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“Deberían ser maestros”La Atalaya 1959 | 1 de marzo
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“El que ejerce fe en mí, ése también hará las obras que yo hago, y hará obras mayores que éstas, porque yo prosigo mi camino hacia el Padre.” (Juan 14:12) Esto sería cierto porque, como Jesús dijo: “Yo prosigo mi camino hacia el Padre.” Su trabajo en la tierra estaba por terminarse. Pero sus discípulos podrían continuar el trabajo para el cual habían sido entrenados durante un período de muchos años y podrían hacerlo en un campo más extenso.
11. ¿Cómo ha sido cumplida la profecía en Hechos 1:8?
11 Él les dijo: “Ustedes recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos míos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.” (Hech. 1:8) Cuando el espíritu santo fué derramado sobre ellos, ungiéndolos, ellos comenzaron su ministerio en Jerusalén como Jesús había dicho. Gente de muchas naciones que estaba congregada allí tuvo la oportunidad de oír las buenas nuevas en su propia lengua. No mucho tiempo después, cuando Esteban fué muerto a pedradas, “gran persecución se levantó contra la congregación que estaba en Jerusalén; todos salvo los apóstoles fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria. Sin embargo, los que habían sido esparcidos fueron por toda la tierra declarando las buenas nuevas de la palabra.” (Hech. 8:1, 4) En 36 (d. de J.C.) se efectuó una más amplia expansión de la obra cuando el Señor Dios envió a Pedro al gentil Cornelio y a su familia para enseñarles la verdad. Después de eso, durante un período de más de veinte años, se usó al apóstol Pablo para abrir más el camino en las naciones que circundaban el mar Mediterráneo. Hoy, en 175 tierras, “hasta la parte más lejana de la tierra,” las buenas nuevas del Reino están siendo predicadas en obediencia al mandato de Jesús.
12. ¿Por medio de qué conducto se provee educación teocrática hoy día, y cómo muestran esto las Escrituras?
12 En nuestro tiempo, no menos que en siglos pasados, Jehová ha estado usando a hombres aquí en la tierra que forman su organización para enseñar a las personas de buena voluntad. Él ha hecho arreglos para que “mediante la congregación la grandemente diversificada sabiduría de Dios” se dé a conocer. (Efe. 3:10) Son estos miembros de la congregación de Dios ungida por el espíritu los que “como piedras vivas están siendo edificados en casa espiritual para servir el propósito de un sacerdocio santo.” (1 Ped. 2:5) Los hombres de buena voluntad en todas las naciones están llegando a reconocer esto como la provisión de Dios para instruirlos en sus requisitos para la vida. Por eso en números crecientes ellos dicen: “¡Venid, y subamos al monte de Jehová, a la Casa del Dios de Jacob! y él nos enseñará en cuanto a sus caminos, y nosotros andaremos en sus senderos; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová.” (Isa. 2:3, Mod) Aquí se les enseña a seguir el ejemplo de Cristo Jesús, a obedecer sus mandatos. Ellos aprenden que el mandato que Jesús dió a su pueblo los incluye a ellos cuando dice: “Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la consumación del sistema de cosas.” (Mat. 28:19, 20) Sí, ellos aprenden que ahora, en esta consumación del sistema de cosas, ellos deben ser maestros de las cosas que Jesús les mandó enseñar.
ENTRENADOS PARA SER MAESTROS
13. ¿Cómo mostró el apóstol Pablo que las filas de los maestros serían ensanchadas, y quién está haciendo un trabajo de esa clase hoy día?
13 No basta con decirles a las personas que deben enseñar a otros; para ser competentes para la obra estas personas tienen que ser instruídas apropiadamente. Pablo le proveyó esa clase de entrenamiento a Timoteo llevándolo consigo mismo en la obra misional. Más tarde él escribió al fiel Timoteo y lo estimuló a que continuara su desarrollo cristiano y a que diera atención en particular a entrenar a otros para el trabajo docente que tenía que hacerse. “Tú, por lo tanto, hijo mío, sigue adquiriendo poder en la bondad inmerecida que hay en conexión con Cristo Jesús, y las cosas que oíste de mí con el apoyo de muchos testigos, estas cosas encomiéndalas a hombres fieles quienes a su vez estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros.” (2 Tim. 2:1, 2) Hoy la Sociedad, que hace un trabajo semejante al de Timoteo, ha continuado haciendo provisión para entrenar a otros a fin de que sean maestros de la verdad.
14, 15. ¿Cuáles son algunas de las provisiones que la Sociedad ha hecho para equipar a todos para ser maestros, y cómo contribuye a ese objetivo cada provisión?
14 Despierta al consejo de que “deberían ser maestros en vista del tiempo,” la Sociedad hace arreglos para ayudar a todos a progresar a ese nivel de madurez cristiana. (Heb. 5:12) Puesto que los superintendentes locales desempeñan un papel fundamental en este programa, uno de los requisitos bíblicos para todo superintendente es que esté “capacitado para enseñar.” (1 Tim. 3:2) En 17,878 congregaciones a través del mundo la Sociedad ha hecho arreglos para un estudio regular del material que se halla en la revista La Atalaya, junto con la Biblia. Mantiene a todos al día en cuanto a la obra docente que ha de hacerse. No sólo se considera la materia, sino que a los concurrentes se les da la oportunidad de expresarla ellos mismos y oír a otros comentar acerca de ella, y esto los equipa para enseñar a otros. De poder evitarlo, ninguna persona dedicada u otra persona de buena voluntad que aprecia en realidad el conducto de Jehová para instruir a su pueblo quisiera perderse siquiera una sola de estas reuniones.—Heb.10:25.
