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  • “Persevera en tu obra”
    La Atalaya 1950 | 1 de julio
    • acepten la verdad y ganemos nuestras familias para el Señor, poniendo nosotros ejemplo fiel de creencia y buenas obras.

      24. ¿Por qué perseverar en la obra a pesar de la oposición de la familia? ¿Cómo?

      24 El consejo respecto a cómo vencer la oposición de la familia se halla en las palabras de Jesús en Mateo 10:34-39: “No penséis que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada. Porque vine a poner en disensión al hombre contra su padre, y a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su misma casa. El que ama a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí; y el que arna a hijo o a hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no torna su [madero] y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que [hallare] su vida la perderá; y el que perdiere su vida por mi causa, la hallará.” Jesús manifestó que habría grandes crisis en las familias que aceptaran a Cristo y siguieran en el camino recto. Ningún cristiano debe permitir que la oposición de la familia le impida servir a Jehová Dios y Cristo, sino que el cristiano tiene que poner por delante el amor de Cristo, de otra manera no probará que es digno. Si otros en la familia se ponen tan violentos que toman la vida del creyente cristiano, entonces Cristo restaurará la vida en el tiempo del Reino; pero si uno retrocediera a la inactividad para salvarse la vida, al fin desagradaría al Dador de vida y perdería la vida eterna. Dando siempre primera importancia al amor del Señor y dejando que sean secundarias las otras cosas que se exigen, perseveraremos correctamente en nuestra obra.

  • Cómo perseverar en ella
    La Atalaya 1950 | 1 de julio
    • Cómo perseverar en ella

      1. ¿Qué cosa gobernó Dios para los israelitas mediante el Cuarto Mandamiento?

      PARA mantener nuestra vida tenemos que tener cierta cantidad de los bienes de este mundo. ¿Llegarán a ser impedimento para nosotros en nuestra obra cristiana los bienes mundanos? ¿Caeremos en la trampa del enemigo porque nos da miedo perder el ingreso constante de nuestra obra seglar? Con frecuencia los que emprenden el servicio de Dios son oprimidos. Son boicoteados en sus negocios, sobre todo en lugares tales como Quebec, donde domina la falsa religión. Por otra parte, puede haber sólo amenazas de pérdidas monetarias o comerciales. Sabemos que si hay egoísmo u orgullo en nosotros nuestro adversario se valdrá de eso para retardarnos en nuestra obra. Esta es otra gran prueba de la fe del cristiano. El Señor ha prometido proporcionar todo lo que les hace falta a sus siervos. (Mat. 6:33) ¿Será bastante fuerte la fe de ellos? ¿Creerán lo que el Señor promete en su Palabra? Basándose en su conocimiento y fe, el apóstol Pablo salió con una declaración de la posición razonable del cristiano: “Si tenernos alimento y ropa estaremos satisfechos. Pero los hombres que quieren enriquecerse caen en tentaciones y lazos y muchos deseos insensatos y perjudiciales, que lanzan la gente a la destrucción y ruina. Pues el amor del dinero es la raíz de todos los males, y en su ansiedad de enriquecerse, algunos hombres se desvían de la fe y se traspasan el corazón con muchos pesares.”—1 Tim. 6:8-10, Una Tradu. Amer. (en inglés).

      2. Además de descansar, ¿qué cosa mandaba este mandamiento que se hiciera? ¿Cuánto?

      2 Satanás trata de hacer que las cosas de este mundo les parezcan atractivas a los que están en la obra de Dios. Hay muchas concupiscencias de la carne que guerrean contra las cosas espirituales. (1 Cor. 10:6-11; Sant. 1:14, 15; 1 Ped. 2:11) Hay los placeres de esta vida que podemos permitir que tomen todo nuestro tiempo consagrado. Si tenernos bastante de los bienes de este mundo podemos tener causa de la obra. Las atracciones del mundo viejo pueden ser causa de mirar atrás. Sucedió en los días de los cristianos primitivos y todavía sucede hoy en día. Como el apóstol Pablo testificó en sus escritos (2 Tim. 4:9, 10): “Haz lo posible por venir a mí presto: porque Demas me ha abandonado, amando más este siglo presente, y se ha ido a Tesalónica.” Demas tuvo grandes oportunidades de servir a Dios en compañía con el apóstol Pablo, pero perdió porque no perseveró en su obra. Tomando el curso en la vida que él escogió no podía menos que perder sus oportunidades de conseguir la vida eterna, y patentemente las perdió.

