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  • Los “mil años”... no una esperanza falsa
    El reino de mil años de Dios se ha acercado
    • fin de los “tiempos de los gentiles” en 1914 E.C. Los políticos y sus aliados religiosos no tienen esa importancia como consultores, mientras que Él es el “Altísimo mismo, y . . . Aquel que vive hasta tiempo indefinido.”

      13, 14. ¿Con la palabra de quién como base puede hacerse con confianza alguna predicción en cuanto a mil años venideros? ¿Y por qué?

      13 Razonablemente, pues, ¿con la palabra de quién como base puede hacerse alguna predicción en cuanto a mil años venideros? El hombre no puede predecir siquiera lo que sucederá mañana. “Ustedes no saben lo que será su vida mañana,” dijo un observador de hace más de diecinueve siglos. (Santiago 4:14) Pero en el caso del “Altísimo mismo, y . . . Aquel que vive hasta tiempo indefinido,” esto es diferente. ¿Qué es el tiempo para Él?

      14 Bien dijo a Éste un hombre que vivió solamente ciento veinte años: “Mil años son a tus ojos solo como el día de ayer cuando ha pasado, y como una vigilia [una vigilia judía antigua de cuatro horas] durante la noche.” (Salmo 90:enc, 4 y sobrescrito) Por un simple sueño de la noche y por la interpretación que de éste le dio el profeta Daniel al rey Nabucodonosor, Él pudo predecir lo que sucedería en la historia mundial después de un período de 2.520 años, que terminó en 1914 E.C. ¿No podía él con la misma facilidad predecir con exactitud lo que sucederá durante mil años que comiencen en algún punto en el tiempo después de 1914 E.C.? ¡Es muy razonable que así sea! ¿Y qué hay si Él ya nos ha dado una descripción de este período de mil años? Entonces con esa palabra como nuestra base, podemos hablar con confianza de mil años venideros.

      15. ¿Qué llaman a los mil años los que usan palabras que tienen raíces latinas o griegas, y qué nombre se da a los que creen en los mil años?

      15 Los que usan palabras derivadas del latín antiguo llamarían a ese período de mil años un milenio, porque las dos raíces de esa palabra son las palabras latinas mille, que significa “mil,” y annus, que significa “año.” Allá en Grecia la gente llamaría a este período un período kiliástico, porque la palabra griega chilia, o kilia, significa “mil.” Por eso a los que creen en este período particular de mil años se les llamaría kiliastas, así como milenarios. Personas de la cristiandad usan esos términos despectivamente.

      16, 17. (A) ¿Qué experiencia humana con relación a 1000 E.C. muestra que no estamos interesados en el milenio porque nos acercamos a 2000 E.C.? (b) ¿Por qué es bueno que el séptimo milenio de la existencia del hombre empiece muchos años antes del 2000 E.C.?

      16 A pesar del oprobio a que uno se expone por parte de los que no entienden, debería haber verdadero interés en este período de mil años que se acerca. La información acerca de él está registrada en la palabra escrita del “Altísimo mismo, y . . . Aquel que vive hasta tiempo indefinido.” Nuestro propio interés creciente en ello no se debe a que estemos acercándonos al año 2000 E.C., el fin del segundo milenio de nuestra era común. Eso no es lo significativo. Recordamos lo que sucedió cuando la humanidad se acercó al año 1000 E.C., el fin del primer milenio de nuestra era común. Acerca de esto la New Catholic Encyclopedia (Nueva Enciclopedia Católica) dice, bajo el tema “Millenarianism” (Milenarismo) página 853: “A medida que se acercaba el año 1000, el milenarismo se hizo más corriente debido a que muchos estudiantes de la escatología creían que el séptimo día de la creación se realizaría en la historia humana en 1000 A.C. y que entonces vendría un glorioso reinado de diez siglos del Cristo.”—Propiedad literaria, 1967.

      17 Entre otras cosas, el fin de seis mil años de la existencia humana en la Tierra y el principio del séptimo milenio de la existencia de la humanidad puede llegar muchos años antes del año 2000 E.C. Es bueno que sea así. Hoy, estando el mundo de la humanidad en condición tan lamentable y amenazado de destrucción desde tantos ángulos, hay muchos estudiantes e investigadores de estas amenazas a la existencia humana que expresan dudas positivas de que la humanidad pueda sobrevivir hasta el año 2000 E.C. No basan su sombrío punto de vista en cuanto a nuestro futuro en algún horario de este libro sagrado tan extensamente esparcido, la Santa Biblia. Basan su punto de vista en las duras realidades de hoy y en la tendencia ahora irreversible de las cosas que nos envuelve a todos. Estos hombres que hablan con autoridad dan a nuestra raza humana mucho menos de mil años en los cuales vivir en el futuro. ¿Qué razón tiene usted, el lector, para no creerles?

      18, 19. (a) ¿Por qué no está limitada esta información a alguna sociedad escatológica secreta de iniciados? (b) ¿En nombre de quién está escrito el Libro de información, y por qué?

