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Visión del “tiempo del fin”La Atalaya 1951 | 15 de noviembre
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Reino. Así como el poderoso sol disipa las tinieblas de la noche y las hace desaparecer y luego se mueve irresistiblemente de brillantez a mayor brillantez, así los siervos santos de Jehová aumentan y ensanchan sus esfuerzos. Aunque todos los habitantes de la tierra se opusieran y lucharan contra él, no podrían parar ni demorar por un segundo el aparecimiento y resplandor del sol. Así el pueblo de Jehová resplandecerá en el Reino con la brillantez del sol. Todas las fuerzas terribles del mundo de Satanás no son capaces de impedir ni por un segundo el resplandor de la luz de la verdad. Tengamos pues confianza en el poder de Dios, porque “Dios es con nosotros”. Sí, y perezcan los que tratan de pararnos.
17. ¿Qué consuelo especial podemos recibir de la ilustración del “sol”? y ¿por qué hacemos bien en ser “sabios”?
17 Nunca olvidemos que, debido a las nubes de una tempestad, no se ve inmediatamente el resplandor del sol. Temporalmente la brillantez del resplandor puede ser ocultada; pero el sol todavía está allí, y pronto aparece en toda su gloria. Así sucede con el resplandor de los sabios en el Reino. Algunas veces la persecución, las proscripciones y prohibiciones estorban por un corto tiempo el resplandor, y la luz es ocultada en parte. Pero acuérdese, el Reino está aquí y Cristo Jesús es Rey, y él ha determinado que los justos resplandecerán. Si usted es uno de los fieles cuya adoración de Jehová se está restringiendo y limitando por los poderes mundanos, reciba consuelo y regocíjese que el día de Dios ha llegado y que la noche para el pueblo de Jehová ha terminado, y que usted todavía será librado de las dificultades y proscripciones que está aguantando y que todavía habrá de resplandecer con aun más brillantez. Sí, sobre el horizonte se ven nubes negras que anuncian una grande tempestad; pero sea usted de buen ánimo, porque ha amanecido el gran día y el sol de la justicia se ha levantado y nunca jamás volverá a ponerse. Sea usted sabio, pues, obedeciendo la Palabra de Jehová.
18. ¿Quiénes son los que reciben bendiciones debido al resplandor de los sabios? ¿Cómo es eso?
18 El resplandor hace que multitudes vean el camino que deben tomar, porque es una luz que disipa sus tinieblas. “La gente sentada en tinieblas vió una gran luz, y en cuanto a los sentados en una región de la sombra de muerte, luz amaneció sobre ellos.” (Mat. 4:14-16, NM; Isa. 9:1-4) Sí, se esclarece el camino para salir de las tinieblas de Babilonia, porque el sol del Reino resplandece sobre él. Por esto los fieles declaran las verdades del Reino con denuedo, sin temor de hombres ni condiciones, porque ellos saben a quién sirven y por qué le sirven, y hacia donde van caminando. Resplandezca pues, pueblo de Jehová, para que las multitudes no pierdan su camino o tropiecen al caminar ansiosamente hacia la santa ciudad. Los que resplandecen son los sabios, y serán recompensados para siempre por Jehová. Su recompensa consiste en privilegios benditos ahora y alabanza eterna en el nuevo mundo.
AUTORIDAD SOBRE LAS AGUAS, Y EL QUEBRANTAMIENTO DE PODER
19-21. ¿Quién es representado por el “varón que traía las vestiduras de lino blanco” que estaba de pie sobre las aguas? y ¿qué se entiende por la pregunta que se hizo?
