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La lengua... un poder para lo bueno o para lo maloLa Atalaya 1968 | 15 de enero
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a la primera oportunidad. No debe permitir que se ponga el Sol estando en un estado provocado. El hacer enmiendas por indiscreciones en el habla es digno de encomio. No solo estará uno sanando lo que pudiera llegar a ser una herida profunda, sino que su propia conciencia quedará sin tacha ante Dios y ante la persona ofendida.—Efe. 4:26; Hech. 24:16; Efe. 4:31, 32; Mat. 5:22.
12, 13. (a) ¿Por qué no debe usar el cristiano “labios melosos” o una “lengua doble”? (b) ¿Qué peligro hay en escuchar el “habla melosa”?
12 David señaló proféticamente hacia los días en que vivimos, diciendo: “Porque los fieles han desaparecido de los hijos de los hombres. Siguen hablando falsedad el uno al otro; con labio meloso siguen hablando aun con corazón doble. Jehová cortará todos los labios melosos, . . . los que han dicho: ‘Con nuestra lengua prevaleceremos. Nuestros labios están con nosotros. ¿Quién nos será amo?’” (Sal. 12:1-4) Hoy en día los que tienen “corazón doble” son como los sacerdotes y hombres de mayor edad infieles que todavía quedaban en Jerusalén después de que un número representativo había sido llevado cautivo a Babilonia en 617 a. de la E.C. Ezequiel registra su jactancia y justificación intentada por tomar parte en adoración pagana falsa y repugnante: “Jehová no nos está viendo.” (Ezequiel, capítulos 8 y 9) Pedro aconseja contra tal corazón doble y tal lengua doble: “El que quiere amar la vida y ver días buenos, reprima su lengua de lo que es malo y sus labios de hablar engaño.” (1 Ped. 3:10) Hizo eco a las palabras de Salomón en Proverbios 4:24: “Quita de ti mismo la tortuosidad del habla; y el descarrío de los labios aleja de ti.” Uno de los requisitos del siervo ministerial en la congregación cristiana es que no sea de “lengua doble.” El habla melosa, el habla lisonjera y los saludos con afectación piadosa tienen el propósito de seducir o apartar los corazones de personas sencillas o confiadas.—1 Tim. 3:8; Rom. 16:18; Mat. 23:6, 7.
13 Hoy día muy a menudo le gusta a la gente que le regalen los oídos. Le gusta una ‘religión condescendiente.’ Le gusta oír cosas que le proporcionan un sentido de seguridad y bienestar, no necesariamente cosas que la despertarían a responsabilidad. Pablo dijo que vendría un tiempo “en que no soportarán la enseñanza sana, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; y apartarán sus oídos de la verdad.” (2 Tim. 4:3, 4) Por eso, guárdese de los que ofrecen habla lisonjera, de los que se entregan a melosa habla doble, porque “más suaves que mantequilla son las palabras de su boca, pero su corazón está dispuesto a pelear. Sus palabras son más blandas que aceite, pero son espadas desenvainadas” que pueden causar daño incalculable. Bien pudo decir David esas palabras registradas en el Salmo 55:21. En el día de Jesús (como en los días de Isaías) había tanta ‘habla doble’ que él hizo la denunciación, citando lo que dijo Dios por medio del profeta Isaías: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. Es en vano que siguen adorándome, porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas.”—Mat. 15:8, 9; Isa. 29:13.
USÁNDOLA POSITIVAMENTE PARA LO BUENO
14. ¿Qué está envuelto en gobernar la lengua?
14 El gobierno de la lengua no se limita a evitar el decir cosas que deshonran a Dios y el hombre, así como no se obtiene la aprobación del patrón de uno evitando el cometer errores. Hay el lado positivo. El gobernar la lengua significa el usarla para traerle honra al Creador, a uno mismo y al prójimo de uno. ¡Qué uso valioso de la lengua cuando se usa para sostener el nombre, supremacía y reino de Jehová Dios! Todo cristiano debe resolver en su corazón el apartar algo de tiempo cada día para hacer precisamente eso, y la resolución debe hacerse ahora. No hay tiempo más oportuno.—Col. 4:5, 6.
