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Si usted fuera el propietario, y éstos fueran sus inquilinos. . .¡Despertad! 1982 | 8 de marzo
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Si usted fuera el propietario, y éstos fueran sus inquilinos. . .
SOBRE un acantilado que domina el océano, usted ha edificado una casa hermosa. Se encuentra ésta en una propiedad de ocho hectáreas de terreno levemente ondulado y arbolado. Un artista talentoso ha decorado el interior de la casa con gusto impecable. Fuera, cerca de la casa, los jardines arreglados en cuadros y las flores en los maceteros de las ventanas de la casa misma proporcionan una variedad de colores que añaden un toque deslumbrante. Huertos de frutas y hortalizas proporcionan alimento abundante.
Más allá de estos terrenos cultivados, hay árboles altísimos que rodean una pradera en medio de la cual serpentea un arroyo de murmullo suave. Las brisas del mar mecen las flores silvestres que salpican de color los soleados claros herbosos. Dondequiera que usted mira es un regalo para la vista, y el olfato se deleita cuando usted aspira profundamente el aire del mar impregnado con la fragancia de las flores, y para sus oídos hay el cantar de los pájaros que llenan el ambiente con sus trinos y la brisa añade el son del susurro de las hojas. Y como fondo musical, puede oír el sonido suave del oleaje cuando rompe contra la playa allá abajo al pie del acantilado.
Usted examina los resultados de su labor y se siente satisfecho, con un sentido de logro. Usted desea que otros disfruten de este lugar. Usted trae una familia numerosa y le entrega todo, junto con las instrucciones sobre el cuidado de la propiedad. Usted se marcha.
Más tarde usted regresa, ¡y queda horrorizado! El océano está de un color castaño amarillento, manchas de aceite y montones de basura ensucian la playa, se han cortado los árboles, la pradera carece de verdor, el arroyo es ahora un mero chorrillo y está contaminado. Hay desperdicios por todas partes. Los pájaros se han ido, las flores han desaparecido, los árboles frutales se han secado y una capa de hormigón cubre la superficie donde había estado el jardín.
La pintura de la casa está descascarada. Dentro de la casa los pisos están mugrientos, las paredes garabateadas, el moblaje rayado. La cocina está en desorden pues se han dejado sobras de alimento por dondequiera y el fregadero está lleno de platos sucios. Música estridente sale de algunas habitaciones; en otras se oye maldecir y todavía en otras se está practicando conducta inmoral y perversiones crasas. La familia a la que se dejó encargada de la casa ha aumentado desmedidamente, y los miembros de ella discuten y pelean y hasta se matan unos a otros.
A medida que usted inspecciona el daño que se ha causado a su casa y a los terrenos, y nota la decadencia moral de los habitantes, ¿qué le viene a la mente? Esta era la obra de sus manos. Usted es el propietario. Estas personas son sus inquilinos. Es obvio que ellos no aprecian lo que usted hizo por ellos. Han pasado por alto las instrucciones que usted les dio respecto a cómo cuidar la propiedad. ¿Los dejará usted allí? ¿Qué hará usted?
De igual manera, “a Jehová pertenece la tierra y lo que la llena.” (Sal. 24:1) Después de haberla creado, Dios “vio . . . todo lo que había hecho y, ¡mire! era muy bueno.” (Génesis 1:31) Puso personas en la Tierra y les dijo que cuidaran de ella... de las plantas, los animales, el ambiente. Ahora bien, después de 6.000 años, ¿qué ve él? ¿Qué le parece lo que ve? ¿Qué hará él?
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Lo que los inquilinos de la Tierra han hecho¡Despertad! 1982 | 8 de marzo
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Lo que los inquilinos de la Tierra han hecho
“Hemos explorado la Tierra, la hemos excavado, quemado, arrancado cosas de ella, enterrado cosas en ella, cortado sus bosques, allanado sus cerros, enlodado sus aguas y ensuciado su aire. Eso no encaja con mi definición de un buen inquilino. Si estuviéramos viviendo aquí bajo un arreglo de mes en mes, ya hace tiempo se nos hubiese desalojado.”—Rose Bird, juez presidente del Tribunal Supremo de California.
