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¿Se le hace difícil hallar textos?La Atalaya 1971 | 1 de junio
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tres textos especialmente apropiados. Decídase en cuanto al orden en que prefiere leerlos. Entonces en el reverso de la cubierta de su Biblia puede anotar estos asuntos y al lado de cada uno de ellos anotar la ubicación del primero solamente de esa serie de textos. Esto facilitará el que usted inicie la consideración cuando quiera los textos en otra ocasión. Junto al primer texto de la serie, puede escribir nítidamente la ubicación del segundo texto de la serie; y junto al texto segundo, la ubicación del tercero, etc.
Por lo general es mejor no hacer demasiado largas estas series. Unos cuantos textos bien escogidos por lo general logran el objetivo. Para comenzar, quizás quiera preparar cadenas como éstas para cuatro o cinco asuntos sobre los cuales le da más gozo hablar a otras personas. Entonces, a medida que pase el tiempo y las circunstancias requieran que busque material sobre otros asuntos para personas que especialmente lo soliciten, puede agregar éstos a su colección; y con el transcurso del tiempo su lista aumentará.
CONCÉNTRESE EN RECORDAR EL CAPÍTULO
Si desea recordar un texto bíblico fundamental, quizás le sea útil concentrarse en recordar el capítulo. Si usted ha marcado el versículo de modo que sea fácil encontrarlo, dará con él rápidamente.
Al saber que la Biblia contiene 1.189 capítulos y 31.173 versículos, usted comprenderá que la tarea de recordarlos todos no sería fácil. Por eso, muchos han descubierto que es mejor concentrarse en recordar el capítulo en que están ubicados los textos fundamentales. Puesto que la memoria de la mayoría de las personas tiene sus límites, muchos han notado que pueden aumentar el número de textos que pueden localizar con facilidad por medio de concentrarse en los capítulos. Por consiguiente, generalmente no se preocupan por tratar de recordar los versículos, pues una vez que localizan el capítulo, por lo general es asunto sencillo localizar el versículo que quieren, especialmente si está marcado.
PUBLICACIONES PARA AYUDARLE
Si usted está buscando un texto sobre un asunto en particular, puede usar el libro de 512 páginas “Asegúrense de todas las cosas; adhiéranse firmemente a lo que es excelente.” Los asuntos principales de este libro se encuentran en orden alfabético, los textos están arreglados en encadenamiento lógico y copiados palabra por palabra allí mismo en el libro.
Útil, igualmente, es Bosquejos para sermones. Este impreso pequeño de 32 páginas contiene 244 sermones preparados para contestar las preguntas bíblicas que se oyen más frecuentemente por todo el mundo. En consecuencia, Bosquejos para sermones es una ayuda para los estudiantes de la Biblia que les facilita localizar textos sobre diversos temas. Sin embargo, los textos no están copiados; solo se hace referencia a ellos por capítulo y versículo, y uno tiene que buscarlos en su Biblia. Por ejemplo, si usted desea mostrar que al debido tiempo de Dios la Tierra será transformada en un paraíso global, simplemente busque bajo el asunto “Tierra.” Allí encuentra encabezamientos como “El propósito de Dios en cuanto a la Tierra” y el subtítulo “El paraíso será restaurado por el Reino. ‐‐‐‐‐ Mt 6:9, 10; Is. 65:21-23.” Estas referencias pueden ser todo lo que usted desee al momento, pero si necesita más las hallará allí mismo bajo el mismo encabezamiento principal.
La ayuda para estudio que más a menudo se usa para hallar textos es la concordancia. Esta ayuda para hallar textos se define como sigue: “Un índice alfabético de palabras, que muestra los lugares en el texto de la Biblia donde puede encontrarse cada palabra principal, con su contexto inmediato o palabras circundantes en cada lugar.” Hay concordancias grandes, pero es probable que usted tenga una más pequeña en la parte posterior de su propia Biblia.