15. ¿De qué diversas maneras se puede usar la lengua para efectuar una obra curativa?
15 Hoy el uso edificante de la lengua se puede aplicar a prácticamente toda fase de nuestra vida. “Como manzanas de oro en entalladuras de plata es una palabra hablada al tiempo apropiado para ello.” (Pro. 25:11) Es verdad, “existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación.” (Pro. 12:18) Quizás esté fuera del alcance de nosotros el gobierno perfecto de la lengua en este presente sistema de cosas inicuo, pero es posible un mayor trabajo de curar con la lengua para la mayoría de la gente que el que está efectuando. Palabras de la lengua curativa pueden darse en el hogar cuando un miembro está enfermo; cuando uno está lastimado; en tiempo de dolor; cuando hay preocupaciones en cuanto a salud, inseguridad o fracasos; se pueden ofrecer palabras confortantes cuando hay temor de que otros le tengan aversión a uno; o hasta para contrarrestar un temor de estar solo. La persona perspicaz puede hablar de valores verdaderos y puede ayudar a vencer inquietudes. “La solicitud ansiosa en el corazón de un hombre es lo que lo agobia, pero la buena palabra es lo que lo regocija.”—Pro. 12:25.
16. ¿Cuándo únicamente se puede proporcionar consuelo verdadero, y entonces cómo?
16 Como un doctor de medicina es inepto a menos que sepa efectuar una curación o por lo menos algo de mejoramiento, así a menos que uno sepa transmitir a los que la necesitan la “buena palabra,” está, de hecho, atado de la lengua. De modo que el gobernar la lengua significa usarla eficazmente. Un estudio diligente de la Palabra de Dios, la Biblia, es remunerador. La Biblia es la única fuente de consuelo verdadero, porque es la palabra del Dios de todo consuelo. Es a Jehová Dios que acudimos para poder tener una lengua dirigida apropiadamente y así usar nuestra lengua para lo bueno. En Isaías 50:4 dijo el profeta: “El Señor Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados, para que sepa responder al cansado con una palabra.” Para confortar a los cansados, a los fatigados, necesitamos la lengua de los enseñados y debemos pedírsela a Jehová. El recibe con gusto la oración del justo, como nos asegura Santiago: “El ruego del hombre justo, cuando está en acción, tiene mucho vigor.” De modo que tal oración, estando “en acción,” tiene que ser acompañada de obras.—Sant. 5:16; 2:14-26.
17. ¿Qué asegura la dirección apropiada de la lengua?
17 La mente educada es responsable de la dirección apropiada de la lengua. De modo que la mente tiene que ser alimentada con la verdad. Tiene que ser guiada por la fuerza activa de Dios, su espíritu santo, para que pueda dirigir la lengua a hablar los “dichos de Jehová [que] son dichos puros, como plata refinada en un alto horno de tierra, clarificada [purificada] siete veces.” (Sal. 12:6) En la actualidad hay un grupo de personas que han orado por tal dirección divina y la han aceptado y han dedicado sus vidas a servir a Jehová. Han pedido: “Hazme conocer tus propios caminos, oh Jehová; enséñame tus propias sendas. Hazme andar en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios de salvación.” (Sal. 25:4, 5) Por consiguiente usan su tiempo, esfuerzo y los recursos que poseen para hacer las cosas que le agradan a Dios. Son una organización de conversadores. Se esfuerzan por ejercer gobierno estricto de su lengua. No están atados de la lengua. Se abochornarían si no pudieran usar la lengua. Más que eso, serían infieles a su comisión. (1 Cor. 9:16) Por lo tanto, comprenden la necesidad de rendir sus alabanzas de manera inteligente. De modo que estudian la Biblia.
18. ¿Cuán valioso es el estudio de congregación, pero qué más es una parte necesaria de nuestra adoración de Dios?
