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  • La vía maravillosa de Israel en la adoración
    La Atalaya 1957 | 15 de septiembre
    • Israel. Estos querubines estaban bordados primorosamente en la cubierta de lino fino retorcido a la cual en seguida dirigimos nuestra atención.

      LAS CUBIERTAS

      Esta cubierta estaba en dos partes, cada cual compuesta de cinco tiras del mismo tamaño, unidas para formar una tela de cobertura para tienda de campaña de nueve metros de largo por casi trece metros de ancho. Una de estas telas cubría nueve metros del armazón hacia adelante y la otra cubría los cuatro metros y medio de atrás y la pared trasera del armazón. Ya que sólo tenían trece metros de ancho, no alcanzaban al suelo por ningún lado del edificio y por lo tanto los extremos no serían afectados por la humedad del suelo. Donde se juntaban los bordes de estas dos grandes telas se les unía mediante presillas de hilo azul y enganches de oro. Por estar en dos partes era mucho más fácil a los israelitas manejarlas al erigir y desmontar el tabernáculo cuando estaban en marcha. Los querubines estaban arreglados de tal modo en el diseño de las telas que, cuando éstas estaban en su lugar sobre el armazón, cada querubín estaba situado dentro de un hueco semejante a una ventana en la pared, mirando hacia el interior, por decirlo así.i—Éxo. 26:1-6.

      Para proteger esta elegante cubierta de lino de los estragos del sol y de la lluvia se hicieron tres cubiertas exteriores. Una, de pelo de cabra, sin duda estaba tejida tupidamente y tal vez tenía un lustre satinado; ésta serviría como cojín para las otras cubiertas de pieles de carnero y pieles de foca. Es de interés el que sólo se dan dimensiones para la cubierta exterior, la de pelo de cabra, y ésta se extendía unos cuarenta y cinco centímetros más abajo que la cortina de lino por cada lado. A pesar de esto la cobertura de tienda de campaña hecha de pelo de cabra, igual que la de lino, no llegaba a tocar el suelo.j

      Las dos cubiertas exteriores, sin embargo, indudablemente estuvieron hechas de modo que alcanzaran hasta el suelo, y sin duda todas eran aseguradas firmemente en su lugar por medio de estacask y cuerdas, estando éstas últimas posiblemente cosidas entre las costuras de las piezas que componían las varias telas. Otro rasgo de estas tres cubiertas exteriores era la tira adicional para la mitad delantera de la cubierta. Esta mitad de la cobertura estaba hecha de seis tiras en vez de cinco tiras como la mitad delantera de la cubierta de lino. La sexta tira se doblaba y se usaba como alero en la parte del frente del tabernáculo y formaba algo parecido a un pequeño toldo o soportal.—Éxo. 26:7-14.

      LAS DOS HABITACIONES

      El tabernáculo estaba dividido en dos habitaciones por medio de una cortina de material parecido al de las telas de lino que servían de cubierta en él. Esta también llevaba querubines bordados, y en ella se había usado hilo azul y lana teñida en púrpura rojiza y material grana de cochinilla. Esta cortina estaba colgada de cuatro majestuosos pilares de oro bajo los enganches de la cubierta de lino. La primera habitación del edificio, por lo tanto, tendría nueve metros de largo, y la segunda habitación sería un cubo perfecto de cuatro metros y medio. Dentro de esta segunda habitación se hallaba el mueble más precioso de todo el palacio.—Éxo. 26:31-33.

      En frente y afuera estaba como entrada la cortina externa o velo encubridor que se mencionó antes. Esta cortina estaba suspendida de cinco magníficos pilares de oro que descansaban sobre pedestales de cobre, encajando en los huecos para encaje de éstos. (Éxo. 26:37) Otra colgadura semejante a la cortina y al velo del frente servía de puerta al patio en que estaba ubicado el palacio. Esta formaba una entrada de nueve metros de ancho.l Todos los pilares del patio y los pedestales en que éstos encajaban eran de cobre brillante.—Éxo. 27:9-18.

      ¡Qué vista inspiradora de temor reverencial debe haber sido para los adoradores israelitas este templo magnífico en el desierto! ¡Y cuán agradecidos deberíamos estar nosotros, como recipientes del Registro inspirado, al saber que su descripción ha sido preservada fielmente para nuestra enseñanza! Sea que lo veamos claramente en la reconstrucción o no, sabemos que no era ficción, porque si lo fuera, entonces nuestra esperanza sería en vano. Esto se hace patente por las palabras del apóstol Pablo; él describe el tabernáculo como realidad y luego dice: “Esta misma tienda es una ilustración para el tiempo señalado que ahora está aquí, y en armonía con ella se ofrecen tanto dádivas como sacrificios. Sin embargo, . . . cuando vino Cristo como sumo sacerdote . . . él entró, no, no con la sangre de cabras y de novillos, sino con su propia sangre, una vez para siempre en el lugar santo y obtuvo una exoneración eterna para nosotros.”—Heb. 9:9-12.

      Los críticos textuales de la Biblia, careciendo de visión, pueden mofarse del registro y desacreditarlo, pero los cristianos verdaderos creen con Jesús: ‘Tu palabra es verdadera.’

  • La iglesia local como un club social
    La Atalaya 1957 | 15 de septiembre
    • La iglesia local como un club social

      ESCRIBIENDO en la edición de enero de 1957 de Theology Today, Warren Ashby, profesor asociado de filosofía en el colegio de mujeres en la Universidad de Carolina del Norte, encuentra, según un comentario editorial, “un paralelo alarmante entre el club social y la iglesia local.”

      Escribe el profesor Ashby: “¿Cuáles son algunos de estos intereses y necesidades que los clubs sociales llenan? Primero, obviamente, es la necesidad de compañerismo social. . . . Los clubs además poseen una exclusividad y así acrecientan el deseo de los miembros para posición. A veces los requisitos de ingreso son de clase o económicos; a veces son de casta o raciales; a veces son profesionales o de acuerdo con la afición predilecta de uno. Invariablemente los requisitos de ingreso de un club social son externos y no en términos de lo que una persona esencialmente es, sino de lo que posee. Puede que requiera dinero pero no requiere virtud ser miembro de un club campestre; puede que requiera posición pero no requiere inteligencia excepcional ser rotario; puede que requiera afiliación religiosa pero no requiere mucha fe ser caballero de Colón. . . .

      “Los requisitos de ingreso de la iglesia, tal como los de un club social, son primariamente externos y proporcionan posición. . . . Los requisitos son externos en el sentido de que hay que profesar una fe ante los hombres; pero esto no significa necesariamente que la profesión tenga substancia en hechos tanto como en palabras. Y, de nuevo igual que el club social, una vez pasados los requisitos de ingreso para admisión, los requisitos para permanecer dentro de la iglesia no son difíciles de cumplir. No es difícil ser rotario. Tampoco lo es ser miembro de una iglesia local.

      “En la iglesia local hay, como en un club social, un compartimiento de puntos de vista y un mínimum de demandas intelectuales. Los puntos de vista compartidos por lo general son aquellos aceptados por la comunidad en general. Por lo menos las ideas más frecuentemente expresadas en la iglesia no están diseñadas para perturbar el orden social o religioso. El mínimum de demandas intelectuales se refiere al hecho de que el dudar, el hacer preguntas intelectuales embarazosas, no es de moda dentro de la iglesia. De alguna manera se comunica la idea a grandes números de jóvenes intelectuales de que puesto que el dudar representa una falta de fe es pecaminoso y, por lo tanto, igual que otros pecados, ha de suprimirse o por lo menos no practicarse abiertamente. . . .”

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