Sin embargo, muchas personas se sienten frustradas cuando comienzan a usar concordancias; simplemente no encuentran los textos donde los buscan. El problema es que piensan en términos de asuntos, en vez de tratar de recordar las palabras mismas de los textos. Y, por supuesto, cuando usan una concordancia pequeña, no hallan alistados todos los textos. Por eso, si usted no encuentra el texto bajo una de las palabras que recuerda del texto, podría ser provechoso buscar bajo otra palabra, como un sustantivo o un verbo, que usted recuerde.
¿Estaba tratando de recordar dónde se encuentra el padrenuestro? Si se dirige a la concordancia que está en la parte posterior de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, por ejemplo, lo hallará alistado bajo “Padre,” “Nombre,” “Santificado,” “Reino” y “Voluntad.”
Pero antes de empezar a buscar un texto en una concordancia, trate de recordar el libro de la Biblia en el cual se encuentra el texto. El hacerse la pregunta: ¿Quién lo dijo? quizás le ayude a identificar el libro. Esto le ahorrará tiempo, especialmente al usar una concordancia grande.
ENSEÑE A OTROS LA PALABRA DE DIOS
Una de las mejores maneras de hacerse experto en hallar textos es usar su Biblia al enseñar a otros. El familiarizarse por medio del uso es la mejor manera de recordar algo. Por eso, mientras más use su Biblia, más fácil se le hará hallar textos.
Los niños, por ejemplo, hacen muchas preguntas a sus padres. Si los padres dedican tiempo a buscar la respuesta en las Santas Escrituras con sus hijos, leyéndola directamente de la Biblia, esto ayudará a inculcar respeto a la Palabra de Dios en los jovencitos. Y ayudará a los padres a hacerse más hábiles en buscar textos.
O quizás su lectura de la Biblia lo impela a querer compartir su esperanza de un pacífico nuevo orden de cosas con algunos de sus amigos. Use su Biblia cuando lo haga.
Obtendrá mucho placer a medida que se familiarice con la Palabra de Dios y se haga perito en usarla para ayudar a otros a apreciar el tesoro que es. (Heb. 5:14) El que usted pueda hallar fácilmente los textos le proporcionará mucha satisfacción personal y traerá honra a Jehová Dios, el gran Autor de la Biblia.
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Jonás predicó en NíniveLa Atalaya 1971 | 1 de junio
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Jonás predicó en Nínive
SEGÚN el registro bíblico, en el siglo nueve a. de la E.C. el profeta hebreo Jonás viajó centenares de kilómetros para predicar a los habitantes de la antigua capital asiria, Nínive. Como resultado de su predicación, “los hombres de Nínive empezaron a poner fe en Dios.” Hasta el “rey de Nínive . . . se cubrió de saco y se sentó en las cenizas . . . Y el Dios verdadero llegó a ver sus obras, que se habían vuelto de su mal camino; y por lo tanto el Dios verdadero sintió pesar en cuanto a la calamidad de que había hablado que les causaría; y no la causó.”—Jon. 3:1-10.
Sin embargo, la Biblia no es la única fuente de información que da testimonio de la visita de Jonás a aquel antiguo lugar de Nínive. La Encyclopædia Britannica, tomo 16, página 461, edición de 1946, declara: “La antigua capital del imperio asirio yacía junto a la ribera derecha del Tigris frente a la ciudad moderna de Mosul. Consta de dos grandes montículos, Kouyunjik y aquel sobre el cual está hoy la presunta tumba del profeta Jonás (Nebi Yunus).” El nombre “Nebi Yunus” significa “La tumba del profeta Jonás.”
Los libros Everyday Life in Ancient Times, por la Sociedad Geográfica Nacional de los Estados Unidos, y Archaeology and Our Old Testament Contemporaries, por James Kelso, contienen fotografías del montículo y la mezquita que se construyó a un lado de él. Es interesante notar que, a través de los siglos, la gente de esa zona ha honrado la memoria de aquel que hizo posible que los habitantes primitivos de Nínive escaparan de ser destruidos.
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