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Los cristianos y la esperanza del reino de mil añosLa Atalaya 1981 | 15 de octubre
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nos llamó con un llamamiento santo . . . ahora se ha hecho claramente patente por medio de la manifestación de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que ha abolido la muerte pero ha arrojado luz sobre la vida y la incorrupción.” (2 Tim. 1:9, 10) Si la vida en el cielo hubiera sido la esperanza del resto fiel de entre los judíos, ¿por qué tuvo Cristo que ‘arrojar luz’ sobre este “llamamiento santo” a la incorrupción? No; se ve claramente que este llamamiento a vida celestial fue algo completamente nuevo para estos cristianos primitivos que habían sido escogidos de entre judíos y gentiles.
LA ESPERANZA CELESTIAL PARA UN NÚMERO LIMITADO DE “ESCOGIDOS”
18, 19. Explique de qué manera la segunda carta de Pablo a Timoteo y la primera carta de Pedro indican que no todos los que esperan vivir para siempre serán reyes y sacerdotes con Cristo en el cielo. (Rev. 5:9, 10)
18 Pero, ¿reciben este “llamamiento santo” a vida incorruptible en los cielos todos los que aceptan a Cristo y que tienen la esperanza de vivir para siempre? Pablo indica que este llamamiento especial se extiende solo a un número limitado de “elegidos” (Nueva Biblia Española) o “escogidos” cuando añade: “Por este motivo sigo aguantando todas las cosas por causa de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en unión con Cristo Jesús junto con gloria eterna. Fiel es el dicho: Ciertamente si morimos juntos, también viviremos juntos; si seguimos aguantando, también gobernaremos juntos como reyes.”—2 Tim. 2:10-12.
19 Si a todos los que se salva se les llama a “gloria eterna” para que ‘gobiernen juntos como reyes’ con Cristo Jesús, ¿sobre quiénes han de gobernar? Y si todos han de llegar a ser “un sacerdocio real,” ¿en beneficio de quiénes han de actuar como sacerdotes reales?
20. ¿Cómo muestran las cartas de Pablo a los gálatas y a los romanos que el número de israelitas espirituales es un número limitado?
20 Considere lo siguiente: En su carta a los gálatas, acerca de los cristianos escogidos de entre los judíos y los no judíos que han sido “bautizados en Cristo” Pablo dice que “realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa,” y los llama “el Israel de Dios.” (Gál. 3:26-29; 6:16) Y en su carta a los romanos, el mismo apóstol habla del “secreto sagrado” de que Dios llamara a no judíos a causa de la “falta de fe” de muchos judíos, a lo que agrega —y éste es un pasaje clave— “hasta que el número completo de la gente de las naciones haya entrado.” Pablo explica que “de esta manera,” es decir, por medio de llamar gentiles para completar el número requerido, “todo Israel será salvo.” Está claro que esto se refiere al Israel espiritual, a los “escogidos” de entre los judíos y los no judíos que son “realmente ‘Israel’” o “verdaderos israelitas.”—Rom. 11:7, 17-26; 9:6 (TA); 2:28, 29.
21. (a) ¿Cuántos israelitas espirituales hay? (b) ¿Qué texto bíblico prueba que no se les escoge de entre los ángeles?
21 Puesto que los no judíos recibirían este “llamamiento santo” solamente hasta que se alcanzara el “número completo” de los que componen “el Israel de Dios,” es lógico que el número de tales israelitas espirituales constituya un número limitado. Entonces, ¿cuántos son? Busque Revelación 7:1-8. Ahí se establece un límite al número de cristianos que son “sellados” para llegar a ser parte del Israel espiritual. Revelación 14:1-4 prueba que no es de entre los ángeles de entre quienes se escoge este número limitado, pues de este mismo número este texto dice que son “comprados de la tierra,” “comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.”
22. ¿Qué clase de esperanza basada en la Biblia tienen los 144.000?
22 Para estos 144.000 cristianos ungidos engendrados por espíritu su esperanza basada en la Biblia es una esperanza celestial. Después de experimentar “la primera resurrección,” ellos “serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”—Rev. 20:6.
23. ¿Qué preguntas hacen surgir las palabras “primicias” y “reyes”?
23 Pero si estos “escogidos” son las “primicias,” es lógico que haya otros frutos después. Y si los “escogidos” han de ‘gobernar como reyes,’ ¿quiénes serán sus súbditos y qué esperanza tienen éstos? Eso lo veremos al continuar este examen.
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Triunfa la esperanza del reino de mil añosLa Atalaya 1981 | 15 de octubre
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Triunfa la esperanza del reino de mil años
1. ¿Qué preguntas surgieron con la llegada del Mesías?
CUÁNDO llegó a los judíos el Mesías por tanto tiempo esperado, ¿confirmó él la creencia que originalmente habían tenido ellos de una vida futura mediante una resurrección, o se declaró a favor del concepto pagano de la inmortalidad inherente del alma que ahora habían adoptado? Al sacar a luz una esperanza celestial, ¿quería decir Jesucristo que todos los que se salvaran irían al cielo? ¿O extienden tanto las Escrituras Hebreas como las Escrituras Griegas Cristianas la esperanza de vida eterna en la Tierra a millones de personas?
