BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Sobreviviendo con lo nuevo
    La Atalaya 1959 | 15 de junio
    • 27. Mientras expresamos el tema de nuestra predicación, ¿cómo nos fortalece Jehová para que no temamos los rostros de los enemigos?, y, en armonía con las liberaciones que efectuó cuando pereció la antigua Jerusalén, ¿qué hará Jehová?

      27 Por lo tanto, en expresión del tema de nuestra predicación: ¡Abajo con el viejo mundo! ¡Arriba con el nuevo mundo! El Todopoderoso Dios del nuevo mundo nos manda que no temamos los rostros de los enemigos: “Ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque ‘Contigo estoy yo,’ es la declaración de Jehová, ‘para librarte.’” (Jer. 1:19) En fiel cumplimiento de su promesa, él libró a Jeremías y a los recabitas y a Ebed-melec cuando Jerusalén pereció. En fiel cumplimiento de ese cuadro profético, Jehová de los ejércitos nos librará a nosotros, el resto y las otras ovejas, cuando, en el Armagedón, él cumpla lo que hemos predicado derribando el viejo mundo y levantando su justo nuevo mundo.

  • Tesoro inapreciable en vasijas de barro
    La Atalaya 1959 | 15 de junio
    • Tesoro inapreciable en vasijas de barro

      EN TIEMPOS antiguos en tierras bíblicas se usaban vasijas de barro como receptáculos para la preservación segura de cosas de valor. Por eso leemos en Jeremías 32:14 (Mod) que el profeta mandó a Baruc que pusiera una escritura de propiedad en una vasija de barro, “para que se conserve muchos días.” Puede que el apóstol Pablo haya tenido presente esta costumbre cuando escribió: “Tenemos este tesoro en vasijas de barro” (2 Cor. 4:7) El contexto hace claro que al referirse a vasijas él quiso decir los organismos humanos de los cristianos dedicados, él mismo y sus hermanos, y esto lo corrobora adicionalmente 2 Timoteo 2:20, 21, donde él dice: “Ahora bien, en una casa grande hay vasos no sólo de oro y plata sino también de madera y barro, y algunos para un propósito honroso pero otros para un propósito falto de honra. Si, pues, alguien se mantiene separado de éstos, será vaso para propósito honroso, santificado, útil a su dueño, preparado para toda buena obra.”

      Ahora bien, ¿qué es este “tesoro” que está escondido en estos “vasos” o “vasijas” de barro vivas? Según la argumentación de Pablo hallamos que es el ministerio confiado a los esclavos fieles de Jehová, ‘el glorioso tesoro de servicio.’ Es cierto que los miembros del cuerpo de Cristo son receptáculos para la verdad, pero abarca más que este solo hecho la explicación del apóstol. Pues leemos: “Como tenemos tal esperanza, estamos usando gran libertad de palabra, y... puesto que tenemos este ministerio según la misericordia que nos fué mostrada, no nos portamos incorrectamente,... sino haciendo manifiesta la verdad recomendándonos a toda conciencia humana en la vista de Dios.” (2 Cor. 3:12, 13; 4:1, 2) Sí, es el precioso privilegio de servicio lo que se da a entender por el tesoro. Y ¿no es cierto que el gran Dios del universo ha concedido a humildes humanos el inestimable privilegio de servir como sus testigos, aunque los ángeles hubieran recibido dicha asignación con el mayor gozo? Es tal como les dice Pedro a sus hermanos: “Dentro de estas mismas cosas [que ahora se han anunciado a ustedes] los ángeles están deseando atisbar. Por lo tanto fortalezcan su mente para actividad.” Y: “Ustedes son ‘...un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.”—1 Ped. 1:12, 13; 2:9.

      “NINGUNA CARNE SE JACTE”

      ¿Y por qué ha escogido el todopoderoso Jehová a tales vasijas débiles de barro, que en sí mismas son absolutamente indignas de semejante honor y carecen del poder para resistir la presión que les impone el enemigo? El apóstol contesta: “Para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros mismos.... con el fin de que ninguna carne se jacte a la vista de Dios.” (2 Cor. 4:7; 1 Cor. 1:28, 29) Estas vasijas ciertamente necesitan poder divino para aguantar la presión, y se les da en medida adecuada. Pablo dice: “Se nos oprime de toda manera, pero no se nos aprieta de tal modo que no podemos movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida; se nos persigue, pero no quedamos abandonados; se nos derriba, pero no se nos destruye. Siempre aguantamos por todas partes en nuestro cuerpo el trato mortífero que se le dió a Jesús, para que la vida de Jesús también se haga manifiesta... en nuestra carne mortal. Por consiguiente, la muerte está obrando en nosotros, pero la vida en ustedes.”—2 Cor. 4:8-12.

      ¡“La muerte está obrando en nosotros, pero la vida en ustedes”! Cuando el apóstol escribió estas palabras él se refería a sí mismo y a sus coapóstoles y otros colaboradores en comparación con los miembros de las recién fundadas congregaciones de creyentes en Grecia. ¡Pero qué bien expone esta expresión la relación que hay entre el resto ungido de Dios de vasijas portadoras de tesoro en nuestro día y las “otras ovejas,” a las cuales ha sido y es dulce privilegio del resto administrar la verdad dadora de vida y quienes celosa y fielmente participan en el maravilloso servicio de proclamar el Reino ya establecido! En Apocalipsis 22:17 se nos dice: “El espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que oye diga: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que tenga sed venga; que cualquiera que desee tome del agua de la vida gratis.” Estas palabras no dejan duda alguna de que en estos días dos clases participan en el ministerio. Llevarán a cabo este servicio sagrado hasta que comience la batalla del Armagedón y a través de ella, como lo indica la respuesta que se le dió a Isaías cuando le preguntó a Jehová cuánto tiempo había de seguir diciendo el mensaje a la gente: “Hasta que las ciudades queden desoladas, por falta de habitantes; y las casas, por no haber hombre en ellas; y la tierra venga a ser una desolación completa.” (Isa. 6:8-12, Mod) Después de la caída de la cristiandad se dará testimonio contra el elemento impío en poder en ese tiempo, hasta que “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” lo destruya, y la propia soberanía universal de Dios quede vindicada para siempre.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir