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Estudiando la Palabra de vidaLa Atalaya 1964 | 15 de enero
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Estudiando la Palabra de vida
“Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que por medio de nuestra perseverancia y por medio del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”—Rom. 15:4.
1. ¿Por medio de qué habla Dios, y por qué es prudente escucharle?
A TRAVÉS de las páginas de la Biblia el Creador de usted le habla a usted. Le dice lo que él ha hecho en tiempos pasados y lo que se ha propuesto hacer en el futuro. Le da a usted consejo sano e instrucción sabia para guiarlo en el camino que es mejor para usted. Puesto que es mucho más sabio que cualquier humano, lo que dice es digno de que usted le ponga la atención más cuidadosa. Si usted le escucha, su Palabra escrita puede ser para usted un libro de vida. “Hijo mío, no olvides mi ley, y mis mandamientos observe tu corazón, porque largura de días y años de vida y paz te serán añadidos.”—Pro. 3:1, 2.
2. ¿Por qué algunas personas no hallan los tesoros de la Palabra de Dios?
2 Los galardones por estudiar la Palabra de Dios son grandes, pero no pueden tenerse sin esfuerzo. Se necesitan muchas horas de lectura, junto con concentración y meditación profundas. Esto es desagradable para personas inclinadas a la frivolidad cuya lectura nunca es más pesada que revistas gráficas, periódicos y novelas en rústica. Debido a que son renuentes a esforzarse y ahondar en las cosas profundas de la Palabra de Dios dejan de hallar los tesoros de sabiduría que se hallan allí para los que están dispuestos a esforzarse por conseguirlos. “Si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, si sigues buscándolo como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues buscándolo, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y encontrarás el mismo conocimiento de Dios.” (Pro. 2:3-5) Eso requiere estudio. Lo que puede suceder cuando éste falta y se desatiende la Palabra de Dios se ve en el pueblo de tiempos antiguos que estaba en pacto con Jehová.
3. ¿Qué se requería del rey del pueblo que estaba en pacto con Dios en tiempos antiguos, y por qué era bueno esto?
3 Al rey del pueblo que estaba en pacto con Jehová se le requería que tuviera una copia de la ley de Dios y que la leyera repetidamente a través de su vida. Al seguir su guía él podría conducir a sus súbditos en el camino que sería el mejor para ellos. El estudiar con regularidad la ley de Jehová era en los intereses nacionales así como en los intereses suyos. “Debe suceder que cuando él se siente en el trono de su reino, debe escribir en un libro para sí mismo una copia de esta ley de la que está al cuidado de los sacerdotes, los levitas. Y debe continuar ella con él, y él debe leer en ella todos los días de su vida, a fin de que aprenda a temer a Jehová su Dios para que guarde todas las palabras de esta ley y estos reglamentos por medio de cumplirlos.”—Deu. 17:18, 19.
4. ¿Qué derrotero emprendió la mayor parte de los reyes del pueblo escogido de Dios?
4 La mayor parte de los reyes que gobernaron al pueblo escogido de Jehová pasó por alto este mandato. Dejaron de estudiar la Palabra divina y de seguir la guía de su consejo sabio. Confiando en su propia sabiduría, condujeron al pueblo en el mismísimo camino en que Dios les advirtió que no fueran. Neciamente se apartaron de la senda de obediencia a Dios y se hundieron en el fango hediondo de la idolatría. “Siguieron andando en los estatutos de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel, y en los estatutos de los reyes de Israel que éstos habían hecho; y los hijos de Israel se pusieron a escudriñar las cosas que no eran correctas para con Jehová su Dios y siguieron edificándose lugares altos en todas sus ciudades, desde la torre de los vigilantes hasta la ciudad fortificada; y siguieron erigiéndose pilares sagrados y palos sagrados sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso; y allí en todos los lugares altos continuaron produciendo humo sacrificatorio de la misma manera que las naciones a quienes Jehová había desterrado a causa de ellos, y continuaron haciendo cosas malas para ofender a Jehová.—2 Rey. 17:8-11.
5. ¿Qué error cometió el sacerdocio levítico en general, y a qué condujo esto?
5 Al igual que los muchos reyes que no escudriñaron las instrucciones sabias y el consejo protector de las Escrituras, el sacerdocio levítico en general las desatendió. Dejando de alimentar su mente con las verdades espiritualmente nutritivas que Jehová les proveía, se hicieron tontos como los ídolos mudos que adoraban neciamente. No veían nada malo en desempeñar un papel doble como sacerdotes de Jehová y sacerdotes de los ídolos despreciables y los abominables lugares altos. “‘Porque tanto el profeta mismo como el sacerdote mismo se han hecho corruptos. También en mi propia casa he hallado su maldad,’ es la declaración de Jehová.” (Jer. 23:11) Una de las pocas excepciones a esta voluntariedad se manifestó en los días de Josafat.
6. Explique qué cosa sabia hicieron los levitas en el tiempo de Josafat y por qué era bueno esto para la nación.
6 En el tiempo de Josafat los levitas cumplieron con su obligación de estudiar la Palabra de Dios y de instruir a la gente en ella. El rey Josafat se aseguró de que lo hicieran. Por órdenes suyas iban a través del país en circuitos docentes regulares. Esta obra edificativa fortaleció a la gente y la ayudó a andar en el camino de obediencia a Dios. “Comenzaron a enseñar en Judá y con ellos estaba el libro de la ley de Jehová; y ellos continuaron recorriendo todas las ciudades de Judá y enseñando entre la gente.” (2 Cró. 17:9) Si este esfuerzo constructivo para instruir a la gente en la Palabra de Dios hubiera continuado durante los reinados de los reyes que lo sucedieron, la historia de aquella nación hubiera sido muy diferente a lo que resultó ser. Los gobernantes como Josafat fueron demasiado pocos en la línea real de veintitrés gobernantes de Judá.
HALLANDO EL LIBRO DE LA LEY
7, 8. (a) ¿Cuáles fueron algunas de las cosas notables que hizo Josías durante su reinado? (b) ¿Por qué necesitaba reparación el templo?
