Menospreciarán la mesa de Jehová? O ¿aceptarán esta provisión de Jehová y no obstante pasarán por alto su propósito, amontonando ricas porciones espirituales delante de ellos y luego no tomando tiempo para consumir el banquete? (Sal. 23:5; 2 Cor. 6:1) No, sino que alzamos la voz en agradecimiento sincero a Dios por su bondad inmerecida, gozosos de que él haya hecho rebosar nuestra copa con sus provisiones amorosas. Y, manifestando que es sincera esta expresión que hacemos, nos ponemos a estudiar diligentemente, en la congregación y personalmente, para asimilar el alimento espiritual.

      3. (a) ¿Cómo nos afecta un estudio de la verdad? (b) ¿Qué debe hacerse con material de estudio más difícil?

      3 Aunque el mucho estudio de la literatura del viejo mundo es cansancio de la carne, las aguas vivificantes de verdad que fluyen desde el trono de Dios son refrescantes y nos deleitamos en participar de ellas. (Ecl. 12:12) Es cierto que algunas cosas de la verdad quizás sean difíciles de entender al principio, pero, como Jesús dijo a la mujer samaritana cerca del pozo de Sicar, si bebemos de esta agua de verdad que él suministra nunca volveremos a tener sed. (Juan 4:13, 14) Los apóstoles de Jesús, también, aunque al principio encontraron parte de su instrucción difícil de entender, reconocieron que lo que Jesús ofrecía era “dichos de vida eterna,” y ellos se apegaron a él. (Juan 6:68, NM) Cuando no entendían el verdadero sentido de su enseñanza no dejaban pasar el asunto perezosamente, sino que decían: “Acláranos la ilustración.” (Mat. 15:15, NM) Cuando no entendemos el sentido pleno de un argumento presentado en La Atalaya o cuando no entendemos el significado de un texto bíblico, ¿nos esforzamos con persistencia por entenderlo—así como Jacob de 97 años de edad forcejeó toda la noche con el ángel para recibir una bendición—y cosechamos así la bendición de entendimiento aumentado? (Gén. 32:24-28) Si al principio no entendemos las instrucciones que Jehová nos da por medio de su organización, no queremos que como resultado tropecemos como los fariseos; más bien, pídale a un hermano maduro que trate de hacérselas claras.

      4. Ilustre lo necesario que es la correcta alimentación espiritual.

      4 Al instante queda patente que para alimentarnos correctamente de la mesa de Jehová tenemos que hacerlo de manera sistemática. Si sólo arrebatamos bocados a la carrera y los engullimos apresuradamente, difícilmente podemos esperar disfrutar de salud física. Es esencial tener hábitos regulares de comer y masticar apropiadamente el alimento. ¿No es lo mismo cierto tocante a nuestra dieta espiritual? Cada día debemos apartar tiempo para estudiar; si es posible, a cierto tiempo en que nuestra mente esté alerta. Debe hacerse en ocasiones regulares y de una manera correcta. Entonces cuando usted aparte tiempo, apéguese a él. Su salud espiritual depende de ello. Si usted está cenando cuando un amigo entra, ¿pone usted a un lado el alimento y se pone a conversar ociosamente en vez de comer? No; usted probablemente lo invita a que lo acompañe a comer. Bueno, entonces, cuando usted está estudiando La Atalaya o su Biblia y un amigo entra y le pregunta: “¿Qué haces?,” ¿dice usted: “Oh, nada,” y la pone a un lado? ¿Por qué no lo invita usted más bien a que tome parte en el estudio? En el interés de su salud espiritual, no trate a la ligera sus hábitos de alimentación espiritual.

      5. (a) ¿Qué es un requisito previo para tener reuniones de congregación instructivas? (b) ¿Cómo sacaremos provecho de éstas individualmente y como congregación?