18 Se necesita un estudio de la Biblia para dar adoración aceptable a Dios. No hay sustituto del estudio personal, pero no basta. Por esa razón los testigos de Jehová a través de la Tierra (salvo en los países donde las autoridades endemoniadas y contrarias a Dios, políticas o religiosas, lo impiden mediante ley totalitaria) hacen arreglos para cinco ocasiones semanalmente para reunirse a estudiar juntos la Palabra de Dios y también para discutir cómo podrían usar de la mejor manera su lengua en alabar a Dios. Comprenden que más que el reunirse está envuelto en adorar a Dios; tienen que ‘obedecer el mensaje’ y no ‘simplemente escucharlo’ para recibir la aprobación de Dios. Así el que mantengamos gobernada la lengua y nuestra adoración de Dios están entrelazados. El siervo de Dios tiene que ser un alabador diario de Dios: en casa con su familia, en asociación con amigos, en el trabajo, en la escuela y en el juego. Jamás puede “bajar la guardia” y dejar temporalmente de usar su lengua gobernada de manera apropiada. Tenemos que recordar que “hemos venido a ser un espectáculo teatral al mundo, tanto a los ángeles como a los hombres.”—1 Cor. 4:9; Sant. 1:22.
19, 20. (a) Describa un uso particularmente deleitable de la lengua. (b) ¿Qué responsabilidad inevitable recae en los que son ayudados?
19 No ha de pasarse por alto el alabar diariamente a Dios en el ministerio de puerta en puerta. ¡Qué uso deleitable y remunerador de la lengua! En tal servicio la lengua, puesta a prueba, es un poder verdadero para lo bueno. Las personas de corazón honrado están tratando de saber qué pueden hacer para recibir el favor de Dios, cómo pueden llenar los requisitos para ser “hombres de buena voluntad” y obtener vida. A los testigos de Jehová les da gusto tener el privilegio de obrar como ‘salvavidas,’ llevando la “palabra de vida” a tales personas, sentándose con ellas en sus hogares y estudiando la Biblia y mostrándoles lo que se requiere a fin de colocarse en línea para la vida. Con razón exclaman, como lo hicieron los emisarios enviados a detener a Jesús: “Jamás ha hablado otro hombre así.” ¡Cuán diferente de las cosas acostumbradas que oyen!
20 Tales personas que buscan honradamente la justicia comprenden que, después de haber sido ayudadas a llegar a un conocimiento exacto de la verdad, ahora tienen una responsabilidad; que, habiendo recibido, ahora tienen que dar, y la encuentran ser una responsabilidad gozosa, como Jesús dijo. (Hech. 20:35) Ahora les aplica la declaración de Salomón: “No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacerlo. No le digas a tu semejante: ‘Anda, y vuelve y mañana daré,’ cuando hay algo contigo.” (Pro. 3:27, 28) El retener la información vivificante manteniendo uno cerrada la boca por alguna razón quizás resulte en privación de la vida, tanto para el que retenga la información como para aquel a quien se le negó. Pero el uso apropiado de la lengua puede traer vida a ambos. “Está escrito: ‘Vivo yo,’ dice Jehová, ‘que ante mí toda rodilla se doblará, y toda lengua hará reconocimiento abierto a Dios.’ De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios.”—Rom. 14:11, 12.
21. ¿Qué ayuda adicional se provee?
21 Uno no necesita sentirse angustiado en el presente debido a su incapacidad para desentrañar de la Biblia las verdades tan necesarias para que aprenda agradar a Dios. Hoy Jehová tiene a su organización del “esclavo fiel y discreto” en la Tierra para proveer alimento espiritual en este “debido tiempo.” (Mat. 24:45-47) Hoy 24.900 congregaciones a través de la Tierra están asociadas con esa organización. Hay una congregación en su vecindario. Usted puede identificar el lugar de reunión con el letrero conocido: SALON DEL REINO DE LOS TESTIGOS DE JEHOVA. Esa organización suministra ayudas para el estudio de la Biblia en 166 idiomas para ayudar a personas de cualquier nacionalidad. Esta revista, La Atalaya, se publica en 74 idiomas y, en la última tirada, la edición fue de 5.050.000. Además, esa organización tiene asociadas más de un millón cien mil personas ocupadas activamente en usar su lengua para engrandecer al Soberano Supremo del Universo, Jehová Dios, y para ejercer amor al prójimo. Indican ese amor mediante sus visitas persistentes a gente de toda raza, idioma y creencias religiosas para ayudarla a tener un mejor aprecio del Padre celestial, para que pueda ‘llegar a un conocimiento exacto de la verdad.’ (1 Tim. 2:4) Recíbalos con gusto cuando lo visiten en su casa para rendir tal ayuda.
