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Es hora de volver a la verdad¡Despertad! 1973 | 8 de febrero
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la comunidad de Jerusalén, para simbolizar la destrucción completa de los que voluntariamente se niegan a creer. No se extiende la esperanza de la resurrección para los que son ‘echados en el gehena’ en contraste con los que están en la sepultura común de la humanidad.
El “arrebato”
Muchos entre la “gente de Jesús” creen que la esperanza para todos los hombres que han aceptado a Jesús es el “arrebato,” cuando, creen ellos, todas las personas que hayan aceptado a Jesús serán repentinamente llevadas al cielo.
No obstante, la Biblia muestra que aunque habrá un grupo limitado, una “manada pequeña,” en el reino celestial, la esperanza para la mayoría de la humanidad es la de vida eterna aquí mismo, en una Tierra renovada.—Luc. 12:32.
El David del antiguo Israel no oró por ir al cielo. Tal esperanza ni siquiera le estaba disponible, porque la pequeña clase celestial no había comenzado a ser escogida todavía. En vez de eso, confiadamente él declaró: “Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz.”—Sal. 37:11.
Algunas de las publicaciones que usa la “gente de Jesús” hacen una referencia general a la “tierra nueva,” pero gente que ha asistido a sus reuniones por un tiempo dice que no oyó nada acerca de esa maravillosa esperanza. Por lo tanto, necesitan ir más allá en su búsqueda de la verdad y de la verdadera esperanza para el futuro.
Jehová Dios usó a Isaías para predecir las justas condiciones que prevalecerían en la “tierra nueva.” En ese entonces, otra persona no lo explotará a usted, para beneficiarse de la casa que usted construye, de la viña que usted plante... como a menudo es el caso hoy día. En vez de eso, la profecía promete que cada uno disfrutará de los beneficios de su propio trabajo... y las personas “perpetuarán las obras de sus manos.” (Isa. 65:17-24) Refiriéndose a esta promesa el apóstol Pedro escribió: “Bien que esperamos cielos nuevos [el justo gobierno celestial de Dios] y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia.”—2 Ped. 3:13.
Un problema para los jóvenes de la actualidad es adónde ir cuando “se separan” de las actividades vanas y egoístas de este mundo. Si una persona verdaderamente ama las condiciones justas y correctas, no necesita buscar más allá de la Tierra paradisíaca de Dios, muy cerca de llegar a ser una realidad.
Muchos de entre la “gente de Jesús” con frecuencia hacen referencia a manifestaciones “pentecostales” de sacudidas de cuerpo. Hablan de “saltar,” hablar en “lenguas,” hacer “curaciones” y otras acciones semejantes. El apóstol Pablo identificó tales manifestaciones como el hablar en “lenguas” con la ‘infancia’ del cristianismo. (1 Cor. 13:8-11) Después de referirse específicamente al don de “lenguas,” él dijo: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño.” De acuerdo con la predicción del apóstol, estas cosas ahora han pasado.
Por consiguiente, estas manifestaciones ahora deben venir de una fuente diferente de la que vinieron “los dones del espíritu” manifestados en el cristianismo del primer siglo. Hoy día el oír voces y tener accesos está relacionado con el espiritismo. Por esto es necesario prestar atención a la advertencia de un discípulo íntimo de Jesús: “Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo.”—1 Juan 4:1, NM.
Interesados en doctrina
La existencia del “movimiento de Jesús” indica que los asuntos espirituales en realidad interesan a mucha de la juventud de la actualidad. Algunos han ido más allá. Vieron que, a pesar de la lectura de la Biblia, el “movimiento de Jesús” no ha vuelto por completo a las verdaderas doctrinas de la Biblia y ha conservado algunas enseñanzas de la cristiandad que son totalmente falsas. Después de profundizar más en las Escrituras en sus estudios con los testigos de Jehová, han visto la necesidad de echar a un lado sus anteriores creencias que están arraigadas en el paganismo, más bien que en la Biblia, como la inmortalidad del alma humana, el fuego del infierno, la Trinidad, etc. Ahora están enseñando activamente a otros las emocionantes verdades de la Biblia.
La gente que estudia con los testigos de Jehová halla que esto no es un asunto de “conversión instantánea.” Se requiere estudio. Deben aprender enseñanzas de las Escrituras, principios y profecías. Desarrollan una base verdaderamente firme para su fe... una profunda convicción, basada en conocimiento, en vez de un entusiasmo por una afición pasajera.
“¿Qué es lo que en realidad le interesó acerca de los testigos de Jehová?” se le preguntó a una anterior participante en el “movimiento de Jesús.”
“Los asuntos doctrinales,” contestó. “Tenían sentido.”
Ella explicó: “Me planté en el Salón del Reino y dije: ‘¡Contesten mis preguntas!’ Las respuestas estaban tan basadas en la Biblia que uno no podía luchar contra ellas. Buscaba escapatorias, pero simplemente no había ninguna.”
Una comprensión de la magnífica esperanza que la Biblia ofrece para el futuro inmediato de la Tierra elimina la necesidad de drogas, de gritos, de palmotear, de patalear o de reuniones cargadas de emoción. Un entendimiento de estas promesas produce una determinación calmada y razonada en el individuo, quien entonces halla gran gozo en compartir esta maravillosa esperanza con otros.
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Un ministro metodista observa¡Despertad! 1973 | 8 de febrero
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Un ministro metodista observa
ENTRE la muchedumbre de 1.649 concurrentes a una asamblea de los testigos de Jehová en Taylor, Texas, durante enero de 1971, se encontraba el ministro de la iglesia metodista local. Además de escuchar la conferencia bíblica, el clérigo tuvo la oportunidad de observar la conducta y la conversación de los Testigos, quienes habían venido de dieciocho congregaciones. En el informativo de la iglesia, la semana siguiente, el ministro metodista hizo estas declaraciones acerca de la asamblea de los Testigos:
“Muchas oraciones y conversaciones trataron de temas de la palabra de Dios; ¡con cosas que nunca envejecen! El Nombre Jehová fue tenido en profundo respeto y honor. ¡Gente extraña, estos testigos de Jehová! Representan algo. Tienen doctrinas muy definidas. Estudian la Palabra de Dios sistemáticamente y con regularidad. Mantienen a sus hijos ocupados en cosas que son de importancia. Hay una informalidad y un gozo alrededor de ellos que es muy atractivo y sano. Tienen una seriedad que impone atención y respeto. ¡Ellos saben lo que creen! ¡Conocen a Aquel en quien han creído! Y cuando tienen una reunión, les es difícil encontrar un lugar lo suficientemente grande para reunirse. A otras reuniones religiosas, que tratan con los mismos asuntos sin importancia de siempre, ¡les es difícil encontrar lugares lo suficientemente pequeños! ¿Suponen ustedes que nosotros, religiosos sofisticados, podríamos aprender algunas lecciones valiosas de esta gente? O ¿es que pensamos que ya hemos logrado todo de lo que podemos lograr?”
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