VIDA FUTURA MEDIANTE LA RESURRECCIÓN
2. ¿Qué enseñó Jesús acerca de la esperanza de una vida futura?
2 Lejos de enseñar el concepto pagano de la inmortalidad inherente del alma humana, Jesús mostró que cualquier esperanza de vida futura depende de la resurrección. Declaró: “Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así ha concedido también al Hijo el tener vida en sí mismo. Y le ha dado autoridad para hacer juicio, por cuanto es Hijo del hombre. No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.”—Juan 5:26-29.
3. Respecto al alma, ¿qué están reconociendo ahora algunos teólogos de la cristiandad?
3 Es interesante el hecho de que algunos teólogos de la cristiandad del día moderno están llegando a reconocer que la inmortalidad inherente no tiene apoyo ni en las Escrituras Hebreas ni en las Escrituras Griegas Cristianas. Por ejemplo, The New International Dictionary of New Testament Theology (Tomo 3, 1978) saca a relucir “lo ajeno que es al VT [Viejo Testamento] el concepto de un alma separada del cuerpo, o de un alma que quede separada del cuerpo al momento de la muerte.” Además dice: “Mat. 10:28 no enseña la inmortalidad potencial del alma, sino la irrevocabilidad del juicio divino de los que no se arrepienten. . . . El NT [Nuevo Testamento] ve al hombre esencialmente como una unidad y promete la transformación de toda la persona, y no simplemente la supervivencia de parte de ella. . . . no puede haber inmortalidad sin que primero haya resurrección.”
UNA ESPERANZA CELESTIAL Y UNA TERRESTRE
4. ¿Qué reconocen los testigos de Jehová, pero qué niegan, y por qué?
4 Los testigos de Jehová no niegan que las Escrituras Griegas Cristianas enseñan que algunos cristianos reciben el “llamamiento celestial.” (Heb. 3:1) Lo que sí niegan es que tal “llamamiento celestial” elimine el propósito original de Dios de hacer que se cultive la tierra hasta que el planeta quede convertido en un paraíso y éste se llene de una raza de hombres y mujeres justos. Los testigos de Jehová no pueden aceptar la idea de que todas las profecías de las Escrituras Hebreas en las que se predice la restauración del paraíso sobre la Tierra hayan llegado a ser letra muerta. Lo que les da mayor convicción de esto es que las Escrituras Griegas Cristianas confirman la promesa de “una nueva tierra” en la cual “la justicia habrá de morar.”—2 Ped. 3:13; Rev. 21:1-4.
5, 6. ¿Cómo revela claramente la Biblia los dos aspectos de la esperanza que ofrecen las Escrituras: (a) ¿el celestial? (b) ¿el terrestre?
5 Como resultado de su serio estudio de la Biblia, los testigos de Jehová creen que la esperanza cristiana basada en las Escrituras tiene dos aspectos: El don de la inmortalidad en el cielo para un número pequeño, limitado, de personas, y vida eterna sobre la Tierra para el mayor número de personas. La esperanza celestial de “gobernar como reyes” con Cristo se ofrece como excepcional “gracia” (Versión Valera) o “bondad inmerecida” a 144.000 “elegidos” (Biblia de Jerusalén) o “escogidos,” empezando con los apóstoles y los primeros discípulos de Cristo. (Luc. 12:32; Rom. 5:17; 8:33; Rev. 5:9, 10; 7:1-4; 14:1-4) De éstos, solo unos cuantos “que quedan” de los que han ‘sobrevivido hasta la presencia del Señor’ están actualmente vivos en la Tierra.—1 Tes. 4:14-17; Rev. 12:17.
6 La esperanza terrestre es la que Adán y Eva originalmente podrían haber realizado, si se hubieran mantenido sumisos a la soberanía de Jehová Dios más bien que ir en pos de la independencia moral. (Sírvase ver los primeros tres capítulos de Génesis 1-3.) El hombre “es terrestre por naturaleza.” (1 Cor. 15:47, The Jerusalem Bible) Sus aspiraciones y deseos naturales son terrestres. “A Jehová pertenecen los cielos, pero la tierra se la ha dado a los hijos de los hombres.” (Sal. 115:16) Además, la Biblia dice claramente que Jehová ‘no creó la tierra sencillamente para nada, sino que la formó para ser habitada.’ (Isa. 45:18) Por lo tanto, la esperanza de vida eterna en la Tierra bajo condiciones paradisíacas es tanto natural como bíblica. No hay motivo para avergonzarse de ella.
ESPERANZA DEL MILENIO PARA DOS GRUPOS
7. ¿Qué esperanza ofrecen a los pueblos de la Tierra la promesa abrahámica y la profecía de Daniel?