      5 El estudio de congregación es un requisito para la sociedad del Nuevo Mundo, pero el estudio personal es un requisito previo para estudios de congregación que valgan la pena. ¿Tiene usted el feliz privilegio de leer una porción de la Biblia en la escuela del ministerio? (Apo. 1:3) Entonces estúdiela cuidadosamente con anticipación para que usted pueda transmitir apropiadamente la instrucción que contiene. Recuerde, ¡es una palabra viva! Preséntela de esa manera. ¿Estudia usted con regularidad y anticipación el material que se va a considerar en la reunión de servicio? Si lo estudia aumentará mucho su capacidad de retener y aplicar la instrucción que recibe allí. Cuando usted asiste al estudio de libro de congregación, al estudio de La Atalaya, a la escuela del ministerio y a la reunión de servicio, ¿en realidad disfruta de ellos cabalmente? Es un placer adquirir la verdad, pero “hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.” (Hech. 20:35, NM) Esa felicidad es de usted si mantiene firmemente asida la declaración pública de su esperanza por medio de expresar oralmente su fe en las reuniones de congregación. Muestre consideración a sus hermanos por medio de hacer una contribución al estudio y, cuando dé, dé lo mejor que tenga. “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres.” (Heb. 10:23-25; Col. 3:23, NM) Para hacer esto usted tiene que estudiar personalmente su lección con anticipación.

      6. ¿Cómo afecta nuestro servicio el estudio personal, y cuál es la única manera de estar seguros de que realmente estudiaremos como nos hace falta hacerlo?

      6 La congregación cristiana es una organización ministerial por medio de la cual “estas buenas nuevas del reino” se están predicando en todo el mundo con el propósito de dar un testimonio. Ahora es madura y está bien equipada para llevar a cabo su comisión. ¿Qué hay de usted? ¿Ha ido usted al mismo paso que la organización y está usted equipado para participar en este ministerio del Reino? Usted tal vez ya haya dado el paso de participar en la obra de predicación, pero ahora esfuércese por hacer de sus horas de servicio las más productivas de fruto para alabanza de Jehová. Pablo aconseja: “Mantén tu equilibrio en todas las cosas, . . . efectúa tu ministerio cabalmente.” (2 Tim. 4:5, NM) Para efectuar su ministerio cabalmente usted tiene que estar equipado apropiadamente para él. Eso requiere que usted estudie la verdad, y para lograrlo usted tiene que apartar tiempo para ello así como usted aparta tiempo para el servicio en el campo.—2 Tim. 3:16, 17.

      7. ¿Cómo considerarán los siervos de la congregación el estudio personal?

      7 Quizás a medida que usted considere la gran necesidad de estudio personal, de leer la Biblia, de cuidadosamente examinar cada número de La Atalaya y ¡Despertad! y prepararse para las reuniones de congregación, usted crea que simplemente no puede hacerse todo. Como siervo de la congregación tal vez crea que con la actividad del servicio y los deberes de siervo, no queda tiempo para todo este estudio personal. Pero, por otra parte, considere esto como otro campo de actividad teocrática en el cual usted quiere llevar la delantera y ayudar a otros. Recuerde, un requisito de los superintendentes es que estén ‘capacitados para enseñar.’ Esto requiere estudio personal de parte de usted. “Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.” (1 Tim. 3:2; 4:16, NM) El buen ejemplo de usted guiará a otras de las ovejas del Señor en el camino correcto y las ayudará a formar buenos hábitos, en servicio y estudio, como ministros de Dios. Por eso dé cuidadosa consideración a la responsabilidad que le impone a usted la instrucción que se da en 1 Pedro 5:2, 3 (NM), que dice: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia, no por fuerza, sino voluntariamente, . . . haciéndose dechados de la grey.”

      HALLANDO TIEMPO U OCASIÓN PARA ELLO

      8. ¿Qué punto de vista adoptarán tocante a su estudio personal los que están en el servicio de tiempo cabal?

      8 ¿Está usted en algún ramo del servicio de tiempo cabal, en el campo o en una casa Betel? Efectuando activamente su ministerio todo el día, tal vez esté pasando por alto el estudio necesario. Pero para ‘efectuar su ministerio plenamente’ es imperativo el estudio personal diligente. Así como un doctor que no toma tiempo para mantenerse al día con los adelantos de la ciencia médica les es cada vez de menos valor a sus clientes, así el ministerio del que no se aplica regularmente a estudio personal cuidadoso constantemente disminuye en fuerza y eficiencia. Hasta él llega a ser vulnerable a las trampas del inicuo. “Por esta causa echen mano de la armadura completa que proviene de Dios, para que puedan resistir en el día inicuo y, después de haber hecho todas las cosas cabalmente, permanecer firmes.”—Efe. 6:13, NM.