15 Luego hay la escuela de ministerio semanal. Los maestros son oradores, sea que hablen a una persona o a muchas a la vez. También tienen que poder encontrar información en los libros de consulta. Ellos aprenden a hacer bien estas cosas en la escuela de ministerio. La reunión de servicio provee consejo en cuanto al uso en aplicación del conocimiento adquirido, y tras esto viene entrenamiento práctico dado por ministros maduros en el servicio del campo. Los Testigos también concurren gustosamente a las conferencias bíblicas instructivas que se arreglan para el público, y son edificados por puntos en ellas que llaman a su atención la relación de la profecía bíblica con los sucesos mundiales actuales y la aplicación de principios cristianos a los problemas de la vida del día moderno. Ellos tienen que saber al dedillo tal información a fin de poder enseñar a “hombres de toda clase.” El estudio de libro de congregación semanal se conduce siguiendo el modelo del estudio de La Atalaya, pero puesto que generalmente es un grupo mucho más pequeño y no se ha designado una cantidad establecida de material que deba abarcarse, proporciona la oportunidad de considerar más cabalmente los puntos que se están tratando. Agregue a esto las asambleas de circuito y de distrito, así como las nacionales e internacionales. Considere el extenso abarcamiento de material para leer en casa que se provee regularmente en la revista ¡Despertad! ¿Ha tomado a pecho la organización teocrática el consejo bíblico de ayudar a los del pueblo de Dios a llegar a ser maestros capacitados? Definitivamente, ¡sí!
EDUCACIÓN EN EL HOGAR
16, 17. ¿Qué papel desempeña la familia en la educación teocrática, y cómo se les subrayó a los israelitas lo necesario que es esto?
16 Sin embargo, la congregación no ha reemplazado al hogar en lo que concierne a educación en la sociedad del nuevo mundo. No se puede prescindir de ninguno de los dos centros educativos; ambos son partes importantes del sistema educativo del nuevo mundo. Los padres son los instructores de todo el día de sus hijos; y cuando ellos llevan a cabo un programa bien arreglado de entrenamiento cristiano en el hogar, de los efectos provechosos disfrutan tanto los miembros de la familia como todos los que tienen la ocasión de participar de su compañerismo.
17 La responsabilidad de los padres de enseñar a sus hijos fué grabada profundamente en la mente de los israelitas antes de que ellos cruzaran el río Jordán y entraran en la tierra prometida. En Deuteronomio 4:9, 10 se halla el consejo: “Sólo ten cuidado contigo mismo y cuida bien tu alma, que no olvides las cosas que tus ojos han visto y que no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida, y debes darlas a conocer a tus hijos y a tus nietos, el día que estuviste de pie ante Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: ‘Reúneme al pueblo para que le deje oír mis palabras, para que aprendan a temerme todos los días que estén vivos sobre el suelo y para que enseñen a sus hijos.’” Otra vez en el capítulo seis se les recordó: “Debes inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” Y en el capítulo once se les dice otra vez: “También deben enseñarlas a sus hijos.” Moisés declaró el asunto varias veces a causa de su importancia.
18. ¿Qué programa regular de educación cristiana hay en los hogares cristianos bien ordenados?
18 Parte del programa de instrucción casera que se lleva a cabo en los hogares cristianos bien organizados a través del mundo es la consideración regular y diaria del texto provisto en el Yearbook en inglés y que se halla en La Atalaya en otros idiomas, como el español. Es mejor que el padre conduzca a toda la familia en esta consideración, dando a cada miembro de la familia oportunidad de contribuir algo a la discusión. Pero aun si el padre o la madre no está en la verdad y no se interesa en participar en la consideración, el creyente haría bien en ver que los hijos se valgan de esta provisión y saquen provecho de ella cada día. Además, demuestra profundo interés en las necesidades espirituales de los hijos el que los padres aparten una hora o más a la semana para conducir un estudio bíblico regular en el hogar con ellos. Se toma tiempo para ir a los hogares de otros a enseñarles a ellos y a sus familias la Biblia; entonces, ¿por qué no proveer ese mismo servicio para la propia familia de uno? Es tan importante como otras actividades del ministerio del campo, y dicho estudio regular conducido con los propios hijos de uno que todavía no están dedicados puede ser informado a la congregación como un estudio bíblico de casa.
19. ¿Qué rasgos deben esforzarse por cultivar en sus hijos los padres como maestros, y con qué provecho?