Titulares reciente amontonan las pruebas
UN DILUVIO DE DESECHOS CALIENTES
“Una pregunta ominosa: ¿Cómo deshacerse del creciente diluvio de desechos radiactivos? . . . estos desechos enterrados retienen su fuerza radiactiva por miles de años,” algunos “por un cuarto de un millón de años.”
DESECHOS TÓXICOS PERJUDICAN LA SALUD DE LOS ESTADOUNIDENSES
“Habrá más ‘canales de Love’ en el futuro de los estadounidenses que se ensombrece cada vez más debido a las sustancias químicas que amenazan la salud del pueblo.”
EL SISTEMA DE PRESERVACIÓN SOVIÉTICO: UN OSO SIN GARRAS
“Aproximadamente el 10 por ciento del territorio habitable de la Unión Soviética ya ha quedado devastado debido a la contaminación del ambiente.”
LA CONTAMINACIÓN ENVUELVE A MADRID
“Se cree que en una sola semana, 700 personas que padecen de dolencias respiratorias o cardiovasculares hayan muerto como resultado de la sofocante niebla mezclada con humo.”
LA CONTAMINACIÓN CUNDE POR EL MEDITERRÁNEO
“De hecho, el Mediterráneo está por convertirse en una vasta cloaca a cielo abierto.”
LA DESFORESTACIÓN Y EL DESASTRE [EN EL BRASIL]
“Muchas plantas y pájaros que en un tiempo abundaban han desaparecido, y los seres humanos que viven allí experimentan desfiguración como resultado del cáncer de la piel.”
LOS DESIERTOS EN EXPANSIÓN REPRESENTAN UNA AMENAZA A MILLONES DE PERSONAS
“Los desiertos se están extendiendo lentamente en África, Asia, Australia y las Américas debido al uso imprudente del terreno.”
LA LLUVIA [ÁCIDA] ASESINA DE NORUEGA
“El ácido viene de toda Europa, de tan lejos como Belfast en el occidente y de tan lejos como Moscú en el oriente.”
HUMO TÓXICO ASFIXIA LA CIUDAD DE MÉXICO
“Un informe reciente sobre la contaminación del aire de México se refirió a ella como ‘una causa indirecta de la muerte de 150.000 niños cada año,’ y dijo que ‘afecta seriamente a 175.000 adultos cada año.’”
SE DESCUBRE DIOXINA EN LOS GRANDES LAGOS
“Una serie de informes del Canadá y los Estados Unidos está demostrando que la cuenca de los Grandes Lagos es el área más altamente contaminada del mundo occidental.”
EL DESCUIDADO USO DE INSECTICIDAS EN GUATEMALA HACE MUCHAS VÍCTIMAS
Durante la época del cultivo del algodón, que dura 90 días, “atendemos a 30 ó 40 personas al día que son víctimas de envenenamiento causado por los insecticidas.”
CRISIS EN KARACHI POR CONTAMINACIÓN DEL AGUA
“El agua potable de Karachi, la ciudad más grande y el puerto principal de Paquistán, está sumamente contaminada con aguas no depuradas del alcantarillado y desechos industriales.”
MÁS PRUEBA ACERCA DE LOS PELIGROS DE LA CONTAMINACIÓN CAUSADA POR EL PLOMO
“El plomo es culpable de causar daño sutil al cerebro de los niños.”
SUPERINSECTOS
“Insectos que en un tiempo fueron destruidos eficazmente por insecticidas, han desarrollado inmunidades que les permiten reproducirse a un paso fantástico.”