7 El gobierno de Josías fue uno de los más notables en la historia del reino de Judá. Lo que contribuyó en gran manera a esto fue la Palabra escrita de Dios. Al igual que Josafat, que gobernó más de 250 años antes que él, Josías tuvo respeto profundo a aquella guía divina. Deseando andar en el camino de obediencia a Jehová, instituyó una campaña intensa para extirpar la abominable práctica de la idolatría que había corroído las partes vitales de la nación durante los reinados de su padre y su abuelo, Amón y Manasés. Las imágenes fueron pulverizadas, los huesos de los sacerdotes de Baal fueron quemados en sus altares y los altares fueron derribados. El palo sagrado fue sacado del templo y fue destruido, así como los carros del Sol que habían sido usados en la adoración del Sol. Ya no permitiría que los caballos que estaban dedicados al Sol entraran en el templo y lo contaminaran. Aun el valle de Hinom se inutilizó para prácticas idólatras por medio de convertirlo en un basurero público.—2 Cró. 34:3-7; 2 Rey. 23:6, 10, 11.
8 En el decimoctavo año de su reinado, cuando solo tenía veinticinco años de edad, Josías ordenó que el templo de Jehová fuera reparado. Aparentemente no se habían hecho reparaciones grandes al templo desde los días de Joás, más de 200 años antes de los días de Josías. Durante los cincuenta y cinco años que reinó el abuelo de Josías, Manasés, y los dos años que gobernó su padre, Amón, la conservación del templo no había sido atendida, aunque éste se usó en la práctica de idolatría por gran parte de aquel período. Parece que algunas de las cámaras o edificios exteriores del templo habían sido arruinados por reyes idólatras y necesitaron ser reconstruidos.—2 Cró. 34:8-11.
9. ¿Qué hallazgo importante se hizo durante la obra de reparación al templo, y qué razón posible existe para que se hubiera ocultado originalmente lo que se halló?
9 Durante el curso de la obra de reparación, Helcías, el sumo sacerdote, halló el libro de la Ley que había sido escrito por Moisés. Esta aparentemente había sido la copia original que había sido mantenida junto al arca del pacto en el Santísimo del templo. Pudo haber sido escondida durante el tiempo que el idólatra Manasés, el hijo de Ezequías, estuvo profanando el templo con ídolos y persiguiendo a los siervos de Jehová. Según Josefo, Manasés mató a muchos hombres justos, incluyendo a profetas. Tan intensa fue su campaña inicua que se dice que llenó a Jerusalén de sangre inocente. “Había también sangre inocente que Manasés derramó en una cantidad sumamente grande, hasta que hubo llenado a Jerusalén de cabo a cabo.” (2 Rey. 21:16) En vista de esta persecución fanática, parece razonable concluir que un fiel sumo sacerdote tomó la ley de Dios de su lugar acostumbrado junto al arca del pacto y la escondió para su propia protección.
10, 11. (a) ¿Cómo reaccionó Josías a la lectura del libro? (b) ¿Qué parece haber sido el libro? ¿Por qué?
10 Helcías reconoció el rollo como la ley de Dios y consideró su hallazgo de tan gran importancia que hizo que Safán, el secretario de la casa de Jehová, llevara el manuscrito al rey. Lo que Josías oyó cuando Safán le leyó el libro sagrado lo dejó sacudido y atemorizado. “Sucedió que tan pronto como el rey oyó las palabras del libro de la ley, inmediatamente rasgó sus prendas de vestir.”—2 Rey. 22:8-11.
11 El rollo probablemente era el libro de Deuteronomio, porque ese libro contiene advertencias horrendas de lo que le sucedería al pueblo en pacto con Dios si no obedecía la ley de Dios. Las advertencias se hallan en detalle tan notable que fácilmente pudieran haber sacudido al buen rey Josías, especialmente cuando él estaba bien al tanto del derrotero de idolatría que la nación había emprendido. El desastre nacional era una perspectiva aterradora.
12-14. Dé una explicación posible de por qué Josías obró como si lo que había oído le hubiese sido leído por primera vez, aunque se suponía que el rey debería guardar una copia de la Palabra de Dios y debería leerla.
12 Puesto que la ley de Dios requería que el rey leyera la Palabra de Dios, usted quizás se pregunte por qué Josías se sacudió al leer las advertencias de este libro sagrado como si las estuviera leyendo por primera vez. Es muy posible que fuera la primera vez. Tal vez no haya tenido una copia de la Palabra de Dios para leerla. En vista del gran número de gobernantes de Judá que habían sido idólatras, algunos tan fanáticamente, como Acaz, Atalia y Manasés, bien es posible que los reyes hubieran dejado la práctica de tener una copia personal de la ley de Dios para lectura regular. Lo que Josías sabía acerca de la ley de Dios probablemente le llegó por instrucción oral de parte de los levitas, que sin duda tenían copias en su posesión. Cuando a la edad de quince años “comenzó a buscar al Dios de David su antepasado,” él debe haberse dirigido a los levitas fieles para instrucción acerca del Dios de David. No es probable que los que habían estado cerca de su padre idólatra, Amón, en la corte real pudieran haberle enseñado.—2 Cró. 34:3.
13 El que varias copias de la Palabra de Dios sí existían entre los levitas en una ocasión lo indica el hecho de que en los días de Josafat los levitas llevaban copias de la Ley consigo cuando recorrían el país en sus circuitos para enseñar. Es sumamente improbable que los reyes inicuos hubieran tenido éxito en destruir todas las copias existentes. El mismísimo hecho de que Helcías reconoció el libro que halló como la ley de Dios indica que estaba versado en la Palabra de Dios, y esto sin duda se debía a que los levitas de su día poseían una copia. Lo que hizo al hallazgo de Helcías tan digno de atención en su mente muy probablemente fue que el manuscrito era el libro original escrito por mano de Moisés.
14 Puesto que el conocimiento de Josías de la Palabra de Dios tal vez no haya venido de estudio personal de la ley de Dios sino de lo que le fue enseñado por los levitas, es posible que lo que Safán le leyó lo oyó por primera vez. Las espantosas maldiciones mencionadas en el capítulo veintiocho de Deuteronomio, aunadas al hecho de que fueron leídas del manuscrito original, ciertamente impresionarían a Josías con su importancia. Al rasgar sus prendas de vestir reveló a qué grado lo sacudió lo que oyó.