      9. Aunque estamos ocupados, ¿por qué es tan necesario el estudio personal?

      9 Sin importar cuál sea su puesto en la sociedad del Nuevo Mundo, sin importar cuán ocupado esté usted con obligaciones de familia o con intereses del Reino, ¡manténgase en condición para el combate teocrático! Recuerde cómo avanzaron a la lucha los trescientos guerreros que formaban el grupito de Gedeón. Aunque no se arrodillaron para beber, no obstante se aseguraron de que estaban refrescados. Mantuvieron su vista en el trabajo que se hallaba adelante, pero sabían que tenían que estar en buenas condiciones para emprenderlo, y lo mismo es cierto en cuanto a nosotros.—Jue. 7:5-7.

      10. ¿Cómo pudieran hacer arreglos para su estudio los grupos de familia teocráticos?

      10 Aunque mucho estudio personal puede hacerse mejor estando uno solo, algunos encuentran que sacan mucho provecho de estudiar en compañía de un amigo íntimo o de su propio cónyuge, “para que haya un intercambio de estímulo.” (Rom. 1:12, NM) En el caso de éstos, esto sirve, no para reemplazar las reuniones de estudio de congregación, sino para equiparlos mejor para participar en esas reuniones. Los padres, que prestan atención al mandato de la Biblia de criar a sus hijos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová, quizás hallen provechoso hacer este estudio reuniendo a todo el grupo de la familia a la misma vez. Se provee amplia oportunidad para estudio hecho de esa manera si se reúne la familia para considerar el texto bíblico cotidiano, para estudiar La Atalaya y considerar artículos de ¡Despertad!, y al prepararse la familia para las reuniones de congregación y al leerse la Biblia misma consecutivamente con regularidad. El padre, que no sólo es un proveedor de cosas materiales para el hogar, sino que también vela por su crecimiento espiritual, debe organizar dicho estudio y luego encargarse de que se cumpla el horario. (Efe. 6:4; Deu. 6:6, 7) Sin embargo, cuando no todos los miembros de la familia están en la verdad, esa obligación puede corresponderle a la madre. (2 Tim. 1:5) Los niños teocráticos, también, se deleitarán en aprovecharse de la provisión, para que puedan recordar a su Creador en los días de su juventud. No usarán su juventud como una excusa para ser indiferentes, sino que querrán ser ejemplares en fe y servicio a otros de su propia edad y aun a los de más años. Ellos aceptan el buen consejo que se le dió a Timoteo: “Que nadie jamás menosprecie tu juventud. Por lo contrario, llega a ser un ejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad. Mientras llego, continúa aplicándote a la lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza.”—1 Tim. 4:12, 13, NM.

      11. ¿Por qué es que algunos aprenden más aprisa que otros?

      11 El problema al que deben enfrentarse ahora, tanto los jóvenes como los ancianos, es cómo efectuar este estudio personal de la manera más provechosa. ¿Por qué es que una persona puede aprender y entender nuevas ideas más rápidamente que otra? Además de la habilidad natural, generalmente se debe a que ha adoptado hábitos de estudio apropiados y ha reemplazado al descuido con esfuerzo sistemático. Es más fácil estudiar de la manera correcta que hacerlo perezosamente de la manera incorrecta.

      12. Ofrezca sugestiones tocante a cómo recordar lo que se estudia.

      12 Aunque a veces es bueno y se desea poder leer material rápidamente, no siempre es la mejor cosa hacerlo; es mucho más importante poder retener y usar lo que leemos. Sin embargo, usted puede esforzarse por mejorar su habilidad en la lectura por medio de practicar hasta que aprenda a leer frases e ideas en vez de palabras. El resultado no será solamente el poder leer—apropiadamente más material; también se comunicarán a su mente ideas, no solamente palabras. Lo que aprendemos tiene que hacer una impresión duradera en nuestra mente. Eso requiere concentración, lo cual significa enfocar la atención en una sola cosa a la vez. En conexión con esto, algunos han adoptado el punto de vista erróneo de que tienen que forzar la mente para espaciarse en un tema, pero ¿trabajará muy eficientemente una mente forzada o tensa? En vez de forzar la mente, cultive interés vehemente en el tema que se va a considerar. Usted naturalmente llegará a estar absorto en el material, despidiendo de la mente todas las ideas y preocupaciones que no vienen al caso, y entonces la concentración es fácil. A medida que estudie mantenga vivo el interés mediante el analizar constantemente el material para determinar cómo puede usarse. Determine de qué beneficio práctico será para usted. ¿Le ayuda a entender mejor el mundo que lo rodea? ¿Le ayudará a enfrentarse a los problemas de la vida? ¿Aclara algunas preguntas cuyas respuestas usted no sabía anteriormente? ¿Ve usted en ello una ilustración o argumento que puede usar para aclarar a otro las verdades de la Palabra de Dios? Nosotros recordamos las cosas que nos interesan en particular. Puede que los mundanos recuerden bocaditos jugosos de chismografía acerca de sus semejantes. El interés del pueblo de Jehová está en el nuevo mundo de justicia; por eso los de éste recuerdan las cosas que atañen al modo de vivir del Nuevo Mundo y al Creador del nuevo mundo, Jehová Dios.—2 Ped. 3:13.