SE ENCUENTRA QUE EL ESPERMA ES ESPECIALMENTE VULNERABLE AL AMBIENTE
“Los malpartos, los defectos congénitos, la infecundidad se enlazan a daños causados por toxinas.”
EL USO DE COMBUSTIBLES FÓSILES PUDIERA PRESENTAR UNA AMENAZA AL CLIMA MUNDIAL
“Una acumulación del anhídrido carbónico durante los siguientes 200 años pudiera resultar en cambios dramáticos en el clima de la Tierra, . . . el banco de témpanos flotantes del Ártico se derretiría.”
NINGÚN DERRAME DE PETRÓLEO CERCANO A LA COSTA SE HA LIMPIADO A GRADO SIGNIFICATIVO
“Los organismos marinos . . . acumulan en sus tejidos los hidrocarburos del petróleo. Estos peces y mariscos constituyen un peligro para la salud pública porque algunos de estos hidrocarburos son agentes carcinógenos.”
SE HALLA QUE EL ESTAR EXPUESTO A RUIDOS CONSTITUYE NUEVOS PELIGROS A LA SALUD
“Está relacionado no solo con la pérdida del oído, sino también con la hipertensión arterial, los trastornos de los nervios, los problemas en la aptitud de aprender, el insomnio, la falta de peso de los niños recién nacidos y tal vez hasta con algunas formas de enfermedades cardíacas.”
LA CONTAMINACIÓN DE LOS OCÉANOS PRESENTA UNA AMENAZA ENORME
“Pero a poca gente le importa; ‘todo sigue igual,’ hasta que sobrevenga el aniquilamiento.”
UN INFORME INSTA A QUE SE TOME ACCIÓN MUNDIAL RESPECTO A LOS RECURSOS DE LA TIERRA
“Está por acabarse el tiempo en que una acción internacional logre evitar que el mundo sea un mundo hambriento, atestado, contaminado y deficiente en recursos.”
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Los inquilinos de la Tierra hacen que lo malo empeore¡Despertad! 1982 | 8 de marzo
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Los inquilinos de la Tierra hacen que lo malo empeore
Sus remedios no solo son contraproducentes; también ponen en marcha calamitosas reacciones en cadena que resultan en millones de víctimas
EL CONMOVEDOR libro escrito por Rachel Carson Silent Spring marcó un viraje decisivo tocante al interés mundial en el ambiente. Fue este libro el que por primera vez planteó ante el mundo el asunto de lo peligrosos que son los pesticidas. Pero el mundo en general no ha prestado atención y el problema sigue empeorando.
Los insectos dañinos destruyen las cosechas. Para matar esos insectos, los agricultores fumigan con pesticidas. Millones de estos animalitos mueren, pero algunos tienen cierta inmunidad natural y sobreviven. Ellos pasan esa inmunidad a su prole, y en poco tiempo hay una raza de superinsectos comiéndose las cosechas. El remedio ha sido contraproducente. Se ha hecho que lo malo empeore.
Pero el asunto ha sido más que contraproducente. Ha provocado una serie de reacciones en cadena que ha creado nuevas calamidades y nuevas víctimas. Los pesticidas matan insectos valiosos que se alimentan de los insectos dañinos, las lluvias hacen que los venenos penetren en la tierra donde perjudican las bacterias del suelo, el agua lleva esos venenos a lagos y océanos donde destruyen microorganismos y plancton, y contaminan los peces. Las aves de rapiña comen esos peces y no pueden empollar sus huevos. La gente come el pescado contaminado con los pesticidas. O la gente ingiere los venenos mediante otra cadena alimentaria... los pesticidas caen sobre la hierba, el ganado come la hierba, los venenos pasan a la leche y la carne del ganado, y la gente bebe esa leche y come esa carne.