19 Daniel 12:5-7 continúa: “Entonces yo Daniel miré, y he aquí a otros dos que estaban en pie, el uno de esta parte a la ribera del río, y el otro de aquella parte a la ribera del río. Y dijo uno de ellos al varón que traía las vestiduras de lino blanco, que estaba en pie sobre las aguas del río: ¿Para cuándo será el fin de estas maravillas? Y yo oí a aquel varón que traía las vestiduras de lino blanco, que estaba en pie sobre las aguas del río, cuando levantando su mano diestra y su siniestra hacia el cielo, juró por Aquel que vive eternamente, que será para un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de otro; y que cuando se haya acabado de destruir el poder del pueblo santo, todas estas cosas serán consumadas.” El que estaba vestido de lino aquí prefiguró a Jesucristo, y esto se entiende fácilmente con la ayuda de otros textos. “Alcé mis ojos y miré, y he aquí a un varón que traía vestiduras de lino blanco, y tenía ceñidos los lomos de oro fino de Ufaz; y su cuerpo era como un crisólito, y su rostro como la apariencia del relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como la refulgencia de bronce bruñido, y la voz de sus palabras era como el estruendo de un ejército.” (Dan. 10:5, 6) “Estaba mirando en visiones de la noche, y he aquí que sobre las nubes del cielo venía Uno parecido a un hijo de hombre; y vino al Anciano de días, y le trajeron delante de él.” (Dan. 7:13) Cristo Jesús es el que Jehová ha nombrado para estar sobre las aguas, que son pueblos, naciones y lenguas.
20 Se hace la pregunta, “¿Para cuándo será el fin de estas maravillas?” Esto representa al pueblo de Jehová en estos últimos días preguntando, “¿Cuánto tiempo continuarán estas cosas?” El ángel de pie sobre las aguas con la mano levantada en la posición de uno que jura a Dios es parecido a la visión registrada en el Apocalipsis 10:5-7, la cual es también para estos últimos días: “Y el ángel que vi de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano derecha al cielo, y por El que vive para siempre jamás, que creó el cielo y las cosas en él y la tierra y las cosas en ella y el mar y las cosas en él, juró: ‘Ya no habrá ninguna demora; sino en los días del toque del séptimo ángel, cuando él está destinado a tocar su trompeta, el sagrado secreto de Dios conforme a las buenas nuevas que él declaró a sus propios esclavos los profetas verdaderamente es traído a su fin.’”—NM.
21 El Señor Jesucristo tiene la soberanía sobre todos los pueblos y naciones desde un extremo hasta el otro; las aguas extensas se incluyen en su poderoso dominio. “Y el séptimo ángel tocó su trompeta. Y acontecieron fuertes voces en el cielo diciendo: ‘El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.’ . . . ‘Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a gobernar como rey.’” (Apo. 11:15, 17, NM) Antes de esto, la Babilonia mística con su dios, Satanás, había gobernado. (Apo. 17:15,18; 19:6) “Jehová reina; se viste de majestad; se viste y se ciñe Jehová de fortaleza; también el mundo está afirmado; no será movido. Alzaron los ríos, oh Jehová, alzaron los ríos su voz; los ríos alzaron sus ondas.” (Sal. 93:1, 3) ¡Qué directa y definitiva es la Palabra de Dios! ¡qué claramente manifiesta que cuando Jehová reina como Rey todos los ríos (multitudes) alzan la voz!
22. ¿Cómo nos ayudan otras traducciones a entender la contestación correcta dada por el “varón que traía las vestiduras de lino blanco”?