15. ¿Cómo confirmó Josías lo que le fue leído de la Palabra de Dios?
15 Josías comprendió que la ira de Jehová era grande contra la nación por haber pasado por alto a la Palabra divina y por desobedientemente hacer todo lo que Dios le había dicho que no hiciera. Mostrando su gran interés, rápidamente despachó una delegación de cinco personas para inquirir de Jehová por medio de la profetisa Hulda. “Vayan, inquieran de Jehová a mi propio favor y a favor del pueblo y a favor de todo Judá en cuanto a las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que ha sido encendida contra nosotros por el hecho de que nuestros antepasados no escucharon las palabras de este libro por medio de obrar según todo lo que está escrito concerniente a nosotros.” (2 Rey. 22:13) Por medio de la profetisa, Jehová confirmó todo lo que estaba escrito en el libro. “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Aquí estoy trayendo calamidad sobre este lugar y sobre sus habitantes, aun todas las palabras del libro que el rey de Judá ha leído.’”—2 Rey. 22:16.
16. (a) Describa cómo se cumplieron las maldiciones del libro. (b) ¿Por qué le vinieron al pueblo que estaba en pacto con Dios?
16 Porque Josías había manifestado una buena condición de corazón para con Jehová y había hecho todo lo posible por seguir la buena guía de la Palabra de Jehová, las maldiciones del libro no vinieron en su día. Fue más de veinte años después de su muerte cuando llegaron a ser una realidad para aquella nación obstinada. Los ejércitos babilonios marcharon a través de la tierra de Judá saqueando y destruyendo. El hermoso templo que Salomón había construido y la ciudad de Jerusalén fueron demolidos, quedando convertidos en un montón de ruinas. A la mayor parte de la gente que sobrevivió se le hizo marchar a la distante Babilonia como cautivos, como predijo el libro de Deuteronomio: “Jehová te hará marchar a ti y a tu rey a quien constituirás sobre ti a una nación que no has conocido, ni tú ni tus antepasados.” (Deu. 28:36) Todo esto vino sobre ellos porque habían dejado de estudiar la Palabra de Dios y de seguir sus instrucciones.
EN LOS DÍAS DE LOS APÓSTOLES
17. ¿Qué actitud tuvieron los apóstoles para con las Escrituras?
17 Los apóstoles cristianos apreciaron profundamente cuán vitalmente necesario es el estudio de la Palabra de Dios para el bienestar humano. En ninguna ocasión arrojaron duda sobre su confiabilidad y así contribuyeron a socavar la confianza del público en ella, como algunos caudillos religiosos han hecho en el siglo veinte. Siempre manifestaron profundo respeto para ella, haciendo todo lo posible por edificar fe en ella y aprecio por ella. Cuando los judíos de la ciudad de Berea, en Macedonia, consultaron las Escrituras para ver si las enseñanzas de Pablo confrontaban con ellas, Pablo no los condenó. No instituyó una inquisición contra ellos como la Iglesia Católica Romana lo ha hecho a veces contra los que buscaron medir sus enseñanzas con la Biblia. En vez de eso, habló encarecidamente de aquellos judíos, diciendo que eran de disposición noble. Aprobó el deseo de ellos de estudiar las Escrituras y usarlas como vara de medir de la fe y la verdad.—Hech. 17:11.
18. ¿Por qué puede considerarse el que los israelitas no estudiaran las Escrituras como una advertencia?
18 Si la nación de Israel hubiera mostrado la anuencia de los de Berea para estudiar la Palabra de Dios y ser guiados por ella, no hubiese sufrido las maldiciones predichas en el libro de Deuteronomio. El registro de lo que les sucedió subsiste como advertencia para otras generaciones. Es una advertencia para los que desatienden el estudio de las Escrituras hoy en día. Lo que el apóstol Pablo dijo en cuanto a los israelitas desobedientes en el desierto puede aplicarse a sus descendientes desobedientes bajo el gobierno de los reyes de la nación. “Pues bien, estas cosas,” dijo Pablo, “siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” (1 Cor. 10:11) Por medio de observar lo que esas personas hicieron mal y lo que dejaron de hacer, hoy podemos evitar la desaprobación divina que vino sobre ellas con sus consecuencias desastrosas.
19. ¿Cómo recalcó Pablo el valor del estudio de la Biblia, y a qué conclusión hemos de llegar cuando consideramos sus palabras?
19 En su carta a Timoteo, el apóstol Pablo recalcó el valor del estudio de la Biblia diciendo: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, completamente equipado para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16, 17) ¿Cómo puede la Biblia enseñarle a usted si usted pasa por alto su instrucción? ¿Cómo puede ella censurarlo a usted si usted no le da oídos? ¿Cómo puede rectificar las cosas para usted en cuanto a creencias verdaderas si usted no la sigue como guía? ¿Cómo puede disciplinarlo a usted en justicia si usted jamás la estudia? No sea como los israelitas infelices que dejaron de sacar provecho de las Escrituras porque dejaron de estudiarlas y aplicar lo que está escrito en ellas. “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!”—Luc. 11:28.
HAGA DEL ESTUDIO BÍBLICO PARTE DE SU VIDA
20. ¿Por qué necesitamos la Biblia hoy en día?
20 Así como la Palabra de Dios fue esencial para el bienestar de los israelitas, así es esencial para el bienestar de usted. En este tiempo cuando la locura en masa está conduciendo a las naciones hacia un holocausto nuclear, usted necesita la influencia tranquilizadora de la Biblia. Usted necesita su sabiduría para pensar bien. Usted necesita sus profecías que inspiran esperanza para darle a usted un sentido de seguridad. Usted necesita hacer del estudio de la Biblia una parte de su vida.
21, 22. (a) Explique lo que Josué quiso decir por lo que dijo a los israelitas en cuanto a la Palabra de Dios. (b) ¿Cómo puede usted tener las palabras de Dios en su boca?
21 Lo que Jehová le dijo a Josué antes de que los israelitas cruzaran el río Jordán y entraran en la Tierra Prometida es consejo que usted haría bien en seguir hoy. “Este libro de la ley no debería apartarse de tu boca, y debes leerlo en tono de voz bajo día y noche, a fin de que cuides de hacer de acuerdo con todo lo que está escrito en él; porque entonces harás próspero tu camino y entonces actuarás sabiamente.” (Jos. 1:8) El estudiarlo día y noche no significa literalmente leerlo continuamente. La expresión está recalcando el punto de que el estudio de la Palabra de Dios debe ser una cosa regular a través de su vida y no algo que se comienza y luego se desatiende.