Los pesticidas son solo una parte pequeña del problema de la contaminación. Los titulares de por sí revelan el aspecto mundial de la contaminación. No nos proponemos repasar aquí lo que ya se ha publicado extensamente. Sin embargo, hay quienes están cada vez más conscientes de las crisis graves que amenazan, a saber: La pérdida del mantillo o la tierra vegetal que forma la capa superior del suelo. La pérdida de especies de plantas y animales. La pérdida de interés en el bienestar de otras personas. Considere brevemente lo siguiente.
En todo el mundo está perdiéndose el mantillo, pero concéntrese en los Estados Unidos, país que ha sido llamado “el granero de las muchedumbres hambrientas del mundo.” Todos los años se pavimentan, se subdividen o se industrializan más de un millón de hectáreas de terreno cultivable. Cada año se pierde más de un millón y medio de hectáreas debido a la erosión. El estado de Illinois pierde anualmente 181 millones de toneladas de terreno... dos medidas de áridos de tierra por cada medida de áridos de maíz que se produce. Hace un siglo el estado de Iowa tenía 40 centímetros de mantillo; ahora tiene unos 20 centímetros. Cada segundo fluyen de la boca del río Misisipí 15 toneladas de mantillo. “El mejor mantillo de Iowa,” dicen los agricultores, “se puede hallar en el golfo de México.”
El mantillo que queda está siendo dañado. El terreno productivo rebosa de vida... algas, gusanos, insectos, bacterias, hongos, mohos, levaduras, protozoarios y otros organismos diminutos. Es esta vasta comunidad de organismos vivientes —cinco mil millones de ellos por cada cucharadita de tierra de una zona templada, según algunos cálculos— la que hace que la materia orgánica se descomponga para formar el humus. El humus es vital. Alimenta las plantas y evita la erosión.
Una autoridad dijo: “Las pérdidas de tierra aumentaron en un 22% a principios de los años setenta, cuando [se comenzó] a cultivar intensamente el terreno.” Los fertilizantes comerciales no pueden reemplazar el humus. Cuando se usa sulfato de amonio, el sulfato se convierte en ácido sulfúrico, que mata los organismos del terreno que producen el humus. Los pesticidas también contribuyen a dar muerte a estos organismos. El arar más profundamente de lo debido entierra los organismos del terreno más abajo de su habitat natural... los primeros 7 u 8 centímetros de la superficie del terreno. También expone la tierra suelta a los vientos y las aguas que causan erosión. Los abonos nitrogenados no son plenamente usados por las plantas... hasta la mitad de ello pasa a los abastecimientos de agua que van a parar a los lagos. Allí resulta en que las algas crezcan excesivamente, y cuando éstas mueren y se descomponen, se reduce la cantidad de oxígeno en el agua, y los peces mueren. Así se crean los lagos muertos.
El abusar del terreno produce consecuencias trascendentales. Sin embargo, es de mucho más alcance la pérdida de material genético de plantas y animales.
Las formas especializadas de plantas nutritivas de elevado rendimiento, que se han desarrollado durante los pasados 20 años, vienen de variedades que crecieron silvestres por miles de años. Las plantas silvestres tenían una resistencia natural contra las enfermedades y los insectos dañinos, pero las nuevas plantas híbridas cultivadas por el hombre, que se siembran en grandes cantidades en terreno dañado, tienen que ser protegidas con herbicidas e insecticidas. En muchos casos, las variedades silvestres que se usaron al principio para producir las nuevas plantas híbridas se han extinguido, llevándose consigo quizás las sustancias más valiosas de la Tierra: su plasma germinal. Si no hay una reserva grande de este material genético de las plantas silvestres, el hombre carece de la materia prima para desarrollar nuevos híbridos para poder enfrentarse a los retos nuevos que presentan los superinsectos, las enfermedades de las plantas, el clima y las poblaciones que van en aumento constante.