22 Por esto ahora es el tiempo cuando Cristo Jesús contesta la pregunta de su pueblo, “¿Cuánto tiempo será?” diciendo, “Será para un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de otro; y que cuando se haya acabado de destruir el poder del pueblo santo, todas estas cosas serán consumadas.” (Dan. 12:7) No se entiende desde luego la idea correcta si uno limita su lectura a la Versión Moderna. Otras traducciones ayudan: “Cuando la dispersión de una parte del pueblo santo se traiga a un fin entonces llegarán a su fin todas estas cosas.” (Rótherham) La margen lee: “‘Cuando el poder del dispersador del pueblo santo llegue a su fin.’ (Oxford Gesenius)” “Y cuando se habrá cumplido la dispersión de la muchedumbre del pueblo santo, entonces tendrán efecto todas estas cosas.” (TA) “Cuando el poder de aquel que esparció el pueblo sagrado haya terminado, entonces el fin de todo debe llegar.” (Mo; UTA) De estas traducciones se entiende claramente que la “dispersión”, el “esparcimiento” del pueblo de Dios ha terminado, y que ellos ahora serán recogidos, porque el poder de aquel que los esparció se ha quebrantado. Escuche ahora la palabra de Cristo Jesús: “Y él enviará a sus ángeles con un gran estruendo de trompeta y ellos juntarán a sus escogidos desde los cuatro vientos, desde una extremidad de los cielos hasta la otra extremidad.” (Mat. 24:31, NM) Pues, el poder inicuo que los dispersó se ha quebrantado. Pasarán por mucha tribulación pero nunca jamás serán dispersados.
23. ¿Cuándo y cómo es quebrantado el poder del dispersador?
23 Satanás es el dispersador del pueblo de Dios. Es el león rugiente que trata de devorarlos. (1 Ped. 5:8) Para efectuar el quebrantamiento de su poder los mismos cielos serán sacudidos; y tales acontecimientos sólo podrían venir del Dios Todopoderoso y su Rey, Cristo Jesús. “Y los poderes del cielo serán sacudidos. Y entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo.” (Mat. 24:29, 30, NM) Este es uno de los propósitos de Jehová que hace mucho fué prometido. “Porque así dice Jehová de los Ejércitos: Una vez más (es corto el tiempo), y voy a sacudir los cielos y la tierra, . . . y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la potencia de los reinos de las naciones, y volcaré los carros de guerra y los que van en ellos; y caerán los caballos y sus jinetes, cada uno bajo la espada de su hermano.” (Agg. 2:6, 22) “‘Todavía una vez más pondré en conmoción no sólo la tierra sino también el cielo.’ Ahora la expresión ‘Todavía una vez más’ significa la remoción de las cosas que son conmovidas como cosas que fueron hechas, para que las cosas que no son conmovidas puedan permanecer.” (Heb. 12:26, 27, NM) “Mientras que los hombres se desmayan debido al temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y grande gloria. Pero al empezar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se está acercando.” (Luc. 21:26-28, NM) Por lo tanto es muy evidente que el sacudimiento de los poderes en los cielos no traerá en sí mismo la liberación inmediata y completa. Sin embargo, algo se ha puesto en movimiento, y es el Señor Jesucristo como el justo Gobernante de la tierra iniciando su campaña en contra del enemigo.
24. Describa los eventos que acontecen durante el período de tres tiempos y medio.
24 El Rey ungido de Dios, Cristo Jesús, asume el mando en el cielo en 1914. El gobernante anterior, Satanás el Diablo, rehusa desocupar su puesto, y resiste al nuevo rey, y el resultado es una contienda en el cielo. El capítulo 12 de Apocalipsis describe lo que sucede. El Reino nace y Satanás el “dragón” se mantiene listo para devorarlo y destruirlo. Estalla una guerra, Miguel lucha contra el Diablo y sus ángeles, resultando en una victoria gloriosa para Miguel, entre tanto que Satanás y su hueste demoníaca son arrojados del cielo. El puesto de autoridad del Diablo desaparece, su poder es quebrantado, pero para lograr eso fué necesario sacudir los mismos cielos. No es destruído en ese tiempo, sino que se le permite hacer guerra contra los santos de Dios sobre la tierra, tratando él de desgastarlos. No obstante, su dominio ininterrumpido de la tierra ha terminado. Todo esto sucede en el período de ‘tiempo, dos tiempos, y la mitad de otro’, según Daniel 12:1, 7.
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“Tiempo, y dos tiempos, y la mitad de otro”La Atalaya 1951 | 15 de noviembre
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“Tiempo, y dos tiempos, y la mitad de otro”
1. ¿Qué textos nos ayudan a determinar el significado de un “tiempo”? y ¿por qué no podía referirse a un período de 360 años?