22 Si usted mantiene presentes las verdades y principios de las Escrituras por medio de repasarlos continuamente por medio del estudio, éstos no se apartarán de usted. Cuando usted hable éstos influirán en su lengua de modo que lo que usted diga será edificante a otros. Las palabras de usted reflejarán la sabiduría de las Escrituras y las acciones de usted reflejarán sus buenos principios. Cuando usted habla acerca de las cosas que están en la Palabra de Dios, usted tiene Sus palabras en su boca. Son limpias y dulces, y hacen su habla edificativa y sana. “¡Cuán suaves a mi paladar han sido tus dichos, más todavía que la miel a mi boca!” (Sal. 119:103) El desatender el estudio regular de la Biblia puede hacer que la Palabra de Dios se aparte de su boca de modo que sus verdades ya no sean las cosas acerca de las cuales usted hable.
23. ¿Qué se sugiere por leer la Biblia en un tono de voz bajo?
23 El leer la Biblia en tono de voz bajo significa meditar mientras usted lee. El decir cada palabra disminuye la velocidad de su lectura, pero permite que el contenido de pensamiento se ahonde para que usted pueda meditar en ello, al dar vueltas y vueltas el pensamiento en su mente. La Biblia es diferente a muchos libros que están llenos de palabras pero vacíos de pensamiento. No tiene palabras superfluas. En las partes que no son narraciones históricas, las oraciones con significado requieren que usted disminuya la velocidad en su lectura y medite.
24. ¿Cómo es la Biblia una luz orientadora para nosotros hoy en día?
24 Al obedecer lo que está escrito en la Biblia, esto obrará como una luz orientadora que lo conducirá a usted a lo largo de la senda de la vida a la vida eterna. En medio de la confusión y perplejidad internacionales, cuando la gente atemorizada del mundo no sabe qué camino tomar, usted puede andar tranquilamente a lo largo de la senda recta revelada por la Palabra de Dios. Usted puede saber adónde se dirige, y usted puede estar seguro de llegar a ese lugar. Es por medio de estudiarla y obedecerla que usted puede hacer próspero su camino y puede actuar sabiamente.—Sal. 119:105; Mat. 7:13, 14.
25. ¿Cuánto esfuerzo debe hacerse para aprender lo que está en las Escrituras?
25 Así como la persona que busca plata preciosa u otros tesoros materiales dedica mucho tiempo y energía para hallarlos, así la sabiduría y conocimiento en la Palabra de Dios debe buscarse con diligencia. El hallarlos es de mucho mayor importancia a su felicidad y bienestar eterno que cualquier cantidad de tesoros materiales. “Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría, y el hombre que consigue discernimiento, porque el tenerla como ganancia es mejor que tener plata como ganancia y tenerla como producto que el oro mismo. Es árbol de vida a los que echan mano de ella, y los que se mantienen bien afianzados de ella han de ser llamados felices.”—Pro. 3:13, 14, 18.
26. ¿Qué hará usted si aprecia la Palabra de Dios?
26 Si usted aprecia lo que Dios hizo que fuera escrito en su Palabra, usted no cometerá el error que cometieron los israelitas al desatenderla. Apréciela y estúdiela. Como Josías, tenga interés profundo en las leyes de Dios y un deseo intenso de obrar según todo lo que ha sido escrito en las Escrituras. Que ellas lo instruyan y lo guíen a usted en el camino a la vida como lo hicieron a los apóstoles. Estímelas, manteniendo sus verdades frescas en la mente por medio de estudio regular. Comprenda que “todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que por medio de nuestra perseverancia y por medio del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”—Rom. 15:4.
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Mejorando el estudio personalLa Atalaya 1964 | 15 de enero
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Mejorando el estudio personal
“Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá.”—Mat. 7:7.
1, 2. (a) Explique Mateo 7:7. (b) ¿Qué determina la calidad de la fe y aprecio de usted?
LOS inestimables tesoros de sabiduría y conocimiento de la Palabra de Dios son para los que están anuentes a buscarlos. Si usted no hace esfuerzo por estudiar las Escrituras, ¿cómo puede usted esperar hallar estos tesoros? ¿Cómo puede usted afirmar honradamente que usted aprecia las leyes buenas, el consejo edificativo y las verdades esclarecedoras que Dios ha puesto en su Palabra escrita? Cuando Jesús dijo lo que está registrado en Mateo 7:7 estaba hablando a personas que apreciaban encarecidamente la Palabra de su Padre, no a gente que piensa tan poco en ella que rara vez si acaso la leen. Si usted es una persona que reconoce el valor de ella, usted hará lo que dijo Jesús. En oración usted le pedirá al Padre, no una vez, sino repetidamente, instrucción, conocimiento y sabiduría. Usted manifiesta su sinceridad y encarecimiento cuando ‘sigue pidiendo,’ como dijo Jesús.
2 Su petición de instrucción, conocimiento y sabiduría le será concedida a usted si usted se dirige a las Escrituras y las estudia. Como una puerta se abre para la persona que hace el esfuerzo de tocar en ella, así los tesoros de la Palabra de Dios pueden ser abiertos, para goce y mejoramiento de usted, si usted hace el esfuerzo por buscarlos. Nadie más puede buscar esto por usted. La firmeza de su fe y la profundidad de su aprecio de la verdad bíblica están relacionados con la cantidad de estudio bíblico personal que usted haga. El aprecio a lo que Jehová Dios ha hecho y a lo que ha prometido hacer tiene que mantenerse a fin de que uno ande en el camino que le agrada a él. Es el fuego para el celo cristiano, pero ese fuego se hace débil cuando el estudio bíblico se desatiende.
3. (a) ¿Por qué debe ser regular el estudio de la Biblia? (b) ¿Cómo puede usted prestar más que la atención acostumbrada a las verdades de las Escrituras?