      18 Directamente al contrario de estos profetas sombríos que hablan desde el punto de vista puramente humano, el “Altísimo mismo, y . . . Aquel que vive hasta tiempo indefinido,” alegremente habla de mil años que todavía le esperan a la humanidad, y muchos más, los más espléndidos años de toda la historia humana. Esta información que inspira esperanza no es posesión particular de alguna sociedad escatológica secreta de iniciados especiales que tengan el “esclarecimiento.” Las fuentes de esta valiosa información están abiertamente accesibles a centenares de millones de personas que hablan 1.500 idiomas y dialectos alrededor del globo. Dondequiera que una persona tiene un ejemplar de la Santa Biblia, esta información que alegra la vida le está disponible.

      19 Aunque la Biblia fue escrita por hombres, simples hombres imperfectos, que obraron como secretarios o amanuenses, ese Libro sagrado no afirma en sus propias páginas que es la palabra del hombre. Es obra de inspiración divina, y por eso está escrita en nombre del “Altísimo mismo, y . . . Aquel que vive hasta tiempo indefinido.” Hasta este tiempo moderno nuestro, Él acepta la responsabilidad por lo que este libro dice acerca del pasado y del futuro que nos espera. ¡Es el Libro de los libros!

      20. ¿En qué libro de la Biblia hallamos esta información acerca del milenio, y quién lo escribió?

      20 ¿En qué parte en él, pues, encontramos esta información acerca de esos mil años que vendrán y de las edades de la eternidad que seguirán a éstos? La hallamos en lo que muy apropiadamente está alistado como el último libro de la Santa Biblia. Este resulta ser lo que precisamente su nombre significa, Revelación, o sea, Quitar el Velo, Apocalipsis. Oh sí, fue escrito por un hombre, un hombre a quien el Imperio Romano tachó de criminal y puso en la isla penal de Patmos, allá en el mar Egeo y cerca de la costa de Asia Menor, hoy Turquía. Es un lugar verdadero, no tiene nada de mítico. De joven este prisionero exiliado había sido pescador en el mar de Galilea en lo que entonces era la Provincia Romana de Galilea. Era Juan el hijo de Zebedeo, y su hermano pescador era Santiago. Juan nos dice desde el mismo principio que él escribió Revelación, pero bajo inspiración. Pero, ¿de qué había de ser el libro una revelación o un quitar del velo? A medida que leemos la respuesta, que debería interesarnos hoy, notemos aquí a quiénes asigna Juan la responsabilidad por este libro:

      21. ¿A quiénes asigna Juan inicialmente la responsabilidad por la Revelación?

      21 “Revelación de Jesucristo; se la concedió Dios para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto; y envió a su Ángel para dársela a conocer a su siervo Juan, el cual da testimonio de todo lo que vio: la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella, porque el Tiempo está cerca.”—Apocalipsis Rev. 1:1-3, Biblia de Jerusalén (1967).

      22. Para nosotros hoy, ¿por qué hay algo emocionante en las palabras “Porque el Tiempo está cerca”?

      22 En esas palabras: “Porque el Tiempo está cerca,” escritas hace casi diecinueve siglos, ¿hay algo emocionante para nosotros hoy en este siglo veinte E.C.? Ciertamente, medido en términos de tiempo, “lo que ha de suceder pronto” no vendría demasiado temprano ahora, después de casi mil novecientos años, especialmente el principio de los predichos “mil años.” Podemos determinar mejor el tiempo cuando leemos el relato de Juan acerca de los mil años y lo que sucede inmediatamente antes de ellos. Sigamos leyendo desde Apocalipsis (Revelación) 19:11:

      23. ¿Qué rasgos distinguen al que monta el caballo blanco?

      23 “Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco; el que lo monta se llama ‘Fiel’ y ‘Veraz’; y juzga y combate con justicia. Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; viste un manto empapado en sangre y su nombre es: Palabra de Dios. Los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco y puro, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los paganos [a las naciones, NC]; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa cólera del Dios Todopoderoso. Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores.

      24. (a) ¿Qué invitación se extendió a las aves que volaban por lo alto del cielo? (b) ¿Qué les sucedió a los que participaron en la batalla?

      24 “Luego vi a un Ángel de pie sobre el sol que gritaba con fuerte voz a todas las aves que volaban por lo alto del cielo: ‘Venid, reuníos para el gran banquete de Dios, para que comáis carne de reyes, carne de tribunos y carne de valientes, carne de caballos y de sus jinetes, y carne de toda clase de gente, libres y esclavos, pequeños y grandes.’ Vi entonces a la Bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos, reunidos para entablar combate contra el que iba montado en el caballo y contra su ejército. Pero la Bestia fue capturada, y con ella el falso profeta —el que había realizado al servicio de la Bestia las señales con que seducía a los que habían aceptado la marca de la Bestia y a los que adoraban su imagen— los dos fueron arrojados vivos al lago del fuego que arde con azufre. Los demás fueron exterminados por la espada que sale de la boca del que monta el caballo, y todas las aves se hartaron de sus carnes.