19 Naturalmente, al ir creciendo los hijos hay muchas otras cosas que se les tiene que enseñar. Por ejemplo, el respetar a otros. Si se exige respeto del hijo en el hogar, será natural que lo muestre fuera del hogar. Si los padres mismos lo muestran como cosa de costumbre, los hijos tendrán un buen ejemplo que imitar. (Efe. 6:1-3; 1 Tim. 5:17) La confiabilidad es importante. No aprenden los hijos cuyos padres se pasan la vida recogiendo cosas después que los hijos las han usado o terminando tareas que se les encomendaron a los hijos. Los resultados son mucho más alegradores cuando los padres enseñan a los hijos a aceptar responsabilidades. (Mat. 25:14-30) Es bueno enseñar a los hijos a pensar con confianza y a hacer decisiones correctas. Razone las cosas con ellos, grabando en su mente los principios cristianos que guían el comportamiento correcto, el daño que le acarrea a uno la maldad, y las bendiciones que resultan de seguir el derrotero correcto. (Jer. 10:23; Pro. 3:5, 6) El simplemente mandarlos: “¡Hagan esto!” o “¡No hagan eso!” no logrará esa meta. El desarrollo apropiado de éstos y muchos otros rasgos es por lo menos tan importante como el crecimiento apropiado del cuerpo. A los padres se les confía esta importante asignación docente.
20. ¿Quiénes en la sociedad del nuevo mundo “deberían ser maestros”?
20 Todos los que están en la sociedad del nuevo mundo acuden a Jehová Dios y a Cristo Jesús como sus grandes instructores, como a aquellos que pueden guiarlos a la vida eterna y al buen éxito. Toman a pecho el consejo inspirado que originó con estos instructores y que les dice: “Deberían ser maestros.” Sean padres o hijos, sea que dediquen todo su tiempo o parte de éste al ministerio, sean superintendentes o no, saben que hay trabajo docente en el cual pueden participar, y ahora es el tiempo para hacerlo.
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Enseñando a hombres de buena voluntadLa Atalaya 1959 | 1 de marzo
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Enseñando a hombres de buena voluntad
“Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, . . . enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.”—Mat. 28:19, 20.
1. (a) ¿Cuál es el fracaso sobresaliente de los sistemas educativos del viejo mundo? (b) ¿Qué pasos están dando los hombres de buena voluntad para evitar la destrucción con el viejo mundo?
LA EDUCACIÓN incorrecta le costará la vida a este mundo en la batalla del Armagedón. No es el hecho de que sus escuelas no produzcan científicos e ingenieros en cantidades suficientes lo que consta una amenaza a su seguridad duradera. Es el hecho de que no enseñan a los hombres a temer a Dios lo que es su ruina. Tan apropiadas para la cristiandad del día moderno como para el Israel antiguo son las palabras que se hallan en Oseas 4:6: “Mi pueblo está destruído por falta de conocimiento. . . . puesto que te has olvidado de la ley de tu Dios, me olvidaré yo también de tus hijos.” (Mod) Pero centenares de miles de hombres de buena voluntad al dirigirse a la sociedad del nuevo mundo de Jehová están demostrando el deseo que tienen de recibir educación de una fuente superior. Ellos dicen: “¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!” Quieren aprender. Lo que se les enseñará son ‘las cosas que Jesús mandó.’ Y la manera más eficaz de enseñarles es de la manera que Jesús y sus apóstoles lo hicieron.—Zac. 8:23, Mod.
ENSEÑANZA DE JESÚS
2. ¿Cuáles son algunas de las cosas sobresalientes que Jesús enseñó?
2 En pocas palabras, ¿qué, exactamente, enseñó Jesús? Principalmente vino para dar testimonio de la verdad concerniente a su Padre, Jehová, para glorificarlo y para dar a conocer su nombre. (Juan 17:4, 26; 18:37) Dió gran énfasis al reino de Dios como aquello por lo cual los hombres deberían orar y en lo que deberían cifrar su confianza. Enseñó a sus discípulos a buscar primero el Reino. (Mat. 6:10, 33) Aprendieron acerca de la provisión de Dios para la salvación. Lo necesario que son el amor y la humildad fué algo que él grabó en la mente de ellos. Les enseñó a demostrar su fe mediante obras de fe, a hacerse maestros de la verdad. Y les enseñó a tener, y ayudar a otros a tener, fe en las Santas Escrituras.
3. ¿Qué resultará si imitamos el método que Jesús usó para enseñar?
3 Al estudiar cuidadosamente el método de instrucción de Jesús nos sentiremos felices al hallar que nuestra propia habilidad docente mejorará y que la cantidad de fruto que producimos en el ministerio aumentará. No debemos esperar que todo el mundo escuche; no todos escucharon a Jesús. Pero las ovejas reconocieron su voz y lo siguieron porque él es el Pastor Propio. Si enseñamos las cosas que Jesús enseñó y de la manera que él las enseñó, entonces por medio de nosotros las ovejas también podrán reconocer la voz del Pastor Propio y de buena gana se volverán y seguirán, no a nosotros, sino a él.—Juan 10:16.
4, 5. (a) ¿Cuál es la diferencia entre predicar y enseñar? (b) ¿Qué cosas acerca del Padre enseñó Jesús a sus discípulos?
4 Una cosa es decir algo a otra persona, predicarle; otra cosa muy diferente es enseñar a una persona, ayudarla a entender y creer. Jesús pacientemente enseñó a sus discípulos acerca del Padre, porque sabía que el que ellos adquirieran conocimiento de Él significaría vida. “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es lo que entendimiento es.” (Pro. 9:10) Cuando llegasen a conocer a Jehová y a temerle apropiadamente, mostrarían sabiduría, sabrían qué hacer con las cosas que habían aprendido, porque la sabiduría es habilidad para usar el conocimiento.
