-
Reuniones para el servicio del campoMinisterio del Reino 1980 | junio
-
-
Reuniones para el servicio del campo
2 AL 8 DE JUNIO
Oferta actual de literatura
1. ¿Por qué es beneficioso mostrar al amo de casa algo específico del libro?
2. ¿Qué puntos de conversación de la oferta actual planea usar usted?
3. ¿Cómo podemos usar los textos bíblicos que están citados en el libro?
9 AL 15 DE JUNIO
Comenzando estudios bíblicos
1. ¿Por qué es ventajoso decir al amo de casa que nuestro propósito al visitarlo es estimular el estudio de la Biblia?
2. ¿Es necesario que siempre usemos un libro cuando mostramos cómo se celebra el estudio bíblico? Explique.
3. Al conducir estudios bíblicos, ¿tiene que seguirse un procedimiento fijo de preguntas y respuestas sacadas de un libro? Explique.
16 AL 22 DE JUNIO
Predicando como lo hizo Jesús
1. ¿Cómo podemos imitar la compasión de Jesús según se muestra en Mateo 9:36?
2. ¿Qué método de enseñanza bueno usó Jesús según se indica en Mateo 13:1-3? ¿Por qué es bueno usarlo?
23 AL 29 DE JUNIO
Usando el nuevo rasgo de “¡Despertad!”
1. Repase la “¡Despertad!” del 22 de mayo.
2. Demostración de una presentación corta por un publicador joven.
3. Demostración de una presentación más larga por un publicador de más experiencia.
-
-
Tema de conversaciónMinisterio del Reino 1980 | junio
-
-
Tema de conversación
La promesa de Dios de algo nuevo.—2 Ped. 3:13; Rev. 21:4, 5.
1. Dios promete nuevos cielos y una nueva tierra.
2. Las bendiciones que esperamos recibir en ese nuevo sistema de cosas.
-
-
¿Somos “pescadores de hombres”?Ministerio del Reino 1980 | junio
-
-
¿Somos “pescadores de hombres”?
1 Imagínese, por favor, a un grupo de pescadores de los días de Jesús y los apóstoles; estos pescadores regresan a la orilla después de haber pasado toda la noche pescando. Habían trabajado duro echando las redes y sacando lo que habían pescado. El remar, muchas veces en contra del viento, había sido una labor ardua y fatigosa. Pero su trabajo de equipo había producido beneficios. Habían pescado mucho, y la gente se mezcló con estos arduos trabajadores en el puerto. Ahora había pescado para vender en los mercados. Era una ocasión excitante y recompensadora. Pronto aquellos hombres podrían irse a casa y dormir un poco. Pero de nuevo volverían a salir en busca de nueva pesca.
2 Varios apóstoles de Jesús, tal vez siete de ellos, eran pescadores profesionales. Cuatro de ellos, Pedro, Andrés, Santiago y Juan, trabajaban juntos como socios. (Mat. 4:18, 21) Juntos, trabajaban bien como un “equipo” y dependían mucho unos de otros. Tenían que trabajar así para tener éxito en su empeño. Por eso no es de extrañar que Jesús seleccionara a personas como éstas para que fueran “pescadores de hombres.” ¿Servimos nosotros hoy como “esclavos” de Jehová de la misma manera? Es provechoso que nos preguntemos si nosotros calificamos para ser “pescadores de hombres” bajo la dirección del Amo.
3 Aunque la obra de pastoreo recae principalmente sobre unos cuantos, de todos los seguidores de Cristo se exige que sean “pescadores de hombres.” (Mat. 4:19) ¿Cómo? Por medio de efectuar la obra de predicar y buscar a las personas merecedoras para que participen en la obra de separación sobre la cual Jehová vigila. Con relación a esto pudiéramos preguntarnos si estamos preparados para pescar a hombres de la manera más eficaz que podemos. ¿Cooperamos con nuestro grupo del estudio de libro por medio de ayudar a otros a pescar bien, o permitimos que otros pescadores experimentados nos ayuden en nuestra obra de enseñar y hacer discípulos de modo que nosotros podamos ‘pescar’? Si necesitamos ayuda en nuestra obra de pescar, la ayuda está disponible entre nuestros compañeros pescadores.