      25. ¿Qué se le hace entonces a Satanás el Diablo, lo cual durará por cuánto tiempo?

      25 “Luego vi a un Ángel que bajaba del cielo y tenía en su mano la llave del Abismo y una gran cadena. Dominó a la Serpiente, la Serpiente antigua —que es el Diablo y Satanás— y la encadenó por mil años. La arrojó al Abismo, la encerró y puso encima los sellos, para que no sedujera más a las naciones hasta que se cumplieran los mil años. Después tiene que ser soltada por poco tiempo.

      26. ¿Quiénes se sientan en los tronos que se ven en el cielo, y qué hacen?

      26 “Luego vi unos tronos, y se sentaron en ellos, y se les dio el poder de juzgar; vi también las almas de los que fueron decapitados por el testimonio de Jesús y la Palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la Bestia ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente o en su mano; revivieron y reinaron con Cristo mil años. Es la primera resurrección. Los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil años. Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que serán Sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.

      27. En la Tierra, ¿qué sucedió después que se soltó a Satanás, y qué le sucedió a él?

      27 “Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión y saldrá a seducir a las naciones de los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog, y a reunirlos para la guerra, numerosos como la arena del mar. Subieron por toda la anchura de la tierra y cercaron el campamento de los santos y la Ciudad amada. Pero bajó fuego del cielo y los devoró. Y el Diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.”—Apocalipsis Rev. 19:11 a 20:10 inclusive, Biblia de Jerusalén.

      28. (a) Por eso, ¿después de qué acontecimientos comienzan los mil años? (b) Entonces, ¿por qué, patentemente, no han empezado todavía esos mil años?

      28 Notamos que la expresión “mil años” se usa seis veces en ese relato. Notamos también que esos mil años empiezan después que hay una batalla entre el “Rey de Reyes” y los “reyes de la tierra” junto con la “Bestia” y el “falso profeta” y entonces se encadena a Satanás el Diablo y se le abisma. Estos sucesos son parte de “lo que ha de suceder pronto.” Hasta ahora el mundo no ha tenido nada que pueda compararse con esos acontecimientos. Muy patentemente, pues, esos “mil años” todavía no han comenzado. No significan algún período indefinidamente largo, un período que no podamos medir con exactitud. Son mil años literales.

      29. ¿Qué duración para esos mil años encaja armoniosamente con el horario probado de Dios?

      29 Los estudiantes que afirman que esos mil años representan un tiempo de duración indefinida dicen que éstos empezaron en el día de fiesta del Pentecostés de 33 E.C., cuando Dios derramó su espíritu santo sobre su congregación cristiana acabada de formar en Jerusalén. Pero este argumento conduce a dificultades e intentos explicativos que son contrarios a lo que verdaderamente les ha sucedido a los cristianos engendrados por el espíritu durante los más de mil novecientos cuarenta años desde aquel día del Pentecostés cuando la congregación cristiana vino a la vida espiritualmente hasta ahora. Un milenio literal encaja armoniosamente con el horario o arreglo de tiempos probado de Dios.

      30. ¿Por qué no deberíamos poder retenernos de examinar en detalle el cuadro profético de esos mil años?

      30 Lo que esos mil años introducirán en la Tierra es algo vitalmente necesario para la vida y la felicidad sin fin del mundo de la humanidad. Entonces, ¿sería razonable que nos retuviéramos de examinar cuidadosamente en este mismo momento el cuadro profético del maravilloso milenio que el apóstol Juan tan hermosamente pintó para nosotros?

  • Antes de los mil años hay guerra entre el cielo y la tierra
    El reino de mil años de Dios se ha acercado
    • Capítulo 2

      Antes de los mil años hay guerra entre el cielo y la tierra

      1. (a) Según la Revelación o Apocalipsis, ¿qué conflicto tiene que anteceder a la venida de El Milenio? (b) ¿Por qué, evidentemente, esa batalla todavía no ha venido, y qué actitud debemos tener en cuanto a ella?

      ACABAMOS de leer la descripción que nos da el apóstol Juan de la vista por anticipado que tuvo de los mil años. Se predicen cosas tan maravillosas para ese período que se le llama El Milenio. Ah, ¿pero qué describe Juan que aconteció inmediatamente antes de ese glorioso Milenio? Fue una batalla entre fuerzas celestiales y fuerzas terrestres humanas. Hasta ahora no ha tenido lugar esa pelea desde el día del Pentecostés de 33 E.C., el día de fiesta en el cual la congregación cristiana vino a la vida espiritualmente al ser engendrada por medio del espíritu dador de vida de Dios. Es verdad que Jesucristo estaba en el cielo y a la diestra de Dios en aquel tiempo de la fiesta, más de sesenta años antes que Juan recibiera la Revelación de “lo que ha de suceder pronto.” (Apocalipsis Rev. 1:1, 2, BJ) Pero aun después que Juan recibió la Revelación no ocurrió tal batalla en aquel tiempo entre el “Rey de reyes” y los “reyes de la tierra.” (BJ) Esa batalla todavía no ha venido, y debemos interesarnos en el relato que por anticipado

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