5 Jesús no sólo les dijo que oraran al Padre, sino que les mostró cómo hacerlo. (Mat. 6:5-15) Les enseñó a confiar en Dios, a aceptar las cosas que sostienen la vida como provisiones de su Padre celestial. (Mat. 6:25-34) Vigorizó la confianza de ellos en las Escrituras como la Palabra de Dios por medio de citar de ellas y explicarlas. A una samaritana le explicó que sería incorrecto limitar la adoración de Dios a adoración dada en alguna ciudad o monte, porque “Dios es un Espíritu, y los que le adoran tienen que adorar con espíritu y verdad.” (Juan 4:24) En vista de la relación del hombre para con Dios, indicó que no es sino correcto que las obras del hombre se hagan, no para ensalzarse él mismo, sino para alabar a Dios. “Igualmente resplandezca su luz delante de la humanidad, para que vean sus obras rectas y den gloria a su Padre que está en los cielos.” (Mat. 5:16) Jesús había venido para glorificar a su Padre y para ayudar a los hombres de buena voluntad a discernir su relación con Él; por eso se aseguró de que estos puntos fuesen grabados profundamente en la mente y corazón de sus discípulos.
6. ¿Qué ilustraciones usó Jesús para mostrar lo que significa ‘buscar primero el reino’?
6 ‘Busquen primero el reino de Dios.’ Es fácil decirlo, pero ¿cómo puede expresarse el punto de tal manera que se entienda su significado y gobierne la vida del oyente? Jesús sabía que si las cosas que habían de aprenderse pudieran ilustrarse por cosas en la vida de sus oyentes, por sus experiencias diarias, sus deseos y sus costumbres, les sería muy fácil entender las cosas, porque sus oyentes podrían representarse con viveza en la mente las cosas acerca de las cuales él hablaba. El comparó el deseo intenso que uno debe tener por ese reino al deseo que un hombre debe tener cuando, habiendo hallado un tesoro enterrado, vende todos sus bienes para comprar el campo donde éste estuviese situado. (Mat. 13:44) Él comparó la habilidad para reconocer la señal que marcaría su presencia en el poder del Reino a la habilidad de uno para observar el cambio de las estaciones. El que quisiera aprender podría hacerlo. (Mat. 24:32, 33) La falta de gratitud por la invitación al Reino se ilustró por la actitud indiferente de hombres que fueron invitados por un rey a una fiesta de bodas, pero que estuvieron demasiado preocupados con otros intereses para concurrir. La respuesta irrespetuosa que dieron a su gobernante les acarreó castigo.—Mat. 22:1-14.
7. ¿Cómo amonestó Jesús contra los maestros falsos y cómo mostró que no todos heredarán el Reino?
7 Obviamente, no todos heredarían el Reino. Jesús usó la actitud de dos hijos para hacer que la idea se entendiera claramente. Uno aparentó tenerle respeto a su padre, pero no obedeció. El otro al principio estuvo un poco renuente a obedecer la orden de su padre, pero le pesó su error y obedeció. “¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?” Jesús preguntó. “El último,” dijeron ellos. ¡Qué poderosa introducción al argumento de que los líderes religiosos que aparentaban ser justos no habían respondido a la enseñanza de Juan el Bautista, pero que los pecadores que anteriormente no habían respondido a la Palabra de Dios sí se arrepintieron y ahora se hallaban en camino al Reino! (Mat. 21:28-32) El mostró cuán indeseable sería dirigirse a los maestros religiosos falsos para alimento espiritual al compararlos a platos sucios, de los cuales nadie querría comer. Es verdad, dijo él, se ven bien por fuera como “sepulcros blanqueados,” pero nadie querría ser parte de la corrupción interior. (Mat. 23:25-28) Otros probablemente entenderían mejor la idea al referirse él a peces que serían rechazados de una redada de pescador; por eso usó la parábola de la red barredera. (Mat. 13:47-50) Él hizo vivir el mensaje en la mente de sus oyentes al emplear ilustraciones adecuadas como éstas.
8. ¿De qué manera hizo atractivo Jesús el aceptar el medio de salvar provisto por Jehová?
8 Otro punto que tenían que aprender era que Jesús es aquel por medio de quien Dios provee salvación. La idea no tuvo acogida con todos, y para muchos Jesús fué “piedra de tropiezo y masa de roca de ofensa.” (1 Ped. 2:8) Jesús, sin embargo, presentó el tema magistralmente, de tal modo que le fuera atractivo a su oyente y fuera para la bendición eterna de dicho oyente. Al hablar con una samaritana que trabajaba con tesón y que diariamente sacaba agua de un pozo Jesús asoció los beneficios del creer con su trabajo diario. “‘Cualquiera que beba del agua que yo le daré de ninguna manera tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré llegará a ser en él una fuente de agua burbujeando para impartir vida eterna.’ La mujer le dijo a él: ‘Señor, déme esta agua, para que yo ni tenga sed ni siga viniendo acá a este lugar para sacar agua.’” (Juan 4:14, 15) Ella estaba interesada, y él siguió y le explicó más. A otros que se le oponían él describió un cuadro que sería difícil de olvidar. El comparó el acto de ellos de rechazarlo al acto injusto de los cultivadores de un viñedo que rehusaron pagar al dueño lo que le debían y que hasta asesinaron a su hijo cuando vino para ver qué pasaba.—Luc. 20:9-18.