3 A menos que el estudio bíblico se mantenga como una cosa regular, las verdades que usted aprende, con el tiempo, se harán brumosas y el entendimiento que usted tenga de ellas se debilitará. Esto puede abrir el camino para que usted se deslice de la fe. Advirtiendo en cuanto a esto, el apóstol Pablo dijo: “Por eso es necesario que prestemos más que la acostumbrada atención a las cosas oídas por nosotros, para que nunca nos deslicemos.” (Heb. 2:1) Usted presta más que la acostumbrada atención a las verdades de las Escrituras por medio de repasarlas vez tras vez. Esto las graba con profundidad en su mente de tal modo que ellas no se le vayan como lo hacen las cosas a las cuales usted solo da atención de paso. El repaso lo ayuda a usted a recordarlas con claridad vívida.
4, 5. ¿Por qué se necesita tener un buen conocimiento de la verdad, y cómo se obtiene?
4 Si usted es un cristiano dedicado, usted ha indicado por inmersión en agua que usted desea seguir el ejemplo de Jesucristo por medio de dar un testimonio a la verdad. Cuando estaba de pie ante Poncio Pilato él dijo: “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37) Usted debe conocer esa verdad antes de poder dar testimonio a ella. Mientras mejor la conozca usted, mejor puede usar la espada del espíritu para derribar “cosas fuertemente atrincheradas” y para derrumbar “razonamientos y toda cosa encumbrada levantada contra el conocimiento de Dios.” (2 Cor. 10:4, 5) Las falsedades religiosas y los razonamientos erróneos que han llegado a estar fuertemente atrincherados en la mente de la gente sincera no se derriban fácilmente. Para tener éxito, usted tiene que aprender a usar la Biblia eficazmente, así como un buen soldado de tiempos antiguos tenía que aprender a usar su espada eficazmente.
5 Como cristiano, la Biblia es su espada. ¿Ha trabajado usted con ella de modo que se siente en su mano como cosa familiar? ¿Puede usted destruir hábilmente los apoyos de las doctrinas falsas? ¿Puede usted perforar infaliblemente los argumentos que son contrarios a la verdad? Si no puede, usted necesita trabajar más con esa espada por medio de mejorar el estudio personal de la Biblia y por medio de usarla más en el ministerio.
LECTURA DE LA BIBLIA
6. ¿Cuál es el valor de la lectura de corrido de la Biblia?
6 No hay mejor manera de estudiar la Biblia que por medio de temas, pero eso no significa que no hay valor en la lectura de corrido de la Biblia. ¡Lo hay! Da vital información básica y un punto de vista abarcador de todo de la Palabra de Dios. Lo ayuda a usted a situar en la corriente del tiempo acontecimientos notables y los períodos en que vivió gente con quienes Dios trató. Lo familiariza a usted con aquellas personas y las cosas que hicieron. Todo esto es información esencial para el que ha de ser un testigo eficaz a la verdad de Jehová.
7, 8. (a) ¿Por qué debería poder un testigo de Jehová decir Sí cuando se le pregunta si ha leído toda la Biblia? (b) ¿Qué posición adopta la Sociedad Watch Tower Bible and Tract sobre la lectura de la Biblia?
7 ¿Qué papel desempeña la lectura de la Biblia en su programa de estudio personal? ¿Insta usted a otras personas a leer la Biblia con regularidad pero no lo hace usted mismo? Cuando usted visita a una persona con el propósito de dar testimonio a la verdad, ¿qué dice cuando ella le pregunta si usted ha leído toda la Biblia? ¿Puede usted contestar con un Sí enfático? ¿O se retuerce usted un poco y dice que usted casi la ha leído toda? ¿No cree usted que la confianza de esa persona en usted como proclamador de la verdad bíblica se debilita cuando usted no puede contestarle afirmativamente?
8 La Sociedad Watch Tower Bible and Tract por muchos años ha instado a la lectura de la Biblia así como al estudio de la Biblia por medio de temas. En su planta editora en Brooklyn, Nueva York, hay un gran letrero pintado que dice: “Lea la Palabra de Dios la Santa Biblia diariamente.” A los millares de personas que al viajar pasan por donde está ese letrero todos los días en camino a su trabajo y de regreso de su trabajo, éste expresa la posición de la Sociedad sobre la lectura de la Biblia. Esto muestra que la Sociedad cree que todos deben leer la Palabra de Dios con regularidad. Ciertamente los testigos de Jehová deben ser los principales lectores de la Biblia en el mundo. Esto se reconoce en la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, donde se requiere que todo estudiante lea toda la Biblia antes de completar su curso de estudio. Este énfasis puesto en la lectura de la Biblia es apropiado. Toda nuestra vida gira en torno de la Palabra de Dios. Sus verdades son lo que predicamos; sus promesas son aquello en que confiamos; sus principios son lo que vivimos. Cada día nosotros, de entre toda la gente, debemos leerla.
CUÁNDO ESTUDIAR
9. ¿Por qué tiene que enseñarse a sí mismo el Testigo?
9 Si usted es testigo dedicado de Jehová, usted tiene un horario repleto. Su trabajo seglar y actividades ministeriales consumen la mayor porción de su tiempo. Con tanto que hacer, llega a ser un problema el hallar tiempo para estudio personal. No obstante, el estudio personal es esencial para su bienestar espiritual y para su madurez espiritual. Usted no puede darse el lujo de desatenderlo. ¿Cómo puede usted enseñar eficaz y eficientemente a otros si usted no se está enseñando continuamente? Ajuste su horario ocupado para que esté equilibrado con un programa de estudio personal.
10. ¿Cómo puede hallarse tiempo para estudio personal y lectura de la Biblia?
10 Aparte un período de estudio cada semana si es posible. Use ese tiempo para estudio, no permitiendo que las funciones de televisión, los programas de radio u otras formas de entretenimiento lo distraigan a usted de ello. Si usted no puede usar una noche para un período de estudio, quizás haya una mañana o una tarde que usted podría usar. Aun una hora en períodos regulares es mejor que nada. ¿Encuentra usted tiempo para ver varias funciones de televisión populares durante la semana? ¿Por qué no tomar el tiempo que usted emplea en una o dos de estas funciones y dedicarlo al estudio personal? El uso de períodos cortos de quince minutos a media hora es excelente para la lectura diaria de la Biblia. Lleve la Biblia consigo para que usted pueda aprovecharse del tiempo que de otra manera puede desperdiciar esperando en el consultorio de un doctor o de un dentista, esperando autobuses o tranvías, esperando en salones de belleza o peluquerías o esperando a otras personas. Quizás usted pueda leer algo de la Biblia en la mañana, durante el almuerzo o por la noche antes de irse a acostar. Por medio de hacer de esto un hábito diario, usted puede leer toda la Biblia, no solo una vez, sino varias veces a través de un período de tiempo.