      13. ¿Qué más hace posible la concentración completa?

      13 La imaginación también fortalece la concentración. Mucho de la Biblia se compone de narración histórica e ilustraciones proféticas. Por lo tanto, cuando aplique su mente a un estudio de las Escrituras, use la imaginación y los diversos sentidos para representar vívidamente ante usted el asunto. Por ejemplo, considere el juicio de Jesús ante Pilato. No lea simplemente palabras, si no represente con viveza en la mente cada detalle de la ocasión. (Juan 19:1-16, NM) Sienta el aire frío de la mañana. Vea a Jesús ataviado con una túnica purpúrea y con la corona de espinas puesta por fuerza en su cabeza. Sienta el ardor de los golpes al abofetearlo insolentemente los soldados. Al colocarse usted allí en la calle delante del palacio del gobernador en Jerusalén, sienta la apretura de la multitud. Pruebe el polvo que levantan los pies de la gente que se arremolina. Oiga a la chusma encabezada por los fariseos ataviados con túnicas cuando grita: “¡Quítelo! ¡Empálelo!” Se apoderará de usted la repugnancia cuando dicen: “No tenemos más rey que César”; su corazón latirá con violencia a medida que sube la tensión de la escena. Sí, vívala; entonces la recordará. Su mente es alimentada por los cinco sentidos: el tacto, el gusto, la vista, el olfato y el oído. En consecuencia, cuando emplee la imaginación, dejando que todos sus sentidos contribuyan libremente, su mente estará completamente absorta, la concentración será completa y la impresión que se hace será profunda y duradera.

      14. ¿Cómo pueden recordarse mejor las pruebas y los argumentos?

      14 Los argumentos y razones en apoyo de las doctrinas quizás sean difíciles de representarse con viveza en la mente, pero al oírlos declarados y verlos impresos usted puede emplear el factor fortalecedor de la memoria, la asociación. Considere lo razonable de las declaraciones que usted lee, por qué razón se hace la declaración, la prueba de su veracidad y las ilustraciones de su aplicación. Conscientemente asocie todo esto de una misma vez. Vea a cada uno de estos factores en la relación que tiene con los otros, y cuando usted recuerde uno recordará los otros juntamente con él y el cuadro quedará completo.

      15. (a) ¿Por qué tiene el ministro cristiano que emplear tiempo en planear la refutación de objeciones? (b) Aun con un horario ocupado, ¿cómo puede hallar tiempo para hacer esto?

      15 Quizás la gente de su territorio presente alguna objeción basada en prejuicio o en doctrina religiosa. Esa objeción impide el que usted pueda presentarle el mensaje del Reino. ¿Qué puede hacerse? A fin de ‘efectuar su ministerio cabalmente’ usted querrá cultivar la habilidad de vencer esas objeciones. Pero ¿cuándo? Tal vez usted llega al lugar de las reuniones de la congregación diez o quince minutos antes del estudio, o tal vez llega al centro de servicio un poco antes que los demás. ¿Por qué no usar ese tiempo sabiamente? Cambien sugestiones. Practíquenlas los unos con los otros. Consideren cómo refutar la objeción sin despertar antagonismo, sino más bien suscitando curiosidad o interés en nuestro trabajo. Quizás una ilustración apropiada ayude a transmitir el punto y al mismo tiempo evite el prejuicio. Analice los textos que usted desea usar para que pueda presentarlos de la manera más eficaz. Prepare nuevos sermones para el trabajo de casa en casa y de revisitas de la misma manera. Estas consideraciones como parte de su programa de estudio personal requieren muy poco tiempo adicional y de ninguna manera serán semejantes a trabajo, sino, más bien, serán agradables, estimulantes, y al mismo tiempo lo equiparán a usted para ser un ministro más competente.—Pro. 27:17.

