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“Deberían ser maestros”La Atalaya 1984 | 1 de noviembre
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“Deberían ser maestros”
‘El esclavo del Señor tiene que ser capacitado para enseñar.’ (2 TIMOTEO 2:24.)
1, 2. ¿De qué manera sobresaliente deben los cristianos imitar a Jesús?
CIERTO día de primavera del año 31 E.C., Jesús pronunció un discurso al aire libre a una muchedumbre grande y variada que se había reunido para escuchar lo que él enseñaba. Habló sin la ayuda de micrófonos modernos, y se valió de la acústica natural de una ladera para hacerse escuchar. Y lo que dijo fue extraordinario. Después que terminó de discursar, las personas que le oyeron hablar concordaron en que nunca antes habían oído algo similar. El registro nos dice: “Las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar” (Mateo 7:28). En aquella ocasión, y en muchas otras, Jesús demostró que verdaderamente era un maestro por excelencia.
2 Además, dijo a sus seguidores que ellos también serían maestros. Dijo: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones [...] enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). El apóstol Pablo también recalcó que los cristianos tienen la responsabilidad de enseñar. “Deberían ser maestros en vista del tiempo”, dijo a los cristianos hebreos (Hebreos 5:12). Además, dijo a Timoteo: “El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar”. (2 Timoteo 2:24.)
3. ¿Qué ocasiones podrían exigir que el cristiano enseñara?
3 ¿Por qué se da tanto énfasis a este asunto de enseñar? Pues bien, los cristianos tienen que saber enseñar cuando predican de casa en casa y en las calles, o cuando vuelven a visitar a los recién interesados en el mensaje y conducen estudios bíblicos con ellos. Tratan de aprovechar todos sus tratos con otras personas como oportunidades para enseñar. (Véase Juan 4:7-15.) Además, el ministro cristiano tiene que enseñar cuando dirige la palabra a la congregación en el Salón del Reino, o cuando da consejo a nivel personal. Y a las mujeres maduras se aconseja que enseñen a las más jóvenes “lo que es bueno” (Tito 2:3-5). Los padres cristianos, también, procuran criar a sus hijos en “la disciplina y regulación mental de Jehová”... algo que requiere que uno despliegue gran aptitud al enseñar (Efesios 6:4; Deuteronomio 6:6-8). ¡No es de extrañar que el apóstol Pablo haya dicho que el cristiano tiene que ser “capacitado para enseñar”!
4, 5. ¿Qué ayuda tenemos para llegar a ser buenos maestros?
4 Pero el enseñar no es fácil. Es un arte (2 Timoteo 4:2). ¿Cómo pueden los cristianos, muchos de los cuales no son “sabios según la carne”, desarrollar este arte? (1 Corintios 1:26.) Esto solo se puede lograr con la ayuda de Jehová (Mateo 19:26). Jehová da sabiduría a los que la piden (Santiago 1:5). Su espíritu santo apoya a los que se esfuerzan por hacer Su voluntad, y Dios nos ha dado la Biblia, que es “provechosa para enseñar”, y puede ayudarnos a estar “equipados para toda buena obra”, incluso el enseñar. (2 Timoteo 3:16, 17.)
5 La Biblia nos ayuda a llegar a ser mejores maestros. Lo hace especialmente por medio de informar de manera fiel sobre el ministerio de Jesús, cuya aptitud docente causó tanto asombro entre sus contemporáneos (Marcos 1:22). Si aprendemos en cuanto a lo que lo hizo tan buen maestro, podemos tratar de imitarlo. El hecho es que tenemos que considerar dos aspectos en el asunto de la enseñanza: las cualidades del maestro mismo, y su manera de enseñar. Veamos cómo fue cierto esto en el caso de Jesús, y lo que podemos aprender de su ejemplo.
El maestro...
6. ¿Cuál es un aspecto de la enseñanza de Jesús que es vital que imitemos? ¿Por qué?
6 En cierta ocasión Jesús dijo: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me envió” (Juan 7:16). En otra ocasión dijo: “No hago nada de mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas así como el Padre me enseñó” (Juan 8:28). Así, Jesús dirigió la atención a su Padre celestial. Aunque era el Mesías, su móvil era la glorificación del nombre de Jehová, no del suyo propio (Mateo 6:9; Juan 17:26). Esta actitud humilde contribuyó a que Jesús fuera un maestro sobresaliente. Los maestros cristianos de hoy deben desplegar una humildad semejante a la de Jesús. Su móvil es traer alabanza, no a sí mismos como maestros, sino a Jehová como el Autor de lo que ellos enseñan. Así los instruidos por ellos llegan a ser siervos de Dios, no discípulos de algún ser humano. (Compárese con Hechos 20:30.)