9. ¿Cómo y por qué les enseñó amor y humildad?
9 Jesús sabía que el amor y la humildad eran esenciales para que uno obtuviera la vida en el nuevo mundo. Para que uno pueda adquirirlos hay que educar el corazón. La mejor manera de aprender sería viéndolos demostrados; de modo que llamó a su atención el sinnúmero de expresiones de amor que Jehová había derramado sobre ellos. También podían observar el amor y la humildad en la actitud de Jesús y su ministerio, en el “tierno afecto” que sentía por aquellos a quienes enseñaba, en sus oraciones a su Padre en el cielo, cuando les lavó los pies, y cuando voluntariamente entregó su vida por el género humano. Al reflexionar en las cosas que habían visto y oído, esa instrucción comenzaría a penetrar en su corazón, lo ablandaría y le haría responder. “Amamos, porque él primeramente nos amó a nosotros.”—Mat. 9:36; 1 Juan 4:19.
10. ¿Qué ejemplos excelentes de refutación se hallan en el registro del ministerio de Jesús?
10 Cuando Jesús envió a sus discípulos les dió instrucciones cuidadosas en cuanto a cómo desempeñar su trabajo. Les dijo qué decir y hacer. Los preparó para la oposición que recibirían y grabó en su mente el grandioso privilegio que tenían. (Mat. 10:1-28) Sabían que el enseñar exigiría que presentaran la verdad a los hombres de buena voluntad y resistieran los ataques hipócritas de los adversarios. Al observar a Jesús aprendían cómo manejaba las situaciones que surgían. La posición de él era fuerte; él tenía la verdad. Un ejemplo de la simplicidad y poder de su argumento se encuentra en Mateo 9:11-13. Los fariseos trataron de hacer que los discípulos de Jesús se sintieran incómodos al preguntar: “¿Por qué es que su maestro come con los recaudadores de impuestos y pecadores?” Jesús mismo contestó la pregunta: “Personas en salud no necesitan médico, pero los enfermizos sí. Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa, ‘Yo quiero misericordia, y no sacrificio.’ Por consiguiente, yo vine a llamar, no a personas justas, sino a pecadoras.” En otra ocasión criticaron el hecho de que curaba a personas enfermas en sábado. La respuesta que les dió no podía ser refutada: “¿Quién será el hombre entre ustedes que tenga una oveja y, si ésta se cayera en un hoyo el sábado, no le echará mano y la sacará? Todo considerado, ¡de cuánto más valor es un hombre que una oveja! De modo que es lícito hacer lo correcto los sábados.” (Mat. 12:9-12) Cuando las preguntas que le dirigían no se hacían con el deseo de aprender, sus respuestas eran muy breves, pero se expresaban de tal manera que los oyentes honrados reconocían que él enseñaba la verdad.
11. ¿Qué hizo tan persuasiva la enseñanza de Jesús?
11 ¿Qué es lo que da tanta fuerza a las palabras de Jesús? ¿Por qué es tan persuasivo su hablar? Ante todo, porque enseñaba la verdad y tenía el espíritu de Jehová. También, era porque la presentaba en términos que sus oyentes podían entender fácilmente. Los pescadores entenderían fácilmente la idea cuando él ilustraba sus puntos con peces y redes. ¿Quién que supiera algo acerca de agricultura no apreciaría sus comentarios en cuanto a la cosecha, hombres trabajando en un viñedo, una gallina con sus pollitos, un animal atrapado en un hoyo, y el tiempo? Las personas a quienes los quehaceres domésticos afectaban entenderían mejor el mensaje al ilustrarlo con remiendos en ropa gastada, el efecto de la levadura en el pan, platos sucios y las cosas que los niños hacen. A otros, las referencias a los salarios y al Gehena, el basurero de Jerusalén, comunicarían vívidamente pensamientos. Jesús era flexible, adaptable en su presentación de la verdad. El mensaje mismo no cambiaba de manera alguna, pero como él entendía a la gente a quien estaba enseñando porque estaba interesado en ella, él trataba el tema desde el punto de vista de ella. Él observaba la reacción de sus oyentes y luego la tomaba en cuenta al hacer sus comentarios adicionales. Asociaba puntos que les serían difíciles de aceptar a sus oyentes con cosas que les eran bien conocidas. Él hizo su consejo bien claro usando contrastes vívidos. Él es un maestro a quien debemos imitar.
PABLO ENSEÑÓ A JUDÍOS Y GENTILES
12. En un sermón a los judíos, ¿cómo presentó Pablo el asunto de la creencia en Cristo, y qué cosa en particular haría que sus argumentos interesaran a sus oyentes?
12 Pablo, un apóstol celoso de Jesucristo, se aplicó con tesón al trabajo de enseñar la verdad; y en el registro de su ministerio también podemos hallar muchos puntos provechosos. En Hechos 13:16-41 se encuentra un sermón que dió a los judíos, y en éste se halla un ejemplo excelente que debemos seguir. Es atrayente, persuasivo y al grano. Observe que al principio Pablo evitó cualquier disputa en cuanto a la superioridad del judaísmo por medio de dirigirse a ellos, los judíos, como un pueblo que temía a Dios y luego reconociendo que “el Dios de este pueblo Israel escogió a nuestros antepasados.” Pero él no dió tanta importancia al tacto que dejara de presentar la verdad. Él puso los cimientos para su consideración del Mesías por medio de presentar material histórico que era acepto y que mostraba la indocilidad de la nación. Por medio de introducir en el cuadro a Juan el Bautista, mostró que una figura pública bien conocida en ese tiempo había aceptado a Cristo. Arguye que el hecho de que los gobernantes rechazaron a Cristo no lo desvirtuaba; por lo contrario, eso cumplía las profecías y debería confirmar la fe de ellos en él. Empleó tacto al unir el creer en Jesús con el aceptar al amado rey David, y luego mostró la superioridad del puesto de Jesús. El edificó su argumento sobre cosas que ellos conocían y creían. Con una conclusión conmovedora, él los instó a que no cumplieran las profecías que describían a los que se mofarían en incredulidad. Ningún judío de corazón honrado que esté familiarizado con la historia de su propio pueblo y que sinceramente crea las cosas escritas por los profetas de Dios podría dar la espalda al argumento presentado allí.
13. ¿Qué hizo que la presentación de la verdad por Pablo fuera tanto atractiva como eficaz aun para los que no aceptaban la Biblia?
13 Pablo se refiere a sí mismo como aquel a quien Jehová Dios había confiado las buenas nuevas para las personas de las naciones. El predicarles a ellas presentaba problemas bastante diferentes de los problemas que encontraba entre los judíos. Hechos 17:22-31 contiene un ejemplo de cómo las buenas nuevas pueden ser presentadas a tales personas, y provee una guía excelente para los que tienen asignaciones semejantes hoy día. Pablo estaba interesado en la gente a quien servía y observaba su manera de vivir. Principia por medio de comentar con interés acerca de su devoción religiosa y comentando en cuanto a uno de sus lugares de adoración. Él une la adoración verdadera, no con su idolatría, sino con su deseo apropiado de adorar a un Dios desconocido. Dado que la gente adoraba a muchos dioses, Pablo explicó cuidadosamente a lo que él se refería cuando hablaba de Dios. Él razona que Aquel que es Creador del mundo no podría ser un ídolo y no vive en un templo hecho por hombres. Ahora es el tiempo, arguye Pablo, para informarnos acerca de Su propósito y conformarnos a él para que podamos contar con su aprobación en el día de juicio. No se podría confundir de manera alguna este mensaje con lo que oían en sus templos. Aunque en él se demostró tacto, también fué directo. Hizo claro quién es Dios, qué esperanza coloca ante nosotros, y lo que nosotros debemos hacer. ¿Son los sermones de usted tan bien presentados como ése?
EL ENSEÑAR LA VERDAD EN EL DÍA MODERNO
14. Ilustre cómo uno puede ayudar prudentemente a los amos de casa que dicen que ellos aprenden las mismas cosas en la iglesia.
14 De modo que hoy los testigos de Jehová visitan las casas en obediencia al mandato de Jesús de enseñar a todas las naciones y de darles a conocer las “buenas nuevas del reino.” Quieren estar seguros de que la gente verdaderamente aprende, que discierne la diferencia entre el mensaje que ellos traen de la Biblia y las enseñanzas presentadas desde los púlpitos del término medio de la cristiandad. Si usted le dice a la persona que asiste generalmente a la iglesia que es preciso que tengamos fe, ella contestará que oye estas cosas en la iglesia. Dígale que tiene que adquirir conocimiento de Dios, y le asegurará a usted que sabe eso. Sí, ella cree en el reino de Dios también, le dirá a usted. El ministro que está capacitado para enseñar no puede sentir que ha terminado su trabajo por medio de simplemente decirle a la persona de la casa acerca de estas cosas. Si la persona está anuente a escuchar, el ministro quiere estar seguro de que ella realmente entiende el mensaje. De modo que el ministro entonces puede explicar que la fe que se necesita para agradar a Dios es más que simple creencia; tiene que estar basada en un conocimiento acertado de su Palabra. (Heb. 11:1, 6) Cuando habla acerca de Dios, puede indicar que Dios tiene un nombre, Jehová, y que para conocerlo en realidad es preciso que entendamos sus propósitos según se exponen en la Biblia. (Sal. 83:18) O él puede aclarar que el Reino es un gobierno verdadero que funciona desde el cielo que pronto eliminará la iniquidad de la tierra, y que ahora tenemos que amoldar nuestra vida a los requisitos de Dios si hemos de conseguir la vida eterna bajo él.—Dan. 2:44.
15. Como fué el caso con los cristianos primitivos, ¿qué hace eficaz la enseñanza que llevan a cabo hoy los testigos de Jehová?