      HACIENDO QUE EL CONOCIMIENTO DEJE IMPRESIÓN EN UNO MISMO

      16. En vez de simplemente aprender de memoria, ¿qué hace un estudiante prudente?

      16 Algunos tratan de adquirir información aprendiendo las cosas de memoria, pero esto es laborioso y artificial. Y aunque usted pudiera repetir palabra por palabra la declaración que usted quiere hacer, a menos que la entienda plenamente no podrá usarla eficazmente. Por esa razón generalmente es mejor quedarse con ideas, no palabras. Juegue con las ideas nuevas, considérelas desde diferentes aspectos, pese su valor, expréselas en sus propias palabras; entonces son posesión suya. Aun cuando quiera aprender de memoria algún material, como, por ejemplo, un texto bíblico, antes de que lo haga asegúrese de que usted entiende la idea que contiene y su valor. Si usted lo hace, le será mucho más fácil aprenderlo y retenerlo.

      17. ¿Cómo pudiera uno subrayar el material de estudio? ¿De qué provecho es?

      17 Cuando estudie tal vez halle que le es provechoso subrayar ciertos puntos si la publicación que usted está leyendo es su ejemplar. Puede usar estas marcas para designar puntos débiles en su dominio del tema, o para manifestar las ideas principales del artículo. Esto nunca debe ser demasiado extenso; un vistazo a las palabras o frases principales debe ayudarlo a recordar las ideas que se presentan. El subrayar así es de provecho particular, pues sirve para repasos y para participar en una consideración del material por la congregación. Le ayudará a usted a localizar los puntos principales y reconstruir con rapidez en su mente la esencia del material.

      18. ¿Qué es lo que da a algunos una vista torcida del contenido de la Biblia?

      18 Hay muchos que obtienen lo que pudiera llamarse una vista miope de los temas que estudian. Muchas organizaciones religiosas ven así la Biblia. Sólo ven los pocos textos aislados en que basan su creencia. No consideran el contexto; no ven la Biblia entera como la Palabra inspirada de Dios. El tema del Reino, que va desde Génesis hasta Apocalipsis, no lo ven. Su concepto de Dios está torcido, y, aunque siempre estén aprendiendo, nunca llegan a un conocimiento acertado de la verdad. No los imite.—2 Tim. 3:7.

      19. ¿Cómo procedería uno correctamente con el estudio de un artículo de La Atalaya con la mira de apreciar y recordar plenamente los puntos para usarlos en su ministerio?

      19 Cuando usted estudie trate de ver el tema en su totalidad. Una cada idea al tema central, determinando su importancia relativa. Cuando usted encuentre la respuesta a la pregunta en un párrafo de la lección de La Atalaya, esté seguro de notar la relación de esa respuesta en particular con el tema del estudio. Observe el desenvolvimiento lógico de argumentos e ilustraciones a medida que el tema va desarrollándose, párrafo por párrafo, para presentar un solo cuadro completo, bien equilibrado y con todos sus detalles colocados apropiada y proporcionadamente. Cuando usted termine de leer el artículo, deliberadamente pause y reconstruya ese cuadro en su mente, ya sea por medio del uso de subtítulos, oraciones temáticas, preguntas al pie de la página o ideas principales que usted haya subrayado al leer. Deje que su mente examine a la ligera el bosquejo de argumentos y los textos que se han usado para desarrollar el tema. Luego cierre la revista o libro y vea si puede hacerlo otra vez sin mirar el material impreso. Sólo tomará un minuto o dos el hacer esto, pero entonces lo tendrá firmemente grabado en la mente. Será de usted para usarlo. Nosotros queremos que las cosas que aprendemos de la Palabra de Dios y por medio de su organización se queden con nosotros como una guía para el modo de vivir cristiano y como equipo para usarlo en el ministerio. “Por eso es necesario que pongamos más que la acostumbrada atención a las cosas que nosotros escuchamos, para que nunca nos deslicemos.”—Heb. 2:1, NM.

      20. ¿Cómo pueden aplicarse estos principios del estudio a la lectura del texto del día, a la lectura de la Biblia, y con qué provecho?