7, 8. a) ¿Qué actitud excelente tenía Jesús para con la verdad? (Salmo 119:97.) b) ¿Cómo puede ayudarnos a mejorar nuestra aptitud docente el tener una actitud similar a la de Jesús?
7 Entonces, considere que Jesús vino para “dar testimonio a la verdad”, y que tenía conocimiento cabal del asunto de que trataba (Juan 17:17; 18:37). Aun a la edad de 12 años se interesaba profundamente en asuntos bíblicos (Lucas 2:46, 47). Está claro que Jesús amaba la verdad (Salmo 40:8). Este entendimiento profundo que tenía de la verdad, y el gran amor que sentía por ella, convenció a Jesús de que otras personas tenían que oír su mensaje, y esto hizo que él estuviera resuelto a enseñarlo con la mayor eficacia posible. (Juan 1:14; 12:49, 50.)
8 ¿Qué hay de nosotros? Probablemente sepamos bastante acerca de la verdad, pero ¿la amamos? ¿Dedicamos tiempo a estudiar para llegar a ser más hábiles en nuestro uso de ella? ¿Disfrutamos de hablar acerca de ella con otras personas? A medida que nuestro conocimiento de la verdad se profundice, nuestro amor por ésta crecerá, al igual que nuestro entusiasmo respecto a compartirla con otras personas. El salmista pronunció feliz al hombre cuyo “deleite está en la ley de Jehová, y en su ley lee en tono bajo día y noche”. En el caso de tal hombre, la Biblia dice: “Todo lo que hace tendrá buen éxito”, y en ello se incluye la enseñanza. (Salmo 1:1-3.)
9. ¿Qué otra cualidad de Jesús contribuyó a su excelente aptitud docente?
9 Sin embargo, el sencillamente tener buen conocimiento acerca de algún asunto no quiere decir necesariamente que seamos maestros expertos. Cuando estaba en la escuela, usted quizás haya tenido algún maestro que tenía buen conocimiento de la materia que enseñaba, pero que era deficiente como maestro. ¿A qué se debía eso? Tal vez a que no tenía la cualidad que abundaba en Jesús: profundo amor e interés para con otras personas. El registro nos informa de esta ocasión: “Al ver las muchedumbres [Jesús] se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor” (Mateo 9:36). Nunca estuvo demasiado cansado u ocupado para ayudar a otras personas (Juan 4:6-26). Era bondadoso, amable y paciente con las debilidades de ellas. Quería darles ayuda (Lucas 5:12, 13). Hoy día, el maestro cristiano tiene que desplegar estas mismas cualidades para que también alcance éxito.
10. ¿Por qué es vital para tener éxito en la enseñanza el dar un buen ejemplo?
10 Además, note un cuarto aspecto que distinguía a Jesús como maestro. “Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño.” (1 Pedro 2:22.) No hizo nada que restara mérito a su enseñanza. ¿Es esto cierto también en nuestro caso? Pablo escribió a los romanos: ‘Tú, sin embargo, el que enseñas a otros a “no hurtar”, ¿hurtas?’ (Romanos 2:21). De igual manera, el anciano que enseña a la congregación sobre la importancia del servicio del campo, ¿es él mismo activo en el servicio del campo? El que da un discurso para animar a leer la Biblia, ¿tiene él mismo un programa para leer la Biblia? En algunas situaciones la conducta misma puede, sin palabras, ‘ganar’ a un opositor (1 Pedro 3:1). Las acciones pueden hablar más audiblemente que las palabras. Ciertamente, si nuestras acciones contradicen nuestras palabras, el estudiante percibirá rápidamente la diferencia entre lo que decimos y lo que hacemos, y nuestra enseñanza probablemente será en vano.
11. ¿Qué otro aspecto de la enseñanza se considera aquí?
11 El que el maestro desee alabar a Jehová, el que entienda la verdad y la ame, el que despliegue interés amoroso por otros y dé un buen ejemplo, todas estas cosas son partes vitales de ser un buen maestro. A los estudiantes sinceros les atraen tales cualidades aunque el maestro no sea particularmente hábil en cuanto a métodos o técnicas de enseñanza. No obstante, el enseñar es un arte, y el dar atención a los diferentes métodos y técnicas de enseñanza puede mejorar nuestra aptitud docente. Considere algunos de los aspectos técnicos de la enseñanza de Jesús y vea si éstos pueden ayudarle a mejorar como maestro.
... y su enseñanza
12. a) ¿Qué característica de la enseñanza de Jesús se destaca en Mateo 5:3-12? b) ¿Cómo podríamos aplicar dicha característica para mejorar nuestra propia aptitud docente?
12 Para captar el sabor de la enseñanza de Jesús, lea usted mismo los primeros versículos de su Sermón del Monte (Mateo 5:3-12). ¿Qué lo impresiona a usted inmediatamente? Pues, que Jesús escogió cuidadosamente sus palabras. La serie de oraciones cortas que introdujo con la frase: “Felices son [...]” hace que la introducción sea memorable. Pero note también lo siguiente: No usa palabras u oraciones complicadas y altisonantes. Las verdades que expresa son profundas, pero las presenta sencillamente. He ahí un secreto del enseñar eficaz: LA SENCILLEZ. Lea el resto del discurso de Jesús y note otros ejemplos de verdades profundas expresadas con sencillez y claridad (Mateo 5:23, 24, 31, 32; 6:14; 7:12). Entonces piense en cómo usted podría explicar de modo sencillo algunas verdades profundas, como, por ejemplo, la que tiene que ver con los Tiempos de los Gentiles, o por qué la Biblia presenta tanto una esperanza celestial como una terrenal.
13, 14. ¿Cómo dieron vida a las palabras de Jesús las ilustraciones?
13 Ahora lea Mateo 5:14-16. Jesús anima a los que le oyen y son humildes a esparcir la verdad en otros lugares mediante sus hechos y palabras excelentes. Tal vez esta idea los haya sorprendido. En aquellos días se consideraba que los escribas y los fariseos eran los maestros de la nación judía. Pero Jesús expresó el asunto de manera que resaltara y sonara muy razonable. ¿Cómo? Por medio de una ilustración magistral. He aquí una valiosa ayuda docente que Jesús usó a menudo: LAS ILUSTRACIONES.
14 ¿Por qué usar ilustraciones? Porque pensamos mejor en términos de cuadros mentales. Y cuando se basan en cosas familiares, las ilustraciones pueden contribuir a que entendamos los asuntos espirituales con mayor facilidad. Por eso, Jesús comparó a Jehová, el Oidor de la oración, a un padre que da cosas buenas a sus hijos. Describió el dificultoso sendero que lleva a la vida como una puerta angosta que conducía a un camino estrecho. Comparó a los falsos profetas a lobos que se disfrazaban como ovejas o a árboles que producían fruto podrido (Mateo 7:7-11, 13-21). Estas ilustraciones, basadas en la realidad, dieron vida a las palabras de Jesús. Las lecciones que él dio llegaron a ser memorables, inolvidables.
15. Dé varios ejemplos de cómo los cristianos pueden usar ilustraciones hoy día para mejorar su enseñanza.
15 De manera similar, hoy día los maestros cristianos emplean ilustraciones para que a otras personas se les haga más fácil aceptar las ideas que son nuevas para ellas. Algunos maestros han ilustrado lo irrazonable que es la doctrina del infierno del fuego por medio de preguntar al oyente qué pensaría de un padre que castigara a su hijo desobediente mediante sujetar la mano de éste sobre el fuego. La verdad de que relativamente pocas personas de la humanidad van al cielo, mientras que a la mayoría se da la esperanza de vivir para siempre en la Tierra, se puede ilustrar por medio de una nación en la que solo unos cuantos toman parte en el gobierno, mientras que la mayoría disfruta de los beneficios de dicho gobierno. Pero, generalmente, las ilustraciones deben basarse en cosas que sean familiares al oyente. No deberían tener detalles que requieran mucha explicación ni ser tan largas que oculten el punto que se esté enseñando.
16. ¿Qué clase de ilustraciones son particularmente vívidas?