Más del 95 por ciento de la alimentación del hombre viene de 30 variedades de plantas que se cosechan y siete clases de animales. Es peligroso depender de solo tan pocas fuentes para alimento, especialmente en vista del cultivo intensivo y la procreación en consanguinidad, que hacen que las plantas y los animales tengan menos resistencia a insectos dañinos, enfermedades y cambios en el clima. Un ejemplo que muestra lo importantes que son las especies silvestres es la planta de mostaza. De ésta se han desarrollado el brécol, las coles de Bruselas, el colinabo, la col rizada, la col y la coliflor. Además, se espera que de un pariente del maíz, una planta silvestre perenne, se pueda desarrollar un tipo de maíz de alta producción, que sea perenne y no tenga que sembrarse de nuevo cada año.
Una vez que se extingue alguna especie de planta o animal, se pierde para siempre su acervo genético. Y eso es lo que está sucediendo por todo el mundo. Más de 200 especies de animales se han extinguido en los pasados tres o cuatro siglos. Actualmente hay más de 800 especies en peligro. La mayor amenaza tanto para plantas como para animales es la destrucción de los habitats o ambiente natural.
Cada año se desmontan unos 11 millones de hectáreas de selvas tropicales. En las zonas templadas del mundo hay 1,5 millones de clases o tipos de organismos; las selvas tropicales contienen 3 millones. Estos organismos pueden contribuir muchísimo al desarrollo de nuevas medicinas y nuevas fuentes de alimento. Pero las selvas están desapareciendo, y junto con ellas los acervos genéticos que hay allí. Es posible que nunca sepamos si en las Filipinas había una planta desconocida que podía curar el cáncer o si en el Amazonas había cierto hongo desconocido que podía evitar los ataques cardíacos. Aparte de la guerra nuclear, esto pudiera ser la peor crisis producida por el hombre.
Más que eso: Cuando se desmontan las selvas tropicales, las lluvias causan erosión del terreno, que en sí es pobre y no puede producir cosechas ni alimentar ganado por más de unos cuantos años. Entonces los agricultores y los ganaderos se mudan a otro lugar y repiten el mismo ciclo de destrucción. Se pronostica que lo que hoy es la selva del Amazonas con el tiempo se convertirá en el desierto del Amazonas. Más aún: Cuando se queman los bosques o las selvas, se liberan a la atmósfera grandes cantidades de bióxido de carbono. Esto es además de las enormes cantidades que las industrias ya han estado arrojando en ella. Desde el comienzo de la Revolución Industrial a fines del siglo dieciocho, el bióxido de carbono que hay en el aire ha aumentado del 15 al 25 por ciento. Esta manta de bióxido de carbono que va extendiéndose pudiera cambiar el clima y poner en peligro la producción de alimento y nuestra supervivencia.
El año pasado el ecólogo Norman Meyers dijo en una conferencia mundial: “De los cinco millones de especies que hay en la Tierra, bien pudiéramos perder un millón de ellas para el fin del siglo. Ya estamos perdiendo una especie por día, y para el fin de los años ochenta pudiéramos estar perdiendo una especie por hora. . . Las especies y las selvas tropicales son cuestiones cuya importancia no se reconoce en la parte final del siglo veinte. Es difícil comprender cómo dos cuestiones que tienen un potencial significativo tan grande para la humanidad reciban tan poco reconocimiento por el público en general y los líderes políticos.”
Sea que los políticos del mundo reconozcan esta situación o no, ellos tienen otras prioridades. Se dice que el presidente Reagan había dicho que los reglamentos ambientales son un estorbo para la industria estadounidense. El objetivo general de él es que haya menos reglamentos, menos aplicación de éstos, normas menos restrictivas y multas más leves. El secretario de asuntos domésticos, James Watt, está quitando las protecciones ambientales que hay para las plantas, los animales, el aire, el agua y el suelo... y para la gente. Otros países también están repasando sus prioridades para poner la economía por encima del ambiente.