      20 Usted tal vez ya aplique estos principios hasta cierto grado. Al concluir su estudio de libro de congregación semanal, ¿se hace un repaso con los libros cerrados de los puntos importantes de la lección? ¿Da un comentario y hace resaltar alguna parte de la lección el conductor del estudio de La Atalaya una o dos veces durante el estudio? Ahora, ¿por qué no extender esos principios más? Haga la misma cosa para usted mismo al leer cada artículo de La Atalaya. Después de haber considerado el texto del día que se presenta en La Atalaya y el párrafo o párrafos a que se hace referencia allí, cierre la revista y vea si puede expresar concisamente la esencia de lo leído en una sola oración. Haga lo mismo con su lectura bíblica personal. A medida que termine de leer cada capítulo trate de epitomarlo para usted mismo. Vea si puede determinar el tema central del capítulo o la esencia de todo ese libro de la Biblia, y luego note la relación de cada versículo con esa idea central. Trate de ver a todo el libro como un conjunto bien arreglado, observando la relación que hay entre unas ideas y otras. El aprecio que le tiene a las cosas que aprende será grandemente acrecentado porque usted entenderá el medio circundante, los antecedentes y la relación de las declaraciones que se hacen. Le será mucho más fácil hallar textos bíblicos, recordar argumentos, y usarlos eficazmente para derribar las doctrinas falsas y establecer la adoración correcta.—2 Cor. 10:4, 5.

      21. ¿Por qué todos los que están en la sociedad del Nuevo Mundo serán diligentes en su estudio y se esforzarán por mejorar sus hábitos de estudio?

      21 Usted quiere progresar con la sociedad del Nuevo Mundo. Usted quiere estar equipado para una participación efectiva en el ministerio. Entonces, aplique a su estudio personal estos principios que hemos considerado. “Haz todo lo posible para presentarte aprobado a Dios, un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.” (2 Tim. 2:15, NM) Considere el trabajo de recogimiento que está ante nosotros. Pese los privilegios de servicio que le aguardan a medida que ensanche su ministerio. Mire hacia el futuro a la vasta reconstrucción y trabajo educativo que yace más allá del Armagedón. Resuélvase a equiparse para una mayor participación en este trabajo que Dios nos ha dado y aplíquese a ello, y la bendición de Jehová seguramente será suya.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1956 | 15 de septiembre
    • Preguntas de los lectores

      ● En la Versión Normal Revisada de la Santa Biblia, publicada en los Estados Unidos de América del Norte en 1952, el nombre divino Jehová no aparece ni una sola vez, ni aun en la traducción de las Escrituras Hebreas. Según el prefacio de esta versión de 1952, la palabra “Señor” ha sido empleada en vez del nombre de Dios. Por lo tanto, ¿sería correcto el que nosotros leyéramos el nombre “Jehová” donde la palabra “Señor” aparece con referencia a Dios, para que así el nombre de Dios se halle en su lugar apropiado?

      No, no sería correcto hacer esto. ¿Por qué no? Por esta razón: En la Versión Normal Revisada, así como en la versión Autorizada o del Rey Jaime, el nombre divino, Jehová, ha sido reemplazado por el título “SEÑOR” impreso en letras mayúsculas, o por el otro título “Dios” impreso, también, en letras mayúsculas. Donde los títulos “Señor” y “Dios” no aparecen con todas las letras mayúsculas, no se traduce el nombre divino Jehová. Por ejemplo, en el primer capítulo del Génesis el título Dios aparece muchas veces, pero no se está traduciendo del hebreo el nombre divino, y por ende “Dios” tiene solamente la letra inicial en la forma mayúscula y las otras letras son minúsculas o de tipo pequeño. En el texto hebreo el nombre divino Jehová hace su primera aparición en el capítulo dos del Génesis, y en ese sitio la Versión Normal Revisada lo vierte con el título “SEÑOR” con todas las letras mayúsculas. Sin embargo, en Génesis 15:2 hallamos la expresión “Señor Dios” con el título “Dios” en mayúsculas, mas no el título “Señor.” Esto se debe a que con el título “Dios” se traduce el nombre divino Jehová, mientras que no se hace eso con el título “Señor.”

      En Génesis 15:2 es verdad que la palabra “Señor” se aplica a Jehová, pero traduce la palabra hebrea pronunciada “Adonéiai” o “Adonái.” Esta palabra hebrea significa “Maestro” o “Señor” y se aplica exclusivamente a Jehová Dios. De manera que describe a Jehová como Maestro o Señor. Por lo tanto, en el texto hebreo la expresión original para “Señor Dios” es “Adonái Yehowih.” La Versión Normal Americana y la Traducción del Nuevo Mundo traducen esta expresión al inglés como “Lord Jehovah” (Señor Jehová). En las Escrituras Hebreas esta expresión “Adonái Yehowih” o “Señor Jehová” aparece más de trescientas veces, comenzando con Génesis 15:2. Solamente en el libro profético de Ezequiel esta expresión “Señor Jehová”

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