22. ¿Qué error mortífero cometieron Adán y Eva, y por eso qué debe determinarse a hacer hoy día toda criatura?
22 Nuestros padres comunes, Adán y Eva —creados a la imagen y semejanza de Dios con la habilidad indisputable de usar su lengua perfectamente para honrar a su Hacedor— deshonraron y difamaron a Dios al ponerse de parte de aquel que usó mal su lengua, el mentiroso original, el Diablo. Perdieron el derecho a la vida futura. El privilegio de usar ese instrumento provisto divinamente, la lengua, de manera correcta se le extiende hoy día al hombre. Todos los que buscan la verdad deben reconocer a Jehová como el dador de todos los dones buenos, en los que se incluye el don del habla, y dedicarle su todo a Él. Nos encontramos en el umbral del nuevo orden de Dios bajo su reino eterno de justicia. Durante ese nuevo orden “toda cosa que respira” alabará a Jehová. (Sal. 150:6) A la inversa, cualquiera que no rinda tal alabanza no se hallará entre los que respiran. “Ahora es el tiempo especialmente acepto” para usar nuestras voces para honrar a nuestro Creador, este derrotero conduciendo a la vida. (2 Cor. 6:2) La oración de cada uno debe ser: “Que los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón lleguen a ser placenteros delante de ti, oh Jehová mi Roca y mi Redentor.”—Sal. 19:14.
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Aprecio de la organización de JehováLa Atalaya 1968 | 15 de enero
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Aprecio de la organización de Jehová
SEGUN LO RELATO JOHANNES WEBER
DE MUCHACHO ya tenía un vivo interés en la Biblia. La historia seglar y bíblica se hallaban entre mis materias favoritas de la escuela. Al entrar el siglo veinte se enseñaban las sobresalientes historias bíblicas en nuestras escuelas en Alsacia, entonces de Alemania, ahora parte de Francia. La instrucción religiosa por el ministro eclesiástico en su mayor parte se basaba en la Biblia. Porciones extensas de las Escrituras Hebreas se asignaban como tarea, para aprenderse de memoria o escribirse en las propias palabras del alumno. Nuestra Biblia familiar antigua, de tamaño grande, llegó a ser mi libro de texto. Encontré una atracción poderosa en la historia de José y sus hermanos, aunque lloraba cada vez que la leía.
Los maestros pronto notaron que generalmente hacía buen trabajo sobre estos temas de historia sagrada y profana; tanto así que si, en virtud de negligencia, dejaba de hacer mi tarea, rápidamente se daban cuenta de esto y me preguntaban la razón de ello. En esos días aprendimos de memoria los nombres de los sesenta y seis libros de la Biblia, algo que iba a serme muy útil en años posteriores.
Aunque todavía estaba bastante joven solía meditar en los temas de “infierno” y “el alma.” Cuando, en un funeral, decía nuestro ministro: “Mientras el cuerpo comienza a reducirse en polvo, el espíritu o alma se va flotando hacia el cielo,” a menudo deseaba poder ver alguna evidencia de este desarrollo, aunque naturalmente nunca pude verla.
Al salir de la escuela fui aprendiz en una empresa comercial en Estrasburgo, y aunque la iglesia estaba al otro lado de la calle, rara vez asistía. Desde mi posición ventajosa en la tienda donde trabajaba prefería ver entrar a otros. Tampoco acepté
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