16 No olvide que las ilustraciones pueden ser visuales también. Cuando a Jesús se le preguntó si era apropiado pagar impuestos a César, él pidió una moneda, un denario, y la usó para ilustrar su contestación (Mateo 22:17-22). Cuando hizo hincapié en lo indispensable que era la humildad, ilustró el punto mediante llamar a sí a un niñito (Mateo 18:1-6). Y cuando habló acerca de mostrar devoción completa, señaló a una viuda de la vida real que estaba dando todo lo que tenía —dos moneditas— a la tesorería del templo (Marcos 12:41-44). De manera similar, algunos hermanos que pronuncian discursos en las reuniones cristianas que se celebran en el Salón del Reino hallan que puede ser muy útil usar pizarras, láminas, gráficas y diapositivas, mientras que en los estudios bíblicos que se conducen en los hogares se pueden utilizar ilustraciones impresas u otras ayudas. Las ilustraciones visuales son mucho más eficaces que solo usar palabras.
17. Mencione otro método de enseñanza que Jesús empleaba con mucha frecuencia.
17 Finalmente, lea cómo Jesús trató con los fariseos en el caso que está registrado en Mateo 12:10-12. Note cómo contestó hábilmente una pregunta que era muy engañosa. Sí, empleó una ilustración, pero ¿notó usted cómo la formuló? Como una pregunta. Así, guió hábilmente a sus oyentes a un punto de vista más equilibrado sobre el sábado. Por eso, LAS PREGUNTAS constituyen otra valiosa ayuda de enseñanza que Jesús empleó. Note cómo Jesús usó preguntas para hacer reflexionar a sus oyentes y para obligar a los opositores a reconsiderar la posición de ellos. (Mateo 17:24-27; 21:23-27; 22:41-46.)
18. Dé algunos ejemplos de cómo los cristianos hoy pueden usar preguntas al tener consideraciones sobre puntos doctrinales.
18 De igual manera, hoy día los cristianos pueden valerse de las preguntas. Así, cuando alguien que cree en la Trinidad usa Mateo 28:18 para probar que Jesús es todopoderoso, y por lo tanto igual a Dios, los maestros experimentados han hallado útil usar preguntas para ayudarle a razonar. Pudiéramos preguntar: ‘Si se le dio a Jesús toda autoridad, como dice el versículo, ¿quién le dio la autoridad? Y ¿cuál era la posición de Jesús antes de que se le diera dicha autoridad?’. De este modo podemos ayudar al trinitario a considerar dicho texto bíblico desde otro punto de vista. De modo similar, alguien que crea en el infierno del fuego podría usar la parábola del hombre rico y Lázaro para tratar de probar que existe un infierno de fuego (Lucas 16:19-31). Preguntas como las siguientes podrían ayudar a tal persona: ¿Adónde fue el pobre cuando murió? Si fue al cielo, ¿significa eso que toda persona que está en el cielo mora en la posición del seno de Abrahán? Además, ¿por qué estaba allí Abrahán, puesto que Jesús dijo que hasta Su día ningún hombre había ascendido al cielo? (Juan 3:13.) Preguntas como éstas ayudarían a mostrar que la condición del pobre después de morir, según se describe en la parábola, tendría que ser simbólica. Por lo tanto, la condición del rico después de “morir” era simbólica también, y no debería entenderse como algo literal... especialmente en vista de lo que otros textos bíblicos dicen acerca del infierno. (Eclesiastés 9:10a.)
19. ¿Por qué son tan valiosas las preguntas en toda situación en que se requiere el enseñar?
19 Las preguntas hacen que el estudiante participe en el proceso de enseñanza. Hasta las preguntas retóricas (las cuales el discursante no espera que sus oyentes contesten) estimulan el pensamiento del oyente. Note cómo Jesús empleó preguntas retóricas en Mateo 11:7-11. Además, las preguntas se pueden utilizar de otra manera. A menudo, primero tenemos que descubrir lo que la persona piensa antes de que podamos darle ayuda. Puesto que, a diferencia de Jesús, no podemos leer el corazón, solo hay una manera de obtener dicha información: por medio de hacer preguntas certeras y bien pensadas. (Proverbios 18:13; 20:5.)
20. ¿Qué recompensas recibiremos si ‘prestamos constante atención a nosotros mismos y a nuestra enseñanza’? (1 Timoteo 4:16.)
20 Ciertamente el enseñar es un arte. Para cultivarlo, el maestro tiene que desarrollar cualidades en sí mismo y esforzarse por aprender cómo se enseña. Esto no es fácil, pero se puede cultivar. Pues el ser cristiano significa ser maestro. El cumplimiento de muchísimas obligaciones cristianas envuelve impartir enseñanza. Por eso, hacemos bien en aplicar el consejo de Pablo: “Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza”. Es cierto que, por naturaleza, algunas personas tienen más habilidad para enseñar que otras. Pero todos podemos tener éxito al enseñar si nos esmeramos y buscamos la ayuda de Jehová. Si lo hacemos, recibiremos recompensas de incalculable valor. Como Pablo pasó a decir: “Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan”. (1 Timoteo 4:16.)
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Dirija a los nuevos a la organización de DiosLa Atalaya 1984 | 1 de noviembre
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Dirija a los nuevos a la organización de Dios
“Ténganle amor a toda la asociación de hermanos.” (1 PEDRO 2:17.)
1, 2. ¿Qué, además de doctrina, imparten los maestros cristianos?
LA LABOR de un maestro es comunicar datos. Pero un buen maestro va más allá. Transmite valores, ayuda al estudiante a ver la importancia de lo que está aprendiendo y demuestra cómo puede utilizar de la manera más práctica lo que ha aprendido. En particular es así en el caso del maestro cristiano. Cierto, él tiene que impartir “la verdad de Dios” (Romanos 1:25). Pero esto envuelve más que sencillamente conocimiento doctrinal. La Biblia anima a que se enseñe el temor de Jehová, y también cualidades como la bondad y la sensatez. (Salmo 34:11; 119:66.)
2 Jesús mencionó otros asuntos que hay que enseñar: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones [...] enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). En ‘todas las cosas que se les ha mandado’ se incluye el participar en la obra mundial de predicar que se había profetizado para nuestro día (Mateo 24:14). Y hay algo más que debemos transmitir a las personas con quienes estudiamos la Biblia. ¿Qué es eso? Para hallar la respuesta a esta pregunta, considere el ministerio del apóstol Pablo y note algo que figuró prominentemente en su modo de enseñar.
Pablo el organizador
3. ¿Qué procedimiento siguió Pablo mientras enseñaba a los recién interesados de Corinto?
3 Durante su primera visita a Corinto, el apóstol Pablo halló a muchas personas que prestaron oído a su mensaje a pesar de la oposición de la comunidad judía. No obstante, Pablo no se limitó a enseñar sobre una base individual a cada una de estas personas recién interesadas en la verdad. Leemos: “Se transfirió [desde la sinagoga judía] y entró en la casa de uno de nombre Ticio Justo, adorador de Dios, cuya casa estaba contigua a la sinagoga” (Hechos 18:7). Aquella casa se convirtió en un lugar de reunión y adoración para los nuevos discípulos. Pronto Pablo organizó aquel grupo y formó una congregación. (1 Corintios 1:2.)
4. ¿Qué se formó en Éfeso poco después que Pablo había comenzado a predicar allí?
4 Más tarde Pablo viajó a Éfeso, donde tuvo una experiencia parecida. Enseñó a las personas interesadas en la verdad individualmente, “de casa en casa” (Hechos 20:20). Pero también hizo arreglos inmediatos para que los nuevos discípulos pudieran asociarse unos con otros. “Separó de ellos [los judíos] a los discípulos, pronunciando discursos diariamente en la sala de conferencias de la escuela de Tirano” (Hechos 19:9). Pronto se organizó a este grupo de cristianos también para formar una congregación con ancianos nombrados. (Hechos 20:17, 18.)
5. Tan pronto como era posible, ¿qué hacían los maestros cristianos del primer siglo con los nuevos discípulos?
5 Está claro que a aquellas personas del primer siglo que acababan de aceptar la verdad no se las dejaba por su propia cuenta. Se las juntaba en congregaciones. Éstas se regocijaban por el estímulo que recibían del cuerpo gobernante de aquel entonces. Hermanos maduros como Pablo y Bernabé dedicaban mucho tiempo a enseñar en estas congregaciones recién formadas, y ‘declaraban, con muchos otros también, las buenas nuevas de la palabra de Jehová’ (Hechos 15:30-35). ¿Por qué lo hacían? ¿Por qué no se dejó que los nuevos siguieran por su propia cuenta y dependieran de su conciencia recién educada para obtener guía en cuanto a hacer lo que era correcto?
¿Por qué se necesitaban congregaciones?
6. ¿Por qué se organizó en congregaciones a los cristianos primitivos?
6 Por muchas razones, algunas de las cuales consideraremos aquí. Primero, cuando alguien llegaba a ser cristiano, dejaba de tener muchas cosas en común con el mundo que lo rodeaba (Juan 17:14, 15). Si se le hubiera dejado aislado, por sí solo, aquello habría sido una situación muy solitaria. Pero si él se hubiera asociado con otros cristianos de la congregación local, éstos lo habrían fortalecido para que se mantuviera separado del mundo. Además, Jesús dijo que sus seguidores serían “uno” (Juan 17:11). Tal unidad se veía especialmente en las congregaciones. Jesús dijo también: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos” (Juan 13:35). Para que los cristianos pudieran mostrar este amor de tal manera que sirviera de señal a los que no pertenecían a la congregación, tenían que existir en comunidades. Estas comunidades eran las congregaciones cristianas locales, en las cuales los cristianos cuidaban del bienestar físico y espiritual los unos de los otros (Filipenses 2:4). Por ejemplo, se puede ver claramente que la ayuda que se prestaba a las viudas, de la cual Pablo habló a Timoteo, se organizaba mediante las congregaciones. (1 Timoteo 5:3-10.)
7. a) ¿Cuál es el significado de las palabras de Pablo en Hebreos 10:24, 25? b) ¿Qué papel desempeñaban las congregaciones cristianas del primer siglo en la obra de predicar?
7 Por consiguiente, Pablo estaba animando directamente a apoyar a la congregación local cuando dijo: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, no abandonando el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose” (Hebreos 10:24, 25). Además, está claro que la predicación de las buenas nuevas del Reino que se efectuó de manera tan sobresaliente en el primer siglo se llevó a cabo de manera organizada mediante las congregaciones (Romanos 10:11-15). Así, el espíritu santo guió a los ancianos de la congregación de Antioquía a enviar a Pablo y a Bernabé de misioneros a territorios no asignados, y Pablo aceptó la autoridad de los ancianos de la congregación de Jerusalén cuando éstos le dieron instrucciones en cuanto a dónde debería predicar. (Hechos 13:1-3; Gálatas 2:8-10.)
Las congregaciones locales hoy día
8, 9. ¿Cuáles son algunas razones por las que nosotros también debemos dirigir a la congregación local a las personas interesadas en la verdad?
8 ¿Qué podemos aprender hoy día de dichos antecedentes históricos? Que nosotros, también, debemos dirigir a las personas recién interesadas en la verdad a las congregaciones cristianas de la localidad. Como en los días de Pablo, el cristianismo de hoy no es una religión de ermitaños. El libro de Proverbios advierte: “El que se aísla buscará su propio anhelo egoísta” (Proverbios 18:1). Por otra parte, “el que está andando con personas sabias se hará sabio” (Proverbios 13:20). Los nuevos necesitan el apoyo espiritual, moral y emocional que les ofrece la congregación cristiana. Necesitan experimentar el amor de los compañeros cristianos, el ministrar de los ancianos y la agradable unidad que hace del ser un cristiano una experiencia tan gozosa y única. (Salmo 133:1.)
9 Hoy día, también, la predicación mundial de las buenas nuevas del Reino se efectúa de manera organizada principalmente por medio de las congregaciones cristianas locales (Mateo 24:14). Por eso, cuando enseñamos a los nuevos acerca de su obligación de participar en esta obra, tenemos que dirigirlos a la congregación local y mostrarles cómo cooperar con ella.
Una hermandad internacional
10. Mencione algunos textos bíblicos que señalan a la unidad internacional de que disfrutaban los cristianos del primer siglo.
10 Sin embargo, el apóstol Pablo no se limitó a dirigir a los nuevos a una congregación local. Él dijo a los efesios: “Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados” (Efesios 4:4). Solo había un “cuerpo” mundial, y no congregaciones independientes esparcidas en diferentes lugares. Jesús también se estaba refiriendo a los miembros vivientes de este “cuerpo” en la Tierra cuando habló acerca de un “esclavo fiel y discreto”, a quien se dio autoridad para ‘alimentar’ a los “domésticos” (Mateo 24:45-47). Los cristianos individuales en todas partes del mundo tendrían que reconocer la autoridad de este “esclavo” para poder ser ‘alimentados’ por él. Esto resultaría en una asociación internacional de cristianos.
11. a) ¿Qué llamó Pedro a esta organización internacional de cristianos? b) ¿Qué arreglo servía para mantener la unidad doctrinal de los cristianos del primer siglo? ¿Cómo mostró Pablo que reconocía este arreglo?