      3. ¿Qué había de proporcionar el descanso? ¿Quiso decir el ocio completo?

      3 Nuestro enemigo astuto usa otros métodos para retardar a los siervos de Dios. Siembra la discordia entre los hermanos. A menudo el mundo habla mal de nosotros; pero cuando tales cosas vienen de la boca de los que están asociados en la obra no se reciben con facilidad. Duele profundamente. Si nuestra fe no está fuerte, podemos ofendernos y aislarnos de los demás cristianos. Ese es un error; puede hacernos dejar de trabajar. Por eso no debemos de permitir que la desunión entre en nuestras filas. Debemos de allanar prestamente cualquier diferencia que surja y seguir avanzando en la obra.-Pro. 6:14, 16, 19; Efe. 4:3, 12, 13, 31, 32; Col. 3:12, 13.

      4, 5. A pesar de las objeciones, ¿qué manifestó Jesús respecto al día del descanso? ¿Por qué?

      4 Porque somos atacados por tantos lados por el maligno, siempre tenernos que estar alerta y luchar duro para avanzar. No nos conviene correr el albur con nuestra vida, de modo que siempre debernos de tener punto de vista positivo. Hay peligro en ser irresolutos, haciendo pausa en el camino a la vida. Somos prudentes cuando entendemos que ya que hemos hecho una consagración para servir a Dios nunca hay duda respecto a cómo decidir las cosas. Estamos seguros si hacemos nuestras decisiones siempre a favor de la obra del Señor y en armonía con su Palabra. Jesús nos dió buen ejemplo de cómo proceder cuando el Diablo lo tentó en el desierto. Jesús sabía lo que decían las Escrituras, de modo que las usó como su vehículo para contestar. El Diablo no pudo hacerlo cambiar de su actitud mental positiva. (Mat. 4:1-11) Asimismo debernos de cuidar de que no permitamos que nuestros deseos carnales u otras criaturas nos influyan irrazonablemente para apartarnos de nuestras actividades teocráticas. Es necesario permanecer cerca del Señor y de su organización para estar seguros.

      5 Nuestra mente tiene que ser educada mediante el estudio de las Escrituras si hemos de perseverar en nuestra obra. El pensar y hablar acerca de Dios y sus propósitos es bueno para usted. Considere las limitaciones que tiene usted. Tiene cantidad limitada de tiempo que dar a la educación de su mente. Si consume todo ese tiempo con lectura mundana, diversión del radio, la televisión, etc., y en pensar en cosas terrestres, pierde tiempo que puede usarse para edificar una fortaleza protectora contra los dardos del enemigo. Sus pensamientos pueden estar llenos de ideas importantes. Cada día hay un texto que considerar, conforme se publica en el Anuario de los testigos de Jehová (en inglés, pero en La Atalaya en español). Hallará ocasiones adecuadas para discutir los asuntos teocráticos cuando esté asociado con otros en la obra del testimonio público, o con amigos al viajar o al estar en casa. El cristiano prudente aparta cierto tiempo con regularidad para la edificación de su mente, fortificándose para la obra que hay que hacer.—Fili. 4:8, 9.

      6. ¿Cambió sus principios la abolición de la ley del día del descanso? ¿Por qué?

      6 Este proceder ayudará a otros también. Tiene usted el privilegio de edificar a otros en la fe. A menudo encontrará usted personas que no son positivas en su manera de ser, que manifiestan flojera en su manera de trabajar. Le hace usted un verdadero beneficio a tal persona dudosa cuando la anima a asistir a las reuniones donde se estudia la Biblia con otros de igual fe preciosa y cuando le sugiere que participe en el servicio de Dios. Quizá no se dé cuenta del peligro al que se conduce cuando pone cualquier pretexto para no hacer lo que Dios exige de sus siervos consagrados. Como cristiano tiene usted el privilegio de ayudar a otro a formar las buenas costumbres que usted ha adquirido y de resistir las malas costumbres que conducen hacia atrás. Cultive la costumbre de asociarse con regularidad con el pueblo del Señor. Practique estas cosas de costumbre.