11. ¿Cuál es una manera que se sugiere para ver cómo está equilibrado su tiempo de estudio con otras actividades?
11 Como cristiano dedicado usted se esfuerza por emplear por lo menos diez horas cada mes en la actividad ministerial. ¿Por qué no fijar la misma cantidad de tiempo como meta para estudio personal? Reconozca el hecho de que usted necesita alimentarse espiritualmente a fin de estar activo espiritualmente. Si usted guarda un registro personal del tiempo que usted emplea en el ministerio del campo, usted también pudiera considerar el guardar un registro del tiempo que usted emplea en estudio personal. Al fin de cada mes usted, entonces, podrá ver cuál es el balance de su tiempo de estudio en comparación con sus otras actividades.
ESTUDIO CON HIJOS
12, 13. Describa una manera en que los padres pueden instruir a sus hijos y cómo hacerles preguntas.
12 Establezca un período de estudio para sus hijos. Ellos necesitan aprender las verdades dadoras de vida de la Palabra de Dios tanto como usted, y es responsabilidad de ustedes como padres enseñarles. En cada uno de sus períodos de estudio denles una asignación sobre la cual trabajar. Al igual que en la Escuela Bíblica de Galaad, pídanles que lean cierto número de páginas de una publicación de la Sociedad y que den su informe sobre ellas en el siguiente período de estudio. Repitan esto hasta que se complete el libro. Esto puede alternarse con asignaciones de leer varios capítulos de la Biblia y dar informes sobre esos capítulos. Una práctica excelente es que ellos aprendan el orden de los libros de la Biblia. Cuando hay varios niños, ustedes pueden jugar con ellos por medio de hacer que tomen sus Biblias y luego cuando ustedes nombren un libro ver cuál lo encuentra primero. Esto es educativo y deleitable.
13 Cuando los niños les den un informe sobre sus asignaciones de tarea, háganles preguntas sobre el material para asegurarse de que ellos lo entienden. De hecho, ustedes pueden hacerles preguntas sobre la Biblia casi en cualquier ocasión—viajando en el auto, durante las comidas, etcétera. Háganles preguntas sobre doctrinas de la Biblia, geografía de la Biblia, personajes de la Biblia, acontecimientos de la Biblia y otras cosas que aprenden en sus períodos de estudio. El ayudarlos a establecer buenos hábitos de estudio cuando son jóvenes los ayudará a tener tales hábitos cuando sean de mayor edad.
CÓMO ESTUDIAR
14. ¿Qué se necesita antes de comenzar un período de estudio?
14 El mejorar el estudio personal requiere que usted aprenda a estudiar. Conociendo esto, usted puede obtener el mayor provecho de sus períodos de estudio. Ante todo, decida con anticipación qué estudiará durante su período de estudio. Usted puede emplear el tiempo preparándose para una reunión de congregación o estudiar una nueva publicación de la Sociedad o efectuar alguna investigación. Sea lo que sea, tenga esto como meta definida en vez de vagar sin rumbo de una cosa a otra. Teniendo presente una meta específica, usted hará mucho más provechoso el período de estudio que si no tuviera meta. Las asignaciones de la Escuela del Ministerio Teocrático en los Salones del Reino de los testigos de Jehová son útiles para suministrar tales metas de vez en cuando.
15, 16. (a) Explique cómo usted puede hacer interesantes excursiones en la Palabra de Dios. (b) Dé ejemplos de posibles temas para investigación, no necesariamente los que se mencionan en el párrafo.
15 Periódicamente dedique su período de estudio a interesantes excursiones en la Palabra de Dios. En tales ocasiones tenga como su meta hallar una respuesta a una pregunta que alguien haya hecho o que haya venido a su propia mente, obtener datos circunstantes en cuanto a cierto acontecimiento o período de la historia bíblica o aumentar su comprensión de cierta profecía. Con la ayuda de los índices ahonde en las publicaciones de la Sociedad para obtener información.
16 Busque datos de fondo de las referencias no teocráticas que usted tenga en su biblioteca personal, tales como mapas y diccionarios bíblicos. No pase por alto una concordancia. Puede ser muy útil para dirigirlo a usted a información adicional. Cuando el material que usted está leyendo es acerca de sitios bíblicos, use mapas para que usted pueda representarse con claridad en la mente dónde están. Considere los viajes misionales del apóstol Pablo como ejemplo. Usted consigue una imagen mental vívida de esos viajes si usted los sigue paso a paso en un mapa. Cuando estudie acerca de la construcción del templo de Salomón aprenda lo que pueda acerca de los materiales que se usaron en la obra de construcción. ¿De dónde vinieron, quiénes hicieron el trabajo y de qué manera? ¿Cómo se transportaron los gigantescos troncos de cedro desde las montañas del Líbano a Jerusalén? Cuando estudie acerca del cautiverio de los judíos en Babilonia, examine un mapa para ver dónde estaba situada Babilonia en relación con Jerusalén. Note la distancia que los cautivos se vieron obligados a viajar. Posiblemente la investigación adicional revelará cómo quizás se les trató y qué tipo de región atravesaron. Todo esto es información de fondo que contribuirá a un mejor entendimiento en cuanto a lo que usted está estudiando. El grado a que usted recuerde lo que usted estudie depende en gran manera de cuán bien usted lo entienda.
17. ¿Por qué debe haber un deseo de aprender?
17 Estas sugerencias no serán de ningún provecho para usted a menos que tenga un deseo de aprender. Sin ese deseo usted no se sentirá impulsado a buscar la sabiduría de la Palabra de Dios. No tendrá ningún aliciente para ahondar por conocimiento y entendimiento. Si usted es cristiano dedicado, usted debe tener ese deseo. Usted debe querer aprender en cuanto a su Creador y en cuanto a las cosas que él hizo que fueran escritas en su Palabra. Por amor a él usted debe tener sed de conocimiento y entendimiento. “El corazón entendido es el que busca el conocimiento.”—Pro. 15:14.