UN “TIEMPO” se entiende referirse a un año. Esto entonces quiere decir ‘un año, y dos años, y la mitad de otro año’, un total de tres años y medio. Para corroborar esta manera de contar un “tiempo” se cita el uso inspirado de la expresión en el Apocalipsis 12:6, NM: “mil doscientos y sesenta días,” y de acuerdo con la cuenta bíblica esto viene siendo tres años y medio. También se hace referencia en el Apocalipsis 11:2 a la “ciudad santa” como siendo hollada por cuarenta y dos meses. Estudiantes de la Biblia durante generaciones pasadas han calculado el período basándose en la opinión de que un día representa un año, siendo pues 1,260 años. No obstante, no existe apoyo razonable para esa conclusión y estas maravillas no pueden suceder sino hasta después de 1914, y tienen que suceder dentro del tiempo de nuestra generación. Es bíblico y propio entender que “un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de otro” se refiere a un período de 1,260 días literales, o tres años y medio.
2. ¿Por qué debían las naciones rabiar durante el período de 1,260 días?
2 La parte visible de la organización refleja el espíritu y las acciones de la parte invisible. Jesús dijo: “Ustedes son de su padre el Diablo y quieren cumplir los deseos de su padre.” (Juan 8:44, NM; compare Santiago 3:17.) Los demonios inspiran a los gobernantes a hacer la voluntad de ellos. (Apo. 16:13, 14, NM) Cuando estalló la guerra en el cielo en 1914 y llegó a su fin el tiempo de la dominación gentil sobre el pueblo de Dios, las naciones empezaron a rabiar en una guerra que afectó a todas las gentes de una manera directa o indirecta. Al fin de los 1,260 días se paró la guerra con el propósito específico de permitir que se hiciera la obra del Reino.
PRUEBAS DURANTE LOS 1,260 DÍAS
3, 4. ¿Cómo se cumplen las palabras de la profecía de Daniel 12:7 por las experiencias del pueblo del Señor durante y a l fin de un “tiempo, y dos tiempos, y la mitad de otro”?
3 Antes de 1914 los siervos fieles habían estado proclamando que el “fin de los tiempos de los gentiles” vendría en ese año. Veamos ahora qué sucedió durante esos 1,260 días. Estos días mencionados por Daniel no deben confundirse con el Apocalipsis 12:6, 14, que lee: “Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para que la alimentasen allí por mil doscientos y sesenta días. Pero las dos alas de la gran águila fueron dadas a la mujer, para que pudiese volar al desierto a su lugar; allí es donde es alimentada por un período y períodos y la mitad de un período de tiempo lejos de la cara de la serpiente.” (NM) Aquí los versículos sirven sólo para manifestar que “un tiempo, y dos tiempos, y la mitad de otro” equivalen a 1,260 días literales. Mientras que los días del Apocalipsis 12:6, 14 principiaron después que Satanás fué arrojado del cielo, los 1,260 días de Daniel 12:7 principiaron al fin de los tiempos de los gentiles, como por el 1 de octubre de 1914.