15 Los miembros de las iglesias hoy día tienen la Biblia y muchos han oído lo que ella dice. Se parecen mucho a los judíos del día de Jesús; ellos tenían las Escrituras y a menudo habían oído la lectura de ellas. Pero no entendían lo que éstas decían. Cuando Jesús y los apóstoles enseñaban a la gente, le causaban asombro por ello. Ellos no enseñaban como lo hacía el clero religioso. Ellos eran sinceros, ellos sabían que estaban enseñando la verdad, y el espíritu santo de Dios los respaldaba. (Hech. 4:13) Por eso hoy día, cuando los testigos de Jehová efectúan su ministerio en los hogares de la gente, usan la Biblia diestramente, leyendo textos bíblicos apropiados y luego tomando tiempo para llamar atención especial a los puntos de instrucción que se abarcan en esos textos y comentando en cuanto a su aplicación para nuestro día. Ellos no sólo predican; también son maestros de la Palabra de Dios.
16, 17. ¿Qué consejo excelente da la Biblia en cuanto a cómo desempeñar nuestro ministerio cuando encontramos a personas que no están interesadas, y qué efecto tiene esto en nuestra enseñanza?
16 Cuando Jesús no fué recibido favorablemente en cierta aldea samaritana, Santiago y Juan se encolerizaron y dijeron: “Señor, ¿quiere usted que digamos que venga fuego del cielo y los aniquile?” (Luc. 9:54) Jesús los reprendió a causa de ello. Hacemos bien al tomar a pecho el incidente. No hay razón para excitarnos por ello cuando encontramos indiferencia o aun oposición abierta. El consejo de Pablo es: “El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser prudente para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos, pues quizás Dios les conceda arrepentimiento que lleve a un conocimiento acertado de la verdad, y ellos puedan volver a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo, siendo que han sido atrapados vivos por él para la voluntad de ése.”—2 Tim. 2:24-26.
17 Somos enviados para enseñarles la verdad. Una lengua hiriente, mordaz, rara vez es buen maestro. “Al que es sabio de corazón se le llamará entendido, y el que es dulce de [los] labios añade persuasiva.” (Pro. 16:21) Nuestro corazón se compadece de esas personas que han sido “despellejadas y arrojadas acá y allá como ovejas sin pastor.” (Mat. 9:36) Aunque rechacen con frialdad el mensaje cuando los visitamos, no les guardamos rencor. ‘El amor es sufrido. No busca sus propios intereses, no se irrita. No lleva cuenta del daño.’ (1 Cor. 13:4, 5) Sabemos que significa vida para ellos el que abracen la verdad. No tratamos de hacer que acepten el mensaje a fuerza sino que ‘instruimos con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos.’ A causa de esta actitud amorosa de parte de los testigos de Jehová miles han aprendido la verdad. “El corazón del sabio hace que su boca muestre perspicacia, y a sus labios añade persuasiva.” (Pro. 16:23) Dado que es sabio, su corazón, o asiento de motivo, es incitado por el amor. Eso lo ayuda a mantener clara ante su vista la verdadera situación de la gente a quien él sirve, a mostrar perspicacia al tratar con ella. Hace que algunos escuchen lo que él dice, que sean persuadidos por ello, y vuelvan “a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo.”
PROGRESO HACIA LA MADUREZ
18. (a) ¿Cómo demuestran los testigos de Jehová verdadero amor a los hombres de buena voluntad? (b) ¿Qué sugestiones se dan para ayudar a los ministros cristianos a estar seguros de que la instrucción que dan verdaderamente se arraigue?
18 Cuando los testigos de Jehová hallan a uno que responde a la voz del Pastor Propio, ¿sienten que con eso el trabajo queda hecho? De ninguna manera. Lo ayudan a asociarse con el rebaño de ovejas del Pastor y a crecer a la madurez cristiana. Regularmente cada semana regresarán para estudiar la Biblia con la persona que ha respondido para que ella pueda discernir lo que ésta le dice que haga. La persona que está enseñando debe tener gran cuidado y asegurarse de que la persona de buena voluntad verdaderamente esté aprendiendo, que entienda los puntos y esté progresando hacia la madurez. No todos progresarán al mismo paso, pero mediante organización cuidadosa el desarrollo espiritual de cada uno recibirá la debida atención. Anime al nuevo a expresarse. “Que cualquiera a quien se le da instrucción oral en la palabra comparta todas las cosas buenas con el que da esa instrucción oral.” (Gál. 6:6) Y cuando se hace el comentario, si aparentemente no se hace con entendimiento, muestre que usted es un verdadero maestro por medio de considerar el punto más detalladamente y hacer que el estudiante comente más. Enseñe al estudiante a razonar las cosas, a discernir la relación de ellas con las cosas aprendidas previamente, a incluir en sus respuestas los textos que prueban que son correctas. Repita los puntos especialmente importantes para que no se olviden.
19. ¿Qué, además de conocimiento acertado, también debemos esforzarnos por enseñar a las personas de buena voluntad?
19 Más se necesita si esta persona verdaderamente ha de llegar a ser discípulo de Cristo Jesús. Debe aprender a acudir a Jehová por guía y a cultivar un deseo vehemente de agradarle. Se le debe ayudar a apreciar el punto de vista del salmista David, quien dijo: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; guíeme éste en la tierra de rectitud.” (Sal. 143:10) No sólo debemos ayudarla a tener las respuestas en su cabeza, sino, de más importancia, debemos ayudarla a tener la ley de Dios en su corazón. “Y esto es lo que sigo orando: que el amor de ustedes abunde aun más y más con conocimiento acertado y pleno discernimiento, para que se aseguren de las cosas más importantes, para que no tengan tacha y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo, y estén llenos de fruto justo que es por medio de Jesucristo, para la gloria y la alabanza de Dios.” (Fili. 1:9-11) Sí, cuando la verdad se arraiga y se desarrolla en el corazón de la persona, ella comenzará a dar fruto.—Mat. 13:23.
