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Dibujos verbales bíblicos acerca del servicio en el temploLa Atalaya 1958 | 15 de noviembre
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de guardadores de los almacenes que contenían los diezmos de productos agrícolas, de porteros, de superintendentes de los comedores, de aseadores y de cantantes y músicos. Después del tiempo de Esdras cada división también incluía a netineos, o sea trabajadores del templo que no eran judíos y a quienes se les asignaban los deberes más serviles.—1 Cró. 9:2; Esdras 7:24.
Durante la semana de servicio asignada a una división, todos tenían que estar preparados para servir día y noche en el templo. De noche los trabajadores podían reclinarse sobre los canapés, pero tenían que permanecer completamente vestidos y listos para responder al momento que se les llamara.c Esto provee fondo a la declaración que se halla en Apocalipsis 7:15 concerniente a la “grande muchedumbre” de ministros del templo no ungidos que hoy están en la organización de servicio de Dios, acerca de los cuales dice: “Le rinden servicio sagrado día y noche en su templo.”
Doscientos cuarenta levitas y treinta sacerdotes de toda la división que servía tenían que permanecer despiertos toda la noche, montando guardia para impedir que alguna persona impura entrara en los patios del templo. Había veinticuatro estaciones que cubrían toda el área del templo, donde diez levitas montaban guardia en cada estación como vigilantes nocturnos.d No había ningún cambio de la guardia durante la noche, como aparentemente había para los soldados de la guardia romana alrededor del Castillo de Antonia en las cercanías. A medida que el “capitán del templo” (Hech. 4:1) hacía sus r ondas durante la noche, a cualquier guardia que se hallara dormido mientras estaba en servicio se le azotaba inmediatamente y se prendía fuego a sus vestiduras. Esto da fondo a la clara advertencia que se da a los ministros ungidos de la organización de servicio de Jehová de hoy de que permanezcan espiritualmente despiertos, de otro modo saldrán perdiendo y vendrán a estar desnudos delante del Capitán inspector, Cristo Jesús, que hace sus rondas en este día de juicio: “¡Mira! Yo vengo como ladrón. Feliz es aquel que permanece despierto y guarda sus vestidos exteriores, para que no ande desnudo y la gente mire sus partes vergonzosas.”—Apo. 16:15.
Los sacerdotes que no estaban en servicio de guardia, sino que se reclinaban en los canapés durante la noche; tenían que estar listos para levantarse en cualquier momento que se hiciera la llamada a la puerta y comenzar los preparativos para el servicio de la mañana.c Tal mensajero venía al templo repentina e inesperadamente; nadie sabía exactamente cuándo. “Y luego en seguida vendrá a su templo el Señor a quien buscáis y el ángel de la alianza que deseáis.”—Mal. 3:1, NC; Mar. 13:33.
Al llegar repentinamente el mensajero, se daban órdenes para el acostumbrado baño diario de todos los sacerdotes que ministraban. Había cuartos de baño bien equipados en las cámaras contiguas al santuario del templo donde los sacerdotes se sumergían. Después de este baño temprano por la mañana, no se requería que volvieran a lavarse ese día excepto las manos y pies.e ¡Qué fondo pintoresco proporciona esto para los comentarios que Jesús hizo la noche de su última celebración de la pascua a los doce sacerdotes asociados de la semejanza de Melquisedec escogidos por él! “‘Al que se ha bañado no hay necesidad de lavarle más que los pies, sino que está del todo limpio. Y ustedes están limpios, pero no todos.’ Él conocía, en efecto, al hombre que lo traicionaba. Por esto dijo: ‘No todos ustedes están limpios.’”—Juan 13:10, 11.
De modo que de estos pocos dibujos verbales bíblicos, ¡qué poderosa admonición adicional recibimos! Sea que pertenezcamos a los ministros ungidos o a los no ungidos en la organización de servicio de Jehová hoy en día, somos sus representantes vivos noche y día, que apoyamos y defendemos su nombre y su adoración. A todo tiempo mantengámonos espiritualmente despiertos para que ninguno pierda sus inapreciables privilegios ministeriales en cualquiera de los muchos departamentos de la casa global de servicio de Jehová. Y al mantenernos despiertos, mantengámonos siempre limpios espiritualmente en nuestra posición delante de Jehová.