      7. ¿Qué ministerio trajo Jesús? ¿Cómo lo manifestó?

      7 El perseverar en su obra será más fácil si avalúa correctamente la obra extraordinaria que es la porción del cristiano. Ciertamente no hay nada de mayor valor en este mundo transitorio. No es común ni ordinaria. Pueda ser que una persona orgullosa se sienta demasiado importante o demasiado hábil para ir de casa en casa en el servicio de Dios. Pero Jesús y sus discípulos no se sintieron así. No decidieron servir a Dios porque no podían hallar ningún otro empleo o porque no eran aptos para otro trabajo. Vieron en el servicio de Dios el honor más elevado que podría venir a criatura alguna en la tierra. Hoy en día hay muchos entre los testigos de Jehová que, según mira las cosas el mundo, tienen extraordinarias habilidades o talentos naturales. Pueden tener inteligencia mucho mejor que regular. Pueden ser diestros. Si dirigieran sus esfuerzos en esa dirección, podrían conseguir elevados puestos en este mundo, junto con las riquezas y todas las cosas que el mundo estima. Pero, ¿escogen ellos las cosas temporales, con la pérdida de la atesorada obra y bendiciones de Dios? De veras que no. Más bien usan todas sus habilidades naturales para el adelanto de la obra del Señor. Debemos de considerar nuestras habilidades naturales como dádivas de Jehová y debemos cultivarlas en su servicio. (1 Cor. 12:31; 13:8; 14:1, 39; Efe. 4:7-13) Las habilidades, pues, que tengamos, sean muchas o pocas, deben de aplicarse a la obra de Dios y para ayudarnos a perseverar en esa obra.

      8. ¿Por qué iba Jesús a las sinagogas en el día del descanso? ¿Qué cosa aprendemos nosotros?

      8 No es bastante que participemos en la obra de Dios. No, sino tenemos que dar lo mejor que tenemos si vamos a agradarle. Hay que mantener la calidad de la obra lo más alto que sea posible. Como lo expresó Pablo: “Como edificador perito, yo puse el cimiento, como me comisionó hacerlo Dios, y ahora alguien más edifica sobre él. Pero que cada uno cuide de cómo lo hace. Pues nadie puede poner otro cimiento que el que está puesto, es decir, Jesucristo mismo. Y si uno usa oro o plata o piedras preciosas para edificar sobre el cimiento, o madera o heno o paja, la calidad de la obra de cada uno aparecerá, pues el Día lo manifestará. Porque el Día estallará en fuego, y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno. Si lo que el hombre ha edificado sobre el cimiento pasa la prueba, él tendrá su paga.” -1 Cor. 3:10-14, Una Tradu. Amer. (en inglés).

      9. ¿Qué obra hacía él en las casas de la gente? ¿Por qué?

      9 Es un error menospreciar el maravilloso servicio de Dios. Ese servicio es un tesoro de valor inestimable. “Empero tenemos este tesoro en vasijas de barro [nuestros cuerpos carnales], para que la soberana grandeza del poder sea de Dios, y no de nosotros.” (2 Cor. 4:7) Recibimos nuestras habilidades en la obra de Dios y debemos emplearlas creativa y concienzudamente y con diligencia. Gozaremos de hacer la obra de Dios si hacemos lo justo, si damos lo mejor que tenemos. Se hará buena edificación; nuestra obra será fructífera. Sobre la base de la calidad de nuestra obra Dios nos dará nuestra paga. Jehová nos paga bien por nuestro servicio en la justicia; nos da la vida eterna. “El hombre inicuo gana salario ilusorio; pero el que siembra la justicia tiene verdadera recompensa.”—Pro. 11:18, Una Tradu. Amer. (en inglés).

      10. ¿Quiénes aprendieron mediante su ejemplo? De modo que ¿qué cosa les hizo?

      10 Aun ahora recibimos recompensas. Tenemos la satisfacción y el contento mental que viene sólo con la bendición del Señor. Tenemos el gozo del Señor, corazones llenos de esperanza y expectación. Esto

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