Sin embargo, en su “Informe de la situación ambiental del mundo,” que se presenta anualmente, el Programa ambiental de las Naciones Unidas afirmó que el daño por contaminación en los países desarrollados cuesta más que la protección ambiental. El informe también hizo destacar cierta tendencia... el que las industrias que contaminan el ambiente estén mudándose de países desarrollados a países en vías de desarrollo. El informe dice que los japoneses hacen eso. También industrias estadounidenses que son peligrosas para el ambiente están mudándose a México, Brasil y otros países en vías de desarrollo.
¿No demuestra eso una indiferencia insensible respecto al bienestar de la gente? ¿Una pérdida de interés en el bienestar de otras personas? ¿Que no hay amor al prójimo, sino solo amor al dinero? ¿Un caso de dar más importancia a las ganancias que a la gente? Para ilustrar esta falta de interés en el bienestar de otras personas notemos el caso de Cubatao, Brasil. Industrias extranjeras han contaminado la ciudad a tal grado que los cuatro ríos de ésta están muertos. Los peces que se pescan en el océano, cerca de donde desembocan los ríos, están ciegos o deformes debido a haber ingerido mercurio. No hay aves, ni mariposas, ni insectos de ninguna clase, y la lluvia que cae es ácida. Muchos bebés nacen deformes o muertos, muchos otros mueren antes de terminar la semana. Puesto que tal contaminación flagrante no se permite en naciones desarrolladas, el director gerente de una compañía de acero de Cubatao dijo con gran insensibilidad que “la fundición de hierro es una industria que cuadra mejor con los países del tercer mundo.”
Tenemos que volver a los valores que había antes. El tener amor al prójimo es el único proceder práctico. El cuidar del ambiente significa nuestra supervivencia. Demasiadas veces el daño ocurre antes que se haya visto el peligro. Y hasta después de haberse visto el peligro, se sigue causando daño. La red de la vida está estrechamente entrelazada. Ponga en peligro a unos cuantos organismos y el resultado es que pone en peligro a muchos más. Primero son unas cuantas mariposas, y después nosotros. Finalmente todos estamos envueltos en el asunto.
“¿Tenemos que seguir repitiendo,” pregunta Romain Gary, “que nadie puede vivir aislado? ¿Cuántas advertencias necesitamos? ¿Cuántas pruebas y estadísticas, cuántas muertes, cuántos paisajes perdidos, cuántos ‘últimos especímenes’ en esos parques zoológicos deplorables? . . . El corazón o habla o no dice nada. . . . Es absurdo atestar nuestros museos con obras de arte y gastar miles de millones de dólares en hermosear lugares para después dejar que se destruya inhumanamente la belleza esplendorosa que existe en las cosas vivientes.”—De la introducción al libro Vanishing Species.
Sin embargo, la pregunta de suma importancia es: ¿Qué hará el Dueño de la Tierra tocante a la contaminación de esta posesión suya?
[Ilustraciones en la página 7]
De la planta de la mostaza vienen
brécol
coles de Bruselas
colinabo
col rizada
col
coliflor
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Lo que el Dueño de la Tierra hará¡Despertad! 1982 | 8 de marzo
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Lo que el Dueño de la Tierra hará
Póngase en el lugar del Dueño y pregúntese: ¿Qué haría yo?
EL PRIMER artículo de este número habla de una casa hermosa que usted proveyó para sus inquilinos y de como ellos procedieron a arruinarla. Sin duda, usted los desalojaría de su propiedad. Los artículos sucesivos revelan solo parte de la ruina que la gente ha causado a la Tierra. ¿Qué cosa es peor: que una familia destroce su casa, o que la raza humana arruine la Tierra? Si usted no toleraría a inquilinos que destrozan su casa, ¿puede usted comprender por qué Dios no permitiría que permanecieran en la Tierra los que la arruinan?