REFERENCIAS
a The Temple, por Alfredo Edersheim, pág. 66.
b Wars of the Jews, por Flavio Josefo, Tomo VI, capítulo 9, párr. 3.
c The Temple, por Alfredo Edersheim, pág. 120.
d Íb., pág. 119.
e Íb., pág. 121.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1958 | 15 de noviembre
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Preguntas de los lectores
● ¿No es verdad que sólo los pesimistas y alarmistas dicen que hay un derrumbe moral en el mundo hoy día?—J. G., Estados Unidos.
Muchas personas sinceramente creen que nada ha sucedido a la moralidad, que la moralidad no es peor ahora que en cualquier otro tiempo. No obstante otras personas bien informadas que realmente se hallan en posición de justipreciar las condiciones presentes citan la ceguera e insensibilidad actuales en cuanto a las prácticas corruptas en gobierno, comercio y asuntos sexuales como prueba de que se ha experimentado un derrumbe en la moralidad de la sociedad.
Gerald Heard, en su libro The Third Morality, dijo: “Nadie puede mirar a la civilización hoy sin la preocupación más viva. Eso es un axioma—un axioma tan dolorosamente obvio que ya no podemos responder a él.” Un prominente periodista escribió: “Lo que nos está pasando esencialmente es un derrumbe moral. La brecha entre lo que pretendemos creer y lo que hacemos en práctica se ha estado ensanchando constantemente.” El clérigo R. J. McCracken pregunta mordazmente: “¿Es el tono moral de la nación—su política, su vida comercial, su literatura, su teatro, su cine, sus cadenas de radio, sus estaciones de televisión—cristiano?” Dondequiera que uno mira falta la moralidad. Se cita a Howard Vicente O’Brien como quien dijo: “Nos esforzamos por conseguir tanto como sea posible por hacer tan poco como sea posible. . . . La honradez sencilla es lo bastante rara para producir comentario asombrado. El ladrón ha llegado a ser respetable. La sombra de la corrupción pende sobre la tierra. Y los pobres payasos ignorantes creen que pueden hacer algo acerca de ello por medio de hacer acuerdos y aprobar leyes. Mas el alma del hombre está enferma. Se necesitará más que esto para curarlo.”
Estas no son las palabras de pesimistas y alarmistas, sino de hombres de pensamiento claro que están conscientes de las condiciones y están preocupados acerca de los giros del mundo. El derrumbe moral de la cristiandad fué descrito acertadamente en la profecía bíblica. Isaías escribió: “La rectitud se ha vuelto hacia atrás, y la justicia se mantiene a lo lejos; por cuanto la verdad está caída en la calle.” “La cabeza toda [de la cristiandad y del mundo] está ya enferma, el corazón todo desfallecido; desde la planta del pie hasta la cabeza, no queda ya en él cosa sana.” La inmoralidad internacional es una señal amonestadora del derrumbe cabal que este mundo experimentará en el Armagedón.—Isa. 59:14; 1:3-6, Mod.
● ¿Puede usarse para hacer la oración al tiempo del Memorial a un hermano ungido que en un tiempo fué expulsado pero que ahora ha sido restablecido a base de prueba?—C. O., Estados Unidos.
Es cierto que si un hermano ha sido restablecido en la congregación después de haber sido expulsado y se le tiene a base de prueba se le pueden servir los emblemas de la última cena del Señor para que él como seguidor ungido del Señor Jesucristo pueda obedecer el mandato de Jesús de participar de esta manera en memoria de él. Sin embargo, cuando se tiene al hermano restablecido a base de prueba esto significa que se le han impuesto ciertas restricciones. No se le puede usar en capacidad representativa para que hable y actúe en nombre de toda la congregación. Por esta razón aunque él sea el único ungido en la congregación no se le debe usar para ofrecer la oración al principio ni al fin de la reunión, ni para la oración que se pronuncia sobre cada emblema, así como tampoco se le debe usar para pronunciar el discurso respecto a la cena del Señor. Si su período de prueba termina antes que realmente llegue la celebración, entonces se le puede usar para ofrecer la oración.
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