4 Por supuesto, hay algunos territorios donde la “pesca” es abundante, y generalmente los abarcamos más a menudo con nuestra predicación. Por otro lado, todo nuestro territorio debe ser trabajado por lo menos una vez al año. Y sea que se ‘pesque’ inmediatamente o no, nuestra responsabilidad es continuar echando las redes en todas las aguas. (Luc. 5:1-11) Tal como el pescador que tiene éxito permanece optimista y deriva verdadera satisfacción de su trabajo, nosotros también debemos ser personas que no se desanimen fácilmente, sino que busquen oportunidades para ir a ‘pescar hombres.’
5 Hablando en cuanto a oportunidades, piense en los que asistieron al Memorial. Muchas personas que asistieron este año habían asistido antes y saben algo acerca de la verdad y la organización de Jehová. Pero, ¿qué podemos hacer para ayudarlas a progresar espiritualmente?
6 Algo que podemos hacer es visitar a estas personas sin demora para mostrarles que nos interesamos en ellas y que deseamos suministrarles ayuda espiritual. Anímelas a asistir a las reuniones con usted. Si no tienen un estudio bíblico, ¿pudiera usted comenzar uno con ellas? Queremos ayudar a estas personas ahora para que puedan ver lo valioso que es asociarse con el pueblo de Jehová.
7 Si usted no ha tenido éxito en esta obra, se espera que la visita de uno de los ancianos, quizás su conductor de estudio de libro, o de uno de los siervos ministeriales, asegure a estas personas recién interesadas en la verdad que realmente nos interesamos en su espiritualidad. Como discípulos de Cristo tenemos que probar que realmente nos amamos unos a otros y que amamos a los forasteros.—Juan 13:35.
8 Es bueno recordar que la Persona que se encarga hoy de toda la ‘pesca’ está bien familiarizada con el mucho trabajo que envuelve el obtener pesca. Él nos encomia y recompensa constantemente por nuestra participación en la obra de pescar. Si cada uno de nosotros hace lo que él o ella puede para apartar tiempo para pescar con regularidad, y actuamos debidamente cada vez que los peces “muerden,” seguramente podremos pedir la guía y bendición de Jehová sobre nuestros esfuerzos.
-
-
Hable de la abundancia de su corazónMinisterio del Reino 1980 | junio
-
-
Hable de la abundancia de su corazón
1 “El hombre bueno del buen tesoro de su corazón produce lo bueno, . . . porque de la abundancia del corazón habla su boca.” (Luc. 6:45) Estas sabias palabras salieron de la boca de Jesús y deberían tener un efecto profundo y duradero en todos los que desean tener la aprobación de nuestro Dios y Creador, Jehová. Día tras día la humanidad se enfrenta a problemas de la vida que no conducen a producir las buenas obras que identifican a uno como fiel seguidor del Señor Jesús. El corazón de la gente en general se ha endurecido debido al ambiente que la rodea, muy parecido a lo que le pasó al antiguo Faraón, cuyo corazón ‘se puso terco’ contra Dios.
2 El poder sanador de la Palabra de Dios y las abundantes verdades que ésta contiene han ablandado el endurecido corazón de muchas personas. El relato bíblico hasta menciona a una vasta compañía mixta que salió de Egipto con los israelitas cuando la décima plaga azotó al país. Parece que la demostración del poder de Jehová ablandó el corazón de ellos. (Éxo. 12:38) ¿Pero qué hay de nosotros? ¿Estamos produciendo cosas buenas de la abundancia de nuestro corazón que sean una bendición para nosotros y nuestros asociados? ¿Cómo sabemos si en nuestro corazón hay cosas buenas y si podemos decirlas y hacer el bien?
3 Usted pudiera hacerse las siguientes preguntas: ¿Me regocijo al mismo grado hoy que cuando por primera vez aprendí acerca de la salvación de Jehová por medio de Jesús y comencé a asociarme con el pueblo de Jehová? Se dice que para el año 96 E.C. los cristianos de la congregación de Éfeso habían dejado el amor que habían tenido al principio, y eso resultó en que se les diera consejo firme.—Rev. 2:4.
4 ¿Me ocupo en tener con regularidad un estudio personal de la Palabra de Jehová, tal como lo hacía cuando por primera vez aprendí acerca de Sus grandiosas promesas por medio de Cristo? El apóstol Pablo exhortó a Timoteo a prestar constante atención a sí mismo y a su enseñanza. (1 Tim. 4:16) Esto incluía continuar prestando
-