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Mostrando fruto del espírituLa Atalaya 1961 | 15 de febrero
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de sí mismos con individuos muy desdeñables que la Biblia dice que abundarían en los últimos días. Al escribir a Timoteo dijo: “Pero conoce esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos y difíciles de manejar. Porque los hombres serán amantes de sí mismos, amantes del dinero, presuntuosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a sus padres, sin gratitud, sin bondad amorosa, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin gobierno de sí mismos, feroces, sin amor de la bondad.” (2 Tim. 3:1-3) ¿Por qué ser clasificado con tales delincuentes a causa de la falta de gobierno de uno mismo? Salomón escribió: “Todo su espíritu es lo que el estúpido deja salir, pero el que es sabio lo mantiene calmado hasta lo último.” (Pro. 29:11) Si un cristiano no tiene gobierno de sí mismo, o pierde el que tiene, ¡cuán fácil es que se deslice y vuelva a los caminos de la carne y sea descalificado de modo que no herede las bendiciones del reino de Dios! ¡Cuán insensato, entonces, el no esforzarse para producir este fruto también, a saber, el gobierno de uno mismo! Uno muestra amor si tiene gobierno de sí mismo.
23. Para edificarnos y para permanecer en el trabajo de construcción de Dios, ¿qué tenemos que hacer?
23 Pablo contrasta todos estos frutos del espíritu con las obras de la carne. Tiene que efectuarse un cambio cuando un creyente se dedica a hacer la voluntad de Dios. Ya no puede portarse como el mundo se porta, sino que “los que pertenecen a Cristo Jesús empalan la carne junto con sus pasiones y deseos.” (Gál. 5:24) Tiene que haber un cambio, una edificación del individuo. “Si estamos viviendo por espíritu, continuemos andando ordenadamente también por espíritu. No nos hagamos egotistas, provocando competencia unos con otros, envidiándonos los unos a los otros.” (Gál. 5:25, 26) El producir el fruto del espíritu lo capacita a uno a estar en la sociedad del nuevo mundo. Por eso ‘el prestar constante atención a usted mismo y a su enseñanza’ logra algo en provecho suyo. “Te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.” (1 Tim. 4:16) Edifíquese usted mismo prestando atención a su fruto del espíritu, y al mismo tiempo ayude a hacer crecer la sociedad del nuevo mundo de Jehová. Los cristianos tienen que estar en unidad unos con otros, mostrando unidad “cual manada en el aprisco, cual hato en medio de su pasto.” Aliméntese junto con las ovejas de Jehová y manténgase en unidad, porque “en la casa del justo hay un almacén abundante, pero en el producto del inicuo hay lo dificultoso.”—Pro. 15:6.
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Apliquen su corazónLa Atalaya 1961 | 15 de febrero
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Apliquen su corazón
1. ¿Qué resulta de dar gratuitamente la Palabra de Dios, y qué recompensa produce?
CUANDO uno da el primer lugar en su mente a la Palabra de Dios y la mantiene allí entonces va a recoger un buen tesoro. El trabajar continuamente con la Palabra de Dios trae gran ganancia y aumenta el tesoro de uno. Sin importar cuánto se dé de este tesoro, verbalmente o mediante la página impresa, el tesoro mismo se hace más grande. Moisés estuvo bien consciente de este hecho. Exactamente antes de que los hijos de Israel cruzaran el Jordán para entrar en la Tierra Prometida dijo a los israelitas bajo inspiración: “Apliquen su corazón a todas las palabras que les estoy hablando en amonestación a ustedes hoy. . . . Porque no es palabra sin valor para ustedes, sino que significa su vida, y por medio de esta palabra pueden prolongar sus días sobre el suelo hacia el cual ustedes están cruzando el Jordán para tomar posesión de él.”—Deu. 32:45-47.
2. ¿Dónde se encuentran hoy las palabras de vida, y qué papel desempeña el corazón de uno para producir un buen tesoro?
2 Las palabras de Jehová contienen información valiosa, y, en realidad, son palabras de vida. Significa gran caudal, un tesoro, el prestarles atención. El individuo que aplica su corazón a todas las palabras que Jehová habla es el individuo que estará haciendo la voluntad de Dios. Es el que producirá buen tesoro durante su vida y será una bendición para otras personas. Jesús dijo: “El hombre bueno saca lo bueno del buen tesoro de su corazón, . . . porque de la abundancia del corazón habla su boca.” (Luc. 6:45) Cuán necesario, entonces, es aplicar nuestro corazón a la Palabra de Dios para tener este buen tesoro. Este buen tesoro es la Palabra de Dios.
3, 4. (a) ¿Qué milagro de Jesús muestra el provecho de dar gratuitamente? (b) Por medio de dar constantemente ¿qué posibilidad hay de que perdamos nuestro tesoro?
3 La cosa maravillosa en cuanto a hacer lo bueno a otros es el hecho de que la bondad siempre se reabastece. Mientras dejamos que la verdad que está en nuestro corazón se desborde hacia otros y predicamos la Palabra de Dios la verdad nunca disminuye. Nunca se agota. Más bien aumenta de modo que aun mayores riquezas pueden darse gratuitamente. Nos hace pensar en el milagro que Jesús ejecutó cuando alimento a la grande muchedumbre y dijo a sus discípulos: “‘Denles ustedes algo de comer.’ Ellos le dijeron: ‘No tenemos nada aquí salvo cinco panes y dos pescados.’ Él dijo: ‘Tráiganmelos acá.’ Luego mandó a las muchedumbres que se reclinaran en la hierba y tomó los cinco panes y los dos pescados, y, mirando al cielo, dijo una bendición y, después de partir los panes, los distribuyó a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres. De modo que todos comieron y quedaron satisfechos, y recogieron el sobrante de los fragmentos, doce canastas llenas. Sin embargo, los que comieron constaban de unos cinco mil hombres, aparte de mujeres y niños pequeños.” (Mat. 14:16-21) Jesús fue muy generoso en su dar. Comenzó con cinco panes y dos pescados junto con la bendición de Jehová. De modo que pudo seguir dando, y después de haberles dado todo lo que querían le quedó más que cuando comenzó. ¡En realidad, le quedaron más de doce canastas llenas de alimento!
4 Jehová ha provisto las Santas Escrituras llenas de conocimiento y sabiduría y ha dado a sus siervos esta Palabra escrita. Mientras más repartimos a otros de lo que aprendemos de la Palabra de Jehová, más queda para que sigamos dando. Mientras más trabajamos con la verdad, más ricos nos hacemos. La Palabra de Dios dice: “El hombre bueno de su buen tesoro envía cosas buenas.” (Mat. 12:35) ¡Cuán grande e inagotable tesoro es la verdad! De los que son fieles y usan lo que tienen, Jesús dice: “A todo el que tiene, más le será dado; pero de aquel que no tiene, aun lo que tenga le será quitado.”—Luc. 19:26.
RESULTADOS DEL MINISTERIO CRISTIANO
5. ¿Cuántas personas participaron regularmente en repartir a otros del tesoro de Jehová en el año de servicio de 1960, y en cuántas tierras?
5 El profeta Moisés sabía que era necesario escuchar las palabras de Jehová, y dijo: “Apliquen su corazón a todas las palabras que les estoy hablando. . . . Significa su vida.” (Deu. 32:46, 47) El esfuerzo fervoroso de los testigos de Jehová ha sido dar a conocer esta verdad alrededor del mundo. El año pasado, en 1960, dieron a conocer la verdad en
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