11 Por consiguiente, el apóstol Pedro se refirió a todos los cristianos de su día como “toda la asociación de hermanos” (1 Pedro 2:17). Ellos eran una “asociación” internacional (del griego, adelphotés, “hermandad”). Los nuevos no solo llegaban a formar parte de la congregación local, sino de esta entera hermandad internacional. Las congregaciones se mantenían en comunicación unas con otras (Colosenses 4:15, 16). Cuando surgían preguntas de índole doctrinal, los cristianos no tomaban sus propias decisiones. Para obtener una respuesta de autoridad reconocida, se dirigían a los ancianos de la congregación de Jerusalén que servían como cuerpo gobernante o junta administrativa mundial en aquellos días (Hechos 15:2, 6-22). Pablo mismo reconocía la autoridad de aquel cuerpo respecto a asuntos doctrinales. Aunque había recibido la verdad mediante una revelación especial de Jesucristo, no obstante viajó a Jerusalén y les explicó las buenas nuevas que estaba predicando, “por temor de que de algún modo estuviese corriendo o hubiese corrido en vano”. (Gálatas 1:11, 12; 2:1, 2, 7-10.)
12. ¿Qué otras prácticas unían más estrechamente a “toda la asociación de hermanos”?
12 Para mantener la unidad de pensamiento y acción de “toda la asociación” de hermanos, se enviaba a ministros viajantes como Timoteo, Tito y Epafrodito a visitar y edificar a los hermanos, y se circulaba entre éstos cartas como las de Pablo, Pedro, Santiago, Juan y Judas. Porque existía tal hermandad, los cristianos más acaudalados de otros países se enteraron de la necesidad de sus hermanos de Judea durante cierto tiempo de dificultades allí, y Pablo pudo —mediante las congregaciones— organizar los asuntos para que se llevara socorro a los necesitados (1 Corintios 16:1-4). Cada cristiano también se sentía animado cuando escuchaba informes del aguante y de la fe de “toda la asociación de sus hermanos en el mundo”. (1 Pedro 5:9.)
Dirija a los nuevos “a toda la asociación”
13. ¿Qué similitudes hay entre “toda la asociación [mundial] de hermanos” del primer siglo y la de ahora?
13 ¿Hay hoy día una “asociación de hermanos” como aquélla? Por supuesto que sí. “El esclavo fiel y discreto” todavía existe, y todavía tiene la responsabilidad de ‘alimentar’ a los “domésticos” (Mateo 24:45-47). Como en los días de Pablo, hay un Cuerpo Gobernante que representa a este “esclavo” y dirige la obra mundial de predicar las “buenas nuevas”. Hoy día, también, se fortalece la unidad internacional mediante cartas y literatura impresa procedentes del Cuerpo Gobernante, al igual que mediante maestros maduros que ministran en las congregaciones. Por consiguiente, cuando alguien aprende la verdad, aprende a ser parte de la congregación local y también a sentir que es parte de “toda la asociación de hermanos” de todo el mundo. Es la responsabilidad del maestro cristiano ayudar al estudiante de la Biblia a que haga esto. ¿Cómo puede lograrlo?
Cómo ayudarlos a amar “a toda la asociación”
14. ¿Qué métodos ha hallado usted que dan buenos resultados al informar a los que estudian la Biblia acerca de la congregación local y la organización internacional del pueblo de Dios?
14 El maestro cristiano puede informar acerca de la congregación y de la hermandad internacional a la persona a quien instruye, y entonces puede mostrársela. ¿De qué modo puede informar a las personas? He aquí algunas maneras que ciertos maestros experimentados han hallado eficaces: Dedique tiempo antes o después de cada estudio bíblico para considerar asuntos relacionados con la congregación y la importancia bíblica de ella, y también referentes al “esclavo fiel y discreto” y a cómo éste sirve a favor de nosotros hoy día. Describa el Salón del Reino y las reuniones. Hable acerca de asuntos interesantes que usted haya aprendido en las reuniones. En sus oraciones antes y después del estudio, mencione la congregación local y también la hermandad internacional.
15. ¿De qué excelentes maneras podemos mostrar a las personas que tienen interés la congregación local y la organización internacional?