18. ¿Qué medio se desea para estudiar, y qué esfuerzo debe hacerse para conseguirlo?
18 Durante su período de estudio esfuércese por tener un ambiente que sea conducente a estudiar. No se imagine que usted puede estudiar con la radio estallando en su oído o aun tocando sin alharaca. El estudio provechoso requiere silencio refrescante. Esto permite que su mente se enfoque agudamente sobre lo que usted está estudiando. Pero, ¿qué hay si su hogar no es lo bastante grande para hallar una habitación tranquila donde usted pueda evitar que entre el ruido de niños vigorosos? Escoja para estudio un tiempo en que los niños no estén allí, o después que se hayan ido a acostar. Si esto es imposible, vaya a la biblioteca pública o al parque si el tiempo lo permite. Quizás usted podría ir a la casa de un amigo cuando él estudia, y los hijos de él podrían ser enviados a la casa de usted durante el período de estudio o viceversa. Ciertamente debe haber un tiempo o lugar que usted pueda hallar donde el medio sea conducente a la concentración.
19. ¿Qué papel desempeñan el interés y la concentración en hacer fructíferos sus esfuerzos por estudiar?
19 Solo es mediante concentración que usted verdaderamente puede sacar provecho de sus esfuerzos para estudiar. Si usted se está preocupando acerca de un problema, su mente está dividida, impidiéndole que usted concentre su atención en lo que usted está estudiando. Durante ese tiempo esfuércese por despedir de su mente el problema y cultive un profundo interés en lo que usted está leyendo. Sin interés y concentración, usted se encontrará leyendo página tras página mecánicamente, sin recordar lo que usted está leyendo. La falta de concentración es una de las razones por las cuales tanta gente tiene resultados deficientes cuando trata de estudiar. Su mente vaga a otros temas, y lo que lee logra muy poca impresión. Quizás sucede que usted se duerma cuando trata de estudiar. Esto se debe generalmente a falta de interés en el material. Lo que ayuda a cultivar ese interés es tener algo específico en la mente para lo cual usted quiere usar el material. Entonces, usted está estudiando con un objetivo, usted está alerta por información que puede usar. Por medio de mejorar su interés en el material y su concentración, usted puede mejorar la habilidad de estudiar.
LA MECÁNICA DEL ESTUDIO
20. (a) Describa cómo puede hacerse un examen preliminar de un libro antes de estudiarlo. (b) ¿Cuál es el propósito de este examen?
20 Digamos que usted tiene en su programa de estudio un libro de la Sociedad que recientemente se presentó al público por primera vez. ¿Cuál es el mejor modo de estudiarlo? La primera cosa que hacer es leer el título y pensar en lo que usted conoce sobre el tema. Esto comienza el procedimiento de obtener un punto de vista abarcador de lo que contiene el libro. Pudiéramos comparar el procedimiento a examinar un automóvil. ¿Cuánto podría usted aprender en cuanto a éste si solo mirara usted las partes individuales del auto? Usted aprende mucho más viendo primero al auto armado en conjunto. Camine alrededor de él, mirándolo desde varios ángulos. Ahora acérquese más y vea cómo las diversas partes están relacionadas unas a otras. Después de eso usted puede, con mayor entendimiento, examinar las partes individuales en detalle. El mismo procedimiento es la manera de comenzar a estudiar un libro. Obtenga el punto de vista abarcador mirando el título y el índice de capítulos, pensando en las cosas que usted posiblemente encuentre. Dé un vistazo más de cerca por medio de leer los subtítulos de los capítulos, relacionándolos con los encabezamientos de los capítulos. Este examen preliminar no necesita tomar mucho tiempo, pero bien vale el esfuerzo.
21. Describa el procedimiento al leer un capítulo.
21 Teniendo ya una idea general acerca del contenido del libro, dirija su atención al primer capítulo. Mientras lo lea, esté alerta para observar las oraciones temáticas. Estas por lo general aparecen al principio de cada párrafo, pero a veces se encuentran en medio, o a veces al fin, donde la idea principal del párrafo queda completa. Ellas le dicen a usted brevemente de qué trata el párrafo. Hasta pudiera usted subrayar éstas. Leyendo el capítulo de esta manera observadora, mentalmente usted puede edificar un bosquejo general del capítulo. El mismo método puede usarse eficazmente cuando estudie un artículo de revista.
22. ¿Cuál es el valor de leer grupos de palabras en vez de una palabra a la vez, y cuándo se necesita la lectura lenta?
22 Al leer, trate de leer grupos de palabras en vez de una palabra a la vez. Así como su mano puede asir más de una bolita de vidrio a la vez, así su ojo puede abarcar más de una palabra en cada fijación de la vista. Esto contribuye a lectura más rápida y a un entendimiento mejor del contenido de pensamiento. A veces, sin embargo, usted hallará material muy importante que no se presta a la lectura rápida. Tal vez hasta tenga que disminuir la velocidad para leer una palabra a la vez, como cuando lee las oraciones sustanciosas del libro de Proverbios. Generalmente, sin embargo, la lectura de grupos de palabras hace mucho más fácil el extraer el pensamiento de una oración.
23. ¿Qué se sugiere para grabar el material en la mente mientras uno lee?
23 Cuando llegue a un subtítulo, deténgase y repase en su mente lo que usted acaba de leer. ¿Recuerda usted los puntos que se recalcaron? Si el material está confuso en su mente, regrese y lea las oraciones temáticas de cada párrafo para refrescar su memoria. Cuando hay la explicación de un texto, vea si puede recordarla. Si no, lea la explicación otra vez. Ahora proceda con su lectura hasta que llegue a otro subtítulo. Mientras lee mantenga presente el tema y el desarrollo progresivo del capítulo.
24. (a) ¿Cómo debería usarse un lápiz mientras se estudia? (b) ¿Qué debe usted hacer cuando llega al fin de un capítulo?