Esto es exactamente lo que Jehová ha dicho: que él no permitirá que se siga arruinando su Tierra por tiempo indefinido. Además, él ha fijado el tiempo en que pondrá paro a ello, un tiempo designado como los “últimos días.” Las guerras, el hambre, los terremotos, las enfermedades, la decadencia moral, la delincuencia juvenil, el aumento del crimen, una sociedad orientada hacia el placer y con el punto de vista de ‘yo primero’ que no tiene tiempo para Dios ni para la devoción piadosa... éstos fueron los rasgos que se predijeron que caracterizarían los “últimos días” de este presente sistema. El efecto total de todo esto es exactamente lo que se predijo que sería, y que vemos ahora... “angustia de naciones, no conociendo la salida,” y en todas partes las personas “desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.”—2 Timoteo 3:1-5; Mateo 24:3-14; Lucas 21:25-27.
¿Hay quienes se burlan de esto? También se predijo que habría tales personas en este tiempo: “Ustedes saben esto primero, que en los últimos días vendrán burlones con su burla, procediendo según sus propios deseos y diciendo: ‘¿Dónde está esa prometida presencia de él? Pues, desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación.’” (2 Pedro 3:3, 4) Como se predijo, los burlones están presentes y se deleitan en decir que todas estas cosas han sucedido antes.
Pero no es así, no al grado en que existen ahora, en toda parte del mundo, y se ha añadido algo más que nunca antes había existido. John Oakes, anterior redactor mayor del Times de Nueva York, identificó esta nueva añadidura al decir: “La crisis ambiental . . . difiere en calidad y grado de cualquier cosa que la haya antecedido en la historia de la raza humana.” Jehová Dios dijo que este rasgo adicional era otro de los detalles que identifican los “últimos días.” Después de mencionar la entronización de Cristo y el trastorno internacional, el libro bíblico de Revelación declara que también ha llegado el tiempo “para causar la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Revelación 11:18) Puede que los hombres hayan estado dispuestos a arruinarla antes, movidos por la codicia y el amor al dinero, pero no tenían el poder para hacerlo. No obstante, ahora su tecnología científica les ha dado el poder para arruinar la Tierra y lo están haciendo por medio de explotarla codiciosamente. Y, como también indica la profecía, es Jehová quien pondrá paro al derrotero destructivo que han emprendido.
Jehová Dios no creó la Tierra por un capricho pasajero. No la creó para que fuera convertida en un yermo. El obró con un propósito en mira. “Dios . . . , el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, . . . no la creó sencillamente para nada, [sino] que la formó aun para ser habitada.” Y habrá de durar para siempre en condición paradisíaca bella y habitada.—Isaías 45:18; Salmo 104:5; Eclesiastés 1:4.
El primer hombre en la Tierra fue puesto en el jardín de Edén y se le dijo “que lo cultivase y lo cuidase.” La vegetación habría de ser el alimento no solo del hombre, sino de toda criatura viviente. Alguna vegetación serviría de adorno... ¡con qué gloria vistió Dios a los lirios del campo! Se habría de cuidar de la Tierra. Más tarde, Dios decretó que cada año séptimo fuera “un sábado de descanso completo para la tierra.”—Génesis 1:30; 2:15-17; Mateo 6:28-30; Levítico 25:3-7.
¿Han cuidado de la Tierra la gente de acuerdo con el mandato?
Habría de mostrarse consideración para los animales. Dios llama justo al hombre que cuida de sus animales, pero inicuos a los que son crueles. Su ley, dada por medio de Moisés, hacía provisiones para la preservación de las especies... habría de soltarse al pájaro que era madre. No se habría de arar con un buey y un asno juntos bajo un yugo... es injusto para el animal más pequeño y débil. No habría de ponerse bozal al buey que trilla el grano... pues tiene derecho a comer mientras trabaja. Según aquella ley, los animales domésticos habrían de descansar, al igual que sus amos, en el sábado, y los hombres habrían de trabajar para ayudar a un animal que estuviera en peligro, aun si esto fuera en día de sábado.—Mateo 10:29; Proverbios 12:10; Deuteronomio 22:6, 7, 10; 25:4; Exodo 23:12, 5; Lucas 14:5.