15 Pero ¿cómo puede el maestro mostrar estas cosas? He aquí algunas maneras que han dado buenos resultados: Lo más pronto posible, invite a otros miembros de la congregación para que lo acompañen al estudio, para que el estudiante comience a tener nuevas amistades cuanto antes. Es importante que él se dé cuenta pronto de que cualquier pérdida de amistades en el viejo sistema de cosas será compensada, por mucho, con nuevos conocidos de “toda la asociación de hermanos en el mundo” (1 Pedro 5:9; Mateo 19:27-29). Use cabalmente el folleto Los testigos de Jehová en el siglo veinte. Éste describe la organización internacional de los testigos de Jehová de nuestro día y contiene excelentes ilustraciones de una asamblea grande, un Salón del Reino típico, una reunión en progreso, la obra de predicar, y así por el estilo. Dará al estudiante una concepción visual del alcance de “toda la asociación de hermanos”. De igual manera, el capítulo 23 del libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra proporciona una descripción con ilustraciones a colores de la organización de Jehová del día actual.
16. a) Tan pronto como sea posible, ¿qué debemos hacer en el caso de las personas con quienes estudiamos la Biblia? ¿Qué razón bíblica hay para ello? b) ¿Cómo podemos beneficiarnos de la visita del superintendente de circuito o de distrito para ayudar a los que estudian la Biblia a llegar a formar parte del pueblo de Dios?
16 Además, recuerde que Pablo organizó reuniones en Éfeso casi tan pronto como hubo hallado a personas que manifestaron interés en la verdad (Hechos 19:9, 10). Dijo a la congregación de Corinto que cuando “cualquier incrédulo o persona común” entra en una reunión de congregación bien preparada, “los secretos de su corazón se hacen manifiestos, de modo que él caerá sobre su rostro y adorará a Dios, declarando: ‘Dios verdaderamente está entre ustedes’” (1 Corintios 14:24, 25). De igual manera, mientras más pronto el estudiante comience a asociarse con la congregación local, más pronto reconocerá dónde sí se halla la verdad. Por eso, los maestros cristianos invitan lo antes posible a sus estudiantes a asistir a las reuniones de congregación y a reuniones más grandes, como las asambleas. Si es necesario, hacen esfuerzos extraordinarios para visitar a la persona recién interesada y llevarla personalmente a las reuniones. Cuando la congregación con la que se asocian recibe la visita de algún ‘Tito’ o ‘Epafrodito’ del día moderno, el superintendente de circuito o de distrito, los maestros se aseguran de que el estudiante de la Biblia llegue a conocer a él y a su esposa, y quizás hasta invitan a dichos ministros visitantes a participar en el estudio bíblico que conducen con regularidad.
17. Por consiguiente, ¿cuál es una parte vital de nuestra obra de enseñar y hacer discípulos? (Mateo 28:19, 20.) ¿Cómo beneficia esto a las personas con quienes estudiamos?
17 La congregación mundial de Jehová, compuesta de los ungidos, es “columna y apoyo de la verdad” (1 Timoteo 3:15). Para que los recién interesados en la verdad se beneficien de este “apoyo”, tienen que unirse a las centenares de miles de personas mansas que están afluyendo en grandes cantidades para asociarse con estos ungidos (Zacarías 8:23). Hoy día estas personas mansas componen una hermandad internacional de más de dos millones y medio de personas, y el aceptar la verdad incluye el asociarse con esa hermandad internacional. Cuando los recién interesados llegan a formar parte de ella, disfrutan de todo el apoyo y la protección que ésta ofrece. Se deleitan en el amor fraternal que les brindan sus compañeros cristianos, y tienen la oportunidad de corresponder a dicho amor (Hebreos 13:1). Esto significa, también, que llegan a estar entre la incontable cantidad de personas que componen la muchedumbre internacional que sobrevivirá a la venidera grande tribulación para disfrutar de una eternidad de compañerismo feliz (Revelación 7:9-17). Por lo tanto, a medida que imparta conocimiento doctrinal a las personas con quienes usted estudia la Biblia, no olvide dirigirlas a “toda la asociación de hermanos” y enseñarles que la amen. (1 Pedro 2:17.)
¿Recuerda usted?
◻ ¿Qué hizo el apóstol Pablo con las personas recién interesadas de Éfeso y de Corinto?
◻ ¿Por qué les benefició tanto el que se hiciera aquello?
◻ Además de enseñarles doctrinas, debemos estar alerta para dirigir a las personas con quienes estudiamos la Biblia ¿a qué?
◻ ¿Cuáles son algunas maneras prácticas de hacerlo?
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