24 Lea con un lápiz en la mano si el libro o revista es de usted, para que pueda subrayar palabras claves e información sobresaliente. Haga esto con prudencia selectiva. Le ayudará a refrescar su memoria cuando repase el material y cuando el material se use en un grupo de estudio. Nunca subraye ni marque un libro que no sea suyo. Otra persona lo leerá, y no apreciará las marcas de usted. Cuando complete usted su lectura del capítulo, déle un repaso mental final y breve. Fije los puntos principales en la mente. Piense en lo que usted pudiera decirle a una persona tocante a lo que usted acaba de leer.
25. ¿Cómo puede mantenerse activa la mente mientras usted lee?
25 Por medio de mantener activa su mente mientras usted lee usted no hallará su mente vacía de información cuando haya completado una página o dos. Una mente activa mientras uno lee es esencial para buenos resultados. Imagínese los acontecimientos cuando se describen. Observe verdades bíblicas fundamentales y cumplimientos proféticos. Compare lo que se dice en el material con sus propios actos para que personalmente saque provecho de ello. Busque nuevos pensamientos así como las razones por las que se hacen declaraciones específicas. Raciocine sobre el material. Busque cosas que usted puede usar como predicador de la Palabra de Dios en el ministerio del campo. Todo esto contribuye a un período de estudio fructífero.
26. ¿Cuáles son los buenos resultados que provienen de mejorar uno su estudio personal?
26 Los buenos resultados que le vienen a usted por mejorar su estudio personal son numerosos. Mientras más aprende, mejor puede dar una razón a otros de la esperanza que usted tiene, mejores serán sus juicios cuando se enfrente a decisiones y más fuerte será su convicción de que usted está haciendo lo que es correcto. Usted ensanchará y fortalecerá su escudo de la fe que lo protege de los malos efectos del escepticismo mundano y la propaganda atea. Usted dará mejores discursos estudiantiles en la Escuela del Ministerio Teocrático de la congregación y comentarios más edificativos en los estudios bíblicos de grupo. Usted podrá hablar con más confianza en el ministerio de puerta en puerta, hacer mejores revisitas a personas interesadas y conducir estudios bíblicos más informativos en los hogares de la gente. En vez de permanecer como bebé espiritual, se podrá crecer a la madurez espiritual. Al mejorar sus hábitos de estudio, éstas pueden plantar sus pies más firmemente en el camino a la vida.
27. ¿Cómo deben considerarse los tesoros de la Palabra de Dios?
27 Considere la Palabra de Dios como una tesorería de riquezas espirituales que pueden ser suyas si hace un esfuerzo diligente por buscarlas. Pueden traerle cosas que la plata y el oro jamás podrían comprar. Estímelas mientras viva, deleitándose en meditar en ellas y en hablar de ellas. Hágalas el centro de todos sus intereses. Muestre su aprecio a ellas y manifieste su deseo de usarlas más fructíferamente en el ministerio cristiano mejorando su estudio personal.
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Cirugía cardíaca sin transfusión de sangreLa Atalaya 1964 | 15 de enero
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Cirugía cardíaca sin transfusión de sangre
EL Roosevelt Report de enero de 1963 publicado por el Hospital Roosevelt, del 428 de la calle 59 Oeste, de la ciudad de Nueva York, llevaba el artículo “Corazones y agua de azúcar—Una historia de éxito quirúrgico.” Decía en parte: “En noviembre, cirujanos del Hospital Roosevelt abrieron el corazón de un hombre y repararon con buen éxito su válvula defectuosa sin usar una sola gota de transfusión de sangre, durante la intervención quirúrgica o después de la operación. En la mayoría de las instituciones en que se ejecuta cirugía de corazón abierto, una operación de esa índole exige de 7 a 9 litros de sangre almacenada.
“La clave a este extraordinario logro quirúrgico aquí es el uso en el Hospital de la máquina del corazón abierto de Kimray, una nueva clase de aparato cardíaco-pulmonar que permite la sustitución de una pequeña cantidad de cinco por ciento de dextrosa en agua por los tres a cinco litros de sangre almacenada que se usa para llenar o ‘preparar’ el tipo más antiguo de máquina cardíaco-pulmonar. . . . La gran importancia del uso de la máquina Kimray para el paciente individual es que se evitan las peligrosas reacciones a las transfusiones de sangre, que tan propensas son a ocurrir cuando se usan transfusiones de sangre múltiples. Serias complicaciones relacionadas con los riñones, hepatitis de virus, y disturbios por coágulos de sangre son los principales entre los riesgos que se han eliminado.”
Los cirujanos del Hospital Roosevelt no son los únicos que ven la necesidad de usar sustitutos de la sangre para preparar las máquinas de corazón abierto. El Sunday Press de Long Island del 24 de febrero de 1963 informó: “Un sustituto de la sangre—dextrana—se ha usado con éxito para preparar la bomba en más de 200 operaciones de corazón abierto por médicos de la Universidad de Minnesota. Ellos creen que la dextrana reduce también el riesgo de las reacciones a las transfusiones.”
Destaca la prudencia de estos cirujanos del corazón al evitar el uso de la sangre el artículo de la revista Life (15 de febrero de 1963) intitulado “Riesgos acechadores de la transfusión,” que decía que hay razones poderosas para temer a las transfusiones de sangre—varias enfermedades que posiblemente acechen en la sangre humana, tales como sífilis, paludismo, y hepatitis de suero. ¿Qué proporción de muertes hay para personas que adquieren la hepatitis de suero y que tienen cuarenta años de edad o más? El artículo informó que un estudio de diez años mostró que era 23 por ciento. Además, declaró:
“El Dr. Jere W. Lord, hijo, quien ejecuta cirugía vascular en los hospitales de la Universidad y Columbus de Nueva York . . . declaró recientemente que a pesar de los adelantos de conocimiento en los pasados 20 años, los problemas del médico en cuanto al uso de la sangre todavía son de grandes proporciones: ‘Hay hombres en el campo que están tan conscientes del problema que han aprendido a preparar el oxigenador por bomba para la cirugía de corazón abierto con glucosa pura. . . . Yo trato de efectuar toda la cirugía que puedo sin sangre.’”
Sí, el usar sangre es peligroso, no solo por las complicaciones médicas, sino porque la Palabra de Dios lo prohíbe. (Hech. 15:28, 29) Médicos concienzudos, no obstante, están descubriendo que se puede hacer mucho, aun en casos dificultosos, sin transfundir sangre.
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