¿Se siguen estos principios hoy día?
Dios dio instrucciones respecto a cómo las personas deberían tratarse unas a otras. Jesús lo expresó de esta manera: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos.” “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” Y así como nos gustaría que los inquilinos que vivieran en nuestra casa hermosa expresaran aprecio, nosotros debemos demostrar aprecio al Dueño de la Tierra, Jehová Dios. “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón,” dijo Jesús. (Mateo 7:12; 22:37-39) Es interesante notar que para cumplir con esto se tiene que amar al prójimo también, “porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto.”—1 Juan 4:20.
¿Es éste el amor que vemos desplegado hoy día y que está guiando al hombre en su presente derrotero de contaminar el aire, el agua y el terreno de la Tierra? ¿Y vemos ese amor en la destrucción insensible, indiferente y hasta cruel que el hombre está infligiendo hoy sobre la vegetación, los animales y la gente? Y, en especial, ¿están desplegando ese amor los industriales que trasladan sus operaciones a los vulnerables países en desarrollo del tercer mundo donde pueden contaminar, mutilar y destruir atrozmente sin la molestia de reglas ambientales que restrinjan su violación de aquellas tierras y de sus pueblos indefensos?
Por último, hay otra clase de contaminación que arruina la Tierra... la contaminación moral. Esta también exige la expulsión de los inquilinos de la Tierra. Cuando Dios dijo a los israelitas que se apoderaran de la Tierra Prometida de Canaán, él no estaba obrando de modo insensible y simplemente quitando un pueblo para hacer lugar para otro pueblo. A los cananeos se les estaba expulsando porque habían contaminado la tierra con su crasa inmoralidad y sus prácticas religiosas que incluían el derramamiento de sangre. Después de alistar algunos de estos delitos odiosos, Dios advirtió a Israel: “No se hagan inmundos por medio de ninguna de estas cosas, porque por medio de todas estas cosas se han hecho inmundas las naciones que estoy enviando de delante de ustedes. En consecuencia la tierra está inmunda, y traeré sobre ella castigo por su error, y la tierra vomitará a sus habitantes.”—Levítico 18:24, 25.
Pero Israel hizo lo mismo que aquellas naciones habían hecho: rindió servicio a ídolos, derramó sangre inocente, cometió prácticas inmorales viles, hasta que de nuevo “la tierra quedó contaminada.” Y debido a que Jehová Dios es imparcial, Israel fue vomitado de la tierra tal como lo fueron los cananeos antes de ellos. “¡Mira!” dijo el profeta, “Jehová está vaciando la tierra y dejándola asolada, y ha torcido la faz de ella y ha esparcido sus habitantes. Y la mismísima tierra ha sido contaminada bajo sus habitantes, porque han pasado por alto las leyes, han cambiado la disposición reglamentaria, han quebrantado el pacto indefinidamente duradero. Es por eso que la maldición misma se ha comido la tierra, y a los que la habitan se les considera culpables.”—Salmo 106:35-39; Isaías 24:1, 5, 6.
Así como usted echaría de su hermosa casa a inquilinos si estropearan la hermosura de ésta y convirtieran sus habitaciones en burdeles, así también Jehová expulsará de la Tierra a los inquilinos que la están contaminando. Después de eso la Tierra se convertirá en un hermoso hogar paradisíaco para todo ser humano que la aprecie y la cuide. “Solo un poco más de tiempo,” canta el salmista, “y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar, y él no será. Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz. Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.”—Salmo 37:10, 11, 29.
La Tierra es para toda criatura viviente; toda la creación ha de alabar a su Dios Creador, Jehová. ‘Alábenlo, cielos, tierra, criaturas marinas, pájaros, animales y todos los de la tierra,’ declara Salmo 148. Y el último versículo del último Salmo de la Biblia toca el final glorioso: “Toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!”—Salmo 150:6.
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