7 Puesto que los 144.000 israelitas espirituales son la “descendencia” o “verdaderos descendientes de Abrahán” y los “verdaderos herederos de su promesa” (Gál. 3:26-29, Phillips), es bueno recordar que en la promesa que se le hizo a Abrahán también se declaró: “Por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.” (Gén. 22:16-18) El profeta Daniel también habló acerca de “pueblos, grupos nacionales y lenguajes” sobre los cuales el “hijo del hombre,” Jesucristo, ejercerá desde “los cielos” el “reino y la gobernación.” Jesús hace esto junto con los “escogidos,” a quienes se llama “los santos del Altísimo.”—Dan. 7:13, 14, 27, Traducción del Nuevo Mundo, en inglés, nota al pie de la página; 2 Tim. 2:10.
8. ¿Cómo sabemos que Pablo y Juan reconocían que la salvación no se limitaba a los “escogidos”?
8 Los cristianos primitivos no estaban sin conocimiento de estas profecías que hablan acerca de dos grupos: la “descendencia” y las “naciones,” los “santos” y los “grupos nacionales.” El apóstol Pablo confirma esto, pues después de hablar acerca de los que serán “coherederos con Cristo” y que serán “glorificados juntamente” con él en el cielo, habla acerca de la “creación” humana cuya “expectativa ansiosa” es la de ser “libertada de la esclavitud a la corrupción,” o al pecado, y ‘tener la gloriosa libertad de los hijos de Dios.’ (Rom. 8:15-21) El apóstol Juan, al escribir a cristianos que, como él, tenían la esperanza celestial, dijo que Cristo era “un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados [los de los “escogidos”], empero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”—1 Juan 2:2; 3:1-3.
9. (a) ¿Qué visiones probablemente había visto Juan cuando escribió su primera carta? (b) ¿Cómo confirman éstas la existencia de dos grupos de personas salvas?
9 Es probable que Juan haya escrito esas palabras después de haber recibido la Revelación, en la cual, después de haber visto a los 144.000 israelitas espirituales “sellados,” vio a “una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.” Estos sobreviven a la “grande tribulación” y el “Cordero,” Cristo Jesús, los guía “a fuentes de aguas de vida.” (Rev. 7:4-17) Y, claro, fue en esa misma Revelación donde Juan también tuvo una visión del reinado de mil años de Cristo, en la cual otra vez se mencionan dos grupos: los que ‘tienen parte en la primera resurrección’ y “gobernarán como reyes,” y la “humanidad,” a la cual Dios bendecirá y que “serán sus pueblos.”—Rev. 20:1-21:8.
10. Hoy, ¿qué dos grupos abrigan la esperanza del milenio, y cómo difieren el uno del otro en lo que tiene que ver con la cantidad de miembros que los componen?
10 Hoy, la esperanza del milenio triunfa en el corazón de los que pertenecen al “rebaño pequeño,” a los cuales se llama para que “se sienten sobre tronos” con Cristo en el cielo para reinar por un milenio. (Luc. 12:32; 22:28-30) Los de la “grande muchedumbre” que se han unido al resto de los cristianos ungidos en proclamar “estas buenas nuevas del reino . . . para testimonio a todas las naciones” también han abrazado esta esperanza del milenio. (Mat. 24:14) Estos dos grupos estuvieron representados en la celebración de la Cena del Señor del 31 de marzo de 1980. Los que por todo el mundo participaron de los emblemas del pan y el vino fueron solo 9.564 personas, ciertamente solo unos cuantos “que quedan” de los 144.000 que han de gobernar con Jesús en su reino milenario. Pero junto con éstos asistieron otras 5.717.092 personas que estuvieron allí como observadores, mostrando así aprecio por el gran arreglo que Jehová ha hecho posible mediante el sacrificio de su Hijo. Estas personas se regocijan ante la perspectiva de tener vida eterna en un paraíso terrestre.
¡LA ESPERANZA DEL MILENIO SIGUE VIVA!
11. ¿Cuándo y cómo se hará realidad la esperanza del milenio?
11 Sí, la esperanza del milenio sigue intensamente viva hoy. Esto llegará a ser realidad después de la “grande tribulación,” cuando Cristo y los 144.000 “escogidos” empiecen su reinado de 1.000 años en el cielo, y la “grande muchedumbre” de personas parecidas a ovejas, junto con miles de millones de personas resucitadas sobre la Tierra, reciban bendiciones indecibles en la esfera terrestre de ese reino mesiánico.—Mat. 25:34; Rev. 20:12, 13.
12. ¿Cómo se ha definido el milenio en cierta enciclopedia?
12 Hoy la humanidad necesita urgentemente tal esperanza. Hombres avezados en las cosas del mundo no están ignorantes en cuanto a esta esperanza. Por ejemplo, la Macropaedia de la Britannica de 1977 define el milenio como sigue: “Este período de 1.000 años, conocido como el milenio, se considera como el tiempo durante el
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