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  • ¿Qué diría Jesús?
    La Atalaya 1956 | 15 de diciembre
    • Jesús sólo como bebé es peligroso. Desvía a uno del hecho vital de que él ha sido autorizado por su Padre como Rey y que él ahora reina y pronto hará pedazos a todas las naciones con una vara de hierro a medida que él “lleva a cabo guerra en justicia.” ¿Debería pensarse en el Rey que hará añicos el mundo, sí, en realidad, el “Rey de los reyes y Señor de los señores,” como si éste fuera un bebé? El concentrar la atención de la gente en Jesús como niñito es un engaño, un engaño perpetrado por el Engañador maestro, Satanás el Diablo.—Apo. 19:11-16, NM.

      ¿Y qué diría Jesús de los mismos celebrantes de la Navidad? ¿Honra su conducta a Cristo? En una sola declaración comprehensiva Jesús pudiera contestar, citando la profecía concerniente a los “últimos días” en los cuales habrá “amantes de placeres más bien que amantes de Dios.” El tiempo de Navidad produce una abundancia de éstos. Además, en el tiempo de la Navidad muchos celebrantes, igual a los antiguos paganos, se arrojan a los mares sucios del beber en exceso, el comer en exceso, y la inmoralidad. Los mandamientos que Cristo dió a los cristianos no permiten en ningún tiempo el volver a los caminos del viejo mundo, mucho menos en una ocasión que supuestamente se celebra para honrar a Cristo. “El tiempo que ha pasado basta para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en obras de conducta inmoral, concupiscencias, excesos con vino, orgías, partidas de borrachera, e idolatrías.”—2 Tim. 3:1-4; 1 Ped. 4:3, NM.

      ¿Exactamente qué diría Jesús de las costumbres de la Navidad, el uso de acebo, muérdago, nochebuenos y árboles de Navidad? Declararía los hechos verdaderos, así como lo hacen las enciclopedias: que tales costumbres no son prácticas cristianas, sino de origen pagano. Acerca del árbol de Navidad The Encyclopedia Americana dice (1942, vol. 6, pág. 623): “Se ha investigado el origen del árbol de Navidad y se ha hallado que proviene de los romanos. De Alemania fué a la Gran Bretaña.”

      ¿Qué diría Jesús acerca de dar regalos? De seguro que Jesús no condenaría el dar; él lo encomendó como una fuente de felicidad. No obstante, el hacer un cambio de regalos, como se hace en la Navidad, no tendría la aprobación de Jesús, puesto que ese dar sigue el modelo de intercambio de regalos de las saturnalias paganas. Además, casi todo el dar de la Navidad se hace a base recíproca; Cristo dijo que se diera a los que no podían devolver algo. Y la Biblia no pone el modelo, según piensan algunos, de un intercambio de regalos. ¿Quién le trajo regalos a Jesús? ¡Los mismos astrólogos adoradores de demonios! De seguro que los cristianos no han de seguir su ejemplo. Los cristianos verdaderos siguen el ejemplo de Cristo, no el de sus enemigos. Sin embargo en Apocalipsis 11:10 (NM) son los enemigos del pueblo de Dios y de Cristo los que “se enviarán regalos los unos a los otros.” Si los cristianos desean dar tienen otros 364 días durante el año en que pueden hacerlo; no les hace falta un día de fiestas pagano para exhibir una benignidad benévola que deberían practicar 365 días al año.

      ¿Y qué diría Jesús de los vastos números de celebrantes cuya exuberancia no oculta su ignorancia, su falta de conocimiento del reino que Cristo predicó como la esperanza del mundo? Diría que la gente está demasiado ocupada para aprender acerca del camino a la vida y que la Navidad sólo sirve para ocuparla más. De modo que Jesús diría exactamente lo que dijo en Lucas 17:26, 27 (NM): “Así como aconteció en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, los hombres se casaban, las mujeres se daban en matrimonio, hasta el día que Noé entró al arca, y el diluvio llegó y los destruyó a todos.” No hay nada malo en hacer estas cosas, pero lo malo es que la gente se ocupa tan profundamente en ellas, especialmente al tiempo de la Navidad, comiendo, bebiendo y comprando, que no tiene lugar en su vida el conocimiento de los propósitos de Dios mediante su Hijo. Así que el no saber acerca de la guerra venidera del Armagedón y del nuevo mundo entrante sigue como cosa general.

      De modo que, ¿qué diría Cristo acerca de la Navidad? Que la Navidad es un engaño religioso, una trampa comercial, un día de fiesta pagano, una deshonra para él y una degradación del cristianismo. Nunca pudiera aprobarla; nunca pudiera reconocerla como una verdadera práctica cristiana. Eso quiere decir que los que la celebran son desaprobados por Cristo. Siendo ése el caso, ¿por qué celebrar la Navidad? ¿Por qué no librarse de este colosal lazo comercial? ¡No hay por qué celebrar simplemente porque otros que dicen ser cristianos lo hacen! En realidad, no hay por qué estar entre esa numerosa muchedumbre de personas que dicen ser cristianas y a quienes, a pesar de protestar que han hecho obras en el nombre de Cristo, el Rey rehusa reconocer:

      “Muchos me dirán en ese día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y echamos fuera demonios en tu nombre, y ejecutamos muchas obras poderosas en tu nombre?’ Y sin embargo entonces les confesaré: Nunca los conocí. Apártense de mí, obradores de lo que es contrario a ley.” Para que usted nunca tenga que apartarse de Cristo en ese entonces, apártese de la Navidad ahora.—Mat. 7:22, 23, NM.

  • Visita del presidente a Birmania, Las Filipinas y Hong Kong
    La Atalaya 1956 | 15 de diciembre
    • Visita del presidente a Birmania, Las Filipinas y Hong Kong

      AL LLEGAR a Birmania, el hermano Knorr fué recibido en el aeropuerto de Rangún por cincuenta hermanos. Fué un gozo ver a los misioneros allí y asistir junto con ellos a su asamblea. Habían organizado la asamblea en su propio Salón del Reino. El sábado, 7 de abril, cinco personas se bautizaron. Para el domingo por la noche el número de asistentes había aumentado hasta 115. Hubo en Rangún misioneros y otros de Mandalay que vinieron por tren. Era un viaje peligroso y había sido necesario que un tren militar viajara delante del tren de pasajeros para protegerlos de bandoleros y revolucionarios. No es cosa rara que los bandoleros vuelen los puentes o coloquen bombas en los rieles. A veces los trenes se retardan por un día entero mientras se reparan los puentes. El gobierno está empeñado en establecer la paz en el país, pero la violencia ha durado muchos años en el norte de Birmania. En las ciudades grandes hay paz y prosperidad general y el movimiento comercial sigue sin estorbo. Es en medio de estas condiciones que los misioneros y publicadores del reino de Jehová se hallan predicando las buenas nuevas.

      La reunión pública se celebró en la casa del ayuntamiento. Siete sacerdotes budistas se sentaron en la primera fila, ataviados con sus mantos amarillos, mientras otros estuvieron esparcidos a través del auditorio, un total de 268 personas. El auditorio estaba muy interesado en lo que se decía sobre el tópico “Haciendo a todo el género humano uno bajo su Creador”; y 165 personas se quedaron para oír las palabras concluyentes del presidente y los discursos finales de la asamblea, que continuó allí en la casa del ayuntamiento.

      Tan pronto como se terminó la reunión el hermano Knorr fué llevado apresuradamente en automóvil a la Radio Birmania, donde pronunció un discurso

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