20. ¿Qué se puede hacer para preparar a las personas recién interesadas para que participen en enseñar a otros la verdad?
20 Generalmente no pasa mucho tiempo antes que la persona de buena voluntad comience a discernir que los cristianos tienen trabajo que hacer. Pero a algunos les toma más tiempo que a otros el que su corazón los mueva a hacerlo. No sucede de un golpe, pero hay mucho que un buen maestro puede hacer en preparación para ello. Cada semana emplee algún tiempo en familiarizarlos con la organización de Jehová y cómo ésta hace su trabajo. Familiarícelos con las reuniones y cómo se conducen. Invítelos a concurrir. Al contarles usted acerca de su propio ministerio de casa en casa durante la semana, muéstreles brevemente de la Biblia por qué lo hace así. (Hech. 20:20) Más tarde usted puede contar una experiencia animadora que usted haya tenido cuando volvió a visitar a una persona de buena voluntad. Esa oportunidad podría usarse para mostrar que Jesús mandó que las ovejas fuesen alimentadas. (Juan 21:15-17) En otra ocasión usted puede familiarizarlos con el programa de entrenamiento y con el hecho de que a los nuevos no se les envía solos, sino que se les ayuda amorosamente paso por paso hasta que se sienten capacitados para ayudar a otros. No se forme la idea de que tiene que invitarlos a salir al servicio la primera vez que usted les habla acerca de ello. Prepárelos para ello. A medida que el entero arreglo adquiera forma en la mente de ellos y a causa de los estudios que usted les dé ellos comiencen a discernir la necesidad apremiante de que otros aprendan, ellos querrán participar. El amor basado en conocimiento quitará cualquier temor que pudieran tener de decir a otros lo que han aprendido y lo reemplazará con un deseo ardiente de mostrar su aprecio a Jehová por medio de servirle.—1 Juan 4:18.
21. ¿Qué trabajo es urgente hacer ahora?
21 En todas partes del mundo hay una necesidad apremiante de maestros de las buenas nuevas. ¿Está usted como cristiano capacitado para enseñar? ¿Está usted dando pasos para progresar más allá de la infancia cristiana de modo que pueda ser maestro? ¿Está usted dispuesto a usar las verdades y las habilidades que ahora tiene para ayudar a otros a aprender la verdad para que ellos puedan conseguir la vida en el nuevo mundo de Dios? Si es así, ahora es el tiempo de participar en este privilegio de servicio dado por Dios. A medida que lo haga, sea usted nuevo o experto en el ministerio, siga el consejo registrado en 1 Timoteo 4:16, a saber: “Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.”
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1959 | 1 de marzo
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Preguntas de los lectores
● En Mateo 1:1 leemos: “El libro de la historia de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.” En Romanos 3:24 leemos: “Es como un don gratuito que ellos [los pecadores que creen] están siendo declarados justos por su bondad inmerecida mediante la liberación por medio del rescate pagado por Cristo Jesús.” ¿Qué diferencia hay entre Jesucristo y Cristo Jesús?
Las Escrituras Cristianas Griegas principian con la expresión Jesucristo en Mateo 1:1 y Marcos 1:1. Cierran con la misma expresión en Apocalipsis 22:21. El apóstol Pablo fué el que introdujo la expresión Cristo Jesús, en Romanos 3:24, y él es el único escritor de la Biblia que usa esta expresión, con la excepción de sólo dos veces que la usa el apóstol Pedro en su primera epístola en la Versión Autorizada. (1 Ped. 5:10, 14) En la Versión Auto o del Rey Jaime de la Biblia la expresión Cristo Jesús ocurre solamente cincuenta y cuatro veces, mientras que la expresión Jesucristo ocurre alrededor de 184 veces, o más de tres veces más a menudo que Cristo Jesús.
La palabra “Jesús” es un nombre, que significa “Jehová es salvación.” El ángel le dijo a José que iba a ser su padre adoptivo: “Debes llamarlo ‘Jesús’, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mat. 1:21) Por otra parte, la palabra “Cristo” es un título, que significa “el ungido.” Significa lo mismo que Mesías, una palabra de origen hebreo. Se usaba este título Cristo o Mesías en las Escrituras proféticas antes del primer año de la era cristiana para predecir la venida de este a quien Dios ungiría con su espíritu para ser Rey del nuevo mundo de justicia, pero sin predecir directamente su nombre terrenal. (Dan. 9:25, 26; Sal. 2:2) De igual modo al tiempo de su nacimiento humano el anunciador angelical les dijo a los pastores en los campos cerca de Belén: “Les nació a ustedes hoy un Salvador, que es Cristo el Señor, en la ciudad de David.” (Luc. 2:11) Note usted el orden de sucesión de las palabras, no ‘el Señor Cristo,’ sino, “Cristo el Señor.”
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