4 Los hechos que tienen que ver con el pueblo de Jehová se ajustan tan milagrosamente que no puede haber duda en cuanto al cumplimiento de esta profecía. El “pueblo santo” de Jehová había de ser dispersado y quebrantado por el enemigo por tres “tiempos” y medio, ó 1,260 días, y después de ese período de tiempo el poder del enemigo sobre ellos llegaría a su fin o terminaría. (Mat. 24:9-12, NM) Precisamente al tiempo designado se cumplió la profecía. Los 1,260 días habrían de empezar cuando terminaran los tiempos de los gentiles, como por el 1 de octubre de 1914, de modo que habrían de finalizar como por el 1 de abril de 1918, después de lo cual el poder del enemigo sería quebrantado. Esto denota que para ese entonces Satanás el Diablo ya había sido arrojado desde el cielo y que Cristo Jesús vino al templo de Dios para el trabajo de juicio. Esto no fué alterado por la persecución feroz que estalló en ese tiempo, porque temprano en febrero de 1918 muchos del pueblo de Jehová en el Canadá fueron echados en prisión. Ese mismo mes los enemigos de la verdad se llevaron libros y documentos privados de la oficina principal de la Sociedad en Brooklyn. El 7 de mayo les entregaron citaciones a los oficiales de la Sociedad, y el 15 de mayo comparecieron ante la corte. Fueron procesados, declarados culpables y sentenciados a prisión por largo tiempo, y el 20 de junio de 1918 fueron encarcelados. Durante este tiempo muchos otros ungidos del Señor fueron arrestados y encarcelados, la oficina de la Sociedad en Brooklyn fué completamente desmantelada, toda comunicación entre la oficina principal y las sucursales fué cortada, y el ministerio de predicar el evangelio en toda la tierra por el pueblo de Jehová casi fué paralizado.
5. ¿Cuál fué la condición de los fieles durante los 1,260 días? ¿Qué otras actitudes se manifestaron entre los que estaban asociados con ellos?
5 Fué un tiempo de angustia e inquietud, porque la obra de testimonio fué interrumpida, no sólo debido a los esfuerzos activos del maligno, sino también debido a temor de parte de algunos. Otros fueron desilusionados porque 1914 no había resultado como ellos habían esperado, ya que todavía se encontraban sobre la tierra en vez de estar en el cielo. Muchos eran egoístas, pensando más en sí mismos que en la obra de Dios, y algunos del pueblo del Señor cedían al enemigo sin luchar por su derecho de adorar a Jehová Dios. Sin embargo, los pocos que eran fieles y leales siguieron consolando y alimentando a las ovejas hasta donde les era posible. Hubo un examen muy cuidadoso para ver si e:rm correcta la cronología de las Escrituras con referencia a 1914; y también si las “señales de los tiempos” eran iguales a lo que debía esperarse; y durante este tiempo se testificó muy poco, y ese poco se hizo en una condición de “saco”. Los testigos no estaban llenos del grande gozo y alegría que el dominio del Reino produce, sino que “en saco” deploraban su condición porque no tenían esperanza segura de socorro. Ciertamente estaban en una condición perpleja e inquieta durante esos 1,260 días, y luego al fin de esos días vino sobre ellos gran odio y persecución.
LOS “DOS TESTIGOS”
6. ¿Cómo corrobora el Apocalipsis 11:3 el período de tiempo de 1,260 días? y ¿cuál es el cumplimiento de la testificación hecha por los dos testigos en saco?
6 Note ahora más prueba corroborativa acerca de este período de tiempo: “Haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos y sesenta días vestidos de saco.” (Apo. 11:3, NM) Los “dos testigos” son las obras antitípicas de Elías y Juan el Bautista, y el hecho de que se introducen a este tiempo es importante, porque nos ayuda a entender la profecía de Daniel. Hace casi setenta años que The Watchtower (La Atalaya en inglés) para el mes de noviembre de 1883 explicó al pueblo de Dios que Elías y Juan el Bautista prefiguraron grandes obras que tenían que cumplirse al fin de este sistema de cosas, y que habían de llevarse a cabo antes de 1918. Los hermanos que estaban sirviendo a Jehová durante ese período lo hicieron creyendo que estaban participando en esa obra antitípica. Ese servicio noble, espléndido y fiel fué interrumpido en 1918. Fortalece nuestra fe cuando recordamos que el mismo Elías huyó del semblante amenazador de la inicua reina Jezabel de Israel para refugiarse en el monte de Horeb, y que por eso su obra sufrió una interrupción temporaria. (1 Rey. 19:1-14) Después de esa interrupción Elías volvió a su trabajo, y su servicio por fin concluyó cuando fué llevado en un carro de fuego. No obstante, el ministerio de Juan el Bautista terminó con su encarcelamiento y decapitación. (Mat. 14:1-12) Así sucedió antitípicamente con la obra hecha desde 1878 a 1918. Llegó a su fin durante un tiempo de angustia, con encarcelación y el degüello de la obra. Se cumplió el texto: “La bestia salvaje que asciende del abismo guerreará contra ellos y los vencerá y los matará.”—Apo. 11:7, NM.
7. Entonces ¿qué hemos de concluir en cuanto al principio y la terminación de ese período de tres tiempos y medio y cuál es el detalle sobresaliente de su fin?
7 Este período de 1,260 días (“tiempo, dos tiempos, y la mitad de otro”) se cumplió de octubre, 1914, a abril, 1918, y durante ese tiempo el poderoso Príncipe Miguel (el Señor Jesús) fué hecho Rey, fué entronizado en el cielo, y emprendió la obra del Reino y la liberación de sus fieles siervos del cautiverio babilónico. Obró decisivamente contra el príncipe del poder de las tinieblas y de este mundo malo y removió a éste por la fuerza de su posición exaltada, no solamente quitándole su puesto sino arrojándolo del cielo, junto con todos sus ángeles malos. Quebrantó su poder, de modo que ya no puede dispersar a los hijos de Dios. El tiempo ha llegado para que sucedan estas cosas. “Ya no habrá ninguna demora; . . . el sagrado secreto de Dios conforme a las buenas nuevas que él declaró a sus propios esclavos los profetas verdaderamente es traído a su fin.” (Apo. 10:6, 7, NM) “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin consumado.”—Mat. 24:14, NM.
1,290 DÍAS
8. ¿Cómo y cuándo fué quitado el holocausto continuo y establecida la abominación desoladora?
8 En seguida, Daniel 12:11 dice: “Y desde el tiempo en que fuere quitado el holocausto continuo, es a saber, para poner allí la abominación desoladora, habrá mil doscientos y noventa días.” Dos grandes maravillas suceden durante este período: (1) Será “quitado el holocausto continuo” y (2) Se pondrá “la abominación desoladora”. Hemos visto que al fin del período de 1,260 días los testigos antitípicos, Elías y Juan el Bautista, fueron degollados, quitando de esta manera el “holocausto continuo” de alabanza pública a Dios, pero eso no quiso decir que individuos no podrían rendir ese servicio en el futuro. Satanás y sus agentes sin duda pensaron que eso marcaría el fin de todas las actividades de testimonio y declaraciones contra su organización inicua y el fin de desenmascarar la hipocresía de sus religiosos falsos. Pero él no contó con el poder de Dios. De hecho, él nunca lo hace. Satanás es extremadamente egoísta, y está lleno de egotismo, y por eso es ciego en cuanto a lo que es obvio, teniendo presente únicamente sus propios proyectos diabólicos. Él ahora se encontró limitado a la región de la tierra sin tener más acceso al cielo. Sí, él había tenido un lugar allá arriba, pero eso ya había pasado. Por eso él determinó que trataría de establecer su dictadura jactanciosa y rebelde sobre la tierra entre las naciones. Por esa razón se da la amonestación: “Ayes para la tierra y para el mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran ira, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (Apo. 12:12, NM) De modo que su primer acto fué unir a todas las naciones en un solo proyecto, para poder intimidarlas y hacer que se sometieran a su conspiración inicua. El tiempo es corto para que se prepare para hacer frente a la próxima ofensiva del nuevo Rey de la tierra. Pero hágase nota de esto, que todos sus proyectos malos desafían completamente el reino de Dios, por cuanto él nunca lo reconocerá y, si le fuera posible, lo destruiría. ¿Cómo procedió para llevar a cabo su intención? Primeramente hizo estragos entre el pueblo de Dios, y después que logró encarcelar a los principales siervos visibles del pueblo de Dios, él produjo la
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